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https://www.mayoclinic.

org/es-es/diseases-conditions/teen-depression/symptoms-
causes/syc-20350985

DESCRIPCION

La depresión en adolescentes es un problema de salud mental grave que provoca un


sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades.
Afecta la manera en que tu hijo adolescente piensa, se siente y se comporta, y puede provocar
problemas emocionales, funcionales y físicos. Aunque la depresión puede ocurrir en cualquier
momento de la vida, los síntomas entre los adolescentes y los adultos pueden ser diferentes.

Algunos problemas como la presión de sus compañeros, las expectativas académicas y los
cuerpos que cambian pueden ocasionar muchos altibajos en los adolescentes. Sin embargo,
para algunos adolescentes, estar deprimido es mucho más que solo sentimientos temporales,
sino que es un síntoma de depresión.

La depresión en adolescentes no es una debilidad o algo que se pueda superar con fuerza de
voluntad, puede tener consecuencias graves y requiere tratamientos a largo plazo. Para la
mayoría de los adolescentes, los síntomas de depresión se calman con tratamientos como
medicamentos y terapia psicológica.

Cambios emocionales

Debes prestar atención a los cambios emocionales, tales como:

 Sentimientos de tristeza, los cuales pueden incluir episodios de llanto sin razón aparente

 Frustración o sentimientos de ira, incluso por asuntos menores

 Sentimientos de desesperanza o vacío

 Estado de ánimo irritable o molesto

 Pérdida del interés o del placer en las actividades cotidianas

 Pérdida de interés en familiares y amigos o estar en conflicto con ellos

 Autoestima baja

 Sentimientos de falta de valoración de sí mismo o culpa

 Fijación en fallas pasadas o autoinculpación o autocrítica excesiva

 Sensibilidad extrema al rechazo o al fracaso, y excesiva necesidad de aprobación

 Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas


 Sensación continua de que la vida y el futuro son sombríos y desalentadores

 Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio

Cambios en el comportamiento

Debes estar atento a los cambios en el comportamiento, como los siguientes:

 Cansancio y pérdida de energía

 Insomnio o dormir demasiado

 Cambios en el apetito: disminución del apetito y pérdida de peso, o


aumento de antojos de alimentos y aumento de peso

 Consumo de alcohol o drogas

 Agitación o inquietud: por ejemplo, caminar de un lado a otro, retorcer las


manos o ser incapaz de quedarse quieto

 Disminución de la agilidad mental, la rapidez del habla o los movimientos


corporales

 Quejas frecuentes sobre dolores de cabeza y dolores de cabeza


inexplicables, que pueden incluir visitas frecuentes a la enfermería de la
escuela

 Aislamiento social

 Mal rendimiento escolar o ausencias frecuentes a la escuela

 Menos atención a la higiene personal o la apariencia

 Arrebatos de ira, comportamiento perturbador o riesgoso, u otros malos


comportamientos

 Autolesión: por ejemplo, cortes, quemaduras o perforaciones excesivas o


tatuajes

 Plan suicida o intento de suicidio

https://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-detectar-depresion-juvenil-
20140127163934.html
Cómo detectar la depresión
juvenil
Actualizado 07/10/2014 4:10:57 CET

Cómo detectar la depresión juvenil


Consejos para los padres
Actualizado 07/10/2014 4:10:57 CET
Foto: WIKIMEDIA

MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -


La depresión es una enfermedad que afecta a entre un 1% y
un 7% de los menores y el número de casos aumenta en
relación con la edad. La detección precoz se convierte en clave
para un mal en ocasiones enmascarado por los prejuicios sobre
la adolescencia.

Las ventanas temporales por las que se 'cuela' en mayor


medida el trastorno depresivo están entre los 13 y los 14 años y
entre los 17 y los 18. En estos periodos se intensifican las
presiones sociales sobre los más jóvenes, la familia deja paso al
grupo de amigos como estructural social básica y las exigencias
escolares son mayores que en etapas anteriores, se une a todo
ello los cambios físicos propios de la edad.

Según explica Josefina Castro, de la Asociación Española


de Psiquiatría del Niño y del Adolescente (AEPNA), la historia
personal del niño o adolescente es clave para entender y
diagnosticar el trastorno. La predisposición genética es uno de
los principales factores desencadenantes de la depresión entre
los más jóvenes, por lo que debe ser tenido muy en cuenta en su
diagnóstico, tratamiento y seguimiento.

Además la ansiedad en los más jóvenes puede convertirse en


la antesala de la depresión si no se trata a tiempo. Para Castro,
los menores que se muestran muy ansiosos ante situaciones
escolares, con los amigos o familiares son más propensos a la
depresión, por lo que es fundamental pedir consejo
especializado.

Señales de alarma

La doctora Castro señala que existen una serie de indicios que


pueden ayudar a los padres a detectar pronto en sus hijos una
incipiente depresión. Entre estos 'síntomas' se incluyen:

- Un estado de ánimo en el que prima la tristeza.


- Irritabilidad que se traduce en frecuentes enfados.
- Pérdida de la ilusión en aspectos que antes eran fuente de
placer.
- Deseo de aislamiento que se traduce en no querer salir con los
amigos.
- Descenso del rendimiento escolar.
- Pérdida del apetito y dificultades para dormir.
- Consumo de drogas como vía de escape.

Cómo actuar

Aunque algunos de estos síntomas, como el consumo de


drogas, son por si mismos motivo de consulta con especialistas
de la salud otros pueden considerarse normales de la edad.
Castro aconseja cuando existe cualquier tipo de duda acudir al
centro de salud y no pensar que la situación puede mejorar
por sí sola.

Es clave además, según la experta, conseguir la derivación a


un psiquiatra especializado en esta franja de edad ya que
sabrá realizar las preguntas adecuadas y detectar en las
respuestas la clave para acertar con el diagnóstico.

Castro aconseja a los padres seguir una serie de pautas para


que sus hijos superen la enfermedad:

- Colaborar con el psiquiatra o psicólogo.


- No crear situaciones de estrés o presionar a los hijos.
- No mimar en exceso a los menores y no cambiar las pautas
educativas.
- Aumentar las muestras de cariño.
- Buscar más tiempo para pasar en familia.

El tratamiento de la depresión en los menores se basa


principalmente en la psicoterapia y en los casos más graves se
utilizan antidepresivos. La mejoría comienza a ser evidente entre
el mes y medio y los tres meses posteriores al comienzo de la
terapia.

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