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¡Sigamos a los buenos!

Esta es una mirada a Cali, desde la óptica del emprendimiento y de


las historias de vida que hay detrás de cada una de estas iniciativas
empresariales.

1. Historias de Cali

Casos exitosos de emprendimiento en Cali:

• ¿Por qué ser emprendedores? Es un asunto de supervivencia.


Pero también hay idealistas que quieren abrir caminos para la
capacidad creativa en un mundo cada vez más competitivo.
• ¿Dónde? Emprendimiento para todo y para todos. Lecciones
sobre cómo encontrar oportunidades de emprendimiento.
• ¿Cómo? Enseñanzas de emprendedores que han sido exitosos
para guiar el camino de quienes inician.
• ¿Quiénes? Perfil de los emprendedores exitosos basados en casos
reales.

2. Historias de Aguablanca

Historias de emprendimiento y testimonios de vida

Las emprendimientos de Aguablanca brindan beneficios para la


ciudad de Cali en general, generan empleos y bienestar para los
mismos habitantes del Distrito y, sobre todo, son el reflejo del
espíritu de lucha y de la calidad humana de una comunidad que no
siempre es reconocida en todo lo que vale, porque pueden más los
estereotipos y las noticias violentas que no dejan ver una realidad,
que es la misma en toda la ciudad y el país: los buenos son mayoría.

Historias que inspiran nuevos emprendimientos exitosos

Los protagonistas de estas historias de éxito buscan mostrar el ca-


mino que conduce a hacer realidad los sueños y a propiciar los me-
dios para que otros hagan realidad los suyos.

Solamente con el ánimo de refrescar la memoria para valorar lo que


tenemos, vale la pena recordar que hubo restaurantes exitosos en
Cali como Simonetta y El Suizo; clubes sociales como La Ribera;
Almacenes como J. Gómez y Ace Arango’s, Pastelerías como
Holliday; Instituciones financieras como Interbanco y otros cuya
vigencia nunca fue puesta en duda. En el mismo escenario en que
estas iniciativas se frustraron, surgieron emprendedores que hoy son
los generadores de empleo y bienestar para todos.

Afortunadamente los buenos ejemplos son contagiosos y hay casos


incubados en todas las universidades, y aún fuera de ellas, fruto de la
iniciativa propia de los colombianos.

Para destacar esos buenos ejemplos hemos querido reunir, en este


escrito, a algunos de ellos; no porque sean los únicos, sino porque
son los que hasta ahora hemos documentado y a través de ellos abrir
la invitación para identificar, reseñar y comunicar casos similares
porque es la manera de generar una dinámica de optimismo hacia lo
que podemos hacer en nuestra región. El tradicional empuje de los
colombianos, cuando se acompaña de trabajo constante y una buena
gestión gerencial, se traduce en historias de éxito como los aquí
mostrados.

En esta presentación inicialmente se hace un resumen y luego se


tratan los temas con más amplitud.

El texto completo, con todas las reseñas e historias de vida, se puede


solicitar a luiseduardoramirezb@gmail.com
¿Por qué los emprendimientos?

Francisco Piedrahita: “La mayor parte del empleo en el mundo lo


generarán las nuevas empresas”. Por eso las Universidades
estimulan a los emprendedores y se han propuesto ofrecer los
mejores programas para que los estudiantes se formen en
Cali. Universidad Icesi.

Diego Mejía: “Los estudiantes universitarios son privilegiados


porque son la minoría que tiene acceso a las instituciones de
educación superior”, por eso su visión no debe ser “salir a buscar
trabajo” sino que su responsabilidad es “salir a generar trabajo”.
Algo con lo que su familia ha cumplido a cabalidad. MAC.

Manuel Suso: “Los empresarios debemos pensar en el servicio a la


comunidad porque es la única manera de hacer negocios que
perduren”. Ha creado una empresa que estimula el cultivo de arroz
en una región donde todos piensan en sembrar caña de
azúcar. Arrocera La Esmeralda.

Este tema se desarrolla con más amplitud en el aparte 1. ¿Por qué


los emprendimientos?
Oportunidades para generar los
emprendimientos

Berny Silberwasser: “En los negocios atendidos por los


monopolios hay oportunidades que se pueden aprovechar con
creatividad”. Su visión es que la cerveza artesanal debe estar tan
disponible para el consumidor como la panadería de la
esquina. Bogotá Beer Company, BBC.

Carolina Cruz: “El secreto para el éxito de un emprendimiento


radica en la persistencia, en creer en lo que se hace, tocar puertas y
trabajar con organización y amor por lo que se hace” Carolina
Cruz Accesorios y productos de belleza.

Manuel Tiberio Zapata: En un canasto se comenzaron a ofrecer


los pasteles de hojaldre que hoy se distribuyen a través de una
cadena de establecimientos propios y franquiciados. Del corazón de
una familia nació una empresa. Pasteles La Locura.

Este tema se desarrolla con más amplitud en el aparte 2.


Oportunidades de emprendimiento
¿Cómo lograr el éxito?

Berta Cuero: En una venta de jugos, en la esquina de un centro


comercial, se enseña de manera práctica, cómo construir y conservar
la lealtad de los clientes a través del trato personalizado y de
mantener actualizada la base de clientes que la propietaria conserva
en su memoria. La esquina de Berthica.

Pablo Antonio Gómez: Su historia es el mejor ejemplo de cómo


enfrentar las dificultades y cómo capitalizarlas: alianzas productivas,
selección de proveedores, ubicación de puntos de venta, cambio de
imagen, asimilación de mejores prácticas. Sándwich Cubano

Jaime Cardona: Hacer realidad la oferta básica hecha al cliente es


la mejor forma de asegurar su fidelidad: “el mejor surtido a los
mejores precios y con el mejor servicio”. Una empresa colombiana
que enfrenta sin complejos los embates de las multinacionales de la
venta al detal. La14

Catalina Argote: “La clave está en partir de un sueño, fijarse metas


y convertirlas en realidad. Metas medibles, alcanzables y exigentes,
acotadas en el tiempo y realistas. Así de sencillo pero así de
exigente”. Capriccio, Pizza y Rodizio

Martín Wartenberg: Un médico cardiólogo que no se resignó a la


pérdida de sus pacientes por la falta de una institución hospitalaria a
la altura de las mejores del mundo. Promovió la creación de una
institución modelo y enseña cómo convertir en realidad los sueños,
por inalcanzables que parezcan. Fundación Valle del Lili.

Este tema se desarrolla con más amplitud en el aparte 3. ¿Cómo


lograr éxito?
Perfil del emprendedor

Belisario Marín: comenzó promoviendo paseos a la isla de San


Andrés repartiendo volantes en los buses urbanos. Hoy tiene una
agencia que promueve el turismo a la China y ve inmensas
oportunidades cuando las agencias de viajes temen desaparecer ante
la presencia, cada vez más amenazante, de las ventas por
internet. Promotora de Turismo.

Gustavo Llano: un negocio que ofrece pasabocas de frutos secos y


que comenzó preparando el maní en la cocina de la casa paterna.
“Vender maní no era la gran idea” la diferencia la hizo la
persistencia, la flexibilidad y la eficiencia. Manitoba

Vicky Acosta: ha creado cinco de los restaurantes más exitosos de


Cali y en “Platillos Voladores” comparte una lección: “este no es un
negocio donde se compran y se venden tornillos, el restaurantero
compra ingredientes, los transforma y ofrece una experiencia que
debe ser grata a todos los sentidos”. Ella se propone ser semilla y por
eso comparte sus conocimientos con generosidad. Restaurante
Platillos Voladores

Este tema se desarrolla con más amplitud en el aparte 4. Perfil


del emprendedor
Historias de Aguablanca

Una consulta desprevenida en internet permite comprobar la forma


como se define a la comunidad que habita el Distrito de Aguablanca
en Cali: “población en su mayoría inmigrantes de la violencia”. A
partir de esta visión se entienden los juicios que se emiten y los
prejuicios con que se conocen estas comunas que representan la
tercera parte de la ciudad.

Sin embargo no es así como ellos se ven, ni es así como ellos se


comportan; la mejor prueba de ello son los testimonios que se
reúnen en este documento. Son historias que muestran la lucha y los
logros de sus habitantes; ejemplos vivos de los valores que los
inspiran para construir un mejor presente, y un mejor futuro para
ellos y para sus familias.

Algunas son historias de emprendimiento, otros son testimonios de


vida, narrados en primera persona. Unas y otros son la evidencia de
que en Aguablanca, en su gran mayoría, sus habitantes son
protagonistas de historias felices y gratas, en un medio donde nada
es fácil y donde todo hay que ganarlo.
Lo que se hace en Aguablanca

Los emprendimientos de Aguablanca brindan beneficios para la


ciudad de Cali en general, generan empleos y bienestar para los
mismos habitantes del Distrito y, sobre todo, son el reflejo del
espíritu de lucha y de la calidad humana de una comunidad que no
siempre es reconocida en todo lo que vale, porque pueden más los
estereotipos y las noticias violentas que no dejan ver una realidad,
que es la misma en toda la ciudad y el país: los buenos son mayoría.

Las historias aquí relatadas son relatos ciertos, de protagonistas que


viven en los barrios del Distrito de Aguablanca, quienes encontraron
apoyo en la Fundación Carvajal para identificar oportunidades,
capacitación para aprovecharlas, y consejo y dirección para dar los
primeros pasos en su camino de superación. La labor ha ganado
reconocimiento nacional e internacional. Los beneficios no son
solamente económicos.

Sobre todo son testimonios y lecciones de vida:

• “Cuando uno tiene sueños hay que programarse para hacerlos


realidad. Yo les digo a mis hijas que sueñen, que lo manifiesten y
comprometan a quienes están a su alrededor para que los apoyen y
así el sueño se haga realidad. Pero hay que luchar para lograrlo”.

• “Yo he visto personas que ante las mismas circunstancias vividas


por nosotros, han tomado el camino equivocado (por lo menos a mi
manera de ver); y aunque no los juzgo, no creo que negociar y vender
cosas prohibidas, aún su cuerpo, sea la forma de superar las
dificultades y salir adelante.
Historias de Emprendimiento y de Vida
en Aguablanca

Colinva: Es una cooperativa que trabaja por minimizar el impacto


que tienen las lluvias torrenciales en la ciudad. Hacen el
mantenimiento a las redes de sumideros y canales de alcantarillado.
Entre las muchas lecciones que comparten, recalcan que el trabajo
en equipo y la disciplina del ahorro, garantizan el mejoramiento del
nivel de vida de los asociados por los beneficios que se derivan de su
labor.

Enter+: se dedican a las labores manuales para la terminación de


productos de artes gráficas y su portafolio de servicios se amplía en
la medida en que sus clientes lo requieren, porque entendieron que
son socios de sus clientes y actúan en consecuencia.

Experiencia Creativa: un grupo de jóvenes se organizó para


ofrecer los servicios de biblioteca física y virtual, sala de lectura, sala
de informática y sala de medios audiovisuales. Son el mejor ejemplo
de lo que significa su lema: “el sol que ilumina a Cali, sale por
Aguablanca”.

Krearte: Cuatro jóvenes se definen como “decididos a ser semilla”


en un campo donde la comunidad puede cosechar bienestar y futuro
gracias a su labor, porque sus programas están dirigidos a toda la
población: desde niños hasta adultos mayores y la oferta incluye
sesiones para el fomento de la lectura, creación y conservación de la
memoria fotográfica y educación en informática. Los padres de
familia de la comunidad pueden trabajar tranquilos porque sus hijos
quedan en estas buenas manos cuando salen de su jornada escolar.
Maryori Mina: su mensaje es claro: “mi propósito es lograr mis
sueños y colaborar para que mis hijos y quienes trabajan conmigo
consigan sus propios sueños. Yo les ayudo a cumplir sus sueños y
ellos me han motivado y ayudado para lograr los míos”. Hoy es
propietaria de su negocio y genera oportunidades de empleo.

Ruatex: En su natal Barbacoas, Nariño, el abuelo organizaba


concursos de destreza manual en el manejo de la máquina de coser y
quien cosía recto y en menor tiempo ganaba “cucarachas” de panela
(caramelo típico). Estas fueron las bases para la industria que hoy
genera empleo a través de la tercerización en la elaboración de
carteras y marroquinería.

Serlima: Asistieron a un evento para solicitar empleo y resultaron


seleccionadas para conformar una cooperativa que presta servicios
de aseo y limpieza en almacenes y establecimientos públicos en
general. En la mañana trabajan para cumplir las tareas contratadas y
en la tarde realizan las labores administrativas necesarias para el
buen funcionamiento de su cooperativa.

Ufprame: Es una cooperativa donde se agruparon algunos


recicladores luego del cierre del basuro de Navarro. Responden por
la limpieza del acceso a la entrada de Navarro y tienen el contrato
para el manejo de los lixiviados y el mantenimiento de las zonas
verdes. Ahora aspiran a convertirse en protagonistas del manejo del
reciclaje en la fuente pero, sobre todo, aprendieron a funcionar como
una comunidad que vela porque sus afiliados tengan seguridad
social, ahorro colectivo y comportamiento solidario.
Edgar Rodríguez
El Reciclador de vidas

Donde todos vieron basura él vio dinero, donde todos olieron


desechos él olió recursos y donde todos veían gente manipulando
basura él construyó una comunidad.

Edgar Rodríguez tiene 62 años y las cosas más queridas de su vida


las encontró en la basura, incluso a sus amigos. Hoy es el
Representante Legal de la Cooperativa de Recicladores “Ufprame”
que se ha agrupado con otras para participar en el negocio del
reciclaje en Cali. Pero el líder que hoy atiende en un escritorio salió
de su casa a los 14 años porque no se amoldó a la disciplina familiar.
Practicó boxeo, lucha libre y especialmente fútbol, ganándose el
sobrenombre de “El Boca”. Probó la marihuana. Continuó con
trabajos y empleos informales por la falta de la libreta militar. Llegó
al basuro de Navarro presentado por Alirio El Paisa, un reciclador a
quien conoció cuando el botadero de basura quedaba en el Paso del
Comercio, a orillas del Río Cauca. Su amigo lo presentó con
“Chavela”, un líder corpulento reconocido por la manera
contundente de imponer su autoridad.

El basuro de Navarro

Hablar de “Reciclaje” puede ser un eufemismo para definir lo que es


el manejo de los desechos domiciliarios de la ciudad. La verdad es
que es una labor donde los recicladores compiten con los buitres por
alimentos, materiales, animales muertos, desechos hospitalarios y
restos humanos. Willington, un reciclador que llegó desplazado del
Chocó recuerda la escena: “Me tocó trabajar con los gallinazos al
lado, después de que en el Chocó los veía siempre lejos.
Competíamos por la supervivencia, cada uno buscando lo suyo”.

Cuando un camión llegaba se formaba un grupo de más o menos 70


personas y, como si se hubiera roto una piñata, el grupo se
abalanzaba a tomar lo que creía de valor. Nada era de nadie hasta
que quedaba en la mano cerrada de alguien y si alguien ya lo había
tomado, se convertía en propiedad privada.

Abrirse campo en el basuro no era fácil para nadie y no lo fue para


Edgar. Tuvo que ganarse un espacio y hacer respetar lo que
conseguía. En una oportunidad recicladores de otro grupo quisieron
quitarle el producto de su trabajo, se trenzó en una pelea y desarmó y
dejó heridos a los agresores. Debió retirarse del basurero por un
tiempo y se dedicó a viajar por varias ciudades comprando y
vendiendo mercancía en la calle.

Regresó a Cali con 21 años. Sus amigos le dijeron que volviera, que la
situación se había tranquilizado, que al fin y al cabo en el basuro se
ganaba más dinero. Un trabajador de la época, Hernando Yandón
comenta: “El trabajo en el basuro daba dinero. Yo me ganaba
520.000 semanales” lo que representaba 5 salarios mínimos al mes.
Así acordó su retorno al reciclaje y conoció a Mireya, una niña que
tenía trece años y quien más tarde sería su esposa.

“Chavela”

Edgar se incorporó nuevamente al grupo de Julio César Sánchez,


conocido como “Chavela” (a pesar de su fiereza) porque cada vez que
se emborrachaba cantaba la canción mexicana y de vez en cuando,
en medio del trabajo, también la cantaba. De esta forma todos sabían
que Chavela estaba contento.

Chavela trabajaba con su esposa, sus hijos, familiares, amigos y


recomendados que se ponían bajo su custodia. Nadie discutía sus
órdenes, imponía la autoridad y les brindaba seguridad. Era
analfabeto y era el árbitro para definir cualquier disputa. Su grupo
lograba mejor precio para sus mercancías y se protegían de los
ataques de los bandos enemigos que querían apoderarse del reciclaje
de mayor valor.

En este medio nadie confiaba en nadie y Edgar entendió que el


respeto se ganaba defendiendo lo que consideraba suyo. Así lo hizo a
lo largo de más de 20 años. Un suceso mostró su capacidad de
liderazgo: Defendió y salvó a Chavela de una muerte segura. Sus
enemigos lo querían emborrachar y drogar para matarlo indefenso,
la única manera de vencer su corpulencia y su conocida habilidad
para pelear. Edgar enfrentó a los agresores y lideró la defensa con
una convocatoria concluyente “¿y lo vamos a dejar matar?”.

Líder en crisis

Tras una recaída por una operación de hernia mal cuidada, Chavela
murió a la entrada del basuro y El Boca fue el sucesor en el liderazgo
del grupo, lo cual significó heredar también los enemigos. Eso le
generó envidias, puso más difícil su negocio y lo llevó a una
sobrecarga de tensión que quiso desviar a través del consumo de
alcohol y drogas. Trabajaba tomando una caneca de aguardiente
desde la mañana e inició el consumo de bazuco. Veía persecuciones
por todas partes y por eso se encerraba con Mireya, su esposa, a
quien había conocido cuando ella tenía trece años y ya era madre de
una hija que Edgar adoptó como propia. Cuando salía, trabajaba,
recogía dinero para pagar las deudas y continuaba con el ciclo
destructor. Como líder del grupo, los demás lo cuidaban y cuando
salía del encierro lo aconsejaban y le hacían caer en cuenta que sus
dos hijas estaban desamparadas. Le decían que no le venderían ni le
dejarían comprar más bazuco, pero seguía con su vicio. Llegó a pesar
47 kgs. lo que para su estatura de 1.70 mts., era un indicador del
límite al que estaba llegando. Las entidades que apoyaban la
organización de los recicladores como la Fundación Social, la
Personería y Secretarías Municipales buscaban infructuosamente la
manera de sacar a Edgar de su situación porque era vital su liderazgo
para el éxito de sus programas de formalización y apoyo.

En 2006, en un atentado recibió tres tiros que obligaron a su


hospitalización por 7 meses en el Hospital San Juan de Dios al cabo
de los cuales salió con una colostomía que lo acompañó por más de
dos años. Como consecuencia de las medicinas, los procedimientos
realizados y de su abstinencia forzosa, su organismo había quedado
“limpio” y desintoxicado y decidió dejar el consumo de drogas.
Desde esa fecha no fuma y evita el consumo de bebidas alcohólicas.
Aunque le ofrecieron enviarlo a otra ciudad mientras mejoraban las
condiciones en Navarro, regresó a su trabajo y terminó con éxito la
recuperación de su salud.

La siguiente fase fue recuperar a su esposa quien, fruto del consumo,


sufría de crisis nerviosas, le daba temor que los mataran y la
atormentaban los hechos y los secretos del pasado. Con la ayuda de
sicólogos, médicos, trabajadores sociales y profesionales que los
acompañaran, Edgar se propuso conquistar de nuevo a Mireya y
acompañarla en su proceso de desintoxicación que culminó con
éxito.

Organización de los recicladores

Para entender el impacto de la labor de El Boca hay que tener en


cuenta que era una comunidad sin servicios públicos, ni de salud, ni
de educación. La gente moría por enfermedades, por peleas por bala
o por arma blanca. Los niños morían por las enfermedades
generadas por consumir aguas negras. Había gente que nunca salía
del basuro o vivían en Siloé o Yumbo y solo conocían el trayecto
entre su casa y el basuro. No conocían ni estaban integrados a la
ciudad.

Entonces se propusieron crear una escuela que se llamó “Pamela


Palacios” en honor a una niña que murió aplastada en el basuro por
un buldózer mientras dormía en un colchón y cuya madre enloqueció
y desapareció de Navarro.

Encontraron un terreno firme al lado del lago de las aguas lluvias


que vienen de Cañaveralejo. “Aquí hago mi casa y recupero a mi
familia” pensó Edgar. Con esta idea comenzaron la obra para la
nueva escuela y construyó un rancho con esterilla y guadua para su
vivienda y un depósito para el material plástico en proceso de
reciclaje en el cual se había especializado: “Hice una casa con alcoba,
sala, baño, cocina y me fui a vivir allí con mi familia, como una
verdadera familia”. Con 50 ranchos lograron el apoyo del gobierno
municipal para que llegaran los servicios de agua, electricidad, salud
y educación. Ahora eran una comunidad que podía tener acceso a los
servicios estatales subsidiados una vez formalizaron su existencia y
su organización.

Cierre de Navarro

Pero no era una situación sostenible por mucho tiempo porque el


basuro de Navarro se volvió un problema para la ciudad. En
diciembre de 1999 se presentó un derrumbe cuando la mezcla de
residuos, tierra y arena colapsó por la lluvia. Fueron muchos los que
quedaron, literalmente “colgando”, de alguna pieza de basura para
no rodar y no quedar sepultados por el alud. Sin embargo, Gerardo
Antonio Ramírez, de 39 años de edad, 15 de los cuales duró
reciclando, murió aplastado por la montaña. Eventos similares, sin
pérdidas de vidas, obligaron a las autoridades municipales a decretar
el cierre del basuro que se hizo efectivo el 25 de junio de 2005.

La Corte Suprema de Justicia dictó la sentencia T-291 en 2009 que


ordenó al gobierno municipal promover y facilitar la formalización
de los recicladores para participar del nuevo sistema de manejo de
residuos sólidos y de esta manera asegurarles sus ingresos
económicos. Por eso fue y es tan importante el papel de líderes como
Edgar que llevó a Ufprame, su cooperativa, a asociarse con otras
cinco para formar el grupo AIRE 3R.

Entidades como la Fundación Carvajal, las Universidades Icesi y


Univalle, están formando a los líderes de las cooperativas (Edgar
entre ellos) para capacitarlos como administradores, promotores
sociales y fortalecer su liderazgo.

“Edgar es un líder organizado y positivo que defiende los intereses de


los recicladores que representa y que pregona los beneficios de
asociarse para enfrentar con provecho las oportunidades que se
vienen en el futuro inmediato porque los ciudadanos de Cali ya
estamos pagando mensualmente una cuota destinada al fondo para
fortalecimiento del programa de reciclaje en la fuente”. Afirma la
Doctora Leonor Garcés de la secretaria de bienestar social de la
alcaldía de Cali.
Edgar recuerda cuando su padre se enteró que estaba en el basuro y
le dijo a su familia: “Si Edgar no se sale del basurero, cuando yo
muera no le digan en qué lugar me enterraron. No quiero saber nada
de él”. Hoy piensa: “Lamento mucho que mi Viejo no haya logrado su
objetivo de retirarme del reciclaje pero sé que estaría muy orgulloso
de lo que he logrado y de lo que estoy haciendo por quienes se
dedican a esta labor”

Edgar y Mireya son bisabuelos: La hija mayor tiene tres hijos y es


abuela de una bebé que nació cuando su hija tenía 14 años. La hija
menor tiene tres hijos de 10, 8 y 5 años y se desempeña como
auxiliar de administración.
Maryori Mina
Con sueños todos se mueven

“A los 15 años me enviaron a vivir a Venezuela porque así podría


trabajar y enviar dinero para ayudar a mi familia. Comencé a
trabajar en una casa de familia y estudiaba enfermería porque mi
sueño era estudiar medicina. De manera que entendí el trabajo como
un medio para conseguir mi sueño y allí en Caracas nacieron mis dos
hijas. Cuando ellas nacieron ya no podía hacer turnos y tuve que
trabajar ocasionalmente, en la medida en que el horario de atención
de mis hijas me lo permitía.

Pero la situación era difícil y a duras penas podíamos sobrevivir y


cuando la situación del país se puso más difícil tomé la decisión de
regresarme a Colombia con mis dos hijas aunque mi esposo no me
acompañara.

Así que llegué a Cali a comenzar desde cero comenzando por sacar
documentos. Los estudios de enfermería debía validarlos y eso
demandaba un dinero que yo no tenía. Y quise trabajar en casas de
familia pero las condiciones de trabajo que ofrecían no las podía
aceptar por los horarios y por el dinero que me ofrecían. Así que me
matriculé en un curso para arreglar uñas y la profesora me
recomendó para trabajar en un salón de belleza porque vio que tenía
disposición para el oficio. Me aceptaron en una sala de belleza pero
me hicieron firmar una letra de cambio donde yo me comprometía a
pagar la enseñanza que me iban a dar en el salón. Yo acepté porque
no tenía otra alternativa y comencé a trabajar y a atender las clientas
con buen resultado para las clientas y para el salón, porque estaban
satisfechas con mi trabajo, pero no para mí porque con los
descuentos que me hacían y los gastos de transporte, el dinero que
recibía cada semana no era lo que yo necesitaba para cubrir los
gastos de mis hijas a pesar de la buena voluntad de la mamá de mi
esposo. Las cuentas no me daban y las necesidades apremiaban. Así
que me retiré (aunque no había terminado de pagar la deuda que me
hicieron firmar) y comencé a trabajar a domicilio para atender las
clientas que me conocían y apreciaban mi trabajo. Ellas me
recomendaban con otras y así fui formando una clientela que he
podido conservar.

Mi inicio

Dentro de los recorridos que hice para atender a mis clientas,


encontré un apartamento en una casa en el barrio Córdoba y me
pareció que se ajustaba a mis necesidades a pesar de que era
pequeño pues solo tenía una habitación y un baño, pero ahí nos
acomodamos con mis hijas. Yo salía a trabajar con mi caja a prestar
servicios a domicilio y la gente me buscaba de día y de noche porque
les gustaba mi trabajo y la manera como las atendía.

En el año 2008 tomé un préstamo de $ 800.000 en un Banco y


habilité la sala de mi apartamento como espacio de trabajo y hasta
allí llegaba la gente a la que atendiera. A los que no podían ir, los
atendía a domicilio.

Yo creo que las clientas se mantenían fieles porque yo les prestaba


un buen servicio, siempre estaba disponible para la hora que me
necesitaran y yo amaba lo que hacía. La verdad sufría pero lo aprendí
a hacer callada y sin alimentar rencores porque gracias a mi trabajo
podía atender a mis hijas y debía agradecer porque este oficio me
abrió las puertas cuando todas las demás parecían cerradas.

Desde el comienzo ahorré en una cuenta de ahorro programado.


Nosotras vivíamos de mi trabajo y lo que me enviaba mi esposo iba
para la cuenta de ahorros.

En la sala de mi casa pude poner un espejo y otra silla. Aprendí a


hacer las uñas profesionalmente y descubrí que el cabello de las
negras (yo soy negra y por eso hablo sin complejos de las mujeres de
mi raza) es un cabello diferente al de las blancas por su contextura y
descubrí que había un laboratorio especializado en productos
especiales para trabajar esos cabellos. Nuestro cabello es más seco y
requiere procesos particulares para el alisado y peinado.

Cuando estaba en este proceso, conocí los programas de la


Fundación Carvajal y participé en varios cursos para empresarios. Yo
quería ser empresaria y tener una firma grande y sentí que esta
capacitación era una ayuda para hacer realidad ese propósito. De la
Fundación visitaron mi negocio (la sala de mi casa) y me enseñaron
a hacer bien las cuentas porque todo se me volvía plata de bolsillo,
pero ellos me hicieron caer en cuenta que tenía un capital invertido
en productos, que tenía gastos del negocio y que debía separarlos de
los gastos de la casa y que debía controlar el consumo de los
materiales (materia prima) para saber de verdad cuánto era que me
ganaba. Con cuánto podía contar como utilidad sin que fueran
“cuentas alegres”

En la Fundación me hicieron caer en cuenta que estaba consumiendo


una cantidad importante de productos y que con ese volumen podía
aspirar a conseguir mejores precios si los compraba directamente al
fabricante. Yo los compraba en “La Colmena”, en el centro de la
ciudad, a un distribuidor. Así que tocamos puertas y logramos que
me entregaran un inventario a crédito después de que estudiaran mi
negocio y vieran el volumen de trabajo que tenía entre la atención en
la sala de mi casa y los domicilios.

Me dieron un cupo de crédito de $350.000 que para mí era un


mundo de plata y creo que me dieron el crédito no por lo que tenía
sino por lo que vieron que yo era capaz. La verdad es que yo no tenía
sino ganas pero después el vendedor me dijo que se había contagiado
de mi entusiasmo. Me dijo los trámites que debía hacer y me
enviaron el primer pedido. Y lo hizo cuando otros no me abrieron la
puerta. El confió en mí y yo no lo olvido.
Mi casa

Por esa época le serví de fiadora a una amiga en un crédito que tomó
y como ella no lo pagó lo tuve que hacer yo. Lo hice porque yo no
quería quedar marcada para futuros créditos. Pero esta experiencia
me sirvió para aprender del manejo de las fianzas y también me hizo
pensar que si yo era capaz de sacar un dinero para pagar una deuda
ajena, con mayor razón lo podía hacer para pagar una deuda propia.
Así le perdí el miedo a las deudas y estaba con esa idea cuando me
llegó la noticia de que me habían aprobado un crédito para vivienda
con base en el ahorro programado que venía cumpliendo
religiosamente.

Pero el problema era que yo no podía certificar un vínculo laboral o


un contrato permanente que le diera tranquilidad a la entidad que
hacía el estudio para el crédito. Sin embargo yo sabía que no podía
perder la oportunidad de hacerme a mi apartamento propio y
comencé a buscar quien me apoyara para hacer realidad el sueño de
mi casa propia. Yo necesitaba alguien que me diera los desprendibles
que certificaran mis ingresos regulares y cuando le conté a una
amiga que tenía una peluquería establecida me ofreció darme los
certificados que necesitara.

Yo tenía que trabajar (ahora con más ganas) en mi apartamento y en


los domicilios pero tenía que estar atenta para cuando me llamaran
de la entidad a la peluquería de mi amiga para verificar los datos de
la solicitud. Yo debía estar allí para responder. Puse de acuerdo a los
de mi casa y a mi amiga de la peluquería para que en caso de que me
llamaran de la entidad, dijeran que acababa de salir pero que
enseguida regresaba. Y ellas me llamarían y yo me desplazaría a
donde tuviera que hacerlo. Cada una sabía lo que tenía que decir y
así funcionó la vez que me llamaron de la entidad que asignaba las
viviendas. Pero el dinero lo debía girar un banco y se debían cumplir
los requisitos de la entidad bancaria que resultó ser el mismo banco
que me prestó los primeros $ 800.000 y que yo pagué
cumplidamente.
Al cuarto día me aprobaron el crédito y me asignaron una vivienda
en el Barrio Meléndez (en la ladera de Cali al sur de la ciudad)
distante del lugar donde tenía mis clientas en el oriente de la ciudad.

Entonces tuvimos que cambiarnos de apartamento y no sabía qué


hacer con mis sillas. De manera que comencé a buscar un local
donde poner mi negocio para estar cerca de mis clientas. Mi sueño
siempre ha sido tener un local grande pero en ese momento la
prioridad era asegurar la atención de los clientes que siempre me
han acompañado. Con esta idea en la cabeza recorría los lugares
donde hacía los domicilios y encontré un local rodeado de nada
porque estaba en una esquina donde “solo había monte alrededor”
en ese momento.

Con mucho temor le comenté a mi esposo, que ya había regresado a


Cali, y lo hice muy temerosa porque sabía de su resistencia a tomar
riesgos. Pero me sorprendió su respuesta: “Usted siempre ha querido
tomar un local para tener su propio negocio. Tome el local que allí la
seguirán todas sus clientas”. Lo dijo sin conocer el lugar donde
quedaría el local.

Hablé con la dueña del local y le dije que estaba interesada y pisé el
negocio con $ 100.000 y le prometí llevarle el resto del dinero del
alquiler al día siguiente. Pero no lo tenía y comencé a tocar puertas.
Le comenté a la pastora de la iglesia y me lo prestó. Me ayudó con
una parte y me dijo “hágale”. Así que llevé a mi esposo para que me
ayudara con unas instalaciones eléctricas y cuando vio el local me
dijo, “pero esto está muy solo”. Mi respuesta inmediata fue: “yo no lo
traje para que me criticara, lo traje fue para que me ayudara con las
instalaciones”. Claro que se lo dije con cariño para que no se
enojara.

Comencé y en el primer mes pude pagar los gastos del montaje y


pagar lo que me prestaron para el arriendo. Desde entonces no me
he atrasado ningún mes en el pago y he venido ampliando la vitrina
para venta de productos. Para ese momento ya tenía productos de
Yanbal, Avon y los que siempre me han acompañado del proveedor
con que comencé.

Comencé a pesar de lo que me decían por lo soledad del sector pero


la verdad es que yo combinaba el trabajo en el local con la atención a
domicilio. Yo iba a donde las clientas estaban y le prestaba servicio a
quienes nadie atendían y en la forma en que lo necesitaban.

Negocio más amplio

Dos años después la dueña del local me ofreció tomar el local de al


lado que era más grande y lo acababan de desocupar. Pero el
arriendo era más alto y debía pasar de pagar $250.000 a $600.000.
Yo le dije que me interesaba pero que no lo podía pagar. Así quedó la
cosa y pasó un mes y el local no se alquilaba. Como yo estaba al lado
yo daba la información del local en arriendo y les enviaban los
interesados a la propietaria hasta que un día ella me dijo que no le
mandara más interesados que por qué no me quedaba yo con el
local.

Pero pasar a un alquiler que costaba el doble no lo podía pagar


solamente con el producido de la peluquería así que le comenté a mi
esposo y para mi sorpresa me dijo “hacele. No te dé miedo que tú
puedes” Pedí un préstamo para remodelar el salón y para montar
“una Colmena” (es el nombre de la bodega del centro de la ciudad
que vende los productos de belleza al detal) y pude habilitar un
espacio para la peluquería, otro para el almacén y otro espacio para
masajes. Yo le dije a la dueña que le podía pagar $500.000. Ella lo
consultó con los hijos y me ofrecieron la alternativa de pagar
$500.000 durante los primeros 6 meses y después los $600.000 que
ella esperaba y así lo hicimos.

Hoy trabajamos 5 niñas y yo y la venta de los productos ha resultado


exitosa. Ya han pasado los meses de alquiler de $500.000 y
comienzo a pagar los $600.000 convenidos con mucha tranquilidad
porque veo que el negocio los da.

He aprendido muchas cosas fuera de la peluquería, por ejemplo a


valorar el aporte de las personas que trabajan conmigo. Había una
niña a quien le daba mucho susto arreglar uñas y maltrataba a las
clientas pero era muy hábil decorando y haciendo diseños a las uñas.
A mí no me parecía que fuera algo serio y me parecía más bien un
juego de la niña en lugar de trabajar. Pero entendí que para muchas
clientas era atractivo que les arreglaran sus uñas con diseños de
moda, “raros“ si se quiere, y escuché que las clientas pedían arreglos
diferentes en las uñas. Y fue esta niña la que dio la respuesta a esa
necesidad de las clientas.

Le dije a la niña: “Ya que usted no aprendió a arreglar las uñas como
nosotras, ahora aprenderemos cómo las hace usted”, y así ha sido.
Aprendimos de ella a hacer arreglos. Y ahora manejamos colores
diferentes.

Ya había dicho que el sitio donde estaba el local era muy solo. Pues
de pronto comencé a ver que pasaban camiones con muchos
materiales de construcción y averigüé y resultó que estaban
construyendo una urbanización de casas de interés social destinada a
población negra en su mayoría. Y yo que siempre tuve el sueño de
ubicarme en un lugar donde llegara mucha gente, ahora iba a tener
muchos negros como clientes. Muchas negras a las que yo les sé
arreglar su cabello. Se me cumplió el sueño de ganarme una gran
cantidad de clientas de un día para otro. Y he aprendido que el
cliente que sale contento me trae otros clientes porque “tenemos el
mejor cepillado de la cuadra”

Mi norma para quienes trabajan conmigo es “a nadie me le ofrecen


un mal servicio”, “Si ve que lo va atender mal no lo atienda y dígame
que yo lo atiendo”. Yo no soy gerente y siempre les digo que cuando
pregunten por el dueño o el gerente digan que no está, así yo esté
allí. Porque yo quiero que ellas se sientan responsables ante el
cliente y entiendan que su jefe es el cliente, no yo.
Yo no me puedo quedar quieta y en mi moto me desplazo todos los
días desde el occidente donde vivo, al oriente donde trabajo o a los
sitios donde tenga que hacer los domicilios. La moto la compré
cuando me puse a hacer cuenta lo que me costaba el transporte y el
tiempo que me representaba movilizarme en buses que se
demoraban o no pasaban. Para mí ese era tiempo de trabajo que
perdía.

Familia

Con mi esposo tenemos definidos los gastos de la casa. Los servicios


y la comida son de él y el pago del apartamento y el mobiliario es
mío.

Nuestras hijas hoy tienen 13 y 16 años. La mayor quiere ser médica y


yo estoy enamorada de su sueño y estoy segura que tendremos los
recursos para que se vuelva realidad. Los sábados en la tarde va a
trabajar en la venta de productos de mi local (En mi “Colmena” como
yo la llamo) y le doy 20,000 que van para la alcancía de su sueño.
Para ella es buen dinero porque le damos 1.000 para su merienda
diaria. La pequeña quiere ser actriz-modelo y arregla uñas a
domicilio en el barrio donde vivimos. Yo le he enseñado los cuidados
que debe tener cuando haga domicilios, por ejemplo que se cuide de
atender hombres solos, etc. Pero desde luego que lo hace muy
vigilada y muy amparada porque ella tiene que realizar su sueño de
ser artista.

Nosotros las inscribimos en todos los programas que podamos para


que estén siempre ocupadas. Nos hemos propuesto acompañarlas y
por eso yo estoy en las mañanas en la casa con ellas y cuando salen a
su estudio yo me voy a mi trabajo. Yo le pago un extra a una de mis
colaboradoras para que abra el local en las mañanas y así yo pueda
estar con mis hijas.

Los sueños de mis hijas son los míos: ser médica y ser artista.
Yo les explico a ellas que debemos trabajar para liberarnos de
nuestras deudas y ayudarlas cuando ellas terminen su bachillerato y
puedan estudiar la carrera que han soñado. Por eso les hago ver que
los ahorros que hacemos todos los meses son para reservarlos en el
banco para pagar sus carreras. Cuando uno tiene sueños hay que
programarse para hacerlos realidad.

Todos los meses ahorramos un dinero que estará destinado para


comprar un carro cuando ellas deban ir a la universidad.

Yo no estoy afiliada a un fondo de pensiones pero todos los meses


ahorro un dinero porque esa será mi pensión. No gasto todo lo que
recibo porque cuando veo lo que he alcanzado me convenzo que ha
sido posible por la disciplina para trabajar las metas y por los hábitos
de ahorro y manejo prudente del dinero.

Yo les digo a mis hijas que sueñen, que lo manifiesten y


comprometan a quienes están a su alrededor para que los apoyen
para que el sueño se haga realidad. Pero hay que luchar para
lograrlo.

Yo ayudo a mi familia en lo que esté a mi alcance sin quitarles su


propia responsabilidad y tengo disposición de ayudar a quien lo
necesite pero también cuido lo que he logrado porque sé lo que es
tener puertas cerradas pero también sé lo que es tocar y abrir otras.

Soñar para moverse

Yo tengo claro que tengo que entusiasmar a las niñas que trabajan
conmigo para que tengan sus sueños porque si ellas no los tienen, no
hay poder humano que las mueva. Ellas se mueven porque tienen
que lograr sus sueños y yo lo que hago es darles la oportunidad de
que su trabajo contribuya a ello. Si uno no tiene sueños no lo mueve
nadie.
Dos de mis colaboradoras me conocieron cuando no tenía nada y
ahora ven lo que he avanzado y lo que he conseguido y soy el mejor
ejemplo y el mejor estímulo para que ellas hagan lo mismo.

Yo sé que la mitad de mi negocio es del banco, pero estoy segura que


muy pronto voy a pagar lo que debo. Ya que no pude ser médica,
como quería y que no pude ejercer la enfermería que estudié
encontré en mi oficio el camino para hacer realidad mis sueños y por
eso amo este oficio y las animo a ellas a que lo amen igualmente.

Yo escuché que los niños de mi barrio decían sus sueños: yo quiero


ser médico, futbolista o mafioso y sé que han trabajado para
conseguirlo, por eso hay que tener cuidado con lo que uno sueña.

Aprendo de otros y busco consejos y trato de imitar lo bueno que


veo. Por ejemplo yo quiero que la gente que trabaja conmigo reciba
prestaciones como los que trabajan en las empresas grandes porque
algún día mi empresa será grande pero, mientras tanto, yo tengo que
encontrar las formas de ayudarles.

Y encontré una que está a mi alcance.

Todos los días pongo una moneda en la alcancía de cada una de las
niñas que trabajan conmigo y le he dicho a la cajera que me guarde
las monedas de $500 y $1.000 que reciba y yo las deposito en la
alcancía de ellas. Así mismo, de la liquidación de cada mes, destino
un ahorrito para depositarla en la cuenta de cada una. Ellas tienen
un ahorro pero no lo saben.

El año pasado, con este sistema, le pude dar 200.000 a una de ellas.
Una ancheta y regalos por 100.000 y 100.000 en efectivo para que
comprara regalos para su familia. Fue una navidad que ella nunca se
imaginó y que estoy segura que nunca olvidará. Y también estoy
segura que se sienten a gusto trabajando conmigo.
Yo les ayudo a cumplir sus sueños y ellas me han ayudado a realizar
los míos.
Gloria Stella Rúa
El Oro hay que buscarlo en todas partes

“Yo nací en Barbacoas, municipio del departamento de Nariño y soy


la menor de una familia conformada por 10 hermanos “de sangre” y
dos hermanos “de crianza” porque en nuestra comunidad, cuando un
niño quedaba desprotegido ante la ausencia de los padres, alguien
los acogía. Mis padres nos enseñaron a querer a los dos hermanos
como unos más de los nuestros y así crecimos.

Mi papá era minero al servicio de una empresa gringa que tenía un


campamento para sus trabajadores, en un lote separado del pueblo
de Barbacoas. Allí teníamos la vivienda, los espacios de recreación,
escuela y hasta comisariato donde mi familia compraba víveres y
mercancías y el pago se descontaba del salario que recibía mi papá.
Éramos los “ricos del pueblo” porque en el campamento teníamos
hospital, iglesia, casas cómodas, electricidad y agua abundante. En
un pueblo olvidado por el gobierno, éramos de verdad afortunados.

Mi abuelo organizaba concursos de destreza en el manejo de la


máquina de coser y nos ponía a todos a competir, contra el reloj,
quién cosía más recto y el ganador se definía por el número de
puntadas. El premio eran las cucarachas de panela que todavía se
ven en algunos almacenes y tiendas. Para mí hoy son un manjar que
añoro, pero en ese momento eran un trofeo. Con cinco centavos
comprábamos 4 cucarachas. Con estos concursos se me desarrolló el
gusto por la máquina de coser y por las cucarachas de panela.

Mi mamá me daba cursos de modistería y nos enseñaba a pegar


cuellos y arreglar camisas. La verdad era que no me gustaba mucho
pero mi mamá se las ingeniaba para pedirme que la ayudara cuando
“se enfermaba”. “Mija, ayúdeme que estoy enferma”, me decía. Claro,
como yo era la menor y estaba más tiempo en la casa mientras los
demás trabajaban o estudiaban, pues era la indicada a atender el
llamado de mi mamá.

“Yo lo que quiero es aprender floristería, no quiero manejar


troqueles ni moldes”, decía. Pero de todas maneras asistía a las
clases, hacía la tarea pero “se me borraba el cassette de la clase”. Lo
que no se me olvidó fue la costura recta que el abuelo nos enseñó a
los 12 nietos.

Cuando cumplió su tiempo de trabajo en la empresa, mi papá fue


jubilado y llegó el momento de salir de Barbacoas porque la casa en
que vivíamos no era nuestra, era de la empresa, y para comenzar una
nueva vida, mis padres eligieron a Cali. Mi papá compró una casa en
nuestra nueva ciudad de residencia y mis abuelos no viajaron.

Nuestra vida cambió. Mi padre, como jubilado no recibía los mismos


ingresos y dedicó una parte de sus recursos para montarle una tienda
a mi mamá.

De manera que a los 8 años de edad yo estaba en Cali, y entré a


estudiar al colegio hasta el noveno grado porque hasta allí
alcanzaron los recursos. Estudiaba en el Colegio Laura Vicuña que
era anexo al Colegio de María Auxiliadora donde estudiaban las
ricas. Las Hermanas Salesianas atendían los dos colegios pero tenían
instalaciones separadas. Coincidencialmente, donde quedaba el
colegio Laura Vicuña, hoy queda la Fundación Carvajal que
conocería más adelante en mi vida.

El comienzo de la vida laboral

En 1982, cumplidos los 17 años, debía buscar trabajo y sin conocer la


ciudad y con el temor propio de la edad y de nuestras circunstancias,
salimos un día a las 6:00 a.m. un grupo de compañeras del barrio
Antonio Nariño a buscar trabajo en los almacenes del centro de la
ciudad, Almacenes Malca y Gigante, hasta que nos dijeron que en La
14 del norte estaba necesitando personal. Abrían a las 8:00 a.m. así
que nos fuimos caminando hasta Santa Mónica en el Norte.

Fui a la única que le dieron esperanzas porque las demás


compañeras tenían familiares trabajando en otros almacenes de La
14. Me hicieron las pruebas dentro de las cuales la que más me
asustó fue la del manejo del dinero. Me dieron la oportunidad de
trabajar como “sabatina” haciendo reemplazos y después fui
incorporada de tiempo completo.

Trabajé como cajera y aprecié la oportunidad que me dieron de


trabajar. Yo tenía que llevar el almuerzo como todas mis compañeras
y una vez llevé una lonchera con bolsillo hecha por mí. Todas me la
admiraron y me dijeron, “yo la compraría si costara $9.000”.

Entonces me puse a comprar materiales en el Almacén Washington,


donde me vendían retazos de lona y de tela. Al mismo tiempo que
mostraba orgullosa mi lonchera, aumentaba la lista de interesadas
en tener una como esa. Me acordé de mi abuelo por la costura recta
que pasó el control de calidad de mis compañeras expertas en
productos terminados. Cuando llegué con las loncheras terminadas
mis compañeras no podían creer que yo las hubiera fabricado. Tuve
que llevarles los retales para que me creyeran.

Comenzaron los pedidos y yo les tenía que decir: “te la hago pero me
demoro porque la hago por las noches” y ellas me respondían “pero
te la pago en la quincena”.

De manera que yo llegaba al vestidor donde teníamos el mueble para


guardar nuestra ropa y allí guardaba, entregaba y cobraba. Aprendí
que lo mejor era llevar los encargos en la quincena y recoger los
pagos. La mejor publicidad me la dieron mis propias compañeras a
través de sus comentarios.

Al mismo tiempo vi que todas teníamos el problema de portar el


carnet que nos identificaba como empleadas del almacén y que
debíamos mostrar para ingresar y movernos por todas las
dependencias. Así que hice un estuche en plástico pero le adicioné un
bolsillo para guardar un billete, que siempre debíamos llevar para
pagar el almuerzo.

Y comencé a recibir pedidos por los porta-documentos. Pronto todas


las compañeras de mi almacén y de otros puntos de venta
comenzaron a llevar el estuche.

Los resultados se vieron pronto en mi casa. Para esa época ya tenía


mis dos hijos y las necesidades aumentaban pero los ingresos
adicionales permitieron atenderlas. Cuando ganaba $3.000 diarios
de sueldo, con las loncheras y cartucheras, me ganaba $30.000 en
una quincena.

Pero esas ganancias eran el resultado de un esfuerzo sostenido y


exigente. Debía llegar más temprano al almacén para relacionar el
ingreso de los elementos. Debía entonces madrugar a trabajar en el
almacén y coser en la noche, adicional a la jornada laboral. El
esfuerzo representaba ganancias pero también ojeras. Lo que no
podía era descuidar mi trabajo y menos si manejaba dinero en la caja
porque un descuadre era dinero que debía cubrir.

Pronto se ofrecieron algunas compañeras para ayudarme a vender


los productos a cambio de una ganancia para ellas. De manera que
semanalmente hacían el corte de cuántas entregaba, cuántas vendían
y cuánto le correspondía a cada una. En mi casa me ayudaban
algunas sobrinas con la producción.

El balance de esta época es que trabajé en Almacenes La 14 por


espacio de 10 años, fui cajera y atendí en las secciones de juguetería
durante un tiempo y en la de textiles durante tres años. Allí aprendí
de los productos, de los proveedores y de la forma como compraban
los clientes.
Cambio de trabajo

Y llegó el momento en que decidí retirarme de mi trabajo en La 14 y


comencé a hablar con los proveedores de la sección de textiles que
atendía; les pregunté si me podían ayudar y la respuesta fue positiva.
Salí de La 14 el 24 de agosto y el 3 de septiembre de 1992 tenía
trabajo en Distrihogar (distribuidora de productos para el hogar)
como promotora y apoyo de las mercaderistas de los diferentes
puntos de venta.

Yo sabía de la calidad de los productos, sabía cómo se debían exhibir


y cómo se movían en el punto de venta de manera que me quedó fácil
asumir las nuevas funciones. Capacitaba a las promotoras y les
compartía mis conocimientos de textiles y de la empresa. Al final de
cada año, la empresa nos llevaba a Medellín a una capacitación que
coincidía con la reunión de diciembre. Recibíamos capacitación en
producto, visitábamos la fábrica y hacíamos un recorrido por los
puntos de venta para actualizarnos en la forma de exhibir e impulsar
la venta de los productos, y claro, asistíamos a la fiesta que nos
habían preparado.

Eso me fortaleció en el manejo del producto y me dio confianza para


enfrentarme al público y a los administradores de los almacenes. Me
hizo perder el miedo a enfrentarme “a la calle” y mejoré mis
habilidades para manejar al público.

Yo tenía que hacer un plano de cada almacén, dibujar las secciones y


mostrar dónde estaban exhibidos nuestros productos. Debía
controlar la calidad del producto exhibido en los puntos de venta de
toda el área del pacífico. Eran jornadas que algunas veces se
extendían hasta las 2:00 a.m. para llegar a las 8:00 a.m. a la nueva
jornada pero aprendí de manejo del público, de exhibición y rotación
de productos. Fue una experiencia exigente pero enriquecedora
porque me formó para aprovechar las oportunidades que se me iban
a presentar más adelante.
Para esta época hubo cambio de dueños de la empresa. Los dueños
originales la vendieron y a raíz de la situación de recesión que se
vivió en el país y en el mundo, los nuevos dueños comenzaron a
hacer recortes de personal y al final quedábamos 17 empleados y
luego quedamos 8. Yo soy consciente que a mí me protegían mi
trabajo porque era mujer y porque era habitante del distrito de
Aguablanca. Eso lo agradecí pero sé también que me conservaron
hasta último momento porque hacía bien mi trabajo.

Yo logré para Distrihogar resultados importantes y pude superar con


éxito retos muy difíciles como la experiencia en Makro. Hubo un
momento en que el Almacén Makro cambió sus políticas y los
proveedores se comenzaron a retirar lo cual significó que quedaron
espacios en las góndolas para exhibición de producto. A mí me
asignaron la atención a este almacén cuando las ventas estaban muy
bajas y nadie quería asumir el reto. Lo que hice fue hablar con la
vendedora asignada al almacén y acordamos trabajar en equipo: yo
colocaría producto en todos los espacios libres del almacén y ella
haría pedidos de reposición para que nunca faltara producto. Así fue
y las ventas en este almacén repuntaron cuando todos los demás
productos y proveedores se quejaban por la reducción en las ventas.
Nosotros crecimos las ventas en un 300% cuando todos decrecían y
mientras estaban sacando personal de Distrihogar, a mí no me
sacaron y por el contrario me dieron un ayudante para atender el
mayor volumen de trabajo.

Negocio en paralelo

Simultáneamente seguía con la producción de mis cartucheras y


productos confeccionados en mi casa. Por esa época las jefes de
compra de La 14 hacían rondas para escuchar del personal sobre las
necesidades insatisfechas de los clientes y en un encuentro con una
de ellas le conté que yo hacía cartucheras y portacarnets. Me dijo que
le parecía muy bien y que si los productos tenían demanda los
podían incorporar a las ventas del almacén pero debía cumplir dos
condiciones: formalizar la empresa y no vender más en los
camerinos, todas las ventas se debían hacer por el almacén. Me dio
mucha alegría pero al mismo tiempo mucho susto porque debía
formalizarme y registrarme en la Cámara de Comercio.

Así que me registré en el año 2006 en la Cámara de Comercio pero


ese año no vendí nada porque me dio miedo pensar en los
impuestos, en la declaración de renta y me le escondí a la jefe de
compras que me abrió la puerta. Hasta que un día no me le pude
esconder más y ella me dijo la manera de iniciar las operaciones y los
pasos que debía seguir para completar documentos a medida que
avanzara.

Con el registro en la Cámara de Comercio inicié operaciones en


2007. El consejo de ella fue: Todas las ventas por el almacén y usted
dedíquese a su trabajo. Así lo hice y mi sobrina ponía la cara ante el
punto de venta.

Según mis cuentas, las ganancias del primer mes, ya legalizada,


fueron de $200.000 cuando el salario mínimo era de 215.000 por
quincena. En el segundo mes las utilidades fueron de $400.000
porque las ventas se extendieron a otros los almacenes. Yo me sentí
que era muy rica, sentí que era millonaria pero la verdad era que no
sabía de costos, no sabía cuánto de verdad me estaba ganando.

Mientras estaba en mi casa escuché el perifoneo que invitaba a una


capacitación en la Fundación Carvajal donde invitaban a las
personas que tuvieran una idea de negocio a asistir a una
capacitación y que era gratis. Que si uno tenía la idea de un negocio,
así fuera una fritanga o una tienda, que éramos bienvenidos. Me
pregunté si sería cierto que me dieran gratis lo que necesitaba y me
inscribí con una sobrina en el curso.

En esa época debíamos salir de la casa empleando unas bolsas para


cubrirnos los pies y cambiarnos los zapatos en el bus, porque las
calles eran un lodazal. Pero asistí al curso y me molestaban porque
era la única “negra” con uniforme, porque yo tomaba la clase antes
de ir a cumplir con mi horario en la empresa.

Me llamó la atención que en el curso daban refrigerio y muchos de


los asistentes iban por el refrigerio y después de que lo servían, se
salían. Yo entraba a trabajar a las 11:00 a.m. y debía laborar hasta las
9:00 p.m. para completar las horas del turno. Pero hice el sacrificio y
valió la pena porque recibí ideas de cómo manejar un negocio y hasta
nos hablaron sicólogos para enseñarnos a mejorar las relaciones
familiares y el trato con las personas.

Después nos dieron un curso de emprendimiento y nos dieron clases


para aprender a manejar los computadores y poder ayudar a los
niños en sus tareas. Con estas herramientas yo aprendí a calcular
automáticamente el costo de los productos.

Yo le insistía a mis vecinos que se vincularan a los talleres porque


veía los beneficios que estaba recibiendo, pero no siempre me
escucharon.

El despegue definitivo

Yo me daba cuenta (año 2008) que la gente preguntaba por


productos que la empresa había descontinuado. Yo lo informaba a la
empresa donde trabajaba pero me decían que, según sus políticas,
eran productos que debían descontinuarse. Me daba pena que los
clientes no encontraran una respuesta y una vez me aventuré a
decirle a unos clientes que si no tenían urgencia, yo les podía
conseguir el producto que necesitaban y ya no encontraban en el
almacén porque habían decidido no volver a fabricarlos. Así aprendí
a hacer forros para colchones, pufs, y otros.

Por eso cuando llegaron los rumores de recorte de personal le dije a


mi jefe, “cuando me vaya a retirar avíseme, dígame para que no me
coja de sorpresa”. Así fue y como estaba preparada con mi industria
y me sentía más preparada para enfrentarlo fui donde mi jefe y le
dije:
“Todos dicen que yo soy la próxima en salir. ¿Es cierto?” Ella me
respondió que todos sabíamos la situación de la empresa y que al
paso que íbamos todos teníamos que salir, pero “me da pesar decirle
a usted”.

Yo le respondí que no se preocupara que yo le pediría trabajo a mi


sobrina que se había encargado del negocio. Así que me liquidara,
que no había problema. Y así fue.

Entonces nos dedicamos mi sobrina, mi cuñada y yo a Ruatex de


tiempo completo. Textiles Ruatex (Rúa es mi apellido) es una
industria que elabora cartucheras, portadocumentos, colchonetas y
bolsos y está incursionando en la fabricación de pufs, cubos y
accesorios decorativos.

Aumentamos la venta en La 14 y buscamos clientes en los San


Andresitos para vender en las temporadas escolares. La Fundación
Carvajal nos ayudó a buscar nuevos clientes y produjimos
portalápices y cartucheras que se vendieron muy bien en la
temporada escolar y parte de la producción se vendió en Ecuador.

Cuando las necesidades de producción se crecieron, nos pusimos en


la tarea de ir, de casa en casa, buscando, seleccionando y enseñando
a señoras que trabajaran en su hogar, para atender los pedidos.
Algunas de ellas pagaron sus máquinas con el trabajo que les
generamos. Acudimos a otras fundaciones como Paz & Bien para que
nos seleccionaran señoras que quisieran trabajar. Como yo sabía el
trabajo que implicaba hacer una cartuchera o una funda, yo lo
pagaba bien y por eso me buscaban las señoras para trabajar.

Animé a una cuñada a que tomara un curso en el Sena para mejorar


sus habilidades de costura y yo me matriculé en cursos para manejar
el cuero con el propósito de aprender a hacer bolsos y pufs, que
incorporamos al portafolio de productos. Exploramos posibilidades
con fábricas de colchones para hacer fundas y aprendimos el manejo
del icopor y de las espumas. Y nos las ingeniamos para manejar los
productos como el puff, que es una bolsa gigante en espuma, que
debíamos transportar en los buses o en una moto haciendo
malabares.

Pero tuvimos problemas porque al sector donde vivimos los


proveedores no querían llevarnos la mercancía porque les daba
miedo el acceso, de manera que algunos de ellos nos dejan la
mercancía en las instalaciones de la Fundación Carvajal y luego la
llevamos nosotros a nuestra casa, que se convirtió en taller y ya se
nos ha quedado pequeña por el espacio que ocupa el negocio.

Mi familia

Con los ahorros de los años de trabajo, logramos comprar la casa de


mis padres, que ya fallecieron. Acordamos y pagamos a cada
hermano su parte y por ahora la tenemos libre pero todavía no la
hemos habilitado como lo requerimos. Pero gracias a nuestro trabajo
y a la disciplina con el manejo del dinero hemos podido ahorrar.

Y digo hemos porque además de la familia que trabaja conmigo en el


taller, mi esposo y mis hijos han sido mi inspiración, mi motor y mi
complemento.

Mi esposo por ejemplo, se dedica a ayudar a sus clientes a hacer los


trámites y pagos mensuales. Se ha ganado la confianza de médicos,
de personas y de empresas para recibir dineros, hacer diligencias en
las instituciones bancarias, comerciales y del estado. Y a mí también
me ha ayudado cuando necesito hacer los pagos en las EPS, a cobrar
y a entregar documentos y hacer los pagos. Pero sobre todo ha sido
mi complemento.

Yo tengo un temperamento explosivo y acelerado que he venido


controlando pero que a veces aflora. Y mi esposo es todo lo contrario,
es pausado, dice las cosas que tiene que decir sin descontrolarse y
logra resultados que yo no sería capaz de obtener.
Por ejemplo, en el manejo de mis hijos, que hoy tienen 27 y 18 años.
Cuando hacen algo que no corresponde a las reglas que hemos
convenido yo me enojo y les llamo la atención y si es necesario les
doy su nalgada (no importa que estén más grandes que yo). Mi
marido nunca los grita pero les dice lo que les tiene que decir y ellos
lloran cuando él les llama la atención. Les dice la palabra precisa y
les toca la fibra sensible.

Igual pasa en la relación con los vecinos. En la esquina de nuestra


casa se reúnen muchachos que no son del sector y se apropian del
espacio para perder el tiempo. Yo me les enfrento y cuando me
dificultan el tránsito por la acera que considero mía, les llamo la
atención, les digo que se vayan y me enojo. Mi esposo les dice muy
pausadamente que deben respetar el espacio público y tener en
cuenta que por allí viven familias que necesitan descansar. Y le hacen
caso, por lo menos más caso que a mí.

Yo he aprendido que a los hijos hay que manejarlos con cercanía, que
hay que cuidar de los amigos que frecuentan y hablarles clara pero
respetuosamente. Cuando tienen amigos que no me gustan se los
digo y les pongo límites y vigilo que no se pasen de la raya. Les hago
caer en cuenta que los amigos son pasajeros y que la familia es para
toda la vida. Y ellos ven el ejemplo de lo que les pasa a los que alguna
vez fueron amigos y tomaron el camino equivocado. Pero si me
fallan… ”llevan” y ellos lo saben. Mi esposo les habla y los endereza.
Creo que el trabajo combinado ha servido porque hoy son dos
muchachos que están desarrollando su propio plan de vida.

El mayor de 27 años tiene una esposa y dos preciosas mellizas (en mi


familia hay varios antecedentes de mellizos) y tiene un hogar que
formó antes de tiempo, creo yo, porque tuvo que interrumpir sus
estudios en la Universidad del Valle cuando cursaba el quinto
semestre. Pero se ha hecho responsable de su familia. Yo no le di
alojamiento cuando llegaron las niñas porque no quería quitarle
responsabilidad. Se fue a vivir a un apartamento disponible donde
un tío, pagando el alquiler que correspondía. Le ayudé a buscar un
trabajo cuando recibió la noticia de la llegada de las mellizas. Me fui
a la Fundación Carvajal y les dije que iba a ser abuela pero que
necesitaba que mi hijo se empleara. Afortunadamente surgieron
varias oportunidades y pudo escoger la que mejor se ajustó a sus
condiciones.

Ha sido estable en su trabajo y tiene cesantías ahorradas con las


cuales quiere construir, en el tercer piso de nuestra casa, su
apartamento. Y nosotros estamos de acuerdo.

Balance

Hemos recibido en la Fundación talleres de sicología para mejorar la


relaciones familiares, hemos tenidos espacios para compartir la
experiencia y recibir consejos sobre casos prácticos que debemos
enfrentar como padres y nos han orientado para que cada uno haga
su plan de vida.

Mi hijo menor quiere ser deportista de alto rendimiento. Está en una


escuela deportiva y en e-te momento está a prueba en un equipo de
fútbol que le puede dar la posibilidad de proyectarse en este deporte
y en esta profesión.

Yo debo reconocer que el camino recorrido ha sido esforzado pero


estoy satisfecha con lo que hemos hecho y con lo que hemos logrado.

Me estoy capacitando en otros campos porque he visto que hay


enormes posibilidades en el manejo de residuos porque se pueden
hacer productos con ellos. Y son oportunidades que creo que puedo
aprovechar porque empecé empíricamente con el ramo textil y la
verdad he logrado avances importantes.

Pero no solamente quiero ser raíz, quiero ser semilla y por eso apoyo
a mis sobrinos en sus iniciativas de acuerdo con sus capacidades.
Hay un hermano que trabaja muy bien los materiales metálicos y
hace candelabros y yo le digo que puede hacer herrajes y piezas que
se pueden utilizar en la confección. Una sobrina hace bolsos, otra
aprendió a hacer calzado en el Sena. Otra tiene habilidades para los
arreglos de fiestas y yo le digo que los puede ofrecer a familiares y
amigos. Otra cocina delicioso y hemos visto que con solo atender los
eventos de la familia tiene una base para comenzar.

Pero también he entendido que la motivación nace de identificar las


necesidades, seguir ejemplos y dedicarse a hacer lo que a uno le
gusta. Y que la mejor forma de ayudar a alguien es reconocerle lo
bueno que hace y yo lo viví en carne propia cuando dos instructores
de la Fundación (Octavio y Ernesto) vieron los bolsos,
portadocumentos y portacarnets que llevé de muestra a la primera
clase en la Fundación. Yo no podía creer que personas
experimentadas como ellas alabaran mi trabajo y me animaran como
lo hicieron. Yo no me creía ni valoraba lo que hacía hasta que alguien
externo me hizo caer en cuenta lo que yo era capaz de hacer.

Cuando viajé a Medellín, por primera vez con Distrihogar, y visité la


fábrica y los puntos de venta, se amplió mi visión de lo que era el
mundo y de las oportunidades que había por delante. Y entendí que
debía estar atenta a identificar las necesidades que los clientes
manifestaran y tomar la actitud de ver lo que otro necesitaba y
ayudarle a conseguirlo. En el almacén donde trabajaba, una vez tuve
que atender a un señor que buscaba un cojín para poner en su
hamaca porque tenía una dolencia en la espalda. En el almacén no se
vendía y no había probabilidades de conseguirlo pero yo le ofrecí
que, si me daba tiempo, yo se lo fabricaba. Y se lo entregué y no
olvido la alegría del señor, y la mía porque yo le pedí $10.000 por el
cojín y el señor me dio $20.000.

Yo quiero enseñar en talleres lo que he aprendido porque he visto


que el mejor regalo para alguien es enseñarle algo y estimularlo a
desarrollar una habilidad, como lo hizo mi abuelo con sus concursos
de costura y las cucarachas de premio que nos daba. Esas
competencias, sin saberlo, me dieron la base para buscar en Cali el
oro que no me dejaban buscar en Barbacoas.
Testimonios de vida
De Chocó a Navarro

“Yo nací en el Departamento del Chocó pero por problemas de la


violencia nos tuvimos que venir a Cali de la mano de las hermanas
de la Iglesia de la Milagrosa que nos recibieron y nos ayudaron a
ubicarnos en una pieza en los “Altos de Menga”, al norte de la
ciudad.

Fue una época agradable porque la gente allí era muy querida, nos
ayudaban y podíamos movernos can tranquilidad. Mi mamá
trabajaba como empleada del servicio en una casa que quedaba
abajo, en la avenida sexta y yo hacía mandados a los vecinos y me
gané el cariño de todos. Hasta hubo una familia que ofreció
adoptarme para llevarme al exterior pero la verdad me dio
“mamitis”. (No se quería separar de su mamá)

Las hermanas de la iglesia, con el ánimo de ayudarnos, nos


consiguieron una casa en el barrio Puerto Nuevo, al oriente de la
ciudad, cerca al río Cauca y allí las cosas eran muy diferentes.
Desde el principio tuvimos que entender que no podíamos caminar
libremente, que no podíamos descuidar la casa, que teníamos que
cerrar la puerta y yo aprendí a defenderme para “no dejármela
montar”. En el trasteo y en medio de la situación perdimos los
contactos y los teléfonos para pedir ayuda en nuestro barrio
anterior y debimos enfrentar la realidad tal como era. En Puerto
Nuevo la vida era dura y mi mamá no tenía trabajo. La verdad es
que para sobrevivir había que aprender a defenderse, así fuera
valiéndose del garrote o de lo que tuviera a la mano.

Una vecina, a quien recuerdo como Doña Mercedes con mucho


cariño, llevó a mi mamá al basuro, sólo a ella, apelando a la
filosofía popular del “ayúdate que yo te ayudaré” y esta era la
forma en que doña Mercedes vio que podía colaborarle a mi mamá.
Mientras tanto yo debía defenderme en el barrio. Los vecinos nos
echaban cochinaza, porque sí, por envidiosos, hasta que mi mamá
fue donde una señora que leía la suerte y le dijo que había gente
interesada en que no le fuera bien. Y le recomendó que tenía que
sacudirse y así lo entendió cuando la vecina le ofreció la alternativa
del basuro de Navarro.

Comenzó a vender aguadepanela en el basuro, salía en la mañana,


sola y regresaba en la noche con juguetes, ropita y cachivaches que
recogía. Hasta que vio la oportunidad de vender desayunos y
entonces “montó” una tienda y un restaurante. Digo que “montó”
porque cuando fui a verla, el negocio era un cajón que servía de
soporte para la hornilla y otro cajón para servir los desayunos.

Yo fui a conocer porque mi mamá necesitaba ayuda para que le


hiciera algunos mandados. Recuerdo que la primera imagen
cuando llegué a Navarro fue ver a mi mamá en medio del basurero
con sus dos cajones, rodeada de un “poco de locos” (porque así me
parecieron) y al lado de los gallinazos que casi que compartían con
ellos. Yo había visto siempre lejos a los gallinazos en el Chocó y
cuando los veía eran el anuncio de un animal muerto. Pero ahora
convivían con los vivos y les disputaban la comida. En ese medio,
yo era lo que en esa época llamaban “el gomelo” ó el “chico plástico”
como llamaban en la ciudad a los que vivían de la apariencia.
Nosotros llamábamos al basuro “El Ley” o “El Muelle” porque allí
había de todo, porque allí llegaba todo y allí se encontraba de todo.

Mi mamá me pidió que le ayudara a comprar hielo en la galería de


mercado en el barrio Santa Elena y le llevara además arroz y otros
víveres porque había notado que la robaban con los precios y con
las devueltas. Así que comencé comprando y llevándole lo que
necesitaba pero viviendo en el otro barrio. Pronto me llamó la
atención que alrededor del restaurante de mi mamá vivían
personas y me animé a recorrer los alrededores y recogí lo que me
llamó la atención. En la primera noche recogí por pocas horas y me
gané $800 con lo que vendí, en la siguiente recogí $1.500 porque
recogí de día y de noche y en los días siguientes llegué a ganarme
$5.000 por día de manera que allí me quedé”.
Música que salva vidas

Crecí en el Distrito en medio de la lucha permanente y muchos de


mis amigos son malandros y otros ya han muerto, más jóvenes que
yo. Yo he tenido un pensamiento diferente porque he sentido que la
vida no puede ser esto que yo veo, la de una supervivencia diaria a
cualquier precio y para conseguir cosas que se evaporan rápido
como espejismos. No puede ser que la vida sea esto que yo veo en la
calle, solo monotonía sin nada diferente a la rutina de lucha y
muerte de todos los días. Todos hacen lo mismo, comentan lo
mismo y se enorgullecen de lo mismo. Yo quiero ser parte de algo
grande. Yo aprendo rápido, soy cantante y aprendí por mis propios
medios a hacer videos, a analizarlos y perfeccionarlos. Lo he
aprendido por internet en videos de Youtube y a través de las redes
he buscado gente que piense igual y tenga los mismos intereses y
me he ido comunicando con ellos, algunos aquí dentro del Distrito y
con ellos he trabajado.

Creé una empresa para formar artistas y apoyarlos en lograr un


audio, una vocalización y una imagen profesional. Yo aprendo y se
lo transmito a ellos y como administrador busco un margen de
utilidad pero lo que me importa es lograr un reconocimiento y una
profesionalización de lo que hacemos. Tengo claro que la música
necesita tener identidad propia, canalizarse a través de los medios
legales donde se reconozca el trabajo pero lo que quiero hacer me
debe dar también satisfacción y me debe gustar, antes que otra
cosa. No puede ser que el público se llene pero yo no. Que el público
disfrute pero que yo goce con lo que hago.

Mi música no es salsa, y eso puede parecer extraño en un medio


donde solo se oye salsa. Por eso necesito encontrar el lugar donde
se reúne la gente que escucha mi música pop. Tengo un estudio en
mi casa y hago preproducciones que perfecciono con los recursos y
la ayuda que tengo aquí en el estudio de la Fundación. Pero necesito
encontrar patrocinios, alguien que tenga la capacidad de inversión
para la promoción de mi música y que le podamos poner nuestro
nombre para que nos identifiquen. Yo sé que es buena porque a este
estudio han venido músicos de otros países y han quedado
sorprendidos con lo que han escuchado., Estoy seguro que nuestra
producción es competitiva en el lugar que la ponga. Lo que
necesitamos es una oportunidad para que la vea el mercado que
aprecie lo que hacemos. Y no lo digo por optimista ni por iluso sino
porque es lo que he concluido después de escuchar los conceptos de
quienes nos han visitado.

Hay grupos que admiramos y nos damos cuenta que ellos son un
producto y que tiene identidad propia pero para llegar a este punto
hay que invertir y nosotros no lo podemos hacer porque sé que
necesitamos legalizar los temas que produzcamos, necesitamos
poderlos vender por internet, enviar y publicar demos que nos
generen ventas a través de medios como iTunes.

Por eso mi principal preocupación en este momento es contar con la


ayuda de alguien que me ayude a encontrar dónde están los clientes
que se interesen por mi música, porque estoy seguro que los hay, y
que me oriente cómo debo producir y entregar mi producto.

Nací en SantoDomingo en República Dominicana y desde pequeño


llegué a Cali con mi padre y siendo un niño tuve que enfrentar la
muerte de mi parce (amigo íntimo). Lo tuve que sacar de la basura.
Mi padre murió de VIH y a raíz de su muerte tuve que intentar la
convivencia con mi mamá y no fue posible. De manera que mi
hogar ha sido la calle y allí he tenido de aprender lo malo pero
también encontré la música como una opción de vida. Los que me
escuchan dicen que lo hago bien y estoy en proceso de acoplarme
con otros compañeros para formar un grupo. Lo mío es el Hip Hop
y el Rap.
Socia de mi hijo de 8 años

A los 17 años decidí que tenía que trabajar para ayudar a mi mamá
porque para ella era imposible atender con su trabajo las
necesidades de nuestra familia. Yo estuve en el basuro y aprendí a
escoger lo que se podía reciclar y ganaba buen dinero aunque
comencé sin saber nada del oficio, ni las más elementales normas
de seguridad que debía respetar. Las aprendí cuando, un día, por
estar pendiente de perseguir un objeto que me pareció valioso, me
acerqué demasiado a la máquina que “tragaba” el material para
desbaratarlo, y estuve a punto de ser succionada por ella. Me salvó
un amigo que me recalcó las medidas de seguridad que debía
observar.

Me salvé de una muerte segura, ganaba buen dinero trabajando


hasta las 10 o 12 de la noche en un ambiente al cual no terminaba
de acostumbrarme hasta que llegó la orden de retirar del basuro a
los menores de edad. Y debí salir a buscar la vida vendiendo frutas
en la plaza de mercado y haciendo oficios varios hasta que quedé
embarazada de mi hijo por el cual he luchado y seguiré luchando.

Mi mamá no estuvo de acuerdo con mi embarazo y debí salir de su


casa a trabajar en una casa de familia a donde llegué sin saber
cómo se aseaba y se mantenía una casa ni como cocinar para una
familia de 6 personas que vivía en un tercer piso. La familia que me
acogió fue muy paciente conmigo y me enseñó los oficios de la casa,
por lo menos como ellos querían que los hiciera porque eran muy
diferentes a los que yo hacía en la mía. Y me enseñaron a cocinar y
a preparar platos como la bandeja paisa, pero a pesar de su
amabilidad y paciencia yo lloraba todo el día porque tenía salida
cada 15 días para ver a mi hijo que dejaba al cuidado del papá del
bebé y de su mamá. Fue una época muy dura pero que recuerdo con
mucha gratitud por el cariño y paciencia de la familia que me
acogió. Me permitieron ver a mi hijo con más frecuencia y después
de 3 años y medio salí a la calle a vender chontaduro para estar
más cerca y tener más tiempo para mi hijo.

Aprendí a hacer arroz de leche y champús y a preparar comida en


las plazas de mercado y vendiendo a los vecinos de mi barrio.
Cuando mi hijo estaba próximo a cumplir sus 8 años, en diciembre
pasado (2013) no sabía cómo celebrarle su cumpleaños y aunque
tenía ahorrados $ 60.000 (el equivalente a dos días de salario
mínimo) estaba angustiada porque no se me ocurría nada. Mi hijo
me sugirió: “mamá, por qué no hace arroz de leche y lo vende a
$2.000 y yo le ayudo a venderlo” No sé por qué me dijo que debía
venderlo a $2.000 pero así lo hice y el primer día nos ganamos
$42.000 y en los días siguientes nos fue mejor porque, además,
vendimos empanadas.

Claro, tuve que poner oídos sordos a los comentarios de mis primas
que me preguntaban si “no me daba pena vender comida en la
calle”. Pero no me dio pena y aproveché la oportunidad hasta que
pasó la temporada de fin de año que favorecía la venta por la
cantidad de gente que para esa época estaba en la calle.

Y llegué a la Fundación porque fui llamada a participar en la


convocatoria que estaban haciendo para el programa de
capacitación y participé y fui escogida para formar parte de esta
empresa que llamamos Enter+ pero que para mí ha sido una
oportunidad de vida que me permite ofrecerle a mi hijo el amparo
de un servicio de salud y la protección social que da el trabajo
formal.

Hoy tengo el privilegio de ser dueña y socia de la empresa donde


trabajo y tengo que explicarle a mi hijo que no soy rica (porque
para él cualquier peso se multiplica por mil) pero sí le puedo dar el
ejemplo de conseguir lo que necesitamos con nuestro trabajo y que
gracias a capacitarme he podido estar donde estamos. Ese es mi
mejor argumento para motivarlo a estudiar.
Manuel Suso
Arrocera La Esmeralda

Don Manuel Suso estudió Filosofía y Letras en la Universidad


Javeriana y cuando recibió su grado se dedicó a la Venta de Seguros
porque quiso aplicar la frase “Primero vivir y después filosofar” que
sugiere que hay que ser práctico antes que idealista. Cuando uno
escucha esta frase hay que recordar otra, también muy famosa “Su
forma de pensar determina su forma de actuar” que invita a revisar
la manera de pensar porque ella determina la forma de actuar. Son
dos frases que parecen contradictorias pero la historia de Don
Manuel es la prueba de que se puede, y se debe, desarrollar la acción
sin perder el norte que marcan los principios y las creencias, que al
final son los que le dan el sentido a la vida.

Don Manuel aprendió a querer el arroz por su padre, de manera que


cuando se presentó la oportunidad de formar una sociedad en 1950
para crear un molino de arroz en Jamundí no dudó en dejar su
trabajo como agente de seguros y aportar sus ahorros a la nueva
empresa. Los otros cuatro socios le confiaron el manejo de la
empresa para lo cual debía vivir cerca de los cultivos. Su esposa lo
acompañó y se establecieron en este municipio que se ha beneficiado
con creces de su capacidad de trabajo y su vocación de servicio.

Los socios originales se fueron retirando de la sociedad, algunos por


razones personales y otros porque consideraron que ante la crisis de
la industria en 1957 era más prudente desinvertir y don Manuel,
estimulado por el reto, por los lazos que lo unían con el arroz y por
defender su único patrimonio, asumió la labor trazando una política
de austeridad, reinversión de utilidades e ideal de servicio que aún
inspiran a la empresa. De los 22 molinos de arroz que había en 1950
sólo sobrevivió el Molino La Esmeralda a esa crisis.

Cuando uno pregunta que si es “rentable” pensar en el servicio a la


comunidad él responde contundentemente “no solo es posible, es la
única manera de hacer negocios que perduren” y espero que al final
de esta historia, los lectores estarán de acuerdo conmigo con que su
empresa es el mejor testimonio de que el servicio a la comunidad es
lo que hoy se promociona como Responsabilidad Social Empresarial
y que Don Manuel aplicó como fruto de sus convicciones y por la
manera como cree que se deben relacionar los seres humanos:
“somos mutuamente dependientes y requerimos de los demás para
desarrollarnos en forma equilibrada y sostenible”, aflora
nuevamente el filósofo.

Su empresa es un molino de arroz que necesita que a los agricultores


les vaya bien para que él tenga materia prima y el producto
terminado es componente fundamental en la dieta de todos los
colombianos. Por eso su lema ha sido “comprar el arroz al mejor
precio posible para el agricultor y venderlo al menor precio posible
para el consumidor”. La rentabilidad para su empresa está en la
austeridad en los gastos y en la eficiencia en la producción. Gastar lo
indispensable y lograr el mayor rendimiento en los procesos. Ahora
es el empresario el que habla y quien dirige a su personal para que lo
convierta en realidad.

De manera que sus clientes no son solamente quienes compran el


arroz molido y empacado en su fábrica, son sus empleados y sus
familias, son los agricultores y quienes dependen de ellos, son los
canales de comercialización y son los miembros de la comunidad en
que se desempeñan. Y hacia todos se han dirigido sus acciones.

Gracias a su liderazgo se construyeron en Jamundí tres obras que


fueron pioneras en un momento en que el municipio solamente se
podía comunicar con Cali por tren: El Colegio Central de Bachillerato
(primer establecimiento de secundaria en el municipio), el Hospital
Piloto (modelo en la región) y la extensión de las redes eléctricas
para dar lugar a nuevas industrias y nuevos desarrollos.

Llegaron épocas difíciles que amenazaron la estabilidad de la


empresa en el año 2000 y se hacía imperativo mejorar la
productividad. Se dirigió al Centro Interamericano de Agricultura
Tropical CIAT para averiguar qué mejoras tecnológicas podrían ser
la clave para superar la situación. Y las encontró pero chocaban con
lo que tradicionalmente se hacía en la industria. Los consejos fueron
sencillos: No fumigue, utilice menos semilla y reduzca el fertilizante.
Dígale esto a un agricultor y la dirá que la crisis lo enloqueció.

Se lo dijeron pero gradualmente le hicieron caso. En lugar de


fungicidas utilizó control biológico (los insectos buenos se comen a
los malos), reducir la cantidad de semilla permitió cultivos menos
densos que favorecían el paso de la luz y facilitaban la acción del sol
sobre las plantas y la aplicación de la úrea cuando el cultivo estaba
seco (no cuando estaba inundado como era tradicional) permitió
reducir el consumo de fertilizante en un 75%.

Los primeros agricultores que acogieron las nuevas prácticas


sirvieron de estímulo para que siguieran los demás. Hoy sigue la
labor de educación de los agricultores para transmitirles los métodos
que aplican en otras partes del mundo. “si por allá funcionan aquí
también tienen que funcionar” dice Don Manuel. Por eso no le tienen
miedo a las amenazas del TLC y su voz parece contraria a la de los
agricultores que vaticinan a desastres para nuestra economía.
“Tenemos que competir con tecnología y revisar nuestros métodos
de producción”, es su respuesta.

Y hay que contagiar a los demás con su optimismo para que vean
oportunidades cuando otros presagian desastres. Mientras el área
cultivada de arroz se reduce en otras partes por la amenaza del arroz
importado, Don Manuel ha logrado que algunos ingenios siembren
arroz porque está demostrado que la rotación de cultivos favorece las
tierras.

Y hay que mejorar la calidad del arroz con mejores métodos de


cultivo y secamiento apoyándose en sistemas electrónicos para la
selección y empaque del producto final. En el Molino hay Ingenieros
cursando su doctorado para poner su conocimiento al servicio del
molino y de la industria. La cascarilla del arroz se utiliza como
combustible en el proceso de secado y la ceniza es utilizada para
alimento de las plantas y para la sílice empleada en la producción de
cemento.

Pero lo que inspira esta dinámica es su compromiso para adquirir y


transferir conocimiento, para devolver a la comunidad lo que ha
recibido y el compromiso de construir una cadena que sea
productiva para generar beneficios a todos los eslabones que la
conforman.

Como lo dijo Don Manuel en una oportunidad, esta es una carrera de


relevos en la cual está entregando el testigo a los siguientes
corredores y sus hijos han asumido su papel aportando sus
conocimientos y energía para continuar con esta tarea que se ha
vuelto la tarea de muchos.

Don Manuel nos da la mejor lección de Responsabilidad Social


Empresarial, de coherencia entre lo que se dice y se hace, pero sobre
todo de apertura para acoger la tecnología y las innovaciones. Lo
hace un filósofo que a sus 90 años sigue buscando nuevas formas de
devolver a la comunidad lo que ha recibido.
Martín Wartenberg
Fundación Valle del Lili

Los emprendedores deben ser ambiciosos, en el buen sentido de la


palabra, soñar, trazarse metas y definir y ejecutar un plan para
convertirlas en realidad. Por eso deben ser orientados al logro y
cultivar una serie de características personales y profesionales que
los conduzca a realizar el sueño que eligieron. Así son los
emprendedores exitosos pero hay una categoría adicional, superior si
me permiten la expresión, y es la de los emprendedores que trabajan
por una empresa que no formará parte de su patrimonio económico.
Trabajan para dejar a otros lo que construyen, sabiendo de
antemano que no será de su propiedad particular. A esta categoría
pertenece el Dr. Martín Wartenberg, director médico de la fundación
Valle del Lili y para entender mejor su obra hay que remontarse a lo
que ha sido la historia de la Fundación.

Hacia finales de los años setenta y comienzo de los ochenta del siglo
pasado, los pacientes de alta complejidad en Cali debían ser
remitidos a otras ciudades de Colombia o del exterior porque en la
ciudad no era posible atenderlos por la carencia de una institución
debidamente adecuada. El Doctor Wartenberg y el Dr. Jorge Araújo
Grau se propusieron dotar a la ciudad de una clínica acorde con sus
necesidades y con avance de la medicina. En 1985 comenzó a
funcionar la clínica en su primera sede en una casa del barrio
Centenario donada por la familia Garcés.

Posteriormente empezó a realizar consulta de cardiología por los


doctores Martín Wartenberg, Jorge Araújo G., Jorge Velázquez
Noreña y Pastor Olaya Rojas. En 1992 yo acudí a esta sede a un
chequeo rutinario y me encontraron cálculos renales. Allí me
diagnosticaron, me ordenaron los exámenes y al final requerí una
cirugía que me practicaron en la Clínica Imbanaco. Así funcionaba la
Fundación porque no tenía hospitalización, urgencias ni los servicios
propios de una clínica, pero estaba en camino de lograrlo y lo
materializó en 1993. Veamos el proceso.

En resumen, el Dr. Wartenberg asumió el papel de director de


orquesta que en este caso consistía en estimular, comprometer y
dirigir los esfuerzos de entidades nacionales, internacionales como la
fundación Rockefeller y la AID que consiguió profesionales
norteamericanos jubilados, arquitectos locales (Raúl H. Ortiz
Otálora )y extranjeros (Zeno Yeaees), asociaciones gremiales como
Asocaña y entidades del orden local, departamental y nacional para
que lograr que si no podían contribuir con aportes, facilitaran al
menos, como lo hicieron, los trámites y los tratamientos arancelarios
favorables para las dotaciones clínicas. El lote para la clínica fue
donado por el Sr. Álvaro Garcés Giraldo. Todos los miembros de la
orquesta se organizaron en una junta directiva que nombró al Dr.
Vicente Borrero como director general y confirmó al Dr. Wartenberg
como director médico.

Pero como se trata de aprovechar las buenas prácticas para seguir el


camino de los emprendedores exitosos, yo le quiero proponer a los
lectores que miremos en detalle “el método Wartenberg” para llamar
de alguna forma el proceso que siguió, y sigue, para materializar los
sueños.

Y para facilitar el aprendizaje empleemos un acróstico para sintetizar


los pasos que siguió el Dr. Wartenberg. Llamémoslo
CUPIDO: Comunicar la idea a todos los que potencialmente
puedan interesarse en el proyecto, Unirse a quienes puedan
apoyarlo, Prepararse para asegurar el
éxito, Implementarlo cuidadosamente, Delegar para que cada
labor sea hecha por la persona más indicada y Operacionalizar la
ejecución aunque esta última O podría ser Otro emprendimiento y
paso a explicar por qué el acróstico.

Cuando en 1976 el Dr. Wartenberg regresó de Estados Unidos, luego


de obtener su título como Médico Especialista en Medicina Interna,
se encontró con que en el Hospital Universitario del Valle (HUV) no
se podía aplicar la Cardiología como él la había aprendido. Los
pacientes debían ser atendidos en otras ciudades o en otros países y
él propuso crear un centro Cardiológico dentro del HUV pero los
trámites propios de una entidad pública no lo permitieron.
Comunicó su idea a todo el que se la quisiera escuchar y encontró eco
en Doña Emma Giraldo de Garcés quien le pidió a su hijo, Álvaro
Garcés Giraldo, que revisara la idea y don Álvaro la asumió como
propia cuando le preguntó al Dr. Wartenberg si se trataba de hacer
algo como la clínica Mayo de Estados Unidos y él, con la audacia
propia de la juventud, le respondió que era eso exactamente lo que se
proponía. A través de Don Álvaro consiguieron el apoyo de la FES y
del cuerpo de personalidades que estaban vinculadas a ella.

Hasta aquí hemos dado los pasos de la Comunicación y la Unión con


quienes podrían ayudar. La Preparación se dio con la visita a la
Fundación Santafé en Bogotá, que había desarrollado un proyecto
similar y podría compartirles algunas experiencias. De ellos
recibieron valiosas lecciones sobre cómo armar el proyecto para que
fuera viable financieramente, qué puertas golpear, a quién acudir en
las entidades gubernamentales y en quién apoyarse para los aspectos
médicos y científicos. Pero además se prepararon para ganar
experiencia administrativa en la operación de centros de salud.
Lograron sacar adelante el Centro de Salud del Diamante, en el
barrio marginado de Agua Blanca y que estaba en dificultades por
escasez de recursos. Lo asumieron como propio y lo salvaron de un
inminente cierre. Pero además querían “hacer millas” en el manejo
de especialidades médicas como la cardiología y crearon un centro
de especialidades que atendieron los médicos que más adelante
serían los vinculados a la naciente Fundación. Don Álvaro facilitó su
casa en el barrio Centenario y allí comenzó a operar el Centro de
especialistas. Ya tenían para mostrar a la comunidad dos
realizaciones concretas: El Centro de salud del Diamante y el Centro
de Especialistas del barrio Centenario. Con esta base consiguieron
nuevos benefactores y aseguraron los recursos para materializar el
proyecto en un lote que donó la Familia Garcés, contiguo a los
terrenos que ellos también habían donado para la construcción de la
Universidad del valle en el sur de la ciudad.

El lote fue donado en 1982 y en 1993 se inauguró la sede de la


Fundación y la Clínica en 1994. El compromiso era muy grande para
no defraudar a quienes habían confiado en los promotores de la obra
y por eso se aseguraron de contar con los mejores recursos humanos,
técnicos y científicos que estuvieran a la altura de la magnitud de la
obra. En la Implementación capitalizaron la experiencia adquirida
localmente y las buenas prácticas compartidas por las entidades que
los apoyaron. Y una vez comenzó a funcionar, el Dr. Wartenberg
asumió su rol como Director Médico y Delegó la administración de la
Fundación de acuerdo con las pautas trazadas por la Junta Directiva
de la Fundación. Se conformó un equipo que ha mantenido el rumbo
de éxito y de Servicio que se trazaron sus fundadores y que ha
garantizado una Operación exitosa como lo ha reconocido toda la
comunidad. En la Fundación se atiende en igualdad de condiciones
al pa-ciente del Sistema Subsidiado (Sisbén) y al paciente de la
Medicina Prepagada o particular, para mencionar los dos extremos
de la gama. Por eso toda la comunidad de la ciudad se ha apropiado
de la Fundación.

Pero decía que la última O del acróstico podría corresponder


también a Otro y es que en un círculo virtuoso, un buen
emprendimiento conduce a otro.

Para mantener los altos índices de calidad, eficiencia y compromiso


con la comunidad se requiere un cuerpo médico que cumpla con los
estándares definidos y comulgue con los principios que la inspiran. Y
surgió la necesidad de crear una Facultad de Medicina que proveyera
el Recurso Humano y nuevamente funcionó “CUPIDO”. El Dr.
Wartenberg planteó la necesidad a la Junta Directiva de la
Fundación, buscó aliados para el proyecto y lo encontró en otro
emprendedor, el Rector de la Universidad Icesi, Francisco
Piedrahita, se prepararon para la experiencia académica abriendo
cursos de especialización en Medicina Interna y Cirugía para que los
médicos adscritos a la Fundación adquirieran la habilidad como
docentes, la Implementaron y delegaron en la Universidad Icesi el
manejo académico del programa.

Ahora la Fundación tiene una fuente propia que asegura un Recurso


Humano alineado con los principios que la inspiraron: Compromiso
Social, Trabajar con los recursos disponibles, Exigencia de Calidad y
Excelencia en la práctica de la Medicina, Liderazgo, enseñar con el
ejemplo y el trato responsable y respetuoso con todos los pacientes,
sin hacer distingo por ninguna razón. El Dr. Wartenberg ha logrado
transmitir al grupo humano de la Fundación los principios con que él
se formó como médico.

Como las buenas historias siempre continúan, seguramente el Dr.


Wartenberg ya visualizó su próximo emprendimiento, por ahora
sigue en el papel que nunca ha abandonado, especialista en Medicina
Interna y estoy seguro que seguirá también en su rol de
emprendedor.
Vicky Acosta
Restaurante Platillos Voladores

Cuesta trabajo entender que una de las mejores Chefs de Cali, y


seguramente del país, es una fonoaudióloga que ha creado
Restaurantes exitosos como Faró Solar, Granada Faró, Carambolo,
Solisticio y desde luego Platillos Voladores, todos protagonistas del
llamado Boom de la gastro-nomía en Cali.

Y es que las pasiones se manifiestan desde muy pequeña. Con una


familia muy particular aprendió desde niña a manejar la diversidad y
a entender que hacer bien las cosas era indispensable para
sobresalir. Estudió en el Liceo Benalcázar donde aprendió el lema de
“Tensión y Ritmo”, lo cual explica su perfeccionismo y dedicación al
trabajo y se identifica con la abeja, símbolo de los propósitos del
colegio. Quiso estudiar Fonoaudiología en Bogotá, probablemente
para entender el lenguaje, pero en realidad la animaba el deseo de
vivir en otra ciudad. Hoy entiende que estudiar una carrera
profesional proporciona la estructura mental para enfrentar con
éxito la vida. Por eso no se arrepiente de estudiar lo que estudió.

Para sostenerse fuera de su casa, encontró que lo mejor era trabajar


en restaurantes como el Patio y Andrés Carne de Res de quienes
guarda los mejores recuerdos y a quienes debe grandes enseñanzas
porque le permitieron conocer todas las áreas del negocio y entender
que los restaurantes no solo venden alimentos sino que venden
experiencias. Y la de ella en estos lugares fueron muy enriquecedoras
porque ella como mesera era parte fundamental de la experiencia
vivida por el cliente. Por eso en sus restaurantes prefiere estudiantes
universitarios, de buen trato y de lo que ella llama “buena energía”.

Su experiencia con los 5 restaurantes que fundó, todos exitosos, le


fueron dejando lecciones muy valiosas que ha capitalizado
juiciosamente. La sede original de Platillos Voladores fue en el norte
y abrió una sucursal en el sur de la ciudad. Experimento que no le
funcionó porque no podía garantizar la misma experiencia. Un arroz
Tai, explica, tiene 25 ingredientes pero cada persona tiene su propia
energía y por eso a pesar de disponer de todo lo necesario, el plato
preparado por otra persona no es igual y eso es lo que la gente espera
de su negocio, la experiencia “Platillos Voladores”.

Todos pueden leer en un libro la receta de un ajiaco, por ejemplo,


pero con seguridad que a todos no les sabrá igual cuando lo
preparen. Por eso no tiene inconveniente en compartir los
ingredientes de su éxito en este negocio: cuando cada uno lo vaya a
aplicar, el resultado puede ser diferente.

Su costumbre ha sido iniciar los restaurantes y luego venderlos para


irse a viajar, a conocer y enriquecer sus experiencias. Así lo ha hecho
con los 4 restaurantes anteriores al actual Platillos Voladores que
tiene 120 puestos y explica la clave de su éxito: El cliente espera
servicio a tiempo y feliz para que todos sus sentidos queden
satisfechos y ella trabaja para que así sea. Aprendió que debemos
partir de nuestra comida autóctona, rescatar los sabores antiguos de
nuestros platos y reinventarlos con ingredientes propios. Aprendió
también que hay que conocer la cocina popular y sencilla de cada
región y de cada país porque allí está la esencia. A manera de
ejemplo: prepara un exquisito puré de plátano maduro y un sabroso
“rollo relleno de chontaduro” inspirado en el spring roll tailandés.
Por eso cree que la mejor forma de aprender es viajar.

Sabe también que la Responsabilidad Social Empresarial se devuelve


en beneficios para quien la practica y que toda ayuda que se haga a
otros se devuelve en proporción de uno a un millón. El dinero es
como el oxígeno, hay para todos y nadie pierde por compartirlo. Por
eso ayuda a preparar auxiliares de cocina en las escuelas populares
porque cree que uno tiene semillas que debe sembrar en un lugar
fértil.

Algunos secretos para los aspirantes a restauranteros: La


rentabilidad en este negocio se obtiene a partir de la mesa 25 y el
éxito se debe adicionalmente a: Ubicación, Ubicación, Ubicación,
según el Gato Dumas.
Uno de los asistentes a una charla que dictó le preguntó si una buena
manera de iniciar un negocio era ofrecer servicio a domicilio para
luego abrir el restaurante, su respuesta es contundente: son negocios
distintos.

Más bien recomienda ver la competencia, analizar los ciclos de


compra de los clientes, las temporadas y por sobre todo: mantener la
calidad, no sacrificar calidad por rentabilidad. Ofrecer servicio
personalizado y ser creativo a la hora de combinar la oferta del menú
para ofrecer al cliente nuevas experiencias de manera que un cliente
habitual siempre encuentre algo nuevo. Y si el cliente necesita algo
que usted no sabe hacer, contrátelo. La carta actual de su restaurante
tiene 80 platos pero está abierta a modificaciones cuando le
pregunta a un cliente asiduo: ¿Qué quiere comer hoy?

La experiencia de vender un negocio como Faró Solar, muy exitoso,


para darse un poco más de un año sabático la reafirmó en la
necesidad de manejar los desapegos. En este y en otros negocios es
vital aprender, actualizarse y viajar para ella es la mejor forma de
lograrlo.

La forma de comenzar es trabajar para otros donde se puede


aprender y recibir la formación en los factores claves del éxito en el
negocio. Hay que acercarse a los restaurantes por la mesa y hay que
meterse a todos los lugares para aprender de todo.

La mejor forma de aprender es invitar a los comensales a su casa


propia para compartirles sus creaciones y escuchar sus comentarios
y tomar en cuenta sus anotaciones. Hay que entender la manera de
preparar y de servir. Los platos nuevos hay que hacerlos probar.

Cuando proyecte el restaurante, calcule el volumen de trabajo


teniendo en cuenta la ocupación tope, el número de platos ofrecidos
y prepárese para atender como si estuviera totalmente lleno.
Inicialmente no se debe ahorrar en el número de meseros. La
experiencia le dirá después en qué días y a qué horas puede necesitar
menos. Pero no se arriesgue a que sus clientes de los primeros días
se lleven una mala impresión del servicio.
Este no es un negocio en que se compran tornillos y se venden
tornillos. El restaurantero compra ingredientes, los transforma y
ofrece una experiencia a sus clientes que debe ser grata a todos los
sentidos.

Y persista, los resultados del restaurante se estabilizan a los tres


años, si ha sabido hacer bien la tarea.

Yo la escuché y me sorprendió su generosidad para compartir los


secretos de su negocio, pero recordé su afirmación anterior: Lo que
uno comparte se devuelve en proporción de uno a un millón (se ha
cumplido en su caso) y uno deber ser semilla que se siembra en
campo fértil. Ahora lo que nos resta es convertirnos en campo fértil.
Belisario Marín
Promotora de Turismo Santiago de Cali

“Mi nombre es Belisario Marín vendo pasajes aéreos en la plaza de


Caycedo de Cali y mi propósito es facilitarle que haga realidad el
sueño de viajar a donde usted siempre ha querido”.

Esta es su tarjeta de presentación y en pocas palabras es la clave de


su éxito empresarial. Porque mientras todos pronostican el fin de las
agencias de viajes y ven en la venta de tiquetes por Internet el fin de
la intermediación en la venta de pasajes, este hombre dicta una
charla a las 8:00 a.m. luego de venir la noche anterior con un grupo
de 40 viajeros llegados de la China y a las 11:00 a.m. sale con un
grupo de viajeros de Restrepo (Valle) a visitar Restrepo (Meta) para
convertirlos en Municipios hermanos. Ese es su ritmo de trabajo y
esta es una muestra de su creatividad empresarial. Traerá
ciudadanos chinos a Colombia para que aprendan español y se
vuelvan sus promotores para traer turismo chino hacia nuestro país.

A los 15 años se vinculó como voluntario del cuerpo de bomberos de


Caicedonia, Valle porque quería vincularse con algo en la comunidad
y porque su sueño era montar una agencia de viajes pero era algo
inalcanzable para un muchacho de su edad y en el medio en que se
desenvolvía. Era hijo de una familia de cultivadores de café y tenía 11
hermanos.

Cuando se graduó de bachiller se ubicó como inspector de bosques y


como tal debía recaudar contribuciones municipales. Un cargo con
“mucho nombre y poco sueldo”, según sus propias palabras. Pero le
sirvió para enterarse de una convocatoria porque el Ministerio de
Agricultura necesitaba Promotores de desarrollo social, con salarios
y condiciones más atractivas.

Se trataba de ganarse uno de los 16 cupos y luego de inscribirse fue


preseleccionado para asistir a una convocatoria en Melgar,
municipio de Cundinamarca, lejos de su natal Caicedonia en el Valle
del Cauca. Cuando llegó y se dio cuenta que los convocados eran en
su gran mayoría profesionales del área agrícola, su primera acción
fue encerrarse en su cuarto y frente al espejo decir con convicción:
“Yo soy capaz de ganar esta selección”. Y comenzó a trabajar para
eso.

Apeló a su simpatía cultivada en su interacción con gente desde los


15 años, a su capacidad de comunicación desarrollada como
inspector rural, a lo que el mismo llama “su carreta” que le permite
hablar con propiedad de cualquier cosa con cualquier persona, así no
dominara el tema. Pero sobre todo a su simpatía y la nemotecnia que
aprendió y cultivó desde pequeño y que le permitió, en uno de los
ejercicios iniciales del curso, decir si equivocarse el nombre de los 50
compañeros que le habían correspondido en la división inicial de 2
grupos de participantes. Se ganó el respeto de sus compañeros, con
mejores calificaciones académicas pero sin el entusiasmo y tesón con
que Belisario enfrentó la convocatoria.

En las noches estudiaba lo expuesto durante el día y repasaba y


exponía los resúmenes a un compañero que compartió su método de
preparación. Al finalizar el seminario, a manera de cierre, les
ofrecieron una fiesta a la cual habían sido invitadas las esposas de los
directivos del programa. Lo que no sabían los participantes era que
de esta forma los evaluadores querían verificar el comportamiento
social de quienes serían los representantes del Ministerio antes las
comunidades. Belisario se dedicó a bailar con las damas invitadas y a
hablarles de la necesidad de que le ayudaran a quedar dentro del
grupo elegido, ninguna podía influir en la decisión pero hablaron
muy bien de la simpatía y el respeto con que disfrutaron el baile.

Se ganó el cupo entre los 16 elegidos para ser Promotor de Desarrollo


Social del Ministerio de Agricultura. Esto le dio la oportunidad de
recorrer las comunidades de su región y establecer contacto personal
con cada uno de los líderes que serían más tarde su capital para
cualquier empresa que acometiera.

Y se llegó el momento cuando a los 21 años, se le acabó su trabajo de


Promotor de desarrollo social pero se creó su propio trabajo como
promotor para la venta de pasajes de una agencia ya constituida con
lo cual pagó su primer viaje a San Andrés y descubrió que se podía
viajar sin dinero (porque una entidad financiera lo facilitaba) y que
podía hacer realidad de muchos paisanos suyos y de muchos caleños
de conocer el mar. Con 500 volantes impresos se subió a los buses a
invitar a los pasajeros a conocer San Andrés y terminó contratando
vuelos chárter para llevar a sus grupos, no solamente a estas islas,
sino a destinos como los mundiales de fútbol.

Ha escrito tres libros donde relata las claves de su éxito: Tener un


sueño (ambicioso), Cultivar su autoestima, Actuar, Fijarse metas,
Mantener actitud positiva y trabajo, mucho trabajo.

Es divertido, pero al mismo tiempo un testimonio de vida y una


fuente de energía, escuchar sus anécdotas de cómo fue elegido entre
los 16 promotores de desarrollo social, cómo consiguió la licencia
para su agencia de turismo cuando no tenía un peso en su bolsillo
para cumplir con la exigencia de capital mínimo ó cómo aprovechó la
oportunidad que brindaban los aviones que se regresaban vacíos de
San Andrés ó por qué eligió este camino de “ganarse la vida” cuando
en su momento las opciones para un muchacho como él eran la
guerrilla o “viajar por el hueco” a los Estados Unidos.

Hizo un viaje por tierra a Bogotá para pedir la licencia que le


permitiera vender pasajes y en la Corporación Nacional de Turismo.
Le dieron la lista de los requisitos, entre los cuales estaba contar con
un capital mínimo de trabajo. Alguien lo ayudó a diligenciar los
datos de los formularios y cuando llegaron al capital de trabajo,
relacionaron la papelería, los materiales, los muebles y enseres de su
casa. La suma ajustó el valor mínimo requerido y obtuvo su licencia
para vender los pasajes que ofrece como Belisario Marín en la Plaza
de Caicedo de Cali para hacer realidad los sueños de los caleños
inicialmente pero ahora de los colombianos y muy pronto de los
chinos que quieran aprender a bailar en la capital mundial de la
salsa.

Un consejo que no se puede olvidar: “Cuando vaya a una oficina a


pedir ayuda para un trámite, busque a la más fea que seguramente
tendrá la mejor disposición. Las más bonitas estarán pendientes de
su peinado”.
0. Presentación
El sol que ilumina a Cali nace en Aguablanca

A veces Cali se comporta como dos ciudades separadas por la


Autopista Simón Bolívar. El Oriente, caracterizado por su
proximidad al Río Cauca; y el Occidente, limitado por la formación
montañosa conocida como los Farallones de Cali. Y en la mente de
los habitantes, de uno y otro lado, se ha creado la imagen de
universos muy diferentes, uno como la tierra de los peligros y las
amenazas (asociado con el Distrito de Aguablanca) y el otro como el
valle de las oportunidades y del bienestar: “La ciudad”. Pero los dos
se necesitan y se complementan. Aguablanca aporta servicios que se
requieren al otro lado y “La ciudad” ofrece oportunidades que
Aguablanca valora y aprovecha.

Hay factores que ponen de presente una identidad común: la salsa


que identifica a los caleños sin distinguir de qué lado son, la pasión
por el fútbol que se manifiesta en los colores rojo o verde que
agrupan a los hinchas en otra división donde la Autopista ya no es el
límite, la música, y la cultura y el emprendimiento, que es de lo que
vamos a hablar.

A uno y otro lado del límite establecido arbitrariamente, hay gente


que se supera y gente que trabaja para generar oportunidades para
los demás. En ambos lados de la frontera hay esfuerzo, creatividad,
emprendimiento e historias de vida con ejemplos de superación e
iniciativa. Esta realidad no solamente se vive en Cali, en todas las
ciudades hay esfuerzos por progresar y contribuir,
independientemente del sector en que se encuentre.

Es cierto que en el oriente nace el sol que ilumina a Cali, pero


también es cierto que por el oeste se oculta el sol que promete un
nuevo día para todos.

Esta es una mirada a Cali, desde la óptica del emprendimiento y de


las historias de vida que se viven a ambos lados de una Autopista que
se construyó para comunicarlos, pero que ha servido para separarlos,
por lo menos mientras no entiendan su destino común.

1. Historias de Cali:
Casos exitosos de emprendimiento y ejemplos de vida en Cali.
2. Historias de Aguablanca:
Historias de emprendimiento y testimonios de vida.

1. Historias de Cali
El mundo actual pertenece a los emprendedores.

Los abuelos quedaban habilitados para el mercado laboral cuando se


graduaban de bachilleres. A los padres les exigieron un título
universitario para competir profesionalmente y los jóvenes
egresados hoy, además de las credenciales académicas, requieren
pensar y comportarse como emprendedores, si quieren abrirse
campo en el mundo empresarial, cualquiera que sea la es-pecialidad
que elijan.

Por eso las universidades estimulan los programas de


emprendimiento y los empresarios experimentados reclaman una
nueva generación de profesionales que sean capaces de crear e
identificar oportunidades para generar nuevos negocios. Es el turno
para que los emprendedores asuman el liderazgo.

Casos exitosos de emprendimiento en Cali:

• ¿Por qué ser emprendedores? Es un asunto de supervivencia. Pero


también hay idealistas que quieren abrir caminos para la capacidad
creativa en un mundo cada vez más competitivo.
• Emprendimiento para todo y para todos. Lecciones sobre cómo
encontrar oportunidades de emprendimiento.
• Enseñanzas de emprendedores que han sido exitosos para guiar el
camino de quienes inician.
• Perfil de los emprendedores exitosos basados en casos reales.

2. Historias de Aguablanca
Historias de emprendimiento y testimonios de vida
Las emprendimientos de Aguablanca brindan beneficios para la
ciudad de Cali en general, generan empleos y bienestar para los
mismos habitantes del Distrito y, sobre todo, son el reflejo del
espíritu de lucha y de la calidad humana de una comunidad que no
siempre es reconocida en todo lo que vale, porque pueden más los
estereotipos y las noticias violentas que no dejan ver una realidad,
que es la misma en toda la ciudad y el país: los buenos son mayoría.

Las historias aquí relatadas son relatos ciertos de protagonistas que


viven en los barrios del Distrito de Aguablanca y que trabajan para
identificar oportunidades, capacitarse para aprovecharlas, y consejo
y dirección para dar los primeros pasos en su camino de superación.

Son historias que muestran la lucha y los logros de sus habitantes,


ejemplos vivos de los valores que los inspiran para construir un
mejor presente y para crear un mejor futuro para ellos y para sus
familias. Algunas son historias de emprendimiento; otros son
testimonios de vida, narrados en primera persona. Unas y otros son
la evidencia de que en Aguablanca, en su gran mayoría, sus
habitantes son protagonistas de historias felices y gratas, en un
medio donde nada es fácil y donde todo hay que ganarlo.

El sol sale (o se oculta) para todos

Esta reflexión es más una invitación a mirarnos en el espejo de los


que triunfan con base en su esfuerzo y dentro del marco de los
valores que han inspirado estas historias de lucha y de logros. Los
protagonistas de ambos lados están animados por el mismo espíritu.
No se debería seguir hablando de “lados”, pues si leemos con
detenimiento las historias son similares, aunque las circunstancias
en que se desenvuelven sean diferentes.

Por eso no debería existir el límite imaginario de la Autopista, ni


deberíamos diferenciarnos por el color de la camiseta roja o verde;
deberíamos vestir todos la misma camiseta que nos unió cuando
celebramos los goles de Colombia en el pasado mundial de fútbol de
Brasil. Es la misma camiseta que nos debe unir para ganarle por
goleada a los retos que debemos enfrentar diariamente en esta Cali
que nos acoge, y que el poeta definió como “un sueño atravesado por
un río”, aunque a veces parece “una pesadilla separada por una
autopista”. Nuestro propósito y nuestra invitación es trabajar para
darle la razón al poeta.

¡Sigamos a los buenos!


Historias de Cali
Historias para inspirar nuevos emprendimientos exitosos

“La mayor parte del empleo en el mundo lo generarán las nuevas


empresas” dice el Rector de la Universidad Icesi que inició hace 25
años el programa de emprendimiento universitario. Un empresario
exitoso lo complementa: “Los universitarios son privilegiados y
cuando se gradúan no deben pensar en buscar empleo, deben pensar
en generar empleos”. Y un industrial emprendedor sugiere la
fórmula: “La única manera de generar negocios perdurables es
hacerlos de manera que beneficien a toda la comunidad”.

No son afirmaciones gratuitas ni ejercicios académicos, son


expresiones que, a manera de legado, nos comparten los
protagonistas de historias de éxito que buscan mostrar el camino que
conduce a convertir en realidad los sueños y a propiciar el medio
para que otros hagan realidad los suyos. Es la esencia del
emprendedor, y es lo que queremos mostrar través de estas historias
de éxito.

Una cadena de restaurantes de comida rápida que comenzó en el


canasto de su fundador, una industria de pasabocas alimenticios que
comenzó fritando maní en la paila en que se preparaba el guiso del
almuerzo de la familia, un agente de viajes que comenzó repartiendo
volantes en los buses de la ciudad y reinventa su negocio todos los
días, un emprendedor que convirtió en negocio la producción
artesanal de cerveza, una modelo que genera trabajo a través de su
negocio de calzado y accesorios, y productos para la salud y la
belleza, una viajera que materializó en su ciudad el sueño de una
pizza rodizzio que conoció en Brasil, un médico que se propuso dotar
a la ciudad de una clínica a la altura de las mejores del mundo (hoy
se hacen transplantes de órganos).

Son generosos al compartir sus historias y mostrarnos el camino a


seguir. El mejor ejemplo de Manejo de las Relaciones con los
Clientes (CRM por sus siglas en inglés) lo ofrece un negocio de venta
de jugos en la esquina de un centro comercial. La proveedora de los
materiales de osteosíntesis atribuye su éxito al buen manejo
gerencial (y se ofrece a enseñarlo). Un filósofo de formación,
empresario en la práctica, demuestra cómo los negocios son
sostenibles cuando son buenos para todos los involucrados. Un
comerciante se propuso ser el canal para todos los productores de la
región y ganarse la lealtad de sus clientes gracias precisamente, a que
en su negocio “encuentran de todo”, fruto del buen manejo de sus
proveedores. Finalmente, la fundadora de varios restaurantes
protagonistas del boom gastronómico de Cali es el ejemplo de que
hay que saber tomar distancia de los negocios para viajar, conocer y
aprender a valorar lo autóctono, enriqueciendo las recetas
tradicionales con nuevas presentaciones y mezclas.

Solamente con el ánimo de refrescar la memoria para valorar lo que


tenemos, vale la pena recordar que hubo restaurantes exitosos en
Cali como Don Carlos, Simonetta, El Suizo; clubes sociales como La
Ribera y San Fernando; Almacenes como J. Gómez y Ace Arango’s,
Pastelerías como Holliday; industrias como Lehner e IMP;
Instituciones financieras como Interbanco; negocios como Librería
Atenas y otros cuya vigencia nunca fue puesta en duda. En el mismo
escenario en que estas iniciativas se frustraron, surgieron
emprendedores que hoy son los generadores de empleo y bienestar
para todos.

Afortunadamente los buenos ejemplos son contagiosos y hay casos


incubados en todas las universidades y aún fuera de ellas, fruto de la
iniciativa propia de los colombianos.

Para destacar esos buenos ejemplos hemos querido reunir, en este


escrito, a algunos de ellos; no porque sean los únicos, sino porque
son los que hasta ahora hemos documentado y a través de ellos abrir
la invitación para identificar, reseñar y comunicar casos similares
porque es la manera de generar una dinámica de optimismo hacia lo
que podemos hacer en nuestra región. Esta reseña inicial se centra
en lo sucedido en Cali, básicamente por la facilidad para
documentarlas, sin embargo nos proponemos ampliar el trabajo a
otras ciudades porque el tradicional empuje de los colombianos,
cuando se acompaña de trabajo constante y una buena gestión
gerencial, se traduce en historias de éxito como los aquí mostrados.

Normalmente asociamos el término de emprendedores a los


egresados universitarios que quieren formar empresa. Estas historias
son evidencia de que se es emprendedor durante toda la vida.
Algunos de los protagonistas de estas historias son jóvenes y otros,
aunque mayores, siguen siendo generadores de ideas de negocios y
de servicios para la comunidad en que viven. Gracias a ellos
disfrutamos de una mejor calidad de vida y se han creado nuevas
oportunidades para nosotros y para nuestros hijos.

Agradezco la generosidad de quienes quisieron compartir sus


experiencias. Aquí no se muestran fórmulas infalibles o secretos
industriales, más bien comportamientos que caracterizan a las
personas triunfadoras y que son fácilmente imitables por quienes
aspiren a convertir en realidad sus sueños, como lo hicieron los
protagonistas de estas historias.

¡Sigamos a los buenos!


Historias de Cali

Contenido

Introducción
1. ¿Por qué los emprendimientos?
Francisco Piedrahita Universidad Icesi
Diego Mejía Baterías Mac
Manuel Suso Arrocera La Esmeralda
2. Oportunidades para los emprendimientos
Berny Silbewasser Bogotá Beer Company
Carolina Cruz Joyería, accesorios, salud y belleza
Manuel Tiberio Zapata Pasteles La Locura
3. ¿Cómo lograr el éxito?
Catalina Argote Capriccio, Pizza Rodizzio
Bertha Cuero La Esquina de Bertha
Pablo Antonio Gómez Sándwich Qbano
Jaime Cardona La 14
Martín Wartenberg Fundación Valle del Lili
4. Perfil del Emprendedor
Belisario Marín Promotora de Turismo
Gustavo Llano Manitoba
Vicky Acosta Restaurante Platillos Voladores

Las historias, que por razones de espacio, no aparecen en este


escrito, pueden solicitarse a luiseduardoramirezb@gmail.com
Introducción

¡Sigamos a los buenos!

Historias de Cali

Historias de éxito para inspirar nuevos emprendimientos

Este es un libro “escrito” por emprendedores para estimular nuevos


emprendimientos. “Escrito” porque se ha construido con base en las
entrevistas, los testimonios y los registros en la Cámara de Comercio
de Cali de emprendedores exitosos. Y para inspirar los nuevos
emprendimientos, todas las afirmaciones se respaldan con la
experiencia de los protagonistas. De esta forma, el lector puede estar
seguro que no es un ejercicio académico o especulativo, es el registro
de más de 100 casos de emprendimiento que han sido desarrollados
con éxito en la ciudad de Cali.

En cuatro Capítulos se busca responder a las preguntas básicas: ¿Por


qué los emprendimientos? ¿Dónde están las oportunidades? ¿Cómo
lograr éxito? y ¿Cuál es el perfil de emprendedor exitoso?
Respaldado por casos concretos, vigentes y comprobables que
deberían animar al lector a convertirse en emprendedor.

¿Por qué ser emprendedor? “Porque los nuevos puestos de trabajo


los generarán las nuevas empresas” Francisco Piedrahita. “Porque
los universitarios son privilegiados que deben ingresar a la economía
generando trabajo y no buscando puestos” Diego Mejía. “Porque hay
que devol-ver a la comunidad lo que hemos recibido” Manuel Suso y
Vicky Acosta. Es el tema del primer capítulo.

¿Dónde están las oportunidades de emprendimiento? En el


Desarrollo de las habilidades personales, en Resolver necesidades
insatisfechas del mercado, en la innovación, en la ayuda a las
empresas en su propósito de Tercerizar los procesos, en proteger y
cuidar el medio ambiente, en el sector de Salud y Belleza, a través de
los Productos y Servicios tradicionales y en las Franquicias y
Distribuciones. Los casos están en el Capítulo 2.

¿Cómo lograr el éxito en el emprendimiento? En el capítulo 3 se


intenta dar una respuesta reseñando enseñanzas aplicables para
todo tipo de emprendimientos. Pero si se trata de sueños en que es
necesario lograr el concurso de múltiples actores, el Dr. Martín
Wartenberg nos sugiere una metodología que hemos identificado
con el acrónimo de CUPIDO, solo para señalar los 6 pasos que él
siguió en los emprendimientos a los que ha contribuido: Fundación
Valle del Lili y Facultad de Medicina de la Universidad Icesi.

Para definir el perfil del emprendedor exitoso hay que señalar los
rasgos comunes en los protagonistas de los 125 casos reseñados y
destacar algunos casos particulares reunidos en el capítulo 4.

Para destacar esos buenos ejemplos, hemos querido reseñarlos en


este libro; no porque sean los únicos, sino porque son los que hasta
ahora hemos documentado y debemos buscar casos similares porque
es la manera de generar una dinámica de optimismo hacia lo que
podemos hacer en nuestra región.
1. ¿Por qué los emprendimientos?

Los emprendimientos son necesarios para generar y generarse


oportunidades de trabajo y para devolver a la comunidad lo que uno
ha recibido.

La afirmación no es gratuita: Francisco Piedrahita, Rector de la


Universidad Icesi, dice que “La mayor parte del empleo en el mundo
lo generarán las nuevas empresas” y por eso iniciaron hace 25 años
el programa de emprendimiento universitario. Diego Mejía,
Vicepresidente de Mac S.A. lo complementa: “Los universitarios son
privilegiados y cuando se gradúan no deben pensar en buscar
empleo, deben pensar en generar empleos”. Y Don Manuel Suso,
fundador de Arrocera La Esmeralda sugiere la fórmula: “La única
manera de generar negocios perdurables es hacerlos de manera que
beneficien a toda la comunidad”
Veremos en detalle las experiencias de Icesi, Mac y Arrocera la
Esmeralda pero afortunada-mente no son los únicos casos que
apoyan la afirmación inicial. Los emprendedores generan
oportunidades de trabajo y responden al llamado por una mayor
conciencia social de los em-presarios.

Generar trabajo:

Después de cumplir exitosamente un reto, los emprendedores


quieren seguir su propia aventura y lo logran. Es la historia del
Ingeniero Industrial Libardo Dussán quien superó el reto que le
planteó un industrial para sacar adelante un taller de calzado
ubicado en la cárcel de Villanueva, en Cali. Una vez cumplió la meta
decidió seguir adelante con su propio taller y creó Calzado Vivaldi.

Cuando La Garantía cerró su planta en Cali, Don Amin Namen


decidió que era el momento de formar su propio negocio y comenzó
a comercializar kilos de retazos. Hoy Coltex Ltda. cuenta con una
amplia línea de material para la confección de ropa industrial e
informal, telas para la limpieza de maquinaria, implementos para la
cocina, retazos para zapaterías, la fabricación de guantes industriales
y ropa interior.

Melba Olith Ramírez enfrentó una situación muy compleja: le habían


diagnosticado cáncer de piel y tenía unas heridas en su cara que no
podía curar sin un tratamiento especializado. Se había separado
después de 27 años de matrimonio y por su edad nadie la daba
trabajo como secretaria bilingüe. Entonces soñó un diseño de faja
para moldear el cuerpo, lo trazó en un papel y buscó una persona
conocida que la fabricara. A los cuatro meses reunió el dinero para
su tratamiento médico y dio inicio a Fajas Olith, una industria que
hoy tiene almacenes en varias ciudades de Colombia y exporta a 15
países.

Un biólogo marino y especialista en administración de empresas,


perdió su empleo y tomó la decisión de aprender más de un arte que
practicaba como pasatiempo y en el que vio posibilidades de generar
ingresos: La gastronomía. Primero hizo un diplomado de cocina que
le sirvió para dar sus primeros pasos en el negocio culinario, atendió
eventos e hizo banquetes por encargo y descubrió que su verdadera
vocación culinaria era la pastelería, tal vez por herencia de su señora
madre que era una experta en este oficio. Realizó un curso
especializado en repostería, aprendió diferentes técnicas y con las
recetas de su progenitora montó la base para su ne-
gocio, Javitortas.

Luego de que la compañía donde laboraban entrara en concordato,


nueve vallecaucanos decidieron crear su propia empresa y ofrecerle
una oportunidad a otras personas desempleadas. Así nació Pampa
Ltda., empresa emprendedora que produce y comercializa desde
hace 25 años productos a partir del maíz, el plátano y el arroz, como
la Colombiarina, El Super Baby y la Harina de Plátano Natural. Hoy
le ofrecen empleo a 100 personas de manera directa.

Cuando Rodrigo Alfredo Tello Plaza salió de una empresa


multinacional por una reestructuración de su operación en Cali,
nunca pensó en convertirse en su competencia. Un año después de
haber abandonado esa compañía, montó su propia empresa
procesadora de avena: Productos Qikely Ltda. que genera más de
100 empleos y procesa mensualmente cientos de toneladas para la
producción de avena en hojuelas, molidas, granola, soya, avena y
salvado. Comenzó empacando marcas propias para las grandes
superficies y posteriormente lanzó su propia línea de productos. Los
18 años de experiencia en la multinacional le permitieron enfrentar
con éxito su reto como empresario independiente y generador de
empleo.

Impacto social:

Alas de Colombia trabaja con 13 familias campesinas de El Arenillo y


con la comunidad indígena Embera Chamí, de Calima - Darién,
brindándoles capacitación para la cría de las especies de mariposas,
lo que les ha permitido contar con una fuente estable ingresos para
su desarrollo social y económico.

El Fondo Social del Hospital Infantil Club Noel se beneficia de los


aportes del fondo de solidaridad que creó Recolectora de Papeles y
que le ha permitido a personas de muy escasos recursos recibir
atención médica oportuna y de excelente calidad. El programa de
reciclaje empresarial se creó para que las cadenas de almacenes y
comerciantes donen el costo del cartón y material de reciclaje y la
Recolectora de Papeles dona ese valor a la obra que el donante elija.
Dos mil toneladas de residuos sólidos donados significaron 600
millones de pesos de donación para las instituciones seleccionadas.

Un grupo de emprendedores creó una herramienta tecnológica que


ha salvado muchas vidas humanas en medio de las tragedias que
conllevan los desastres naturales. Freankin’ Mind es el nombre del
grupo y el producto desarrollado se conoce como “S8VER”. Sus
creadores diseñaron un cuadricóptero con sensores de información,
Wi-Fi rural, paneles solares, un GPS y un acelerómetro para detectar
víctimas humanas en desastres naturales. Este diseño les permitió
ser finalistas en un concurso abierto por Microsoft pero su mayor
satisfacción proviene de las vidas salvadas por esta herramienta con
diseño completamente vallecaucano.

Los esposos María Teresa Medina y Julio César Oviedo leyeron en un


aviso clasificado que estaba en venta una empresa de productos de
panadería y sintieron que esa era su oportunidad de contar con un
negocio propio y aportar al desarrollo empresarial de Cali. Allí
nació Tante, hace 12 años, empresa dedicada a la producción de
pasteles y galletas de hojaldre que comercializan en supermercados y
en las cafeterías de empresas, universidades y colegios.

Servicio a la comunidad:

Por donde ha pasado Myriam Arias Suárez ha dejado su huella de


servicio. Creó el servicio de rehabilitación en un hospital de la
región, constituyó el Centro de Terapia Física y de Educación para el
Parto, el Club Deportivo Renacer y la Escuela para Padres de Niños
con Parálisis Cerebral. En 1993 fundó Master Salud, empresa de
servicios en el área de rehabilitación que ofrece en un solo sitio un
trabajo integral de terapias. No contenta con crear su empresa se
unió con la Clínica de Occidente, donde también dejó huella,
montando en 1997 los servicios de rehabilitación y fisioterapia, con
los que se llegaron a generar 30 empleos directos. Master Salud es su
actual centro de operaciones aunque debería llamarse su “centro de
servicio”

Los emprendedores generan oportunidades de trabajo y responden


al llamado por una mayor conciencia social de los empresarios.
2. Oportunidades de emprendimiento

La pregunta obvia para quien aspira a ser emprendedor es “¿dónde


hay una oportunidad de emprendimiento?” y la respuesta la
encontramos analizando el reto desde diferentes puntos de vista.

Una manera sencilla es aprovechar las habilidades personales que


tiene el emprendedor o Resolver las necesidades insatisfechas del
mercado ó innovar para desarrollar soluciones nuevas y creativas a
problemas tradicionales.

Otra fuente está en la capacidad de aprovechar las oportunidades


que ofrecen las tendencias del mercado como la tercerización de
procesos, la mayor conciencia por el Medio Ambiente y la creciente
preocupación por la Salud y Belleza.

Y siempre habrá oportunidades en los productos y servicios


tradicionales y en la representación de empresas para el mercado
local.

Sobre esta base vamos a ver los frentes de trabajo que los
emprendedores pueden aprovechar:

• Desarrollar las habilidades personales


• Resolver necesidades insatisfechas
• Innovación
• Tercerización de los procesos de las empresas
• Proteger y cuidar el medio ambiente
• Salud y Belleza
• Productos y Servicios tradicionales
• Franquicias y Distribuciones

• Desarrollar las habilidades personales:

Un negocio puede surgir de la especial habilidad que alguien tiene y


sobre ella construye su empresa. Fue lo que le sucedió
a Catalina Duque y su madre quienes crearon una empresa familiar
a partir de los diseños que presentaron en una feria escolar y ante el
éxito logrado decidieron continuar con su taller. Inicialmente con
blusas y correas y luego con bolsos y sandalias que finalmente le
dieron el nombre que hoy tienen gracias a la mezcla poco usual de
diseño, calidad y precio.

Una Arquitecta y una Psicóloga comenzaron diseñando agendas y


álbumes y ahora plasman su creatividad en ropa para hombre y
mujer que se caracteriza por la originalidad y el color de sus diseños.
Su razón social es Croquis y explican por qué: “Decidimos nombrar a
la empresa así porque croquis es un dibujo a mano alzada, donde no
se usa ningún instrumento y todo se vale, y es lo que nosotras
hacemos”.

Elementtales es una empresa familiar que se conformó con base en


la experiencia de la madre en la confección y el aporte de las hijas
graduadas en mercadeo y economía. Identificaron el segmento de
mercado al cual querían llegar y decidieron diferenciarse por la
personalización de sus prendas. Utilizan solamente fibras naturales y
con los sobrantes de la confección hacen accesorios que son muy
demandados por la originalidad de sus diseños.

José Esquivel Balcázar estuvo vinculado durante varios años como


representante de ventas atendiendo la industria panificadora y
con Frusabor fabrica y distribuye insumos para esta industria.
Comenzó produciendo cinco sabores de esencias y hoy su portafolio
alcanza las 230 referencias de sabores, además de polvo de hornear,
glasé, jaleas, azúcar pulverizada y color caramelo y otros insumos
para panaderías.

Un Ingeniero Industrial decidió aplicar el conocimiento adquirido en


el control de plagas y creó Fumigadora Max orientada al mercado de
empresas, sedes bancarias, locales comerciales e industrias. Su deseo
de servir a los clientes lo ha llevado a ampliar la oferta de sus
servicios a recargar extintores, comercialización de plaguicidas,
asesoría en programas de salud ocupacional y en los requisitos para
lograr las certificaciones ambientales. Un caso en que una habilidad
personal dio la base pero la flexibilidad le permitió ajustarse a las
necesidades de sus clientes.

Con la experiencia obtenida en la industria de colchones, Don


Belisario Ortegón propuso compra por Colchones Ducal y la
convirtió en Industrias Ducal donde pudo aplicar todos los
conocimientos adquiridos en el negocio y ahora, además del
producto terminado, vende materias primas para las otras empresas
del mismo rubro.

Un contratista de pintura debió enfrentar la falta de un estuco de la


calidad que requería un trabajo en particular y ante la dificultad de
conseguirlo en el mercado local se dedicaron a producirlo y
nació Ospina y Asociados como empresa dedicada a la producción
de estucos plásticos y otros productos para acabados en la
construcción.

Rocío Gómez Durán, una payanesa licenciada en matemáticas, creó


su propia empresa, Trajes de Colombia, a partir de los trajes típicos
que diseñaba para las presentaciones artísticas de sus hijas en el
colegio. Cambió su rol de educadora por el de empresaria y hoy tiene
más de 1000 trajes típicos para alquilar y además confecciona los
vestuarios que requieren los grupos artísticos de la ciudad. Aspira a
crecer mediante franquicias.

• Resolver necesidades insatisfechas en el mercado:

Hay necesidades que no han sido resueltas satisfactoriamente o por


lo menos los clientes potenciales sienten que no tienen la respuesta
contundente. A manera de ejemplo, ¿Qué madre no quisiera
encontrar un alimento que sea nutritivo y al mismo tiempo sea del
completo gusto de sus hijos para asegurar su buena nutrición?

Los emprendedores relacionados a continuación se animaron a


identificar y resolver necesidades que estaban latentes en el
mercado.

Prestar el servicio de baños y sanitarios portátiles para lugares de


alta concentración de público y para empresas que deban trabajar
con campamentos temporales (Bamocol).

Los agricultores tienen excedentes que deben comercializar


eficientemente para evitar las pérdidas que pueden representar el
inadecuado manejo de los productos perecederos. Con esta finalidad
se creó Fresco y Natural, que no solo comercializa a bajos precios
productos traídos directamente del campo a los supermercados
como el tomate chonto y larga vida, pimentón, pepino, piña y
plátano, sino que también produce pastas, salsas y encurtidos de ají
los cuales se exportan a través de un intermediario y maquilan a
otras empresas.

Don Oscar Plaza Ayora vendía madera a las empresas e investigó el


uso que le daban y encontró que la necesitaban para hacer estibas
para montacargas. Lleva 35 años fabricando las estibas para las
grandes empresas de la región que encontraron en Inducolma un
proveedor que les evitó procesos externos a los propios de su
producción industrial.

Reunir en un sitio amable y seguro las artesanías que la gente quiere


comprar en una plaza de mercado es lo que hizo La Caleñita y hoy es
un centro que exhibe y comercializa la producción artesanal de todo
el país. Las artesanías no fueron la novedad, lo fue la forma de
reunirlos y exhibirlos para un público que acudía regularmente a un
sitio con tiempo y en búsqueda de lo autóctono.

Laboratorio Provivir encontró su oportunidad de servicio en una


zona marginada de la ciudad ofreciendo los servicios de laboratorio
para análisis clínico y obtuvo el primer puesto en su categoría de
acuerdo con la calificación que hace el Servicio Nacional de Salud.
Apostaron por un servicio de primera calidad en un sector con
grandes necesidades pero también con inmensas posibilidades como
lo han podido comprobar luego de casi 20 años de servicio.

Petmour es una boutique para mascotas con accesorios nacionales e


importados que además ofrece el servicio de guardería y una página
web que ayuda como agencia de matrimonios, venta de productos,
información sobre razas, chat de amigos y la promoción de un
reinado virtual de perros y gatos.
Por otra parte, Sumimascotas vio la oportunidad de surtir de
productos farmacéuticos especializados para el sector de la salud
animal. El segmento de productos y servicios para mascotas es de
alto crecimiento y Sumimascotas se decidió a participar y crecer en
él.

• Innovación:

A veces nos acostumbramos a la riqueza que nos rodea y no vemos


oportunidades que están frente a nuestros ojos. Alas de
Colombia nació del viaje de dos damas, madre e hija, a un
mariposario y de reflexionar sobre la riqueza que representa nuestra
biodiversidad. Hoy, Alas de Colombia ha registrado,
taxonómicamente, 200 especies de 300 posibles que hay en las zonas
donde operan. Crían entre 60 y 70 especies y comercializan entre 30
y 40 especies. Exportan mariposas vivas y disecadas a varios países
del mundo.

O lavar, empacar y vender la papa que tradicionalmente se vende tal


como sale del surco. Fue el comienzo de una empresa que hoy se
dedica también al procesamiento y comercialización de productos
agrícolas frescos, precocidos y congelados para consumo
institucional y exportación. Dentro del portafolio de C.I. Listo y
Fresco se incluye papa criolla, papa entera y en diferentes
presentaciones como croquetas, tajadas lizas y rizadas, cubitos y
puré; frutas tropicales como mora, tomate de árbol, lulo,
chontaduro, uchuva, melón, papaya y ají.

Algunas veces se requiere un sentido más afinado para detectar las


oportunidades que no todos pueden identificar porque requieren
formación específica, como la biotecnología que sirvió de base
a Chitín S.A., una sociedad que produce y comercializa la quitina,
polisacárido que se encuentra en forma natural en la concha de los
crustáceos, cuyas propiedades lo hacen atractivo para una gran
variedad de aplicaciones que van desde alimentos, nutrición y
cosméticos hasta la biomedicina, la agricultura y el medio ambiente.
Producen pastillas para adelgazar y membranas para la purificación
del agua.
Producir endulzante natural a partir de la Stevia, planta originaria
del Paraguay, cuyo extracto es vendido a ingenios para producir
azúcar light y ofrecido al público en general a través de las grandes
cadenas de almacenes, droguerías y tiendas naturistas. Bio Stevia.

Creaciones Sarymar patentó una toalla impermeable antireflujo,


denominada ‘gasesitos’, diseñada para ser usada en el hombro de los
padres o la persona encargada del cuidado del bebé, la cual es
absorbente, anatómica e higiénica. La empresa diseña y produce,
mediante la contratación de talleres satélites, baberos para bebés y
adultos, toallas faciales y productos para el aseo del hogar como
limpiones, agarraollas y guantes de cocina.

Creaciones Vangló confecciona prendas de vestir y ofrece una línea


de dotaciones industriales y hospitalarias desechables. Animados por
el deseo de innovar, crearon una línea de ropa interior femenina y
masculina desechable que es una buena alternativa para los viajeros.

Etimarcas ha estado a la vanguardia en el desarrollo de soluciones


para la marcación de productos y activos de las empresas.
Inicialmente con marcación manual, luego con códigos de barras y
próximamente con radiofrecuencia. Han sido capaces de moverse al
ritmo que les demandan sus clientes, muchos de ellos firmas
multinacionales que unifican procesos globalmente y requieren
proveedores locales que los acompañen, como ha sucedido con
Etimarcas. Sistecodi es otro emprendimiento que ayuda a las
empresas en la marcación de sus productos.

Imatic Ingeniería produce, comercializa e instala equipos


electrónicos, como semáforos, controladores y software para su
interconexión con las centrales de tráfico y compite con éxito con las
multinacionales del sector. Innovación con ingeniería 100%
colombiana.

La aparición de nuevas tecnologías requiere de personal capacitado


para su manejo y eso es la oportunidad que vio Labtoon cuando se
decidió formar expertos en animación digital para atender la
creciente demanda en este campo. Sus estudiantes hacen parte del
mercado internacional de animadores y por otra parte Labtoon hace
animación digital de contenidos para empresas con piezas
publicitarias, animaciones online y para dispositivos móviles. Sus
desarrollos han sido aceptados por clientes como La Fundación
Sesame Work Shop, propietaria de Paza Sesamo, y entidades
gubernamentales.

Se puede innovar adaptando productos existentes en otros países


como lo hizo Manuel Orozco cuando creó La Torre de la Cerveza, un
dispensador tubular portátil en el cual las personas pueden degustar
de una manera novedosa y divertida lo que antes se consumía en una
cantidad de botellas arrumadas una a lado de la otra. En Colombia
estas torres se llamaron “Jirafas para cerveza” y su uso se ha
extendido por todo el país a través de Convergraf.

Artesanías Pacandé se ha dedicado a identificar, asesorar y apoyar el


trabajo de los artesanos y ha logrado exportarlos a todos los países
del mundo con su servicio “Regalos puerta a puerta a cualquier parte
del mundo” que los hizo merecedores a un premio en España por las
exportaciones logradas mediante este sistema. Una innovación en la
comercialización para una línea de productos tradicionales como las
artesanías.

La totalidad de la producción de Premium se destina a la exportación


porque ha logrado el nivel exigido por el mercado europeo para los
juguetes para mascotas, fabricados a partir de la carnaza de cuero de
res, tales como huesos, galletas, rosquillas, rollos y otros productos
similares para animales.

La unión de una Universidad y QuestLab Media dio como resultado


una oferta de soluciones innovadoras para el mercado de productos y
servicios con tecnología como la realidad virtual, 3D y visión
artificial. De esta forma han podido ofrecer soluciones para el
desarrollo de experiencias con tecnologías interactivas para la
publicidad, la educación, la salud, el arte y la cultura, basadas en la
interacción con el computador. La empresa fue una de las ganadoras
del concurso Destapa Futuro de Bavaria en el año 2008. Para la
Universidad han sido de gran apoyo contar con estas herramientas
para la formación de sus alumnos. Un negocio bueno para todos.
Vianet- Full Engine nació en ParqueSoft y desarrollaron el software
para la integración de soluciones para la defensoría de oficio, la
oficina de mediación, centros de información y atención al
ciudadano, centro de documentación y la administración de la
Escuela Judicial de Panamá. Herramientas tecnológicas e
informáticas que mejoran la eficiencia de la gestión pública gracias a
una herramienta innovadora aplicada a la administración de
justicia.

Una tesis de grado que se convirtió en una industria. Es el caso


de Velaromaque se ha ganado un espacio en los almacenes de
cadena, almacenes especializados en decoración, oficinas
empresariales y hoteles gracias a la innovación en sus diseños y
aromas. Mejoraron su eficiencia con un sistema de refrigeración de
los moldes con agua llovida recolectada que además les re-presenta
reducción de costos de producción y mejores acabados en los
productos. Su portafolio incluye velas empresariales, personalizadas,
decoración, eventos y aromaterapia.

Los dibujos animados pueden tener aplicaciones educativas y


comerciales y así lo ha entendido Toonka Films que convirtió en
negocio la actividad que sus fundadores disfrutaron en su infancia:
Los juegos de video. Forman profesionales en animación y han
venido conformando una red de profesionales para crear
audiovisuales que promuevan los productos y servicios de las
empresas clientes. La calidad de su trabajo le ha abierto las puertas
para conseguir apoyo y patrocinio de entidades internacionales y los
ha habilitado para participar de este mercado en crecimiento.

Una forma de innovar es encontrar nuevas aplicaciones para


productos tradicionalmente conocidos y usados en una aplicación
específica. Tecnopor ha encontrado múltiples usos al ikopor como
materia prima para empaques industriales, decoración, envases
desechables, láminas, aislamientos térmicos y acústicos, cielo raso,
construcción, polymuro, refrigeración y artículos navideños.

Los procesos de rehabilitación neurológica y osteomuscular se


pueden apoyar con software especializado que ayude a los
profesionales de la salud para diseñar y ejecutar sesiones de terapia
del lenguaje adaptadas a la situación particular de cada paciente, por
ejemplo. (Rehabitec)

• Tercerizar procesos de las empresas:

La tercerización es una tendencia en las empresas y ofrece grandes


oportunidades para los emprendedores.

Esto se comprueba en casos como:

• Desarrollo de Plataformas para integrar la información de las


empresas, (3 Creatives),
• Una Tesis de grado que se convirtió en un negocio de
procesamientos de información, alquiler y venta de equipos de
computación (Adiscompu),
• Desarrollar software para las empresas prestadoras de servicios
públicos que mejoren sus procesos informáticos (Arquitecsoft),
• Servicios de medios digitales e informáticos (Virtual Creativex),
• Mejorar la seguridad electrónica y el control y automatización de
edificios (Avalltech),
• Servicio de pre prensa digital para las empresas del sector de las
artes gráficas (Laser Jet),
• Servicios y productos en medios de comunicación e imagen
corporativa (Office Center),
• Elaboración de piezas y repuestos de importación para la industria
metalmecánica (Payán & Cía.y Plasmega),
• Diseño y Mantenimiento de jardines (Plantas Selectas),

Pero hay casos que se pueden reseñar con mayor detalle:

Una solución para las necesidades de mensajería de las empresas y


un apoyo para las temporadas pico de las empresas especializadas en
logística (ADL) o una empresa dedicada a la realización de campañas
de posicionamiento de marca, organización de eventos especiales y
muñecos inflables para centros comerciales (Parques y Mercadeos)

Un fabricante estadounidense patentó los filtros PuraDyn para


aceite con tecnología avanzada pero fue un emprendedor caleño
(Arbel Trading Company) quien logró posicionarlos en la planta de
Mercedes Benz en Brasil, Petrobras y los sistemas de transporte
masivo de México y Perú.

Una de las apuestas del Gobierno Nacional para convertir los call
center en sectores de clase mundial sirvió de estímulo para la
creación de Connective B.P.O. una empresa dedicada a la
tercerización de servicios a distancia. Además de Call Center,
administra cartera, apoya campañas de telemercadeo y desarrolla
software y apoya la contabilidad, compras y servicio al cliente de las
empresas afiliadas. Se ha apoyado en el alto nivel académico del
recurso humano colombiano y en la infraestructura de
telecomunicaciones con todo el mundo.

Ofi+Hotel ofrece un espacio a los ejecutivos que llegan a Cali para


que hagan sus negocios contando con todas las facilidades y recursos
que hagan más productiva su visita. Es un hotel boutique para
personas de negocios que ofrece servicios de oficina virtual, alquiler
de espacios, tecnología para comunicaciones y servicio personalizado
así como asesoría legal, tributaria y comercial.

Restaurante Café & Color nació como una respuesta a la necesidad


de Almacenes La 14 de ofrecer a sus empleados el servicio de
cafetería. Luego de unos años de experiencia exitosa, giraron su
enfoque de cafetería al de Restaurante y Café y lo han extendido a la
mayoría de los almacenes de la cadena de supermercados. Con la
atención del personal de La 14, adquirieron la experiencia para
atender al público y hoy están presentes en varios de los grandes
centros comerciales del Valle del Cauca.

STP Networks surgió de un proyecto en las aulas universitarias y


ofrece el software ‘Inventory’, herramienta administrativa que le
permite a los agentes comerciales de telefonía celular llevar un
control de inventarios, ventas, pagos y estadísticas y por el que sus
clientes sólo pagan un arrendamiento por cada activación. Este
software representa el 25% de las ventas de la empresa. La otra
unidad de negocios es ‘Existaya.com’, a través de la cual ofrecen
servicios y estrategias de mercadeo electrónico, como el email y
móvil marketing, búsqueda de clientes en el exterior,
posicionamiento de marca, diseño de páginas web, boletines
electrónicos y la creación de comunidades en línea.

Reconstruir y reparar equipos electromecánicos de media tensión


para las plantas eléctricas del sector industrial (Alta y Baja Tensión),

Una empresa puede nacer para complementar otra como el caso


de FelineInternacional que produce sellos, empaque y etiquetas para
marcas como Oscar De la Renta, Nike, Christian Dior, etc.

Modernizar tecnológicamente los planteles educativos para tener


niños mejor capacitados (AFR Computadores), comercializar
software especializado e impresoras de gran formato
(MegaCad Ingeniería y Sistemas).

• Proteger y cuidar el Medio ambiente:

Producir aglomerados a partir de la reutilización de los desechos


como la cascarilla de arroz y la madera sobrante de la producción de
tríplex que además protegen el medio ambiente por la reutilización
de materias primas. Son utilizados en la industria del mueble y para
el cerramiento de obras civiles; además, sirve como aislante
termoacústico. (Aglotec)

Desarrollar un producto que desinfecta y desodoriza el agua del


sanitario luego de utilizarla (Betaplus) y de allí pasar a la fabricación
de productos de aseo e higiene para uso doméstico.

Una empresa que comenzó buscando un método alternativo para la


medición de los caudales de los ríos del Valle del Cauca,
posteriormente se constituyó en una empresa de instrumentos
inteligentes enfocado en el diseño electrónico, y
ahora Amazonas Technologies se consolida como empresa dedicada
al diseño tecnológico para la conservación del medio ambiente.

Caliempaques fabrica bolsas plásticas biodegradables para el sector


comercial e industrial lo cual es de gran impacto en la conservación
del medio ambiente y en el mejoramiento de la competitividad para
los mercados externos.
Daniplast es una de las empresas más reconocidas en el sector de la
reutilización del plástico desechado para la producción de resina
plástica reciclada. Con el proceso industrial que realiza, recupera
toneladas de plástico que se convierten en materia prima para
muchas industrias. 100 toneladas de plástico producen 75 toneladas
de resina.

Una empresa supo aprovechar la oportunidad que le brindaron


12.000 llantas desechadas por la industria aeronáutica. Las
reencauchó, las dejó en perfecto estado y las vendió a los ingenios y
otras empresas con maquinaria pesada. De esta manera resolvió el
problema ambiental que representaba para el aeropuerto y
nació Llantas y Reencauches Ltda, ó el “Hospital de las llantas”,
como suelen presentarse a sus clientes. Ahora además de recuperar
llantas están recuperando aceites hidráulicos que representan un
inmenso beneficio para el ecosistema, porque incrementa su vida
hasta en tres oportunidades, evitando que contaminen ríos y
quebradas.

Reducir el consumo de energía es una necesidad sentida en todas las


empresas y P&Q se ha dedicado a desarrollar soluciones innovadoras
para rebajar la cuenta por el consumo de energía mediante el
monitoreo y análisis de calidad de la energía y la capacitación al
personal en las buenas prácticas para el ahorro.

Plantas Selectas cultiva 350 especies de plantas y 180 palmas en los


corregimientos de Cali que exportan a varios países y que sirve de
estímulo para el cuidado y conservación de especies que de otra
forma estarían en riesgo de desaparecer.

Polyser se dedica a la recuperación técnica de excedentes plásticos


industriales para luego convertirlos en materia prima. De esta
manera le ayuda a las grandes industrias a resolver el problema de
sus desperdicios. Llegaron a esta idea de negocio porque juntaron
tres elementos: Deseo de hacer empresa independiente, necesidad de
una empresa para resolver el problema de los desperdicios y
conciencia ambiental. Un negocio bueno para todos, inclusive para el
medio ambiente.
• Salud y Belleza:

Importar medicamentos de alto costo que no se consiguen en el


mercado local (AFA medical World), hacer vestuario para los
médicos en material desechable para usar en las salas de cirugía
(Alcances), empacar fragancias, sabores, colorantes y extractos
naturales como lo hace Fragaromas. Tres formas de capitalizar el
interés por la salud y belleza.

Medex es una empresa con siete años en el mercado creada para la


comercialización de medicamentos de alto costo y ha evolucionado
para crear dos unidades de negocio adicionales: Una IPS para
atender patologías de alto costo como la hemofilia y aplicación de
medicamentos para la artritis reumatoidea, esclerosis múltiple y
oncología. La otra unidad de negocio se dedica a almacenar y
distribuir medicamentos para terceros con la cadena de frío que
requiere este ser-vicio.

Aquavida es el producto bandera de Integral Company, dedicada a la


producción de agua alcalina, purificada y microfiltrada y que
comercializa sus productos a través de almacenes de cadena,
cafeterías de centros educativos y deportivos. Producir y embotellar
agua implica superar pruebas microbiológicas, fisicoquímicas y de
sabor dentro de los parámetros establecidos por la legislación
colombiana. Quien desee participar de este negocio debe cumplir y
mantener los ni-veles exigidos a un producto relacionado tan
directamente con la salud pública. Pero aquí también hay
oportunidades de negocio.

Un estudio de mercado arrojó que en Cali había déficit de


laboratorios especializados en análisis microbiológicos y físico-
químicos de alimentos para consumo humano, productos
farmacéuticos, cosméticos, concentrados para animales, aguas y
similares, así como también en control de esterilidad de empaques,
instrumentos y áreas físicas. De este estudio nació Microlab que
además tiene certificación de la secretaría de Salud para hacer
estudios avalados por el Invima y para dictar charlas sobre buenas
prácticas de manufactura.
Ortopédica Americana ofrece aparatos ortopédicos y prótesis pero
en algunos casos debe hacer acompañamiento sicológico a sus
clientes para devolverles la esperanza y las ganas de vivir.

• Productos y Servicios Tradicionales:

Hacer productos que las personas pueden hacer en su casa ó que


deben competir con la receta de cada familia es un reto muy grande
pero que han sorteado con éxito emprendedores como los
fabricantes de rosquillas caleñas, manjar blanco, pandeyuca,
producir pan a escala industrial (Pani y Liderpan). Sin embargo no
son los únicos.

Comestibles Qué Sabor comenzó produciendo postres, tortas y


galletería a las empresas operadoras de las grandes cafeterías que
prestaban sus servicios a las industrias de la región. Lo hizo porque
encontró que todos sus competidores querían vender en las grandes
superficies y las tiendas. Pero encontró en las cafeterías industriales
el terreno para iniciar. Hoy su planta ha quedado pequeña y está
ampliándola para producir sus paliquesos, galletas y tortas.
Recorriendo el mismo camino se encuentra Productos Deli Ricura,
que vende sus productos a través de tiendas, supermercados y
distribuidores.

Cucas Cindy decidió vestir de frac las tradicionales galletas negras,


es decir empacarlas, codificarlas y ofrecerlas en las grandes
superficies y lo viene haciendo desde hace 20 años con mucho éxito.

Distrifrutas y Verduras del Valle adquieren los productos en los


municipios cercanos a Cali y los distribuyen en las tiendas y graneros
de los barrios populares de la ciudad. La idea no es nueva pero sí la
forma de atender a sus clientes y de relacionarse con los
proveedores. Otro emprendedor en este rubro es Pana Ltda. que
comercializa fruta congelada y pulpas de frutas pasteurizadas y
encontró que el segmento al cual debería dedicarse era a las
cafeterías de empresas, hospitales, hoteles y restaurantes pues las
amas de casa lo adquirían en los supermercados.
Productos Alimenticios El Embajador ha tecnificado la elaboración
de un producto tradicional como el manjar blanco, bocadillos de
guayaba y sus derivados para garantizar a sus clientes higiene y
calidad. Una producción casera que se industrializa convertir en un
negocio un pasa-tiempo familiar. Como ha sucedido también
con Manjar del Valle.

Una actividad tradicional como las artes gráficas se puede redefinir


si ofrece servicios integrales a sus clientes para que se tengan que
entender con un solo proveedor. Esto es lo que hace Estelar
Impresores que diseña, imprime e instala las piezas publicitarias
promocionales y cuando es necesario apoya con la logística para los
eventos de lanzamientos de productos o activaciones de marca.
“Tenemos seis empresas en una sola y todas con excelente servicio”.

Se puede comenzar empacando semillas de hortalizas y flores en


presentaciones individuales y por este camino entrar al negocio de
los elementos esenciales para la jardinería y la pequeña agricultura.
Es el camino que ha recorrido Fercon que hoy comercializa además
abonos, macetas, herrajes, fumigadoras y equipos agrícolas. Todo
esto es posible si se es capaz de agregar valor a los productos.

Fruti Helen procesa fruta congelada y elabora pulpa y jugos de


frutas, totalmente naturales, sin agua, ni preservativos, ni químicos,
ni saborizantes, lo que le ha permitido maquilarle a una empresa y
suministrarle las pulpas a otra, para que, mediante un proceso
natural la pulverice para su exportación. Materia prima
completamente natural y proceso similar al que se hace en casa pero
con criterios de calidad para un mercado creciente y que se puede
ampliar a productos como los helados de pura fruta, los jugos larga
vida ó zumos de uva, por ejemplo.

• Franquicias y Distribuciones

Un negocio puede iniciar con la distribución de un producto y luego


ampliar la oferta al mercado con productos y servicios afines.
Como Estrutechos que inició distribuyendo las tejas Acesco y
posteriormente complementó la oferta con el diseño, montaje y
mantenimiento de estructuras metálicas. Son sociedades buenas
para todos siempre y cuando se obre dentro de la ética de los
acuerdos comerciales y las políticas de las empresas, como ha
sucedido en este caso.

Otra alternativa de emprendimiento es convertirse en socio de una


empresa multinacional líder mundial que requiera proveedores que
desarrollen soluciones para segmentos específicos de
mercado. Intelecto se ha certificado como “Gold Certified Partner” de
Microsoft por su capacidad para proveer soluciones informáticas,
utilizando el software de esta multinacional para agregar valor a sus
clientes. Es un caso interesante pero no el único porque las grandes
firmas necesitan socios locales y especializados para aplicaciones
compatibles con sus plataformas informáticas.

P.T.I. Potencia y Tecnología Incorporadas, abordó el mercado del


sector eléctrico representando a firmas de Finlandia, Noruega,
Australia, Italia y Estado Unidos. Hoy brinda además soluciones
para el manejo de productos de ingeniería eléctrica a través de la
implementación de software y equipos de comunicaciones que se
requieren para el manejo de redes y plantas eléctricas. Los clientes
bien atendidos abren el camino de las oportunidades que un
emprendedor no desaprovecha.

Las franquicias son una alternativa que un emprendedor no debe


descartar. Recurso Externo maneja la franquicia de “Hombresolo”
que ofrecen los servicios de mantenimiento y reparación de
inmuebles empresariales, así como también la construcción de obras
civiles. Para estos emprendedores, la franquicia les dio el respaldo
que necesitaban y les permitió acceder al mercado empresarial que
prefieren proveedores con certificación y reconocimiento
internacional. Por otra parte, por la homogeneidad de los procesos,
se facilita el cubrimiento de otras ciudades o la atención de clientes
enviados por los franquiciados de otras ciudades.

Otra alternativa es la distribución local de firmas internacionales


como lo ha logrado Tecni Yale que lleva más de 15 años en el
mercado y se ha consolidado como el principal distribuidor de Yale
Hoist en Colombia, el segundo en Sur América y uno de los 10
mejores clientes a escala mundial de la transnacional alemana,
obteniendo el premio “Performance Champions 2007”. El
crecimiento de la actividad logística implica mayores necesidades en
el manejo de los materia-les y es la oportunidad que ha sabido
aprovechar Tecni Yale.

Berny Silverwaser muestra cómo los grandes jugadores dejan


espacios que los pequeños pueden aprovechar, Carolina Cruz es un
ejemplo de emprendimiento a partir de unas habilidades personales
y Pasteles la Locura es una muestra de cómo convertir en negocio
una producción casera.
3. ¿Cómo lograr el éxito?

Preguntarle a los emprendedores exitosos la manera de lograr el


éxito es abrir la puerta para conocer muchos caminos que conducen
a un destino común. Por eso vale la pena escucharlos como quien
escucha el consejo del abuelo que ha recorrido un camino y nos
quiere evitar los tropezones, aunque queramos experimentarlos en
carne propia.

Uno puede comenzar como una empresa independiente y luego


integrarse con otras para buscar sinergias comerciales y
administrativas. Fue lo que hizo Cabrera y Asociados que comenzó
en el garaje de la casa del propietario y después hizo una alianza
estratégica con otro profesional para ampliar la oferta de servicios y
han venido creciendo nacionalmente gracias a los acuerdos que han
establecido con profesionales en cada ciudad. Además han sido
nombrados corresponsales de una firma inglesa. Las buenas
compañías son beneficiosas cuando se construyen sobre bases
claras.

Los emprendedores deben aprender a prevenir las dificultades pero


cuando se les presenten las deben enfrentar con
decisión. Confecciones Nova debió enfrentar un concordato como
consecuencia de una fuerte caída en las ventas y un exceso de
inventario que la dejó en grave estado de liquidez. Debió reducir
drásticamente sus gastos, reestructurar su organización y con el
aporte de sus empleados superó la emergencia. Hoy produce y
comercializa sus propias prendas, maquila otras y produce
uniformes de oficina para empresas.

Escritorios y Escritorios produce muebles para oficina y para


Universidades y surgió luego de que se disolviera la empresa familiar
“Industrias Cruz Quintero” una de las más grandes del país en la
década de 1980. Para salir de la crisis, inicialmente trabajaron como
proveedores de varias fábricas de escritorios y muebles modulares y
luego de mucha persistencia y dedicación lograron consolidar su
empresa.

Cuando se hacen emprendimientos familiares es vital separar las


relaciones empresariales de las relaciones familiares y encontramos
un ejemplo claro en Inmat una empresa de esposos que desde la
universidad se propusieron crear su propia empresa. Él como
Ingeniero Electricista y ella como Ingeniera de Sistemas realizan
montajes eléctricos e iluminación de locales comerciales,
suministran piezas decorativas y muebles en acero inoxidable para la
arquitectura y el diseño de interiores, y ofrecen el servicio de diseño
y montaje de locales comerciales (pisos, muebles, iluminación, panel
yeso, pintura y fachada). Son ellos quienes afirman que el éxito de
una empresa familiar radica en que existan unos parámetros claros
del manejo de la compañía en lo legal, tener una buena
comunicación y no mezclar lo familiar con la parte laboral, además
de definir las funciones de cada uno de sus miembros

Las empresas deben organizarse como tales aunque su negocio sea la


diversión y el esparcimiento. Según uno de sus
dueños, Kukaramákara es un bar con “pinta” de tienda pero desde
el comienzo se pensó y se organizó como empresa. Definieron unas
funciones relacionadas con el grupo musical en vivo y el soporte
técnico que se necesitaba para asegurar un excelente sonido. Otras
funciones están relacionadas con el mercadeo para mantener la
sintonía con el mercado objetivo a través de correos electrónicos y
las redes sociales. Obviamente vigilan el aspecto administrativo y
financiero y, por la naturaleza del negocio, deben hacer trabajo con
los vecinos para garantizar una convivencia que asegure la
permanencia del negocio. Todos son frentes de trabajo típicos en
cualquier empresa aunque parecieran extraños en un negocio que
vive de la rumba (pero que no vive de rumba).

“El éxito no está en trabajar y trabajar, sino en trabajar y también


tener tiempo para pensar cómo producir y comercializar mejor los
productos” aconseja Germán Velasco, gerente de Tecnopor. El éxito
de su empresa es la mejor evidencia del acierto de su afirmación.

Un par de consejos más:


Hay que ponerse la camiseta de la empresa que nos contrata
(Adiscopmpu),

Los créditos de fomento ofrecen ayuda en condiciones favorables que


vale la pena aprovechar como lo hizo Premium para apalancar sus
planes de exportación de juguetes y productos para mascotas.

Hay testimonios de cómo el Servicio al cliente fideliza (Bertha


Cuero), La importancia del manejo de la marca (Sandwich Q’bano),
es buen negocio tener buenas relaciones con toda la cadena en la está
inmerso (La 14), hay que aprovechar los planes de fomento
(Capriccio Pizza y Rodizzio) y cómo hay un método para convertir en
realidad los grandes sueños (Martín Wartenberg).
4. Perfil del emprendedor

El común denominador en los empresarios lo resume el fundador de


Ainox: “Es la perseverancia, el entusiasmo, compromiso y amor por
lo que hace lo que determina el éxito”. Y complementa: “Los
emprendedores no tienen que pelear con sus antiguos empleadores
cuando comienzan una aventura, hay que dejar siempre las puertas
abiertas”

Las siguientes son historias breves de algunos emprendedores que


muestran las características personales y profesionales que deben
cultivar.

Arautos presta el servicio de reparación de latonería y pintura de


vehículos siniestrados. Su propietario es un emprendedor que ha
capitalizado lo que ha aprendido en su bachillerato en el Instituto
Antonio José Camacho, donde le inculcaron su espíritu
emprendedor; en la Universidad Autónoma de Occidente, donde
estudió Ingeniería Mecánica, adquirió los conocimientos del sector al
que pertenece su negocio; y en la Universidad Icesi, donde hizo un
Magíster en Administración de Empresas, le dieron los fundamentos
para crear su propia empresa.

Los emprendedores logran la prosperidad de su negocio a través de


perseverancia y humildad como en el caso de Don Carlos Fernández
quien después de trabajar como obrero en labores del campo se
dedicó a la construcción e ingresó a Propal como oficial de
construcción y se ganó la oportunidad de ser proveedor de la
empresa para realizar todo tipo de obras civiles. Poco a poco fue
asumiendo obras de mayor dimensión y amplió su radio de acción a
otras importantes empresas para la construcción de diques, torres de
enfriamiento, patios, bodegas y vías peatonales. En Cimentec se ha
rodeado de buenos empleados y mantiene su mente siempre abierta
para aprender de ellos. Es un caso de superación que nos debe servir
de lección a todos.
Es muy importante que los emprendedores compartan sus
experiencias porque de esta manera motiva a que otros desarrollen
su propia iniciativa. Diana Madrigal escuchó en la Universidad un
testimonio de cómo unos empresarios habían iniciado sus empresas
y esto la animó a crear Graficenter, una empresa para elaborar los
diseños y artes de las publicaciones. Posteriormente
creó Expresiones Digitales para la elaboración de productos
publicitarios digitales y ha creado un programa para ofrecer
pasantías a estudiantes universitarios y promueve con su ejemplo y
con su deseo de contribuir el espíritu emprendedor de los nuevos
profesionales que son sus alumnos en la Universidad Icesi.

Los emprendedores deben enfocar su energía hacia lo que les gusta.


Es lo que recomiendan un abogado y un administrador de empresas
que iniciaron con una marquetería que con el tiempo se ha
convertido en la galería de arte Imaginaciones. No son los únicos
profesionales que encontraron su campo de acción en una profesión
diferente a la que estudiaron en su universidad pero son claros en
afirmar que su formación académica les da la base para convertir en
empresa lo que fue su gusto personal.

Si algo debe caracterizar al emprendedor es su espíritu de lucha y su


propósito por convertir en realidad su sueño. Hace 9 años Don
Leonel Ocampo creó una empresa dedicada a la fabricación de
unidades móviles especializadas: ambulancias y unidades médicas
especializadas. Industrias Axial fue creada por un hombre que
recogía papel, cartón y hueso y vendía prensa en el barrio Alfonso
López y luego fue barrendero y jefe de ventas y compras en algunas
empresas antes de aventurarse con su emprendimiento: fabricar
unidades móviles empresariales (para el recaudo y la atención al
cliente descentralizado) y médicas, es decir ambulancias
especializadas como los bancos de sangre y vehículos totalmente
equipados. Con su esposa han dado a esta empresa familiar la
organización para obtener la calificación de hospitales y clínicas de
primer nivel en el país.

Los emprendedores muestran y cultivan su espíritu desde muy


pequeños. María Isabel Garrido Montenegro ha sido una mujer
‘precoz’ para los negocios. Desde los 12 años de edad, durante su
época colegial, empezó a vender árboles de dispol y dulces
americanos, con lo que ahorró constituyó el capital semilla para su
empresa. Luego, con el ánimo de cambiar, vendió lociones por
encargo a sus conocidos y, en almacenes de prestigio, ropa infantil
confeccionada por una familiar. Durante sus años de Universidad
comercializó artículos importados y creó ‘Productos Alimenticios
María Isabel’ con la que distribuye insumos para panadería,
repostería, pastelería y cereales. Esta disciplina de trabajo y
persistencia le ha permitido cumplir otras metas personales como
crear un hogar y conocer 27 países, hasta ahora.

Con la liquidación de diez años de trabajo como Ingeniero, Henry


Losada creó lo que más tarde sería Proyectar Ingeniería, una firma
dedicada a las obras civiles haciendo redes de acueducto y
alcantarillado, pavimento y refacciones de vías. Comparte su secreto
para lograr el éxito: “Para hacer empresa en cualquier sector o
actividad siempre hay que disfrutar lo que se hace al 100%. Ser muy
organizado con las finanzas y ser responsable y efectivo en el
trabajo”.

Hay perfiles para resaltar la vocación de trabajo (Belisario Marín), la


disposición de investigar y aprender (Vicky Acosta) y el énfasis de
Gustavo Llano de Manitoba en que los negocios se hacen entre
personas y por lo tanto es necesario desarrollar unas buenas
relaciones interpersonales.

Desde luego las historias reseñadas, cada una, muestran rasgos del
perfil del emprendedor exitoso, pero en aras de facilitar el
aprendizaje, se han agrupado en diferentes capítulos. Pero todas son
historias de luchadores, ganadores y orientados al logro de objetivos
sobre la base de la perseverancia y compromiso. Y estas historias son
prueba de ello.

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