REPARACIÓN TRANSFORMADORA EN LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ El foro llevado a cabo este 22 de mayo del 2019 sobre la restitución de tierras como reparación transformadora en la construcción de paz el cual fue llevado gracias a la colaboración de *Unidad de restitución de tierras *Tribunal superior del distrito judicial de Cúcuta, sala civil especializada en restitución de tierras Con la ayuda de los doctores (as) y sus ponencias 1) Dr. Jesús Ávila Salazar, de Unidad de Restitución de Tierras en ponencia “La Buena Fe Exenta de Culpa y la Carga de la Prueba” 2) Dra. Liany Yetzira Hernández Granados, desarrolla ponencia "La Etapa Administrativa en el Proceso de Restitución de Tierras" 3) Dr. Edward Álvarez Tafur de Unidad de Restitución de Tierras, desarrolla ponencia "La Seguridad Jurídica de la Ruralidad: el esfuerzo caótico de ordenar propiedad rural en Colombia durante el período de 1927 a 1984" 4) Dra. Erika Bautista Olarte desarrolla ponencia: "El rol del Trabajador Social en la Restitución de Tierras" En el cual se trató de responder varias incógnitas qué nacen de la ley de víctimas y restitución de tierras las cuales son: 1.¿Qué es la ley de víctimas y restitución de tierras? 2.¿Cuál es la finalidad de esta ley? 3.¿Qué debo hacer para ser beneficiario de esta ley en caso de que cumpla con los requisitos? 4.¿Qué estudia esta ley? 5.¿Qué está haciendo la justicia para llevarla a cabo?
En un principio se habló de que la ley de víctimas y restitución de tierras es o
son las medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno. La ley reconoce los derechos que tienen las víctimas a saber la verdad, a ser reparadas en el daño sufrido (no solo a modo de indemnización sino también rehabilitación física y sicológica, la reparación simbólica y la restitución de tierras), a recibir justicia y a que los hechos que les causaron dolor en el pasado no vuelvan a ocurrir. El objetivo de la ley es establecer un conjunto de medidas judiciales, administrativas, sociales y económicas, individuales y colectivas que beneficien a las víctimas del conflicto armado, en un marco de justicia transicional, que posibiliten hacer efectivo el goce de sus derechos a la verdad, la justicia y la reparación con garantía de no repetición.
¿Cuál es el procedimiento actual para atender las solicitudes de
restitución?
Solicite la inscripción del predio en el registro de Tierras Despojadas y
Abandonadas de la Unidad de Restitución de Tierras. Si el predio se encuentra en una zona micro-focalizada, la Unidad de Restitución de Tierras iniciará el estudio de la solicitud de inscripción y decidirá sobre la inclusión o no del predio en el registro. Si su predio no se encuentra aún en una zona microfocalizada, Usted puede solicitar la protección del mismo, dirigiéndose a las oficinas de la Personería y Defensoría. Si su solicitud de inscripción fue aceptada, presente la demanda ante el Juez de Restitución de Tierras. Si desea, solicite a la Unidad de Restitución que lo represente en el proceso ante el Juez de Restitución de Tierras. Si no hay oposición, el caso será tramitado por el juez. El juez dictará sentencia sobre su solicitud. Cuando el fallo sea definitivo, se entregará el predio a la persona restituida. Si hay oposición, el caso pasará al Tribunal Superior del Distrito Judicial. Si la sentencia no es favorable al solicitante se enviará al Tribunal Superior del Distrito Judicial para su consulta En casos específicos, la sentencia podrá ser revisada por la Corte Suprema. ¿Cuáles son los pasos para acceder a la Restitución?
Realizar la SOLICITUD DE INSCRIPCIÓN DEL PREDIO DESPOJADO
o abandonado en el Registro de Tierras ante la Unidad Administrativa Especial de Restitución de tierras. En 60 días (prorrogables por 30 días más) la Unidad Especial de Restitución decidirá sobre la INCLUSIÓN O NO DEL PREDIO EN EL REGISTRO. Una vez incluido e inscrito el predio en el Registro, la Unidad (o la víctima a través de un abogado) presentan la SOLICITUD DE RESTITUCIÓN ante el Juez Civil de Circuito especializado en restitución de tierras donde esté ubicado el bien. El juez (civil de circuito) admitirá la solicitud, y si se reúnen los requisitos se adelantará el PROCESO JUDICIAL. Si no hay personas que se opongan a la reclamación el juez dictará sentencia. Si se presentan, dentro del proceso, personas que se oponen a la solicitud de restitución, éstos tendrán la oportunidad de presentar pruebas. En este caso el Juez no decidirá sino que tramitará el proceso y lo remitirá al Magistrado del Tribunal Superior de Distrito Judicial Sala Civil, especializado en restitución de tierras para que éste dicte la sentencia. El Juez o Tribunal, según corresponda, dictará SENTENCIA JUDICIAL dentro de los cuatro meses siguientes a la presentación de la solicitud. Cuando el fallo sea definitivo, dentro de los tres días siguientes se hará la ENTREGA MATERIAL del predio a la persona restituida. Si hay terceros en el predio, el Juez o Magistrado realizará la diligencia de desalojo en un término de 5 días. Si la sentencia dictada por el Juez de Circuito no es favorable al demandante despojado, se consultará ante el Tribunal Superior de Distrito Judicial Sala Civil. La sentencia podrá ser objeto del recurso de revisión ante la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia. La cual estudia ¿Quién es considerado víctima? Son consideradas víctimas las personas que individual o colectivamente hayan sufrido un daño por hechos ocurridos a partir del 1 de enero de 1985, como consecuencia de violaciones graves y manifiestas de las normas internacionales de Derechos Humanos y de infracciones al Derecho Internacional Humanitario -DIH ocurridas con ocasión del conflicto armado interno. Entre los que se encuentran homicidio incluidas víctimas de masacres; secuestro; desaparición forzada; tortura; delitos contra la libertad y la integridad sexual en el marco del conflicto; minas antipersonales; munición sin explotar y artefacto explosivo improvisado; vinculación de niños niñas adolescentes a actividades relacionadas con el conflictos; acto terrorista; atentados; combates; enfrentamientos y hostigamientos; abandono forzado o despojo forzado de tierras, o desplazamiento forzado, entre otras. También se consideran víctimas las personas que hayan sufrido un daño al intervenir o asistir a la víctima de los hechos antes referidos que estuviese en peligro, o para prevenir esa victimización. Así mismo son víctimas los niños que nacieron a causa de un abuso sexual cometido en el marco del conflicto armado. ¿Quiénes no son considerados víctimas? No son considerados víctimas quienes estén vinculados a un grupo armado al margen de la Ley. Tampoco serán considerados como víctimas quienes hayan sufrido un daño en sus derechos como consecuencia de actos de delincuencia común. De la justicia a la restitución La movilización de las víctimas por sus derechos, sumada a los frecuentes llamados de atención de la Corte Constitucional, desembocó en la formulación del programa de restitución de tierras, cuyos propósitos centrales son: Devolver las tierras a las personas que en medio del conflicto se vieron obligadas a abandonarlas o que les fueron despojadas; Evitar la legalización de los títulos sobre tierras que fueron obtenidas por personas o empresas que apoyaron de manera directa o indirecta los desplazamientos, o que se aprovecharon del contexto de violencia para adquirirlas. En la base del proceso de restitución está un asunto básico de justicia: que las víctimas recuperen sus tierras y gocen de sus derechos efectivamente. Desconocer la importancia de la restitución es inaceptable no solo por la ilegalidad que está detrás de la adquisición de estos predios, sino por la ilegitimidad que caracterizaría a un Estado que le da la espalda a quienes han padecido los peores horrores del conflicto. La proporción de solicitantes que han sido valorados como “falsas víctimas” es irrisorio. Para hacer efectivos esos propósitos, la Ley 1448 de 2011 adoptó una serie de mecanismos que ayudan a remover los obstáculos que las víctimas podrían tener para acceder a sus derechos. Entre estos mecanismos cabe mencionar los siguientes: 1). Principio de buena fe a favor de las víctimas De acuerdo con este principio el Estado debe presumir la buena fe de las víctimas, quienes deberán demostrar (de la mano con la Unidad de Restitución de Tierras): Su relación con el predio, es decir que eran propietarios, ocupantes o poseedores; La calidad de desplazado o el hecho del despojo, y La ocurrencia de estos hechos –abandono forzado o despojo- con posterioridad al 1 de enero de 1991.
2). Buena fe exenta de culpa
En segundo lugar la ley consagra los principios de inversión de la carga de la prueba y buena fe exenta de culpa. Una vez que las víctimas demuestren su relación con el predio y el hecho del despojo o abandono forzado, las pruebas en contrario corren por parte de quienes se opongan a la solicitud de restitución, quienes deben demostrar la buena fe exenta de culpa es decir, que fueron diligentes e hicieron todas las gestiones necesarias para verificar, al menos: Que la venta u ocupación del predio por su parte no fue producto de la violencia existente en la zona, y Que el negocio por medio del cual adquirieron el predio cumplió con todos los requisitos exigidos en la ley. Esta dura exigencia resulta razonable frente a empresas o ante personas que tenían las condiciones materiales y económicas para verificar la legalidad de los negocios y no lo hicieron. No ocurre lo mismo con campesinos pobres que ocuparon o adquirieron las tierras por el estado de necesidad y precariedad en que se encontraban, aún cuando conocían el contexto de violencia o la previa situación de victimización de los solicitantes. Sin duda, desalojar a estos campesinos de las tierras previamente despojadas o abandonadas puede implicar injusticias y causar nuevos conflictos. La solución de este problema no consiste en modificar la ley, y mucho menos en revertirla. Hay que valorar positivamente el examen diferenciado que algunos magistrados han hecho de la buena fe exenta de culpa, dependiendo de las condiciones particulares de cada caso y la diversidad de segundos ocupantes.