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Amebiasis intestinal

Alexa Baeza Peraza, Víctor Flores Sanchez, María Kantun López, Paola carolina Lopez Tzum,

Mauricio Gerardo Martínez Morales, Mariely Ac Pérez , Ana Paola Guichard Hernandez.

Universidad Anahuac Mayab


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Resumen

La amebiasis intestinal es una enfermedad parasitaria, en el cual las amebas viven en el intestino, y pueden

llegar a su fase infecciosa conocida como quiste y desarrollar ulceras en la mucosa intestinal con

inflamación, hemorragia e infección, ocasionando graves consecuencias en el hígado, pulmones, cerebro

y corazón. Es este caso, fue importante descubrir la sintomatología del paciente, así como los datos

relevantes en la anamnesis y exploración física para lograr detectar que es un cuadro clínico disentérico,

ocasionado por la Entamoeba histolytica.

El paciente presento un cuadro clínico de disentérico con dolor abdominal, acompañado de tenesmo y

fiebre. Se llevó a cabo una colonoscopia con biopsia y se detectó la presencia de ulceras en el intestino. Se

llegó al diagnóstico que fue provocado por amebiasis y se pudo hacer el tratamiento oportuno para erradicar

a este parasito y no llegar a consecuencias mayores.


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Descripción del caso

1. INTERROGATORIO

➢ FICHA DE IDENTIFICACIÓN:

· Nombre (s): José Humberto · Raza: Blanca

· Apellidos: Herrera Pérez · Estado civil: Soltero

· Edad: 30 años · Nacionalidad: mexicana

· Genero: masculino · Religión: católica

· Fecha de nacimiento: 20 de · Lugar de nacimiento: Mérida,

octubre de 1988 Yucatán.

· Domicilio actual: calle 19 x 39 y · Lugar de residencia: Mérida,

37 #192 ejido San José. Homún, Yucatán

Yucatán. · Ocupación: ganadero y agricultor.

· Escolaridad: Secundaria · Teléfono: 999230483

· Tipo de interrogatorio: directo

Fecha y hora de realización de la Historia clínica: 10 de marzo del 2018, 2:00pm

➢ MOTIVO DE CONSULTA:

Diarrea con presencia de moco y sangre acompañada de dolor al defecar.


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➢ ANTECEDENTES HEREDOFAMILIARES:

· Abuelo paterno: Vivo. 80 años de · Abuelo materno: Finado a los 50

edad con diabetes mellitus tipo 2 años de edad a causa de infarto

desde hace 20 años, desconoce el agudo al miocardio.

tratamiento. · Madre: Viva. 50 años de edad,

· Abuela materna: Finada a los 60 presenta HTA, desconoce el

años de edad a causa de cáncer tratamiento.

gástrico. · Padre: Finado a los 50 años de

· Abuela paterna: Viva. 74 años de edad a causa de un infarto agudo

edad. Sin alguna enfermedad. al miocardio. Presentó diabetes

mellitus tipo 2 durante 15 años

hasta su fallecimiento.

➢ ANTECEDENTES PERSONALES NO PATOLÓGICOS:

Vivienda: Vive en una casa con su madre, la vivienda se encuentra construida a base de

concreto, cuenta con sala/comedor, 2 recámaras, 1 baño, cocina y un patio en el cual

cuenta con animales de granja, cuenta con todos los servicios básicos (luz, agua, drenaje,

gas).

Alimentación: Actualmente el paciente presenta una dieta variada y equilibrada. Realiza

las 3 comidas al día (desayuno, almuerzo y cena). La dieta está basada en carnes rojas

3/7, pescado 2/7, vegetales 7/7 y lácteos 7/7, consumo de alcohol 2 veces a la semana en

porciones de 355 ml desde hace 7 años, niega consumo de cigarro y otras sustancias

tóxicas.
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Higiene: El paciente refiere bañarse 2 veces al día, una por la mañana y la otra por la

noche, cepillado de dientes 3 veces al día después de ingerir alimentos,

Actividad: Niega realización de actividad física, 7 horas diarias de sueño. Trabajo de

agricultor por 8 hrs (10 hrs- 18 hrs) durante 6 días en la semana con un día de descanso,

en su trabajo describe tener contacto con animales y tierra, refiere presentar protección de

solar y gorra para no estar en contacto directo con el sol.

Zoonosis (+): Refiere tener 2 perros, los cuales ingresan a la casa durante el día. Cuenta

con pollos (7), caballos (4) y vacas (2), los cuales se encuentran en un establo.

Combe (-)

Inmunizaciones: El paciente refiere esquema de vacunación completo, pero no presenta

cartilla de vacunación.

➢ ANTECEDENTES PERSONALES PATOLÓGICOS:

Enfermedades de la infancia: Padeció sarampión a los 5 años de edad y varicela a los 7,

éstas evolucionaron sin ninguna complicación.

Enfermedades de adulto joven: No refiere.

Transfusiones: Refiere nunca haber donado ni recibido sangre.

Traumatismos: Presentó fractura de cúbito derecho a los 8 años debido a un accidente de

bicicleta.

Quirúrgicos: A los 8 años presentó fractura de cubito derecho, requirió cirugía la cual

resulto exitosa.

Alérgicos: niega alergias a animales, alimentos, flora, medicamentos, y materiales como

el latex y hule.

Hospitalizaciones: No refiere.
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➢ PADECIMIENTO ACTUAL:

Paciente acudió a la consulta del hospital Juárez el 5 de febrero del 2018, por un cuadro

clínico de 5 días de evolución por una diarrea mucosa sanguinolenta y deposiciones 3

veces al día, acompañado de tenesmo, fiebre de 38.5ºC, dolor abdominal que irradia hacia

la espalda y hombros, además refiere malestar general. El paciente menciona haber

acudido los primeros días de sintomatología a la farmacia por kaopectate, el cual solo

aliviaba su diarrea por unas horas, y continuaba tomando electrolitos durante todo el día.

➢ INTERROGATORIO POR APARATOS Y SISTEMAS

· Nervioso

céfalea, pérdida de conciencia, vértigo, convulsiones, paresias, parestesias, plejias,

movimientos anormales, anomalías en la marcha, interrogados y negados.

· Órganos de los Sentidos

fosfenos, dolor ocular, xeroftalmia, orzuelos, acufenos, otalgia, hipoacusia, otorrea, tinnitus,

epixtasis, rinorrea, macroglosia, gingivorragia, halitosis, odinofagia, adinofagia ,

interrogados y negados.

· Respiratorio

Rinorrea, epistaxis, disfonía, tos, expectoración, dolor torácico, disnea, hemoptisis, vómica,

cianosis, interrogados y negados.


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· Cardiovascular

Edema, disnea, ortopnea, disnea paroxística nocturna, palpitaciones, dolor precordial,

calambres, sincope, interrogados y negados

· Digestivo

Refiere dolor abdominal tipo calambre con una intensidad de 7/10 siendo el 10 más

elevado, con una irradiación hacia espalda y hombros, con 5 días de evolución, con una

duración de 5 min, refiere que este dolor desparece por un tiempo cuando presenta la

diarrea, Refiere melena, tenesmo y hematemesis de 5 días de evolución, 3 veces al día,

con presencia de moco, descrito en padecimiento actual.

Sialorrea, halitosis, odinofagia, disfagia regurgitación, pirosis nauseas, distensión,

meteorismo, constipación, hematoquecia, rectorragia, acolia, esteatorrea y lientería,

interrogados y negados.

· Endócrino

Refiere polifagia, pérdida de peso, refiere haber notado este cambio 2 semanas antes de

comenzar la diarrea, refiere estar tomando suplementos alimenticios que lo ayuden a

subir de peso.

Niega perdida cabello, bocio, Intolerancia al frío, Sequedad de piel o hiperhidrosis, estrías

violáceas, entumecimiento peribucal. Cambios en la entonación de la voz.

· Genito-urinario

Disuria, polaquiuria, poliuria, urgencia urinaria, tenesmo vesical, hematuria, incontinencia

urinaria, dolor renoureteral, nictámero interrogados y negados.


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· Musculo-esquelético:

Refiere mialgias a la altura del abdomen, limitación en la realización en movimientos y

actividades como correr y caminar. Deformidades osteoarticulares, artralgias, dolor

óseo, lumbago, interrogados y negados.

· Hemato-linfatico:

Palidez, equimosis, petequias. Hemorragias, adenopatías, interrogadas y negadas.

· Esfera psíquica:

Alteraciones de personalidad, ansiedades, amnesia y cambios en el estado de ánimo,

interrogados y negados.

2. Exploración Física

➢ INSPECCIÓN GENERAL
Paciente masculino de edad aparente a la cronológica con aparente aspecto de
fatiga, presenta facie de incomodidad, sin ninguna anomalía en las extremidades,
de constitución mesomórfica, normolíneo, normo esplácnico. Fuerza muscular
conservada, al igual que la sensibilidad profunda y superficial. Marcha y
movimientos normales. Paciente lúcido, orientado en persona, tiempo y espacio.

➢ SIGNOS VITALES
· Temperatura corporal: 38.5 C˚ (axilar)
· Frecuencia cardiaca 100 pulsos por minuto
· Frecuencia respiratoria 23 respiraciones por minuto
· Presión arterial 130/70 mmHg.
·
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➢ SOMATOMETRÍA
· Peso 66 kg
· Talla 1.63 mts.
· IMC 24.8

 PIEl Y FANERAS
A la inspección la piel de color blanca no presenta palidez, manchas, se observa
ligeramente las líneas de acentuación facial, en el antebrazo derecho se
encuentra con una pequeña cicatriz longitudinal, y la presencia de poca
hidratación en piel de las extremidades

➢ CABEZA
En la inspección de cabeza, se observa normocefalico, simétrico, sin lesiones en
piel y cuero cabelludo, cabello opaco, y abundante, sin signos de alopecia ni masas a la
palpación se comprueba la ausencia de masas no presenta zonas dolorosas.

➢ CUELLO
A la inspección se observa simetría, sin lesiones primarias, ni secundarias en la piel,
ni abombamientos, hundimientos, nodulaciones en la red ganglionar, los pulsos carotídeos
y la glándula tiroides se encuentran sin datos patológicos aparente, a la papalcion no se
encuentran zonas dolorosas.

➢ TÓRAX
Paciente con tórax simétrico sin datos patológicos aparentes, con movimientos
respiratorios adecuados, los movimientos de amplexión y amplexación son normales,
presencia de vibraciones vocales en todos los campos pulmonares examinados en las
regiones anteriores y posteriores de ambos hemitorax. Sin presencia de puntos dolorosos..
En la percusión se escucha un claro pulmonar en hemitorax derecho del primer al quinto
espacio intercostal, apareciendo la matidez hepatica a nivel del sexto espacio intercostal,
en el hemitorax izquierdo se escucha el claro pulmonar y se denota la matidez cardiaca en
la region precordial, en la auscultación se escuchan ruidos cardiacos normales, sin datos
patológicos aparente; en los campos pulmonares se escuchan murmullos vesiculares en
ambos campos pulmonares, sin presencia de ruidos,
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➢ ABDOMEN
A la inspección el abdomen se encuentra simétrico, blando y plano depresible, con
una peristalsis aumentada, se observa respiración de predominio toráco- abdominal, No se
encuentran visceromegalias ni datos patológicos aparentes. A la auscultación se obtienen
borborigmos aumentados en el flanco izquierdo y central, fosa iliaca izquierda. A la
palpación superficial no hay signos de hipersensibilidad cutánea, a la palpación profunda
el paciente refiere un dolor intenso a nivel de la fosa iliaca izquierdo, flanco izquierdo y
central

➢ TACTO RECTAL
A la inspección se observa ulceración a nivel interglúteo a 2 cm de distancia del
esfínter anal externo, bordes limitados, doloroso a la palpación.

➢ EXTREMIDADES
A la inspección de los miembros superiores se observan movimientos normales sin
datos patológicos aparentes y a la inspección de los miembros pélvicos tienen movimientos
normales sin datos patológicos aparentes.

➢ ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS

· Ojos: a la inspección no se observan lesiones primarias o secundarias en la region


palpebral, ni ptosis, esclerotica con coloración normal, No hay signos de triquiasis,
pterigo, enoftalmos, exoftalmos, entropión, ectropión, no se palpan zonas dolorosas.
· presencia de reflejo de acomodación y consensual y sin alteraciones, Movimientos
palpebrales normales. Agudeza visual en estado normal, examen de fondo de ojo sin
anormalidades en la papila, macula y arterias.

· Nariz: secreciones nasales normales, fosas nasales se encuentra recubiertas de


moco. Narinas simétricas, puente de la nariz alto y ligeramente arqueado, sin dolor
en la palpación.
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· Oídos: a la inspección, pabellones auriculares sin alteraciones, ni signos de


lesiones como forúnculos, laceraciones, ni foliculitis, por medio de la otoscopia se
observa los conductos externos permeables en ambos oídos, con visualización de la
membrana del tímpanica, de color gris, presencia del triángulo luminoso, sin presencia
de perforación y cicatrización.
· Boca:
· A la inspección no se observan bultos y cisuras, se observa Resequedad en Mucosa
bucal y lengua, ausencia de nódulos, comisuras labiales sin desviaciones, Encías de
color rosado y poco humedecidas. Dentadura completa y en buen estado. Paladar
normal sin algún tipo de deformidad, a la palpación no se encuentran zonas dolorosas.

➢ INTERVENCIONES Y RESULTADOS

1. Coproparasitoscópico seriado

color Café oscuro, presencia de sangre

consistencia fluida

pH 5.0

parasitario Quistes de Entamoeba Histolytica/Dispar: (+++)

2. Colonoscopía con biopsia. Presencia de ulceras.


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3. Prueba serológica (ELISA)

Diagnóstico
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En base a los síntomas presentados por el paciente, fiebre, hematemesis, dolor


abdominal, y ante la sospecha de una infección, se solicitaron pruebas parasitoscopicas
(Microscopía en heces), colonoscopía con biopsia realizada y ELISA (Antígenos en heces
y suero), y con base a los resultados el diagnostico obtenido fue amebiasis por Entamoeba
Histolytica.

REVISIÓN

La amibiasis se define como la infección producida por Entamoeba histolytica, parásito


protozoo cosmopolita incluido tradicionalmente en el Phylum Sarcomastigophora. Según
estimaciones, el 10% de la población mundial sufría la infección y constituía una de las
principales diez causas de muerte, en México y otros países.1
La transmisión de la enfermedad es por vía fecal-oral o bien de forma indirecta, mediante
el agua de bebida o ingesta de alimentos contaminados.
Existen siete especies diferentes de amebas que pueden parasitar la boca y el tracto
intestinal humano: E. histolytica, E. gingivalis, E. harmanni, E. coli, Iodamoeba bütschlii,
Diantamoeba fragilis y Endolimax nana. De ellas, sólo algunas cepas de E. histolytica se
han mostrado patógenas y se encuentran en el colon del hombre en dos formas: el
trofozoíto o forma móvil, que es la forma invasiva, y el quiste, que es la forma infectante.
Los trofozoítos miden entre 20 y 50 µm, tienen mo tilidad orientable, presentan ectoplasma
claro y bien delimitado, con delgados pseudópodos digitiformes y endoplasma granuloso,
con un núcleo excéntrico y cariosoma central y puntiforme. Habitan en el lumen, la pared o
en ambos lugares del colon. Se multiplican por fisión binaria, crecen mejor en condiciones
anaerobias y necesitan la presencia de bacterias o sustratos tisulares para su nutrición.
Ante la presencia de diarrea, los trofozoítos salen en el contenido fecal, frecuentemente
con eritrocitos fagocitados, signo patognomónico de amebiasis.
la amebiasis intestinal se caracteriza clásicamente por disentería y dolor abdominal.
También puede ocurrir diarreas acuosas
Las lesiones más típicas de la amebiasis intestinal son las úlceras, que consisten en la
pérdida de sustancia de la mucosa, cubiertas por exudado amarillento central, que está
sobre una zona socavada de necrosis, que es más extensa en la submucosa y en la
muscular, produciendo una lesión típica en forma de «cuello de botella» o en «botón de
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camisa». En estas lesiones hay escasa reacción inflamatoria aguda y la mucosa entre las
úlceras es normal.2
El colon ascendente es la región del intestino grueso más afectada. La colitis grave se
manifiesta con disentería severa, dolor abdominal y raramente fiebre. La colitis necrotizante
extensa es a menudo fatal. Los grupos con mayor riesgo de tener una evolución grave son
los niños, ancianos, desnutridos y los pacientes que reciben terapia con corticoides. Las
complicaciones incluyen estrechez u obstrucción intestinal, fístula recto vaginal, ameboma,
megacolon tóxico, ulceración perianal y perforación intestinal con peritonitis, shock y
deceso.
Se ha descrito la amebiasis intestinal crónica con diarrea y dolor abdominal intermitentes
y períodos de constipación.
La expresión clínica extraintestinal más frecuente es el AHA debido a la diseminación
hematógena de las amebas desde el colon al hígado vía la vena porta lo que explica la
mayor frecuencia del absceso en el lóbulo derecho del órgano. En la mayoría de estos
casos, no se detecta infección intestinal concomitante. Los adultos jóvenes son los más
afectados y la afección se puede presentar incluso a los meses o años después de la
exposición al parásito.
El cuadro clínico se caracteriza por fiebre, escalofríos, sudor, dolor abdominal y
hepatomegalia sensible a la palpación. Puede haber tos y estertores en la base del pulmón
derecho. La ictericia es inusual. Los síntomas son generalmente agudos, pero pueden ser
crónicos acompañados de anorexia y pérdida de peso. Las complicaciones incluyen
infección bacteriana, ruptura del absceso hacia la cavidad pleural, pericardial y peritoneal,
shock séptico y muerte. Pueden ocurrir, raramente, metástasis amebianas hacia otros
órganos.3
La amebiasis no disentérica puede confundirse con el síndrome de intestino irritable, la
enteritis regional o la diverticulitis. Un tumor en el hipocondrio derecho también puede
confundirse con un cáncer, la tuberculosis, la actinomicosis o el linfoma.

La disentería amebiana puede diagnosticarse erróneamente como shigelosis,


salmonelosis, esquistosomiasis o una colitis ulcerosa. En la disentería amebiana, las
deposiciones suelen ser menos frecuentes y menos acuosas que en la disentería bacilar.
Las heces contienen en general moco e hilos de sangre. A diferencia de lo observado en
la shigelosis, la salmonelosis y la colitis ulcerosa, las heces de la colitis amebiana no
contienen grandes cantidades de leucocitos, porque los trofozoítos los destruyen.
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La amebiasis hepática y el absceso amebiano deben distinguirse de otras infecciones y


tumores hepáticos.

El diagnóstico de amebiasis se confirma al hallar trofozoítos amebianos o quistes en las


heces o los tejidos; no obstante, la E. histolytica patógena tiene características morfológicas
indistinguibles de las especies no patógenas E. dispar y E. moshkovskii. Se han
desarrollado ensayos de detección de DNA específicos para E. histolytica.5

Para el diagnóstico, el examen microscópico de las muestras fecales es poco sensible


debido a que los protozoos no suelen distribuirse en la muestra de forma homogénea, y los
parásitos se concentran en las úlceras intestinales y en los márgenes de los abscesos. Las
pruebas serológicas específicas, junto con el examen microscópico del material del
absceso, pueden confirmar el diagnóstico.4

Las pruebas serológicas son positivas en alrededor del 95% de los pacientes con absceso
hepático amebiano, en >70% de los que tienen infección intestinal activa y en el 10% de
los portadores asintomáticos. El enzimo inmunoensayo (EIA) es la técnica empleada con
mayor frecuencia. Los títulos de anticuerpos pueden confirmar la infección por E.
histolytica, pero pueden persistir varios meses o años, lo que impide la diferenciación entre
la infección aguda y pasada en los residentes de áreas con prevalencia elevada de la
infección. Por lo tanto, las pruebas serológicas son útiles cuando se considera menos
probable una infección previa (p. ej., los viajeros a zonas endémicas).

Se recomienda tratar todos los casos de infección con E. histolytica. Cuando no es posible
diferenciar esta ameba de otras morfológicamente iguales, se recomienda no tratar a los
casos asintomático. La selección de la droga y su vía de administración, se basa en la
localización de los trofozoítos en la luz o pared intestinal o en tejidos extraintestinales. Otros
factores a considerar son: la edad, severidad clínica, presencia de otros parásitos
intestinales o condiciones mórbidas, disponibilidad de los fármacos, eficacia clínica y
parasitológica de las drogas, efectos colaterales y la existencia de embarazo.

Tratamiento de la amebiasis intestinal asintomática: La paramomicina se administra a dosis


de 30 mg/kg, divididos en tres dosis, durante 10 días, El furoato de diloxanida se prescribe
a dosis de 500 mg t.i.d. durante 10 días y la dicloroacetamida (teclozan) se administra,
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durante 5 días, a dosis de 500 mgb.i.d., para un total de 1.500 mg en un día, para adultos
y niños > 8 años; de 50 mg t.i.d. para niños de 3 a 8 años y de 25 mg t.i.d. para niños de 1
a 3 años.3

La amebiasis aguda fulminante se trata con metronidazol, seguido de yodoquinol, furoato


de diloxanida o paromomicina.4
En la actualidad el fármaco de elección es el metronidazol, tanto para la amebiasis invasora
como para la amebiasis luminal. Es altamente eficaz contra los trofozoítos y tiene baja
toxicidad; sin embargo, no debe ser aconsejado en mujeres embarazadas durante el primer
trimestre por sus efectos teratogénicos demostrados en animales. En la amebiasis
intestinal se debe prescribir en dosis de 750 mg tres veces al día durante siete o diez días
en adultos y 50 mg/kg de peso y día tres veces al día durante diez días en niños.2

DISCUSIÓN

El análisis del caso presentado muestra un paciente de con una franca invasión en
el colon por E. histolytica las cuales fueron detectadas mediante un y por medio de una
biopsia en la región donde se encuentran una serie de ulceras con la presencia de
trofozoitos y glóbulos rojos fagocitados, lo que nos permite establecer un diagnóstico de
amebiasis.
Como ya sabemos, la enfermedad causada por E. histolytica comienza debido a la
adherencia de este parásito a las células intestinales.
Se denomina amebiasis a la infección producida por el parásito protozoario E.
histolytica esta puede ser automática o asintomática. Aunque es gracias a la sintomatología
que podemos sospechar esta infección4. En este caso el paciente presentó diversos
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síntomas característicos de la amebiasis durante 3 días es por ello que es el diagnostico


más certero. La diarrea sin disentería es la manifestación clínica más común de la infección
cuando se presenta de forma sintomática.
Se estima que la amebiasis presenta aproximadamente 34 a 50 millones de casos
sintomáticos en todo el mundo cada año. Un estudio en México, mediante pruebas
serológicas demostró que el 8.4 % de la población ya contaba con anticuerpos para E.
histolytica. En países desarrollados, la infección es más frecuente en viajeros o emigrantes
de países endémicos, personas institucionalizadas y en personas infectadas con el virus
del VIH.4

CONCLUSIÓN

El caso presentó deja muchos aprendizajes que pueden ser utilizados para la práctica
clínica y sobre todo para que la comunidad médica tenga acceso a la información revisada,
ya que el caso clínico integra datos de suma importancia para el diagnóstico oportuno de
la amebiasis, cuadro que cuenta con una elevada prevalencia a nivel mundial. Así mismo
se resalta la importancia de la integración de datos mediante la historia clínica y la
exploración física para el diagnóstico de la enfermedad que permite poder determinar el
estado de avance de la enfermedad y tener un tratamiento oportuno en el paciente.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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1. facmed. unam [ internet]. México; [actualizado13 febrero 2017; citado 6 de mayo


2018]. Disponible en:
http://www.facmed.unam.mx/deptos/microbiologia/parasitologia/amibiasis.html
2. Fleta Zaragozanoa, O. Bueno Lozanoa, M. Bueno Lozano. Amebiasis intestinal y
absceso hepático amebiano. [ Internet]. vol.36 3nd ed. España: elservier; 2000
[actualizado 11 sep 2011; citado 6 mayo 2018]. Disponible en:
http://www.elsevier.es/es-revista-medicina-integral-63-articulo-amebiasis-intestinal-
absceso-hepatico-amebiano-15325
3. Leonor C.B. Amebiasis: aspectos clínicos, terapéuticos y de diagnóstico de la
infección. Rev.med [Internet].2013 [citado 6 May 2018];141(1):3-5. Disponible en:
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-
98872013000500009
4. Murray P., Rosenthal K. y Pfaller M. Microbiología Médica. 7ma ed. España: Elsevier;
2014. p. 745-748.
5. Msdmanuals.com [internet]. U.S: manuals;2011 [actualizado 12 feb 2015; citado 6
May 2018]. Disponible en:
https://www.msdmanuals.com/es-mx/professional/enfermedades-
infecciosas/protozoos-intestinales/amebiasis#v1015572_es

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