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AISLACIONES HIDROFUGAS

I - INTRODUCCION
Las aislaciones hidrófugas en las construcciones deben concebirse como
materializadas por una sola y continua superficie aislante que envuelve toda la
obra, como está graficado en los ejemplos presentados en las Figuras 1 y 2.
Las acciones del agua A corresponden al agua proveniente de la que está
contenida en la tierra (humedad del terreno), y las B y C de las precipitaciones
pluviales. Esta misma descripción es aplicable a todo tipo de edificios.
La denominación de las capas aisladoras se corresponde con las mencionadas
acciones que actúan sobre el edificio:

Acciones A: Capa aisladora horizontal.


Acciones B: Capa aisladora vertical.
Acciones C: Techado de cubierta.

En la Figura 3 se ha graficado la posible ubicación de una napa de agua (napa


freática) que se encuentra bajo la superficie del terreno, que representa otro
aspecto de la acción A del agua de la cual se deben proteger las construcciones
cuando introducen sus espacios bajo la superficie del terreno (sótanos), tema que
se desarrolla en el punto III.

II - CAPILARIDAD
El agua de las acciones A proviene de la humedad contenida en la tierra e ingresa
a las construcciones como consecuencia del fenómeno de capilaridad que se
produce en mamposterías, revoques y contrapisos (y en menor medida en el
hormigón).
El fenómeno de capilaridad en los materiales compuestos de la albañilería
reproduce en sus intersticios y poros el fenómeno físico por el cual el agua
asciende en un tubo de diámetro capilar (del tamaño de un cabello) debido a la
combinación de tensión superficial del líquido, y las fuerzas de cohesión y
adherencia a las paredes del tubo, de sus moléculas.
Por esta causa es imprescindible interponer una superficie o plano con capacidad
de aislación hidrófuga, tal como para las acciones B y C de agua de lluvia, cuyo
mecanismo de invasión es más obvio.

III - NAPA FREATICA


Bajo la superficie de la tierra existen napas de agua que según los lugares pueden
estar muy cerca de su superficie e incluso variar de altura según la época del año
o las circunstancias climáticas.
Esto representa una variante de las acciones A para las obras que incluyan
espacios por debajo de la superficie del terreno, donde ya no se trata de frenar la
acción capilar sino directamente una presión que se incrementa conforme a la
profundidad, presión que puede alcanzar valores tan importantes que requieren
estructuras especiales para su soporte.
En estos casos la capa aisladora de concreto con hidrófugo o concreto con
hidrófugo más pintura asfáltica, no es suficiente, requiriéndose además la
aplicación de un techado del tipo utilizado en las cubiertas planas para las
acciones C de la lluvia, sostenido por algún elemento rígido del lado interior que
contrarreste la acción mecánica de la presión del agua para lo cual la resistencia
del techado por sí solo no es suficiente.
En estas situaciones, la ejecución de la capa aisladora y las estructuras que la
soportan requieren la previa ausencia de agua, por lo cual se debe proceder a la
depresión de la napa por bombeo en perforaciones que se practican rodeando la
excavación, o simple drenaje a un pozo de bombeo si la profundidad a que se
introduce la obra en la napa es pequeña (por ejemplo 30 cm).
En los casos en que a la profundidad a que se prevea construir el espacio
subterráneo no llegue estadísticamente el agua de las napas, la aplicación del
techado sobre las capas aisladoras corrientes es optativo, de acuerdo al grado de
prevención que se desee adoptar.

IV - TIPOS DE CAPAS AISLADORAS Y SU EJECUCION

1. Concreto hidrófugo: Cuando la capa aisladora debe permitir la adherencia de


otros materiales de albañilería, sólo es posible utilizar concreto con hidrófugo,
espesor óptimo 1,5 a 2 cm.
La mezcla hidrófuga se prepara con una parte de cemento y 2 1/2 ó 3 partes de
arena fina (1:2 1/2 ó 1:3), agregándose hidrófugo químico en proporción del 10%
del agua, mezclado en toda la que se utilizará en dicha mezcla. Para facilitar la
trabajabilidad del concreto y mejorar su adherencia, es posible agregar 1/16 partes
(no más) de cal viva hidratada a la mezcla 1:3 de cemento y arena.
El hidrófugo en mezclas a base de cal como aglomerante principal no produce
efecto: siempre se requiere que las mezclas sean muy ricas en cemento.
La mezcla de concreto hidrófugo se coloca aplanando con la cuchara, cuidando el
solape entre una cucharada y la siguiente para que no queden intersticios, y en
capas superpuestas hasta lograr el espesor requerido. El modo frecuente de
aplicarlo "salpicado" sobre paramentos verticales ("salpicado de concreto con
hidrófugo") es evidentemente más rápido, pero no es garantía alguna de aislación
hidrófuga.
Como la inclusión del cemento incrementa la contracción de la mezcla y la
consecuente aparición de fisuras cuando expuesto a una aereación intensa, una
vez aplicado el concreto debe procurarse taparlo con elementos húmedos y
protegerlo del calor a fin de lograr un tiempo de fragüe normal e hidratación
homogénea, siendo posiblemente más aconsejable la aplicación inmediata de la
capa siguiente de mezcla de cal (revoque o mampostería), para lograr el mismo
efecto.
Aumentar la proporción de cemento no mejora la calidad de la mezcla destinada a
capa aisladora, pues se incrementan los riesgos señalados, por lo que se
recomienda no superar la proporción de 1:2 1/2 (por ejemplo 1:2 producirá más
riesgo de fisuras).

2. Agregado de pintura asfáltica: Cuando la capa aisladora no requiere


adherencia de otra mezcla de albañilería encima, por ejemplo si está ubicada en
uno de los paramentos de la cámara de aire interior de una pared doble, o sobre
tabique de panderete en sótanos, el concreto aplanado con cuchara (o mejor,
fratazado) puede pintarse con pintura asfáltica o similar, con lo cual se logra la
seguridad de sellar eventuales fisuras pequeñas, y a la vez sirve como barrera de
vapor a los efectos de mantener la humedad relativa ambiente interior.

3. Membranas: Cuando además del agua de la humedad del terreno se presenta


presión de agua como en el caso de las napas freáticas ya descripto, es necesario
colocar algún tipo de techado adherido al concreto + pintura asfáltica. Existen en
el mercado techados o mantos multicapas de PVC y asfalto, que se sueldan con
calor, aptos para este objeto. Debe verificarse su capacidad mecánica
(eventualmente espesor y/o inclusión de lámina de aluminio dentro de la
multicapa) en los casos de presiones importantes de agua.
Como hemos dicho, en estos casos de presión de agua, las membranas deben
tener un soporte continuo y resistente del lado interior que las respalde, construido
con mampostería, contrapiso u hormigón, pues la simple adherencia de la
membrana no garantiza su resistencia a la presión del agua; como además, y por
razones constructivas, deben tener en todos los casos otro soporte firme
(mampostería, por ejemplo) contra la tierra, sobre el que se aplica el concreto
hidrófugo alisado con cuchara y fratazado, y luego la membrana. Si es membrana
o techado de tipos asfálticos (es conveniente que no sea del tipo flotante pues
debe adherirse en toda la superficie), se requiere la previa aplicación de pintura
asfáltica como imprimación.

4. PVC: Además de posibles variantes sobre los casos típicos anteriores, se ha


utilizado en algunos casos láminas flexibles de PVC sin capas compuestas (por
ejemplo puesta directamente sobre la tierra bajo contrapisos) soldada entre sus
sucesivos tendidos, pero esta solución tiene un punto débil en su empalme con el
concreto hidrófugo que continúa la aislación como capa aisladora horizontal en la
mampostería o vertical bajo el revoque, que es de difícil resolución y contraviene
el principio básico expuesto al comienzo que proponía una sola y continua
superficie aislante.
V - CAPA AISLADORA HORIZONTAL (acciones A)

En la Figura 4 se observa la disposición típica de la capa aisladora horizontal,


dibujada con trazo grueso. Las superficies rayadas corresponden a las partes que
quedarán definitivamente húmedas.
La capa aisladora horizontal de la mampostería es doble debido a que es allí
donde se produce con mayor fuerza el fenómeno de capilaridad.
Ambas capas horizontales se unen entre sí verticalmente formando un "cajón";
todo el conjunto lleva el nombre de "capa aisladora horizontal bajo muros".
A aproximadamente la mitad de distancia entre las dos capas horizontales que
forman el cajón debe unirse la capa aisladora que se extiende sobre el contrapiso
y bajo la mezcla de asiento del piso, prestando mucha atención a la efectivización
de dicha unión.
Del lado exterior se observa la capa aisladora vertical del muro que se une con el
mencionado "cajón".
Cuando se llega a una puerta, la capa superior de la doble capa debe bajarse,
pasar por debajo del umbral del marco y luego retomar su nivel, sin interrumpirse.
El alojamiento del umbral de granito o similar que se coloque en el vano de las
puertas, debe tener toda su superficie de apoyo revestida con concreto hidrófugo,
pues este es un punto débil de posible transmisión de humedad de agua de lluvia
al piso interior.
Observamos en a cómo se interrumpe el revoque interior detrás del zócalo para
que el agua con que se lava el piso no ascienda por capilaridad por él, y en b la
misma interrupción en el revoque exterior para prevenir el ascenso de la humedad
del terreno por el revoque.
En las columnas de H°A°, si existiesen, -dado que obviamente no se puede
interponer en ellas capa aisladora horizontal- bastará con vigilar que la
dosificación de cemento por m3 y la relación agua/cemento sean las
recomendadas para estructuras impermeables por los Reglamentos (CIRSOC
201).
Los tabiques interiores llevarán el mismo tratamiento. Si apoyan sobre contrapiso,
deberá controlarse que exista capa aisladora en su asiento, unida a la horizontal
del piso.
VI - SOTANOS (variantes de acciones A)

Se observa en Figuras 5 y 6 dos casos extremos de aislación en sótanos


(espacios bajo nivel de terreno).
En la Figura 5 no se prevé la existencia de napa freática, por lo tanto la capa
aisladora horizontal c se ubica entre el contrapiso y la mezcla de asiento del piso;
y la capa aisladora vertical d se aplica, previo a la construcción del muro, sobre el
tabique de panderete e que le sirve de soporte. Debe cuidarse que no queden
huecos importantes entre la tierra y el tabique de panderete, rellenando con
mezcla de cal los que pudieren quedar por imperfecciones del perfilado de la
tierra; y entre la capa aisladora y el muro cuando éste se construye, procediendo
de la misma manera. De este modo el tabique de panderete no se moverá ni
producirá fisuras en la capa aisladora por eventuales empujes del terreno. De
acuerdo a lo expuesto anteriormente, en este caso la capa aisladora se ejecuta
con concreto hidrófugo, pudiendo llevar el tramo vertical pintura asfáltica para
mayor seguridad. El agregado de membrana es optativo.
En la Figura 6 se observa un detalle de la solución cuando existe importante
presión de napa freática. Todo el recinto está en este caso rodeado por H°A°
dimensionado de acuerdo a un cálculo especial que contempla el empuje del
agua. La capa aisladora, que debe ser aquí de tipo membrana asfáltica resistente,
está soportada o respaldada por mampostería interior en su parte vertical y por un
contrapiso de peso (espesor) adecuado, en el tramo horizontal.
Entre ambos casos extremos se pueden diseñar soluciones intermedias para
menores presiones de agua; por ejemplo el tabique vertical de H°A° podría ser
suplantado por mampostería de 0,30, etc.

VII - CAPA AISLADORA VERTICAL

En las Figuras 7, 8 y 9 se observan los 3 casos habituales de ubicación de la


capa aisladora vertical en muros.
Fig. 7: Como la terminación exterior es revocada, la capa aisladora vertical se
ubica entre el revoque grueso exterior y la mampostería; debe ser ejecutada con
concreto hidrófugo.
Fig. 8: Dado que la terminación exterior es de ladrillo visto y el muro es macizo, la
capa aisladora se ubica entre el revoque grueso interno y la mampostería. En este
caso el muro permanecerá húmedo cuando haya acción exterior de la lluvia.
Puede paliarse en parte este inconveniente aplicando al ladrillo visto pinturas
incoloras (transparentes) a base de siliconas.
Este tipo de solución de aislación de muros no es el más conveniente, pues el
paramento interior resulta demasiado impermeable y puede producir condensación
de humedad, del ambiente interno sobre la superficie interna de la pared.
Fig. 9: En este caso el muro cuenta con cámara de aire, por lo que la capa
aisladora vertical se aplica sobre el tabique interior, y puede llevar además pintura
asfáltica pues no hay otro material que deba adherirse a ella. Este es el mejor
modo de construir un muro de cerramiento. La pared de ladrillos visto exterior
puede, al igual que en el caso anterior, pintarse con siliconas. Existe un punto
débil en las vinculaciones que deben establecerse entre ambos tabiques por
medio de los elementos metálicos f, como asimismo en las aberturas (puertas y
ventanas) donde se debe sellar con concreto hidrófugo todo su contorno, que
incluye tanto la llegada de la cámara de aire, como los alféizares.
En los 3 casos debe cuidarse muy especialmente la unión de la capa aisladora
vertical con la horizontal a nivel piso ("cajón").

VIII - TECHADOS DE CUBIERTAS


Humedad de techos
Uno de los problemas más frecuentes en las construcciones, es sin dudas, la
humedad generada por el ingreso de agua.
Este defecto se debe, en la mayoría de los casos, a una incorrecta ejecución de
los trabajos de impermeabilización y/o una inadecuada utilización de materiales.
El agua y la humedad pueden infiltrase en un material, sobre todo si éste es
poroso. El agua de lluvia puede infiltrarse en las paredes a causa de una mala
obra de albañilería (gravedad) y el agua de la capa freática puede atravesar la
pared hacia arriba (capilaridad).
Los motivos de filtraciones en las terrazas, pueden responder a diversos factores,
pero generalmente tienen su origen en los movimientos de dilatación y contracción
que sufren las losas al estar expuestas a la intemperie.
Esta expansión provoca diversos traumatismos en contrapisos, aislaciones y pisos
apoyados en ella.
En la mayoría de los casos, la entrada de agua está a la vista: aberturas en las
juntas de dilatación, rajaduras en el revestimiento acrílico si lo hubiera. También
es importante revisar el estado de los desagües (válido también para cubiertas
inclinadas), debe cerciorarse de que la membrana, si la hubiera, aparezca dentro
del desagüe y verificar el estado de las babetas perimetrales. En el caso de techos
inclinados revisar y limpiar periódicamente las canaletas, los caños de bajada (
Evite las bajadas “libres”, coloque un codo en el extremo del caño que las
reconduzca hacia una pileta de patio, para evitar que, siguiendo su curso, las
aguas de lluvia estropeen gravemente la pared e incluso sus cimientos), las
uniones del techo con chimeneas, salidas de ventilación, etc. ( colocar cintas de
material asfáltico recubiertas con aluminio).

Soluciones:
Si se detectara que el agua ingresa por las juntas de dilatación mal selladas, se
podrá colocar nuevamente un sellador. Se deberá ante todo, preparar la
superficie, que deberá estar limpia, seca, libre de polvos, grasa o pintura. Los
productos elásticos, a base de poliuretanos son los aconsejables para las fisuras o
rajaduras.
Cuando el problema se ha generalizado y abarca toda la superficie, se debe
realizar un aislamiento continuo. Con la aparición de las membranas asfálticas, se
ha logrado crear una barrera impermeable muy efectiva, desplazando los
laboriosos trabajos de ejecución de los llamados “techos en caliente”,
disminuyendo además costos y tiempo.

Tipos de membranas asfálticas:


1. Membranas sin cobertura de aluminio (no transitables)
2. Membranas con cobertura de aluminio (no transitables)
3. Membranas con cobertura mineralizada (transitables)

Consideraciones importantes a tener en cuenta:


Al ejecutar los trabajos de impermeabilización con membrana asfáltica en una
azotea, se deberán realizar babetas en mojinetes perimetrales, para impedir el
paso de agua entre la unión de la losa y dicho mojinete, ya que las dilataciones
producidas en la losa debido a los cambios de temperatura, pueden producir
fisuras en la unión de ambos elementos.
Se deberá verificar el correcto soldado, realizado “ a soplete”, entre las uniones de
las láminas de membrana (ancho comercial del rollo de membrana: 1 m), para así
evitar los poros, que pudieran causar el ingreso del agua. Para el caso de terrazas
accesibles terminadas, por ejemplo, con baldosas cerámicas, se deberá optar por
la colocación bajo el piso, de membranas sin la cobertura de aluminio, ya que los
materiales utilizados para la colocación de los pisos, actúan como agentes
agresivos sobre el aluminio, produciendo poros en los solapes, muy difíciles de
detectar.
Estas recomendaciones básicas, deberán tenerse en cuenta para la elección del
tipo de impermeabilización a realizar, para evitar así, los problemas posteriores
causados por la humedad.
Además, para el caso de las terrazas accesibles, una filtración, por pequeña que
fuere, produciría esas molestas manchas amarillentas en el cielorraso, originando
una nueva ejecución del trabajo, o la forma más sencilla y económica, con la
aplicación de alguna clase de pintura acrílica, sobre el piso colocado, desvirtuando
la apariencia del mismo.

Otra Opción
MEMBRANA LIQUIDA PARA IMPERMEABILIZACIÓN
Se trata de un material líquido a base de un elastómero puro de poliuretano.
Por su consistencia puede aplicarse sobre cualquier tipo de superficie,
consiguiendo una membrana continua, elástica, resistente a la intemperie; que
además permite la difusión del vapor.
Es especialmente recomendado como coating de espumas de poliuretano,
resultando en una estanquización perfecta y una duración superior a diez años.
Ofrece resistencia a las fisuras, al impacto y a la abrasión debido a su alta
elasticidad. Se aplica a pistola, rodillo o pinceleta, sobre chapa, hormigón, vidrio,
madera, plástico, etc.; y puede hacerse en días húmedos, ya que cura con la
humedad ambiente. A mayor humedad, se acelera el proceso de curado.
Se presenta líquido en latas de 6 y 25 Kg. y los colores estándar son blanco, gris
cemento y rojo teja.
Se ofrece una garantía media de 10 años si se coloca un mínimo de 1kg/m2, con
lo que se obtiene una membrana de 1 mm de espesor. Puede utilizarse para
impermeabilización de cubiertas, techos, balcones, baños, muros contra graffitis,
pisos, jardineras, piscinas, tanques, bebederos. Protección de espuma de
poliuretano. Es lavable para su aplicación en cámaras frigoríficas, furgones que
transportan alimentos, etc.

IX - REFERENCIA HISTORICA

Los hidrófugos químicos son desarrollados inicialmente por una firma suiza que
comienza a introducirlos en nuestro país en la década del '50, circunstancias en
que se ven obligados a competir con los hidrófugos orgánicos (designados así
para diferenciar los nuevos, llamados inorgánicos) de uso habitual y afianzados en
la plaza.
Estos habían comenzado a fabricarse en la década del '40 ó quizás del '30, por
inmigrantes italianos que los elaboraban en base a grasa de pescado (despedían
un olor desagradable característico); se vendían en forma de pasta soluble y su
marca más difundida era "Ceresita". Se incorporaba a la mezcla en forma similar a
los hidrófugos actuales.
Los hidrófugos orgánicos se degradan con el transcurso del tiempo; en casas
antiguas se observan los revoques y mamposterías muy deteriorados por la
humedad, pero en sus orígenes eran viviendas sin esos defectos.
Las capas aisladoras horizontales de muros siempre fue la mayor preocupación de
los constructores; utilizando concreto + hidrófugo orgánico se construían de la
misma forma y con el mismo cuidado que en la actualidad. En cambio, a las capas
aisladoras verticales de muros, no se les asignaba la misma importancia
(posiblemente debido al mayor grosor promedio de muros que confería mayor
aislamiento), no siendo poco frecuente que se aislaran solamente los paramentos
expuestos al sur. Capas aisladoras bajo pisos de mosaicos con contrapisos sobre
tierra, no eran imaginables.
En algunos casos se reforzaba el efecto del concreto + hidrófugo orgánico
agregándole un fieltro asfáltico; o sólo el fieltro asfáltico en caso de paredes de
ladrillos y mezcla de barro.
Contemporáneamente con este hidrófugo y aún antes, también se aplicaba como
capa aisladora horizontal, brea en caliente, y con menor frecuencia, láminas de
plomo o de bronce. Estos materiales tenían la suficiente elasticidad como para
acompañar sin fisurarse los movimientos de las paredes de ladrillos asentados con
barro.
Antes de la difusión del hidrófugo orgánico y posteriormente hasta bien entrada la
década del '40, los pisos de las habitaciones y lugares de estar se construían con
tablas machimbradas (pino tea) apoyadas sobre tirantes de madera que a su vez
descansaban en pilares de mampostería de 30 x 30 cm. Bajo este piso se dejaba
o excavaba un vacío o cámara de entre 0,40 y 1 m. de profundidad, que ventilaba
al exterior por medio de rejillas en los muros de los cimientos, con lo cual se
aseguraba la disipación de la humedad ascendente de las paredes evitando que
alcance el nivel del piso y se separaba el piso de la humedad natural del terreno.

Humedades capilares en muros

Manchas de humedad, hongos y descascaramientos de revoques de las paredes


en una franja horizontal, cercana al piso de la habitación.
¿Cómo combatir este tipo de humedad?

En ciertos muros, se presenta este fenómeno consistente en el ascenso del agua


del suelo, por capilaridad a través de los poros del material que conforma el muro.
El agua asciende dentro del muro y arrastra sales provenientes del suelo que, al
cabo de un tiempo, reaccionan químicamente con los materiales componentes de
la pared, ocasionando daños en pinturas, revoques y mampuestos (ladrillos,
bloques, etc.).
Es necesario evitar las humedades, en bien de la durabilidad y buen estado de la
propia construcción y equipamientos, como del bienestar y la salud de las
personas que allí habitan.
La presencia continua de este tipo de humedades en la construcción apareja el
daño de pinturas, revoques y ladrillos, podredumbre en muebles y otros elementos
de madera cercanos a la zona afectada, y riesgos para la salud por la formación
de hongos.
Para evitar estas humedades, al construir las paredes se deben realizar trabajos
de impermeabilización horizontal en todos los muros y tabiques de la edificación,
de acuerdo a lo indicado en el proyecto arquitectónico. En construcciones
existentes donde no se haya efectuado debidamente dicha impermeabilización, o
donde ésta ya no trabaje adecuadamente, generalmente es necesario recomponer
la capa impermeable al nivel de piso.

Soluciones disponibles.
Existen diversas soluciones propuestas para el problema de humedades
provenientes del suelo y que ascienden dentro de los muros por capilaridad.
En cada situación particular se deberá adoptar el procedimiento que sea adecuado
y aplicarlo correctamente según las indicaciones técnicas para el caso específico.

1 - Corte de paredes.
Una de las soluciones más comunes, consiste en efectuar cortes en la pared, a
nivel del piso, de aproximadamente 0,80 m de ancho, cada 0,80 m entre sí, con
una altura de 0,20 a 0,25 m. Luego se procede a recomponer la pared en esos
sectores con ladrillos asentados con mortero hidrófugo, o a la colocación de algún
tipo de membrana o capa impermeabilizante.
Este trabajo se hará cuidando de acuñar firmemente los nuevos ladrillos, para
evitar asentamientos en el muro.
El mortero hidrófugo usualmente se obtiene mediante el agregado a la mezcla del
mortero (arena y cemento) de un producto con características hidrófugas, es decir
que repele el agua. Luego de esto, y una vez fraguado, se deberá repetir el mismo
proceso de corte de paredes en los sectores restantes, y proceder a su
reconstrucción con ladrillos asentados y revocados, con hidrófugo.
Como finalización, se revoca nuevamente la pared de ambos lados con una capa
impermeabilizante de mortero hidrófugo, se hará la terminación que corresponda,
y finalmente se colocarán los zócalos. Si estos van amurados o pegados, se
deberá cuidar que el agua no pueda ascender por ellos o por el material usado
para amurarlos.
Para efectuar este procedimiento se deben emplear muchos jornales de albañil y
se genera mucho escombro, polvo y residuos durante el tiempo de obra. Pero si el
trabajo se realiza correctamente, se habrá acabado por completo el problema de
humedades por capilaridad.

2 - Las "inyecciones".
Otra solución habitual, consiste en la aplicación de un producto líquido que se
introduce en la pared, recomponiendo la impermeabilización del muro.
Luego de retirar las capas de revoque que se encuentran en mal estado, se
efectuarán orificios con mecha de widia de 13 a 16 mm y taladro eléctrico en el
muro, de acuerdo al caso particular y según las indicaciones del fabricante
(generalmente en tresbolillo, con una separación de 20 cm entre capas y entre
perforaciones y a 10 cm desde el piso a la primer capa, siempre perforando a 45º
hacia abajo).
Luego, se introducirá por esos orificios el producto líquido, el cual obturará los
poros y capilares de la pared.
Finalmente, se revocará en ambos lados la pared, con una capa de mortero
hidrófugo, al igual que en el procedimiento anterior.
Esta solución es muy efectiva, y es particularmente adecuada para aplicar en
muros de ladrillos de espesor hasta 0,30 m, y los trabajos no consumen tanto
tiempo.
Su efectividad depende de la capacidad de absorción de los materiales del muro,
debe aplicarse de acuerdo a las indicaciones del fabricante o proveedor, y no es
apto para casos donde exista presión freática.
Existen también otros procedimientos que intentan dar solución a este problema, y
que por diversos motivos son muy poco empleados en nuestra región. Algunos
son:
 Corte de pared y colocación de placas metálicas o asfálticas en la ranura
resultante.
 Colocación a presión de placas metálicas en el muro.
 Instalación de sistemas eléctricos, que por inducción electromagnética,
invierten el fenómeno de ósmosis en el muro.
 Revoque con morteros sumamente porosos, que facilitan la evaporación del
agua a través de ellos. La pintura que se aplique debe ser igualmente porosa.
 Colocación de revestimientos adecuadamente ventilados, permitiendo que la
humedad se disipe por evaporación en el ambiente.
Pisos de madera y cámaras de aire.
Es oportuno recordar que en la tecnología constructiva de viviendas antiguas con
pisos de madera, se solía dejar una cámara de aire bajo los pisos de madera, por
el cual se ventila y disipa la humedad de los muros y el ambiente. De este modo,
la humedad proveniente del suelo, no llega al nivel de los revoques de la
habitación.
Es conveniente, en los trabajos de reparación o reforma de estas edificaciones,
considerar cuidadosamente que la eliminación o modificación de estos sotanillos
puede ocasionar la futura aparición de humedades capilares en las paredes de la
habitación.

Maquillajes y parches.
Para evitar los trabajos anteriormente descriptos, o simplemente por ignorancia, es
habitual que los habitantes de las viviendas afectadas por estas humedades "de
cimientos", intenten cubrirlas con nuevos revoques o con diversos revestimientos.
(Por ejemplo, madera machimbrada.)
Estos son "maquillajes", que sólo sirven para ocultarlas momentáneamente.
Las humedades y hongos continuarán estado presentes, y es probable que se
produzcan nuevos afloramientos en la pared, a un nivel más arriba.

Síntesis para un buen trabajo.


En síntesis, es preciso aplicar la solución adecuada para cada caso particular, la
que debe ser en forma técnicamente correcta.
Vale decir que la solución al problema de las humedades debe ser
cuidadosamente analizada por un profesional, y no ser dejada al criterio y voluntad
del personal de obra.

Truco
Deshumidificación.
 A veces necesitamos retirar vapor de agua del aire de un local, o debemos
secar rápidamente una mancha de humedad de la que recientemente
reparamos su causa.
 Primero intente ventilar el aire de la zona afectada.
 Se pueden adquirir y emplear deshumidificadores eléctricos o químicos.
 O también se puede inducir el secado rápido de humedades, colocando en
la habitación un pequeño recipiente abierto con piedras de cal viva, la que se
puede comprar en una calera o en un comercio de artículos de construcción,
y es barata.
La cal viva absorbe con avidez la humedad excedente del ambiente, incluso de
paredes y muebles cercanos, aproximadamente en 1,50 metros a la redonda,
convirtiéndose en cal hidratada.
Ésta última se presentará en forma de pasta o polvo, y puede deshecharse sin
afectar al medio ambiente.
Es una solución sencilla, económica, eficaz.

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