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UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA

CURSO: Agrometereología y Climatología

DOCENTE: Chiroque Roberto

ALUMNA: Gómez Julca Yexy Azucena

CICLO: VI

FACULTAD: Agronomía

TEMA:
• El clima y rendimiento en los cultivos
• Factores climáticos versus cultivos y su rendimiento
• Cálculo de rendimiento teniendo en cuenta factores
climáticos

PIURA, 7 DE FEBRERO DEL 2018


INTRODUCCIÓN

Uno de los objetivos de la agro climatología es analizar las interacciones del sistema atmosfera
planta-agua-suelo, así como detectar y definir los factores del clima que limitan la producción
agropecuaria también lo es la predicción del rendimiento de los cultivos y los posibles futuros
comportamientos de las variables que pueden afectar positiva o negativamente a la planta,
dando así una herramienta a los agricultores para la toma de decisiones en las diferentes etapas
del cultivo y evitar pérdidas en su producción.
CAMBIO CLIMÁTICO Y AGRICULTURA

Fig.1 El cambio climático y la agricultura son procesos relacionados entre sí que tienen
escala mundial.

Se prevé que el calentamiento global tenga un impacto significativo que afectará la agricultura,
la temperatura, el dióxido de carbono, el deshielo, las precipitaciones y la interacción entre
estos elementos; los cuales determinan la capacidad de carga de la biosfera para producir
suficiente alimento para todos los seres vivos. Las consecuencias resultantes del cambio
climático y de la agricultura dependerán, a nivel general, del balance de estos efectos. El estudio
de estos fenómenos podría ayudar a anticipar y adaptar adecuadamente el sector agrícola para
así maximizar su productividad.

A su vez, se ha visto que la agricultura también puede producir efectos significativos en el


clima, principalmente por la producción y liberación de gases de efecto invernadero como
dióxido de carbono, metano y óxido nítrico; por la alteración de la superficie del planeta, la
cual pierde su capacidad de absorber o reflejar calor y luz, así como por el forzante radiativo.
La deforestación y la desertificación, además de los combustibles fósiles, son las mayores
fuentes antropogénicas de dióxido de carbono. La agricultura en sí es el principal contribuyente
en incrementar las concentraciones de metano y óxido nítrico en la atmósfera del planeta.
FACTORES CLIMÁTICOS Y AMBIENTALES
Los factores climáticos incluyen la lluvia, el agua, la luz, la temperatura, la humedad relativa,
el aire y el viento. También existen componentes abióticos incluyendo la topografía y el suelo
que también influyen el ambiente.

 Agua de lluvia: es la forma más común de precipitación. Es la caída de agua en gotas


sobre la superficie de la Tierra desde las nubes. Otras formas de precipitación son lluvia
helada, aguanieve o hielo granulado, nevadas y el granizo. La cantidad y regularidad
de las precipitaciones varían con la ubicación y el clima, afectan la vegetación y el
confort interior de una edificación.
 Luz. La luz es un factor climático esencial para la vida humana. La luz es una porción
de la radiación solar, o del espectro electromagnético. La luz es una forma de energía
cinética que proviene del sol en pequeñas partículas.
 Temperatura. El grado de frialdad o calor de una sustancia es llamada temperatura. A
menudo se expresa en grados Celsius o centígrados. Este factor climático influencia
desde la ubicación de la edificación, la forma de la vivienda, la orientación de la misma,
así como la vegetación y el tipo de paisaje circundante. Niveles elevados o demasiado
bajos de temperatura condicionarán la construcción de la edificación, los materiales, la
orientación, la refrigeración interna.
 Aire. El aire es una mixtura de gases en la atmósfera. El 75% del aire viene de la
tropósfera la capa más interna de la atmósfera que se extiende unos 17 km de altura
sobre el nivel del mar en el ecuador y alrededor de 8 km en los polos. El oxígeno y el
dióxido de carbono en el aire son de particular importancia para la vida humana y de la
vegetación. El oxígeno es esencial en la respiración para la producción de energía que
se utiliza en diversos procesos de crecimiento y desarrollo. El dióxido de carbono es
una materia prima en la fotosíntesis de las plantas. La composición de este factor
climático es susceptible de variación. Recientemente, ha habido una alerta elevada
sobre el aumento de dióxido de carbono en la atmósfera.
 Humedad relativa. La cantidad de vapor de agua que puede contener el aire depende
de su temperatura; el aire caliente tiene la capacidad de contener más vapor de agua que
el aire frío. Es la cantidad de vapor de agua en el aire, expresada como la proporción
(en porcentaje) de la cantidad máxima de vapor de agua que puede contener a cierta
temperatura. Por ejemplo, un aire que tiene una humedad relativa de 60% a 27 C de
temperatura significa que cada kilogramo de aire contiene 60% de la cantidad máxima
de agua que puede llevar a esa temperatura (Miller 2001). La humedad afecta los
materiales de una construcción como la madera.
 Viento. El movimiento del aire o el viento se debe a la existencia de presión
gradiente en una escala global o local causada por las diferencias en el calentamiento.
A escala mundial que consiste en el flujo de corriente en chorro y movimiento de
grandes masas de aire. En la escala local solamente una menor cantidad de aire se
mueve. Los vientos superficiales son más bajos y menos turbulento por la noche debido
a la ausencia de calefacción solar (Eagleman 1985).
Cuando el aire que está cerca del suelo se enfría, se contrae y la presión se eleva; cuando
se calienta, se expande y pierde presión. El aire frío y caliente se produce en la
proximidad, tal como sobre un lago y su orilla adyacente, los flujos de frío a la dirección
del aire caliente o de alta a la zona de baja presión para corregir el desequilibrio de
presión. Esto también ocurre en Asia tropical, pero de una manera más grande y más
complejo, ya que los vientos del monzón.

El clima es el factor ambiental más importante que tiene un rol efectivo en el diseño de un
edificio o urbanización. El diseño climático de un edificio es la mejor forma de reducir los
costos de calefacción o enfriamiento del edificio y usar las energías naturales para el confort
del edificio. Para lograr esto es necesario tener en cuenta los factores climáticos como la
humedad, la velocidad del viento, las horas de sol, la temperatura tanto a nivel mensual como
anual.

LOS IMPACTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL SECTOR AGRÍCOLA


Conociendo los impactos del Cambio climático de los efectos físicos y atmosféricos
investigados por la comunidad científica, es preciso aquí mencionar cuales son los efectos
directos sobre los cultivos y plantas en base a los escenarios climáticos que proyectan
modificaciones en los patrones de precipitación y de temperatura del aire.

En términos generales, los rendimientos de muchos cultivos, podrían disminuir


significativamente por las mayores temperaturas, como consecuencia, por ejemplo, del estrés
térmico e hídrico, del acortamiento de la estación de crecimiento y de la mayor presencia de
plagas y enfermedades. Las producciones animales también se verían afectadas, por el impacto
del cambio climático en la productividad de las pasturas y forrajes y según sus requerimientos
específicos. (PROCISUR).
Una de las actividades económicas sobre la que más se resentirán los efectos del calentamiento
global es la agricultura. Adams y otros (1988) destacan entre los efectos principales: la
modificación en los cultivos debido a un incremento atmosférico en la concentración de CO2;
mayor probabilidad de un incremento en la población de plagas, y ajustes en las demandas y
ofertas de agua para irrigación. Como resultado se espera que la productividad de algunos
cultivos importantes disminuya. (CEPAL, Costa Rica, 2010).

Los efectos directos sobre los procesos fisiológicos en las plantas, debido al aumento en la
concentración de CO2, han sido demostrados y sus consecuencias sobre el crecimiento,
desarrollo y producción vegetal han sido evaluadas con diferentes modelos (Rabbinge et
al.,1993).

EFECTOS EN LA AGRICULTURA POR LA CONCENTRACIÓN DE CO2 Y AUMENTO


DE TEMPERATURA DEL AIRE

Según Tubielo un incremento en el Dióxido de Carbono elevaría la tasa fotosintética de las


plantas y por consiguiente incrementaría el rendimiento. El incremento directo de la tasa de
fotosíntesis de las plantas C3 (trigo, arroz, papa, soya, frijol) resulta de dos propiedades de la
enzima Rubisco (ribulosa 1,5-difosfato carboxylasa) que fija el CO2 en esos cultivos. La
enzima no se satura con la concentración actual de CO2, por lo que un incremento en su
concentración incrementará la velocidad de carboxylación (fijación de CO2) y la fotosíntesis
neta (Long et al.,2005). Además, el CO2 es un inhibidor competitivo de la reacción de
oxigenación, la cual conduce a la foto respiración, ésta comúnmente libera 20 a 40% de los
productos de la fotosíntesis como CO2.

Altas temperaturas del aire pueden detener la fotosíntesis, evitar la fertilización de los óvulos
de las plantas e inducir a una deshidratación; en las plantas C3 la tasa máxima de fotosíntesis
está entre temperaturas de 20 y 32°C, a temperaturas superiores la tasa muestra una declinación
y al alcanzar los 40°C, cesa enteramente, a esta temperatura la planta se encuentra en shock
térmico, buscando la manera de subsistir (Brown, 2003).

De otra parte el periodo más vulnerable del ciclo fenológico es cuando ocurre la fertilización;
el Instituto Internacional de Investigación del Arroz de México reporta que la fertilidad del
arroz cae de 100% a 0% de 34% a 40°C; en el caso del maíz cuando hay temperaturas mayores
de 36°C se presenta reducción en la viabilidad del polen.
Salazar & Mejía indican que según (Peng et. al. (2004) para el cultivo del arroz para el cual se
ha determinado que durante la floración un aumento de un grado centígrado en la temperatura
entre 30 y 40°C, reduce la fertilidad y la formación de grano en 10%.

Sin embargo, las consecuencias del enriquecimiento de CO2 y el aumento de la temperatura


son positivas solamente bajo condiciones óptimas de crecimiento y considerando que la
mayoría de los cultivos raramente se encuentran bajo condiciones óptimas de crecimiento, los
beneficios por el enriquecimiento de CO2 y aumento en la temperatura son mínimos (Rabbinge
et al., 1993).

Tubielo et al. (2000) concluyeron que el incremento en la temperatura del aire, ocasionaría un
aumento en la tasa de desarrollo fenológico, reduciendo el periodo de desarrollo y crecimiento
que a su vez reduciría el rendimiento total del cultivo.

El cambio climático también ocasionará la reducción de las interacciones ecológicas del tipo
mutualista entre las plantas y los polinizadores naturales, debido a los posibles cambios
fenológicos ocasionados por la concentración de CO2 en la atmósfera. Estas alteraciones en
los ciclos fenológicos disminuirían los recursos florales disponibles para las especies
polinizadoras entre un 17 y un 50%. La reducción de la coincidencia temporal entre plantas y
polinizadores, no sólo causará la reducción en la dieta disponible de los insectos polinizadores,
sino que originará tanto su extinción como la de diversas especies vegetales (Memmott et al,
2007).

De otra parte, se calcula que sólo el 17% de los fertilizantes nitrogenados producidos en 2005
fueron asimilados por los cultivos, dispersándose el resto por los ecosistemas y provocando
grandes problemas de contaminación y de emisiones (Erisman, JW., et al. (2008).

Recientemente se planteó que los cálculos del IPCC de emisiones de N2O


de la agricultura podrían estar infravalorados de forma importante, habiendo subestimado unas
3-5 veces las emisiones de N2O procedentes de los cultivos. De resultar cierto este dato, el
impacto de la agricultura industrial sobre el cambio climático sería mucho mayor (Crutzen,
P.J., et al. (2007).

Otros efectos en la agricultura por cambio climático según la FAO2:


 Sería menos previsible el clima en general, lo que complicaría la planificación de las
actividades agrícolas.
 Podría aumentar la variabilidad del clima, ejerciendo más presión en los sistemas
agrícolas frágiles.
 Los extremos climáticos –que son casi imposibles de prever- podrían hacerse más
frecuentes.
 Aumentaría el nivel del mar, lo que sería una amenaza para la valiosa agricultura de las
costas, en particular en las islas pequeñas de tierras bajas.
 La diversidad biológica se reduciría en algunas de las zonas ecológicas más frágiles,
como los manglares y las selvas tropicales.
 Las zonas climáticas y agroecológicas se modificarían, obligando a los agricultores a
adaptarse, y poniendo en peligro la vegetación y la fauna.
 Empeoraría el actual desequilibrio que hay en la producción de alimentos entre las
regiones templadas y frías y las tropicales y subtropicales.
 Se modificaría espectacularmente la distribución y cantidades de pescado y de otros
productos del mar, creando un caos en las actividades pesqueras establecidas de los
países.
 Avanzarían plagas y enfermedades portadas por vectores hacia zonas donde antes no
existían.

Varios autores coinciden en que los efectos del CC pueden ser más graves especialmente para
las economías campesinas o para los agricultores de subsistencia ubicados en ambientes
frágiles que por lo general se ubican en países en vías de desarrollo, donde se esperan grandes
cambios en productividad. Hay preocupación por áreas donde la agricultura de subsistencia
es la norma, porque la disminución de tan solo una tonelada de productividad podría llevar a
grandes desequilibrios en la vida rural (Jones y Thornton 2003).

Respecto a las tendencias en los escenarios de cambio climático un estudio global (Parry et
al.,2004) indica que bajo el escenario de mayor calentamiento (HadCM3 SRES A1 F1) y si los
efectos del CO2 no son considerados, los cereales podrían reducir hasta un 30% de su
productividad en el 2080. Sin embargo, si se incluyen los efectos del CO2, los cambios de
rendimientos podrían variar entre reducciones del 30% en México e incrementos del 5% en
Argentina.

Otro estudio (Jones y Thornton, 2003) indica que los pequeños productores de maíz podrían
esperar reducciones promedio del rendimiento del orden del 10 %, con fuertes variaciones
regionales. Otro impacto negativo del cambio climático, en este caso sobre el cultivo del café,
sería la disminución de las zonas aptas para su cultivo en Brasil. Por su parte, la productividad
de las pasturas en zonas templadas (región pampeana de Argentina y Uruguay) se incrementaría
entre un 1 y un 9% (Giménez, 2006).

De un modo general, los estudios específicos por país y por cultivo muestran importantes
diferencias en las predicciones, asociadas a los MCG, o escenarios incrementales utilizados, el
período y el escenario socioeconómico considerado, la inclusión del efecto CO2 y la localidad.
Otras incertidumbres derivan de la inexactitud de los modelos y de procesos no modelados. A
pesar de la variabilidad de las proyecciones de rendimiento, aparecen comportamientos

EFECTO DE LA VARIABILIDAD CLIMÁTICA EN LA PRODUCCIÓN DE CULTIVOS


El fenómeno El Niño – Oscilación del Sur (ENOS), es actualmente la principal fuente conocida
de la variabilidad climática, a escala estacional e interanual y con impacto mundial.
Destacándose las anomalías climáticas extremas relacionadas con la fase cálida (El Niño) y la
fase fría (La Niña) que presentan un patrón coherente de persistencia (12 a 18 meses). (Cunha,
et al 31 2001). El ENOS, es el resultado de una interacción océano atmósfera, en la cual la
variación de la temperatura del agua, en la parte central y junto a la costa oeste de América del
Sur, en asociación con los campos de presión (representados por el Índice de Oscilación del
Sur) alteran el patrón de circulación general de la atmósfera y así influencian en el clima global.

En un estudio del impacto del Niño en arroz en Uruguay (Roel y Baethgen, 2005) encontraron
una asociación importante entre las fases ENOS y los niveles de producción arrocera. En las
campañas agrícolas catalogadas como Niña se presentaron condiciones que favorecieron la
obtención de buenos rendimientos de arroz y lo inverso en condiciones Niño. En los años
Neutro (que son los que ocurren con mayor frecuencia) los niveles de producción varían
mucho, pudiendo ser muy bajos, medios o excelentes. Asimismo, concluyeron que para los
cultivos de secano los años Niño son beneficiosos por una disminución en la frecuencia de
déficits hídricos estivales, mientras que para cultivos bajo riego los años Niña son los más
favorables. Asimismo, si bien durante las campañas agrícolas categorizadas como Niña existen
mejores condiciones para la obtención de altos niveles productivos, la acumulación de varios
meses con escasas o precipitaciones nulas pueden provocar problemas en la producción.
EL CLIMA EN LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA
Para calcular funciones que permitan mejorar la gestión y disminuir los riesgos de producción,
se requiere para los diversos cultivos conocer los diferentes parámetros climatológicos:
temperatura,

humedad relativa, presión atmosférica, pluviometría, velocidad y dirección del viento y


radiación solar. Conocer estos datos meteorológicos es de vital importancia en la planificación
de actividades agrícolas.

La disponibilidad de un historial de datos abundante, fiable y permanente permitirá aplicar


herramientas para la toma de decisiones que beneficiarán significativamente a la comunidad
agrícola, creando sistemas ambientalmente sostenibles en el tiempo.

Los datos agro meteorológicos pueden ser aplicados en estudios, tales como adaptación de los
cultivos a las condiciones ambientales, la zonificación de los cultivos, influencia del tiempo en
las cosechas y el rendimiento, las enfermedades y plagas de los cultivos agrícolas, la influencia
de los factores y elementos del clima sobre fenología de los cultivos, así como el control y
prevención eficiente de los daños causados por eventos meteorológicos extremos.

IMPACTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO

Los impactos del cambio climático en la agricultura y el bienestar humano incluyen: 1) los
efectos biológicos en el rendimiento de los cultivos; 2) las consecuencias del impacto sobre los
resultados, incluyendo precios, producción y consumo; y 3) los impactos sobre el consumo per
cápita de calorías y la malnutrición infantil. Los efectos biofísicos del cambio climático sobre
la agricultura inducen cambios en la producción y precios, que se manifiestan en el sistema
económico a medida que los agricultores y otros participantes del mercado realizan ajustes de
forma autónoma, modificando sus combinaciones de cultivos, uso de insumos, nivel de
producción, demanda de alimentos, consumo de alimentos y comercio.
LOS EFECTOS BIOLÓGICOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LOS RENDIMIENTOS

El aumento de las temperaturas y el cambio en los regímenes pluviales tienen efectos directos
sobre el rendimiento de los cultivos, así como efectos indirectos a través de los cambios en la
disponibilidad de agua de riego.

Efectos directos sobre el rendimiento: cultivos de secano y bajo riego

El cuadro 1 muestra los efectos biológicos directos de ambos escenarios de cambio climático
sobre el rendimiento de cultivos modelado directamente con DSSAT para cultivos de secano y
bajo riego en países en vías de desarrollo y desarrollados, con y sin consideración del efecto
fertilización por CO2 (CF y No CF). Estos resultados se logran simulando la “producción” de
cada cultivo alrededor del mundo a intervalos de 0,5 grados con el clima imperante en el 2000,
y simulando de nuevo con los valores del escenario de 2050, calculando por último la relación
entre ambos resultados. En otras palabras, no se incluyen los ajustes económicos. Los cambios
en el rendimiento de los cultivos de secano son inducidos por los cambios en el régimen de
lluvias y la temperatura; los efectos en el rendimiento de los cultivos de riego sólo consideran
los cambios de temperatura.

En los países en vías de desarrollo, predominan las reducciones en el rendimiento para la


mayoría de cultivos sin considerar el efecto fertilización por CO2. El trigo y el arroz bajo riego
se ven especialmente afectados. En promedio, los rendimientos en los países desarrollados se
ven menos afectados que en los países en vías de desarrollo.

Para unos pocos cultivos, el cambio climático resulta incluso en aumentos en el rendimiento
en países desarrollados. En el cálculo de estas proyecciones, la región de Asia Oriental y el
Pacífico combinan tanto a China, donde el clima es mayormente templado, como al Sudeste
Asiático, que es tropical. Los efectos diferenciados del cambio climático en estas dos zonas
climáticas quedan sin revelar. En China, algunos cultivos presentan perspectivas
razonablemente buenas debido a que el aumento futuro de las temperaturas resulta propicio en
lugares donde actualmente las mismas se hallan muy por debajo de la temperatura óptima para
el cultivo. Los rendimientos de cultivos importantes en el Sudeste Asiático disminuyen
sustancialmente en ambos escenarios a menos que el efecto fertilización por CO2 sea efectivo
en los campos agrícolas. Asia Meridional resulta particularmente castigada por el cambio
climático. Para casi todos los cultivos, esta es la región con la mayor reducción en rendimientos.
Al considerar el efecto fertilización por CO2, tales reducciones son menores, y en muchos
lugares se da cierto aumento en los rendimientos en relación con los datos de 2000; no obstante,
para el maíz de secano y para el trigo, tanto de secano como bajo riego, se observan aún áreas
sustanciales en donde los rendimientos disminuyen. En el África Sub-Sahariana se dan
resultados mixtos, con pequeños aumentos o disminuciones en los rendimientos del maíz y
grandes efectos negativos en el trigo de secano. América Latina y el Caribe también presentan
efectos mixtos en el rendimiento, con algunos ligeros aumentos o disminuciones para ciertos
cultivos.

Efectos indirectos: cultivos bajo riego

El cambio climático tendrá un impacto directo en la disponibilidad de agua para los cultivos
bajo riego. El agua interna renovable es el agua que proviene de las precipitaciones. Ambos
escenarios climáticos predicen mayores precipitaciones sobre la superficie terrena que sin
cambio climático. En el escenario NCAR, todas las regiones experimentan un aumento del
agua interna renovable. En el escenario CSIRO, el aumento promedio del agua interna
renovable es menor que en NCAR, y las regiones del Medio Oriente, Norte de África y África
Sub-sahariana sufren reducciones de alrededor del 4 por ciento.

Además de los cambios en las precipitaciones, el aumento de temperaturas inducido por el


cambio climático también causa un incremento de los requerimientos hídricos de los cultivos.
La relación entre el consumo de agua y los requerimientos hídricos del cultivo se denomina
confiabilidad del abastecimiento de agua de riego. Mientras menor sea dicha relación, mayor
será el stress hídrico en los rendimientos de los cultivos bajo riego. Dentro del grupo de países
en vías de desarrollo, la confiabilidad del abastecimiento de agua de riego mejora en el
escenario NCAR y empeora en el escenario CSIRO. No obstante, la diferenciación regional de
los efectos del cambio climático es importante. La confiabilidad del abastecimiento de agua de
riego mejora ligeramente tanto en América Latina y el Caribe como en el Medio Oriente y
Norte de África, pero empeora ligeramente en África Sub-sahariana en ambos escenarios. Para
Asia Oriental y el Pacífico, así como para Asia Meridional, la confiabilidad aumenta en el
escenario NCAR, pero disminuye en el escenario CSIRO.

La disminución en los rendimientos de los cultivos bajo riego debida al stress hídrico se estima
directamente en el componente hidrológico del modelo IMPACT, tomando en cuenta el
aumento en la demanda de agua tanto agrícola como extra-agrícola. Como es de esperar, los
menores rendimientos de los cultivos bajo riego debido al stress hídrico son relativamente
mayores en el escenario CSIRO que en el escenario NCAR. Por ejemplo, en Asia Oriental y el
Pacífico, sin cambio climático, el efecto conjunto del crecimiento de la demanda no agrícola y
del aumento del área bajo riego se traduce en una disminución promedio de 4,8 por ciento en
los rendimientos del arroz bajo riego. En el escenario NCAR, esa disminución es de sólo 1,2
por ciento. Sin embargo, en el escenario más seco de CSIRO, la pérdida en el rendimiento de
los cultivos bajo riego debida al stress hídrico es de 6,7 por ciento. En Asia Oriental y el
Pacífico, las pérdidas en los rendimientos del arroz, trigo y maíz bajo riego son grandes en el
escenario CSIRO.
El rendimiento de todos los cultivos bajo riego en Asia Meridional experimenta grandes
disminuciones en ambos escenarios. En África Sub-sahariana, los rendimientos del maíz son
menores en ambos escenarios, pero los efectos según el modelo CSIRO son particularmente
fuertes. Los rendimientos en América Latina y el Caribe quedan relativamente sin afectar,
debido en parte a la pequeña cantidad de producción bajo riego en esa región.
BIBLIOGRAFÍA

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• http://www.ideam.gov.co/documents/21021/21138/Rendimiento+de+cultivos+en+EC
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• http://www.redalyc.org/pdf/1930/193022270013.pdf
• https://www.arkiplus.com/factores-climaticos-y-ambientales

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