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CARRERA DE DERECHO
“FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA LA PROTECCIÓN PENAL DEL
PATRIMONIO A TRAVÉS DEL DELITO DE RECEPTACIÓN, CUANDO EL
BIEN TENGA PROCEDENCIA DE UNA INFRACCIÓN A LA LEY PENAL”
Abogada
Autor:
Asesor:
Mg. Cs. Juan Carlos Tello Villanueva
Cajamarca- Perú
2016
“FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA LA PROTECCIÓN PENAL DEL PATRIMONIO A TRAVÉS DEL DELITO
DE RECEPTACIÓN, CUANDO EL BIEN TENGA PROCEDENCIA DE UNA INFRACCIÓN A LA LEY PENAL”
APROBACIÓN DE LA TESIS
El (La) asesor(a) y los miembros del jurado evaluador asignados, APRUEBAN la tesis
desarrollada por el (la) Bachiller Alicia Yesenia Abanto Silva, denominada:
____________________________
Juan Carlos Tello Villanueva
ASESOR
____________________________
Mario Lohonel Abanto Quevedo
JURADO
Presidente
____________________________
Germán Dávila Gabriel
JURADO
____________________________
Ana Cecilia Urteaga Valera
JURADO
DEDICATORIA
A mi amada hija, mis queridos padres, mi mamá Rosita y mi papá Octavio, a quienes
debo y dedico todos mis logros.
AGRADECIMIENTO
Mi eterna gratitud a mis padres, mi mamá Rosita y mi papá Octavio, por su constante
apoyo y sus valiosos consejos, que motivaron la culminación de este trabajo.
INDICE DE CONTENIDOS
DEDICATORIA ........................................................................................... 3
AGRADECIMIENTO .................................................................................... 4
RESUMEN ................................................................................................. 7
ABSTRACT ............................................................................................... 8
CONCLUSIONES ...................................................................................... 52
RECOMENDACIONES............................................................................... 54
REFERENCIAS ........................................................................................ 56
ANEXOS ................................................................................................. 59
RESUMEN
El Art. 194 del Código Penal describe a la receptación como un delito que pretende proteger
al patrimonio, indicando taxativamente las acciones materiales por las cuales se configurará
que, en palabras sencillas, se trata de la adquisición de bienes provenientes de un delito
anterior con el conocimiento o presunción de dicha procedencia delictiva. Esto da lugar a que
se interprete como una vulneración del patrimonio que parte de un primer delito que lesionó
por primera vez este bien jurídico, llamado delito previo; pero, además, existe el conocimiento
o la presunción por parte del agente, de que el bien provenía de éste.
Sin embargo, la norma deja de lado otras circunstancias por las que pudo lesionarse este bien
jurídico, llamado patrimonio, en un primer momento. Es ahí que nos cuestionamos ¿qué hacer
cuando los bienes adquiridos por los reducidores provienen de otros ilícitos penales como las
infracciones a la ley penal contra el patrimonio? El artículo en mención no indica el tratamiento
que se le debe dar a la receptación cuando el bien materia de éste provenga de una infracción
a la ley penal, por lo que se ha planteado analizar los fundamentos jurídicos para la protección
penal del patrimonio, a través de la receptación cuando el bien tenga dicha procedencia.
La presente investigación tiene como propósito determinar los fundamentos jurídicos para
incorporar al tipo Penal de la Receptación, comprendido en el Artículo 194 del Código Penal
Peruano, la procedencia del bien cuando éste haya sido obtenido de una infracción a la ley
penal, ya que se ha identificado que dicho artículo le otorga sólo carácter delictivo a la
procedencia de éstos, lo cual, pensamos, constituye un vacío legal. Para tal efecto, se ha
realizado un estudio a través de la revisión de fuentes bibliográficas, análisis de éstas y de
argumentos de autores, así como el desarrollo de los conceptos que corresponden a este
delito para su correcta interpretación, y así establecer los fundamentos que sustenten
objetivamente por qué debería considerarse esta circunstancia para garantizar una efectiva
protección del patrimonio
Así también, se ha creído conveniente proponer la correcta tipificación de este delito a manera
de recomendación, considerando la funcionalidad de éste y la importancia de la inserción de
este supuesto de obtención del bien en este artículo, en virtud de la función preventiva y
protectora de la pena y demás argumentos, para garantizar que dicha norma cumpla
efectivamente su finalidad.
Abanto Silva, Alicia Yesenia pág. vii
“FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA LA PROTECCIÓN PENAL DEL PATRIMONIO A TRAVÉS DEL DELITO
DE RECEPTACIÓN, CUANDO EL BIEN TENGA PROCEDENCIA DE UNA INFRACCIÓN A LA LEY PENAL”
ABSTRACT
The Art. 194 the Penal Code describe the reception as a crime that seeks to protect the
heritage, restrictively indicating the material actions which will be set, which in simple words, is
the acquisition of assets from a previous offense with knowledge or presumption that criminal
origin. This leads to interpreted as a breach of the heritage of a first offense injured for the first
time this legally, called prior offense, but also there is knowledge or presumption on the part of
the agent, that good it came from.
However, the rule leaves out other circumstances that could injure this legal right, called
heritage, at first. Hence we question is what to do when the property acquired by the reducers
come from other criminal offenses as violations of criminal law against property? The article in
question, does not indicate the treatment that should be given to the receptation when good
material of this comes from a violation of criminal law, which has been raised to analyze the
legal basis for criminal protection heritage through receptation when the well has this origin.
This research aims to determine the legal basis to incorporate the crime of receiving stolen,
covered by Article 194 of the Peruvian Penal Code, the origin of the well when it has been
obtained from a violation of criminal law, as it has identified that article, gives only a criminal
nature to the origin of these, which we think, is a legal vacuum.
To this end, it has conducted a study through review of literature sources, analysis of these and
arguments of authors, as well as the development of concepts pertaining to this crime to their
correct interpretation, and thus lay the foundations that support should be considered
objectively why this circumstance, to ensure effective protection of heritage
This also has seen fit to propose the correct definition of this crime, as a recommendation,
considering the functionality of this and the importance of the inclusion of this assumption
obtaining well in this article, under the preventive function and protective penalty, and other
arguments to ensure that this rule effective fill its purpose.
Hasta aquí aparentemente no existe problema alguno para interpretar este tipo
penal; no obstante, existe una delimitación que parece insignificante pero que tiene
el carácter decisivo al momento de sancionar la receptación y que radica en una
sola palabra.
Esto es, que en el delito de Receptación tipificado por el Código Penal Peruano,
los bienes que van a adquirirse, recibirse en donación o en prenda o guarda,
“FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA LA PROTECCIÓN PENAL DEL PATRIMONIO A TRAVÉS DEL
DELITO DE RECEPTACIÓN, CUANDO EL BIEN TENGA PROCEDENCIA DE UNA INFRACCIÓN A LA LEY
PENAL”
A decir de Bramot Arias y García Cantinazo (1997), sin la existencia de este delito
previo no es posible la receptación, en virtud de la definición de la conducta,
entendida como la lesión de un bien jurídico ya lesionado. Al respecto, debemos
analizar si la única forma de lesionar a este bien será por medio de un delito, o si
cabe la posibilidad que se lesione de otra forma, como por una infracción penal.
Es por eso que hay que preguntarse ¿qué ocurre en los casos en los que quien
comete el delito fuente es un menor de edad?, ¿cómo se debe proceder?, ¿debe
otorgársele carácter delictivo? No se puede obviar el hecho de que la legislación
peruana considera al hurto cometido por menores de edad como una infracción a la
ley penal, mas no como un hecho delictuoso, y cabe la posibilidad que en materia
de receptación, el bien proceda de una circunstancia como la antes mencionada.
Por todo lo mencionado, podemos inferir que existe una delimitación en este
delito, que podría constituir un problema al momento de sancionar, y que es
necesaria una correcta tipificación del mismo, para evitar que se sigan adquiriendo
y comercializando bienes ajenos, y que sigan existiendo lugares donde se propicie
esto; y, sobre todo, para proteger efectivamente al patrimonio a través del delito de
Receptación.
¿Cuáles son los fundamentos jurídicos por los cuales se debe proteger
penalmente al Patrimonio a través del delito de Receptación, cuando el bien tenga
procedencia de una infracción a la ley penal?
1.3. Justificación
sancionarlo, pudiendo, además, dejar impune esta circunstancia por la que también
pueden obtenerse bienes, que si bien no constituye un hecho delictivo, deviene en
ilícito, y que, a nuestro parecer, constituye un vacío en el tratamiento de la
Receptación por el Código Penal Peruano.
Es por este motivo, ante la ausencia de esta forma ilícita de obtención del bien,
que se busca analizar las razones para la protección penal del delito de receptación
cuando el bien proceda de una infracción penal, de manera tal que se pueda
garantizar una efectiva protección al patrimonio, cumpliendo con esta finalidad a
cabalidad y, consecuentemente, propiciando la disminución de la delincuencia;
sirviendo además, de base a investigaciones futuras.
1.4. Limitaciones
1.5. Objetivos
Objetivo General
Objetivos Específicos
2.1. Antecedentes
Delito
“El objeto material del delito puede ser un bien mueble, fungible y no
fungible, siempre que sean estimables económicamente, en tanto al prever
la norma que los bienes deben tener procedencia delictuosa, su valor
económico será tomado en cuenta en el delito previo para ser considerado
como tal”. (Gálvez & Delgado, 2012)
Para el Dr. Luis Alfredo Alarcón Flores (2011), esta teoría concibe al delito
como la conducta humana reflejada en una acción u omisión, típica,
antijurídica y culpable o responsable, cuya comisión traerá como
consecuencia la aplicación de una sanción reflejada en una pena o medida
de seguridad.
Tipicidad: El tipo es una figura que crea el legislador para hacer una
valoración de determinada conducta delictiva, tiene por función la
individualización de las conductas humanas penalmente relevantes. (Peña &
Almanza, 2010)
Javier Villa Stein clasifica a los tipos del siguiente modo: (i) por la
modalidad de la acción (tipos de resultado y de mera actividad, tipos de
acción y de omisión, tipos de medios determinados y resultativos, tipos de
un acto, de pluralidad de actos y alternativos); (ii) por los sujetos (tipos
comunes y tipos especiales, tipos de mano propia, tipos de autoría y de
participación); y (iii) por el bien jurídico (tipos de lesión y tipos de peligro).
Evolución histórica:
Nuestro Código Penal vigente tipifica este delito teniendo en cuenta fines
de prevención general positiva, pretendiendo frenar la comisión de delitos
futuros, porque el receptador al facilitar el aprovechamiento del bien
sustraído, incentiva los delitos consistentes en la sustracción de bienes
ajenos.
Wálter Delgado Tovar refiere que el delito previo tiene que haberse
cometido efectivamente. Para él, la doctrina apela a la accesoriedad limitada,
entendiendo que basta con que el delito precedente sea un hecho típico o
antijurídico, de forma que en el caso de que el comportamiento sea lícito, la
receptación consecuentemente debe ser también impune. Menciona también
que esta posición ha sido asumida por la Corte Suprema de Justicia en el
Recurso de Nulidad N° 1105-2004- San Martín, en la que ha señalado: “Uno
de los presupuestos para la comisión del delito de receptación es que
previamente se haya cometido un delito anterior contra el patrimonio”; esto
solo comprendería a los delitos de hurto, robo y apropiación ilícita, mas no a
los demás delitos contra el patrimonio como son los delitos de estafa,
extorsión, fraude en la administración de personas jurídicas. Esta postura
puede descartarse estando a la propia estructura del tipo penal de
receptación, porque implica limitar en forma desmedida la aplicación de este
delito, afectando la finalidad político criminal que inspira su regulación.
(Delgado Tovar, 2009)
El bien objeto del delito debe ser el mismo del delito precedente.
Concepto
Indican también:
Por su parte, Rodríguez Devesa (1990), José María, sostiene que “el
fundamento de la receptación como delito autónomo es doble. De un lado, el
receptador promueve con su actividad, de ordinario, la comisión de delitos
contra la propiedad, dando lugar a actos criminales que no se producirían si
el autor no contara con la seguridad de poder obtener el provecho económico
que le garantiza el receptador. De otra parte, se lesiona el derecho de
propiedad, objeto de ataque en el delito precedente, pues no hay que olvidar
que tal derecho permanece incólume salvo cuando la cosa es destruida (…)
Finalmente, un sector de la doctrina afirma que el delito de receptación es
autónomo, en cuanto el autor del mismo es distinto al del delito previo, y
accesorio, en cuanto depende de la realización previa de un delito contra el
patrimonio.
“La creación de este delito no sólo se explica por la lesión del bien jurídico,
sino por una consideración político criminal consistente en el peligro que
encierra el comportamiento del receptador como promoción de futuros delitos
contra los bienes”. (Bajo Fernández, 1990)
creada, encajaría en este tipo penal. Este tipo penal atenta contra la
ubicación de pruebas de la comisión delictiva”. (Reátegui Sánchez, 2009)
Patrimonio
Concepto:
de tutela penal por parte de este delito, como vimos anteriormente, viene a
ser el Patrimonio, por lo que pasaremos a desarrollar el concepto de éste.
a) Concepción Jurídica
Peña Cabrera Freyre menciona que ésta hace alusión a los derechos
subjetivos, es decir, a las posesiones jurídicas que reconoce el
ordenamiento jurídico, con respecto a su titular; lo que es objeto de tutela
son todos aquellos bienes que dimanan del derecho positivo, al margen
de su valorización económica. (Freyre, 2009)
Esta posición combina las dos anteriores, por lo que recae en bienes
que son susceptibles de cuantificación, es decir, que puedan ser
determinables y valuados en dinero.
Está compuesto por los derechos que constituyen el activo, no por las
cosas en sí mismas. Solo los derechos patrimoniales integran el
patrimonio, es decir, aquellos derechos que forman las relaciones
jurídicas de contenido económico y que por ende tienen un valor en
dinero; quedan excluidos los derechos personalísimos y los derechos de
familia. El patrimonio es la garantía común de los acreedores,
cualesquiera sean los bienes que lo compongan, y ésta, es su principal
función. Es un atributo de la persona, solo las personas físicas o jurídicas
pueden contar con patrimonio; el patrimonio tiene las siguientes
características: universalidad, necesidad, unidad, enajenabilidad,
garantía común de los acreedores, transmisión. (Ricci, 2016)
El art. 2312 del Código Civil establece que el conjunto de bienes de una
persona, constituye su patrimonio. Es decir que es el conjunto de
derechos.
Robo.
Hurto.
Extorsión.
Delito de usurpación.
Estafa.
Apropiación indebida.
Delitos societarios.
Delito de receptación.
a) Sujeto Activo
Para Gálvez & Delgado (2012) el sujeto activo puede ser cualquier
persona que reciba de otro el bien que procede de un delito contra el
patrimonio.
b) Sujeto Pasivo
“Es el propietario del bien que constituyó el objeto material del delito
anterior, pudiendo ser una persona física o jurídica”. (García del Río,
2004)
Lo será aquel titular del bien (propietario y/o poseedor legítimo), que
fuese desposeído por obra del hecho punible antecedente, quien ve más
remotas sus posibilidades de recuperar el objeto, al alejarse cada vez más
de su esfera de custodia. (Peña Cabrera Freyre, 2012)
c) Modalidad Típica
El C.P. menciona una serie de conductas que deberá tener el agente, para
ser considerado como tal, las que son:
- Adquirir:
Se equipara con comprar (compra venta, permuta, etc.) Es obtener
un bien a título oneroso a través de cualquier acto jurídico. Es
necesario que opere la tradición si se trata de bienes muebles.
Implica recibir el bien a título oneroso a través de cualquier acto
jurídico.
- Recibir en donación
- Recibir en prenda
agente sea acreedor de una obligación principal del actor del delito
receptación.
Siccha, 2015)
- Guardar
2012)
- Esconder
- Vender
- Ayudar a negociar
“La figura delictiva in examine, recoge dos variantes para dar por
verificado el tipo subjetivo del injusto: primero, cuando el agente tenía
conocimiento que el bien tenía procedencia delictuosa, o cuando debía
presumir dicho origen. (…) El dolo del autor debe cubrir un conocimiento
certero de que los bienes muebles que ingresan a su esfera de custodia, son
de procedencia delictiva, sin necesidad de que ello suponga con exactitud
cuál ha sido el delito cometido, así como sus circunstancias u otros
pormenores. (…) Este delito no exige la presencia de un elemento subjetivo
de naturaleza trascendente, como el ánimo de lucro, que ha sido incluido en
otras legislaciones. Basta solo el dolo”. (Peña Cabrera Freyre, 2012)
El Doctor Luis Alfredo Alarcón Flores (Alarcón Flores, 2011) indica que el
derecho penal “tiene la misión de proteger a la sociedad, castigando las
infracciones cometidas, cuya naturaleza es represiva y cumpliendo esa
misma misión por medio de la prevención de infracciones de posible
comisión futura, por lo que posee naturaleza preventiva”; indicando que
deben concebirse ambas misiones como una unidad.
Ley Fundamental”.
Luis Gracia Martín (2014) señala que la infracción penal es la contra versión
de una norma mediante omisiones dolosas o imprudentes. Se caracteriza
por la conducta infractora tipificada por la ley penal.
Delito: Es toda conducta lesiva o peligrosa de cualquier bien jurídico que cuenta
con una tutela penal. Normalmente estos comportamientos están ligados a
consecuencias jurídicas. Es la infracción a una norma penal; es decir, todo
comportamiento que infringe lo dispuesto en la Ley Penal.
2.4. Hipótesis
CAPÍTULO 3: METODOLOGÍA
-Existencia de una Supone que el mismo bien jurídico -Art. 194 del CP
vulneración del bien protegido (el patrimonio) ha sido vulnerado
jurídico en igual al cometerse el primer delito y al momento
-Doctrina
magnitud. de la receptación.
-Conocimiento o Esto significa que quien recibe el bien tiene -Art. 194 del CP
presunción del sujeto conocimiento de su procedencia
activo de la delictuosa, a pesar de esto, al receptar el
-Doctrina
procedencia dudosa bien es promotor de futuros delitos contra
del bien. el patrimonio.
3.4. Población
3.5. Muestra
CAPÍTULO 4: RESULTADOS
Se obtuvieron los siguientes resultados, tomados como fundamentos jurídicos respecto
a la inserción de la procedencia de infracción penal del bien, en el delito de receptación:
CAPÍTULO 5: DISCUSIÓN
Abordaremos este capítulo en base al error que se identificó y del cual se partió para
realizar esta investigación, y que como fue indicado en la introducción de este estudio, no
es otro que el elemento objetivo que delimita la aplicación del artículo 194 del C.P. Esto es,
que la procedencia del bien materia de receptación, deberá tener carácter delictuoso. Por
lo tanto, al tipificar taxativamente en el código esta característica, se excluye a otra forma
que si bien no será delictiva, es ilícita, ya que la única forma de obtener bienes sin el
consentimiento de quien los posee no solo es mediante robo o hurto agravado, entre otras
modalidades que atentan contra el patrimonio y que se sancionan con pena privativa, sino
que existen también otras formas como las infracciones al patrimonio cometidas por
menores de edad.
Los delitos de Hurto, Robo y Apropiación Ilícita se tipifican cuando el agente se apodera
o apropia del bien mueble, pero una vez que adquiere estos bienes y entran a su poder,
puede disponer de éstos. Es por ello que es necesario cuestionar esta situación, ya que,
generalmente, estos individuos tienen razones personales por las cuales obtuvieron estos
bienes contra la voluntad de sus titulares, y que, en la mayoría de casos, no lo constituye
el mismo bien, sino más bien su valor, su costo o el provecho económico que pueda obtener
de éste.
Como ya hemos citado en el marco teórico, respecto al bien jurídico protegido por
el delito de Receptación, Quintero Olivares, Gaceta Jurídica, Salinas Siccha, Gálvez
& Delgado, coinciden en que éste debe ser el mismo que en el delito precedente.
No obstante esta afirmación, debemos hacer una aclaración, ya que una cosa es
que sea el mismo, y otra es cómo se vulnera a través de la receptación. Es decir, existe
doble vulneración, una que se da en el delito precedente y otra que se hace a través
de la Receptación.
Respecto a la primera lesión de este bien, vemos que el artículo 194 solo atiende
a la procedencia delictuosa de éstos; es decir, a la lesión al bien jurídico patrimonio a
Respecto a la segunda lesión del bien, la persona que los adquiere está
incurriendo en la afectación, por segunda vez, de este bien jurídico que se pretende
proteger a través del artículo 194, porque hace menos posible la recuperación de éste.
Es aquí donde radica la sustentación de esta hipótesis, ya que una cosa es que “el
bien jurídico vulnerado en el delito de receptación es el mismo bien vulnerado en un
primer momento cuando se obtiene el bien” (Bajo Fernández, Manual de derecho
penal), que como ya vimos en la infracción a la ley penal contra el patrimonio, también
sería el mismo en caso sea adquirido posteriormente por una persona diferente con
conocimiento de su procedencia; y otra cosa muy diferente, es que en ambos casos (
provenga de un delito o de una infracción) la persona que lo adquiere está vulnerando
nuevamente este bien jurídico, pero de manera distinta, en tanto mantiene la
situación posesoria antijurídica causada por esta primera lesión, impidiendo la
reintegración del patrimonio ajeno. “Mantenimiento de una situación patrimonial
antijurídica creada por el delito precedente” (Delgado Tovar, 2009).
recuperación del bien objeto del delito, es decir del patrimonio, podemos identificar que
tal situación se da tanto en la receptación tipificada por el artículo 194 del Código Penal
peruano, como en la comercialización, venta, etc. de bienes procedentes de una
infracción a la ley penal, sin existir distinción ni cuantitativa ni cualitativa a la afección
del bien jurídico, debido a que en ambos casos se impide o se hace menos posible la
recuperación de este bien.
Como se vio en el marco teórico, al hablar de manera general de las funciones del
derecho penal vimos que con éste se protegen los bienes jurídicos que pertenecen a
particulares. Así también, citamos el artículo I y IX del Título Preliminar, que mencionan
los Principios Generales del Código penal peruano, los que en estos casos vienen a
ser la finalidad preventiva como medio protector de la persona humana y la función
protectora, respectivamente.
Según Luis Alfredo Alarcón Flores, la naturaleza preventiva trata de cumplir la misión
de proteger a la sociedad, por medio de la prevención de infracciones de posible
comisión futura. (Alarcón Flores, 2011)
Si nos fijamos en la finalidad de prevención general positiva del derecho penal, vemos
que el Código Penal vigente tipifica la receptación pretendiendo frenar la comisión de
delitos futuros, pero al mismo tiempo, según García Cavero, la prevención general
negativa de la pena la toma como un mecanismo de intimidación para motivar a los
ciudadanos a no lesionar bienes jurídicos penalmente protegidos.
Además, vimos que Bustos señala que en el delito de receptación “se trata de una
ampliación de la protección en virtud de una consideración preventiva general, que trata
de abarcar todos los actos, aún posteriores, que están referidos al bien jurídico
protegido”.
Por un lado, si la ley penal pretende proteger a la sociedad a través de penas que
prevengan la comisión de actos que dañen bienes jurídicos, el delito de receptación
debe enfocarse en esta función preventiva y protectora, en el sentido que lo que importa
aquí es evitar el aprovechamiento de una situación patrimonial antijurídica previamente
creada, la que puede ser proveniente de un delito o de una infracción a la ley penal.
Del mismo modo, el sujeto activo y pasivo serían los mismos. En el primer caso, la
persona que sin participar en el hecho lesivo patrimonial anterior (delito o infracción a
la ley penal) y conociendo de esta circunstancia recibe el bien, en cualquiera de las
formas previstas por la norma. Y en el segundo caso, como sujeto pasivo, el titular del
bien, quien se ve imposibilitado de la recuperación del mismo.
Es así que respecto a este punto, al incorporarse a las infracciones a la ley penal en la
procedencia del bien materia del delito de receptación, se estaría cumpliendo de
manera abstracta ambas funciones, consideradas en el título preliminar del código
penal peruano como principios generales de esta norma.
En la realidad y hasta de manera personal hemos podido ser parte de asaltos, robos,
hurtos, sustracciones de bienes contra la voluntad, y se ha hecho frecuente que
posteriormente sepamos el paradero de estos bienes, encontrándolos en lugares que
propician su comercio, y muchas veces comprándolos con conocimiento de que son
nuestros. Es inevitable que todos nos hayamos preguntado alguna vez ¿qué pasa con
las personas que se dedican a comercializar estos bienes?, si ya todos sabemos la
procedencia dudosa de éstos, algo que es conocido incluso por las autoridades. He
aquí el porqué del delito de Receptación, cuya finalidad ha sido crear una figura típica
Por estas razones, es que se debe incorporar a las infracciones a la ley penal en la
procedencia del bien materia del tipo penal de la receptación, ya que se debe cumplir
con la función preventiva y protectora de manera óptima, para no propiciar
consecuencias negativas que incrementen los actos delictivos, en vez de evitarlos.
En La Constitución Política del Perú, en el artículo 2, literal d) del inciso 24, se establece
que “nadie puede ser sancionado por actos u omisiones que al tiempo de cometerse,
no estén previamente calificados en la ley, de manera expresa e inequívoca, como
infracción punible”. (Constitución Política del Perú, 1993). Al mismo tiempo, el Código
Penal Peruano prescribe en su Artículo II del Título preliminar: “Nadie será sancionado
por un acto no previsto como delito o falta por la ley vigente al momento de su comisión,
ni sometido a pena o medida de seguridad que no se encuentren establecidas en ella”
(Código Penal Peruano, 2012).
El conocimiento o presunción por parte del sujeto activo del delito de receptación de
la procedencia delictiva del bien, constituye parte de la tipicidad subjetiva de este delito.
Ya que lo otro, es el aprovechamiento que ya vimos en el punto anterior.
“El dolo del autor debe cubrir un conocimiento certero de que los bienes que
ingresan a su esfera de custodia son de procedencia delictiva…” (Peña Cabrera Freyre,
2012)
“El agente debe tener conocimiento que el bien proviene de un delito o debe
presumirlo” (Salinas Siccha, 2015)
En caso de las infracciones a la ley penal de las cuales podría provenir el bien, el
sujeto activo que se aprovechará de esta situación también posee el conocimiento de
su procedencia dudosa, que si bien no es delictiva, ha afectado del mismo modo al
patrimonio.
CONCLUSIONES
Para justificar dichos fundamentos jurídicos, se partió del desarrollo del delito de
Receptación, así como del artículo que lo contiene, remitiéndonos a diversas opiniones
doctrinales que nos han permitido conocer las acciones materiales para su
configuración y analizar los elementos que lo constituyen, permitiéndonos también
afirmar que sea a través de delito o infracción, lo que debería considerarse relevante,
es la procedencia ilícita que tiene dicho bien jurídico, que es lo que se conoce o
presume por el agente activo. La imputación del delito de receptación no debería recaer
en la gravedad del delito precedente, sino en la adquisición de mala fe de este bien
para su provecho, lo que es un hecho igual de grave provenga de un delito o de una
infracción, comprobando así, que si el bien proviniera de una infracción a la ley penal,
esto no impide que se realicen las mismas acciones materiales por las que el
receptador lesiona al patrimonio. El hecho de no considerar esta circunstancia, podría
más bien originar que este delito se especialice; es decir, que esto sea aprovechado
por los delincuentes para promocionar estas conductas por no encontrarse reguladas,
generándose un mensaje erróneo que el legislador debería tomar en cuenta.
RECOMENDACIONES
Considerando los alcances de la investigación, aún queda pendiente contar con los
instrumentos prácticos como la revisión de casos que fundamenten de manera mucho
más completa esta investigación, a fin de formular un proyecto de Ley sobre la correcta
tipificación del delito de Receptación que comprenda la obtención de los bienes adquiridos
por los reducidores que provienen de infracciones a la ley penal, que si bien no constituyen
delitos, son ilícitos que delimitan la aplicación de la sanción al agente que comete este
delito, ya que debería ser considerado como lesión antijurídica previa del patrimonio,
porque el agente receptador también tiene conocimiento o presunción de la procedencia
ilícita del bien, siendo también necesario que a este agente se le aplique la sanción
estipulada en el Art. 194 del Código Penal.
Los jueces y fiscales deben tener presente que el no conocer los fundamentos jurídicos
que justifiquen el tratamiento penal de la receptación y su correcta tipificación, puede
incurrir en errores al momento de juzgar y sancionar este delito.
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ANEXOS
LEY N° 30076
El Presidente de la República
Por cuanto:
El congreso de la República:
Ley que modifica el Código Penal, Código Procesal Penal, Código de Ejecución Penal, Código de
los Niños y Adolescentes y crea registros y protocolos con la finalidad de combatir la inseguridad
ciudadana.
Modificase los artículos 22, 36, 38, 45, 46, 46-B, 46- C, 57, 58, 62, 64, 69, 70, 102, 170, 173, 186,
189, 194, 195, 200, 202, 204, 205, 279, 279-C, 317-A y 440 del Código Penal, en los siguientes
términos:
RECEPTACIÓN
“El que adquiere, recibe en donación o en prenda o guarda, esconde, vende o ayuda a negociar
un bien de cuya procedencia delictuosa tenía conocimiento o debía presumir que provenía de
un delito, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro