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UNIVERSIDAD AUTONOMA SAN SEBASTIAN

PSICOLOGIA MEDICA
LIC. KARINA DACIUK

CASOS CLINICOS

1- Elena de 32 años, acude a primera visita al psiquiatra derivada por un psicólogo por valoración de
tratamiento psicofarmacológico. Se trata de una chica sin antecedentes psiquiátricos previos que
desde hace aproximadamente medio año realiza seguimiento con psicología por trastorno
adaptativo, con sintomatología mixta ansiosa depresiva, a raíz del divorcio y problemática
económica y laboral que ha ido evolucionando hasta cumplir criterios diagnósticos de trastorno
depresivo mayor, a pesar de la terapia cognitivo-conductual iniciada hace más de 6 meses. En el
momento actual presenta importante sentimientos de tristeza, frustración y desesperanza con
elevada labilidad, fácil tendencia al llanto, llegando a verbalizar ideas de muerte. Refiere también
importante pérdida de 10 kg de peso en los últimos 4 meses por hiporexia, dado por una sensación
de nudo en el estómago que le impide comer. Explica falta de ánimos habiendo abandonado las
actividades lúdicas y hobbies (antes salía a correr con unas amigas, iba al gimnasio, ..) desde hace
unas semanas ni siquiera sale de casa. Refiere además, insomnio de conciliación y mantenimiento de
meses de evolución refractario a tratamiento con alprazolam 12:25 mg pautado por el médico de
cabecera. De baja laboral desde hace unos meses por interferencia de su sintomatología en su
actividad laboral. Explica que ha mejorado con la terapia cognitivo conductual que realiza
semanalmente con la psicóloga pero se considera necesario dada esta evolución tórpida - iniciar
algún tipo de tratamiento psicofarmacológico.

2- Juan Carlos es un hombre de 56 años, soltero, que vivía con su madre. Trabajaba de funcionario,
con plaza de conserje en un edificio oficial desde hacía más de 30 años. En este periodo, había
tenido que estar de baja laboral en varias ocasiones por descompensaciones de su trastorno
psiquiátrico de base.
Aunque le era difícil filiar el momento del debut del trastorno, refiere como probable debut la
presencia de un episodio depresivo hacia los 28 años, coincidiendo con la ruptura de una relación
sentimental. Entonces refiere haberse encontrado muy mal, con importante apatía, anhedonia,
ánimo triste, con tendencia al encamamiento (refiere haber estado más de un mes sin salir de la
cama) y con disminución del apetito y pérdida de hasta 10 kg de peso en aproximadamente dos
meses. En este contexto realizó una tentativa autolítica con sobreingesta de fármacos, por lo que
tuvo que estar en la UCI de un hospital y posteriormente precisó un ingreso a una unidad de
psiquiatría, donde estuvo aproximadamente un mes y recibió la orientación diagnóstica de
depresión y tratamiento con antidepresivos.
Posteriormente había realizado seguimiento con varios profesionales, tanto a nivel psiquiátrico
como psicológico, sin ningún ingreso más.
Refiere, a lo largo de estos años, presencia de períodos largos de sintomatología depresiva (a
menudo sin ningún desencadenante evidente), que en algunos casos podían durar hasta meses, y
reconocía una cierta estacionalidad de los mismos, con inicios de la descompensación depresiva
coincidiendo con otoño (comentaba irónicamente que no recordaba una Navidad al que no hubiera
sido deprimido), y finalmente una mejoría de la clínica hasta volver a estar eutímico, no
estableciendo una clara correlación entre este hecho y la toma de fármacos.
Espontáneamente no refería la presencia de episodios compatibles con sintomatología maniforme,
pero al momento de interrogarlo específicamente sí que fue capaz de reconocer periodos de pocas
semanas o meses que se alternaban con los depresivos y con los de eutimia durante los cuales Juan
Carlos se mostraba especialmente "contento", con cierta hiperactividad, incremento de gastos y
planes que reconoce como inapropiados (en uno de estos episodios había decidido cambiar todas las
luces de su casa por leds, lo que le había supuesto una gasto importante y que al momento actual
valoraba como "extraña" y en otro de estos periodos estuvo a punto de pedir una excedencia en el
trabajo para irse a vivir a la montaña y alejarse de la ciudad , pero que finalmente no lo hizo para no
dejar sola a su madre a pesar de haber dado una paga y señal de una cantidad importante de dinero
para la compra de una casa abandonada que quería renovar para hacer allí un albergue, dinero que
evidentemente perdió). Con estas oscilaciones del estado de ánimo, el paciente refería haber sido
prácticamente siempre con un estado de ánimo variable, lo que empezaba a tenerlo muy
desesperanzado.

3- Albert era un chico de 22 años que vivía con sus padres y su hermana pequeña. La familia negaba
alteraciones significativas en su funcionamiento previamente al inicio del trastorno, que ubican
aproximadamente alrededor de los 16 años.
Albert era un buen estudiante, y mantenía una correcta adaptación familiar, social y académica.
Hacia los 19 años, coincidiendo con un cambio de escuela, refieren inicio de consumo de cannabis e
instauración insidiosa de conductas antinormativas al domicilio, inicialmente leves y que poco a poco
fueron creciendo en intensidad, encontrándose los padres con ciertas dificultades a la hora de
mantener las normas en el domicilio. Refieren que se mostraba irritable, poco comunicativo, y
progresivamente fue aislando al domicilio, llegando a abandonar los estudios y a estar durante
semanas seguidas cerrado al domicilio.
Aunque la familia inicialmente se había planteado la necesidad de consultar a un profesional, dado
que Albert había negado sistemáticamente no se había llegado a hacerlo nunca.
En los años posteriores los padres refieren una tendencia a la cronificación de los síntomas,
mostrándose muy aislado de su familia, con prácticamente nula interacción con ellos (dormía
durante todo el día y se mantenía despierto durante la noche, con una importante desestructuración
los hábitos de ingesta con un incremento de peso de unos 20 kg en este periodo). Referían
importantes dificultades al mantenimiento de los hábitos de higiene y autocuidado (se resistía a
ducharse, a veces habían pasado hasta 15 días sin hacerlo y al momento de la primera visita
mostraba un aspecto muy desatendido), irritabilidad, incapacidad de disfrutar de actividades que
antes le gustaban, manteniendo como única actividad el USS del ordenador (los padres referían que
jugaba a juegos de roles y se conectaba a chats ... ).
Unas semanas antes de la primera visita Albert refería que escuchaba voces y que la vecina del piso
de arriba, le había pinchado el ordenador y estaba controlando todos sus movimientos por la casa
mediante la webcam, habiendo motivado varios episodios de heteroagresividad verbal y física
contra objetos en el domicilio.

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