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CUAL ERA LA ROPA DE LOS 80

Ropa. Los colores que usualmente veíamos eran intensos y brillantes; en el caso
de las mujeres, el uso de hombreras en los sacos y blusas era de lo más in,
podíamos ver calentadores en la parte de los tobillos simplemente para adornar
nuestras piernas y si, aunque no lo crean hay una prenda que muchas en este
momento estamos utilizando y que regresó tal vez para quedarse, nos referimos a
los mallones que en esos años también era muy utilizado. Los suéteres holgados
también era algo que solíamos ver con mucha frecuencia. En el caso de los
hombres las sudaderas, los jeans y de igual forma los suéteres de colores pastel
eran muy utilizados.
QUIEN ERA EL PRESIDENTE DE MEXICO
1980
José López Portillo
COMO ERA LA POLITICA EN MEXICO 1980
La alternancia política en México, en todos los niveles gubernamentales, es un
fenómeno que se ha venido experimentado desde finales de la década de 1980.
Sin embargo, la alternancia en las entidades federativas dista de ser un proceso
homogéneo. En este estudio se utilizan variables económicas para explicar este
fenómeno político a nivel de estados, en México. Se empleó un modelo
econométrico de panel de datos con variable dependiente discreta para el periodo
1980-2009. Se encontró evidencia de una relación en forma de U-inversa entre la
desigualdad en la distribución del ingreso y la alternancia política. Aún más, se
encontró que la alternancia es más probable que ocurra en estados con reglas
electorales justas, alto grado educativo y flujos de comercio internacional.
COSTUMBRES EN MEXICO EN 1980
Se creía que el hombre era fuerte, firme e inteligente, mientras que la mujer era
intuitiva, sensible, sumisa y abnegada, y poseía un organismo frágil, músculos
delicados, un sistema nervioso irritable y un cráneo pequeño.
Se argumentaba que por sus atributos y sus características la mujer era apta para
la maternidad y las tares domésticas, pero inhábil para ejercer las actividades
reservadas a los varones.
Se pensaba que la mujer tenía varias obligaciones: la primera de ellas era atender
al marido y generar en su hogar una atmósfera de apacibilidad, según lo señalaba
las revistas y el famoso Manual de Carreño.
En segundo lugar estaba encargada de educar a los hijos e inculcarles las
primeras nociones morales; por último, debía desempeñar o supervisar las tareas
domésticas.
Así, mientras el varón podía salir al mundo público, se consideraba como deseable
que ella permaneciera en el hogar y se veía mal que anduviera en la calle, es
decir, se reservaba el ámbito doméstico. La separación de funciones y de
espacios se justificaba con argumentos supuestamente “científicos”, pues se decía
que cada género poseía atributos orgánicos que lo destinaban a cumplir con su
misión.

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