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Viabilidad gubernamental de la auditoria social en Guatemala

La auditoría social la realiza la población o los ciudadanos y ciudadanas o grupos organizados en una
Comisión de Transparencia en sus niveles municipal, departamental y nacional. En otras palabras,
la auditoría social la pueden hacer cualquier tipo de agrupación social: una organización de vecinos
agrupada espontáneamente y sin personería jurídica, un grupo de jóvenes en una comunidad, una
cooperativa, una comisión de transparencia o una ONG, cualquiera que sea su área de trabajo. El
principio de la auditoría social es velar la administración pública porque es de interés general; en
consecuencia, todos pueden revisarla, monitorearla, auditarla socialmente.

Los principales derechos que se ejercen en los procesos de control social, son:

Primero, el Derecho de petición, artículo 137 de la Constitución Política de la Republica. Derecho


de petición en materia política. El derecho de petición en materia política, corresponde
exclusivamente a los guatemaltecos.

Toda petición en esta materia, deberá ser resuelta y notificada, en un término que no exceda de
ocho días. Si la autoridad no resuelve en ese término, se tendrá por denegada la petición y el
interesado podrá interponer los recursos de ley.

Segundo, el Derecho a la libertad de expresión y pensamiento Artículo 35 de la Constitución


Política de la Republica. Libertad de emisión del pensamiento. Es libre la emisión del pensamiento
por cualesquiera medios de difusión, sin censura ni licencia previa.

Tercero, el Derecho de acceso a la información pública. Decreto No. 57-2008. Artículo 1. Objeto de
la Ley. La presente ley tiene por objeto:

Garantizar a toda persona interesada, sin discriminación alguna, el derecho a solicitar y a tener
acceso a la información pública en posesión de las autoridades y sujetos obligados por la presente
ley;

Garantizar a toda persona individual el derecho a conocer y proteger los datos personales de lo que
de ella conste en archivos estatales, así como de las actualizaciones de los mismos;

Garantizar la transparencia de la administración pública y de los sujetos obligados y el derecho de


toda persona a tener acceso libre a la información pública;

Favorecer por el Estado la rendición de cuentas a los gobernados, de manera que puedan auditar el
desempeño de la administración pública;

file:///C:/Users/Otto/Downloads/Guia_de_Auditoria_Social_guate%20(1).pdf

La práctica de éste mecanismo ciudadano se ha extendiendo en el país, aunque ha encontrado


fuerte oposición de parte de aquellos actores para los cuales la corrupción representa fuertes
ganancias, tanto materiales como de otro tipo (clientelismo). Algunos casos documentados como el
de Comitancillo, tras la tormenta Stan, denota las dificultades, por ejemplo, ante la confusión entre
un proceso de auditoría social y uno de monitoreo, en éste caso de ayuda para reconstrucción29.
Lo que en Meléndez, 2007 se presenta como auditoria social, es en realidad, un monitoreo sobre la
reconstrucción y la atención a los damnificados después de la tormenta Stan.
Casi siempre se encuentra una gran reticencia a realizar auditorías sociales en las municipalidades;
luego de una extensa revisión documental en procura de casos aplicados en Guatemala las pocas
existentes tienen más como destino al gobierno central mientras que muy pocos están ligados a las
alcaldías y sus funcionarios. Pero además de la resistencia de quienes se benefician con la
corrupción, también existe oposición de parte de las mismas instituciones encargadas de la
fiscalización “formal”. Estas sienten que las comisiones de auditoría social invaden su campo de
acción y aunque aparentemente aceptan su existencia, en la práctica, se oponen a su labor

Pero en el caso de las municipalidades, que no dependen directamente de la cooperación


internacional, aún si no tienen nada que ocultar no les parece adecuado ser supervisadas por entes
externos, aunque sólo sea porque con esto se crean precedentes que más tarde su pueden volver
en su contra. Incluso la cooperación internacional tiene temor de “enemistarse” con los alcaldes por
el bloqueo que pueden realizar de sus actividades. El resultado es que la auditoria social queda como
una práctica enseñada en talleres y seminarios pero quien desee realizarlo deberá hacerlo con sus
propios y escasos recursos.

A esto se agrega que la mayoría de los presuntos interesados en este tipo de prácticas, en la realidad
no lo están tanto. muchas de las personas interesadas en la auditoría social son personas que, si se
dan las condiciones, estarían más interesadas en participar en política local y le ven únicamente
como un medio para promocionarse socialmente pero que compartes las visiones patrimonialistas
y corporativas que caracterizan la política del país. Para estos interesados, la auditoría social es “una
estaca” en la cual se puede sentar a un posible competidor pero que no es el lugar donde se desearía
estar. Por ello, hay quienes le consideran un escalón para una futura carrera política pero no una
práctica que interese convertir en rutinaria.

El resultado es que la auditoria social es una práctica esporádica que depende de factores externos
a los que deberían estar interesados e involucrados, ya que en gran medida las comunidades o los
sectores urbanos le siguen viendo como una práctica no propia de sus costumbres y que les puede
poner en riesgo frente a poderes (políticos o económicos) a los que consideran superiores a sus
propias fuerzas

http://labmedios.com/wp-content/uploads/2017/04/Auditori_a-social-local-2016.pdf

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