CAPILLA DEL CEMENTERIO SAN JERÓNIMO (INTERIOR)

El cementerio mayor de Córdoba fue fundado en 1844.

En sus primeros años poseía sólo una sencilla y humilde capilla construida en 1943 bajo el gobierno de Manuel
López en la zona conocida como el Pueblo de La Toma. En 1870 se inició la construcción de un nuevo templo
que fue concluido en 1878, consagrado el 1º de noviembre de 1886 y fue designado sede parroquial de San
Jerónimo el 6 de noviembre del año 1900.

El cementerio San Jerónimo fue el primero ubicado en las afueras de la urbe. Brindó sepultura a distintas
clases sociales de la ciudad. Urnas, templetes, panteones, tumbas y estatuas rinden tributo a los más variados
estilos arquitectónicos y sentidos homenajes a quienes fueron protagonistas de nuestra historia tales como
políticos, artistas, deportistas y religiosos.

En 1910 al cumplirse el primer centenario del nacimiento del ilustre prócer tucumano Juan Bautista Alberdi, el
Consejo Deliberante decidió cambiar el nombre de este barrio por el de “Alberdi”. Anteriormente fue conocido
como “Pueblo de la Toma” ya que en los primeros años de fundación de la ciudad existía aquí una comunidad
aborigen.

Los pobladores originarios, quienes veneraban una imagen de Nuestra Señora del Rosario, realizaban una
procesión muy singular. Junto a los rezos, cantos y danzas, los pobladores originarios trasladaban la imagen
desde los ranchos detrás del cementerio hasta la desembocadura del arroyo La Cañada en el río Suquía. Aquí
participaban de comidas, bebidas y bailes. La procesión fue prohibida en 1909. Una imagen se mantuvo
durante siglos en algunos hogares del barrio. Se trata de una imagen que data de finales del siglo XVIII la que
fue entronizada en 1903 con la participación del Pueblo de La Toma en un altar construido por la comunidad
originaria en la Iglesia del Cementerio San Jerónimo.

Jerónimo Luis de Cabrera fundó la ciudad de Córdoba el 6 de julio de 1573. Y decidió desde ese primer
momento que este lugar tuviese como Patrono a San Jerónimo, quien llevaba su nombre.

San Jerónimo nació en Estridón (Dalmacia) hacia el año 340 DC y falleció en Belén (actual Cisjordania) el 30
de septiembre del año 420 DC. Es considerado el “Padre de la Iglesia”. Fue bautizado y estudió en Roma, pero
se dedicó a la vida ascética en Oriente donde fue ordenado sacerdote. Al regresar a Roma fue secretario del
Papa Dámaso.
San Jerónimo trajujo al latín la Biblia, obra que se llamó “Vulgata” (de vulgata editio “edición para el pueblo”) y
fue hasta la promulgación en 1979 de la “Neovulgata”, el texto bíblico oficial de la Iglesia Católica Romana. San
Jerónimo fue un célebre estudioso del latín y también dominaba el griego y el hebreo. Años más tarde se mudó
a Belén para perfeccionarse y comenzó a traducir en el año 382 corrigiendo la versión latina del Nuevo
Testamento. En el año 390 pasó al Antinguo Testamento en hebreo. Completó su obra en el año 405. Con sus
obras ejerció una influencia duradera en los métodos de traducción e interpretación de las Sagradas Escrituras
y el uso del latín como medio de comunicación en la historia de la Iglesia. Es considerado Santo por la Iglesia
Católica, Ortodoxa, Luterana y Anglicana.

PH: Gentileza Dirección de Turismo. Municipalidad de Córdoba.

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EN SAN JERÓNIMO, ENTRONIZARON A LA VIRGEN COMUNERA EN LA IGLESIA DEL CEMENTERIO
SAN JERÓNIMO
http://culturaold.dtec.cordoba.gov.ar/2012/10/en-san-jeronimo-entronizaron-a-la-virgen-comunera-en-la-iglesia-
del-cementerio-san-jeronimo/

Ayer domingo 30 de Septiembre, Día San Jerónimo, el padre Horacio Saravia encabezó las ceremonias
religiosas en honor del Santo Patrono de la Ciudad de Córdoba. Por la tarde se realizó la misa y luego de una
emotiva procesión en las calles de barrio Alto Alberdi, donde San Jerónimo se vio acompañado por la imagen
de la Virgen Comunera, que quedó entronizada en la iglesia del Cementerio San Jerónimo.

La imagen de esa virgen data del año 1750 y tiene una historia ligada a las más antiguas manifestaciones
culturales de Córdoba. Se trata de una representación de Nuestra Señora del Rosario del Milagro, Patrona de
Córdoba, que permaneció custodiada por los descendientes del llamado “Pueblo de La Toma”, un populoso
sector de tierras comunes que, según se cree, es heredero de los pueblos originarios locales.

De acuerdo a testimonios orales, la imagen estuvo siempre, desde su origen, en posesión de los
comechingones, de allí que se la conozca como “La Comunera” pues a los aborígenes se los denominaba
vulgarmente y en tiempos posteriores a la colonia como “comuneros”, por habitar precisamente, en tierras
comunes. Se cuenta que esta virgen era venerada en procesiones anuales que partían desde la actual zona de
barrio Alberdi hasta el Abrojal, donde las comunidades aborígenes locales se encontraban en fiesta común.

Esa manifestación fue prohibida, de acuerdo al relato del cura Saravia, en ocasión de celebrarse el primer
centenario de la República Argentina, por considerarse inapropiada a los aires del modernismo que inspiró a
las primeras generaciones de gobernantes de fines del SXIX y comienzos del S XX.

De tal manera, la imagen de la Virgen Comunera, no fue puesta en procesión sino hasta ayer, en el marco de
una fiesta popular que tuvo los colores que identifican a las comunidades aborígenes y en medio de una fiesta
llena de alegría expresada por las coreografías de los caporales que acompañaron a La Comunera a su lugar
definitivo, donde también se observa una talla de un Cristo aborigen.

Se espera ahora que La Comunera vuelva a salir a las calles de Córdoba y tenga su propio día de procesión el
8 de Diciembre. En tanto, su imagen acompaña a la del Santo Patrono, San Jerónimo, en un sitio altamente
caro a los sentimientos del pueblo cordobés, como es la iglesia del Cementerio ubicado en Chutro 551 de
barrio Alto Alberdi.