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n de género. menos afortunada, ya que su realizacin esté sujeta a iertas con de contexto y pueden terminar por ser exitosas 0 no en log lo que no merma su fuera invocativa. El discurso del ley pe 8 los sujetos a realizar o no determinados comportamientos pop jutarea de recordar historia el orgen yl sentido ne amenaza, y ental sentido determina qué individuos son egg portent ie eon conce eis de ser objeto de una técnica de normalizacién. Es en le hn 1st ansninn go siva de la ley penal donde se crean conductas anormales y no desteseeens reson nse meet Cuanto al género: prescribirlas o enunciarlas es hacer algo en sf 1a taee de cla desconstruccibn. No es solo una fa Foucault (2008: 103) hablaba del referencia a los efectos-signo de com las descripciones mas ape ' cédigo penal como semistica penal lel castigo, los cuales tendrén que 'gadas posibles alos caracteres singula delincuente. Aunque este autor no hizo referencia al sénero (no ten ue hacerlo) es en esa semistica en la que se fundan diversas sub et des que interpelan de manera diferenciada alos individuos Ea ese-sen 1 €estigo y la gradacién del mismo fungen como elementos ‘medul ene centro ‘nnn trea dal historiador, Tihdeico-cimolgica dad ante la erenci que es sn ormo tempo la herencia de an imperativo simsmoveno is ‘oun haz de mandatos. Jacques Derida y tendencias del pensamiento criminolégico nas. desde el siglo x1x una lucha entre inolégico. Las principales doctrinas Jsico parte de que Ia sca yl positivist. El pestle clio pasted a8 gs vde ire albedrioy la vilacén de tas sormas se tes arco, por i cal a ley debe preceptuar lo ilicito y las pe ‘marco, pot ss deben hacerse 1 las prohibiciones fespondan bajo la consideracién de qué Ho oe danorth ito. La ideal y formal del de revel uso dela libertad, slacién penal se ha manifestado tendencias del pensamiento crim teriza por que su objeto ya superficie de inseripcién 1a sumision de los cuerp, ‘no son los cuerpos sino el alma: “El espiitua Para el poder, con la semiologia como instrumes 05 por el control de las ideas” (2008: 107). to a escuela se basa en un concepto: a enka una deci a lelictivo se considera reacts isn moat previa entre el deincunte fae ea ig acl hecho delitvo sin considerar al jeden fen, tas ni la explicaci - tan las causas remot cap ee ho Beis: seal nexo causal entre la conducta del individuo y imen, sino solo el .chaza la idea de una venganza {nsritor en un contestoInterdscursivo especiico y reveladores de condiciones hist sociales, inelectuaes, ete laiguer 2006 108), Laescuela positiva p re 1 iva parte de otras premisas: 2 ‘niicleo central de la ley penal al proclamarla necesidad de defender ala 0 c rencia de una los delincuentes que violan la norma como consect ¥ como una ley natural i Fen ena jatural del racan la personalidad ni ives pel decipnny cca ena eecmeae lem Ombinacign de factores, entre los que destacan la p se desenvuelve.Por lo tanto, es més ant aus se splica “La nom, por consiguente, ex petadors de une en oa nel que este €Fouca 20008 57) 2» ae bree que a idea de lo normal/anormaly su complejdad etd enlaada con la det #0 Gesviado abordada en el punto anterior. Serédesviado aquel que seaports de te onal fl cetaue més 3 In normal. Para Foucaul la horme noe ache ides el entorno social e 96 Luicia wieglf)_,p cRMANALIZACION DE GENERO. DELITOS SEXUALES 97 isa en Espafia), los procesos de transformacién se vivian de manera dife- rente. Alli no habia vuelta atrés en el proceso de predominio de los tribunales seculares frente a los eclesiales.* Al iniciar México su vida independiente no existfa un cédigo: penal propio, sino decretos cue contenfan hipétesis penales diversas. Durante Taprimera mitad del siglo x1x se Seguia aplicando eh el pais la Novisima recopilacién de las leyes de Espaiia de 180s que, en materia penal, conta- ba con un titulo referente a los delitos, las penas y los juicios criminales (Macedo 2010[1931): 153). En 1822, un afio después de la independencia nacional, y mas de 30 aftos después de que lo hiciera Francia, Espafia expidié su cédigo, es decir, un compendio que lograba recoger en un smo tomo la legislacién penal. Este ordenamiento no estuvo vigente en México, pero, aunque fue producto de las Cortes de los diputados, exponia algunos tipos penales de las leyes anteriores que tuvieron vigencia en el periodo vitreinal, e influyé en la redaccién del primer cédigo mexicano an e| estado de Veracruz en 1835.° Después de la restauracién de la Republica con la derrota del imperio de sximiliano, se expidié el Cédigo Penal para el Distrito Federal y territorio a Baja-California sobre deltas del fuero comin, y para toda la Republica obre delitos contra la Federacién.' Una comisién que sufrié varios cambios en su integracién habje empezado a elaborar esta legislacién desde 1861. En el ministro de Justicia, Ignacio Mariscal, la reorganiz6 con Antonio fartinez. de Castro como presidente e Indalecio Sanchez Vito como secre- io, asi como con Manuel Zamacona, José Maria Lafragua y Eulalio Maria Ortega. La comisiGn sesioné hasta el 20 de diciembre de 1869 La doctrina con el propésito de segregarlo y rehabilitarlo. Siendo asi, en el positivis se concibe el delito como un hecho natural y social. No existe un libre a drio, sino un determinismo. El delincuente es un enfermo social y, por e no hay en el hecho delictivo una responsabilidad moral. Quien delinque deb someterse a tratamiento, lo cual define el sentido de Ia sancién que debe ser proporcional ala peligrosidad del sujeto. La aplicacién de las penas tiene el fin de proteger a la sociedad, pero no al orden juridico. Las sanciones, por lo mi cen realizar el tratamiento curativo 0 reeducador (Niftez 20118). Por otro lado, en el marco de la modernidad, la tendencia liberal Ik también a ejercer una fuerte influencia en las leyes. Por ello, aunque alg tipos penales actuales tienen antecedentes en la Antigtiedad y en la épocs ‘medieval, muchos otros, como los que se abordan en el presente estudio, de origen moderno. El iberalismo no se propuso la igualdad en general, sing solo ante la ley; es decir, la eliminacién de los estamentos de origen feudal de los privilegios de la nobleza, el ejército y el clero. Por tanto, su proc justamente ha sido la creacién de leyes generales y universales. La igualdad ante la ley es un requisito de la generalizacién del trabajo d individuos libres y capaces de vender su propia fuerza de trabajo a cambio de un jornal, fendmeno ya en curso en el siglo xviti aun antes de la revolucién indi trial que inicié durante la segunda mitad de dicho siglo. En ese sentido, reivindicacién de la libertad era un elemento de gran importancia dentro la sociedad burguesa. Al mismo tiempo, para la escuela penal clés tgida a mediados de ese siglo—, esa libertad significaba que cada quien ser responsable de sus actos. Valores como la misericordia o la benevol cia tenian menor importancia en un mundo nuevo que se abria y en donde! lo jueces contaban con un estrecho margen discrecional en la emision des fallos. A partir de la Revolucién francesa de 1789, las leyes civiles Pet sufrieron una codificacién cuando se puso fin a la dispersién en inn rables cuerpos normativos y disposiciones especiales. ‘Sin embargo, en las colonias la modernidad se expres6 con mucia mene fuerza que en Europa occidental. En el seno de la sociedad novohispand manifestaba el influjo de una Europa que cambiaba (aunque no con tal LaPragmdica Rel ey de 1776en torn al matrimonia)"formaba parte de movimiento legisativo ‘everal de las reformas eclesisticas de Carlos Il, orientadas de manera importante limita Independencia yl Ambito dele jurisdiccin de los tibunaleseclesisticos" (Seed 1991: 246) B céign espana de 182 fue evesdo en 1848, reformado en 1850 y modiicadonuevamente en 2870 despues de que termi sus esione a comisin mesicana que present el proyecto de 187. Fxtecéigo, expeido por el Congreso a? de diciembre de 1871 y promulgade y publicad por presidente Benito Juiz ese mismo dia ente6 en vigor ede abril de 1872, scribe Antonio Martinez de Castro al present el proyecto en marzo de 1871:"Ea realidad no tenemer hoy legslacion penal y estamos eneramente entregaos éladiscreciony prudencia de bs jueces, que ce allan en la dura alterativa de aplicarleyes bdebara 6 desautorizadas por cheervenvi: 4 eimnaner nenas arbitrarias, como evan tempo de hacerlo (1876: 65). 98 una2aciGn De GENERA. FLITOS SEARLES 99 clasica incluida en este cédigo se basaba ante todo en una valoracién mg «¢ correspondienéo por entero a la sociedad burguesa de la que surgié la de cada conducta declarada ilicita, conforme a la cual se imponian las p saificacion punitive? aunque con hipétesis excluyentes, atenuantes y agravantes. Asi, junto El cédigo de s929 era en realidad una revisién de su antecesor de 1871, so inttoducfa definiciones e instituciones nuevas; entre estas iltimas, el jo Supremo de Defensa y Prevencién Sociales que se pretendfa fuera més de 60 aftos después: istrumento solo dependiente del presidente deTa Reptiblica con facul- : ito es un acto externo datoso, y para 100 Sat para administrar y dirigir las prisiones, nombrar a los funcionarios run etado pelos Lc doce cleo clobiccve ye afl u2gadosytiunales (excepto los juece) concede a ibertad an- jetivo, se oponen frente a frente hasta negarse, pero en el eddigo eclécti cipada de los reos, entre otras muchas funciones de estadistica y coatrol ‘opera a sintesis ..] El eclecticismo es la filosofia de los mediocres (Alm actividades de prevencién. Este c6digo fue expedido por Emilio Portes 2979931 19. i jily modificado dos afios més tarde por Pascual Ortiz Rubio, ambos bajo reccidn de Plutarco Elas Calles, quien fungfa como jefe maximo. Aun- El c6digo de 1871 estuvo vigente hasta 1929, es decir, durante 58 afios. ue los tipos penales no variaron mucho en 1929, las penas (sanciones) y un largo periodo de estabilidad —el porfiriato— y de revolucién y guerrad s criterios de aplicacién de las mismas, as{ como el régimen penitenciario Su reforma obedecié, segiin sus impulsores, al aumento de los delitos y, tendidamente basado en el trabajo de los internos y la reparacién del todo, al dela reincidencia de los delincuentes, todo lo cual era produc dentro del procedimiento penal correspondian ala escuela positiva. La decfa, de la bancarrota de la doctrina clésica sobre la que estaba bas tensa exposicién de motivos de la comisién redactora estuvo a cargo de cédigo decimonénico! Pero esa revisin realizada desde el punto de vi sé Almaraz, pero fue publicada cuando ya estaba listo el proyecto de 931: unque se modifique’, decia, "la actual legislaciOn y se vuelva a su antigua finales del siglo x1x en Europa, no perdur6 sino escasos dos afios. in retrdgradat (Almaraz 1978: 9. el gobierno expidi6 y promulgé un nuevo cédigo con el cual se elimina En realidad, como en México lo que domina es el eclecticismo con muy algunas instituciones y se replantearon muchos de los postulados ecé das formas de incorporar los conceptos pretendidamente cientificos a «es decit, aquellos que buscaban ensamblar ala escuela clasica elem Principios clisices, el resultado es un producto basado en paradigmas la escuela positiva® Ast, a partir de dos vertientes del liberalismo = iminoldgicos que se van sucediendo en el tiempo y provocan modificac ones iglo xvitt y la otra del x1x— nos encontramos con un esquema penal 8 cdigos penales. Asi, por ejemplo, en nuestro pais domina hoy une idea Sostiene que la elevacién de las penas puede contribuir a la disminucién José Almacss presidente dea comisisn reactors, excibia en junio de 1981 en viene 0s graves que se estan cometiendo cada vez con mayor frecuencia, al uc reform penal de ese mismo sr “La seul cise habla hecho completa a Po que existe la urgencia de un tratamiento més moderado para delitos {no pois segirse tomando como base para aenta todo el eico del legisla aves y para el cumplimiento de las sentencias de sus autores ante la De seguir as, agregaba, “era seguro que la delincuencia continuaria su marcha sic Pepoblacién de las carceles. Se trata, como decia uno de los autores de las «que aumentriae nimero de los reincidentes"(1979: 10, formas de 2 raga “La escuela postva tom como principal objeto de estudio al hombcedelincuent, 18s de sg31, Alfonso Teja Zabre, de una tendencia pragmdtica enferma, tratando dee las causas naturales que hacen que elhombre dence ‘poca caractetzada por ls consolidacién de varias disciplinas cientifcas” (Nunes 2008 En au exposicin de motivos, el magstrado Alfonso Teja Zabreafrma:“Ninguna es! ‘octrins, ni sistema penal alguno puede sevir para funda integramente I const ln Cigo Penal. Slo es posible seguir uns tendencia elécticay pragmstica, ose P smo Teja Zabre firma también en ez texto que “cada derecho es la expres de una realizable" (1979: 289). BF tcial determinada, bien ce dicta en nombre dels comunidad” (1979-302).

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