La humanidad ocupa su lugar en el orden de las cosas; la infancia tiene el
suyo en el orden de la vida humana: es preciso considerar al hombre en el hombre y al niño en el niño (Rousseau.) El niño como centro, no el profesor. El niño y su contexto, tiene que ver con su ambiente, la familia es como construcción de identidad social, cultural y emocional. El hábitat: lugar/espacio/tiempo/sistema en el que habita. La trayectoria del niño tiene que ver con lo que hereda, lo que es y lo que sueña, pero hay una familia que trae historia, presente, tienen sueños, aprendieron, dicen saber algunas cosas, y también tiene un contexto. Es importante considerar el ambiente. El niño como individuo, no solo como alumno. La disciplina positiva. Los niños reaccionan mucho más que antes. Montesori dice: la obediencia es producto de la voluntad, nadie obedece si no quiere obedecer, lo demás es una reacción al miedo, pero no es obediencia, premiando o castigando al niño, su voluntad no será real, y desaparecerá en el tiempo. Paidocentrico es cuando el niño es el centro. La enseñanza ha de estar llena de espíritu; el maestro para darla, debe ser un hombre idealista, no por accidente, si no por vida interior. El profesor como intelectual transformativo. Tiene que ver una seguridad profesional y autoridad didáctica. Debe dominar el contenido, saber lo que está hablando, también tener una didáctica creativa, pasar por un proceso de creatividad. Debe tener una planificación adecuada, pertinente y creativa, también serenidad y tranquilidad, intuición, siendo capaz de darse cuenta de distintas cosas que pasan en el entorno. Debe tener una evaluación coherente. Profesor reflexivo. Hay que aprender a mirar al alumno por encima de nosotros mismos. Hay una nutrición, de incorporar y eliminar lo que sea o no sea necesario. A mayor complejidad interna, mayo creatividad, ya que tengo más recursos para crear e innovar. Profesor en continua crítica y autocritica en su propia práctica. Criticar es poner todo en duda. El profesor es un facilitador del aprendizaje, un orientador y gestor de la convivencia y miembro de una organización de un sistema. El profesor debe proporcionar a los estudiantes oportunidades para discutir. Hay que reivindicar el rol del profesor, no solo como técnico, si no como intelectual, protagonista y dueño de su quehacer docente, autónomo, reflexivo y autocritico (giroux.) Siempre el lenguaje de la posibilidad debe acompañar a la crítica, reflexión permanente, creativa y creadora. Educar desde el amor, con amor y para el amor. Sin miedo a transformarse para transformar.