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I. INTRODUCCIÓN
El tamaño de las bacterias oscila entre las 0.5 y 3 µm, pudiendo llegar en
algunos tipos a 10 µm. Las bacterias de interés médico tienen un tamaño
entre 0.4 y 2 µm. Solo son visibles entonces, al microscopio óptico o
microscopio electrónico.
Pared celular
Ubicada por fuera de la membrana plasmática, es una estructura vital para las
bacterias que la poseen. Los fármacos que bloquean su formación producen
la lisis y muerte de las bacterias susceptibles. Excepto los mycoplasmas todas
las bacterias tienen una pared celular que les da forma y las protege de la lisis
osmótica. La pared celular de muchos microorganismos patógenos tiene
componentes que contribuyen a su patogenicidad. La pared puede proteger a
la célula de las sustancias tóxicas y es el sitio de acción de algunos
antibióticos. Después de que Christian Gram en 1884 desarrollase la tinción
que lleva su nombre, se comprobó que las bacterias podían clasificarse en
dos grupos principales, según su respuesta a esta coloración.
Las bacterias gram positivas se tiñen de color azul violeta y las gram
negativas adquieren un color rosa o rojo. La diferencia estructural verdadera
entre ambos grupos se puso de manifiesto con el desarrollo del microscopio
electrónico. La pared de una célula gram positiva está formada por una única
capa homogénea de 20 a 80 nm de grosor de peptidoglicano o mureína,
situada por fuera de la membrana celular.
V. Membrana celular
Membrana celular Es una estructura vital para la bacteria. Representa una
barrera que separa el interior del exterior celular.
Consiste en una bicapa lipídica similar a otras membranas biológicas, compuesta
por fosfolípidos anfipáticos; no posee esteroles a diferencia de las eucariotas
(con la excepción de los mycoplasmas). La membrana se halla estabilizada por
puentes de hidrógeno, interacciones hidrofóbicas y cationes como el calcio y el
magnesio que se combinan con los fosfolípidos cargados negativamente.
Insertas en ella se encuentran múltiples proteínas transmembrana, que facilitan
el transporte de sustancias hidrofílicas a través de ésta. Como las bacterias no
poseen membranas internas todos los sistemas de fosforilación, oxidación y
transporte de electrones (citocromos) para la producción de energía se
encuentran a nivel de la membrana celular.
Los mesosomas son invaginaciones de la membrana plasmática que forma
vesículas, túbulos o lamelas. Aunque se han investigado durante años, su
función exacta aún se desconoce; pueden estar involucrados en la formación de
la pared celular durante la división celular o en la replicación del cromosoma y
su distribución a las células hijas. Algunos autores consideran que los
mesosomas son artefactos generados durante la fijación química de las
bacterias para su observación en el microscopio electrónico. Es necesario
realizar más investigaciones para solucionar esta polémica. La membrana
celular cumple la función de barrera osmótica, tiene permeabilidad selectiva y
permite el ingreso de nutrientes y la salida de desechos por mecanismos de
transporte activo y pasivo. En ella se encuentran los sistemas de fosforilación
oxidación y el transporte de electrones para la producción de energía; además
tiene las enzimas necesarias para la síntesis de lípidos, de la pared celular (por
ejemplo, el bactoprenol), de la cápsula, etc. Finalmente la membrana contiene
moléculas receptoras especiales que ayudan a las bacterias a detectar y
responder a sustancias químicas del medio externo
La membrana plasmática (citoplasmática) (o membrana interna) es una
estructura delgada interna con respecto a la pared celular que rodea el
citoplasma de la célula. La mernbrana plasmática de las células procariontes
está com- puesta principalmente por fosfolípidos que representan los
compuestos químicos predominantes, y proteínas. La membrana plasmática de
las células eucariontes también contiene hidratos de carbono y esteróles, como
el coles- terol. Debido a la ausencia de esteróles, la membrana plasmática de las
células procariontes es más flexible que la de las células eucariontes. Una
excepción a esta regla está representada epresentada por los microorganismos
procariontes sin pared celular del género Mycopkisma, cuyas membranas
contienen esteróles.
Membrana plasmática, (a) Diagrama y microfotografia que muestran la bicapa lipídica que
forma la membrana plasmática interna de la bacteria gramnegativo Aquaspirillum serpens.
Por fuera de la membrana interna se pueden apreciar capas de le pared celular, incluido la
membrana externa, (b) Porción de la membrana interna que muestra la bicapa lipídica y las
proteínas de membrana. Lo membrana externa de las bacterias gramnegativas también es
una bicapa lipídica, (c) A/iodelo espacial que ilustra la disposición de diversas moléculas en
la bicapa lipídica. Membrana plasmática, (a) Diagrama y microfotografia que muestran la
bicapa lipídica que forma la membrana plasmática interna de la bacteria gramnegativo
Aquaspirillum serpens. Por fuera de la membrana interna se pueden apreciar capas de le
pared celular, incluido la membrana externa, (b) Porción de la membrana interna que muestra
la bicapa lipídica y las proteínas de membrana. Lo membrana externa de las bacterias
gramnegativas también es una bicapa lipídica, (c) A/iodelo espacial que ilustra la disposición
ESTRUCTURA
FUNCIONES
Ribosomas
La célula bacteriana presenta ribosomas libres en el citoplasma con coeficiente
de sedimentación de 70S a diferencia de la célula eucariota que es de 80S. Se
presentan también como polirribosomas que son cadenas de ribosomas
asociados a ARN mensajero y en parte en relación con el ADN cromosómico.
Contienen todos los componentes que permiten la síntesis proteica. Las células
poseen más ribosomas si están creciendo en medios ricos. El alto contenido de
ARN determina gran afinidad por los colorantes básicos.
Nucleoide:
Como se señaló, la célula procariota a diferencia de la eucariota carece de una
membrana nuclear, tampoco posee nucléolo, ni aparato mitótico, y nunca
configura una masa cromosómica definida. El material genético está compuesto
de una estructura fibrilar, constituida por un ADN circular de doble cadena,
enrollado sobre sí mismo. Si bien se asocia a proteínas básicas, estas no son
verdaderas histonas. Los mesosomas son, al parecer, invaginaciones de la
membrana citoplasmática y participan en la división celular y en la replicación de
ADN. Si bien hay autores que opinan que son artefactos de técnica que se
observan en las microfotografías electrónicas, hay otros que han observado que
claramente el ADN se fija al mesosoma en la etapa previa de la división celular.
En las últimas décadas se han desarrollado muchas técnicas que permiten
estudiar el ADN bacteriano, todas ellas con importantes aportes en la
investigación y el diagnóstico. Por ejemplo, es posible por técnicas de
secuenciación, conocer genomas enteros de bacterias o sectores de él que
tengan interés, ya sea porque codifican la producción de alguna estructura, una
toxina, etc. Estos sectores de ADN, se pueden separar del ADN total con
enzimas de restricción para su posterior análisis o utilización en estudios de
biología molecular. Estas técnicas de biología molecular están destinadas a
identificar sectores de ADN específico de una bacteria, por ejemplo: las técnicas
de hibridización que identifican un trozo de ADN con una sonda genética
complementaria de ese sector y marcada con un compuesto revelador; o la
técnica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) que amplifica miles de
veces el sector de interés.