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Puerperio es el período que inmediatamente sigue al parto y que se extiende

el tiempo necesario (normalmente 6-8 semanas, o 40 días) para que el cuerpo


materno —incluyendo las hormonas y el aparato reproductor femenino—
vuelvan a las condiciones pre-gestacionales, aminorando las características
adquiridas durante el embarazo. La palabra puerperio procede etiológicamente
de los vocablos latinos puer (niño) y peri (alrededor de). De este modo, la
expresión hace referencia al momento biológico que sucede tras el nacimiento y
que presenta una serie de características propias que diferencian esta etapa del
resto del proceso reproductivo

En el puerperio también se incluye el período de las primeras 24 horas después


del parto, que recibe el nombre de posparto inmediato.

Si los fenómenos se suceden naturalmente y sin alteraciones, el puerperio será


normal o fisiológico, en caso contrario será irregular o patológico. Se trata de
un período muy importante, ya que es el tiempo de aparición de los factores
que encabezan las causas de mortalidad materna, como las hemorragias
posparto, entre otras. Por ello, se acostumbra durante el puerperio tener
controlados los parámetros vitales y la pérdida de sangre maternos

 Puerperio inmediato: comprende las primeras 24 horas y se ponen en


juego los mecanismos hemostáticos uterinos.
 Puerperio mediato o propiamente dicho: abarca del 2º al 10º día,
actuando los mecanismos involutivos, y comienza la lactancia.
 Puerperio alejado: se extiende aproximadamente hasta los 45 días
luego del parto, el retorno de la menstruación indica su finalización.
 Puerperio tardío: puede llegar hasta los 2 años post parto y se
acompaña de una lactancia prolongada y activa.

Las primeras 4 h del puerperio se consideran también del cuarto período del
parto.

Cambios fisiológicos:

Útero: Después de la salida de la placenta continúan las contracciones


uterinas. La contracción del útero permite que se cierren los vasos vasculares de
la zona de inserción de la placenta mediante las ligaduras de Pinard, formándose
un globo de seguridad que garantiza una correcta homeostasia (en las 12 primeras
horas el útero se contrae para expulsar los coágulos y asegurar la homeostasia,
estas contracciones por lo general son indoloras y reciben el nombre de entuertos).
La causa de la involución uterina es un proceso de autolisis (atrofia de tejidos y
contracción y retracción del propio útero)

Pueden distinguirse tres tipos de contracciones uterinas durante el


puerperio:
*Contracción permanente o retracción uterina: Ocurre en las primeras horas
del puerperio inmediato. Clínicamente se detecta al palpar el útero en el
hipogastrio de consistencia dura y firme.

*Contracciones rítmicas espontáneas: Se superponen a la contracción


permanente y se les ha denominado "entuertos". Ocurren también durante
el puerperio inmediato y en los primeros días del puerperio temprano. En las
primeras 24 horas postparto estas contracciones son regulares y
coordinadas, posteriormente disminuyen su intensidad y frecuencia.
Clínicamente son más evidentes en las multíparas que en las primíparas.

*Contracciones inducidas: Se producen durante la succión como respuesta


al reflejo mama-hipotálamo-hipófisis, debido a la liberación de oxitocina (Esta
hormona provoca las contracciones uterinas durante el parto y ayuda a que el útero se
recupere después del mismo. Además la hormona responsable de hacer salir la leche durante
la succión) por la hipófisis posterior. Estas contracciones ocurren durante todo
el puerperio y mientras persista la lactancia.

El resultado de las contracciones fisiológicas descritas es la disminución de


peso y tamaño del útero con regresión de su gran masa muscular.

La capa superficial del endometrio se necrosa y se desprende para formar los


loquios, mientras que la capa profunda permanece y es la base de la regeneración
del mismo.

A las 24 horas después del parto, el útero se palpa a nivel del ombligo. En los
10 días siguientes, desciende clínicamente alrededor de un través de dedo por
día. Al 5º día del puerperio se palpa a la mitad de distancia entre el ombligo y la
sínfisis pubiana (es la articulación cartilaginosa media que une las ramas superiores,
derecha e izquierda de los huesos púbicos. Se localiza de forma anterior a la vejiga urinaria y
superior a los genitales externos. En las mujeres está localizada sobre la vulva y en hombres se
localiza sobre el pene). En el 10º día se palpa a nivel de la sínfisis o 1-2 traveses
(Cm) de dedo por encima de ella. Posteriormente no debe palparse por el
examen abdominal. El útero regresa a su tamaño normal entre 5 y 6 semanas
después del parto.

El signo clínico más importante de la involución uterina es el descenso del


fondo del útero día por día. Debe tenerse en cuenta el estado de llene vesical
en el momento del examen ya que la vejiga llena eleva el fondo uterino.
En la decidua se producen cambios y a partir del décimo día del puerperio se
inicia la proliferación del endometrio; ya el día 25 está revestida toda la cavidad
uterina. Antes de completarse la regeneración se ha formado una barrera
leucocitaria que tiene como papel fundamental impedir el paso de los gérmenes
que ya desde el cuarto día posparto han invadido el útero por la herida
placentaria. Si la puérpera tiene una buena nutrición y una hemoglobina dentro
de límites normales, es mejor la reparación del lecho placentario. Después del
parto, el cuello uterino está descendido -muchas veces hasta el introito-
endematoso y se encuentra permeable a 2 ó 3 dedos. A los 3 días se
encuentra reconstruido y permeable a los loquios, y al décimo día está cerrado
y de aspecto normal

Loquios: Exudado útero-vaginal, constituido por hematíes, células deciduales y


de la capa de descamación del endometrio y del cérvix. Su cantidad, composición
y aspecto varía a lo largo del proceso. La evolución de los loquios presenta las
siguientes características:

Lochia rubra: cuatro primeros días. La secreción es predominantemente


hemática de color rojo, formada por partículas de desecho celular decidual y
trofoblástico.
Lochia serosa: hacia el décimo día de secreción. La pérdida aparece mezclada
con suero volviéndose rosada. Su composición consta de hematíes, tejido
necrótico, leucocitos y bacterias.
Lochia alba: los loquios se transforman en una pérdida entre blanca y
amarillenta. Están formados por suero, leucocitos, pequeñas cantidades de moco y
bacterias. Al finalizar la tercera semana desaparecen, aunque puede observarse la
persistencia de una secreción de color amarronado.

A partir del cuarto día tienen gran cantidad de gérmenes saprófitos (es un
organismo heterótrofo que obtiene su energía de materia orgánica muerta o de los detritos
desechados por otros seres vivos, de los cuales extrae los compuestos orgánicos que requiere
como nutrientes), pero pueden tener gérmenes patógenos atenuados que
aumentan su poder en un terreno propicio (barrera leucocitaria deficiente,
anemia y desnutrición).

La observación de los loquios es esencial para identificar un proceso infeccioso o


de lentitud en la involución

Involución del cuello uterino: Inmediatamente después del parto está blando y
dilatado. El cuello uterino vuelve a su tamaño anterior después de la primera
semana. El orificio cervical interno se cierra, pero el externo presenta una
dehiscencia (separación).

Vagina: En el postparto inmediato, recién suturada la episiotomía (Incisión que


se practica en el periné de la mujer, partiendo de la comisura posterior de la vulva hacia el
ano, con el fin de evitar un desgarro de los tejidos durante el parto y facilitar la expulsión de la
criatura), la vagina se encuentra edematosa, de superficie lisa y relativamente
flácida. Después de 3 semanas comienzan a observarse los pliegues
característicos con desaparición del edema y ya a las 6 semanas existe
reparación completa de las paredes e introito vaginal (orificio de la vagina).
En este momento ya es posible incluso obtener citología exfoliativa normal
(estudio e interpretación de los caracteres de las células que se descaman, natural o
artificialmente, de la mucosa oral). En las mujeres que lactan la reparación completa
de las paredes e introito vaginal es a la 8va semana, eso es debido a la falta de
estrógenos, lo que ocasiona con frecuencia molestias en las relaciones sexuales,
por la escasa lubricación vaginal que se recupera una vez iniciada la menstruación

Trompas de Falopio: Los cambios puerperales en las trompas son


histológicos. Las células secretoras se reducen en número y tamaño y hacia
la 6º semana ya han recuperado los cilios (son unas estructuras celulares que se
caracterizan por presentarse como apéndices con aspecto de pelo que contienen una
estructura central altamente ordenada) retornando a la estructura epitelial de la
fase folicular.

Involución perineo-vulvar: La vulva permanece edematosa durante unos días


posteriores al parto; si se ha practicado episiotomía o si se ha producido un
desgarro. Si no aparecen complicaciones, cicatriza a los seis o siete días.

Mamas: Durante el embarazo, la mama es preparada para el proceso de la


lactancia. Después del parto, con la salida de la placenta, se produce un
descenso brusco de los esteroides y lactógeno placentarios (hormona
polipeptídica producida por la placenta). Esto elimina la inhibición (reprime) de la
acción de la prolactina (Hormona que estimula la secreción de la leche a través de una
acción directa sobre la glándula mamaria) en el epitelio mamario y se desencadena
la síntesis de leche. Las células presecretoras se transforman en
secretoras. Entre el segundo y cuarto día post parto, las mamas se
observan aumentadas de volumen, ingurgitadas y tensas debido al aumento
de la vascularización sanguínea y linfática apreciándose además un
marcado aumento en la pigmentación de la aréola y pezón. En este período,
el flujo sanguíneo de la mama corresponde a 500-700 mL por minuto y es
400 a 500 veces el volumen de leche secretada. La mama de la nodriza
(mujer que amamanta niño ajeno) representa aproximadamente el 3% del
peso corporal. Histológicamente se aprecia una gran hiperplasia de los
lobulos (es una configuración anormal pero no-cacerígena del incremento de la célula dentro
de las tuberías o de los lóbulos del pecho) y lobulillos (glándulas productoras de leche),
como en una verdadera adenosis mamaria (afección benigna del seno en la que
los lobulillos del seno están agrandados, y hay más glándulas de lo normal) en que
alvéolos y conductillos se encuentran en íntimo contacto y aparecen
dilatados con abundante secreción en su interior

Resumen (no decir, analizar para entender): La estructura de la glándula


mamaria se vuelve más firme, sensible y dolorosa al tacto y las mamas aumentan
su tamaño (ingurgitación mamaria). La producción de leche se inicia en este
proceso con la producción del calostro. La producción de la leche materna
depende de la estimulación producida por la hormona lactógena o prolactina
(liberada por la hipófisis). En el proceso de la lactancia interviene: la succión y
vaciamiento de las mamas, que a su vez estimula la liberación de la prolactina

Pared abdominal: Permanece blanda y flácida debido a la distensión,


paulatinamente se recupera el tono, que dependerá en gran medida de la
consistencia muscular previa al embarazo y del ejercicio de recuperación
postparto. Los ligamentos y músculos de la pelvis pueden recuperar su posición a
las cuatro o seis semanas.

Aparato digestivo
En el postparto, al disminuir el tamaño uterino y la presión intraabdominal,
se reubican las vísceras del tracto gastrointestinal. En la primera semana
persiste discreta atonía (falta de tono muscular y de la tensión o vigor normal de
ciertos tejidos orgánicos, especialmente los contráctiles) intestinal por persistencia
de la acción relajadora de la progesterona placentaria sobre la musculatura
lisa intestinal. Posteriormente aumenta la motilidad intestinal, se acelera el
vaciamiento del estómago con lo que desaparece el reflujo gastroesofágico
y la pirosis (acidez estomacal). El metabolismo hepático regresa a su función
pregestacional aproximadamente a partir de la tercera semana postparto.

Agua y electrolitos
El aumento total del agua corporal durante el embarazo es de 8.5 litros. De
estos, 6.5 litros corresponden al espacio extracelular: dos tercios se
distribuyen en los tejidos maternos y un tercio en el contenido intrauterino.
Durante el puerperio, el balance hídrico muestra una pérdida de 2 litros en
la primera semana y de 1.5 litros por semana en las 5 semanas siguientes,
a expensas del líquido extracelular. También se producen cambios en los
electrolitos plasmáticos. Al descender los niveles de progesterona (hormona
que tiene la función de preparar el útero para la recepción del huevo fecundado),
disminuye el antagonismo con la aldosterona (hormona que actúa en la
conversión del sodio, tanto secretando potasio como incrementando la presión
sanguínea) aumentando la reabsorción del sodio.

Tracto urinario
Las modificaciones morfológicas del tracto urinario que ocurren
normalmente durante el embarazo pueden persistir en el puerperio hasta
alrededor de la 4º a 6º semana postparto. Los riñones se mantienen
aumentados de tamaño los primeros días y los uréteres persisten
significativamente dilatados durante el primer mes, en especial el derecho.
La función renal retorna a su condición pregestacional en las primeras
semanas del puerperio.

La distención vesical (OBSTRUCCIÓN DE LA SALIDA DE LA VEJIGA) y la


retención urinaria pueden causar una hiperdistensión de la musculatura de la
vejiga. Ésta, también puede producirse debido a alguna lesión traumática del
parto.

Cardiovascular y hematológico:
El volumen sanguíneo disminuye en un 16% ya al tercer día postparto para
continuar descendiendo gradualmente hasta llegar a un 40% en la sexta
semana. El gasto cardíaco aumenta después del alumbramiento en
aproximadamente 13% y se mantiene así por una semana.
Posteriormente desciende paulatinamente hasta llegar a un descenso de 40%
a la 6º semana. Estos cambios permiten que la frecuencia cardíaca y la presión
arterial regresen a valores pregestacionales. Desde el punto de vista
hematológico, existe un aumento de la masa eritrocítica. Esta aumenta en un
15% en la primera semana postparto para llegar a los valores habituales 3 a 4
meses después. En la serie blanca, hay leucocitosis (son parte del sistema
inmunitario del cuerpo. Estos ayudan al cuerpo a combatir infecciones y otras enfermedades)
en la primera semana postparto con aumento de los granulocitos (tipo de
leucocito). Las plaquetas también aumentan significativamente en la primera
semana después del parto. Los factores de coagulación también se modifican.
El fibrinógeno (Sustancia albuminoidea soluble, existente en la sangre y otros fluidos
animales, que, por la acción de un fermento, se descomponen y dan origen a la fibrina) y el
factor VIII (es una glucoproteína contenida en el plasma sanguíneo (aprox. 0.1 mg/dl) que
actúa como uno de los cofactores de la cascada de la coagulación) aumentan a partir del
segundo día manteniéndose elevados durante la primera semana post parto.
Otros factores de coagulación disminuyen desde el primer día. La actividad
fibrinolítica (indispensable para la desintegración de los coágulos) del plasma materno
aumenta rápidamente después del parto retornando a sus niveles normales y
de esta forma mantiene el equilibrio en el sistema de coagulación.

Las dos primeras semanas del puerperio son un periodo de riesgo de insuficiencia
cardíaca sobre todo en mujeres con enfermedad cardíaca y con reserva cardíaca
limitada, debido a la combinación de cambios hemodinámicos y al consecuente
aumento del gasto cardíaco.

FUNCIÓN ENDOCRINA: Los niveles de estrógenos, progesterona y prolactina


disminuyen. Con la lactancia tiene lugar un aumento inicial de prolactina.
Se puede producir una recuperación en la producción de estrógenos hasta cifras
similares a las previas antes de la gestación y también puede producirse la
ovulación.

Durante la lactancia se produce amenorrea, al principo secundaria a la


inhibición de la hormona folículo estimulante (FSH) y la hormona luterizante
(LH) por la prolactina, y luego por el estímulo de la succión del pezón con la
ayuda de la hormona adenocorticotropa (ACTH) y la hormona tiroestimulante
(TSH).

Cambios musculo-esqueléticos: Músculos abdominales blandos,


débiles y laxos. Quizás disminuya la sensibilidad de las extremidades inferiores
en las primeras 24 horas debido a la aplicación de anestesia regional,
predisposición a sufrir tromboflebitis por falta de actividad e incrementarse las
concentraciones de protombina (proteína precursora de la trombina (enzima de la
sangre que cataliza la transformación del fibrinógeno en fibirina durante el proceso de
coaulación) en el proceso de coagulación de la sangre).

Hay una pérdida de calcio en los huesos o pérdida de masa ósea durante el
embarazo y la lactancia. Esta pérdida se recupera entre seis y doce meses
después del destete, siempre que la madre reciba calcio suficiente en la dieta.
Reanudación de la ovulación y la menstruación: El ovario está deprimido,
ya que la hipófisis (glándula que regula el trabajo del ovario) no produce
suficientes hormonas para estimularlo. Esta inhibición del ovario dura algunas
semanas en las mujeres que no amamantan, quienes presentan la primera
ovulación entre cuatro y ocho semanas después del parto. En cambio, en la
mujer que amamanta, el ovario se mantiene inhibido por un período más
prolongado que puede durar semanas o meses.

Cambios psicológicos: desde la perspectiva psicosocial, el post-parto es una


experiencia difícil para las mujeres por las demandas del recién nacido, el
deseo de cumplir con las funciones maternales de la mejor manera posible (lo
que compite con otras funciones de la mujer dentro o fuera de la casa) y por la
inseguridad que las mujeres tienen con frecuencia acerca de la manera en que
deben cumplir estas funciones maternales.

Un período de cambios
La mujer vive un período difícil ya que experimenta cambios anatómicos,
fisiológicos, en la relación con pareja y con la familia y, en general, en la forma
en que se desarrolla la vida diaria. La vida de una mujer y de una pareja jamás
vuelve a ser la misma después de haber tenido un hijo/a y al hacerse cargo de
las responsabilidades que eso significa.
En general, se producen cambios importantes en el plano emocional y cambios
en los intereses y prioridades a corto y largo plazo. Esto es muy notable en las
primeras semanas en que la madre tiende a tener su atención centrada en su
hijo o hija y difícilmente cambia su foco de atención a otros temas. En algunos
casos, las mujeres experimentan diversos grados de alteraciones psíquicas
que pueden llegar a constituir un cuadro serio, como es la depresión post-parto
que requiere detección oportuna y manejo adecuado.

Las expectativas
La cultura y la construcción social de lo que son los roles maternales influyen
en las expectativas que tiene la mujer y quienes la rodean con respecto a su
desempeño. En general, las mujeres tienen muchas expectativas con respecto
a lo que significa ser una buena madre: abnegada, tierna, sacrificada, dando lo
mejor de sí para sus hijos. La transición a ser madre, que ocurre en el período
post-parto, es de importancia vital para ella, para su autoestima, su satisfacción
personal y la construcción de una identidad positiva de sí misma.
Para muchas mujeres esto es una fuente de tensión, porque tienen temor a
fallar y no saber cómo cuidar bien al recién nacido/a, cómo amamantarle, cómo
interpretar el llanto, cómo cuidarlo si se enferma. Algunas mujeres tienen
también temor a no tener leche suficiente, ya que no saben cómo se estimula la
secreción láctea ni los cambios que experimenta a lo largo del período post-
parto. Debido al proceso de socialización, nuestros instintos han sido
sometidos a entrenamiento y control, de modo que no tenemos todas las
reacciones espontáneas que tienen la mayoría de los mamíferos frente a sus
crías. La respuesta a las demandas de los recién nacidos están muchas veces
modificadas por las preguntas ¿Qué debo hacer? ¿Hay que dejarlo llorar? ¿La
estaré malcriando?
Como lo expresaron algunas madres entrevistadas después de su primer parto:
"Yo me imaginaba que era más fácil, no creía que un niño dependía tanto de
una y requería tanta atención. Al principio es más difícil, una no sabe cómo
tomarlo, cómo bañarlo" "Yo pensaba que era lindo ser mamá, que todo era
puro amor por el niño y todo era color de rosa. La realidad es más fuerte,
porque hay que crecer mucho para ser buena mamá y también hay muchas
cosas que hacer".
Las mujeres entrevistadas después del parto expresaron claramente su
necesidad de recibir información y orientación sobre la lactancia y cómo cuidar
bien al recién nacido, de tener comprensión y apoyo de parte del personal de
salud con sus dudas y equivocaciones, y de sentirse acompañadas y apoyadas
por sus parejas y familiares cercanos.

El rol de la lactancia
Es importante considerar el significado que puede tener una buena lactancia en
este contexto. Esta se asocia a sentimientos de logro y satisfacción personal,
aumento de la autoestima y aprobación social por el desempeño de la madre.
Estos sentimientos son especialmente importantes para las mujeres de los
sectores populares, quienes tienen pocas alternativas para sentirse realizadas
y para obtener afecto o reconocimiento de sus parejas, sus familiares o el
ambiente laboral.
Como lo expresaron mujeres entrevistadas durante un programa de fomento de
la lactancia:
"Yo creía que no valía nada, que no sabía nada. Al aprender que era tan
importante para el niño, empecé a valorarme yo también" "Ahora sé algo que
no sabía, que puedo aprender y hacer algo bien" "Lo que he aprendido del
niño, se lo digo a mi esposo y ahora él está orgulloso de mí" "Lo que más me
gusta es darle pecho a mi niña, me pasa algo tan rico." "Nunca pensé que sería
tan bueno, el niño está bien y lo quiero tanto" "Me siento completa, siento al
niño tan cerca, estoy tan contenta".

Los conflictos
En la vida diaria, el deseo de ser buenas madres para el recién nacido/a puede
entrar en conflicto con sus otras funciones como cuidar otros hijos si los hay,
atender a las demandas de la pareja y realizar los trabajos domésticos.
También puede entrar en conflicto con otras metas o necesidades como el
trabajo fuera de la casa, actividades de desarrollo personal o de auto-cuidado,
necesidad de descanso o demandas del grupo social. Además, está siempre
presente el cansancio físico debido al gasto de energía que significa la
lactancia y a la falta de sueño suficiente por las demandas del lactante durante
la noche.
Las mujeres no tienen que sentirse culpables por sus conflictos de intereses en
el período post-parto, sino apoyadas por la familia en la búsqueda de
soluciones. Lo ideal es que los conflictos se solucionen sin que se deteriore el
cuidado de los recién nacidos y sin que la madre tenga que esforzarse más de
lo que puede.
Los padres y otros adultos en la familia pueden ayudar en la atención de otros
niños y para permitir que la madre pueda descansar en algunos momentos
durante el día. Habitualmente, las madres, suegras o hermanas realizan esta
función en nuestra cultura.
La relación con la pareja
La relación con la pareja puede cambiar, especialmente después del primer
parto. En ocasiones aparecen celos por parte del padre, quien reclama a la
mujer porque el niño/a ocupa todo su tiempo y lo hace sentirse desplazado a
un segundo lugar. Las mujeres, en general, consideran inevitable su
preocupación centrada en el hijo/a y esta doble exigencia afectiva puede ser
fuente de tensión en la relación de pareja.

La participación del padre


Es distinta la relación de pareja cuando el padre se siente involucrado en la
atención del niño/a y participa en los cuidados y manifestaciones de afecto y
alegría. Esto constituye un estímulo para la mujer y hace más fáciles los
cambios que se producen en la relación. Las mujeres valoran mucho la ayuda y
apoyo que reciben de sus parejas en esta etapa. No se trata sólo de ayuda en
las tareas concretas ni de que esto beneficie solamente a la madre. Uno de los
roles importantes del padre, en la crianza de sus hijos en las primeras etapas
del post-parto, es la contención afectiva de la madre. Mientras más tranquila y
contenta se sienta la mujer, mejor y más fácil será su interacción con su hijo/a.
Así, el padre contribuye al bienestar y crecimiento de los recién nacidos,
facilitando un ambiente emocional adecuado.
Por otra parte, el padre tiene un papel esencial en el desarrollo psicomotor y
social de sus hijos ya que él aporta estímulos sensoriales, cognitivos y
afectivos que son complementarios o diferentes a los que entrega la madre.
Esta variedad de estímulos enriquece el mundo interior de los niños y les ayuda
a apreciar la diversidad del mundo que les rodea. Además, ambos padres
perciben a sus hijos en forma diferente. Así, el niño o niña desarrolla una
imagen más completa de sí, viendo reflejadas diferentes facetas de su
personalidad.
Por otra parte, el padre y la madre representan una diferente identidad sexual y
tienen diferentes perspectivas de acuerdo a su género masculino o femenino.
Esto es un elemento esencial en la socialización de las niñas y los niños y en el
desarrollo de su identidad como personas sexuadas. Idealmente, las diferentes
perspectivas de ambos padres deben expresarse en un ambiente de
colaboración, donde los conflictos se resuelvan en forma constructiva.
Uno de los grandes problemas en nuestra cultura es cuando el padre no
participa en el cuidado y educación de sus hijos. En parte, los hombres
consideran que su rol esencial es ser proveedores en lo económico y que no
les corresponden a ellos las tareas relacionadas con los hijos o el hogar. En
parte, las mujeres los excluyen porque sienten que el hogar es su territorio y
argumentan que los hombres no saben hacerlo bien. Esta división rígida de las
tareas puede crear frustraciones tanto en las mujeres como los hombres. Sin
embargo, para la vida de pareja y el desarrollo de los hijos, es importante que
ambos padres compartan los roles y tareas e, incluso, los intercambien con
flexibilidad. Esto puede ser también un beneficio importante para el desarrollo
personal de los hombres, no sólo por la satisfacción de ser mejores padres,
sino porque su mundo afectivo se enriquece.

La vida sexual
Otra fuente de tensión para las mujeres en las primeras semanas del post-parto
puede ser el momento para reiniciar la actividad sexual. Pueden sentirse
físicamente doloridas o cansadas. Tienen, en general, mucho temor a otro
embarazo. En muchos casos experimentan escaso o ningún deseo sexual y, a
veces, una disfunción sexual. Esto se debe a varios factores: a los cambios en
los niveles hormonales, a los cambios emocionales, a la atención centrada en
el hijo/a, a la falta de sueño y al cansancio.
Este desinterés por la vida sexual puede prolongarse por un tiempo variable.
En cambio, los hombres generalmente desean reanudar las relaciones
sexuales lo antes posible, lo que provoca conflictos en la relación de pareja.
Después del parto, se requiere un período variable de abstinencia. En algunas
parejas, este puede estar precedido de abstinencia en las últimas semanas del
embarazo, ya sea por temor de la pareja a provocar daño al feto o por
indicación médica en caso de ciertas patologías. Esta abstinencia, si es
prolongada, también puede causar tensión en la pareja.
El cambio en los roles de la madre, el cansancio producido por la demanda de
atención del nuevo hijo y la tensión generada por el conflicto de roles
determinan cambios en la receptividad de la mujer y en la conducta sexual. Por
otra parte, el hombre puede sentirse postergado y rechazado al ver a la mujer
centrada en el cuidado del recién nacido/a y menos dispuesta para la actividad
sexual. En la conducta sexual de este período también influye el temor a tener
complicaciones médicas si se reinician las relaciones sexuales y el temor a un
nuevo embarazo cuando aún no se ha iniciado un método anticonceptivo.

La madre sola
Hay que recordar que muchas mujeres están sin pareja en el momento del
parto. Ellas viven una situación muy difícil, especialmente si son muy jóvenes y
no cuentan con suficiente apoyo de su grupo familiar. Tanto la comunidad
como las y los proveedores de servicio pueden ayudarles en esta etapa,
ofreciendo comprensión y apoyo emocional y motivándolas a compartir su
experiencia con otras mujeres en situación similar y creando o facilitando redes
de apoyo a su alrededor.

El grupo familiar
En esta etapa, cambian las relaciones en el grupo familiar. Si hay otros hijos,
suelen reaccionar con celos y agresión, conductas regresivas o
comportamientos sorprendentemente adultos. Ambos padres deben estar
atentos a estas manifestaciones y responder a las demandas de cariño que así
se expresan. Otros adultos de la familia pueden ser de gran ayuda, haciéndose
cargo de algunas funciones que entran en conflicto con la atención de los
niños, como las tareas domésticas, o encargándose de entregarles afecto y
entretención mientras la madre tiene que destinar mucho tiempo al lactante.

Fisiología de la lactancia materna:

Reflejo de producción de leche


El estímulo nervioso del pezón y de la areola, produce mediante un reflejo
neuroendocrino la liberación en la hipófisis de la prolactina y de la oxitocina.
La succión del bebé estimula las terminaciones nerviosas de la areola que
pasan el mensaje a la hipófisis que inmediatamente libera (en las células
lactotropas del lóbulo anterior) la prolactina y posteriormente la oxitocina, la
cual comprime la malla mioepitelial que envuelve a los alvéolos y permite la
salida de la leche.

Prolactina
Se libera en la hipófisis anterior. Activa la formación de la leche en los alvéolos
mamarios. Los niveles de prolactina se mantienen muy elevados durante las
últimas semanas de gestación. Sin embargo no se produce leche debido al
efecto inhibidor de los estrógenos y la progesterona.
Pasado el parto, y con la expulsión de la placenta, disminuyen los niveles de
estrógenos y progesterona, y la prolactina puede desarrollar su actividad
lactogénica. Se produce en todas las mujeres, los hombres también producen
prolactina. Durante el parto, si la madre no ha sido tratada con analgésicos, y
en el momento del nacimiento del hijo, durante la primera hora, están en
contacto madre y bebé, se alcanzan los niveles más altos de endorfinas
(sustancias opiáceas, fabricadas en el hipotálamo. Químicamente, son
polipéptidos de cadena larga). Las endorfinas permiten a la madre identificar al
bebé y crear lazos afectivos. Las endorfinas inducen la liberación de la
prolactina “A más tiempo de succión, más producción de prolactina” y por lo
tanto “más leche”.“Hay más liberación de prolactina durante las mamadas
nocturnas”
(Stern, Reichlin Glassier A. S, Home PW. 1984. The Prolactin Response to
Suckling Clinical)
Bajo los efectos de la prolactina, la madre tiene una disponibilidad máxima
frente a las exigencias del bebé, y el grado de ansiedad le aumentará la
capacidad de vigilancia y una tendencia a no experimentar fases de sueño
profundo. En el momento del parto, se alcanzan los niveles más altos de
prolactina. Cada la vez que la madre amamanta se alcanzan valores de
prolactina, durante al menos una hora, semejantes a los niveles que se
consiguen en el parto y al final del embarazo. “La prolactina ayuda a atender al
hijo sin esfuerzo”
Según las recomendaciones de la OMS (1989): “Durante el parto se evitarán la
ansiedad y los dolores inútiles (no se hará la episiotomía, si no es
indispensable).
Todo ello ejerce acciones negativas sobre la liberación de prolactina y oxitocina

Reflejo de eyección de la leche


La oxitocina Secretada por el cerebro y liberada por el lóbulo posterior de la
hipófisis, actúa sobre la célula mioepitelial que se contrae y provoca el reflejo
de eyección o bajada de la leche. En los primeros días, el reflejo de eyección
es incondicionado, y no puede ser inhibido por la ansiedad. Pero después, la
oxitocina se produce por un reflejo condicionado a ver y escuchar al bebé o
como resultado de la preparación para darle el pecho. Al ser un reflejo
condicionado, queda bajo control de centros cerebrales superiores y también
se inhibe por el miedo.
Algunas sienten la bajada de la leche, o el golpe de leche como pinchazos en
el pecho y la leche sale a chorro. Otras sienten hormigueo y la leche gotea. Y
otras no tienen ninguna de estas sensaciones, y también es normal. Lo
importante es que se contraigan las células mioepiteliales y creen una presión
positiva en el sistema de conductos, y la leche llegará a los senos galactóforos,
y de ahí pasa al bebé que los exprimirá con la acción de la lengua y la
mandíbula.

Reflejo de inhibición local


Hay que vaciar el pecho para una buena producción posterior, cuanto más
mama el bebé más leche se produce, así la madre de gemelos produce el
doble de leche, debido al doble estímulo. Existe un mecanismo regulado por la
hormona autocrina, la cual inhibe la producción de más leche si la mama no se
vacía. La velocidad de producción de leche es proporcional al grado de
vaciamiento.
Igual que el pulmón que retiene aire residual, en la mama siempre hay leche,
aunque se vacíe mucho
Si no se produce un buen vaciamiento, el tejido mamario se congestiona
porque se acumula leche en el sistema ductal y hay un estancamiento venoso y
linfático, lo que provoca un aumento de la presión intramamaria.
Los vasos sanguíneos comprimen el alveolo y llega la oxitocina en menor
cantidad a las células mioepiteliales. Las células alveolares disminuyen su
Retículo endoplasmático rugoso, su Aparato de Golgi y aumentan los
lisosomas que se abren y destruyen la célula, saliendo a la luz alveolar células
secretoras muertas con los núcleos retraídos y fragmentados. Si el drenaje
excede a la producción, se incrementa la circulación sanguínea y la producción
de leche

MECANISMOS DE LA SÍNTESIS Y SECRECIÓN DE LECHE EN EL ALVEOLO


MAMARIO
Extraído de R. Lawrence “La lactancia
Materna” Ed.Mosby.
Vías transcelulares

I- Exocitosis de la lactosa y de las proteínas lácteas


La lactosa es un disacárido (glucosa + galactosa), que sólo se encuentra en la
leche. Aunque en la leche también se han encontrado 50 oligosacáridos
diferentes. A partir de la glucosa de la sangre, se forma dentro de la célula
alveolar la lactosa. La galactosa necesaria para formarse la lactosa, se origina
a partir de la glucosa también, dentro de la célula alveolar. La síntesis de la
lactosa tiene lugar dentro del Aparato de Golgi. Las proteínas se sintetizan en
la célula alveolar, a partir de aminoácidos.
La prolactina es la hormona que induce a la producción de proteínas. Así
proteínas como la caseína, la lactoalbúmina y la globulina se forman a partir de
los aminoácidos en los ribosomas del retículo endoplasmático, donde se
condensan y aparecen como gránulos secretorios visibles que se mueven
hacia el Aparato de Golgi, dónde son(glicosiladas y fosforiladas) y colocadas en
vesículas secretorias, siendo excretadas a la luz alveolar mediante exocitosis.

II- Secreción de la grasa láctea en forma de glóbulos de grasa


La síntesis de lípidos tiene lugar en el retículo endoplasmático. Las células
alveolares son capaces de sintetizar ácidos grasos de cadena corta. Los ácidos
grasos de cadena larga, presentes en la leche materna, provienen del plasma
sanguíneo, o son sintetizados a partir de la glucosa.
La esterificación de los ácidos grasos tiene lugar en el retículo endoplásmico.
Los triglicéridos se acumulan luego en varias cisternas formando glóbulos de
grasa. Los glóbulos pequeños se encuentran en la base de la célula y
coalescen en grandes glóbulos que emigran hacia el ápice de la célula, dónde
se rodean de la membrana y protuyen hacia la luz. El ápice de la célula forma
abultamientos que contienen glóbulos de grasa, proteínas y una pequeña
cantidad de citoplasma, y que se liberan en la luz por estrangulamiento
La excreción de las grasas ocurre al final de la tetada.

III – Agua e iones


Sodio, potasio, cloro, magnesio, calcio, fosfato, sulfato y citrato pasan a la
membrana de la célula alveolar en ambas direcciones.
La leche humana difiere de la de otras muchas especies en que los iones
monovalentes están en baja concentración y la lactosa en elevada
concentración (la leche humana es la más dulce). El paso del agua se realiza
por ósmosis

IV- IgA y otras proteínas plasmáticas de alto peso molecular


Se realiza por pinocitosis- exocitosis La madre fábrica a medida los anticuerpos
específicos que necesita su bebé, a través de la leche materna.
Estos anticuerpos son los llamados Inmunoglobulinas A Ig A secretoria
Las Ig A, una vez ingeridas, contribuyen a la defensa contra microorganismos
evitando que penetren en los tejidos del lactante.
La madre sintetiza anticuerpos cuando ingiere un agente patógeno, lo inhala o
entra en contacto con el mismo. Cada anticuerpo que fabrica es específico para
cada uno de estos agentes; además las Ig A mantienen a raya las
enfermedades sin producir inflamación de la mucosa digestiva del lactante, que
es muy delicada.

V- Vías paracelulares
La leche humana ha sido definida como un tejido vivo, y muchas culturas la
llamaban sangre blanca. La leche materna contiene unas 4000 células por ml,
identificados como leucocitos, que entran en la leche por la vía paracelular, es
decir atravesando por el espacio entre las células alveolares. El número de
células que pasan a la leche es especialmente alto en el calostro, que es la
secreción de la mama durante los primeros días.

Diferencia de la leche en calostro y la leche normal: El calostro es la


primera leche que producen los pechos durante el embarazo. Está lleno de
grasas, proteínas y anticuerpos que protegen al bebé de infecciones y activan
su sistema inmunitario y tiene además un efecto laxante que estimula sus
primeras deposiciones.

El calostro es habitualmente más amarillo y espeso que la leche madura. Se


dice que el calostro sería como “la primera vacuna del bebé”.

Y es que las inmunoglobulinas pueden tener una tasa cien veces más alta en el
calostro que en la leche madura y ayudan al niño a estar protegido de factores
externos.
Por otra parte, las propiedades laxantes del calostro favorecen la eliminación
del meconio (su primera caca) y la estabilización de la glicemia en el bebé.

El calostro contiene mucha pero mucha cantidad de vitaminas liposolubles:


entre 5 y 10 veces más de carotenoides, tres veces más de vitamina A y 2 a 4
veces más de vitamina E que la leche materna madura.

Los oligosacáridos, azúcares ligados a las proteínas y lípidos, están en mayor


cantidad en el calostro y tienen una función nutricional y un papel protector
para el bebé.

Las hormonas y otras sustancias presentes en el calostro ayudan al desarrollo


óptimo de tejidos como el cerebro, los músculos esqueléticos y el tubo
digestivo.

Por último, los nucleótidos aumentan la producción de anticuerpos, la absorción


del hierro y la síntesis de ácidos grasos, entre otras funciones.

La leche materna madura, por su parte, tiene un bajo contenido en grasa, un


alto contenido en lactosa, azúcar, proteínas, vitaminas, minerales y agua. Y por
ello, este tipo de leche es el mejor alimento para los bebés desde el
nacimiento, y hasta que se inician en la alimentación complementaria alrededor
de los seis meses de edad.

Asimismo, el principal componente de la leche materna madura es el agua,


pues contiene alrededor de un 88% de H2o en su composición. De hecho, su
osmolaridad es semejante a la del plasma sanguíneo, lo que permite al bebé
mantener siempre un perfecto equilibrio electrolítico.

Signos vitales:
TEMPERATURA
Después del parto y al cuarto día puede haber un incremento fisiológico de 1ºC
en la temperatura corporal. El primero se debe, probablemente, al paso de una
cantidad mínima de líquido amniótico, vérnix caseoso (es un material grasoso
de textura parecida a la del queso que reviste la piel del recién nacido humano.
Consiste en una mezcla de secreciones grasas procedentes de las glándulas
sebáceas fetales y de células epidérmicas muertas) y fragmentos
microscópicos de membranas a través del lecho placentario; el segundo, a que
en ese momento el útero está invadido por gérmenes que sin atravesar la
herida placentaria desprenden toxinas que provocan una elevación febril
transitoria. Este fenómeno, cuando se hace más intenso, se denomina
sapremia puerperal. Durante esta elevación térmica no se modifican ni el pulso
ni el estado general de la puérpera.

PULSO
La depleción (pérdida de algún elemento imprescindible para el buen
funcionamiento de organismo) brusca del vientre, por la expulsión del feto,
provoca una reacción vagal con «enlentecimiento» cardíaco, por lo que en
condiciones normales el pulso es bradicárdico (60-70 latidos/min). Por tanto,
ante una paciente taquicárdica hay que pensar en: anemia, infección y
enfermedad cardíaca (máxime si no hay fiebre).

Otros cambios:

METABOLISMO
Después del parto existe aumento del metabolismo y puede encontrarse
hiperglicemia.

PESO
Durante el puerperio se produce una disminución del peso materno de
Aprox. 8 kg por:
1. Ausencia del feto, la placenta, el líquido amniótico y las membranas
ovulares.
2. Reabsorción de líquidos.
3. Involución del útero, el hígado y el corazón.

Modificaciones en la piel

La piel del abdomen queda flácida y propensa a la aparición de pliegues. La


hiperpigmentación desaparece rápidamente (línea nigra (es una línea oscura
vertical que aparece en el abdomen alrededor del segundo trimestre de
embarazo), rostro, genitales exteriores, cicatrices abdominales).

A causa de la sudoración abundante, es posible que se den fenómenos de


irritación cutánea.

Después del parto puede aparecer un período de escalofríos, que puede ser
intenso y durar algunos minutos, o bien fugaz y desaparecer enseguida

Por si lo llega a preguntar:

CONDUCTA A SEGUIR EN LOS DIFERENTES PERÍODOS DEL


PUERPERIO
PUERPERIO INMEDIATO

Cuarto período del parto. Primeras 4 h

La paciente pasa del salón de parto al cubículo de alojamiento conjunto.


Aquí se debe vigilar:
1. Características del sangramiento (cantidad, color y presencia de
coágulos).

2. Características de las contracciones uterinas.

3. Pulso y tensión arterial (TA) cada 1/2 h en las primeras 2 h y luego


cada 1 h.

4. Características de la herida (vigilar la formación de hematomas).

5. Diuresis: debe ser espontánea; de no producirse, se realizará sondaje


vesical con medidas de asepsia y antisepsia. Un globo vesical, asciende
el fondo del útero e impide que se contraiga (atonía uterina secundaria)
lo que motiva un sangramiento abundante.

6. Ingestión de abundantes líquidos.

7. El cumplimiento de los objetivos fundamentales del alojamiento


conjunto como «madre canguro» y lactancia a libre demanda.

8. Que la enfermera haga una evaluación de la paciente cada vez que


tome los signos vitales.

9. Que el médico realice una observación integral de la puérpera a las 4h


y decida su traslado a la sala de puerperio.

10. Que la enfermera y el médico eduquen a la parida en relación con la


técnica de lactancia materna y sus ventajas. De no existir el cubículo de
alojamiento conjunto, todo lo antes expuesto se cumplirá en la unidad
obstétrica.

Siguientes 20 h
1. Dieta libre y abundantes líquidos.

2. Vigilancia del sangramiento (cantidad, color y olor).

3. Cuidado vulvo perineal. Aseo con agua estéril, a la que se agrega un


antiséptico.

4. Movilización y deambulación precoz.

5. Baño con ducha, cambio diario de la ropa de cama, y cambio de la


bata de la puérpera cada vez que sea necesario.

6. Cuidados de las mamas.


7. Atención a la evacuación vesical e intestinal. Promover la evacuación
espontanea.

8. Tener presente los medicamentos que se administran que puedan


pasar por la leche

9. Pulso, TA y temperatura cada 8 h.

10. Observación de enfermería en cada toma de signos vitales.

11. Pase de visita por el médico, quien debe escribir en la historia clínica
sus observaciones sobre:
a) Estado general subjetivo, sueño, apetito y otros.
b) Estado del recién nacido (interés psicológico y humano).
c) Mamas.
d) Abdomen.
e) Útero: vigilancia de la involución uterina, distancia a la que se
encuentra del ombligo (en traveces de dedo), consistencia, sensibilidad y
otros.
f) Loquios: vigilar color, cantidad y olor según días del puerperio.
g) Perineo y estado de las heridas.
h) Funcionamiento de los emuntorios.
i) Estado de las extremidades inferiores.
j) Pulso, TA y temperatura.

Recordar que no existe la fiebre láctea. El pulso rápido es, en ocasiones,


más fidedigno que la fiebre en caso de infección.

Exámenes complementarios
1. Si no tiene serología del ingreso, indicarla.
2. Hemoglobina y hematócrito, si la paciente lo requiere o valorar sus
resultados si fue indicado en las primeras cuatro horas.
3. Otros si son necesarios y/o según programa materno infantil.

PUERPERIO MEDIATO
Lo pasará en la sala de puerperio (3-5 d) y se tendrán en cuenta:

1. Pase de visita diario por el médico (con las características antes


mencionadas).
2. Observación de enfermería después de la toma de los signos vitales.
3. Signos vitales cada 8 h.
4. El resto se mantiene igual al período anterior.
5. Lactancia materna exclusiva.
6. Criterio de alta (entre el tercero y el quinto días):
a) Puérpera asintomática.
b) Hemoglobina y hematócrito dentro de los límites aceptables.
c) Signos vitales normales.
d) Buena involución uterina.
e) Loquios normales en relación con los días del puerperio.
f) Estado normal de las mamas.
g) Licencia posnatal No. 1 (6 sem).
h) Orientaciones a la puérpera sobre los posibles signos y síntomas que
la obliguen a asistir al médico de la familia para valorar su remisión al
hospital para ingreso: fiebre, fetidez de los loquios, palpitaciones,
anorexia, malestar general, decaimiento, mareos, aumento de volumen
de las mamas y otros.

PUERPERIO TARDÍO
A partir del onceno día hasta 42 días
En este período la puérpera estará en su casa, y será visitada por el
médico (y la enfermera) de la familia quien:

1. Realizará la captación de la puérpera en la primera semana después


del parto.
2. Dará orientaciones acerca de ejercicios apropiados para restablecer la
tonicidad y que debe evitar esfuerzos físicos.
3. Vigilará el mantenimiento de la lactancia exclusiva, por lo menos hasta
el cuarto mes del nacimiento.
4. Atenderá fundamentalmente :
a) Aspectos psicológicos de la puérpera.
b) Signos vitales.
c) Estado de las mamas.
d) Involución uterina.
e) Estado de las heridas.
f) Retorno de la menstruación.
g) Características de los loquios.
h) Exámenes complementarios, si son necesarios.

5. Garantizará la segunda licencia posnatal.


6. El médico y la enfermera de la familia darán instrucciones acerca de la
planificación familiar y su reincorporación a la vida habitual. Debe
proscribirse el contacto sexual hasta finalizado el puerperio tardío.

miometrio, o miocito uterino es la capa muscular intermedia (formada por músculo liso), entre
la serosa peritoneal y la mucosa glandular (endometrio), que constituye el grueso del espesor
de la pared del cuerpo uterino.

Dato: eritropoyetina, una hormona de crecimiento producida en los tejidos renales, estimula la
eritropoyesis (es decir, la formación de eritrocitos) y es responsable de mantener una masa
eritrocitaria en un estado constante. Los eritrocitos, al igual que los leucocitos, tienen su
origen en la médula ósea

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