El ser humano visto desde el punto de vista de:

Sócrates, Platón y Aristóteles

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INTRODUCCION

La interrogante de ¿Qué es el hombre? es una cuestión que presenta un

interés común, ha sido siempre un problema al que se le ha buscado muchos
intentos de respuesta, planteando muchas ideas y teorías propuestas por
grandes filósofos en la búsqueda de la verdad y de la esencia misma del ser
humano.

Para resolver esta pregunta debemos abarcar la realidad humana, realizando

comparaciones con otros seres vivos para establecer diferencias y formando
características propias dado el interés por el descubrimiento del significado de
nuestra existencia, de nuestro propósito,

A continuación se expondrán los puntos de vista de tres grandes filósofos que,

por medio del análisis, observación y pensamiento, han tratado de construir
una definición de lo que es el ser humano.

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DESARROLLO

El ser humano según Sócrates:

Para Sócrates, el ser humano es un conjunto, una composición que engloba

alma dentro del cuerpo, donde el hombre no está en el cuerpo, sino que es el
que se sirve de este cuerpo como una herramienta, es decir, Sócrates
manifiesta que el hombre es su propia alma, la que utiliza para ejercer acciones
que dependiendo de cómo este alimentó su alma, pueden ser buenas o malas.

Sócrates manifiesta que el alma es el equivalente a razón e inteligencia, que

nos proporciona la capacidad de decidir sobre nuestras acciones y conductas,
y que está relacionado a nuestra felicidad, nuestro bienestar, el modo en que
tomamos nuestras propias decisiones que son producto de lo que sabemos
que está bien y que está mal, de lo que es justo y de lo injusto.

Lo que establece, según Sócrates a la naturaleza humana es la virtud,

comprendida como las buenas acciones, el buen vivir, tener bien en claro la
creencia de nosotros mismos para poder actuar de forma adecuada en nuestra
realidad.

El ser humano debe preocuparse de lo esencial, de nutrir su alma, de

perfeccionarla, debe ocuparse del análisis de su vida, de sus pensamientos, ya
que esto determina su proceder.

El ser humano según Platón:

Para Platón, el hombre es un compuesto de lo material y lo espiritual, el dúo de

alma y cuerpo. Manifiesta que el cuerpo es la parte mortal, la parte que se
descompone y que es solo materia que con el pasar del tiempo se va
desgastando, es decir, envejece, pero que es por medio de este cuerpo que
percibimos un mundo sensible.

Considera que el cuerpo es la prisión del alma, la que lo condena a la

limitación, debido a que no solo lo estorba en las necesidades físicas que tiene,
sino que además es el que genera y desarrolla pasiones que corrompen al
alma.

Por otro lado tenemos que el alma es la parte espiritual, la que no es posible
ver, sino que solamente es un residente en el cuerpo, es la parte inmortal, y lo
divide en tres partes: racional, irascible y concupiscible.

La parte racional del alma es la que tiene por función dirigir, conocer y razonar
y es la encargada de la prudencia y sabiduría, está localizado en el cerebro. 3

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La parte irascible es la que tiene por función proteger, y defender, la de poseer

fortaleza, y valor, está localizado en el corazón.

La parte concupiscible es la que tiene como función conservar y producir,

conlleva los bajos deseos y se encuentra íntimamente ligada al cuerpo.

El ser humano según Aristóteles:

Para Aristóteles, el ser humano es una sola sustancia conformada por alma
(forma) y cuerpo, el cuerpo es la materia y el alma es el motor que lo mueve,
por lo tanto, todos los seres vivos poseen alma, los objetos inanimado no la
tienen.

El cuerpo y el alma es lo que determina a cada individuo vivo su desempeño

propio. Y establece tres clases de alma: alma vegetativa que es la que se
encuentra vinculado con la nutrición y la generación, es decir, el mantenimiento
de la vida (propia de las plantas), alma sensitiva tiene las mismas funciones
que el alma vegetativa, pero además posee la movilidad y la sensibilidad, lo
que da más posibilidades de sobrevivir (propia de los animales), y alma
intelectiva o racional, propia del hombre, que abarca todas las capacidades
nombradas anteriormente, pero añadiendo el pensamiento y la voluntad, y
consiste en el conocimiento de la verdad, es por esto que Aristóteles considera
y define al hombre como un animal racional, además de política, puesto que se
junta o agrupa y vive en comunidad y es esta comunidad política la que busca
el bien común.

Aristóteles manifiesta que el alma no es inmortal, sino que está atado al cuerpo
y cuando este llega a su fin, el alma también lo hace, manifiesta que sin alma
no hay cuerpo, y así mismo sin cuerpo no hay alma, pero que al final su
objetivo es la felicidad.

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Conclusión

Sócrates, Platón Y Aristóteles constituyeron de forma sistemática los principios

filosóficos del ser humano, de los cuales se han plantado las demás reflexiones
y doctrinas antropológicas realizadas por aquellos filósofos que continuaron
expandiendo esta búsqueda y que incluso han propuesto respuestas contrarias
a las que hemos expuesto en este documento.

El hombre es un ser de razón, y voluntad, y se encuentra en este mundo para

conocer y para amar que busca la verdad y el bien.

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