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Alumna
Bernabé Sánchez Lizeth Jhoana
Antecedentes históricos de la edafología
Etapa inicial
Obras:
Agricultura General por Gabriel Alonso Herrera, es meritoria en cuanto al aspecto
edafológico donde se aborda el estudio de la agricultura.
Helmont (1577-1644) descubre el bióxido de carbono y demuestra el papel
fundamental en la alimentación de la planta.
Bernard Paliisy (1510-1590) destaca la importancia del suelo como suministrador de sales y señala la
necesidad de restricciones a la planta.
Olivier de Serres, en su obra habla de los suelos y presenta u
n a b u e n a recopilación de las propiedades físicas del suelo y considera al
estiércol como fuente de calor.
Etapa precientífica
En 1840 Justus von Liebig (1803-1873) en su obra “Química en relación con la agricultura
y el crecimiento de las plantas” presenta la nutrición mineral de las plantas.
Thompson (1850) es el primero en estudiar de forma sistemática el intercambio catiónico.
Liebig enunció la ley del mínimo, método científico o baconiano al tema de la
nutrición de las plantas.
Jean Baptiste Boussingault (1802-1887) consolida la agronomía como ciencia. Considera
que los elementos químicos se encuentran en el suelo bajo dos formas de comportamientos asimilables y
no asimilables por las plantas.
El conocimiento del suelo va perfilando cada vez más su personalidad y es Karl Sprengelquien en 1837 publica
el primer libro de edafología, bajo el título de Bondenkunde y se considera el fundador de la ciencia
del suelo. El alemán Frank Albert Fallou emplea por primera vez el término pedologie, en su obra
Pedologie Oder Allgemeine und besonderaBodenkunde 1862. Propone al suelo como un ente natural, por lo
que algunos autores lo consideran el fundador de la Edafología.
Dokuchaev (1846-1903)
E n s u t e s i s E l C h e r n o s e m r u s o c o n t i e n e l a m e t o d o l o g í a y contenido de lo
constituye la ciencia del suelo, a partir de ese momento, es
aceptadac o m o e l h i t o i n i c i a l d e l a E d a f o l o g í a . L o s d i s c í p u l o s d e D o k u c h a e v c
o m o : N i k o l a , Mikhallovitch desarrolla los conceptos de zonalidad, intrazonalidad y azonalidad
de los suelos que fueron la base de muchas clasificaciones hasta 1960. En 1906
EugeneWoldemar Hilgard perfecciona el estudio de las muestras del suelo en el laboratorio y otras
aportaciones.
En Alemania, Emil Ramunn publican el libro Edafología forestal y teoría de la distribución de los
suelos sirvió para impulsar el desarrollo de la Edafología en la Europa del Oeste. Ala iniciativa de
los científicos de la Sociedad se debe en buena parte una de las
laboresd e c o o p e r a c i ó n i n t e r n a c i o n a l q u e m á s h a n c o n t r i b u i d o e n l o s ú l t i m o s
t i e m p o s , l a confección del mapa de los suelos del mundo a escala 1: 5 000 000. En Francia
AlbertD e m o l o n a g r ó n o m o f í s i c o q u i e n s u o b r a “ D yn a m i q u e d u s o l ” h a c o n t r
i b u i d o a l a formación de generaciones enteras sobre estos temas y han permitido una
conexión importante con esta escuela edafológica.
Gilbert Wooding Robinson ha sido uno de los más firmes puntuales de la Edafología
genética, sobre todo a través de su obra “suelos, su origen, clasificación y constitución “que han
influido en otros países europeos. Una recuperación importante para España fue el apoyo que presto H. del
Villar para la elaboración del primer mapa de suelos de E u r o p a a e s c a l a 1 . 1 0 0 0 0
0 0 0 e n 1 9 2 7 . F . A v a n B a r e n l l e v o c o n g r a n a c i e r t o s u experiencia en suelos tropicales
demostrada a través de su obra “Tropical Soils”.
«pedología» y «edafología» son sinónimos, la utilización de estos términos por los especialistas
establece una diferencia clara en su significación. Así, la pedología estudia la descripción, génesis
y clasificación de los suelos mientras que la edafología es la ciencia que trata del suelo únicamente
en tanto que medio vital para los seres vivos. En este sentido, la pedología es una especialización
de la geología del cuaternario que trata del suelo, mientras que la edafología constituye una
especialización de la ecología que trata del estudio de las relaciones y las interacciones de los
organismos animales y vegetales, extremadamente variados y numerosos, que se desarrollan en el
suelo (organismos llamados «endógenos») o sobre el suelo.
Conceptos básicos:
Suelo:
El suelo, en su significado tradicional, se considera como el medio natural para el desarrollo de las
plantas y está limitado en profundidad hasta donde penetran las raíces.
La definición anterior es muy útil para relacionar a la Ciencia del Suelo con el conocimiento
empírico del agro mexicano. Para el productor nacional el término “tierra” es equivalente a “suelo”.
Tierra es la capa donde se desarrollan sus cultivos. Williams y Ortíz (1981) consideraron esta
definición como bidimensional y mencionan que para la moderna Ciencia del Suelo el concepto es
tridimensional al definirlo como cuerpo natural de tal manera que al referirnos al mismo objeto el
técnico lo entiende de una forma y el productor de otra, lo cual origina una ruptura de la
comunicación entre ambos. Esta situación es importante considerarla si queremos realmente aplicar
conocimientos técnicos en nuestro país
Desde el punto de vista técnico, suelo de acuerdo con Ortíz y Cuanalo (1981) puede definirse como:
“un cuerpo natural que se encuentra sobre la superficie de la corteza terrestre conteniendo materia
viva y soportando o siendo capaz de soportar plantas”.
Los suelos a diferencia de plantas y animales, con frecuencia no muestran límites bien definidos,
sino que en muchos casos se aprecia una variación continua y sus límites son establecidos por una
definición que resulta útil desde el punto de vista de su uso y manejo. De esta manera, la abstracción
de dar límites claros y precisos a los suelos, debe entenderse como un artificio para su estudio y
clasificación.
En general, el término suelo se refiere a la superficie suelta de la Tierra y de la Luna,
distinguiéndola de la roca sólida. Mucha gente, cuando piensa en la palabra suelo, tiene en mente
el material que nutre y sostiene a las plantas en crecimiento. Esa acepción es aún más general, ya
que se aplica no únicamente en su sentido más común, sino también a rocas, al agua, la nieve y aun
al aire, todos ellos capaces de sostener vida vegetal. El agricultor, desde luego, tiene un concepto
más práctico del suelo y lo considera como el medio en que crecen los cultivos. Por otra parte, para
el ingeniero civil el suelo es el material que sostiene edificios y caminos. En breve, la palabra suelo
tiene muchos significados y a través del texto se usa en diversos sentidos.
El suelo como la tierra que pisamos.
Los hombres más antiguos deben haber considerado al suelo como el terreno que sostenía sus
movimientos y su habitación. Los suelos influyeron en la ubicación de las sendas y los
campamentos. Es indudable que la humanidad primitiva reconoció la capacidad variable de las
diferentes áreas para producir plantas y animales, pero es poco probable que haya asociado esas
diferencias con diferencias de suelo.
El reconocimiento del suelo como un medio para el crecimiento de las plantas fue muy posterior.
El suelo como medio para el crecimiento de las plantas.
Con el inicio de la agricultura, hace unos 10 000 años, el hombre empezó a considerar al suelo
como un medio para el desarrollo de las plantas. Para el año 3000 a. de J.C. ya existían aldeas tan
al norte como en Escandinavia en Europa. Esos primeros agricultores reconocieron diferencias en
los suelos y mostraron predilección por los suelos limosos (suelos desarrollados de loess, un limo
arrastrado por el viento).
Se cree que la clasificación de suelos más antiguas se desarrolló en China hace 4000 a 5000 años.
La clasificación se basaba en la capacidad de los suelos para producir cosechas y se utilizaba para
determinar los impestos. Los griegos y los romanos también reconocieron las diferencias de los
suelos para la agricultura, desarrollando diversas prácticas de manejo de ellos que todavía se
utilizan. De todos los conceptos del suelo, el de mayor importancia para la mayoría de la gente, es
aquel en que se le considera como medio para el desarrollo de las plantas. Cada día que pasa, con
el crecimiento incesante de la población mundial, ese concepto adquiere mayor importancia.
El suelo como una capa de roca intemperizada.
Los geólogos se empezaron a interesar en el suelo como un producto de intemperización.
En los E.U.A., las primeras investigaciones científicas de los suelos estuvieron dominadas por
geólogos, quienes clasificaron a los suelos como residuales, aluviales, calizos, silíceos, arenosos,
arcillosos, etc. Se reconoció la adición de materia orgánica en la parte superior de la capa
intemperizada y se vino a considerar al suelo como la capa intemperizada o regolito.
Como el regolito está expuesto a erosión y finalmente es transportado al océano, se puede decir
que el suelo es “roca en camino al océano”. Sin embargo, en su recorrido el suelo sirve como medio
para el crecimiento de las plantas.
El suelo es la capa de materiales orgánicos y minerales que cubre la corteza terrestre y en la cual
las plantas desarrollan sus raíces y toman los alimentos que les son necesarios para su nutrición.
Los procesos físicos, químicos y biológicos que intervienen en la formación de los suelos están
gobernados por factores del medio ambiente tales como el clima y la vegetación. Ellos actúan en
forma combinada y variable, de manera que los suelos resultantes de su acción son complejos
organismos sujetos a mudanza continua y que nunca alcanzan una condición estática. Su
permanente evolución puede dividirse en etapas que, como las de cualquier organismo, se
denominan juventud, madurez y vejez.
Perfil:
Cuando se hace un corte vertical en un terreno se observa una serie de capas superpuestas
perfectamente diferenciadas, con características físicas y químicas variadas, a las cuales se les da
el nombre de horizontes. El conjunto de horizontes constituye el llamado perfil del suelo.
Horizonte:
Una capa de suelo o de material de suelo aproximadamente paralela a la superficie del terreno y
que difiere de capas adyacentes genéticamente relacionadas con ella en propiedades físicas,
químicas y biológicas o en características como el color, estructura, textura, tipo y número de
organismos presentes, grado de acidez o alcalinidad, etc.
Cuando se describe un suelo en el campo, es subdividido en capas u horizontes, que son
aproximadamente paralelas a la superficie.
Un horizonte es considerado de diagnóstico cuando reúne un conjunto de propiedades definidas
cuantitativamente, que son consecuencia de los procesos formadores del suelo. Esta condición es
la base para que la clasificación se realice sobre principios generales de génesis de suelo. De esta
manera, se asegura objetividad en el proceso, ya que los procesos de formación no son usados por
sí mismos como un criterio, sino más bien sus efectos, expresados en términos de propiedades
morfológicas que tienen un valor de identificación.
ELEMENTOS %
Oxígeno 46.4
Sílice 27.6
Aluminio 8.1
Hierro 5.1
Calcio 3.6
Magnesio 2.1
Sodio 2.8
Potasio 2.6
98.3 %
Suelo y subsuelo.
Por otra parte, también es frecuente escuchar los términos de suelo superficial y subsuelo. El
primero, suelo superficial, es considerado como sinónimo de capa arable y horizonte Ap. El cual
varía en profundidad de acuerdo con el implemento utilizado y al tipo de tracción. Es decir, con un
arado de tracción animal, se puede establecer que el suelo superficial tendría 15 cm de profundidad
y con tractor 30 cm. A partir de estos límites inicia el SUBSUELO y es común considerarlo como
un espesor igual al del suelo superficial, esto es, de 15 a 30 cm.
La condición física del suelo superficial puede modificarse por la acción del laboreo y por la
incorporación de residuos orgánicos. Puede ser fertilizado, encalado y drenado. En resumen, su
fertilidad y en cierto grado su productividad puede aumentarse o disminuirse o simplemente
estabilizarse a niveles consistentes de una producción económica de cosechas. Esto explica por qué
tanta investigación y otros estudios han sido realizados con especial referencia al suelo superficial.
La productividad del suelo está determinada en gran parte por la naturaleza del subsuelo. La
importancia práctica de este hecho se observa cuando consideramos que el subsuelo normalmente
está sujeto a pocas alteraciones, excepto cuando se establece un sistema de drenaje. Aun cuando
las raíces no penetran profundamente en el subsuelo, la permeabilidad y su naturaleza química
puede aún afectar favorable o desfavorablemente el suelo superficial de donde se desarrollan las
raíces.
Los componentes básicos del suelo, entre ellos: agua, aire, minerales, así como los materiales
orgánicos y biológicos.
Componentes básicos
Los cuatro componentes principales del suelo son las rocas (minerales), el agua, el aire y el material
orgánico (hojas y animales en descomposición, por ejemplo). El quinto componente del suelo, el
cual muchas veces no es tenido en cuenta, es el mundo vivo que existe en la tierra. Todos los suelos
poseen una mezcla de los cinco componentes básicos, y la mayoría de los suelos pueden ser
modificados para mejorar esa composición para que sean más adecuados para el desarrollo de la
vida vegetal.
Agua y aire
El aire no es sólido o líquido, sino una combinación de elementos gaseosos que se encuentran
naturalmente en la atmósfera terrestre. En el suelo, los bolsillos de aire permiten que el agua pase
a través del mismo y a través de las plantas que crecen por encima y por debajo de la línea del
suelo. El agua en el suelo generalmente contiene sales disueltas y otros productos químicos. El
agua es una parte esencial del suelo, las plantas no pueden sobrevivir sin ella. Algunos suelos,
como los arcillosos, retienen el agua mucho mejor que los otros tipos de suelos. Cuando el agua
permanece en el suelo en lugar de pasar a través de él fácilmente, el suelo se vuelve más denso.
Algunas plantas no pueden crecer en suelos pesados, arcillosos y ricos en humedad.
Minerales
Todos los suelos están compuestos por arena, limo y arcilla, aunque algunos tipos de suelo tienen
mayores concentraciones de estos minerales que otros. Las rocas y los minerales constituyen la
mayor porción de la composición de suelo. Las rocas y los minerales que se encuentran en el suelo
provienen de materiales inertes, inorgánicos. La arena está formada por pequeños fragmentos de
cuarzo y otros minerales, y por sí misma no es rica en los nutrientes que las plantas necesitan. La
arena la partícula del suelo más grande y más gruesa, el agua pasa a través de ella más fácilmente
que en otros tipos de suelo. El limo es una combinación de rocas de cuarzo y otros. Las partículas
de limo son más pequeñas que la arena, pero más grandes que la arcilla. La arcilla es la más rica
de los minerales del suelo, y contiene nutrientes como hierro, potasio y calcio. Las partículas más
pequeñas del suelo provienen de la arcilla, la cual puede llegar a ser muy densa y difícil de ser
trabajada.
Materiales orgánicos y biológicos
Las plantas y los animales en descomposición proporcionan los materiales orgánicos que se
encuentran en el suelo. A través de la descomposición, la materia orgánica se descompone y se
convierte en nutrientes que las plantas pueden usar. La mineralización también se produce mediante
la descomposición y, a través de este proceso, los materiales orgánicos se tornan en inorgánicos.
El quinto elemento del suelo, el componente biológico, ofrece estos importantes elementos
orgánicos que son muy esenciales. Las plantas y los animales, cuando mueren, se convierten una
vez más, en parte del suelo, y así el ciclo continúa. El suelo da vida, la vida vuelve a la tierra.
Eluviación e iluviación.
La capa en que predominan las partículas minerales y persisten el color oscuro o los residuos
orgánicos se designa como el horizonte A1. Por el contrario, la capa A2 es de color relativamente
claro y muestra al máximo los efectos de la lixiviación o eluviación, eliminación o arrastre de
materiales.
Eluviación es un horizonte de suelo formado por este proceso en la eliminación del material del
suelo en suspensión (o en solución) de una capa o capas del suelo. (por lo general, a la pérdida de
material en solución se le llama “lixiviación”.
El horizonte de acumulación o iluviación (de aporte o depósito de materiales) técnicamente es
designado como horizonte B. A menudo, se subdivide en las secciones B1, B2 y B3, dependiendo
del grado de acumulación que éste en evidencia.
Iluviación es el proceso del depósito en el suelo del material eliminado de un horizonte a otro, por
lo general de un horizonte superior a uno inferior en el perfil del suelo. Formando una capa de
acumulación.
CLASE EXTENSION
TERRITORIAL (%)
ROCAS SEDIMENTARIAS 64
ROCAS IGNEAS 12
ROCAS METAMÓRFICAS 4
Una roca ígnea es producto de la consolidación de un magma, el cual es una solución de silicatos
fundida (o parcialmente fundida) se localizan las rocas donde la corteza terrestre se ha fracturado.
El magma puede enfriarse en el interior de la corteza terrestre, formando las rocas ígneas intrusivas
que son en general pesadas y duras, o bien llegar a la superficie terrestre, donde recibirá el nombre
de lava y formar las rocas ígneas extrusivas que pueden ser desde pesadas y duras hasta ligeras y
fragmentadas o pulverulentas.
De todos los procesos formadores de roca, el vulcanismo fue el primero en ser estudiado, en la
actualidad es uno de los mejores conocidos esto se debe por la facilidad relativa de su observación.
De todas las rocas, las volcánicas, son las únicas donde se puede observar todo el proceso de
formación.
Lyttleton Lyon, T., & Buckman, H. O. (1947). Edafología: naturaleza y propiedades del
suelo (No. S591. L9718 1952.). Acme. Buenos Aires. AR.
Millar, C. E., Turk, L. M., & Foth, H. D. (2015). Edafología: fundamentos de la ciencia del suelo.