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[Rev. Med. Clin.

Condes - 2006; 17(3): 106 - 10]

Fractura de pélvis:
Traumatismo de alta
energía
Dr. Miguel Pinedo V.
Servicio de Urgencia.
Clínica Las Condes.

Resumen La fractura de pelvis es una de las lesiones provisoria con tutor externo está reservada
consideradas de las más importantes dentro para pacientes en cuyo patrón de fractura
Resumen

de la traumatología. No sólo por la consi- se evidencia aumento del diámetro de la


derable mortalidad asociada -por lo que en pelvis y compromiso hemodinámico.
la literatura es conocida como “la fractura El manejo deinitivo de la fractura debe
asesina”- sino también por el potencial llevarse a cabo en forma diferida, tomando
daño a otros sistemas que puedan compro- en cuenta el concepto de cirugía de control
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meter la vida del paciente. La comprensión de daño, es decir, en el momento en que


de los tres tipos de fractura (A, B ó C), de- nuestro accionar no aumente en forma con-
terminados por el grado de inestabilidad, es siderable la morbimortalidad propia de la
importante tanto para el tratamiento inicial lesión.
en la sala de reanimación, que incluye la
compresión extrínseca de la pelvis para
disminuir el diámetro del anillo pelviano y INTRODUCCIÓN
con ello el riesgo de progresión de hemato- La fractura de pelvis es de relativa baja
mas retroperitoneales, como para la deini- ocurrencia, alrededor del 1 a 2% del to-
ción del tipo de estabilización a seleccionar tal de las fracturas que requieren cirugía.
para el manejo deinitivo de la lesión. Pero es de gran trascendencia porque
habitualmente se da en el contexto de
Esta es una lesión característica de pacien- un paciente joven, laboralmente activo,
tes politraumatizados, por lo que el manejo con buena calidad ósea, que se ha visto
oportuno por un equipo multidisciplinario, enfrentado a un accidente de alta energía
bajo los principios del Advanced Trauma y que puede comprometer la vida, por la
Life Support (ATLS), es vital para la so- fractura en si o por el daño a órganos a dis-
brevida del paciente. Bajo el mismo prin- tancia producto de la intensidad del trau-
cipio, deben descartarse lesiones de otros matismo. Por lo tanto el enfrentamiento
parénquimas, en especial de vísceras con- inicial debe ser el de un politraumatiza-
tenidas en la cavidad pélvica que requieran do basado en los principios del ATLS,
un accionar inmediato. La estabilización asegurando vía aérea, controlando la
[Fractura de pélvis:Traumatísmo de alta energía. - Dr. Miguel Pinedo V.]

columna cervical, realizando monitoreo En un principio la exposición de la frac- fractura en si (Figura 1). Este anillo pél-
avanzado de la hemodinamia, detectando tura puede no ser evidente, lo que puede vico está conformado por los dos huesos
y tratando en forma precoz la presencia diferir su diagnóstico y manejo, pudiendo ilíacos, el sacro, isquion y hueso púbico
de shock hipovolémico y sus causas. complicar la evolución. Este retardo en el (Figura 2). Éste es prácticamente rígido,
Existe otro grupo de pacientes suscepti- diagnóstico se da principalmente por in- con escasa movilidad a nivel de ambas
bles de lesiones menos graves. Éstas se suiciente examen físico. La posibilidad articulaciones sacroiliacas y el pubis.
ubican en grupos etáreos mayores y con de que una espícula de la fractura perfore Cuando esta pequeña tolerancia al mo-
deiciente mineralización ósea. El trau- una víscera hueca intrapélvica contamina- vimiento es superada por fuerzas extrín-
matismo involucrado en la lesión es de da, como la vagina o recto, determina la secas se produce su quiebre. Es lógico
menor energía, como caídas de nivel o exposición de la fractura. Por lo tanto la pensar y obligatorio sospechar que, por la
golpes de moderada intensidad, presen- presencia de hemorragia en el introito va- rigidez del anillo, cuando existe una frac-
tando menor repercusión en la sobrevida ginal o anorectal es altamente sospechosa tura en un lugar, otra región debe ceder.
mediata del paciente. En esta oportuni- de lesión de dichas mucosas y obliga a una De todas las estructuras que conforman el
dad nos referiremos a fracturas de alta exploración digital de ambas cavidades. anillo pélvico, los ligamentos y estructuras
energía y en especial del manejo en ser- En el adulto, el anillo pelviano es una de la región posterior son las más impor-
vicio de urgencia de fracturas inestables. resistente estructura ósea y ligamentosa, tantes a la hora de deinir si una fractura de
relacionada íntimamente con estructu- pelvis es estable, parcialmente inestable
Con la modernización de las carreteras ras neurovasculares y vísceras como la o inestable. El complejo sacroilíaco está
y de los vehículos en general, el aumen- uretra, vejiga, recto y órganos genitales conformado por los ligamentos sacroilía-
to en la incidencia de los accidentes de intrapélvicos, que pueden resultar daña- cos posteriores, anteriores e iliolumbares.
tránsito ha ido de la mano con el aumen- dos por el propio traumatismo o por la Estos le dan una conformación a la pelvis
to de las lesiones graves por colisiones y
atropellos, involucrando a pacientes de
edad media, activos y en su mayoría de
sexo masculino.

La fractura de pelvis tiene una mortali-


dad asociada de un 10 a 20% y aproxi-
madamente el 50% tiene lesiones po-

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tencialmente graves en otros sistemas
(1,2). La exposición de la fractura, es
decir la cominicación del foco de frac-
tura con el ambiente o una cavidad con-
taminada, se observa en aproximada-
mente el 5% de los casos, aumentando
la mortalidad entre un 10 a 50%. (3,4) Figura 2: Vistas frontal y lateral de pelvis normal.

Ligamentos sacroilíacos interóseos

Espina ilíaca
postero-
superior

Figura 1. Figura 3.
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posterior que se comporta como un puen- las fracturas avulsivas de espinas, del ala de asimetría pélvica, heridas asociadas,
te colgante, con fuerzas que se distribu- ilíaca o de alguna de las ramas (iliopu- tanto anteriores, región perineal y pos-
yen uniformemente dentro de esta potente biana o isquiopubiana). teriores, uretrorragia, sangre en introi-
masa estabilizadora (Figura 3). En las fracturas tipo B el mecanismo le- to vaginal y hematomas subcutaneos
Dentro de las estructuras contenidas en sional puede ser: en rotación interna del masivos. Estos últimos, además de ser
la cavidad pélvica, especial considera- hueso pélvico, por ejemplo en compre- causa de pérdida sanguínea, hacen sos-
ción merece la presencia de una impor- siones laterales de la pelvis por trauma- pechar un desforramiento lumbopélvi-
tante red arterio-venosa que se ubica en tismos directos sobre el trocanter mayor co, entidad grave asociada a atropellos
la región posterior, retroperitoneal. Estos o el hueso ilíaco, que determina una im- y que genera mayor morbimortalidad
vasos, especialmente los que conforman pactación de las ramas ilio o isquiopu- por el gran daño de partes blandas y el
el plexo venoso, son susceptibles de le- bianas, disminuyendo el volumen de la riesgo de sobreinfección. También cono-
sionarse en un traumatismo de pelvis y pelvis (Figura 4B). O en rotación externa cida como la lesión de Morel-Lavallee.
capaces de generar grandes hematomas del hueso pélvico o de la articulación En el examen físico de un paciente poli-
retroperitoneales, que son responsables coxofemoral (cadera), que determina una traumatizado debe evaluarse la presencia
de comprometer la hemodinamia, desde abertura del anillo aumentando su radio de inestabilidad pélvica con maniobras
el shock hipovolémico hasta la muerte, por separación, en un principio, de su dirigidas a ello, como la compresión
si no se toman medidas oportunas para porción anterior y a medida que aumenta lateral a la altura de ambas alas ilíacas,
controlarla. el nivel de energía esta abertura (denomi- la compresión anteroposterior a nivel de
nada fractura en libro abierto) comienza ambas espinas ilíacas anterosuperiores y
Tile et al. clasiicó en tres los distintos a involucrar estructuras progresivamente la compresión anteroposterior a nivel de
tipos de fractura dependiendo, del grado posteriores, como los ligamentos sacroes- la sínisis del pubis. Cualquier movilidad
de estabilidad. Es así como las fracturas pinosos, sacrotuberosos, sacroilíacos anormal o que desencadene dolor con es-
tipo A son estables, las tipo B rotacional- anteriores y posteriormente sacroilíacos tas maniobras, son altamente sospecho-
mente inestables, es decir, sin compro- posteriores, momento en el cual no sólo sas de lesión del anillo pélvico y obligan
miso de la región más posterior del ani- se verá comprometida la inestabilidad a una exploración radiográica dirigida.
llo (ligamentos sacroilíacos posteriores), rotacional, sino también la vertical (Fi- El estudio radiográico de pelvis debe
por lo tanto estables verticalmente. Y las gura 4A), pasando a una fractura tipo C. realizarse siempre ante la sospecha de
tipo C, en las cuales existe inestabilidad fractura y ante la presencia de pacien-
rotacional y vertical asociada (1, 2). Para tes involucrados en accidentes de alta
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comprender mejor esta clasiicación es EVALUACIÓN CLÍNICA energía, es decir, donde haya anteceden-
preciso entender que cada tipo de fractu- Para diagnosticar del punto del vista tes de víctimas fatales en el accidente,
ra se produce por distintos mecanismos clínico una fractura de pelvis, es im- volcamiento o lesiones graves de otros
lesionales. En el caso de las tipo A, no portante tanto la inspección, palpación sistemas, aunque no hayan evidencias de
existe compromiso del anillo pélvico, y evaluación radiológica. Al evaluar un lesión pélvica.
por lo que no se compromete su estabi- paciente con un probable traumatismo
lidad. Dentro de este grupo encontramos pélvico debemos observar la presencia La evaluación de los pulsos y sensibilidad
distales son necesarios, especialmente la
exploración clínica de las raíces L5, S1
y el plexo lumbosacro, ya que existe una
probabilidad entre un 25 a 70%, depen-
diendo de la ubicación de la fractura, de
lesiones neurológicas de las raíces adya-
centes al sacro en fracturas de éste.
Siempre está indicado el tacto rectal y
vaginal en la presencia de fractura de
pelvis en busca de sangrado y lesión de
mucosas que hagan sospechar en una
fractura expuesta.
A B
Recordemos que la pelvis se encuentra
Figura 4.
inclinada entre 30° y 40° hacia anterior,
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con respecto a la horizontal, por lo que la didas de reanimación del paciente. Estas medida inicial que puede utilizarse en el
evaluación radiográica debe incluir tres medidas incluyen el ABC del trauma, traslado desde el sitio del accidente hasta
proyecciones principales: la anteroposte- reposición de volumen, diagnóstico y el servicio de urgencia o en los primeros
rior de pelvis, la anteroposterior con incli- tratamiento de lesiones asociadas. momentos en la sala de reanimación.
nación céfalo-caudal de 45°, denominada Basándose en la fórmula para el cálculo Si se cuenta con recursos físicos y huma-
proyección INLET que evalúa en su tota- de volumen de una esfera descrita por nos capacitados, y ante la presencia de
lidad el anillo pélvico (Figura 5) y la ante- Arquímides (4πr³/3), podemos concluir una fractura abierta en su región anterior
roposterior con inclinación caudo-cefáli- que por cada centímetro que aumenta el y compromiso hemodinámico, estaría in-
ca de 45°, denominada proyección OUT- radio del anillo pélvico, aumenta en for- dicado el uso de ijación externa (tutor
LET, que evalúa frontalmente el sacro. ma exponencial el volumen que éste es externo) o el uso de ijación interna con
Para el manejo inicial, la tomografía capaz de tolerar. placas de osteosíntesis sobre la sínisis
computada (TAC) de pelvis no es un Es así que en el manejo inicial del pa- púbica. Ambas técnicas aplicadas bajo
examen de elección. Sólo con la radio- ciente politraumatizado con fractura de anestesia general y control radioscópico.
grafía simple podemos hacer las ma- pelvis y compromiso hemodinámico, se
niobras iniciales que aseguren la sobre- considera como una medida eicaz para En lo que actualmente se conoce como
vida del paciente. Una vez estabilizado, contener el sangrado retroperitoneal, la “cirugía de control de daño”, con la cual
la TAC es de utilidad para mejorar la compresión extrínseca del anillo pélvi- se intenta asegurar la sobrevida sin agre-
comprensión de la coniguración de la co, reduciendo su volumen interior. Esta gar morbimortalidad con los procedi-
fractura en busca de una solución deini- compresión debe hacerse ante la sospe- mientos realizados en espera de mejores
tiva. Esta adquiere especial importancia cha de la fractura ya sea por examen físi- condiciones del paciente para dar solu-
para evaluar fracturas a nivel de sacro co o radiográico, y debe llevarse a cabo ciones deinitivas, el tutor externo (dis-
y articulaciones sacroilíacas, donde la con dispositivos especialmente diseña- positivo semi-invasivo) sigue ocupando
imagenología simple tiene ciertas limita- dos para este efecto, similares a una faja un lugar importante en el tratamiento de
ciones. Permite además evaluar posibles elástica. Si no se cuenta con este disposi- la fractura de pelvis. Para ello se utilizan
fuentes de sangrado tanto intra-abdomi- tivo, se puede envolver compresivamen- clavos anclados a ambas alas ilíacas o
nal como retroperitoneales (5). te la pelvis del paciente con una sábana región supraacetabular, unidos por una
El uso de ultrasonografía abdominal es en espera de una solución más estable, barra central anterior externa y ija en
de regla en los casos de pacientes poli- como la ijación externa o interna. compresión, con el objetivo de disminuir
traumatizados. Puede demostrar daño el volumen pélvico y el riesgo de san-

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de parénquimas y presencia de sangrado Aunque el tipo de fractura y el grado de grado retroperitoneal. A su vez permite
retroperitoneal o hemoperitoneo. En este desplazamiento inicial se relaciona di- estabilizar la pelvis anterior para facili-
último caso la laparotomía exploradora rectamente con la severidad del shock hi- tar el manejo de las lesiones asociadas.
estaría indicada ante la presencia de sín- povolémico, es importante destacar que En fracturas con inestabilidad tanto ante-
tomas persistentes de shock. cualquier tipo de fractura de pelvis puede rior como posterior (tipo C) y compromiso
determinar un sangramiento masivo (6). hemodinámico, el tutor externo anterior
Son las fracturas en libro abierto (algunas puede no ser suiciente para el manejo del
MANEJO INICIAL tipo B) o completamente inestables (tipo shock hipovolémico. En esta situación se
El manejo de la fractura de pelvis puede C) las que más se van a beneiciar con la utiliza el ijador tipo “Clamp C”, usado
y debe realizarse en conjunto con las me- compresión extrinseca. Ésta es sólo una ocasionalmente para estabilizar la pelvis

Figura 5.
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posterior. Ambas estabilizaciones son B con osteosíntesis puede ser el único An unstable pelvic ring. The killing
provisorias y en ningún caso correspon- procedimiento indicado a diferencia las fracture. JBJS Br 2006;88(4), 427-33.
den a manejo deinitivo de la fractura. de fracturas tipo C, que requieren esta- 6> Hamill J., Holden A., Paice R., Civil
bilización anterior y posterior (5). I.: Pelvic fracture pattern predicts pelvic
Dentro de las medidas a tomar en un Los mejores resultados funcionales a arterial haemorrhage. Aust N Z J Surg
paciente politraumatizado es importante largo plazo parecen lograrse en aquellos 2000;70:338-43.
considerar la instalación de catéter uri- pacientes tratados con ijación interna, 7> Watnik N.F., Coburn M., Goldberger
nario permanente (CUP) a in de cuanti- tanto anterior como posterior, que los M.; Urologic Injuries in Pelvic Ring Dis-
icar diuresis y manejar acuciosamente tratados durante períodos prolongados ruptions. Clin Orthop 1996;329:37-45.
la reposición de volumen. Este procedi- con ijación externa o manejados en for- 8> Velmahos G.C., Toutouzas K.G., Vas-
miento está contraindicado cuando exis- ma conservadora (9). siliu P.: A prospective study on the safety
te la posibilidad de lesión uretral, la que En algunos casos de fracturas posterio- and eficacy of angiographic emboliza-
debe sospecharse en toda fractura de pel- res existe la posibilidad de hacer cirugía tion for pelvic and visceral injuries. J
vis, especialmente ante la presencia de mínimamente invasiva con estabiliza- Trauma 2002;53:303-8.
sangre en el meato urinario, hematoma ción percutánea con tornillos canulados. 9> Van den Bosch E.W., Van der Kle-
escrotal, ascenso de la próstata a la pal- Técnica que podría ser optimizada con la yn R, Hogervorst M., Van Vugt A.B.
pación rectal y/o globo vesical palpable. introducción de cirugía con navegación Functional outcome of internal ixa-
La fractura de pelvis se asocia a lesión computacional. tion for pelvic ring fracture. J Trauma
uretral en aproximadamente un 4 a 14%, 1999;47:365-71.
principalmente en sexo masculino y a
nivel de uretra posterior. También puede CONCLUSIONES
existir lesión vesical (6% a 11% de los La fractura de pelvis es una entidad gra-
traumatismos de pelvis) (7). ve, asociada a pacientes politraumatiza-
dos que requieren un manejo oportuno y
Para diagnosticar ambas lesiones es nece- multidisciplinario, bajo los principios del
sario realizar una uretrocistografía simple ATLS. La compresión de la pelvis redu-
con medio de contraste, como parte de la ce su volumen interior y con ello el ries-
exploración inicial complementaria del go de progresión de hematomas retro-
paciente, y observar la eventual extrava- peritoneales. Esta puede llevarse a cabo
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sación de éste a nivel de uretra y/o vejiga. inicialmente con fajas o ijación externa,
Si hay lesión uretral se debe considerar la técnica que estabiliza en forma provisoria
realización de una cistostomía en pabe- la pelvis hasta que se den las condiciones
llón y si existe lesión vesical considerar óptimas para la osteosíntesis deinitiva.
la reparación quirúrgica por especialista.
El uso de angiografía y embolización
selectiva estaría indicada en pacientes BIBLIOGRAFÍA
que han respondido en forma inicial a 1> Tile M.: Acute pelvic fractures.
la reposición de volumen y en que se ha I: causation and classiication. J Am
demostrado a través de ultrasonografía Acad Orthop Surg1996;4:143-51
la presencia de hematoma retroperito- 2> Tile M.: Acute pelvic fractures. II:
neal proveniente de lesión del parénqui- principles of management. J Am Acad
ma renal. También es posible embolizar Orthop Surg 1996;4:152-61.
en forma selectiva hígado y bazo (8). 3> Dente C.J., Feliciano D.V., Rozycki
G.S., Wyrzykowski A.D., Nicholas J.M.,
Salomone J.P., Ingram W.L.: The outco-
MANEJO DEFINITIVO me of open pelvic fractures in the modern
El tratamiento deinitivo está relaciona- era. Am J Surg. 2005 Dec;190(6):830-5
do con el grado de inestabilidad presente 4> Hanson P.B., Milne J.C., Chapman
en la fractura. En las fracturas tipo A, la M.W.: Open fracture of the pelvis: Re-
estabilización quirúrgica es ocasional. view of 43 cases. JBJS Br 1991;73:325-9.
El cierre de la pelvis anterior en las tipo 5> Van Vugt A.B., van Kamper A.:

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