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Facultad de Derecho
Derecho Civil II
Enrique Barros B. y Nicolás Rojas C.
Instrucciones:
Caso 1
A comienzos de abril de 2006, Jesús Derval decidió vender un pequeño cuadro original
de Roberto Matta que había en casa de su padre, con quienes vivía a la fecha, para pagar
ciertas deudas que había contraído producto de su enfermizo gusto por las apuestas de
caballos. Sin saberlo Jesús, un par de meses antes, un acreedor de su padre, don José
Derval, había demandado a éste en juicio ejecutivo para el pago de una importante
deuda, producto de lo cual se habían embargado todos sus bienes1.
Benjamín Domínguez amante del arte nacional, acababa de recibir un bono por el
excelente desempeño de sus labores de gerente de una empresa de limpieza, de nada
menos que $15.000.000 en efectivo. Sorprendido, se preguntó qué podría hacer con el
dinero ¿ahorrarlo? ¿partir de vacaciones? ¿invertir?
Tan sólo un par de días más tarde, Benjamín encontró un aviso en el diario que decía
“Dueño vende pequeño Matta original, sólo $14.000.000”. Contactó inmediatamente a
Jesús Derval. Luego de revisar exhaustivamente el cuadro y constatar que era un
original acordaron la venta. Domínguez pagó al contado $14.000.000 y se llevó feliz el
cuadro. Fue así como el 15 de abril de 2006, Domínguez se hizo de su primer Matta.
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Excepto los bienes inembargables (Código de Procedimiento Civil, art. 445).
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Preguntas:
1. Señale: (a) qué acción o acciones podría interponer Jesús Derval; (b) en qué causal
legal podría ampararse para la interposición de esa o esas acciones; (c) contra quién
debieran dirigirse esa o esas acciones; y, (d) qué posibilidades tiene de que su o sus
acciones sean acogidas.
2. Suponga que fuese don José Derval quien concurre a su oficina por asesoría. Señale:
(a) qué acción o acciones podría interponer; (b) en qué causal legal podría
ampararse para la interposición de esa o esas acciones; (c) contra quién debieran
dirigirse esa o esas acciones; (d) qué posibilidades tiene de que su o sus acciones
sean acogidas; y, (e) en caso que una o más acciones fueran acogidas, cuáles serían
los efectos que ello produciría.
Caso 2
Pedro Reyes padece una enfermedad grave y extraña. Después de visitar diversos
doctores, la conclusión unánime fue que viviera durante un tiempo, no inferior a dos
años, cerca de la montaña y que ojalá se sometiera diariamente a baños termales, única
forma de apaciguar los dolores que sufría. Por ello, don Pedro encargó a su empleado de
confianza, don Javier Margas, que le comprara una casa en la localidad de Puerto Fuy,
lo que se concretizó en un contrato de mandato con representación, celebrado por
escritura pública. Los honorarios del mandatario se fijaron en la suma de $ 500.000.
A los pocos días, Margas dio aviso a su mandante que había comprado una casa, en
cumplimiento del encargo. Sin embargo, grande fue la sorpresa de don Pedro al darse
cuenta que la casa era en realidad una mansión y que el precio pagado ascendía a la
suma de $400.000.000. Asustado, Reyes pidió explicaciones por lo caro de la compra,
señalando que una casa de esas características, en ese pueblo, sería casi imposible de
vender en el futuro. ¡Nadie pagará esa suma cuando quiera venderla en dos años más!
¡Esto sólo me traerá pérdidas! –Dijo Reyes. Margas contestó: “No se preocupe jefe,
cuando pasen los dos años va a ver como lo soluciono todo”.
Reyes confiaba en su empleado, que lo había sacado de embrollos más grandes que éste,
por lo que se tranquilizó.
Una vez instalado en la casa, don Pedro dispuso la construcción de una sauna, para
tomar los baños necesarios para su tratamiento, a un costo de $10.000.000. Además,
construyó una cancha de tenis para su hijo mayor, un famoso tenista profesional, que
tuvo un costo de $8.000.000. Para sacar provecho de esta inversión, mientras su hijo
andaba de gira, don Pedro arrendaba la cancha a turistas que deseaban hacer deporte.
Finalmente, arregló las filtraciones, pagó las cuentas de luz atrasadas y construyó una
reja más grande y firme.
Tras dos años en la tranquilidad de Puerto Fuy, don Pedro añoraba la vida en la gran
ciudad. Ya había cumplido con su tratamiento y los intensos dolores habían
desaparecido. Llamó a Margas y le preguntó por la “solución” al problema de la casa, a
lo que éste respondió: “Lo que pasa es que yo llevé al vendedor, Marcelo Vega, a una
notaría falsa ¡y no se dio ni cuenta! Lo importante es que el contrato está viciado, así
que usted puede pedir la nulidad y le devuelven el precio”.
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Don Pedro estimó que esta vez su empleado se había pasado de la raya, por lo que
decide acudir a usted por asesoría legal.
Preguntas: