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UNIVERSIDAD “SEÑOR DE

SIPÁN”

FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE


DERECHO

TEMA:

“La Celeridad y la legalidad en el


Sistema Jurídico Procesal Peruano”

PRESENTADO POR

MANUEL ALONSO BUQUEZ VERGARA.


CURSO

TEORÍA GENERAL DEL PROCESO

2018

“La Celeridad y la legalidad en el


Sistema Jurídico Procesal Peruano”

RESUMEN

El principio de celeridad debe conciliar, primero, la oportunidad de la administración de


justicia para conocer las pretensiones formuladas, la procedencia de la vía procesal escogida y la
pertinencia de las pruebas para una decisión justa y, segundo, el interés de las partes o de los
sujetos procesales, para que sus reclamaciones o recursos se decidan con rapidez. El presente
artículo consiste en realizar un análisis crítico del principio de celeridad respecto a su aplicación en
los distintos procesos del sistema jurídico peruano, específicamente en el caso del Expediente N°:
00460-2009-0-2017-JR-FC, y los principios vulnerados como la legalidad en el expediente Nº:
00238-2009, donde se tomó en cuenta la implicancia y la importancia de este mismo en el proceso
y sus consecuencias para las personas implicadas.

INTRODUCCIÓN

El problema fundamental de la eficacia en la actuación se centra en el factor humano: el


desbordamiento de los órganos jurisdiccionales que, ante la masificación, optan por una actitud de
abandono y delegación. La posición de los vencidos en el proceso que se aprovechan de los
problemas estructurales del proceso, y procuran retrasar el cumplimiento, cuando no frustrar
totalmente la satisfacción del vencedor, por la absoluta negación del cumplimiento efectivo de la
decisión judicial.El presente artículo busca explicar la importancia y la relevancia del principio de
celeridad y legalidad en el proceso del sistema jurídico, para ello se analizó dos sentencias
encontradas en la plataforma del poder judicial, en las cuales notoriamente se encontraron dos
vulneraciones a los principios del proceso, posteriormente se buscó principalmente entender de
qué manera la vulneración de los principios afectaría los resultados buscados por los interesados,
por ello es importante tener en cuenta la base teórica que engloba a determinados puntos
procesales, ya que la teoría es al final, la que nos permite establecer y sustentar las falacias y
faltas en un proceso determinado.

CELERIDAD EN EL PROCESO
En la actualidad existen pocos mecanismos para enfrentarse a la obstaculización del vencido sin
herir sus derechos individuales pero, además, los medios existentes se hallan infrautilizados con la
correspondiente insatisfacción y la generalización de la falta de confianza que se tiene de nuestro
Poder Judicial. El problema de la ausencia de medios se sitúa en el plano legislativo y
jurisprudencialmente hablando no se ha hecho nada al respecto más cuando en nuestro sistema
judicial no existe la predictibilidad de las resoluciones judiciales lo que conlleva a que ante la
existencia de diferentes decisiones frente a una misma situación jurídica se evite el cumplimiento
de la sentencia.Cuando uno se ve envuelto en procesos judiciales civiles, los interesados siempre
buscan y esperan una pronta solución de las mismas, esto implica que exista una economía del
tiempo procesal, es en este contexto que en muchas ocasiones nos vemos en la situación de que
un juez aplaza audiencias o diligencias, o las suspenda. Lo que se busca con este principio y de
quien con todo derecho le corresponde exigir que los actuados procesales se desarrollen dentro
de un término razonable, ya que las dilaciones indebidas y retardaciones injustificadas atentan los
derechos fundamentales de las partes en la tramitación de sus causas.

CASO DEL EXPEDIENTE N°: 00460-2009-0-2701-JR-FC

En el caso particular donde la materia fué Familia-Civil-Divorcio resuelto por Primer Juzgado de
Familia de Tambopata, en la Resolucion Número Diez en Puerto Maldonado, dieciseis de Junio del
año dos mil diez, en la parte III. Consideraciones De La Instancia De Apelaciones, en el apartado d,
menciona: “Si bien es cierto, no todos los integrantes de éste Colegiado conformaban la Instancia
de aquel entonces, cierto es que ésta Ponente no puede dejar de mencionar; en virtud de la
Política de descongestionamiento procesal que sigue la Institución judicial, por lo que debe de
recomendarse al A-quo mayor celeridad en el diligenciamiento de ésta causa, dado el tiempo
perdido para el justiciable.”. Así mismo, en la parte de Decisión: “Por las consideraciones
expuestas, vista y votada la causa conforme a lo establecido en el artículo ciento cuarenta de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, la Sala Mixta y de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de
Madre de Dios, RESUELVE: DECLARAR NULO lo actuado hasta fojas 21, ORDENANDO al A-quo,
vuelva a calificar la demanda conforme las anotaciones precedentes, y recomendándosele mayor
celeridad en el trámite de la causa, dado el tiempo transcurrido desde la presentación de la
demanda”. Está claro que ambas partes han sido afectadas por el tema de celeridad, por ello, la
solicitud del juez implica una mayor celeridad para el procesos encausado.

Por tanto, es deber de la ley armonizar el principio de celeridad, donde el proceso se adelante en
un menor lapso posible. Por ende, este principio debe tener un claro correlato en la solución de los
conflictos a cargo del Poder Judicial, de lo contrario la tutela jurisdiccional efectiva no encontrará
una verdadera concreción en la práctica judicial, dado que en la medida que el órgano
jurisdiccional no cuente con los elementos indispensables para administrar justicia en forma
oportuna y no logre que la resolución judicial se cumpla, el reconocimiento de derechos
establecidos en ella será vano, convirtiéndose en una mera declamación de intenciones, con grave
lesión a la seguridad jurídica, según indicó Rioja.

Como señala el profesor Juan MONROY Gálvez, “Este principio se presenta en forma diseminada
a lo largo del proceso, por medio de normas impeditivas y sancionadoras a la dilación innecesaria,
así como a través de mecanismos que permiten el avance del proceso con prescindencia de la
actividad de las partes. El hecho transcendente e indiscutible es que una justicia tardía no es
justicia. Para ratificar esta concepción, el sistema publicístico busca proveer a los justiciables, a
través de las instituciones reguladas, de una justicia rápida. Si es buena o mala, esta calidad será
responsabilidad de todos sus protagonistas.”
Otro concepto tenemos el del tratadista Uruguayo Eduardo de J. Couture, citado por Hernando
Devis Echandía, “En el proceso el tiempo no es oro, sino Justicia”. La celeridad bien puede
observarse como uno de los requerimientos primordiales del debido proceso pero principalmente
de la tutela jurisdiccional efectiva, pues tanto la sociedad como los sujetos procesales intervinientes
en el proceso esperan del Poder Judicial la solución oportuna de sus pretensiones para una
convivencia pacífica, pero además la ejecución de sus decisiones constituye la principal función de
los jueces y magistrados.

LEGALIDAD EN EL PROCESO

Es consustancial al ejercicio del ius puniendi su sometimiento a determinados límites cuya


observancia constituirá una exigencia básica para que la utilización del Derecho Penal, como
monopolio del Estado e instrumento de pacificación social, no pierda legitimidad ante los
ciudadanos. Algunos de esos límites, los que son propios de un Estado de derecho, se engloban
dentro del principio de legalidad, que dispensa al ciudadano la seguridad jurídica de que no va a
ser sancionado ni por infracciones, ni a penas o medidas de seguridad que no estén previstas en
ley anterior a su actuación típica, y que en todo caso le sean impuestas por un Juez y en el seno
de un proceso establecido legalmente, el principio de legalidad corresponde a la interpretación de
la congruencia procesal, por algunos denominados principio de juridicidad como Rubio Llorente.
Por otro lado, para Merkl, el principio de legalidad, que “es un caso especial de aplicación del
principio de juridicidad”, pues “la ley no es más que una de las fuentes del Derecho, y la legalidad,
por lo tanto, una juridicidad cualificada”. Básicamente porque está muy ligado a la fijación de límites
objetivos al ejercicio del poder punitivo, además establece deberes que deben ser cumplidos a
cabalidad por los operadores del Estado, bajo responsabilidad del mismo, las principales
características del principio de legalidad es el de orientarse a crear seguridad jurídica, más aún si
le entiende como un valor y fin del orden jurídico referido a la realización de una función de
organización y de una función de realización. La seguridad jurídica se opone a la incertidumbre, al
azar, a la arbitrariedad y al desamparo respecto de una situación jurídica dada, que en materia
penal viene representada por la comisión de un ilícito.

Este concepto legal, implica que se deben cumplir las solemnidades correspondientes para
actuaciones procesales, imponiéndose el derecho establecido según la jurisprudencia lo indica.

CASO DEL EXPEDIENTE N°: 00238-2009

Este caso tiene por particular, que el proceso que seguía el demandante fue declarado nulo de
puro derecho, ya que el juez emite la resolución antes del plazo estipulado, por considerar
abandono del caso por parte del interesado, en este contexto se violenta el principio de legalidad,
por lo que el abogado del demandante considera este caso como arbitrario, puesto que no cumple
el plazo exigido por la ley para ser archivado. Por ello, es primordial conocer lo que estipula
nuestro ordenamiento procesal en el artículo 346 del Código Procesal Civil, señala en su primer
párrafo que: “Cuando el proceso permanezca en primera instancia durante cuatro meses sin que
se realice acto que lo impulse, el juez declarará su abandono de oficio o a solicitud de parte o de
tercero legitimado”, ante esto, el juez no habría considerado el tiempo de vacaciones que el poder
judicial se toma en el mes de febrero, por ello, corría un mes más para ser considerado dentro del
plazo establecido por ley.

Esto indica que los plazos establecidos por ley deben respetarse, y ante cualquier vulnerabilidad
del derecho, existen herramientas formales que pueden ser invocadas para regularizar los
procedimientos, ya que, de no ser así, estos podrían perjudicar a los interesados.
MATERIALES Y MÉTODOS

Se busca contribuir al desarrollo de habilidades investigativas y de sistematización, para ello se


consideró realizar una investigación documentaria, se utilizó un paradigma cualitativo con el tipo de
investigación descriptivo. Asimismo, para el procesamiento de información se utilizaron métodos
como el analítico y la revisión documentaria, empleando para ello las técnicas del análisis
documentario, principalmente fundamentando el tema en cuestión y sobre todo la formación
profesional como futuros profesionales en leyes la materia correspondiente. Toda esta metodología
brinda a este informe de investigación el respaldo, sustento y seriedad respectiva.

Por la naturaleza de la investigación los aspectos éticos a considerar en el presente artículo fueron:
Manejo de fuentes de consulta, claridad en los objetivos de la investigación, transparencia de los
datos obtenidos, confidencialidad y profundidad en el desarrollo del tema.

CONCLUSIONES

En el principio de celeridad, se persigue una justicia oportuna, sin dilataciones durante el proceso,
procurando eludir las causas que permiten la demora, mediante la simplificación de los trámites y
suprimir aquellos fútiles, donde ambas partes tengan conocimiento de los escritos en juego para
que finalmente el juez resuelva oportunamente la situación en conflicto. Sin embargo, como todo
en nuestro país es ley muerta, podemos seguir hablando de leyes y principios que solo sustenta un
marco teórico, peor que en la práctica no sucede.

Lo que busca es, eliminar trabas en los procesos judiciales y se corresponde con la concentración
del mismo, buscando que el proceso sea ágil, rápido y formalista en lo imprescindible, por eso los
plazos y términos son muy breves, siendo perentorios e improrrogables, pero principalmente debe
lograr que la decisión del Juez sea efectiva. El principio de celeridad se encuentra regulado en el
artículo V del Titulo Preliminar del Código Procesal Civil y el contenido del mismo en diversas
normas del mismo cuerpo normativo a lo largo de todo el desarrollo del proceso, pero no
encontramos su reconocimiento en la etapa ejecutoria. A lo largo del presente trabajo ha sido
posible examinar los elementos más sobresalientes en el proceso, una de los problemas que
podemos indicar aquí, es el tema de corrupción, ya que mientras uno busca celeridad en el
proceso, esa celeridad muchas veces cuesta un valor monetario, por ello, los actuantes de la
justicia deben ser personas con una moral y ética intachable, para que este principio sea cumplido
tal y cual es.
Por el principio de celeridad se persigue la obtención de una justicia oportuna, sin dilaciones, lo
cual se puede conseguir durante la secuela del proceso, eliminando los traslados innecesarios de
los escritos que presenta una de las partes a fin de permitir que la contraparte conozca de los
mismos, para que finalmente el juez resuelva desfavorablemente al solicitante; así como los
términos excesivos para la realización de determinado acto procesal o la actuación de
determinadas pruebas o las diferentes instancias a que están sometidos los procesos. En el
proceso civil se puede obtener mejor la observancia de este principio, incluyendo la eliminación los
efectos la apelación de la sentencia, aun cuando esta medida no siempre es la más conveniente y
hasta puede resultar peligrosa para la seguridad jurídica de las partes. Por el principio de celeridad
se persigue acortar el tiempo de duración de los procesos y obtener una mayor certeza de los
pronunciamientos, de manera tal que los ciudadanos puedan obtener un oportuno reconocimiento
de sus derechos.La existencia de principios procesales, nos permiten tener herramientas las cuales
puedne ser empleadas y sustentadas ante la autoridad correspondiente para su revisión y
verificación del mismo, ya que al vulnerar uno de estos principios, la balanza puede inclinarse a
favor de los interesados.

BIBLIOGRAFRÍA

 Bravo Peralta, V.(2012). Argumentación e interpretación jurídica. (Segunda


edición). México: Porrúa.
 Gómez Lara, C. (2012). Teoría General del proceso (Décimo octava edición),
México: Porrúa.
 Natarén Nandayapa, C. F. (2013). Los principios constitucionales del nuevo
proceso penal acusatorio y oral mexicano. (Primera Edición). México: Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
 Migallón Serrano, F. (2007). Estudios jurídicos en homenaje a Cipriano Gómez
Lara. (Primera Edición). México: Porrúa.

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