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INDICE

1. Resumen
2. Objetivos
3. Desarrollo
3.1. La tectónica divergente, “Rotura de un continente”
3.2. Se inicia la historia del mar rojo
3.3 El mar rojo, un mar aún muy joven, y potencial económico: “el estadio
mar rojo”
3.4 “Nacen dos islas nuevas en el mar rojo”

4. Gráficos
5. Mapas
6. Figuras
7. Conclusiones
8. Bibliografía
RESUMEN

EL Mar Rojo es un golfo o cuenca del océano Índico entre África y Asia. La
conexión con el océano es hacia el Sur, a través del estrecho de Bab el-
Mandeb y el golfo de Adén. Hacia el norte se encuentra la península del
Sinaí, el golfo de Aqaba y el golfo de Suez (que a su vez llega al canal de
Suez). Este mar es parte del valle del Gran Rift y es una importante vía de
comunicación entre Europa y el Extremo Oriente.

Geológicamente es un mar relativamente joven en proceso de formación,


estando actualmente en el estadío Mar Rojo. El Cenozoico Al entrar el
Cenozoico o era Terciaria, hace 65 millones de años, los continentes
continuaron su desplazamiento porque nunca han estado quietos ni en la
actualidad. En esta época Arabia comenzó a separarse de África dando
origen al Mar Rojo y al Golfo de Adén.

La zona del Mar Rojo se encuentra en una de divergencia tectónica, que por
fuerzas internas de la Tierra dos Placas, la Arábiga y la Africana se están
separando, lo que generó un agrietamiento en la corteza que ha permitido el
ascenso de magma a través de esta. Este nuevo magma está continuamente
formando nuevo piso oceánico, lo que está generando la expansión del joven
Mar Rojo en sentido NE-SO.

Como un joven océano esta zona presenta los fenómenos típicos de estas
zonas, como una intensa actividad magmática de naturaleza basáltica,
formando allí una dorsal de islas.

El Mar Rojo es muy interesante desde el punto de vista económico, estas


zonas son ricos en hidrocarburos y principal fuente del petróleo. Además, los
recursos metálicos al fondo del mar, desarrollándose depósitos minerales,
esencialmente de sulfuros.
1. LA TECTÓNICA DIVERGENTE, “ROTURA DE UN CONTINENTE”
Los penachos térmicos son las corrientes de convección que se forman en la superficie
del núcleo terrestre, a 2.900 km de profundidad, y que ascienden atravesando el manto
como columnas de material viscoso a muy alta temperatura. Pueden detenerse a medio
camino o pueden llegar hasta la base de la litosfera oceánica y originar un punto caliente
en la superficie del planeta. Actualmente hay una docena de estos puntos calientes
reconocidos: por ejemplo bajo las islas Azores, las Hawai o las Reunión. Como la
litosfera oceánica es más bien delgada, el penacho térmico la perfora y origina focos
volcánicos muy activos y localizados que son el origen de estas islas.
Sin embargo, cuando el material caliente se encuentra bajo la litosfera continental, que
es más gruesa, no le resulta tan fácil atravesarla; el calor se acumula bajo la placa y se
produce un abombamiento. El flujo divergente del penacho térmico, que se abre como
un paraguas bajo la litosfera, produce esfuerzos distensivos que acaban por romperla.
Normalmente el agrietamiento de la litosfera continental produce un punto triple: tres
fisuras que parten de un punto, delimitando tres ángulos de 120 grados más o menos,
y en las que puede comenzar la emisión de lava. El material emitido no estaba
inicialmente fundido debido a la gran presión en la base de la litosfera pero, al romperse
esta y descender la presión, la astenosfera que está recalentada por el penacho térmico,
sufre una fusión parcial y grandes cantidades de basalto salen a la superficie.
El estado inicial de rotura de un continente se denomina rift, nombre tomado del Rift
Valley, región que ocupa parte de Tanzania, Congo, Uganda y Kenya, en África oriental,
donde está ocurriendo este proceso. La palabra rift significa hendidura, grieta, y también
romper; por ello la fragmentación de un continente se llama en general rifting. La rotura
se produce a lo largo de fallas de centenares de kilómetros de longitud, y los bloques
delimitados por estas fracturas, en el contexto distensivo en que se encuentran, se
desploman quedando basculados y unos más bajos que otros.
Las primeras etapas de la apertura de un rift se caracterizan por una subsidencia
heterogénea y un tanto desorganizada; las transgresiones y regresiones del mar en este
contexto son muy rápidas. Cada transgresión origina un mar poco profundo pero que
puede adentrarse mucho en el continente, cubriendo las zonas hundidas y rodeando las
que han quedado levantadas. Tras cada regresión pueden quedar masas de agua
marina abandonadas tierra adentro que, al evaporarse, originan depósitos de yesos y
sales. El Triásico de la Cordillera Ibérica cuenta esta historia.
En un rift que prospera, la inyección de magmas procedentes de la astenosfera empuja
los fragmentos del continente y estos comienzan a separarse. Esta etapa recibe el
nombre de drift (deriva, movimiento), haciendo referencia a que el continente ha dejado
de comportarse como una unidad y se ha convertido en dos (o más) placas con
capacidad de desplazamiento relativo. Entre los fragmentos que se separan, los
magmas basálticos extruidos por las fracturas van originando corteza oceánica, que se
queda adosada a la litosfera continental. En la zona de contacto entre la litosfera
continental y la litosfera oceánica reciente, hay una zona de transición formada por
litosfera continental fracturada y adelgazada por el estiramiento a que ha estado
sometida. Si el rift es invadido definitivamente por el mar, esta zona de transición forma
la plataforma continental y el talud continental. La estructura formada por litosfera
continental que, mediante una plataforma y un talud se continúa con litosfera oceánica,
recibe el nombre de margen continental estable o pasivo. Actualmente la costa atlántica
europea es un margen de este tipo. En la Cordillera Ibérica los sedimentos del Triásico
se formaron durante una etapa de rifting generalizado. El Cretácico superior en cambio,
está representado por unos sedimentos de plataforma continental que indican el intento
de formación de un margen continental estable, cuy talud se encontraba en lo que ahora
es la costa cantábrica y los Pirineos por el norte, a la altura de la costa mediterránea por
el este, y en lo que ahora son la Béticas por el sur.
El rift puede continuar evolucionando: una vez puestos en marcha los fragmentos del
continente, al separarse producen más descompresión de la astenosfera, que continúa
fundiéndose y aportando magmas a la superficie. A estas alturas la zona estára ocupada
por un océano estrecho y profundo, como ocurre en el Mar Rojo que se encuentra en
ese punto del proceso. La extensión del fondo oceánico es un proceso que se
automantiene y que origina un nuevo océano, como el Atlántico, que está actualmente
en pleno crecimiento. No siempre un rift llega a ser un océano. El proceso puede
abortarse en cualquier momento y puede incluso invertirse si los fragmentos del
continente son empujados por otras placas y se ven obligados a colisionar de nuevo. La
poca litosfera oceánica que hubiera podido formarse es entonces subducida
rápidamente.
Hay varios ejemplos de rifts actuales que, por ahora, no han prosperado. Es fácil
identificarlos, porque como son zonas deprimidas debido a la subsidencia, suelen estar
marcados en el mapa por grandes ríos o por sistemas de lagos: el Nilo y sus lagos, el
Rhin, el Lago Baikal en Rusia y otros, son ejemplos de rifts extensos y profundos.
Salvando las distancias, en España tenemos también algunos rifts abortados, como la
zona de Calatayud-Teruel por donde discurren los ríos Jilona y Alfambra, y su
continuación hacia el sur por Valencia, Murcia y Almería, donde se encuentran los
Espacios Naturales de Sorbas y del desierto de Tabernas. La Cordillera Ibérica, por su
parte, es un ejemplo de rift cerrado tras un intento de apertura que llegó hasta la
formación de una plataforma continental, aunque no llegó a desarrollar litosfera
oceánica.

Proceso de ascenso de magma, como un penacho térmico.


Sistema de esfuerzos en la formación de un rift.
2. SE INICIA LA HISTORIA DEL MAR ROJO
El Cenozoico Al entrar el Cenozoico o era Terciaria, hace 65 millones de años, los
continentes continuaron su desplazamiento porque nunca han estado quietos ni en la
actualidad: América y Europa se separaron, el norte y el sur de América se empezaron
a unir; Australia comenzó a separarse de la Antártida; millones de años después la India
chocó con Asia y surgieron las montañas Himalayas; al encontrarse de igual forma Italia
y Europa surgieron los Alpes, y al girar España chocando con Europa se formaron los
Pirineos. Por su parte, Arabia comenzó a separarse de Africa dando origen al Mar Rojo
y al Golfo de Adén. Con todos estos movimientos, el Océano Atlántico y el Indico se
hicieron más amplios, mientras que el Océano Pacífico, decreció.
CICLO DE WILSON:

1. La corteza se levanta y se abomba, debido al ascenso del material caliente procedente del
manto. 2. Debido al abombamiento, la corteza se estira y cede, fracturándose. Ello producirá la
formación de fallas normales, que hará que bloques corticales resbalen unos respecto a otros,
originando un hundimiento de la zona central. Así tiene lugar la aparición de un valle estrecho y
largo. La grieta se va rellenando con material procedente del manto, el cual solidifica en la
superficie, formando corteza nueva en el fondo del valle. Esta etapa es conocida como etapa del
rift continental (gran valle del rift en África oriental). 3. El proceso de ascenso y solidificación de
magma se repite, ensanchando progresivamente el fondo del valle, provocando que los bloques
de corteza continental se separen. Cuando esta separación prosigue, es posible que esta zona
llegue a abrirse lo suficiente como para que se ponga en contacto con un mar cercano,
inundándose y apareciendo entonces un estrecho mar que constituye un océano en formación
(mar Rojo). 4. En el rift situado en su zona central, ya dorsal oceánica, se sigue creando suelo
oceánico, ensanchando progresivamente la cuenca oceánica, originando finalmente un gran
océano entre dos continentes que tienden a alejarse (océano Atlántico).5 A medida que el
océano se expande, los materiales que se alejan de la dorsal se enfrían progresivamente, lo que
los va convirtiendo en más densos. También, con el paso del tiempo, el peso de las capas de
sedimentos es cada vez mayor. Si además estos materiales se ven sometidos a fuerzas en
distintas direcciones se crean unas tensiones que junto con los factores anteriores hacen que la
litosfera oceánica se fracture, produciéndose una zona de subducción. 6. A partir de este
momento, el océano que estaba en expansión, pasa a reducirse, y los continentes comienzan a
acercarse. 7. Finalmente las masas continentales colisionan, dando lugar al levantamiento de
cordilleras.

3. EL MAR ROJO, UN MAR AÚN MUY JOVEN, Y GRAN CENTRO


ECONOMICO MINERAL:“EL ESTADIO MAR ROJO”
El estadio Mar Rojo se denomina así por ser la situación que se da actualmente en este
mar, que se está formando por separación entre Africa y la Península de Arabia. Se
produce ya sedimentación marina, en general somera, es decir, de poca profundidad.
Sin embargo, dado que el rift continental estaba en el centro de una zona abombada,
los bordes del océano están en general elevados, con lo cual la mayor parte del material
que se erosiona no va a parar al nuevo océano, sino que es evacuado en sentido
contrario.Este fenómeno, que también se da en el primer estadio, está indicado por una
flecha con una F en la Fig. de abajo.
En el caso del Mar Rojo, p. ej., los sedimentos que provienen de la erosión del borde
africano van a parar al Nilo y acaban depositándose en el Mediterráneo. Los sedimentos
formados durante este estadio son discordantes sobre los previos y no suelen ser muy
potentes. Como en el estadio anterior, la causa de la subsidencia es el adelgazamiento
cortical, que se lleva a cabo sobre todo por fallas normales lístricas. El giro progresivo
de los bloques, simultáneo con el movimiento de las fallas, produce semigrabens y una
sucesión compleja de discordancias. En la cuenca marina pueden formarse edificios
calcáreos de origen orgánico y, debido a la actividad tectónica continuada, las calizas
pueden deslizar pendiente abajo y resedimentarse a partir de corrientes de barro y arena
que se denominan de turbidez, dando lugar a las llamadas turbiditas calcáreas.
El estadio Mar Rojo es el más interesante desde el punto de vista económico, por varias
razones. En primer lugar, la estrechez del mar impide que sus aguas participen de la
distribución mundial de corrientes, con lo que no se renuevan y, por tanto, permanecen
estancadas. Esto permite la conservación de la materia orgánica, que no se oxida,
formándose los llamados sapropeles (acumulaciones de materia orgánica en
descomposición), ricos en hidrocarburos y principal fuente del petróleo. Además, las
surgencias hidrotermales aportan componentes metálicos al fondo del mar,
desarrollándose depósitos minerales, esencialmente de sulfuros. Finalmente, si el mar
queda aislado y está en un clima árido, probablemente producirá depósitos evaporíticos,
si bien éstos son más característicos del estadio previo.
Los cuatro estadios de evolución de un margen continental pasivo.
4. “NACEN DOS ISLAS NUEVAS EN EL MAR ROJO”

“Formadas por erupciones volcánicas, son ya parte de un archipiélago yemení ubicado


sobre una dorsal oceánica”
Apenas tienen dos y cuatro años. Su nacimiento fue rápido y violento, la tierra se abrió
y vomitó magma incandescente durante semanas. Son Sholan y Jadid, las dos nuevas
islas que se han originado en el Mar Rojo y de las que los satélites han sido capaces de
captar su formación, tal como revela un estudio publicado en la revista Nature
Communications de la Universidad Rey Abdullah de Ciencia y Tecnología (KAUST) de
Arabia Saudí. Además de arrojar luz sobre este fenómeno geológico, demuestran que
región sobre la que se asientan estos dos islotes es mucho más activa volcánicamente
de lo que hasta el momento se consideraba.

Una foto de satélite de la erupción de diciembre de 2011 que creó la Isla Sholan. Tomada por el
satélite Worldview-2.
El hecho de cómo se forman nuevas islas volcánicas es un fenómeno que no se conoce
del todo bien. Suele ser muy complicado observar este tipo de eventos, puesto que se
originan en puntos remotos del planeta sobre dorsales oceánicas, grandes elevaciones
submarinas en la parte central de los océanos que poseen un surco central o rift por el
que emana magma de forma continua. Y eso genera que se formen volcanes, pero
también nueva corteza oceánica que provoca que el fondo del océano se vaya
expandiendo lentamente.

En algunos casos, algunas cimas de esas dorsales sobresalen del agua y forman
también islas volcánicas, como es el caso de Islandia, aunque suele ser poco frecuente.
El catedrático de geoquímica y petrología de la Universidad de Barcelona, Domingo
Gimeno, experto en vulcanología, explica que “suele ser muy complicado poder
observar este tipo de fenómenos porque suelen ocurrir a grandes profundidades, de
entre 3000 y 4000 metros. En esos casos, difícilmente se apila tanto magma como para
que salga a la superficie y se pueda detectar”.

Sholan y Jadid forman parte del archipiélago Zubair, compuesto por 10 islas volcánicas
y varias rocas, que pertenece al Yemen. Se encuentra al sur del Mar Rojo, entre la costa
del país árabe y el Cuerno de África, justamente sobre una dorsal oceánica, en la
confluencia entre la placa arábiga y la africana, que cada año se separan unos 6 mm, y
está sometida a una intensa actividad volcánica y sísmica desde finales de la década
de los 70.

Dorsal del Mar Rojo, y el archipielago de Zubair

De hecho, tres episodios sísmicos acaecidos en abril, junio y agosto de 2011 previos a
la erupción, seguidos de terremotos de hasta 3,9 de magnitud detectados por la red
sismológica de Yemen, así como la narración de un grupo de pescadores en diciembre
de 2011, que aseguraban haber presenciado una erupción en el archipiélago, pusieron
en alerta a los expertos de la universidad de Arabia Saudí.

Los expertos combinaron imágenes de altísima resolución obtenidas a partir de tres


satélites ópticos, junto con los datos de las emisiones de dióxido de azufre captadas
instrumentos de monitorización del ozono y la narración de los pescadores para así
caracterizar el nacimiento de estas dos nuevas islas volcánicas. Hallaron que se
formaron muy rápidamente, una de ellas en cuestión de 25 días, durante la fase inicial
de la erupción del volcán submarino, y ambas fueron alimentadas por dos fracturas que
se fueron rellenando de magma. Además, elaboraron un modelo tridimensional del
evento.

“Cuando el magma se propaga a través de la corteza y alcanza la superficie, genera


una deformación que podemos medir en las islas vecinas utilizando una técnica llamada
interferometría, a partir de datos obtenidos por el radar de satélites. Combinamos esas
observaciones con la actividad símica para analizar mejor todo el proceso volcánico”,
explican los también investigadores de la KAUST Wenbin Xu y Joel Ruch, coautores del
estudio.

Estos científicos sugieren, además, que el archipiélago de Zubair podría formar parte de
una zona muy activa volcánicamente, algo que hasta el momento había pasado
desapercibido, lo que resulta importante desde un punto de vista de prevención de
riesgos, puesto que aunque está lejos de zonas habitadas, se sitúa próxima a rutas
marítimas.

Por el momento, ambas islas parece que podrían tener un destino distinto, puesto que
han demostrado erosionarse de forma diferente tras los primeros meses y años
posteriores a la erupción. “Por ejemplo, la más pequeña, Sholan, decreció ya un 30%
en los primeros dos años y luego el índice de erosión disminuyó notablemente. En
cambio la mayor, Jadid, no ha sufrido tanta erosión, porque parece estar menos
expuesta a fuertes corrientes oceánicas. Ambas se componen de materiales que con el
tiempo devienen toba volcánica resistente a la erosión. Por tanto, podrían durar siglos”,
consideran los autores del estudio.

En el Mediterráneo, apunta el catedrático de la UB Domingo Gimeno, que no ha


participado en este estudio, también se han formado islas similares a estas, como cerca
de la costa siciliana, aunque han desaparecido, completamente erosionadas.

Ahora este equipo de geofísicos está centrado en investigar el episodio de rifting de


Bárðarbunga, en Islandia, que duró seis meses, de agosto de 2014 a febrero de 2015.
Generó un flujo de lava masivos, de 1 km3, y se trata de la erupción basáltica más
importante que se ha producido en Islandia en los últimos dos siglos.

Tanto Islandia como el Mar Rojo tienen en común procesos magmáticos y tectónicos.
La diferencia más importante es que en el caso del país nórdico sí podemos acceder
para realizar mediciones in situ. Pero ambos son complementarios y nos proporcionan
una mejor comprensión de la actividad volcánica a lo largo de los límites de placas
tectónicas divergentes.

Archipiélago de Zubair, en el Mar Rojo, y la erupción de las islas Sholan y Jadid.

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