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Poder Judicial de la Nación

CFP 481/2016/3
“Parrilli, Oscar I. s/
sobreseimiento”
Juzg. Fed. n° 4 – Sec. n° 8.
Irurzun – Bruglia Ante mi: Pacilio
/////////////nos Aires, 5 de junio de 2019.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I- En la decisión obrante a fs. 485/506 del ppal. se sobreseyó Oscar
I. Parrilli de los cargos que se le formularon. Contra ello, interpuso recurso de apelación el
fiscal del caso, Dr. Guillermo Marijuán, pidiendo el procesamiento del imputado. Ante la
Cámara, su defensa –ejercida por los Dres. Roberto Boico y Aníbal Ibarra, quien alegó en
audiencia oral- solicitó la confirmatoria de la desvinculación definitiva de su asistido.
II- La defensa argumentó que los hechos no constituyen delito, en
tanto puede descartarse –de plano- que encuadren en alguna figura legal. Sus razones
fueron tratadas en una anterior intervención de la Cámara. Y descartadas.
USO OFICIAL

Se sostuvo entonces que la hipótesis en orden a la cual se indagó a


Parrilli es objetivamente susceptible de configurar un ilícito penal (ver CFP 481/2016/2
resuelta el 27 de marzo de 2017).
En efecto, a él se le formularon cargos por no haber remitido un
trabajo de sus subalternos de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) –donde era la
máxima autoridad- con destino a las fiscalías que intervenían en la búsqueda del prófugo
Ibar Pérez Corradi. Aquél tendía –en función del pedido de colaboración realizado el 25 de
agosto de 2015 por esas dependencias- a corroborar datos brindados el 4 y 5 de ese mes
por un testigo ante la Gendarmería Nacional. Una vez concretado por personal de
Contrainteligencia, fue internamente enviado a la Dirección de Administración de Asuntos
Legales y Técnicos y al Subdirector Mena el 16 de noviembre; ya contaba con los códigos
de seguridad asignados para su posterior remisión.
El imputado dijo haberlo cotejado entre el 15 y 18 de noviembre.
Hasta la fecha en que cesó en su función (10 de diciembre de 2015), nada sobre el punto
fue enviado a los solicitantes. Conforme lo consignado por la actual gestión de la AFI, el
informe original fue hallado en el ex despacho del –sobreseído- Emiliano Rodríguez el 11
de enero de 2016.
Por entonces, agregaron, su contenido fue sujeto a tareas de
actualización, resultando negativas para dar con el paradero del buscado. El texto original
se envió el 22 de enero a conocimiento de los representantes de los Ministerios Públicos
que intervenían (sobre todo esto, ver copias de “Legajo Fiscal Reservado” de la IPP.09-00-
268851-00 –fs. 3, 8/10, 11/6, 27 y 29/30 del cuerpo XXII-, fs. 40/3, 44/6 y 48/53 de copias
aportadas por la fiscalía de Mercedes, en que surge constancia labrada por la División
Investigación Federal de Fugitivos del Departamento de Interpol de la Policía Federal,
Informes Reservados 4796 y 5033, Actuación Preliminar de la AFI n° 1298 –todo
reservado con la documentación del sumario-; asimismo, ver informe de la AFI a fs. 61,
informe escrito de fs. 34/7 y su declaración a fs. 63/5 e indagatoria de Oscar Parrilli a fs.
237/9).
En enero de 2016, la División Investigación Federal de Fugitivos
del Departamento de Interpol de la Policía Federal, siguiendo las mismas pistas, concluiría
que efectivamente el prófugo habría estado en lugares previamente señalados por el testigo
de identidad reservada y corroborados preliminarmente en el informe del personal de
Contrainteligencia. El buscado abandonó el lugar donde estaba residiendo para entonces,
en noviembre de 2015.
Va de suyo, entonces, que el escenario descripto no permite descartar
de plano la comisión de un delito –contrariamente a lo argumentado por la defensa-,
porque objetivamente la demora u omisión se constató y porque no fue inocua. La cuestión
pasa por determinar o descartar que Parrilli actuara de ese modo con la intención violar sus
deberes funcionales o contribuir a una maniobra de encubrimiento gestada por agentes del
Estado para ayudar al prófugo.
III- Fue por la falta de corroboraciones en tal sentido que en su
momento se revocó su procesamiento y se resaltó la necesidad de profundizar la
investigación por distintas vías. Algunas de ellas se transitaron (ver medidas ordenadas a
fs. 383). Con su resultado a la vista, se advierten dos cosas: que hay interrogantes aún en
pié y que, contrariamente a lo observado en la decisión apelada, todavía hay formas de
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seguir investigando lo sucedido para intentar contestar tales preguntas en un sentido o en


otro.
En efecto.
Parrilli dijo que al dejar el cargo había informado a las nuevas
autoridades de las investigaciones en curso, incluido lo actuado por la búsqueda de Pérez
Corradi. Cuando se consultó al Director General de la AFI sobre el punto, su respuesta
contrastó con aquella afirmación (ver indagatoria de fs. 237/9 en contraste con lo expuesto
por Gustavo Arribas a fs. 434). Por su lado, los agentes encargados de realizar las tareas en
cuestión negaron haber recibido directiva alguna después de entregar el informe al Director
Operacional de Contrainteligencia. Según el imputado, él había dado instrucciones en tal
sentido (ver fs. 476/7 y fs. 478/9).
Hay, entonces, versiones opuestas sobre asuntos que se encomendó
procurar esclarecer. Siendo eso así, no es posible llegar a definiciones concluyentes al
respecto, contrariamente a lo que argumentó el juez y a lo que sostienen, por un lado y por
otro, la fiscalía y la defensa. Ello, en cambio, exige seguir profundizando la pesquisa:
USO OFICIAL

nótese que no fue escuchado quien revestía como Director Operacional de


Contrainteligencia. Se trata de quien supuestamente fuera el receptor de las órdenes del
encausado luego de leer el informe. Tampoco se sabe si, como se alegó, se labraron actas
respecto del traspaso de datos (ver fs. 237/9).
Por otra parte, es cierto que ni el contenido de la declaración de
Pérez Corradi ante la titular del juzgado federal n° 1 ni el entrecruzamiento entre sus
abonados telefónicos y los de Parrilli, aportaron elementos en pos de la hipótesis acusadora
(ver ambas cosas en doc. reservada). Pero hay otras circunstancias de aquella que imponían
intensificar la instrucción por las vías pertinentes.
Y ello todavía está pendiente.
En este sentido, la Sala advirtió la necesidad de “enfocarse en la
dimensión global de lo denunciado, que refiere al involucramiento de diferentes agencias.
Está probado que más de una operaba como auxiliar de la justicia”. Se señaló que tanto la
Gendarmería Nacional como la Dirección de Inteligencia Criminal habían contado con
datos análogos a los enviados a la AFI para su análisis. Y que se desconocía qué tipo de
tareas emprendieron y qué personal afectaron; también si existieron intercambios,
comunicaciones o contactos entre los integrantes de las diferentes áreas encargadas de la
búsqueda (eventualmente, de la agencia mencionada y de las dependientes del Ministerio
de Seguridad), a efectos de determinar o descartar si, como se planteó desde un inicio en la
causa (denuncia de fs. 1/2), hubo un patrón común, indicador de intencionalidades ajenas a
las funciones de los involucrados.
Con todo, el sobreseimiento de Oscar Parrilli es prematuro, pues
subsiste una situación de incertidumbre sobre la intencionalidad de su conducta. Cabe, por
ende, estar a la falta de mérito oportunamente dispuesta (art. 309, CPPN) hasta tanto se
complete la pesquisa en aras de disipar las dudas aún en pie. Se coincide con la defensa en
punto a que el tiempo transcurrido en un factor a destacar; aquello impone encomendar que
se proceda con celeridad en aras de cumplir con los objetivos del art. 193, CPPN, agotando
por las vías pertinentes la instrucción del caso.
Por lo expuesto, SE RESUELVE:
REVOCAR el auto en crisis y ESTAR a la FALTA DE MERITO
de Oscar I. Parrilli en orden a los hechos por los que fue indagado (art. 309, CPPN),
ENCOMENDANDO al juez que proceda con arreglo a lo apuntado en esta pieza.
Regístrese, hágase saber y devuélvase.

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