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¿LA ESTRATEGIA DE UNA COMPAÑÍA ES PROACTIVA Y/O REACTIVA?

Analicemos las definiciones de ambas para proceder con el análisis para el caso
empresarial.

PROACTIVIDAD

La pro actividad es la actitud en la que el sujeto asume el pleno control de su conducta de


un modo activo, esto implica que la toma de iniciativa en el desarrollo de acciones creativas
y determinadas, para originar mejoras en los procedimientos y resultados, personales o
empresariales, haciendo prevalecer la libertad de elección sobre las circunstancias del
contexto.

La pro actividad no significa exclusivamente tomar la iniciativa, sino asumir la


responsabilidad de hacer que las cosas sucedan; decidir en cada situación lo que queremos
hacer y cómo lo vamos a hacer, tener la libertad al elegir las circunstancias que van a
rodearnos para actuar en ese contexto.

REACTIVIDAD

Es el concepto comúnmente definido como contrario a la proactividad, aunque desde


nuestro punto de vista, no son antónimos al 100% ya que:

Podemos definirla como la actitud en la que un sujeto, debe reaccionar al entorno de un


modo improvisado, inmediato e impulsivo, dado que los factores que han provocado la
situación a abordar, no han sido contemplados por el individuo, ni por su organización en
un periodo de tiempo lo suficientemente riguroso como para que las reacciones que se
produzcan, puedan definirse de meditadas, coordinadas, ni planeadas, y por lo tanto, en
muchos de los casos, tampoco sean acertadas.

El grado de pro actividad puede cambiar en una persona, y por lo tanto en una
organización, dependiendo de numerosos factores que enumeramos a continuación:

 La claridad o no a la hora de saber las prioridades de actuación en una determinada


acción/proyecto.
 La influencia de su grupo de trabajo para las actividades individuales.
 El ambiente laboral departamental o empresarial global.
 El estado emocional y físico de un momento determinado.
 Motivaciones económicas particulares.
 Apetencia en el desarrollo de un proyecto en concreto.
 Inestabilidad del mercado.
 Mala fé de una organización externa.
 Conflictos políticos.

Las personas reactivas reaccionan de manera casi automática e impulsiva ante muchos
estímulos. Tienen una actitud relativamente pasiva si nos referimos a su capacidad de
decidir con objetividad lo que van a hacer en un corto periodo de tiempo. También son
víctimas de las circunstancias y, no controlables por ellas, y por tanto, de los problemas y
de las urgencias que estas ocasionan. Aunque puede que haya situaciones en las que esta
actitud sea favorable, hemos de ser conscientes de que, hoy por hoy, el trabajo del siglo
XXI donde la inmediatez, los constantes cambios en el trabajo, la sobreexposición a todo
tipo de estímulos y tentaciones, esta forma de actuar reactiva puede ser, y de hecho es,
terriblemente perjudicial para la productividad y los buenos resultados empresariales.

Las empresas reactivas “reaccionan” ante todo; el buen curso de sus funciones y trabajos
que en ella tienen lugar diariamente, pueden verse perturbados por el mínimo desajuste en
los factores externos que influyan directamente sobre la organización.

Las empresas proactivas, por el contrario, se mueven para perseguir y lograr que los
proyectos o los objetivos que han definido en su estrategia empresarial, pese a los factores y
estímulos externos (cambiantes o perjudiciales), salgan adelante.

¿Qué deben tratar de establecer en sus bases las organizaciones reactivas?:

 Deben definir la estrategia empresarial en cada ejercicio y sus objetivos por área y/o
departamento.
 Planificar y organizar acciones comerciales alineadas con las estrategias de
comunicación (si las hay, si no, deben crearse, según la empresa y su tipología).
 Mejorar su grado de orientación comercial (esto es recomendable en todos los
casos).
 Saber rodearse de un equipo lo suficientemente competente para abarcar el mayor
número de soluciones ante un conflicto.
 Ser cautos en la ejecución de acciones.
 Tratar de ampliar sus conocimientos sobre tipos de problemas “posibles” para así
poder resolverlos con destreza y rapidez cuando sucedan.
 Cuando delegar tareas a los especialistas correspondientes.
 Cuando pedir ayuda externa.
 Tener siempre un plan b.

¿LA ESTRATEGIA DE UNA COMPAÑÍA ES PROACTIVA Y/O REACTIVA?

Una vez analizadas ambas definiciones podemos llegar a la conclusión de que las personas
y las estrategias de una compañía deben ser proactivas, con capacidad para lograr que las
cosas que se propongan sucedan de la manera más efectiva posible.

Ya que ser proactivo significa pensar y decidir para tener la capacidad de anticipar
dificultades, trabajar de manera focalizada sabiendo qué se debe hacer en cada caso,
orientar las acciones a la consecución de unos objetivos definidos por la dirección, y no
esperar a que las cosas sucedan sino actuar para lograrlas.

De esta manera, si evitamos reaccionar ante cualquier circunstancia de un modo


improvisado, se podrán aprovechar mejor las competencias, las cualidades y las
capacidades de cada empleado.

La conducta individual, esa que permite destacar sobre el resto, ser un excelente profesional
y de esta manera estar entre los mejores, es función de las decisiones propias y no de las
circunstancias, de los contextos, ni de las condiciones.

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