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Durante el periodo colonial y hasta 1819, el actual territorio colombiano fue conocido con el nombre de Nuevo
Reino de Granada, por ser la forma en la que España había designado llamar al mencionado reino, hasta
cuando lo elevó a categoría de virreinato en 1719-1723 y 1739-1819. Durante el período de la Primera
República (1810-1816), debido a los desacuerdos y guerra civil entre federalistas (liderados por Camilo
Torres) y centralistas (dirigidos por Antonio Nariño), la actual Colombia se dividió en Provincias Unidas
(federalista) y Cundinamarca (centralista). La reconquista comandada por el pacificador Pablo Morillo y el
posterior retorno del gobierno español a gran parte del territorio (excepto la provincia de Casanare), instaló de
nuevo el virreinato de la Nueva Granada.
Fue en el Congreso de Angostura, a fines del año 1819, después de la victoria en el Puente de Boyacá, que
se decidió llamar República de Colombia a todo el territorio que comprendía el antiguo virreinato (actuales
Colombia, Venezuela y Ecuador). Valga la pena aclarar que ya en la colonia existía una división política y
administrativa que diferenciaba los actuales países: Colombia correspondió con el Nuevo Reino de Granada,
Venezuela era la Capitanía del mismo nombre y Ecuador comprendía las provincias bajo el control de la Real
Audiencia de Quito.
En Angostura se establecieron administraciones separadas para Venezuela y la Nueva Granada, que estarían
encabezadas por un vicepresidente (Francisco Antonio Zea en el primer caso, y Francisco de Paula
Santander en el segundo), y habría un único presidente para las dos naciones: Simón Bolívar. Ecuador,
todavía estaba bajo dominio español y buscando su liberación (que se logró finalmente en 1822); se decidió
conformar un único ejército sin importar nacionalidades.
Para algunos historiadores este proceso, iniciado en Angostura fue el inicio de la que se llamaría La Gran
Colombia, nombre asignado en la actualidad para diferenciar el gran territorio colombiano de entonces, del de
hoy en día.
Durante 10 años, el gobierno colombiano incluyó a los tres países. Las diferencias comenzaron en 1826,
después de reelegir a Bolívar y Santander como máximos dignatarios. Los habitantes de Venezuela
manifestaron su inconformismo por tener como capital a Bogotá, una ciudad retirada que implicaba similitud
con el lejano gobierno colonial español. Sucedió entonces un levantamiento del militar venezolano José
Antonio Páez, quien había sido llamado por el Congreso a Bogotá, para responder por cargos que lo
acusaban de excederse en sus poderes militares. El levantamiento de Páez fue aprovechado por los
ecuatorianos, quienes decidieron también hacerse contra la Nueva Granada.
En principio, lo que se pedía era autonomía para las regiones, no una disolución de la Gran Colombia. La
forma en que Bolívar manejó la crisis no fue del agrado de Santander, y fue entonces cuando comenzaron las
diferencias fundamentales entre los dos dirigentes, que dividieron también la opinión pública. Esto sumado a
los enfrentamientos que se dieron entre la Nueva Granada y Perú desde 1827 lograron que la Gran Colombia
dejara de existir. Venezuela sería el primero en exigir y obtener su autonomía formal en 1830; Ecuador lo
haría unos meses después.
Antes de esta fecha definitiva, cuando ya la crisis y los aires de división se respiraban desde el gobierno, se
planteó en 1827, dividir la república en estados que funcionarían como una federación, igual que Estados
Unidos. Los estados propuestos incluían dos en Venezuela, tres en la Nueva Granada y el sexto sería
Ecuador. El proyecto no tuvo éxito.
Así pues, el mismo año de la muerte de Bolívar (1830), se dio la inminente disolución de la Gran Colombia,
retomando nuevamente el nombre de la Nueva Granada. Así se mantendría hasta 1858 cuando se cambiaría
su designación por el de Confederación Granadina. Desde 1853, se había adoptado el federalismo en el país
y la creación de la Confederación buscaba mantener la unidad nacional. Se designó a Tunja como ciudad
capital de los estados confederados.
BIBLIOGRAFÍA
BUSHNELL, David. Colombia una nación a pesar de sí misma. Del os tiempos precolombinos a nuestros
días. Bogotá. Planeta. 1994.
McFARLANE, Anthony. Colombia antes de la independencia. Economía, sociedad y política bajo el domino
borbón. Bogotá. Banco de la República/El Áncora Editores. 1997.
SAFFORD, Frank y PALACIOS, Marco. Colombia país fragmentado, sociedad dividida. Bogotá. Grupo
editorial Norma. 2002.
Durante el periodo colonial y hasta 1819, el actual territorio colombiano fue conocido con el nombre de Nuevo
Reino de Granada, por ser la forma en la que España había designado llamar al mencionado reino, hasta
cuando lo elevó a categoría de virreinato en 1719-1723 y 1739-1819. Durante el período de la Primera
República (1810-1816), debido a los desacuerdos y guerra civil entre federalistas (liderados por Camilo
Torres) y centralistas (dirigidos por Antonio Nariño), la actual Colombia se dividió en Provincias Unidas
(federalista) y Cundinamarca (centralista). La reconquista comandada por el pacificador Pablo Morillo y el
posterior retorno del gobierno español a gran parte del territorio (excepto la provincia de Casanare), instaló de
nuevo el virreinato de la Nueva Granada.
Fue en el Congreso de Angostura, a fines del año 1819, después de la victoria en el Puente de Boyacá, que
se decidió llamar República de Colombia a todo el territorio que comprendía el antiguo virreinato (actuales
Colombia, Venezuela y Ecuador). Valga la pena aclarar que ya en la colonia existía una división política y
administrativa que diferenciaba los actuales países: Colombia correspondió con el Nuevo Reino de Granada,
Venezuela era la Capitanía del mismo nombre y Ecuador comprendía las provincias bajo el control de la Real
Audiencia de Quito.
En Angostura se establecieron administraciones separadas para Venezuela y la Nueva Granada, que estarían
encabezadas por un vicepresidente (Francisco Antonio Zea en el primer caso, y Francisco de Paula
Santander en el segundo), y habría un único presidente para las dos naciones: Simón Bolívar. Ecuador,
todavía estaba bajo dominio español y buscando su liberación (que se logró finalmente en 1822); se decidió
conformar un único ejército sin importar nacionalidades.
Para algunos historiadores este proceso, iniciado en Angostura fue el inicio de la que se llamaría La Gran
Colombia, nombre asignado en la actualidad para diferenciar el gran territorio colombiano de entonces, del de
hoy en día.
Durante 10 años, el gobierno colombiano incluyó a los tres países. Las diferencias comenzaron en 1826,
después de reelegir a Bolívar y Santander como máximos dignatarios. Los habitantes de Venezuela
manifestaron su inconformismo por tener como capital a Bogotá, una ciudad retirada que implicaba similitud
con el lejano gobierno colonial español. Sucedió entonces un levantamiento del militar venezolano José
Antonio Páez, quien había sido llamado por el Congreso a Bogotá, para responder por cargos que lo
acusaban de excederse en sus poderes militares. El levantamiento de Páez fue aprovechado por los
ecuatorianos, quienes decidieron también hacerse contra la Nueva Granada.
En principio, lo que se pedía era autonomía para las regiones, no una disolución de la Gran Colombia. La
forma en que Bolívar manejó la crisis no fue del agrado de Santander, y fue entonces cuando comenzaron las
diferencias fundamentales entre los dos dirigentes, que dividieron también la opinión pública. Esto sumado a
los enfrentamientos que se dieron entre la Nueva Granada y Perú desde 1827 lograron que la Gran Colombia
dejara de existir. Venezuela sería el primero en exigir y obtener su autonomía formal en 1830; Ecuador lo
haría unos meses después.
Antes de esta fecha definitiva, cuando ya la crisis y los aires de división se respiraban desde el gobierno, se
planteó en 1827, dividir la república en estados que funcionarían como una federación, igual que Estados
Unidos. Los estados propuestos incluían dos en Venezuela, tres en la Nueva Granada y el sexto sería
Ecuador. El proyecto no tuvo éxito.
Así pues, el mismo año de la muerte de Bolívar (1830), se dio la inminente disolución de la Gran Colombia,
retomando nuevamente el nombre de la Nueva Granada. Así se mantendría hasta 1858 cuando se cambiaría
su designación por el de Confederación Granadina. Desde 1853, se había adoptado el federalismo en el país
y la creación de la Confederación buscaba mantener la unidad nacional. Se designó a Tunja como ciudad
capital de los estados confederados.
BIBLIOGRAFÍA
BUSHNELL, David. Colombia una nación a pesar de sí misma. Del os tiempos precolombinos a nuestros
días. Bogotá. Planeta. 1994.
McFARLANE, Anthony. Colombia antes de la independencia. Economía, sociedad y política bajo el domino
borbón. Bogotá. Banco de la República/El Áncora Editores. 1997.
SAFFORD, Frank y PALACIOS, Marco. Colombia país fragmentado, sociedad dividida. Bogotá. Grupo
editorial Norma. 2002.