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ACTUALIZACIÓN Y RESIGNIFICACIÓN (PROPUESTA) DEL MANUAL DE

CONVIVENCIA Y SU SISTEMA DE EVALUACION DEL COLEGIO ORIENTAL


26 MUNICIPIO DE CUCUTA

Introducción

Uno de los principales aspectos a tener en cuenta con respecto a la convivencia en las
instituciones educativas, es el de propiciar y mantener un buen clima escolar que, mediante
el desarrollo del proceso de enseñanza y aprendizaje, facilite la educación del alumnado en
los valores del respeto los derechos humanos, del ejercicio de una cultura ciudadana
democrática y el compromiso de su defensa por parte de a la comunidad educativa.

La institución educativa es el escenario ideal para la formación democrática, está


convocada a ser promotora y defensora de los derechos humanos consagrados en la
Constitución Nacional y en las normas que garantizan un Estado social de derecho,
fundamentado en la democracia, la participación, la pluralidad, el respeto por la dignidad
humana, el trabajo, la solidaridad y la prevalencia del interés general.1

El Manual de convivencia escolar más que un conjunto de derechos y deberes, el cual


nos basamos en colectivo del ejercicio ciudadano. Se necesita que las personas comprendan
el sentido de las normas que regulan el comportamiento social y que se comprometan con la
construcción de un mejor país. las situaciones de la vida escolar en las que se establecen
diversas relaciones entre estudiantes y docentes o entre los mismos estudiantes, son espacios
reales donde se aprenden y practican competencias para la convivencia, el respeto y la
defensa de los derechos humanos y el ejercicio de la pluralidad.

Se orienta en la dirección de las competencias ciudadanas: Aprender a convivir con los


demás y a tener consideración de su condición humana; aprender a participar
responsablemente en la vida democrática y aprender a valorar y a reconocer las diferencias.
Una de las tareas más importantes de la escuela es formar hábitos de disciplina que le
permitan a la persona asumir las responsabilidades de la vida social. Es un componente del
Proyecto Educativo Institucional. Allí, se establecen los principios, las normas y los
procedimientos que regulan la vida escolar.
En él se establecen los derechos y deberes de todos los miembros de la comunidad educativa,
se identifican los comportamientos que afectan la convivencia escolar y los correctivos
pedagógicos acordados en el debido proceso. Además, se presentan los criterios para la
evaluación y promoción de los estudiantes, los mecanismos para la participación y elección
del gobierno escolar, las normas para el uso del Aula Taller, del sistema de evaluación para
estudiantes padres de familia y comunidad educativa.

1 y 2 Julio César Ruiz Giraldo

Planteamiento Del Problema


Existen muchas debilidades en la convivencia escolar de los alumnos y de la comunidad
en el colegio ORIENTAL 26 del municipio de Cúcuta. Por lo cual se plantea la actualización
y re significación del manual de convivencia como estrategias de enseñanza y aprendizaje
para la vida acorde a la situación del contexto y normatividad legal vigente.

Es un elemento indispensable en todas las sociedades humanas para que ésta alcance las
metas que se han propuesto, en función de lo cual puede afirmarse que educar para y en
convivencia, es educar en valores y vivir en valores. De allí que la posibilidad de ir
construyendo una sociedad cada vez mejor se vincula fuertemente con lo que se puede
adquirir dentro del ámbito escolar.

La solidaridad, la paz, la justicia, la responsabilidad individual y social y la defesa de


los derechos humanos, constituyen valores a trabajar en el colegio escuela y compromisos
que los alumnos deben asumir con el resto de los miembros de la comunidad educativa.

El debate pedagógico de los últimos años sobre las finalidades de la educación, ha


considerado la urgente necesidad de incorporar en el currículo escolar la formación y práctica
en valores. Tal proposición se ha argumentado en la imperiosa contribución que las
instituciones educativas deben dar a la problemática social, en la cual los derechos y prácticas
de convivencia fundadas en el respeto y la equidad, se yerguen únicamente como buenos
propósitos.

Diversas experiencias sobre formación en valores en los últimos años, han generado
importantes lecciones que dan cuenta con los límites de la formación en valores reducida a
discursos de corte ético y moralizador, que no se expresan efectivamente en la vida cotidiana
de la institución educativa, y la estrecha vinculación entre formación en valores y proyecto
de sociedad y vida pública y privada que se busca construir.

A partir de dichas lecciones, podemos afirmar que la formación en valores que un


sistema educativo promueve no es relevante si carece de un norte que señale el modelo de
sociedad que se quiere construir. No es, por tanto, una suerte de “eje transversal” -como se
diría ahora- que promulga valores “neutros” o principios éticos universales, que pueden
ejercerse de manera individual, sin la presencia de un “otro”. Formar en valores conlleva un
conjunto de prácticas y contenidos éticos y filosóficos que dan cuenta de modelos de relación
entre individuos que interactúan y participan en un espacio social determinado.

Desde esta perspectiva, la formación en valores es un ejercicio permanente de concreción


en la cotidianeidad de la “sociedad que queremos”. Educar en valores tiene que ver, por tanto,
con aquel tipo de aprendizaje humano que permite apreciar valores, es decir, incorporar
prácticas y actitudes que den paso al cumplimiento de derechos y responsabilidades de las
personas. En otro sentido, que favorezcan la construcción y profundización de la democracia.

El proyecto Educativo Institucional de la comunidad educativa tienen adiario en cuyos


espacios se formarán individuos íntegros en el ser, saber y hacer para su propia realización
personal, de su familia y su entorno regional, departamental, nacional, e internacional. Por
tales razones, los objetivos están orientados a:

 Desarrollar eficaz y sistemáticamente la política educativa nacional es tendientes al


fomento de la cultura, formación integral, crecimiento científico, crecimiento humano
en actitudes hacia el rescate de valores y la ecología; mediante la transformación
positiva de las relaciones entre sus integrantes.

 Desarrollar las políticas educativas, regionales, departamentales, y nacionales.

 Visualizar las metas propuestas en todos los componentes del Proyecto Educativo
Institucional.

 Propiciar los espacios que favorezcan la integración de la comunidad educativa en


beneficio del progreso, la democracia y la participación de todos y cada uno de sus
integrantes en los diferentes proyectos generados en favor de la aducacion del servicio
educativo.

 Propiciar espacios para la discusión y el debate de alternativas de solución a las


diferentes situaciones conflictivas, teniendo en cuenta los aspectos básicos de la
democracia participativa y representativa.

 Promover y apoyar procesos de investigación donde el estudiante afiance los avances


de ciencia ady tecnología necesarios en la construcción social y cultural de la región.
 Desarrollar integralmente en los estudiantes el amor, respeto por los valores, éticos y
morales.

 Establecer mecanismos para la evaluación de la realidad educativa de la institución a


través de diagnósticos confiables que retroalimenten continuamente el proceso y la
gestión planificada.

 Promover el mejoramiento cualitativo y cuantitativo del estudiante en el dominio de


las áreas del conocimiento mediante la capacitación y actualización permanente de
los educadores del plantel.

 Impulsar el gobierno escolar, como práctica de la democracia participativa.

 Evaluar los nuevos recursos humanos físicos económicos, y tecnológicos de la fusión


de las instituciones educativas.

 Fomentar y favorecer el crecimiento humano de todo el personal.

Formulación del Problema


¿Propuesta para la actualización en la Re significación del manual de convivencia y
su sistema de evaluación en el colegio oriental 26 del municipio de Cúcuta?.

Sistematización del problema.

 ¿Cuál es la normatividad vigente respecto al sistema de evaluación .

 ¿Cuáles son los problemas de convivencia que se presentan más frecuentemente en


la Institución educativa?

 ¿Qué aspectos son necesarios modificar en el manual de convivencia existente en la


institución para que adquiera un nuevo significado para la comunidad educativa?.

 ¿Qué estrategias se deben generar para la participación de los docentes, los


estudiantes y la comunidad en el proceso de actualización del manual de
convivencia?
Objetivo General

Propuesta y actualización en la resignificación del manual de convivencia y su


sistema de evaluación en el colegio oriental 26 del municipio de Cúcuta.

Objetivos Específicos

 Revisar la normatividad vigente respecto al sistema de evaluación.

 Identificar los problemas de convivencia que se presentan más frecuentemente en la


Institución educativa

 Determinar los aspectos que son necesarios modificar en el manual de convivencia


existente de la institución para que adquiera un nuevo significado para la comunidad
educativa.

 Definir estrategias para la participación de los docentes, los estudiantes y la


comunidad en los ajustes al manual
Justificación

A pesar de la importancia que décadas atrás ha cobrado en la literatura internacional la


reflexión sobre los procesos y prácticas de disciplina y convivencia en la colegio, su
organización como campo de estudio en la investigación educativa mexicana se integró a los
estados del conocimiento apenas en la última década.3

Es la construcción de un modelo sustentado en el respeto mutuo y la solidaridad de


todos los integrantes de su comunidad lo que se expresará en la interrelación armoniosa y sin
violencia entre sus diferentes estamentos, centrando su quehacer social en lo formativo,
entregando competencias que permitan vivir en paz y armonía a todos sus integrantes, pues
esto es la base de todo orden democrático y ejercicio de la ciudadanía.4

Por otro lado, y siguiendo las orientaciones de la Convivencia Escolar requiere de la


participación y compromiso de toda la comunidad educativa, de acuerdo a los roles,
funciones y responsabilidades de cada actor y estamento fijados en los protocolos del Manual
de convivencia del establecimiento

La constante resignificación de la misma y la intelección de las prácticas realizadas


bajo esta referencia, se facilita con antropologías sociales de inspiración comunitaria. Por
ejemplo, la diversidad y la inclusión son sólo datos en una relación social comunitarita, es
decir, en la comunidad no hay diferentes y nadie es excluible.

Así, las innovaciones en este campo se pueden conceptualizar mejor con una teoría
de antropología social y menos con una pedagogía. O al menos, la pedagogía de la innovación
queda subordinada en su conceptualización educativa y aun didáctica, a una
conceptualización de influencia socio – antropológico, y quizá desde una mirada ética que
va más allá del “deber”, y que pone en el “compartir” su principio fundamental.

Todo esto es posible si se genera conciencia sobre la naturaleza del proceso educativo, que
es proporcionar “a la persona las claves culturales que le permitan comprender la sociedad
en la que vive e integrarse en ella como un miembro activo, crítico y responsable”. Es decir
que, debe reconocer la función socializadora que tiene la institución escolar, y que a su vez
se adecue e integre las necesidades e intereses de todos/as los miembros de la comunidad.

Desde esta perspectiva, la escuela debiera contribuir a equilibrar las ofertas sociales,
otorgando las mismas oportunidades para todos los alumnos/as. La institución escolar debe
enfatizar la relación entre educar para la diferencia y educar para la ciudadanía,
(Hoppenhayn, 2000). Sin embargo, cabe destacar que el aprendizaje de la diferencia no debe
tomarse como una materia más, sino que se debe pensar desde la alteridad, es decir, “pensar
de modo tal que el propio educando sea ‘traspasado’ por la diferencia, y que el otro implique
también una interrogación de sí mismo”

En el marco de transformaciones de nuestra sociedad, se demanda a la institución educativa


poner énfasis en “la convivencia escolar democrática, entendida como una oportunidad para
construir nuevas formas de relación inspiradas en los valores de autonomía, diálogo, respeto
y solidaridad”.

De esta manera los maestros son los encargados de promover los espacios para reconocer,
acoger, respetar y valorar la diversidad, ya que son ellos quienes están en contacto directo y
permanente con los educandos y la comunidad. Por tal razón, cumplimos un rol de agentes
gestores de la cultura, mediando entre ésta y los contenidos curriculares del proceso
educativo. Bajo este esquema, es necesario que dentro de nuestras prácticas seamos
autónomos, íntegros, responsables, críticos y reflexivos, a fin de que se pueda propiciar un
clima favorable para el aprendizaje en el aula y las interrelaciones con los educandos, entre
éstos sus pares y también con toda la comunidad educativa. dentro de nuestras prácticas
seamos autónomos, íntegros, responsables, críticos y reflexivos, a fin de que se pueda
propiciar un clima favorable para el aprendizaje en el aula y las interrelaciones con los
educandos, entre éstos sus pares y también con toda la comunidad educativa.

Es así que un aula donde se considere, se reconozca y respete la diversidad promoverá la


convivencia escolar que permita conocer a los otros más allá de lo institucional. Esto requiere
de una institución educativa que sea considerada como un espacio democrático que genere
oportunidades para crear nuevas formas de relacionarse en base a valores como la autonomía,
el respeto, la justicia, la solidaridad, el cuidado, la libertad, el diálogo, entre otros. Así por
ejemplo, el diálogo y la autonomía solidaria, favorecen la construcción de aprendizajes
significativos en un marco de interacciones culturales democráticas en donde se reconoce al
otro como interlocutor válido, aceptándolo como un igual y diferente a la

____________________________
4 http://www.politecnicotocopilla.cl/index.php/2-uncategorised/17-justiofoicacion-de-plan-de-
convivencia-escolar
5 Carlos Cullen
6 José María Mardones

MARCO TEORIO
ANTECEDENTES

En este contexto de cambios acelerados vividos por la sociedad en el último tiempo, a niveles
políticos, económicos y sociales, producidos por la globalización en un complejo proceso
que involucra a todas las áreas del desarrollo social, la escuela se ha visto impactada por la
multiplicidad de éstos y, a la vez, por las demandas que conllevan, ya que el mundo
postmoderno impone exigencias a profesores y escuelas en cuanto al cambio de estructuras
que aún hoy se asemejan a las llegadas por la modernidad. Hargreaves (1996), nos dice al
respecto: “… a menudo su respuesta es inadecuada o ineficaz, dejando intactos los sistemas
y estructuras del presente o retirándose a los reconfortantes mitos del pasado” (op.cit.:50).

Es por ello, que la escuela es sentida por los estudiantes como una institución
descontextualizada e incapaz de afrontar las exigencias de la época actual, porque impone
sistemáticamente ciertas formas de conducta, pensamiento y relaciones propias de una
institución que se reproduce a sí misma, sin considerar los cambios que suceden a su
alrededor, lo cual es reiterado por Hargreaves al señalar que: “A medida que pasa el tiempo,
la distancia entre el mundo de la escuela y el mundo exterior a la misma se hace cada vez
más evidente. El carácter anacrónico de la escolarización es cada vez más transparente.”
(op.cit.:50). Debido a que la escuela se encuentra entre dos mundos, no es capaz aún de dar
respuesta a las demandas de una juventud inserta en la postmodernidad. De acuerdo al
problema expuesto sobre la posición de la escuela en el mundo actual y los conflictos que
implica para la convivencia escolar, la investigación se enmarca en los siguientes conceptos
y teorías que sustentan el análisis de los discursos de aquellos actores involucrados
directamente en la convivencia cotidiana de la escuela.

Se destacan otras investigaciones sobre convivencia escolar en España, como lo son “La
convivencia escolar como factor de calidad” realizada por Gómez, C., Matamala y Alcocel,
T. (2002), y la investigación titulada “Convivir en la escuela. Una propuesta para su
aprendizaje por competencias” realizada por García L.&López, R. M. (2011), las cuales
coinciden en afirmar que la escuela debe convertirse en un centro de participación
democrática como mecanismo necesario para el mejoramiento de la calidad del clima
educativo y social, donde los estudiantes aprendan a convivir de forma pacífica. Ambas
investigaciones concluyen que la adquisición de competencias básicas, en conocimientos,
valores, actitudes y habilidades sociales, son necesarias para generar un clima social positivo,
en el cual emerjan y se desarrollen fenómenos como el compromiso, la motivación e
implicación; la correcta apropiación de valores y principios, cooperación, una normatividad
concertada y aceptada, la implicación de todos en la vida de la institución y del proceso
educativo, son factores que contribuyen a una mejor convivencia; los problemas de
convivencia involucran a toda la comunidad educativa, por lo que la solución de los
problemas deben tratarse de forma sistemática desde diferentes ámbitos educativos creando
conciencia de bienestar colectivo.
El estudio “Convivir en la escuela. Una propuesta para su aprendizaje por competencias”
(García L. & López, R. M., 2011), se encamina en la identificación de competencias
requeridas para convivir democráticamente; relacionadas con la participación y la tolerancia.
El objetivo es enseñar a gestionar los conflictos interpersonales de manera democrática
(aprender a gestionar pacíficamente los conflictos interpersonales).

Algunos trabajos, sin embargo, centran su estudio en las relaciones entre los miembros de la
comunidad educativa o en otros aspectos de la convivencia más ligados al contexto, por
ejemplo: “La participación democrática del alumnado en los centros de secundaria” Martínez
y Arostegui, (2001); “Aprender a convivir” Jares, (2002); “Situación de la convivencia
escolar en España: Políticas de intervención” Zabalza, (2002);: “La convivencia en los
centros de secundaria” Garcés (2002); “Las relaciones de convivencia en los centros
escolares y en la familia” Martín, Rodríguez y Marchesi, (2004); “La convivencia en los
centros de secundaria. Un estudio de casos” Instituto Vasco de Evaluación e Investigación
Educativa, (2004). Por lo general, se trata de estudios realizados a través de cuestionarios en
los que se recogen opiniones de alumnado, profesorado y familias. Por otra parte, existe un
buen número de trabajos que realizan propuestas de mejora de la convivencia en forma de
programas, planes o sugerencias para la acción. Entre los cuales se destacan, “Programas de
educación para la tolerancia y prevención de la violencia en los jóvenes” Díaz-Aguado,
(1996); “Mediación de conflictos en instituciones educativas.

A nivel latino-americano, el proyecto de investigación titulado “Convivencia o disciplina”,


realizado en Argentina entre 1999 y 2003 por Sús, tiene como objetivo promover procesos
de democratización, “tendientes a desterrar el modelo de disciplinamiento propio de una
cultura de mando-obediencia”. En esta investigación la información primaria está constituida
especialmente por los actores involucrados en el desarrollo de la clase: estudiantes y
docentes. Tiene un enfoque teórico metodológico, fundamentalmente de carácter
comprensivo. Los datos obtenidos se obtuvieron a través de tres técnicas básicas: análisis de
la normativa, observación de clases durante el desarrollo de una unidad temática y entrevistas
a profundidad. El análisis indica que, pese a los esfuerzos, el viejo modelo basado en la
disciplina no ha podido ser superado totalmente, coexiste con el de convivencia e incluso
resurge frente al conflicto o situaciones de violencia.

La Red Latinoamericana de Convivencia Escolar (RLCE), es un espacio para el debate y la


producción de conocimientos acerca de la convivencia escolar, dados en los países de
américa latina. La red tiene como objetivo fortalecer valores que beneficien la democracia,
la tolerancia, la paz, el respeto, la diversidad de pensamiento y las formas saludables de vida.
En tal sentido, la RLCE recopila una serie de trabajos investigativos, publicaciones y
experiencias en países como México, Costa Rica, Perú, Chile, Argentina e incluso Colombia.
Velázquez (2008), de la Universidad Pedagógica Nacional de México, en su investigación
titulada “Hacia la tolerancia y la convivencia: identificando percepciones negativas y
habilidades sociales latentes en conflictos adolescentes”, estudió “las interacciones entre
adolescentes, en contextos específicos y situaciones naturales de conflicto, con la finalidad
de conocer las causas del conflicto, el tipo y características de habilidades latentes que
muestran en la dinámica de tensión, así como la problemática particular del agresor”.
(Velázquez, 2008, p.1) En uno de los casos del estudio se evidencia como la percepción
negativa hacia un rasgo personal puede potenciar una situación de conflicto.

La investigación encuentra que: hay adolescentes que basados en disposiciones previas


personales o de socialización primaria, le permiten afrontar adecuadamente situaciones de
agresión los cuales deben fortalecerse educativamente. Las habilidades que utiliza son: saber
poner límites, cuestionar la acción del agresor, prudencia, intentar calmar o disminuir la
pelea, no hacerse justicia por su propia mano. Una compilación de ensayos realizada por
Vidales y Maggi (2007), publicada en el libro “La democracia en la escuela. Un sueño
posible”, aporta importantes ideas, experiencias y propuestas para enriquecer la democracia
y a su vez la convivencia en el sistema educativo y las escuelas. En la conclusiones del trabajo
se afirma que “ni el autoritarismo ni las formas primarias de resolver discrepancias, agravios
y abusos son la vía para superar las situaciones” (Vidales y Maggi 2007, p.20) de conflicto.
En tal sentido, afirman, “hay que fortalecer las prácticas y vías democráticas de solución a
los problemas del país, en cuyo seno desarrollan su actividad las escuelas” (Vidales y Maggi
2007, p.20), con el fin de instaurar las bases para el reconocimiento y respeto del otro, donde
la convivencia cotidiana, propicie la creación de un clima escolar favorable y así generar una
nueva interacción social basada en la participación democrática. Una de las experiencias
publicadas en la RLCE, se desarrolló en la Escuela Primaria Rural Federal, “Emiliano
Zapata” en Nuevo León (México), la cual se titula “Una comunidad escolar que lucha por la
calidad, la equidad, la convivencia y su integración en la era del conocimiento”. La diversidad
cultural y religiosa, en tiempos pasados, había sido motivo de conflictos entre alumnos de la
escuela.

En Chile, Saborío (2009), de la Pontificia Universidad Católica, presenta un estudio titulado


“Estudio de los procesos que desencadena un programa para la formación transversal en
valores”. El objetivo de esta investigación es conocer y describir los procesos que es capaz
de desencadenar el programa transversal de formación en valores. Se desarrolla una
metodología cualitativa con base en la “Teoría fundamentada en los datos”, en la cual los
profesores son la principal fuente de información, que permite conocer y describir las
acciones.

La investigación se plantea como objetivo elaborar, y estudiar la efectividad de un programa


para mejorar la convivencia escolar a través del fortalecimiento de valores como la tolerancia,
la solidaridad, la disciplina, fomento de la paz, el diálogo y la comunicación. Se parte de que
los conflictos están relacionados con la diversidad, ideológica, religiosa, cultural, social,
étnica, los cuales provocan exclusión, discriminación, egoísmo, violencia e indisciplina,
entre otros. En nuestro país, Colombia, hacia el año de 1998 se realizó el “Foro sobre
Competencias Ciudadanas”, en el cual se hicieron presentes más de treinta participantes
nacionales con sus programas educativos sobre este tema, donde se incluyen proyectos y
programas que estudian el desarrollo de la convivencia escolar. Por parte del Ministerio de
Educación Nacional, hacia el año de 1998, se crea la “Línea de Convivencia Escolar del
proyecto de educación rural”, donde a partir de las conclusiones de mesas de la consulta
nacional se propusieron establecer mecanismos y acciones específicas para abordar la
Convivencia Escolar tanto a nivel institucional como municipal y departamental.
Organizaciones campesinas y organizaciones de base sugieren: apoyar desde la educación la
construcción de la sociedad civil en el campo y la convivencia pacífica a través de procesos
de formación en democracia y la participación comunitaria, como contribución al desarrollo
local y propiciar la formación de la identidad cultural nacional y la asimilación de valores
que contribuyan la consolidación de la democracia.

Entre los resultados de la línea se destacan: 80 municipios con subproyectos de convivencia


escolar y con planes operativos anuales para desarrollar la línea, y 80 unidades operativas
municipales con formación en resolución de conflictos y pactos de aula; ocho departamentos
desarrollando la línea; diez municipios en norte de Santander con Convenios establecidos
con fondos de servicios docentes para el desarrollo de la línea; 40 normales que incorporaron
la línea en sus proyectos de educación rural; 15 municipios con programa de niños
mediadores funcionando. Como parte de dicho foro se expone el programa llamado
“Formación permanente en convivencia paz y no violencia” por parte de La Secretaría de
Educación de Antioquia, quienes pretenden desarrollar el programa en dos fases: la primera
fase se realizó entre los años 1998 y 2000 y la segunda inició en el 2001 y se extendió hasta
el 2003. Algunos de los objetivos propuestos esta: Conformar en los ámbitos municipal e
institucional, equipos de facilitadores que dinamicen los procesos de convivencia escolar y
participación comprometida en la vida de la comunidad educativa.

Promover la construcción colectiva de proyectos de convivencia escolar articulados a los


demás proyectos pedagógicos y contribuir al mejoramiento del manual de convivencia y al
fortalecimiento del gobierno escolar, mediante la construcción colectiva de principios y
normas que deben asumir los alumnos, docentes, directivos y padres de familia. Dentro de
los “Programas estructurados nacionales para el desarrollo de competencias ciudadanas” se
encuentra una propuesta desarrollada por el Centro de Investigación y Educación Popular
(CINEP), llamada “Escuela de derechos humanos, paz y convivencia”, orientada a promover
el respeto y vigencia de los derechos humanos, la ciudadanía social activa y la convivencia
pacífica. Busca promover una visión práctica y transformadora de los derechos humanos,
centrada en su integralidad y en la construcción de convivencia y ciudadanía. En Bogotá, en
una de las instituciones educativas escogidas se reforzó cambios institucionales en el
Proyecto Educativo Institucional (PEI), los Manuales de Convivencia, las metodologías de
resolución pacífica de conflictos y la proyección de la comunidad educativa hacia su medio
social.
A nivel regional la Secretaria de Educación del Valle del Cauca en el año 2009, por medio
de la Subsecretaria de Desarrollo Pedagógico - Centro para la Innovación y la Investigación
Pedagógica CIIP, expone los logros y claves de éxito del Plan de Calidad de la SED en el
Valle del Cauca, en referencia al manejo de la convivencia escolar. El plan propone aumentar
en 01 punto los resultados de las pruebas saber en el tema de competencias ciudadanas,
mediante la implementación del “Proyecto de Democracia, Paz y Manejo y Resolución de
Conflictos”, lo que a su vez ha permitido, a través de talleres de capacitación, la
sensibilización de la comunidad educativa frente al manejo y tratamiento de la convivencia
escolar; la revisión de los manuales de convivencia y establecimiento de recomendaciones
para el mejoramiento de los mismo; la implantación de comités de resolución de conflictos
de estudiantes y encuentros de personeros estudiantiles con el apoyo intergubernamental de
la Secretaria de Gobierno y la Secretaria de Educación para orientar el ejercicio del personero
estudiantil y dar cuenta de los avances y limitaciones en el desempeño de sus funciones.

Sin dejar atrás el sistema educativo de evaluación que se apoya en la obtención de datos de
diferentes fuentes; por ejemplo, los que se basan en medidas del rendimiento educativo; los
que están disponibles en registros administrativos (incluyendo estadísticas educativas); y los
que provienen de la revisión de expertos y la investigación educativa. De acuerdo con
Scheerens, Glass y Thomas (2005), el propósito fundamental de la evaluación del sistema
educativo es la determinación empírica de la calidad de éste. Las funciones principales de la
evaluación son: 1) la certificación y acreditación; 2) la rendición de cuentas; y 3) el
aprendizaje de la organización. La certificación y acreditación se dirigen, fundamentalmente,
a precisar si las características del objeto evaluado se ajustan de modo formal a las normas y
estándares establecidos.

La rendición de cuentas, por su parte, permite que la calidad del objeto pueda ser
inspeccionada por otras instancias de la sociedad. Finalmente, el aprendizaje de la
organización como estrategia de evaluación está dirigido a determinar si la evaluación de la
calidad se utiliza como base de la mejora del objeto evaluado

El desarrollo de planes sistemáticos de evaluación e indicadores nacionales de la educación


es una de las actividades establecidas en países como el Reino Unido, Holanda, Francia,
Argentina, Chile, República Dominicana y México para la mejora de sus respectivos sistemas
educativos. Asimismo, diversos organismos internacionales, entre los que destacan la OCDE,
la UNESCO, la Unión Europea y la OEI, han puesto en marcha programas y proyectos
vinculados al desarrollo de las políticas de evaluación educativa.

La evolución y expansión de los sistemas de evaluación han implicado transformaciones en


la concepción y práctica de la evaluación, particularmente cambios conceptuales en las
nociones monolíticas de evaluación, y su sustitución por otras de carácter pluralista, así como
el abandono de la idea de que la evaluación puede estar libre de valores. Se han introducido,
también, cambios en las metodologías utilizadas, y ha surgido una creciente tendencia a la
integración de métodos cuantitativos y cualitativos. Por su parte, los usos de la evaluación se
han modificado y se han destacado su carácter político y su capacidad como herramienta para
seleccionar lo que se pretende evaluar y, por tanto, la posibilidad de influir en la orientación
de los sistemas educativos.

De igual modo, cambios estructurales en la evaluación, que se caracterizan por su creciente


inclusión en los mecanismos de gestión de los sistemas educativos, así como por una
ampliación de los ámbitos de cobertura y una mayor interdisciplinariedad de la misma
evaluación (House, 1993). Lo anterior pone de manifiesto la existencia de un nuevo
fenómeno, que puede entenderse como la expansión del interés por la evaluación de los
sistemas educativos, lo que ha tenido como efecto un rápido adelanto de la evaluación,
concebida como disciplina científica y práctica profesional (Tiana, 2008).

Como resultado del interés creciente por la evaluación, numerosos países, en particular los
más avanzados, han adoptado estrategias del establecimiento de estándares para monitorear
los resultados del sistema educativo a lo largo del tiempo (Tognolini y Stanley, 2007). Esta
forma de monitoreo se basa en la determinación del crecimiento o avance de los estudiantes,
en relación con resultados predeterminados para las diferentes asignaturas del currículo.

Los principios de la evaluación educativa están dados por los valores que la sociedad
proyecta. Algunos estudiosos de la evaluación como Solorio (citado por Macías, 1998)
proponen los siguientes principios:

 Debe considerarse como parte integral del proceso educativo.


 Debe ser un proceso continuo.
 Debe hacer uso de diferentes medios.
 Debe aplicarse a los diferentes aspectos del programa.
 Debe hacerse en relación con los objetivos educativos.
 Los instrumentos de evaluación deben evaluarse.
 La evaluación es un medio no un fin.
 Es necesario evaluar al evaluador.
 Se evalúa para averiguar los resultados obtenidos, no para recompensar o castigar.
 Toda evaluación exige comparación de los hechos y sus pruebas.

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