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Advertencia preliminar1
Este no es un sesudo trabajo de investigación. Su contenido se refiere a
determinados temas del Derecho Probatorio, que he recopilado y analizado de
diferentes autores, siendo míos los comentarios en el punto de los principios
probatorios, para uso de mis alumnos del 5º año de Derecho, a quienes se lo
dedico muy especialmente; debiendo advertir no obstante, que no soy
catedrático en la materia, y mi propósito no es otro que contribuir a su
formación académica, con este sucinto trabajo, derivado de mis estudios y de
mi experiencia de 45 años en el ejercicio de la profesión, en la cual me he
desempeñado como Juez, Fiscal del Ministerio Público, y abogado litigante. Es
la semilla, y del estudiante aprovechado depende que germine y produzca
frutos satisfactorios.
Es importante destacar, que las pruebas son los pilares de las
pretensiones deducidas en los juicios; de tal modo, que un alegato sin
sustentación probatoria, se encuentra en la más absoluta orfandad jurídica. En
Roma había un aforismo: actore non probante reus absolvitur.
Un axioma muy antiguo afirma: “En Derecho no basta tener la razón,
pues hay que probarla; y no sólo debe probarse, sino que debe saber
probarse”. De allí que el Abogado tiene que hacerse dos preguntas que debe
necesariamente contestar:
¿Qué quiero probar? ¿Cómo lo probaré?
Finalmente deseo advertir, como lo he dicho ya tantas veces, que no
pretendo ganar el Cielo con esto, ni espero recompensa alguna, sino que es
mi manera de hacer las cosas, y de poner a producir el talento que el Señor
me dio a guardar, signado por el antiguo principio místico, de que el
conocimiento y la fortuna serán como agua estancada si no se utilizan. En
este sentido, si uno solo de mis alumnos saca provecho de este fruto de mi
esfuerzo, me sentiré sumamente complacido.
EFRAIN CASTRO BEJA
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Dr. Efraín Castro Beja
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ACTOS DEL JUEZ Y PRUEBA CIVIL – Estudios de Derecho
Procesal Civil - Editorial Jurídica Bolivariana – Bogotá 2001
LA CARGA DE LA PRUEBA – Leo Rosenberg –Ediciones Jurídicas
Europa-América – Buenos Aires 1956
LA CARGA DE LA PRUEBA – Gian Antonio Micheli- Ediciones
Jurídicas Europa-América – Buenos Aires 1961
LA PRUEBA – Santiago Sentís Melendo – Ediciones Jurídicas
Europa – América – Buenos Aires 1978
LA PRUEBA – Anibal José Rueda – Magali Perretti de Parada –
Vadell Hermanos Editores – Valencia 1998
Comentarios al Código de Procedimiento Civil – Arminio Borjas
Compendio de Derecho Procesal - Hernando Devis Echandia
Editorial ABC – Bogotá 1965
Curso de Derecho Procesal Civil – Giuseppe Chiovenda –
Editorial HARLA – Mexico 1997
LA PRUEBA CIVIL – Francesco Carnelutti – Ediciones Desalma –
Buenos Aires 1982
FUNDAMENTOS DEL DERECHO PROCESAL CIVIL – Eduardo J.
Couture –Ediciones Desalma – Buenos Aires - 1981
REVISTA DE DERECHO PROBATORIO – Editorial Jurídica ALVA
CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL
LEY ORGÁNICA PROCESAL DEL TRABAJO
LEY ORGÁNICA PARA LA PROTECCIÓN DE NIÑOS. NIÑAS Y
ADOLESCENTES.
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LA PRUEBA
La prueba ha sido definida de diferentes maneras, pero todas las definiciones han
confluido en que probar es demostrar la veracidad de un hecho.
Veamos algunas de esas definiciones:
Arístides Rengel Romberg: “Es la actividad de las partes dirigidas a crear en el
Juez la convicción de la verdad o falsedad de los hechos alegados en la demanda o en la
contestación”
Eduardo Couture: “La prueba es, en consecuencia, un medio de verificación de
las proposiciones que los litigantes formulan en el juicio”
Hernan Devis Echandia: “Probar es aportar al proceso, por los medios y
procedimientos aceptados por la ley, los motivos o las razones para llevarle al Juez el
convencimiento o la certeza sobre los hechos”
Guiseppe Chiovenda: “Probar significa convencer al juez de la existencia o no
existencia de hechos de importancia en el proceso…”
Jaime Guasp: “Prueba es el acto o serie de actos procesales por los que se trata
de convencer al juez de la existencia o inexistencia de los datos lógicos que han de
tenerse en cuenta en el fallo. La prueba debe configurarse como un simple mecanismo
de fijación formal de los hechos procesales”.
Devis Echandía hace la distinción entre ambos conceptos. En este orden de ideas,
considera las PRUEBAS como las razones o motivos que sirven para llevarle al juez la
certeza sobre los hechos; y por MEDIOS DE PRUEBA entiende los elementos o
instrumentos utilizados por las partes y el juez, que suministran esas razones o esos
motivos.
Los medios de prueba, para poder ser aceptados en el proceso, deben ser lícitos,
pues por mandato constitucional es inadmisible la prueba obtenida por medios ilícitos.
Por disposición del artículo 395 del Código de Procedimiento Civil, son medios de
prueba admisibles en juicio aquellos que determina el Código Civil, el “presente
Código”, y otras leyes de la República; pueden también las partes valerse de cualquier
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DISPENSA DE PRUEBAS
En principio, todos los hechos alegados por las partes deben ser probados. Sin
embargo, hay ciertos hechos dispensados de prueba, como son los hechos notorios y los
no controvertidos. Estos últimos son aquellos admitidos por ambas partes; pongamos por
caso que en un juicio de cumplimiento de contrato el demandado acompaña un
documento público o privado, y el demandado lo reconoce como el instrumento donde
consta el pacto contractual.
La Sala Constitucional ha destacado la figura del “Hecho notorio
comunicacional”
CLASES DE PRUEBAS
El procesalista DEVIS ECHANDIA hace la siguiente clasificación de las
pruebas:
a) Según su objeto > Directas e indirectas, principales y accesorias.
b) Según su forma > Escritas y orales
c) Según su estructura y naturaleza > Personales y reales o materiales.
d) Según su función > Históricas y críticas o lógicas.
e) Según su finalidad > De cargo y de descargo.
f) Según su resultado > Perfectas e imperfectas.
g) Según el grado > Primarias y secundarias
h) Según los sujetos proponentes > De oficio, de partes, y de terceros.
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PRINCIPIOS PROBATORIOS
cumplido el lapso o tiempo para hacerlo. Hay preclusión de las pruebas, cuando las
mismas no son propuestas en el lapso estipulado para la promoción de las mismas;
presentadas después del lapso, se considerarán “extemporáneas” y no podrán ser
evacuadas ni apreciadas.
Comentario: La parte contraria puede impugnar las pruebas presentadas
extemporáneamente, pero aún cuando no lo haga, el juez tiene que declarar
extemporáneas, de oficio.
18.- Principio de la necesidad de la prueba: Los hechos sobre los cuales debe
fundamentarse la decisión deben estar demostrados en el proceso.
Comentario: El sistema de la sana crítica exige que las pruebas consten en las
actas, para su análisis y aprobación por el juez, por cuanto es necesario acreditar y
probar los hechos alegados por las partes. De otro lado, su finalidad es producir certeza
en el juez respecto a los puntos controvertidos.
19.- Principio de la formalidad de la prueba: La promoción de la prueba debe
ser publicada, es decir, agregada al expediente, con todos los requisitos establecidos en
la ley.
Comentario: El derecho a la defensa, de rango constitucional, exige que la parte
contraria a la promoverte debe tener acceso a la prueba para poder contradecirla.
20.- Principio de la legitimación de la prueba: Sólo las partes y el juez pueden
llevar las pruebas al proceso.
Comentario Las formas procesales exigen que la actividad probatoria esté en
primer lugar a cargo de las partes, y a cargo del juez cuando está facultado para ello; de
tal suerte que es inadmisible la prueba que pretendiere aportar un tercero que no es parte
en la causa, a menos que sea un tercero interviniente, aceptado como tal en el proceso.
LA OPORTUNIDAD PROBATORIA
Por razones de seguridad jurídica, la ley debe fijar el tiempo y la oportunidad de
la secuela probatoria, nombre dado al período completo de pruebas, que en el
procedimiento ordinario consta de cuatro etapas: Promoción – Contradicción - Admisión
– Evacuación. Sin embargo, cabe destacar, que la Ley Orgánica Procesal del Trabajo
establece como única oportunidad para promover pruebas, el inicio de la Audiencia
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Pruebas Típicas:
Son las que tienen su propia denominación y regulación en la ley:
1.- Confesión > Art. 403 C.P.C.
2.- Juramento decisorio > Art. 420 C.P.C.
3.- Instrumental > Art. 429 C.P.C.
4.- Informes > Art. 433 C.P.C.
5.- Experticia > Art. 451 C.P.C.
6.- Inspección Judicial> Art. 472 C.P.C.
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EL JURAMENTO DECISORIO
. Consiste, en que una de las partes manifiesta su disposición de darle la razón a
la otra, si ésta jura que la tiene, y propone la fórmula correspondiente. Por ejemplo:
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“Juro por mi Honor que la venta del inmueble x hecha a mi persona por xx, no es un
negocio simulado sino real” Esta prueba es sumamente delicada en estos tiempos
actuales, cuando la palabra dada carece de valor. Bajo los auspicios del Código de
Procedimiento Civil de 1916, en los primeros años del siglo XX, era una prueba muy
seria, pues un hombre comprometía su honor con el juramento: pero en estos tiempos
observamos cómo se jura en vano. Esta es otra prueba prohibida expresamente por la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
LA PRUEBA INSTRUMENTAL
Reflejada en instrumentos públicos y privados, o tenidos legalmente por
reconocidos. En algunos casos constituyen un elemento de prueba ad solemnitatem,
como por ejemplo cuando se pretende probar la propiedad de un inmueble, prueba que
siempre será por instrumentos. El documento público es aquel otorgado ante un
funcionario autorizado por la ley, como Registradores y Notarios.
Es importante destacar, que los documentos privados emanados de terceros que
no son parte en el juicio, así como cartas o telegramas, deberán ser ratificados por el
tercero mediante la prueba testimonial, conforme a lo dispuesto en el artículo 430 del
Código de Procedimiento Civil.
En cuanto a los documentos privados que se oponen a la otra parte, se ha
discutido si un apoderado puede desconocer la firma de su poderdante, y se han formado
dos bandos irreconciliables, pues de un lado hay quienes sostienen a ultranza el
derecho a la defensa, y son del criterio que el apoderado puede desconocer la firma de
un documento privado atribuido a su mandante; y del otro lado quienes sostienen que la
ley es clara cuando se refiere a un documento privado opuesto como emanado de la
parte, y en consecuencia sólo aquel a quien se atribuye la firma puede desconocerla o no,
pudiendo ser desconocido por el apoderado, sólo si tiene facultad expresa para ello.
(Quien esto escribe está de acuerdo con la segunda posición).
Cabe destacar, que los documentos públicos pueden ser incorporados a las actas
procesales, hasta los últimos informes. Sin embargo, a mi modo de ver, esos
instrumentos deben haber sido previamente identificados, es decir, debe haber referencia
a los mismos en los autos, pues de otro modo se podría aceptar una emboscada procesal;
me fundamento en lo dispuesto en el artículo 434 del Código de Procedimiento Civil; y
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si se trata de los casos excepcionales allí indicados, el órgano jurisdiccional debe ser
muy prudente en su apreciación, toda vez que en puridad procesal no es posible tachar
de falsedad un documento presentado con los informes.
Es necesario apuntar, que un documento privado es aquel que no es firmado
delante de un notario o registrador, pero produce plenos efectos entre las partes,
conforme a lo dispuesto en el artículo 1.370 del Código Civil. La desventaja es que si se
pierde o se destruye, no queda evidencia del negocio pactado en le texto del documento.
En materia sucesoral, el testamento ológrafo, es decir, extendido en documento privado,
no produce ningún efecto jurídico, aún cuando sea escrito de puño y letra por la persona
a quien se le atribuye, toda vez que debe ser otorgado ante un Registrador, con todas las
formalidades indicadas en el Código Civil.
LA FECHA CIERTA
Es la indicada por el notario o registrador, de otorgamiento del documento. A
título de ejemplo, digamos que si las partes fechan el documento como otorgado el 5 de
enero del 2013, y es firmado en una Notaría o Registro el 20 de marzo del 2014, esta
última es la FECHA CIERTA, a todos los efectos legales. En cuanto a la fecha de los
documentos privados, ésta comienza a contarse respecto de terceros, a partir de la fecha
de haber fallecido una de las partes, o de su incorporación a un registro público, o conste
habérsele presentado en juicio, o que se haya archivado en una Oficina de Registro u
otra competente, según lo dispuesto en el artículo 1.369 del Código Civil..
LA EXHIBICION DE DOCUMENTOS
Por disposición del artículo 436 del Código de Procedimiento Civil…”La parte
que deba servirse de un documento que según su manifestación se halle en poder de su
adversario podrá pedir su exhibición”. Ahora bien la promoción de este medio de prueba
está sujeta a los requisitos estatuidos en la misma norma: 1º) Acompañar una copia del
documento, o en su defecto, la afirmación de los datos que conozca el solicitante acerca
del contenido del mismo; 2º) Un medio de prueba que constituya por lo menos
presunción grave de que el instrumento se halla o se ha hallado en poder de su
adversario. Admitida la prueba, el Tribunal intimará al adversario la exhibición o entrega
del documento dentro de un plazo que le señalará bajo apercibimiento (Lo más común
es, según ya enraizada costumbre judicial, que el Tribunal fije una oportunidad,
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requisitos legales, no puede valer como prueba propiamente documental; ese principio
de prueba debe hacer verosímil el hecho alegado, como lo propone CHIOVENDA
(Principios de Derecho Procesal Civil), para quien el principio de prueba por escrito
resulta “de cualquier escrito que proceda de aquel contra quien se propone la demanda o
de lo que él representa y que hace verosímil el hecho alegado”
La oportunidad para promover la prueba testimonial es la del lapso de los quince
(15) días en el procedimiento ordinario; y en el libelo de la demanda, así como en el de
contestación, en el Juicio Oral aplicable en materia de Tránsito, y en el procedimiento
agrario. En materia del Trabajo, la oportunidad es la de la Audiencia Preliminar. En los
Interdictos y Juicios Breves, dentro del lapso probatorio de promoción y evacuación.
El modo de promoción es la presentación de la lista de las personas que serán
llamadas a declarar. El promovente puede pedir su citación, o bien comprometerse a
presentarlos en la oportunidad en la cual deban testificar. Admitida la prueba, se fija el
tercer día de despacho siguiente a una hora determinada; llegado el día y la hora, se
juramenta el testigo ante el juez, y el promovente deberá interrogar oralmente a su
testigo, que es una reforma de la situación anterior, pues en el Código de Procedimiento
Civil derogado se establecía la obligación para el promovente de suministrar de una vez
el listado de las preguntas que se harían al testigo.
EL CONTROL DE LA PRUEBA
Es el derecho de las partes de presenciar todos los actos de prueba, tales como
inspecciones judiciales y actos de testigos. También se manifiesta en el derecho a
oponerse a la admisión de las pruebas de la parte contraria, por ilegales o impertinentes,
dentro de los TRES días (de despacho) siguientes al vencimiento del lapso de
promoción, y una vez agregadas las pruebas al expediente (Art. 397 C.P.C.)
CONTROL DE LA PRUEBA TESTIMONIAL
Ese control puede producirse de dos maneras:
1ª) El Derecho de Repreguntar:
Por disposición del artículo 485 del Código de Procedimiento Civil, una vez
concluido el interrogatorio del testigo por su promoverte, la parte contraria o su
apoderado, “podrá repreguntar de palabra al testigo sobre los hechos a que se ha
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1º) Juramento del testigo de decir verdad y suministro de todos sus datos que le
identifiquen: nombres y apellidos, edad, profesión y domicilio; no lo indica el Código,
pero es obvio que debe presentar su cédula de identidad, de cuyo número se dejará
constancia.
2º) Lectura de su declaración al testigo una vez terminados los interrogatorios,
para que manifieste su conformidad y haga las observaciones que se le ocurran. La
norma ordena que se le lea al testigo, pero en la práctica se le da el documento impreso
para que lo lea y lo firme. Una vez formado, ya no podrá hacer observaciones.
Por disposición del artículo 481 del Código de Procedimiento Civil, toda persona
hábil para ser testigo debe dar declaración; pero podrán excusarse:
1º) Los parientes consanguíneos hasta el cuarto grado y los afines hasta el
segundo.
2º) Quines por su estado o profesión deben guardar secreto respecto del hecho de
que se trate (Secreto Profesional)
OBJETO DE LA PRUEBA
Está constituido por los hechos alegados por las partes, con excepción del hecho
notorio, que está exento de prueba, conforme a lo dispuesto en el artículo 506 del
Código de Procedimiento Civil. En el procedimiento del Juicio Oral, aplicable en
materia de tránsito, conforme al artículo 868 del Código de Procedimiento Civil el juez
fija los límites de la controversia y señala cuáles son los hechos que deben ser probados.
En materia Agraria, conforme al artículo 221 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario,
igualmente el Juez establece los límites de la controversia, y señala cuáles son los
hechos a probar, es decir, el objeto de la prueba. Es un principio general que el Derecho
no se prueba, en virtud del principio Iura novit curia (El Juez conoce el Derecho); sin
embargo, excepcionalmente se exige la prueba del Derecho cuando se trata del
imperante en un país extranjero, en la solicitud de exequatur.
PRUEBA DE LOS HECHOS
Hay hechos cuyas pruebas exigen ciertas formalidades que deben cumplirse
necesariamente para que se consideran válidos. Son aquellos denominados AD
SOLEMNITATEM. Pongamos un ejemplo claro para aprehender el concepto: El
derecho de propiedad y la hipoteca se prueban con documentos protocolizados en el
Registro Inmobiliario del Municipio donde se encuentre el inmueble; documentos
reconocidos o simplemente autenticados, no cumplen con el rigor de la ley, y a lo sumo
sólo podrían tenerse como principios de prueba por escrito. Lo mismo sucede con las
capitulaciones matrimoniales. El divorcio exige para su prueba, la exhibición de la
sentencia ejecutoriada. Los demás hechos, los que admiten todo género de pruebas, se
denominan AD PROBATIONEM.
LA VALORACION DE LAS PRUEBAS
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Una vez incorporadas las pruebas, toca al Juez emitir su opinión sobre las
mismas, y de qué manera influyen sobre el dispositivo del fallo, en el proceso
psicológico denominado subsunción. Al respecto existen varios sistemas, a saber:
1.- SISTEMA DE LA PRUEBA LEGAL O TARIFADA
La ley establece por anticipado, de qué manera se deberá apreciar la prueba. Es el
caso de la prueba instrumental, ya que al respecto, la ley le indica pautas al sentenciador,
para la declaración de eficacia de los instrumentos. Así ocurre también en el caso del
artículo 508 del Código de Procedimiento Civil, respecto a la valoración de la prueba de
testigos; a este respecto, el juez debe examinar si las deposiciones concuerdan entre sí y
con las demás pruebas, desechando en la sentencia la declaración del testigo inhábil o
del que apareciere no haber dicho la verdad, ya por las contradicciones en que hubiere
incurrido, ya por otro motivo, aunque no hubiese sido tachado, expresándose el
fundamento de tal determinación.
Respecto de la relación entre la sana crítica y la lógica, Couture hace ver que las
reglas de la sana crítica consisten en su sentido formal en una operación lógica. Existen
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algunos principios de lógica que no podrán ser nunca desoídos por el juez. Así, dice,
nadie dudaría del error lógico de una sentencia en la cual se razonara de la siguiente
manera: los testigos declaran que presenciaron un préstamo en monedas de oro; como
las monedas de oro son iguales a las monedas de plata, condeno a devolver monedas de
plata. Evidentemente, está infringido el principio lógico de identidad, según el cual una
cosa solo es igual a sí misma. Las monedas de oro solo son iguales a las monedas de oro,
y no a las monedas de plata. De la misma manera, habría error lógico en la sentencia que
quebrantara el principio del tercero excluido, de falta de razón suficiente o el de
contradicción. Pero -agrega- es evidente que la corrección lógica no basta para
convalidar la sentencia. La elaboración del juez puede ser correcta en su sentido lógico
formal y la sentencia ser errónea. Por ejemplo, un fallo razona de la siguiente manera:
todos los testigos de este pueblo son mentirosos; este testigo es de este pueblo; en
consecuencia, ha dicho la verdad. El error lógico es manifiesto, pero desde el punto de
vista jurídico la solución puede ser justa si el testigo realmente ha dicho la verdad. Pero
puede ocurrir otra suposición inversa. Dice el juez: todos los testigos de este pueblo son
mentirosos; este testigo es de este pueblo; en consecuencia es mentiroso. En este último
supuesto los principios lógicos han sido respetados ya que el desenvolvimiento del
silogismo ha sido correcto. Pero la sentencia sería injusta si hubiera fallado una de las
premisas: si todos los hombres del pueblo no fueran mentirosos, o si el testigo no fuera
hombre de ese pueblo.
observación se han inducido y que, por encima de esos casos, pretenden tener validez
para otros nuevos" .
LA PRUEBA ANTICIPADA
En materia de juicio ordinario, cada parte tiene un lapso para promover sus
pruebas, y éstas sólo pueden ser incorporadas al expediente, al finalizar el lapso de
promoción. Ahora bien, algunas materias disponen obligatoriamente la presentación de
pruebas junto con la demanda, y tal es el caso de las demandas agrarias, de tránsito, y
las que se tramitan por ante la jurisdicción de protección de niños, niñas y adolescentes.
Paritariamente se dispone que el demandado debe acompañar sus pruebas junto con la
contestación de la demanda, en esos mismos casos. En tales circunstancias, la prueba
testimonial debe promoverse en esos momentos procesales; los instrumentos pueden
producirse en el período probatorio, siempre que hubiesen sido mencionadas las
oficinas donde se encuentren asentados.
Tal es la tendencia en el Derecho Procesal moderno; de tal suerte que, con toda
seguridad, el Código de Procedimiento Civil será reformado en ese mismo sentido.
NO APERTURA DEL LAPSO PROBATORIO
Por disposición del artículo 389 del Código de Procedimiento Civil, no habrá
lugar al lapso probatorio, en los siguientes casos:
1º) Cuando el punto sobre el cual versare la demanda aparezca, así por ésta como
por la contestación, ser de mero derecho.
2º) Cuando el demandado haya aceptado expresamente los hechos narrados en el
libelo y haya contradicho solamente el derecho.
3º) Cuando las partes, de común acuerdo, convengan en ello, o bien cada una por
separado pida que el asunto se decida como de mero derecho, o sólo con los elementos
de prueba que obren ya en autos, o con los instrumentos que presentaren hasta informes.
4º) Cuando la ley establezca que sólo es admisible la prueba instrumental, la cual
en tal caso, deberá presentarse hasta el acto de informes.
Dispone el artículo 390 del mismo Código, que el auto del juez por el cual se
declare que la causa no se abrirá a pruebas, fundado en los casos 1º, 2º y 4º del artículo
anterior, será apelable, y el recurso se oirá libremente, esto es, en ambos efectos.
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El maestro Carnelutti nos enseña que fuentes de la prueba en sentido estricto son
los hechos que sirven para la deducción del hecho a probar y que están constituidas por
la representación de este, en tanto que medios de prueba constituyen la actividad del juez
mediante la cual busca la verdad del hecho a probar.
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MEDIOS DE PRUEBA
A.- COMENTARIOS DEL DR. ARMINIO BORJAS
> Comentarios al Código de Procedimiento Civil – Tomo III
“1.- Los medios de prueba y su admisibilidad en juicio son materia del derecho
sustantivo:
Los principios relativos a los medios de prueba que pueden ser empleados en el
juicio civil y a su admisibilidad corresponden al derecho sustantivo; y el legislador
patrio, siguiendo las huellas del francés y del italiano, ha tratado de ellas en el Código
Civil, no obstante que en otras legislaciones, más modernas que las de Francia e Italia,
como la alemana, la austríaca y la federal suiza, se ha considerado la materia como
pertinente a las leyes adjetivas y se la ha expuesto en los Códigos respectivos de
Procedimiento Civil.
Ha sido criticado el primero de dichos sistemas, alegándose que son adjetivas las
reglas referentes a los medios que puedan emplearse para llevar a la práctica los
derechos de los particulares, y para hacer valer en juicio los principios fundamentales
que los rigen, esto es, que la reglamentación relativa a las pruebas y a su admisibilidad
no debe ser expuesta en los Códigos Civil y de Comercio. Tal objeción carece, sin
embargo, de fundamento jurídico, porque las pruebas, consideradas en sí mismas y
desde el punto de vista de su aplicación y alcance, para demostrar en juicio los derechos
de los litigantes, son parte integrante de esos mismos derechos, desde luego que
constituyen su garantía; y como, según las palabras de nuestro Dominici: “revisten el
carácter de derechos adquiridos, de que no puede despojárseles por ulteriores
derogatorias o modificaciones”, no deben ser establecidas y reglamentadas por medio de
leyes adjetivas, porque así tendrían, como toda ley de procedimiento, efecto retroactivo,
con menoscabo, o con peligro, por lo menos, del sagrado derecho de propiedad. Al
Código de Procedimiento Civil sólo incumbe, por consiguiente, dictar las normas
conforme a las cuales deben ser instruidas las pruebas en el juicio, especificando la
oportunidad y la forma de su promoción, los requisitos de su validez, la manera y el
tiempo de evacuarlas, las reglas referentes a su apreciación, y todo cuanto no concierna,
en una palabra, a la esencia misma de la prueba y a las condiciones necesarias para
hacerla admisible en juicio.
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LA PRUEBA IMPERTINENTE
Fuente Bibliográfica: “Contradicción y Control de la Prueba Libre”
Autor > Jesús Eduardo Cabrera Romero
Citas textuales > Tomo I- Editorial Jurídica ALVA – 1ª Edición - 1989
contraria al respecto. A pesar de que el art. 505 CPC contempla sólo tres
medios de prueba, sin embargo, el principio general es que quien
promueve una prueba debe señalar cuál hecho se pretende con ella
trasladar a los autos. Sin la afirmación de tal hecho, es imposible conocer
la pertinencia o impertinencia del medio anunciado. Este principio sufre
excepciones cuando se proponen unas posiciones juradas o una
testimonial. En estos casos, el legislador ha considerado que la
pertinencia puede ser calificada después de enterada la prueba en
autos…”
Pag. 72:
“…La necesidad de la determinación de pertinencia por el juez, obliga a
que cada medio que se proponga exprese el hecho que se pretende
trasladar a los autos, salvo las excepciones señaladas en la ley o
provenientes de la naturaleza del medio. Si no existe coincidencia entre
los hechos litigiosos y los que se pretenden probar con los medios
promovidos, hay impertinencia y la oposición es procedente. Sin
embargo, la impertinencia que funda la oposición debe ser manifiesta, o
sea que debe tratarse de una grosera falta de coincidencia. Lo que
acontecería-por ejemplo- si en un juicio por cobro de una deuda, las
pruebas promovidas giran alrededor de hechos que configuran una causal
de divorcio”
“La exigencia de que la impertinencia sea manifiesta, sin duda tiene por
finalidad permitir la prueba de los hechos indiciarios, los cuales a veces,
no asumen conexión directa con los hechos litigiosos, lo que podría dar
lugar a rechazar el medio que pretende incorporarlos a los autos, pero
que indirectamente y una vez incorporados al proceso, sí pueden mostrar
la conexión. Por ello, las pruebas manifiestamente impertinentes se
desechan, mientras que las otras se admiten provisoriamente, ya que el
juez al valorar las pruebas en la sentencia definitiva, podrá rechazarlas, si
en ese momento le resultan impertinentes”
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“Es sabido que los hechos negativos indefinidos son de imposible prueba.
Nadie puede demostrar que nunca ha estado en un lugar o que nunca ha
vestido de negro, por ejemplo. Ante la proposición de medios con este
objeto, ¿debe el Juez rechazarlos? El magistrado debe tener conciencia de
que está en presencia de una prueba inútil, que ningún servicio puede
prestar al proceso; sin embargo, la prueba inútil no está prevista entre las
causales de ilegalidad o de impertinencia, ya la imposibilidad teórica de
demostración no se subsume en ninguno de los dos motivos de
improcedencia, razón por la cual el juez deberá admitir dichos medios a
pesar que de antemano sabe que nada aportarán al proceso…”
e) La prueba cuyo objeto es ininteligible o impreciso, se convierte en
impertinente, ya que no se sabe qué se quiere probar. Prácticamente es
una prueba sin objeto.
La pertinencia atiende a una situación de hecho que varía en cada caso y
por ello el que sea manifiesta o no, queda a la discreción judicial. Pero
qué sucede con la prueba cuyo objeto tiene una relación mediata con los
hechos litigiosos, y cuya finalidad es prejuiciar al Juez, obrar sobre sus
aspectos psíquicos. ¿Es ella impertinente? El objeto de muchos medios
puede ser un hecho indirectamente ligado a los hechos litigiosos, pero que
se mueve en una zona gris, a veces con una relación remota con los
hechos controvertidos, por lo que tal conexidad no la hace en principio
manifiestamente impertinente. Tal sería el caso de la prueba de los
accidentes que ha causado anteriormente el demandado o que ha sufrido
antes del juicio la víctima, los cuales carecen de relación inmediata con lo
discutido en el juicio específico a donde se traen, pero que pretende crear
en el ánimo del juez una sensación de negligencia normal en el modo de
actuar de la parte. Otro ejemplo, sería el probar la solvencia económica
del demandado y la pobreza del actor en un proceso de daños y
perjuicios, que incluye el cobro de daños morales, a fin de influir en la
psiquis del Juez para una condena jugosa a favor del actor. En ambos
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ejemplos, pensamos que podría haber un remota conexión con los hechos
discutidos, ya que alguna inferencia podría ser obtenida de ellos…”
La prueba prejuiciosa parece moverse en una tierra de nadie, ya que a
pesar de lo lejano de su conexión con los hechos litigiosos, puede no
resultar manifiestamente impertinente, ya que una relación, aunque
remota, tiene con el litigio. Es una cuestión casuística, pero nos
inclinamos porque la prueba cuya finalidad objetiva luzca prejuiciosa, a
pesar de su indirecta conexión con los hechos, puede ser objetada, y debe
ser desechada…”
EL HECHO NOTORIO
Por disposición de la ley, el hecho notorio no es objeto de prueba. Esto conduce
necesariamente a distinguir qué se considera “Hecho Notorio”, Así, Piero Calamandrei
lo define “como aquel hecho que es del conocimiento del conglomerado social de
capacidad intelectual media”. Eduardo Couture los define como aquellos que entran
naturalmente en el conocimiento, en la cultura o en la información normal de los
individuos, en relación a un lugar o en un momento determinado. Por su parte Guasp,
al referirse a los hechos notorios expresa, “que los mismos son verdades científicas,
históricas, geográficas, generalmente reconocidas, que pertenece a la cultura o
experiencia común de los hombres”. No es necesario que sea conocido por la
generalidad, es decir por toda la comunidad, sino que basta que el hecho sea conocido
por un número considerable de personas (colectividad o determinado conglomerado
social). La característica fundamental de hecho notorio, es que ese conocimiento general
que del mismo se tenga, perdure en la memoria del conglomerado social, es decir se
mantenga en el tiempo, ya que de no existir éste factor, su olvido es probable y por lo
tanto deja de ser del conocimiento general.
EL HECHO NOTORIO COMUNICACIONAL
Es un concepto de la Sala Constitucional, que lo estableció como aquel hecho
que adquiere difusión pública, como veraz, y que por la magnitud de su difusión se
incorpora a la cultura colectiva en un determinado espacio de tiempo (Sentencia del 15
de marzo del 2000).
En ese fallo, la Sala Constitucional señaló, entre otros aspectos, los siguientes:
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LA PRUEBA Y SU OBJETO
Se ha definido que el objeto de la prueba son los hechos controvertidos, es decir,
los hechos negados o contradichos, no los hechos admitidos, ni los notorios, ni aquellos
presumidos por la ley. Los hechos admitidos son aquellos que la contraparte ha
reconocido como ciertos, bien sea en forma expresa, bien sea en forma tácita; en el
segundo caso cuando guarda silencio, como cuando el demandado no da contestación a
la demanda, y entonces opera la denominada “Confesión Ficta”, o también guarda
silencio cuando le es opuesto como emanado de su persona un documento privado.
Ahora bien, los hechos deben ser probados con medios idóneos, y así tenemos
que la propiedad inmobiliaria sólo puede ser probada por documentos públicos, la
cabida de un inmueble debe ser sometida a experticia; y así dependiendo de cada hecho
a probar.
El Código de Procedimiento Civil no exige perentoriamente que se indique el
objeto de la prueba, para que la misma sea admisible. Sin embargo, la Sala Civil del
Tribunal Supremo de Justicia ha venido perfilando la idea, cada vez más acentuada, de
requerir de la parte promovente la indicación de cuál es el objeto de la prueba
promovida, es decir, qué se pretende probar, para que la Sala pueda pronunciarse sobre
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EPÍLOGO
A mis alumnos: