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Advertencia preliminar1
Este no es un sesudo trabajo de investigación. Su contenido se refiere a
determinados temas del Derecho Probatorio, que he recopilado y analizado de
diferentes autores, siendo míos los comentarios en el punto de los principios
probatorios, para uso de mis alumnos del 5º año de Derecho, a quienes se lo
dedico muy especialmente; debiendo advertir no obstante, que no soy
catedrático en la materia, y mi propósito no es otro que contribuir a su
formación académica, con este sucinto trabajo, derivado de mis estudios y de
mi experiencia de 45 años en el ejercicio de la profesión, en la cual me he
desempeñado como Juez, Fiscal del Ministerio Público, y abogado litigante. Es
la semilla, y del estudiante aprovechado depende que germine y produzca
frutos satisfactorios.
Es importante destacar, que las pruebas son los pilares de las
pretensiones deducidas en los juicios; de tal modo, que un alegato sin
sustentación probatoria, se encuentra en la más absoluta orfandad jurídica. En
Roma había un aforismo: actore non probante reus absolvitur.
Un axioma muy antiguo afirma: “En Derecho no basta tener la razón,
pues hay que probarla; y no sólo debe probarse, sino que debe saber
probarse”. De allí que el Abogado tiene que hacerse dos preguntas que debe
necesariamente contestar:
¿Qué quiero probar? ¿Cómo lo probaré?
Finalmente deseo advertir, como lo he dicho ya tantas veces, que no
pretendo ganar el Cielo con esto, ni espero recompensa alguna, sino que es
mi manera de hacer las cosas, y de poner a producir el talento que el Señor
me dio a guardar, signado por el antiguo principio místico, de que el
conocimiento y la fortuna serán como agua estancada si no se utilizan. En
este sentido, si uno solo de mis alumnos saca provecho de este fruto de mi
esfuerzo, me sentiré sumamente complacido.
EFRAIN CASTRO BEJA

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Dr. Efraín Castro Beja
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
 ACTOS DEL JUEZ Y PRUEBA CIVIL – Estudios de Derecho
Procesal Civil - Editorial Jurídica Bolivariana – Bogotá 2001
 LA CARGA DE LA PRUEBA – Leo Rosenberg –Ediciones Jurídicas
Europa-América – Buenos Aires 1956
 LA CARGA DE LA PRUEBA – Gian Antonio Micheli- Ediciones
Jurídicas Europa-América – Buenos Aires 1961
 LA PRUEBA – Santiago Sentís Melendo – Ediciones Jurídicas
Europa – América – Buenos Aires 1978
 LA PRUEBA – Anibal José Rueda – Magali Perretti de Parada –
Vadell Hermanos Editores – Valencia 1998
 Comentarios al Código de Procedimiento Civil – Arminio Borjas
 Compendio de Derecho Procesal - Hernando Devis Echandia
Editorial ABC – Bogotá 1965
 Curso de Derecho Procesal Civil – Giuseppe Chiovenda –
Editorial HARLA – Mexico 1997
 LA PRUEBA CIVIL – Francesco Carnelutti – Ediciones Desalma –
Buenos Aires 1982
 FUNDAMENTOS DEL DERECHO PROCESAL CIVIL – Eduardo J.
Couture –Ediciones Desalma – Buenos Aires - 1981
 REVISTA DE DERECHO PROBATORIO – Editorial Jurídica ALVA
 CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL
 LEY ORGÁNICA PROCESAL DEL TRABAJO
 LEY ORGÁNICA PARA LA PROTECCIÓN DE NIÑOS. NIÑAS Y
ADOLESCENTES.
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LA PRUEBA
La prueba ha sido definida de diferentes maneras, pero todas las definiciones han
confluido en que probar es demostrar la veracidad de un hecho.
Veamos algunas de esas definiciones:
Arístides Rengel Romberg: “Es la actividad de las partes dirigidas a crear en el
Juez la convicción de la verdad o falsedad de los hechos alegados en la demanda o en la
contestación”
Eduardo Couture: “La prueba es, en consecuencia, un medio de verificación de
las proposiciones que los litigantes formulan en el juicio”
Hernan Devis Echandia: “Probar es aportar al proceso, por los medios y
procedimientos aceptados por la ley, los motivos o las razones para llevarle al Juez el
convencimiento o la certeza sobre los hechos”
Guiseppe Chiovenda: “Probar significa convencer al juez de la existencia o no
existencia de hechos de importancia en el proceso…”
Jaime Guasp: “Prueba es el acto o serie de actos procesales por los que se trata
de convencer al juez de la existencia o inexistencia de los datos lógicos que han de
tenerse en cuenta en el fallo. La prueba debe configurarse como un simple mecanismo
de fijación formal de los hechos procesales”.

DIFERENCIA ENTRE PRUEBA Y MEDIO DE PRUEBA

Devis Echandía hace la distinción entre ambos conceptos. En este orden de ideas,
considera las PRUEBAS como las razones o motivos que sirven para llevarle al juez la
certeza sobre los hechos; y por MEDIOS DE PRUEBA entiende los elementos o
instrumentos utilizados por las partes y el juez, que suministran esas razones o esos
motivos.
Los medios de prueba, para poder ser aceptados en el proceso, deben ser lícitos,
pues por mandato constitucional es inadmisible la prueba obtenida por medios ilícitos.
Por disposición del artículo 395 del Código de Procedimiento Civil, son medios de
prueba admisibles en juicio aquellos que determina el Código Civil, el “presente
Código”, y otras leyes de la República; pueden también las partes valerse de cualquier
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otro medio de prueba no prohibido expresamente por la ley, y que consideren


conducente a la demostración de sus pretensiones.
FUENTES LEGALES
En el sentido antes expuesto, esos otros medios de prueba se promoverán y
evacuarán aplicando por analogía las disposiciones relativas a los medios de prueba
semejantes contemplados en el Código Civil, y en su defecto en la forma que señale el
Juez. Entre esos medios puede citarse el VIDEO, el CORREO ELECTRÓNIUCO, el
mensaje en TWETTER; pero debe hacerse una experticia de los mismos para comprobar
su autenticidad, es decir, que no hayan sido manipulados o editados.
MOMENTOS DE LA PRUEBA

La prueba judicial se produce a partir de una serie de actuaciones ejecutadas en


el proceso (prueba como actividad); se apoya en los elementos que se aportan a la causa
(prueba como medio); y se dirige a la obtención de una conclusión sobre los hechos por
parte del juzgador (prueba como resultado)

LA OBLIGACION DE PROBAR (CARGA DE LA PRUEBA)

El artículo 1.354 del Código Civil dispone:


 Quien pida la ejecución de una obligación debe probarla, y
quien pretenda que ha sido libertado de ella debe por su
parte probar el pago o el hecho que ha producido la
extinción de su obligación.
De su parte, el artículo 506 del Código de Procedimiento Civil dispone a su vez:
 Las partes tienen la carga de probar sus respectivas
afirmaciones de hecho. Quien pida la ejecución de una
obligación debe probarla, y quien pretenda que ha sido
libertado de ella debe por su parte probar el pago o el
hecho extintivo de la obligación.
 Los hechos notorios no son objeto de prueba
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Ambas disposiciones responden a un amplio sentido lógico. De allí que el


acreedor demandante debe probar la existencia de la obligación, en el supuesto de que
el deudor demandado la niegue, mediante el desconocimiento o tacha del documento
que la refleja; porque si el cumplimiento o la prescripción son supuestos alegados por el
demandado, éste tendrá que probar el pago, o la liberación por el tiempo. Sea prudente
advertir, que en ciertos casos muy específicos, no es suficiente la negativa pura y simple
del hecho alegado por el actor; en este sentido, si se exige el cumplimiento de una
obligación dineraria, y el demandado afirma: “No le adeudo al demandante ninguna
cantidad de dinero”, el actor cumple con presentar el instrumento donde consta la
obligación, y el demandado tendrá que probar que ya pagó, o que ha sido liberado por la
prescripción, o por cualquier otro medio de extinción de las obligaciones.
Ese es el sentido de la institución denominada “Carga de la Prueba”. Se habla
de “Inversión de la Carga de la Prueba”, cuando la parte ha alegado un hecho nuevo con
el cual pretende desvirtuar las pretensiones de la contraria; en ese caso, debe aportar la
prueba de ese hecho. De allí que, cuando hablamos de la “obligación de probar” nos
referimos, a que quien tiene la carga de probar, y no lo hace, resultará perdidoso en el
juicio.
En cuanto a la institución o dogma de la carga de la prueba, el ilustre
procesalista uruguayo Eduardo J. Couture, en su obra Fundamentos del Derecho
Procesal Civil, expresó: “Carga de la prueba quiere decir, en primer término, en su
sentido estrictamente procesal, conducta impuesta a uno o ambos litigantes, para que
acrediten la verdad de los hechos enunciados por ellos….” Para este autor, la carga de
la prueba no supone ningún derecho del adversario, sino un imperativo del propio interés
de cada litigante, y asienta que es una circunstancia de riesgo que consiste en que quien
no prueba los hechos que ha de probar, pierde el pleito.
A la par existe una noción que obedece al concepto de las denominadas “cargas

probatorias dinámicas”, y es el desplazamiento de la carga de la prueba,


que consiste en imponer el peso de la prueba en aquella parte, que por su situación se
halle en mejores condiciones de acercar prueba a la causa, sin importar si es actora o
demandada. Esta figura se aplica en situaciones complejas, atendiendo a la naturaleza de
los hechos alegados o rechazados por las partes, como en el caso de la simulación; y
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esencialmente atendiendo a la protección de una de las partes, como es la materia


laboral, en la cual el patrono tiene el mayor peso de la carga de probar, conforme a las
disposiciones del artículo 72 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
Se ha distinguido entre carga subjetiva y carga objetiva. La primera hace
referencia a la pregunta ¿Quién debe probar? La segunda se refiere al objeto de la
prueba, es decir, qué debe probarse, lo cual constituye el contenido de la prueba, Se
habla de inversión de la carga de la prueba, cuando el demandado alega un hecho
impeditivo que modifica la pretensión del demandante. Así vemos, que si el demandado
alega haber cumplido la obligación que se demanda, debe probar el hecho de ese
cumplimiento.
TRASLADO DE PRUEBAS

Para el traslado de la prueba se requiere


reunir los siguientes requisitos:

Que en el primer proceso se hayan
practicado validamente.
• Que el traslado al segundo proceso sea
pedido y solicitado en tiempo oportuno.
• Sea expedida en copia autentica.
• Que en el proceso originario hayan sido
practicadas a petición de parte contra
quien se aduce o con audiencia de ella.

ACTIVIDAD PROBATORIA DEL JUEZ


En principio, la actividad probatoria le corresponde a las partes. Sin embargo, la
ley concede una facultad discrecional al juez para incorporar elementos probatorios
tendientes a aclarar algún hecho importante del proceso que aparezca dudoso u oscuro.
Esa facultad se encuentra establecida en los artículos 401 y 514 del Código de
Procedimiento Civil, y se ejerce mediante los denominados autos para mejor
proveer. Sin embargo, es importante destacar que el juez no puede asumir la carga
probatoria de las partes, y debe sólo limitarse a la fijación de los hechos que considere
importantes, y de los cuales exista referencia en las actas, para decidir conforme a
derecho.
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En ciertas materias (Laboral – Protección de niños y adolescentes), la ley le


impone al juez procurar la confesión de las partes, en cuyos casos el Juez de Juicio fija
la oportunidad para “la declaración de parte” que consiste en un interrogatorio sobre
los asuntos debatidos, con la sola limitación de que no debe interrogarse a las partes
sobre hechos que pudiere conducirles a la confesión de un acto delictivo. La contumacia
de la parte puede conducir a que se le considere confesa en los puntos controvertidos por
la parte contraria.
Es necesario recalcar, que si el juez pretende incorporar una prueba que no fue
llevada al proceso por indolencia o ignorancia jurídica de alguna de las partes, incurre en
“exceso jurisdiccional” contrario al principio de la igualdad procesal.

DISPENSA DE PRUEBAS
En principio, todos los hechos alegados por las partes deben ser probados. Sin
embargo, hay ciertos hechos dispensados de prueba, como son los hechos notorios y los
no controvertidos. Estos últimos son aquellos admitidos por ambas partes; pongamos por
caso que en un juicio de cumplimiento de contrato el demandado acompaña un
documento público o privado, y el demandado lo reconoce como el instrumento donde
consta el pacto contractual.
La Sala Constitucional ha destacado la figura del “Hecho notorio
comunicacional”
CLASES DE PRUEBAS
El procesalista DEVIS ECHANDIA hace la siguiente clasificación de las
pruebas:
a) Según su objeto > Directas e indirectas, principales y accesorias.
b) Según su forma > Escritas y orales
c) Según su estructura y naturaleza > Personales y reales o materiales.
d) Según su función > Históricas y críticas o lógicas.
e) Según su finalidad > De cargo y de descargo.
f) Según su resultado > Perfectas e imperfectas.
g) Según el grado > Primarias y secundarias
h) Según los sujetos proponentes > De oficio, de partes, y de terceros.
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i) Según la oportunidad > Procesales y extraprocesales; preconstituidas y


casuales.
j) Según su contradicción > Primarias o controvertidas
k) Según su utilidad > Conducentes e inconducentes; pertinentes o
impertinentes o irrelevantes; útiles e inútiles; posibles e imposibles.
l) Según sus relaciones con otras pruebas > Simples y compuestas; concurrentes
y contrapuestas.
m) Según su licitud > Lícitas o Ilícitas

PRINCIPIOS PROBATORIOS

1.- Principio de igualdad probatoria: Es el pilar fundamental del debido


proceso; cada parte debe tener derecho a probar sus alegatos, garantizado por la norma
contenida en el Artículo 15 del Código de Procedimiento Civil.
Comentario: El juez debe permitirle a las partes que aporten los elementos en
los cuales soporten los alegatos de hecho expresados en la demanda y en la contestación
de ésta. Cuando el juez limita o coarta este derecho, se produce un estado de
indefensión, que puede dar lugar a un motivo de casación, por “defecto de actividad”. Si
el caso no puede ser elevado al Tribunal Supremo de Justicia por razón de la cuantía,
siempre quedará expedita la vía del amparo constitucional, siempre y cuando la parte
perjudicada hubiese hecho el reclamo pertinente, si el vicio ha sucedido en la primera
instancia. Sin embargo, es prudente acotar, que un medio de prueba puede ser declarado
inadmisible, si es ilegal o manifiestamente impertinente, o si se trata de pruebas
obtenidas de manera ilícita.
2.- Principio de congruencia: El proceso civil es dispositivo. El Juez no puede
suplir los alegatos de la parte, y su sentencia no puede sobrepasar lo alegado y probado
en autos, conforme a lo dispuesto en el Artículo 12 del Código de Procedimiento Civil.
Inclusive, si hace uso de su poder discrecional con el auto para mejor proveer, pues con
éste sólo se trata de aclarar puntos dudosos u oscuros, siempre que haya referencia sobre
ellos en las actas.
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Comentario: El juez no puede extralimitarse en su actividad probatoria. Si


establece un hecho sin que en los autos haya el debido soporte probatorio, incurre en
suposición falsa que puede hacer procedente un recurso de casación por infracción de
ley. De otro lado, este principio exige que debe haber una relación entre los hechos
alegados y el medio con el cual se pretende probarlo. Según el Magistrado CABRERA
ROMERO, el Código de Procedimiento Civil exige que se señale el hecho que se desea
probar con cada medio de prueba que se promueve, pues sólo así puede la otra parte
contradecir la prueba promovida. Realmente, tal es una interpretación del doctrinario en
cuestión, en cuanto la ley no lo establece expresamente, como en el proceso penal,
cuyos postulados probatorios se guían por el principio de “pertinencia”, en virtud del
cual el promovente debe indicar qué pretende probar, y que el medio promovido es
idóneo para ello. Sin embargo, en virtud de que la tendencia moderna del Derecho
Procesal se orienta en tal sentido, resulta conveniente que los abogados litigantes se
vayan adecuando a tal sistema, y cuando en el proceso civil promuevan una prueba, sería
conveniente indicar su pertinencia, en el sentido aplicado en el proceso penal, lo cual
nos parece bastante sano.
3.- Principio de la carga de la prueba: Por mandato del Artículo 506 del
Código de Procedimiento Civil, las partes tienen la carga de probar sus respectivas
afirmaciones de hecho; pero enmarcadas en el “thema decidendum”, es decir, el objeto
del litigio.
Comentario: El solo alegato no constituye prueba, y debe estar soportado con
los elementos que produzcan la convicción al juez de que el alegante tiene la razón.
Cuando una parte alega un hecho que a su juicio desvirtúa el alegado por la contraparte,
se invierte la carga de la prueba, y debe probar ese hecho; esto no impide que la otra
parte produzca sus propios elementos de prueba.
4.- Principio de lealtad y probidad probatoria: Por disposición contenida en el
ordinal 3º del artículo 170 del Código de Procedimiento Civil, las partes deben
abstenerse de promover pruebas inútiles o innecesarias. Se entiende como
entorpecimiento del proceso, promover pruebas inconducentes.
Comentario: La falta de probidad debe ser manifiesta, para que pueda tenerse
como tal. Por disposición del artículo 17 del Código de Procedimiento Civil, el juez
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puede, de oficio o a petición de parte, sancionar la falta de probidad probatoria, aunque


por regla general sólo actúan en tal sentido si se les pide, de una manera fundada, y en la
mayoría de los casos, se abstienen de pronunciarse.
5.- Principio de la preclusividad: Los lapsos procesales son fatales; es decir, que
una vez finalizados no pueden reabrirse, con sujeción a lo expuesto en el artículo 202 del
Código de Procedimiento Civil. Sin embargo, excepcionalmente pudiere reabrirse o
prorrogarse el lapso probatorio, en los casos expresamente determinados por la ley, o
cuando la parte interesada demuestre que su inactividad se debió a una causa extraña
que no le es imputable, según lo dispone la misma norma adjetiva antes mencionada.
Comentario: La preclusión deriva del hecho, de que el proceso está constituido
por una serie de actos sucesivos, que una vez realizados o pasada la oportunidad para su
realización, no pueden repetirse porque ello ocasionaría una desviación del curso normal
del proceso. Este principio preclusivo, según el Dr. Jesús Eduardo Cabrera Romero,
persigue mantener la igualdad de las partes y el ejercicio ordenado del derecho de
defensa que a ellas corresponde, sin preferencias ni desigualdades y sin
extralimitaciones de ningún género.
6.- Principio de libertad probatoria: El artículo 395 del Código de
Procedimiento Civil dispone que son medios de prueba admisibles en juicio aquellos que
determina el Código Civil, el Código de Procedimiento Civil y otras Leyes de la
República. Sin embargo, la misma norma establece, que las partes pueden valerse de
cualquier otro medio de prueba no prohibido expresamente por la ley, y que consideren
pertinente a la demostración de sus pretensiones.
Comentario: Este principio es de la esencia del debido proceso, y está
íntimamente ligado al principio de la igualdad procesal. Sin embargo, para su correcta
apreciación no debe tratarse de pruebas impertinentes, es decir, sobre supuestos de hecho
que no están enmarcados en los límites de la controversia.
7.- Principio de inmediación: Siendo el juez el destinatario de las pruebas, debe
presenciar su incorporación al proceso. Este principio es atenuado por la facultad del
juez de comisionar a otro para la evacuación de pruebas; pero la ley es rigurosa cuando
le impone la prohibición de comisionar para practicar inspección judicial y para la
absolución de posiciones juradas.
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Comentario: El desideratum del legislador es, que el juez presencie el


desarrollo de la actividad probatoria, pues así podrá formarse un mejor criterio sobre el
asunto planteado a su conocimiento. El juez puede comisionar para la prueba
testimonial; pero le está impedido de hacerlo, cuando se han promovido Posiciones
Juradas o Inspección Judicial, ya que esas pruebas deben evacuarse en su presencia.
8.- Principio de exhaustividad: Por disposición del artículo 509 del Código de
Procedimiento Civil, el juez está obligado al análisis y valoración de todas las probanzas
existentes en los autos, aún aquellas que no fueren idóneas para ofrecerle ningún
elemento de convicción, debiendo en todo caso expresar su criterio respecto a ellas.
Comentario: Cuando el Juez Superior omite el análisis de alguna prueba, la
sentencia puede ser atacada en Casación por defecto de actividad, con referencia al vicio
de silencio de prueba, y simultáneamente por infracción de la norma jurídica antes
citada.
9.- Principio del control de la prueba: Es un pilar estructural del Derecho
Probatorio, en cuanto que garantiza al no promovente, es decir, a la contraparte,
presenciar la evacuación de la prueba, atacarla en el momento en el cual se produce, y
hacer las observaciones que considerare pertinentes.
Comentario: La parte no puede estar de espaldas al proceso, por cuanto está
facultada para intervenir activamente, y atacar la prueba de su contraria. En materia
testimonial, la parte no promovente del testigo tiene pleno derecho a repreguntarlo, para
esclarecer, rectificar o invalidar el dicho del testigo, conforme a lo dispuesto en la
segunda parte del artículo 485 del Código de Procedimiento Civil. El control de la
prueba está íntimamente ligado con el derecho constitucional a la defensa, hasta tal
punto, que los actos probatorios deben ser fijados para un día y hora determinados; si
el tribunal realiza el acto en una oportunidad distinta a la fijada, es nulo de nulidad
absoluta, a menos que ambas partes estén presentes y con su presencia convaliden el
acto.
10.- Principio de contradicción de las pruebas: Paralelo al derecho de control, la
parte puede atacar de ilegalidad, inconstitucionalidad, impertinencia o extemporaneidad,
las pruebas de la contraparte; pero debe hacerlo con motivos fundados.
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Comentario: Este derecho se encuentra consagrado en el artículo 397 del


Código de Procedimiento Civil. La parte interesada tiene un lapso fatal y preclusivo de
tres días de despacho, para oponerse a la admisión de las pruebas que aparezcan
manifiestamente infundadas o impertinentes. Según Devis Echandía, citado por Rodrigo
Morales, “… este principio rechaza la prueba secreta practicada a espaldas de las partes
o de una de ellas y el conocimiento privado del juez sobre los hechos”. Esto no obsta
para la presentación de pruebas preconstituidas antes del proceso, las cuales deberán ser
ratificadas para su validez, porque en su formación no se dio cabida al principio de la
contradicción, según Humberto Bello Lozano en “La Prueba y su Técnica”.
11.- Principio de publicidad de las pruebas: Las partes deben tener acceso a las
pruebas del contrario, para poder ejercer el derecho de control y contradicción.
Comentario: El proceso es un acto público, y cualquier persona puede tener
acceso a las actas; con más razón tienen ese derecho las partes, pues con esa actividad
pueden conocer cuáles son los medios probatorios propuestos por la contraparte, y
preparar su estrategia al respecto; amén que con ese conocimiento pueden oponer a la
admisión de determinadas pruebas cuando consideren que son ilegales, extemporáneas o
impertinentes..
12.- Principio de disposición de las pruebas: Las partes tienen plena libertad
para utilizar los medios probatorios que consideren pertinentes, para demostrar sus
afirmaciones de hecho. Sin embargo, una vez incorporadas las fuentes de prueba, no
pueden desistir de ellas, porque ya pertenecen al proceso, y existe para la parte no
promovente el derecho a valerse de las mismas en su propio provecho.
Comentario: Este principio deriva de considerarse que, una vez aportadas las
pruebas, ya no le pertenecen a la parte que las promovió, y no pueden renunciar a ellas
una vez incorporadas, aunque les haya resultado desfavorable. De allí que, la habilidad
del abogado es producir pruebas que abonen los intereses de la parte que representa; si
existe duda sobre alguna prueba, es preferible olvidarse de ella, pues puede surtir un
efecto contrario.
13.- Principio de comunidad de la prueba: Una vez incorporadas las fuentes de
prueba, ya pertenecen al proceso, y el juez puede valorarlas, inclusive en perjuicio del
promovente y a favor de la otra parte.
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Comentario: Es necesario destacar, que en muchos casos toca a la parte


interesada llamar la atención del juez sobre el mérito a su favor, como cuando la
contraparte afirma un hecho que puede catalogarse como una confesión, o aporta una
prueba que favorece a la otra parte.
14.- Principio de la facultad probatoria del Juez: El juez civil, de oficio, puede
incorporar elementos de prueba, mediante los “autos para mejor proveer”, para aclarar
puntos dudosos y aclarar su criterio.
Comentario: Esa facultad está limitada por la ley, ya que el auto respectivo debe
concernir a puntos de que haya constancia en las actas, y que sean dudosos, no pudiendo
extenderse a suplir la actividad probatoria de las partes. Si el juez se encuentra con que
una de las partes no promovió una prueba esencial para sus intereses, no puede actuar
por ella e incorporarla al proceso, pues incurriría en exceso jurisdiccional que puede dar
lugar a un motivo de casación fundado en el quebrantamiento de las formas sustanciales
de los actos que menoscaben el derecho a la defensa. Es necesario destacar, que es un
poder discrecional del juez, y en tal sentido no puede ninguna de las partes solicitarlo; si
lo hace, el juez puede negarlo, indicando simplemente que está claro en el asunto que se
ventila, e inclusive con la sola mención de que le es potestativo.
15.- Principio de tempestividad: Las pruebas sólo pueden ser promovidas en la
oportunidad o en el lapso que la ley dispone.
Comentario: Este principio está íntimamente ligado al de la preclusividad. El
juez no puede admitir una prueba promovida extemporáneamente, por cuanto rompería
el equilibrio de la igualdad procesal.
16.- Principio de Pertinencia: Las pruebas deben tener conexión con los hechos
litigiosos. En materia procesal penal, se exige que el promoverte exprese la pertinencia
de la prueba. En materia civil no se exige, pero si no se expresa, pudiera ser difícil alegar
silencio de prueba en casación.
Comentario: Una prueba es impertinente cuando no tiene conexión con los
hechos controvertidos, o cuando sea inútil por versar sobre hechos admitidos por las
partes.
17.- Principio de Preclusión: La preclusión es la caducidad del derecho a
realizar un acto procesal, por no haberse efectuado en el lapso fijado, o por haberse
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cumplido el lapso o tiempo para hacerlo. Hay preclusión de las pruebas, cuando las
mismas no son propuestas en el lapso estipulado para la promoción de las mismas;
presentadas después del lapso, se considerarán “extemporáneas” y no podrán ser
evacuadas ni apreciadas.
Comentario: La parte contraria puede impugnar las pruebas presentadas
extemporáneamente, pero aún cuando no lo haga, el juez tiene que declarar
extemporáneas, de oficio.
18.- Principio de la necesidad de la prueba: Los hechos sobre los cuales debe
fundamentarse la decisión deben estar demostrados en el proceso.
Comentario: El sistema de la sana crítica exige que las pruebas consten en las
actas, para su análisis y aprobación por el juez, por cuanto es necesario acreditar y
probar los hechos alegados por las partes. De otro lado, su finalidad es producir certeza
en el juez respecto a los puntos controvertidos.
19.- Principio de la formalidad de la prueba: La promoción de la prueba debe
ser publicada, es decir, agregada al expediente, con todos los requisitos establecidos en
la ley.
Comentario: El derecho a la defensa, de rango constitucional, exige que la parte
contraria a la promoverte debe tener acceso a la prueba para poder contradecirla.
20.- Principio de la legitimación de la prueba: Sólo las partes y el juez pueden
llevar las pruebas al proceso.
Comentario Las formas procesales exigen que la actividad probatoria esté en
primer lugar a cargo de las partes, y a cargo del juez cuando está facultado para ello; de
tal suerte que es inadmisible la prueba que pretendiere aportar un tercero que no es parte
en la causa, a menos que sea un tercero interviniente, aceptado como tal en el proceso.
LA OPORTUNIDAD PROBATORIA
Por razones de seguridad jurídica, la ley debe fijar el tiempo y la oportunidad de
la secuela probatoria, nombre dado al período completo de pruebas, que en el
procedimiento ordinario consta de cuatro etapas: Promoción – Contradicción - Admisión
– Evacuación. Sin embargo, cabe destacar, que la Ley Orgánica Procesal del Trabajo
establece como única oportunidad para promover pruebas, el inicio de la Audiencia
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Preliminar, sin perjuicio de que se puedan presentar otras pruebas en la audiencia de


juicio, a inclusive ante el Tribunal Superior, por razones excepcionales.
De igual manera, es menester señalar que en el Juicio Oral establecido en el
Código de Procedimiento Civil, el cual es aplicable en materia de Tránsito, y en el
procedimiento agrario, las pruebas deben producirse conjuntamente con el libelo, y la
contestación de la demanda debe cumplir con el mismo requisito. En esos casos, antes
que se trabe la litis, ya las partes conocen el caudal probatorio de su contrario.
En el juicio ordinario, la etapa de promoción de pruebas se abre por quince (15)
días de despacho, al día siguiente del vencimiento del plazo de la contestación de la
demanda, o de la reconvención si ésta hubiese sido propuesta. En este caso, cada parte
conoce cuáles son las pruebas de la otra, sólo después de vencido el lapso de la
promoción, oportunidad en la cual se agregan a los autos, ya que la Secretaria debe
guardarlas cuando se las presentan.
Esquema < Lapso probatorio del procedimiento ordinario – Este lapso se
denomina “SECUELA PROBATORIA”

Promoción > 15 días de despacho

Contradicción > 3 días de despacho

Providencia > 3 días de despacho

Evacuación > 30 días de despacho

Pruebas Típicas:
Son las que tienen su propia denominación y regulación en la ley:
1.- Confesión > Art. 403 C.P.C.
2.- Juramento decisorio > Art. 420 C.P.C.
3.- Instrumental > Art. 429 C.P.C.
4.- Informes > Art. 433 C.P.C.
5.- Experticia > Art. 451 C.P.C.
6.- Inspección Judicial> Art. 472 C.P.C.
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7.- Testimonial > Art. 477 C.P.C.


En forma breve y resumida, los aspectos sustanciales de estas pruebas son
las que se expresan a continuación.
LA CONFESION
Se la ha denominado “la reina de las pruebas”, en base al antiguo aforismo “A
confesión de parte, relevo de pruebas”, y el artículo 1.401 de3l Código Civil establece,
que la. Confesión de la parte “hace contra ella plena prueba” Sin embargo, la
confesión puede ser desvirtuada por el mismo confesante, si prueba que “ella ha sido
resultado de un error de hecho”, según lo prescrito en el artículo 1.404 del Código Civil.
La confesión puede ser espontánea o provocada, bien se produzca motu
proprio por el mismo confesante, o como resultado de la prueba de posiciones juradas en
un juicio, o en la “declaración de parte” en los juicios de Trabajo y de Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes..
Esta prueba es regulada tanto sustantiva como adjetivamente. En efecto, el
Código Civil la establece en el Libro Tercero, Título III, Capítulo V, Sección IV,
artículos 1.401 al 1.405. Es importante destacar, que por disposición del artículo 1.405,
“Para que la confesión produzca efecto debe hacerse por persona capaz de obligarse en
el asunto sobre que recae”. A título de ejemplo, valga citar, que el accionista de una
compañía de comercio no puede hacer confesiones sobre obligaciones de la compañía, si
no es representante legal de la misma.
De su lado, el Código de Procedimiento Civil, en sus artículos 403 al 419
establece la manera cómo puede ser llevada a los autos la prueba de confesión: Mediante
las Posiciones Juradas, limitadas a un número que no podrá exceder de Veinte (20), y
sólo podrá admitirse la prueba, si quien la promueve manifiesta su disposición de
absolverlas a la parte contraria. Estas limitaciones se establecieron para corregir un
abuso muy frecuente, el cual consistía en que el promoverte no tenía límite alguno, e
inclusive la prueba podía desarrollarse en un número exagerado de audiencias, bajo los
parámetros del Código de Procedimiento Civil de 1916, reformado por el Código de
1987.
Es importante destacar, que las preguntas (posiciones) al absolvente, deben
hacerse en forma asertiva. A título de ejemplo, si se quiere lograr la confesión de que el
17

absolvente se encontraba en un sitio específico en una fecha determinada, no puede


hacérsele la siguiente interrogante: “¿Dónde se encontraba usted el día 28 de octubre del
2005, a las 3 y 30 de la tarde?” La pregunta debería ser: “¿Diga cómo es cierto que el día
28 de octubre del 2005, a las 3 y 30 de la tarde se encontraba usted en el Centro
Comercial La Cascada, en esta ciudad de Maturín?”
Cabe apuntar, que la prueba de posiciones juradas tiene una condición sine qua
non para su admisibilidad: Que el proponente manifieste su disposición a absolverlas a
su adversario; además de ello, la parte contra quien se promueve debe ser citada
expresamente para ese acto. En materia de divorcio son inadmisibles, a menos que el
proponente indique expresamente que versarán sobre el régimen patrimonial. Son
también inadmisibles, de manera absoluta, en el procedimiento laboral, por disposición
expresa de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo
Finalmente, es forzoso referirse a la Confesión Ficta, que consiste en la
admisión tácita de los hechos alegados por el demandante, cuando el demandado no
diere contestación a la demanda, no probare nada que le favorezca, y las pretensiones del
demandante no sean contrarias a derecho; estos tres requisitos deben cumplirse en forma
concurrente. En este caso, si el demandado no promueve pruebas, el juez debe aplicar el
denominado “Procedimiento por Contumacia”, y proceder a dictar sentencia dentro de
los ocho días siguientes al vencimiento del lapso de promoción de pruebas (Art. 362 –
C.P.C.). Sin embargo, es importante destacar, que según lo ha establecido la pacífica
jurisprudencia de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, la actividad probatoria
del demandado contumaz sólo puede estar dirigida a desvirtuar las pretensiones del
actor, pero nunca para demostrar hechos nuevos; es así cómo, si del análisis de los autos
resulta que los hechos confesados por la vía de la confesión ficta evidencian la
procedencia de la petición del actor y además, que tal petición no es contraria a derecho,
entonces inevitablemente el tribunal deberá fallar declarando con lugar la demanda.

EL JURAMENTO DECISORIO
. Consiste, en que una de las partes manifiesta su disposición de darle la razón a
la otra, si ésta jura que la tiene, y propone la fórmula correspondiente. Por ejemplo:
18

“Juro por mi Honor que la venta del inmueble x hecha a mi persona por xx, no es un
negocio simulado sino real” Esta prueba es sumamente delicada en estos tiempos
actuales, cuando la palabra dada carece de valor. Bajo los auspicios del Código de
Procedimiento Civil de 1916, en los primeros años del siglo XX, era una prueba muy
seria, pues un hombre comprometía su honor con el juramento: pero en estos tiempos
observamos cómo se jura en vano. Esta es otra prueba prohibida expresamente por la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
LA PRUEBA INSTRUMENTAL
Reflejada en instrumentos públicos y privados, o tenidos legalmente por
reconocidos. En algunos casos constituyen un elemento de prueba ad solemnitatem,
como por ejemplo cuando se pretende probar la propiedad de un inmueble, prueba que
siempre será por instrumentos. El documento público es aquel otorgado ante un
funcionario autorizado por la ley, como Registradores y Notarios.
Es importante destacar, que los documentos privados emanados de terceros que
no son parte en el juicio, así como cartas o telegramas, deberán ser ratificados por el
tercero mediante la prueba testimonial, conforme a lo dispuesto en el artículo 430 del
Código de Procedimiento Civil.
En cuanto a los documentos privados que se oponen a la otra parte, se ha
discutido si un apoderado puede desconocer la firma de su poderdante, y se han formado
dos bandos irreconciliables, pues de un lado hay quienes sostienen a ultranza el
derecho a la defensa, y son del criterio que el apoderado puede desconocer la firma de
un documento privado atribuido a su mandante; y del otro lado quienes sostienen que la
ley es clara cuando se refiere a un documento privado opuesto como emanado de la
parte, y en consecuencia sólo aquel a quien se atribuye la firma puede desconocerla o no,
pudiendo ser desconocido por el apoderado, sólo si tiene facultad expresa para ello.
(Quien esto escribe está de acuerdo con la segunda posición).
Cabe destacar, que los documentos públicos pueden ser incorporados a las actas
procesales, hasta los últimos informes. Sin embargo, a mi modo de ver, esos
instrumentos deben haber sido previamente identificados, es decir, debe haber referencia
a los mismos en los autos, pues de otro modo se podría aceptar una emboscada procesal;
me fundamento en lo dispuesto en el artículo 434 del Código de Procedimiento Civil; y
19

si se trata de los casos excepcionales allí indicados, el órgano jurisdiccional debe ser
muy prudente en su apreciación, toda vez que en puridad procesal no es posible tachar
de falsedad un documento presentado con los informes.
Es necesario apuntar, que un documento privado es aquel que no es firmado
delante de un notario o registrador, pero produce plenos efectos entre las partes,
conforme a lo dispuesto en el artículo 1.370 del Código Civil. La desventaja es que si se
pierde o se destruye, no queda evidencia del negocio pactado en le texto del documento.
En materia sucesoral, el testamento ológrafo, es decir, extendido en documento privado,
no produce ningún efecto jurídico, aún cuando sea escrito de puño y letra por la persona
a quien se le atribuye, toda vez que debe ser otorgado ante un Registrador, con todas las
formalidades indicadas en el Código Civil.
LA FECHA CIERTA
Es la indicada por el notario o registrador, de otorgamiento del documento. A
título de ejemplo, digamos que si las partes fechan el documento como otorgado el 5 de
enero del 2013, y es firmado en una Notaría o Registro el 20 de marzo del 2014, esta
última es la FECHA CIERTA, a todos los efectos legales. En cuanto a la fecha de los
documentos privados, ésta comienza a contarse respecto de terceros, a partir de la fecha
de haber fallecido una de las partes, o de su incorporación a un registro público, o conste
habérsele presentado en juicio, o que se haya archivado en una Oficina de Registro u
otra competente, según lo dispuesto en el artículo 1.369 del Código Civil..
LA EXHIBICION DE DOCUMENTOS
Por disposición del artículo 436 del Código de Procedimiento Civil…”La parte
que deba servirse de un documento que según su manifestación se halle en poder de su
adversario podrá pedir su exhibición”. Ahora bien la promoción de este medio de prueba
está sujeta a los requisitos estatuidos en la misma norma: 1º) Acompañar una copia del
documento, o en su defecto, la afirmación de los datos que conozca el solicitante acerca
del contenido del mismo; 2º) Un medio de prueba que constituya por lo menos
presunción grave de que el instrumento se halla o se ha hallado en poder de su
adversario. Admitida la prueba, el Tribunal intimará al adversario la exhibición o entrega
del documento dentro de un plazo que le señalará bajo apercibimiento (Lo más común
es, según ya enraizada costumbre judicial, que el Tribunal fije una oportunidad,
20

generalmente el segundo día de despacho con señalamiento de hora). Si el instrumento


no fuere exhibido, y no apareciere prueba de no hallarse en poder del adversario, se
tendrá como exacto el texto del documento tal como aparece en la copia, y en defecto de
ésta, se tendrán como ciertos los datos afirmados por el solicitante acerca del contenido
del documento.
LA PRUEBA DE INFORMES
Se promueve cuando se trata de probar hechos que consten en documentos,
libros, archivos u otros papeles que se hallen en oficinas públicas, Bancos, Asociaciones
gremiales, sociedades civiles o mercantiles, e instituciones similares, aunque éstas no
sean parte en el juicio. Al admitir la prueba, el Tribunal libra oficio al ente respectivo,
pidiendo información sobre los hechos que ha señalado la parte solicitante. Sin
embargo, es necesario señalar que la prueba debe ser pertinente, relacionada con los
hechos que se ventilan.
Es importante destacar, que en la generalidad de los casos, esta disposición sólo
es cumplida por los entes privados, pues en su gran mayoría las entidades públicas
JAMAS contestan; esto lo hemos corroborado personalmente en nuestro ejercicio
profesional.
LA EXPERTICIA
Es la prueba idónea para demostrar hechos que requieren conocimientos
especializados, y se practica mediante expertos o peritos, que deben ser personas
conocedoras de la materia respectiva, y a quienes se les pide emitan una opinión
científica, o inclusive de carácter artístico. A título de ejemplo, si se demanda
indemnización por la construcción de una obra defectuosa, sólo peritos en la materia,
como Ingenieros, Arquitectos o Maestros de Obra, pueden emitir un dictamen al
respecto. Según la opinión autorizada del doctrinario Hernando Devis Echandía: “El
juez es un técnico en derecho, pero carece generalmente de conocimiento sobre otras
ciencias y sobre cuestiones de artes, de técnica, de mecánica, de numerosas actividades
prácticas que requieren estudios especializados o larga experiencia. En presencia de una
cuestión de éstas, el juez se ve en la necesidad de recurrir al auxilio de expertos, para
que lo ilustren adecuadamente, en su condición de peritos” (COMPENDIO DE
DERECHO PROCESAL – Tomo II – pp 341-342 - Editorial ABC –BOGOTA – 1984).
21

Supuestos de procedencia de la Experticia:


1.- Existencia de un proceso en curso o el ejercicio de la denominada “acción
por retardo perjudicial”, por cuanto la designación de expertos es un acto procesal.
2.- Un hecho que debe ser interpretado por personas que han hecho estudios
especializados, o de larga experiencia.
LA INSPECCION JUDICIAL
Se promueve para dejar constancia del estado y situación de los lugares, y de
otras circunstancias. En el Código de Procedimiento Civil derogado se denominaba
Inspección Ocular, porque el Juez dejaba constancia de lo que veía, de lo que miraba;
pero actualmente la inspección puede versar sobre objetos distintos, como por ejemplo,
dejar constancia de un sonido, e inclusive hasta de ¡un olor!, y en esos casos, ya no sería
ocular. Es importante destacar, que esta prueba debe ser evacuada directamente por el
juez ante quien curse la causa, pues le está expresamente prohibido librar comisión a
otro juez para que la practique. El sentido de esta limitación, es que el juez aprecie por sí
mismo los hechos que se quieren fijar, para cumplir más eficazmente el principio de
inmediación procesal.
LA PRUEBA TESTIMONIAL
Se promueve para acreditar hechos percibidos por las personas. Es muy
necesaria en casos como accidentes de tránsito, divorcio, interdictos, en los cuales se
requiere dejar constancia y probar hechos que no quedan reflejados en el mundo real. Es
importante destacar, que en algunos casos es inadmisible la prueba de testigos, como
para probar la existencia o extinción de obligaciones superiores a dos mil bolívares (Bs.
2.000,00) de los antiguos, pues actualmente serían Bs. F 2,00 (Artículo 1.387 Código
Civil). Sin embargo, excepcionalmente, en otros casos, puede admitirse, si ocurre alguno
de los siguientes supuestos: a) Si hay un principio de prueba por escrito; b) Cuando haya
existido para el acreedor la imposibilidad material o moral de obtener una prueba escrita
de la obligación; c) Cuando el acreedor haya perdido el título que le servía de prueba
como consecuencia de un caso fortuito o fuerza mayor; d) cuando el acto es atacado por
ilicitud de causa (Artículos 1.392 y 1.393 del Código Civil). Según COVIELLO
(Doctrina General del Derecho Civil), para configurar el principio de prueba por
escrito, se requiere como necesario un escrito, que por su imperfección o carencia de los
22

requisitos legales, no puede valer como prueba propiamente documental; ese principio
de prueba debe hacer verosímil el hecho alegado, como lo propone CHIOVENDA
(Principios de Derecho Procesal Civil), para quien el principio de prueba por escrito
resulta “de cualquier escrito que proceda de aquel contra quien se propone la demanda o
de lo que él representa y que hace verosímil el hecho alegado”
La oportunidad para promover la prueba testimonial es la del lapso de los quince
(15) días en el procedimiento ordinario; y en el libelo de la demanda, así como en el de
contestación, en el Juicio Oral aplicable en materia de Tránsito, y en el procedimiento
agrario. En materia del Trabajo, la oportunidad es la de la Audiencia Preliminar. En los
Interdictos y Juicios Breves, dentro del lapso probatorio de promoción y evacuación.
El modo de promoción es la presentación de la lista de las personas que serán
llamadas a declarar. El promovente puede pedir su citación, o bien comprometerse a
presentarlos en la oportunidad en la cual deban testificar. Admitida la prueba, se fija el
tercer día de despacho siguiente a una hora determinada; llegado el día y la hora, se
juramenta el testigo ante el juez, y el promovente deberá interrogar oralmente a su
testigo, que es una reforma de la situación anterior, pues en el Código de Procedimiento
Civil derogado se establecía la obligación para el promovente de suministrar de una vez
el listado de las preguntas que se harían al testigo.
EL CONTROL DE LA PRUEBA
Es el derecho de las partes de presenciar todos los actos de prueba, tales como
inspecciones judiciales y actos de testigos. También se manifiesta en el derecho a
oponerse a la admisión de las pruebas de la parte contraria, por ilegales o impertinentes,
dentro de los TRES días (de despacho) siguientes al vencimiento del lapso de
promoción, y una vez agregadas las pruebas al expediente (Art. 397 C.P.C.)
CONTROL DE LA PRUEBA TESTIMONIAL
Ese control puede producirse de dos maneras:
1ª) El Derecho de Repreguntar:
Por disposición del artículo 485 del Código de Procedimiento Civil, una vez
concluido el interrogatorio del testigo por su promoverte, la parte contraria o su
apoderado, “podrá repreguntar de palabra al testigo sobre los hechos a que se ha
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referido el interrogatorio u otros que tiendan a esclarecer, rectificar o invalidar el


dicho del testigo”
2ª) La Tacha del Testigo
Control regulado por los artículos 499, 500 y 501 del Código de Procedimiento
Civil. A este tenor, la parte no promovente puede tachar al testigo promovido por su
contraparte, dentro de los cinco días siguientes a la admisión de la prueba. La tacha
puede estar motivada por alguna de las causas de inhabilidad del testigo, expresadas en
los artículos 477, 478, 479 y 480 del Código de Procedimiento Civil, y en algunos casos
muy puntuales, como por ejemplo, que el testigo haya promovido demanda contra el
mismo sujeto demandado, o demandante, en la causa en la cual ha sido llamado a
declarar, o que exista enemistad manifiesta, situaciones que pueden manejarse como
“interés del testigo”. Sin embargo, es importante destacar, que si bien en materia civil el
parentesco es causal de inhabilidad, en materia de protección de niños y adolescentes se
aceptan los testigos que estén ligados en parentesco con las partes, por considerarse que
en los asuntos de familia, son precisamente los miembros de la misma quienes pueden
conocer mejor las situaciones que se producen en su seno.
Al admitirse la prueba, el testigo deberá comparecer al tercer día después citado,
si el promoverte no ha asumido previamente la carga de presentarlo, a una hora que
fijará el juez, conforme a lo dispuesto en el artículo 483 del Código de Procedimiento
Civil, y por supuesto tiene que ser en un dia de despacho. En caso de incomparecencia
del testigo, la misma norma dispone que la parte podrá solicitar la fijación de nuevo día
y hora para su declaración, siempre que el lapso no se haya agotado. En una sentencia de
la Sala Civil del TSJ, se indicó que esa solicitud debía hacerse en el mismo acto fijado,
pero los tribunales han admitido fijar nueva oportunidad, inclusive después de varios
días de despacho.

FORMALIDADES DE LA PRUEBA TESTIMONIAL


Están indicadas en los artículos 486 al 492 del Código de Procedimiento Civil.
Tales formalidades son:
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1º) Juramento del testigo de decir verdad y suministro de todos sus datos que le
identifiquen: nombres y apellidos, edad, profesión y domicilio; no lo indica el Código,
pero es obvio que debe presentar su cédula de identidad, de cuyo número se dejará
constancia.
2º) Lectura de su declaración al testigo una vez terminados los interrogatorios,
para que manifieste su conformidad y haga las observaciones que se le ocurran. La
norma ordena que se le lea al testigo, pero en la práctica se le da el documento impreso
para que lo lea y lo firme. Una vez formado, ya no podrá hacer observaciones.

INHABILIDAD PARA TESTIFICAR


El Código de Procedimiento Civil establece quiénes son testigos inhábiles:
Art. 477: El menor de doce años; los entredichos por causa de demencia; los
testigos profesionales.
Art. 478: El Magistrado en la causa que esté conociendo; el abogado o
apoderado por la parte a quien represente; el vendedor en causas de evicción; los socios
en asuntos que pertenezcan a la compañía; el heredero presunto; el donatario; el que
tenga interés, aunque sea indirecto, en las resultas de un pleito; el amigo íntimo; el
enemigo.
Art. 479: Nadie puede ser testigo ni a favor ni en contra de sus ascendientes o
descendientes, o de su cónyuge. El sirviente doméstico no podrá ser testigo ni a favor ni
en contra de quien lo tenga a su servicio.
Art. 480: Tampoco pueden ser testigos a favor de las partes que los presenten,
los parientes consanguíneos hasta el cuarto grado y los afines hasta el segundo grado. Se
exceptúan aquellos casos en que se trate de probar parentesco o edad, en los cuales
pueden ser testigos los parientes, aún cuando sean ascendientes o descendientes.
En materia de Familia, el artículo 480 de la Ley Orgánica para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes, habilita para testificar a los parientes consanguíneos y
afines de las partes, a los concubinos, amigos íntimos, y trabajadores domésticos. En
estos casos no procede la tacha de testigos, pero se apreciarán sus declaraciones con
libre convicción razonada.
EXCUSA PARA NO DECLARAR
25

Por disposición del artículo 481 del Código de Procedimiento Civil, toda persona
hábil para ser testigo debe dar declaración; pero podrán excusarse:
1º) Los parientes consanguíneos hasta el cuarto grado y los afines hasta el
segundo.
2º) Quines por su estado o profesión deben guardar secreto respecto del hecho de
que se trate (Secreto Profesional)
OBJETO DE LA PRUEBA
Está constituido por los hechos alegados por las partes, con excepción del hecho
notorio, que está exento de prueba, conforme a lo dispuesto en el artículo 506 del
Código de Procedimiento Civil. En el procedimiento del Juicio Oral, aplicable en
materia de tránsito, conforme al artículo 868 del Código de Procedimiento Civil el juez
fija los límites de la controversia y señala cuáles son los hechos que deben ser probados.
En materia Agraria, conforme al artículo 221 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario,
igualmente el Juez establece los límites de la controversia, y señala cuáles son los
hechos a probar, es decir, el objeto de la prueba. Es un principio general que el Derecho
no se prueba, en virtud del principio Iura novit curia (El Juez conoce el Derecho); sin
embargo, excepcionalmente se exige la prueba del Derecho cuando se trata del
imperante en un país extranjero, en la solicitud de exequatur.
PRUEBA DE LOS HECHOS
Hay hechos cuyas pruebas exigen ciertas formalidades que deben cumplirse
necesariamente para que se consideran válidos. Son aquellos denominados AD
SOLEMNITATEM. Pongamos un ejemplo claro para aprehender el concepto: El
derecho de propiedad y la hipoteca se prueban con documentos protocolizados en el
Registro Inmobiliario del Municipio donde se encuentre el inmueble; documentos
reconocidos o simplemente autenticados, no cumplen con el rigor de la ley, y a lo sumo
sólo podrían tenerse como principios de prueba por escrito. Lo mismo sucede con las
capitulaciones matrimoniales. El divorcio exige para su prueba, la exhibición de la
sentencia ejecutoriada. Los demás hechos, los que admiten todo género de pruebas, se
denominan AD PROBATIONEM.
LA VALORACION DE LAS PRUEBAS
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Una vez incorporadas las pruebas, toca al Juez emitir su opinión sobre las
mismas, y de qué manera influyen sobre el dispositivo del fallo, en el proceso
psicológico denominado subsunción. Al respecto existen varios sistemas, a saber:
1.- SISTEMA DE LA PRUEBA LEGAL O TARIFADA
La ley establece por anticipado, de qué manera se deberá apreciar la prueba. Es el
caso de la prueba instrumental, ya que al respecto, la ley le indica pautas al sentenciador,
para la declaración de eficacia de los instrumentos. Así ocurre también en el caso del
artículo 508 del Código de Procedimiento Civil, respecto a la valoración de la prueba de
testigos; a este respecto, el juez debe examinar si las deposiciones concuerdan entre sí y
con las demás pruebas, desechando en la sentencia la declaración del testigo inhábil o
del que apareciere no haber dicho la verdad, ya por las contradicciones en que hubiere
incurrido, ya por otro motivo, aunque no hubiese sido tachado, expresándose el
fundamento de tal determinación.

2.- SANA CRITICA


Es el análisis lógico que hace el juez de las pruebas evacuadas, y en esa
actividad, tiene libertad para apreciar el valor o grado de eficacia de las pruebas
producidas. Pero esa libertad no puede excederse de lo jurisdiccional, pues está
condicionada a que debe estar sólidamente respaldada con los elementos existentes en
los autos. Esto significa, que el sentenciador efectúa una revisión crítica de los
elementos probatorios existentes en los autos, y desde el punto de vista lógico emite su
apreciación; en este sentido, el criterio debe estar motivado, vale decir, sustentado con
los elementos de prueba existentes en los autos. De allí que, en una acertada definición
de este sistema, el artículo 12 del Código de Procedimiento Civil dispone, que el juez
no debe sacar elementos de convicción fuera de los autos. Este sistema está
intrínsecamente ligado con la “motivación de la sentencia”, claramente expresada en el
numeral 4º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil como uno de los
requisitos de la sentencia.

Respecto de la relación entre la sana crítica y la lógica, Couture hace ver que las
reglas de la sana crítica consisten en su sentido formal en una operación lógica. Existen
27

algunos principios de lógica que no podrán ser nunca desoídos por el juez. Así, dice,
nadie dudaría del error lógico de una sentencia en la cual se razonara de la siguiente
manera: los testigos declaran que presenciaron un préstamo en monedas de oro; como
las monedas de oro son iguales a las monedas de plata, condeno a devolver monedas de
plata. Evidentemente, está infringido el principio lógico de identidad, según el cual una
cosa solo es igual a sí misma. Las monedas de oro solo son iguales a las monedas de oro,
y no a las monedas de plata. De la misma manera, habría error lógico en la sentencia que
quebrantara el principio del tercero excluido, de falta de razón suficiente o el de
contradicción. Pero -agrega- es evidente que la corrección lógica no basta para
convalidar la sentencia. La elaboración del juez puede ser correcta en su sentido lógico
formal y la sentencia ser errónea. Por ejemplo, un fallo razona de la siguiente manera:
todos los testigos de este pueblo son mentirosos; este testigo es de este pueblo; en
consecuencia, ha dicho la verdad. El error lógico es manifiesto, pero desde el punto de
vista jurídico la solución puede ser justa si el testigo realmente ha dicho la verdad. Pero
puede ocurrir otra suposición inversa. Dice el juez: todos los testigos de este pueblo son
mentirosos; este testigo es de este pueblo; en consecuencia es mentiroso. En este último
supuesto los principios lógicos han sido respetados ya que el desenvolvimiento del
silogismo ha sido correcto. Pero la sentencia sería injusta si hubiera fallado una de las
premisas: si todos los hombres del pueblo no fueran mentirosos, o si el testigo no fuera
hombre de ese pueblo.

Igual importancia asigna a los principios de la lógica y a las reglas de la


experiencia en la tarea de valoración de la prueba ya que el juez no es una máquina de
razonar, sino, esencialmente, un hombre que toma conocimiento del mundo que le rodea
y le conoce a través de sus procesos sensibles e intelectuales. La sana crítica es, además
de lógica, la correcta apreciación de ciertas proposiciones de experiencia de que todo
hombre se sirve en la vida. Esas conclusiones no tienen la estrictez de los principios
lógicos tradicionales, sino que son contingentes y variables con relación al tiempo y al
lugar. El progreso de la ciencia está hecho de una serie de máximas de experiencia
derogadas por otras más exactas; y aun frente a los principios de la lógica tradicional, la
lógica moderna muestra cómo el pensamiento humano se halla en constante progreso en
la manera de razonar. Lo anterior lo lleva a concluir que es necesario considerar en la
28

valoración de la prueba el carácter forzosamente variable de la experiencia humana,


tanto como la necesidad de mantener con el rigor posible los principios de lógica en que
el derecho se apoya7. Las llamadas máximas de experiencia Couture las define como
"normas de valor general, independientes del caso específico, pero como se extraen de
la observación de lo que generalmente ocurre en numerosos casos, son susceptibles de
aplicación en todos los otros casos de la misma especie"
3.- LIBRE CONVICCION
Este sistema le otorga al juez una libertad absoluta para la apreciación de las
pruebas, según lo que le dicte su conciencia. En este sentido, no es necesario que
explique los motivos por los cuales aprecia una prueba, como en la sana crítica, en virtud
de esa libertad de apreciación. Este sistema es propio del Derecho Consuetudinario que
rige el sistema británico. Excepcionalmente, nuestro Código de Procedimiento Civil
faculta al juez para utilizar este método al analizar la prueba de experticia.
Couture destaca la diferencia entre la sana crítica y la libre convicción pues este
último es "aquel modo de razonar que no se apoya necesariamente en la prueba que el
proceso exhibe al juez, ni en medios de información que pueden ser fiscalizado por las
partes. Dentro de este método el magistrado adquiere el convencimiento de la verdad
con la prueba de autos, fuera de la prueba de autos y aun contra la prueba de autos". El
juez -continúa- no está obligado a apoyarse en hechos probados, sino también en
circunstancias que le consten aun por su saber privado; y "no es menester, tampoco, que
la construcción lógica sea perfecta y susceptible de ser controlada a posteriori; basta
en esos casos con que el magistrado afirme que tiene la convicción moral de que los
hechos han ocurrido de tal manera, sin que se vea en la necesidad de desarrollar
lógicamente las razones que le conducen a la conclusión establecida"
LAS MAXIMAS DE EXPERIENCIA

“Para Friedrich Stein, a quien se debe la introducción en el derecho procesal del


concepto máximas de experiencia, estas "son definiciones o juicios hipotéticos de
contenido general, desligados de los hechos concretos que se juzgan en el proceso,
procedentes de la experiencia, pero independientes de los casos particulares de cuya
29

observación se han inducido y que, por encima de esos casos, pretenden tener validez
para otros nuevos" .

“Calamendrei, por su parte, las define como aquellas "...extraídas de su


patrimonio intelectual (del juez) y de la conciencia pública..." y destaca su utilidad pues
"las máximas de experiencia poseídas por él, por lo general, le servirán de premisa
mayor para sus silogismos (por ejemplo, la máxima de que la edad avanzada produce
en general un debilitamiento de la memoria, le hará considerar en concreto la
deposición de un testigo viejo menos digna de crédito que la de un testigo todavía
joven)..." .

“Empero, cualquiera que sea el concepto que se dé sobre las máximas de la


experiencia, es posible encontrar ciertos elementos que les son comunes y tales son,
según un autor los siguientes: 1° Son juicios, esto es, valoraciones que no están referidas
a los hechos que son materia del proceso, sino que poseen un contenido general. Tienen
un valor propio e independiente, lo que permite darle a la valoración un carácter lógico;
2° Estos juicios tienen vida propia, se generan de hechos particulares y reiterativos, se
nutren de la vida en sociedad, aflorando por el proceso inductivo del juez que los aplica;
3° No nacen ni fenecen con los hechos, sino que se prolongan más allá de los mismos, y
van a tener validez para otros nuevos; 4° Son razones inductivas acreditadas en la
regularidad o normalidad de la vida, y, por lo mismo, implican una regla, susceptible de
ser utilizada por el juez para un hecho similar; 5° Las máximas carecen de universalidad.
Están restringidas al medio físico en que actúa el juez, puesto que ellas nacen de las
relaciones de la vida y comprenden todo lo que el juez tenga como experiencia propia” .

“Digamos, finalmente, que por sus propias características a las máximas de


experiencia no les rige la prohibición común de no admitir otros hechos que los
probados en el juicio. La máxima quod non est in actis non est in mundo no es aplicable
totalmente a ellas ya que implicaría rechazar juicios o razones que por su generalidad,
notoriedad, reiteración y permanencia en el tiempo se tienen generalmente por aceptados
por la sociedad”. (TEXTOS TOMADOS DE INTERNET- Los incluyo por su relación
con el tema de este trabajo)
30

LA PRUEBA ANTICIPADA
En materia de juicio ordinario, cada parte tiene un lapso para promover sus
pruebas, y éstas sólo pueden ser incorporadas al expediente, al finalizar el lapso de
promoción. Ahora bien, algunas materias disponen obligatoriamente la presentación de
pruebas junto con la demanda, y tal es el caso de las demandas agrarias, de tránsito, y
las que se tramitan por ante la jurisdicción de protección de niños, niñas y adolescentes.
Paritariamente se dispone que el demandado debe acompañar sus pruebas junto con la
contestación de la demanda, en esos mismos casos. En tales circunstancias, la prueba
testimonial debe promoverse en esos momentos procesales; los instrumentos pueden
producirse en el período probatorio, siempre que hubiesen sido mencionadas las
oficinas donde se encuentren asentados.
Tal es la tendencia en el Derecho Procesal moderno; de tal suerte que, con toda
seguridad, el Código de Procedimiento Civil será reformado en ese mismo sentido.
NO APERTURA DEL LAPSO PROBATORIO
Por disposición del artículo 389 del Código de Procedimiento Civil, no habrá
lugar al lapso probatorio, en los siguientes casos:
1º) Cuando el punto sobre el cual versare la demanda aparezca, así por ésta como
por la contestación, ser de mero derecho.
2º) Cuando el demandado haya aceptado expresamente los hechos narrados en el
libelo y haya contradicho solamente el derecho.
3º) Cuando las partes, de común acuerdo, convengan en ello, o bien cada una por
separado pida que el asunto se decida como de mero derecho, o sólo con los elementos
de prueba que obren ya en autos, o con los instrumentos que presentaren hasta informes.
4º) Cuando la ley establezca que sólo es admisible la prueba instrumental, la cual
en tal caso, deberá presentarse hasta el acto de informes.
Dispone el artículo 390 del mismo Código, que el auto del juez por el cual se
declare que la causa no se abrirá a pruebas, fundado en los casos 1º, 2º y 4º del artículo
anterior, será apelable, y el recurso se oirá libremente, esto es, en ambos efectos.
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DIFERENCIA ENTRE LOS CONCEPTOS DE PRUEBA Y MEDIOS DE


PRUEBA (Texto de Internet)

Como bien lo expresa Rocco: se puede diferenciar la prueba del medio de


prueba. En sentido estricto, son pruebas judiciales las razones o motivos que sirven para
llevarle al juez la certeza de los hechos, en tanto que por medios de pruebas, deben
considerarse los elementos o instrumentos utilizados por las partes y el juez, que
suministren esas razones o motivos.

Probar en el proceso, no es mas que una actividad de parte, consistente en llevar


a el, por los medios y procedimientos prescriptos en la ley, las razones que convengan al
juzgador de la certeza o veracidad de los hechos cuestionados.

En cuanto a esa diferencia entre pruebas y medios, diferencia muy sutil,


Dellepiani toma como la primera la acción de probar, de hacer la prueba (para nosotros
esto en sentido procesal) como cuando se dice que el actor incumbe la carga de la prueba
de los hechos afirmados por el. "actor probat actionem" con lo cual se preceptúa que es
el quien debe suministrar los elementos de juico o producir los medios indispensables
para determinar la exactitud de los hechos que alega como base de su acción, sin cuya
demostración perdería el pleito, en tanto que medios de prueba (que para nosotros solo
es la actividad probatoria) son los distintos elementos de juicio, producidos por las
partes o recogidos por el juez, a fin de establecer la existencia de ciertos hechos.

Es pertinente h0acer una distinción entre el hecho fuente o fuente de la prueba, o


sea el hecho principal, el hecho demostrativo que va a servir de evidencia; y el medio, o
sea, el procedimiento, que deviene en lo aportado por la parte para lograr la certeza
dentro de la secuela del proceso.

El maestro Carnelutti nos enseña que fuentes de la prueba en sentido estricto son
los hechos que sirven para la deducción del hecho a probar y que están constituidas por
la representación de este, en tanto que medios de prueba constituyen la actividad del juez
mediante la cual busca la verdad del hecho a probar.
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MEDIOS DE PRUEBA
A.- COMENTARIOS DEL DR. ARMINIO BORJAS
> Comentarios al Código de Procedimiento Civil – Tomo III

“1.- Los medios de prueba y su admisibilidad en juicio son materia del derecho
sustantivo:

Los principios relativos a los medios de prueba que pueden ser empleados en el
juicio civil y a su admisibilidad corresponden al derecho sustantivo; y el legislador
patrio, siguiendo las huellas del francés y del italiano, ha tratado de ellas en el Código
Civil, no obstante que en otras legislaciones, más modernas que las de Francia e Italia,
como la alemana, la austríaca y la federal suiza, se ha considerado la materia como
pertinente a las leyes adjetivas y se la ha expuesto en los Códigos respectivos de
Procedimiento Civil.
Ha sido criticado el primero de dichos sistemas, alegándose que son adjetivas las
reglas referentes a los medios que puedan emplearse para llevar a la práctica los
derechos de los particulares, y para hacer valer en juicio los principios fundamentales
que los rigen, esto es, que la reglamentación relativa a las pruebas y a su admisibilidad
no debe ser expuesta en los Códigos Civil y de Comercio. Tal objeción carece, sin
embargo, de fundamento jurídico, porque las pruebas, consideradas en sí mismas y
desde el punto de vista de su aplicación y alcance, para demostrar en juicio los derechos
de los litigantes, son parte integrante de esos mismos derechos, desde luego que
constituyen su garantía; y como, según las palabras de nuestro Dominici: “revisten el
carácter de derechos adquiridos, de que no puede despojárseles por ulteriores
derogatorias o modificaciones”, no deben ser establecidas y reglamentadas por medio de
leyes adjetivas, porque así tendrían, como toda ley de procedimiento, efecto retroactivo,
con menoscabo, o con peligro, por lo menos, del sagrado derecho de propiedad. Al
Código de Procedimiento Civil sólo incumbe, por consiguiente, dictar las normas
conforme a las cuales deben ser instruidas las pruebas en el juicio, especificando la
oportunidad y la forma de su promoción, los requisitos de su validez, la manera y el
tiempo de evacuarlas, las reglas referentes a su apreciación, y todo cuanto no concierna,
en una palabra, a la esencia misma de la prueba y a las condiciones necesarias para
hacerla admisible en juicio.
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2.- Clasificación de las Pruebas


Los antiguos hacían, según la escuela de los retóricos, la clasificación de las
pruebas en artificiales y naturales. Eran las primeras aquellas que, basándose en hechos
extraños al que se trataba de comprobar, servían para convencer de la verdad de éste, así
como las nacidas de la sugestiva exposición de un defensor ducho en tocar con arte los
resortes del sentimiento que predisponen el ánimo a la creencia o a la convicción. Eran
llamadas naturales, las que demostraban por sí solas, inmediata y evidentemente el
hecho discutido.
La división de la prueba en plena y semiplena, es impropia en cuanto no es
posible sostener que puede haber convencimiento a medias; pero es perfectamente
jurídica en el sentido en que la emplean las legislaciones al establecer que la prueba
menos plena produce, no una semicerteza, sino una convicción que, por deberse tener
como insuficiente para demostrar el hecho a que ella se refiere, necesita ser completada
por otros elementos de certidumbre.
También se divide la prueba en directa e indirecta, según que la verdad del
hecho por demostrar aparezca inmediatamente de la prueba aducida, como sucede por
ejemplo, respecto de los hechos jurídicos que, en instrumento debidamente otorgado,
declare un funcionario público haber efectuado, visto u oido; o según que la verdad de
un hecho determinado se deba deducir de otros hechos diferentes, como cuando se
demuestra el pago de un capital, por ejemplo, con la devolución hecha, por el acreedor al
deudor, del pagaré comprobatorio, junto con la del asiento de cancelación hecho en sus
libros por el deudor, y la de que, en esa misma fecha, éste fue visto en momentos de
hacer una entrega de dinero al apoderado general de su acreedor.
De esta división nace otra más importante, a saber, la de pruebas propiamente
dichas, que son las directas, y la de presunciones, que son las indirectas.
3.- División de las pruebas propiamente dichas
Las pruebas propiamente dichas son, según Bentham, simples o preconstituidas.
Las primeras son las que se promueven y evacuan en el curso del proceso; y las
segundas, las que, para el caso posible de que un hecho llegue a ser discutido, son
preparadas con anterioridad al litigio en que han de hacerse valer. Aquéllas necesitan
siempre ser evacuadas en el proceso, y por ello se nominan probationes probandae, en
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tanto que las preconstituidas, como generalmente constan de escritura pública o de


documentos privados, estando éstos autenticados o no, son, en el primer caso,
probationes probatae, y simplemente probandae en el segundo, porque los actos de
autenticación efectuados en el juicio, así como aquellos según los cuales deben o no
tenerse por reconocidos los instrumentos privados, equiparan a las simples esas pruebas
preconstituidas. Aquéllas se fundan siempre en una declaración, en un testimonio
humano. Las preconstituidas son casi siempre escritas; pero pueden ser también
testimoniales.
El Código Civil da a las pruebas simples, las denominaciones de prueba
testimonial, confesión, juramento, experticia, inspección ocular. (Nota: Según el
C.P.C. vigente, la inspección en juicio se denomina “judicial”).
Las pruebas preconstituidas escritas son preparadas por medio de documentos
públicos originales, instrumentos privados, copias de documentos auténticos e
instrumentos de reconocimiento (Nota: Cuando la Inspección Ocular se evacúa antes del
juicio, es una prueba preconstituida).
Ninguna prueba simple puede ser evacuada en el juicio, ni ninguna de las
preconstituidas puede ser apreciada válidamente en él, si antes no ha precedido el acto
de su promoción, esto es, el anuncio dado por la parte de que pretende valerse de ella, y
el auto o decreto judicial en que se la admita, autorizándose la práctica de las diligencias
conducentes”.
B.- CRITERIO DE SANTIAGO SENTÍS MELENDO
“Si probar es llevar al ánimo del juez la convicción de que nuestras afirmaciones
corresponden a la realidad; esto es, la verificación de esa correspondencia, parece
evidente que deberemos contar con elementos que nos permitan llegar a ese resultado.
Como en tantos problemas jurídicos, ha sido la inquietud de Carnelutti la que nos
ha ayudado a comprender la diferencia conceptual entre fuente y medio. Con el maestro
italiano, la fuente de prueba es el hecho del cual se sirve el juez para deducir la propia
verdad; y el medio de prueba lo constituye la actividad del juez desarrollada en el
proceso (Nota: Carnelutti se refiere a tres órdenes de elementos diversos en la estructura
del proceso probatorio: un hecho a probar, (objeto de la prueba); una actividad del
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juez (percepción, deducción: medio de la prueba); y un hecho exterior: fuente de la


prueba).
Del pensamiento carneluttiano nos resulta plenamente que las fuentes son los
elementos que existen en la realidad, y los medios están constituidos por la actividad
para incorporarlos al proceso.
La fuente existirá con independencia de que se siga o no el proceso, aunque
mientras no se llegue a él su existencia carezca de repercusiones jurídicas; el medio
nacerá y se formará en el proceso. Buscamos las fuentes, y cuando las tenemos,
proponemos los medios para incorporarlas al proceso. Todos los elementos probatorios
son pre-existentes como fuentes, y se constituyen en el proceso como medios. Por eso,
cuando los código procesales disponen que las partes ofrezcan la prueba de que intentan
valerse, lo que están diciendo es que manifiesten de qué fuentes disponen, para que el
juez acuerde los medios de traerlas a los autos.
En cualquier caso, siempre una prueba, una manifestación probatoria, ofrecerá
los dos aspectos y los dos momentos (si llega a utilizarse en un proceso), de fuente de
prueba y de medio de prueba. La fuente será anterior al proceso e independiente de él;
el medio se formará en el proceso y pertenecerá a él; la fuente será lo sustancial y
material; el medio será lo adjetivo y formal. El mayor mérito de un abogado será
encontrar el medio de que una fuente llegue al proceso”. Obra: LA PRUEBA

LA PRUEBA IMPERTINENTE
Fuente Bibliográfica: “Contradicción y Control de la Prueba Libre”
Autor > Jesús Eduardo Cabrera Romero
Citas textuales > Tomo I- Editorial Jurídica ALVA – 1ª Edición - 1989

Pag. 70: “6. PERTINENCIA E IMPERTINENCIA.


 En principio, cada vez que se promueve una prueba, el promoverte de la
misma debe indicar cuáles hechos pretende demostrar con ella, por eso el
art. 505 CPC expresa que la negativa de una parte a colaborar con las
pruebas de reproducciones, reconstrucciones y experiencias, se tendrá
como una confirmación de la exactitud de las afirmaciones de la parte
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contraria al respecto. A pesar de que el art. 505 CPC contempla sólo tres
medios de prueba, sin embargo, el principio general es que quien
promueve una prueba debe señalar cuál hecho se pretende con ella
trasladar a los autos. Sin la afirmación de tal hecho, es imposible conocer
la pertinencia o impertinencia del medio anunciado. Este principio sufre
excepciones cuando se proponen unas posiciones juradas o una
testimonial. En estos casos, el legislador ha considerado que la
pertinencia puede ser calificada después de enterada la prueba en
autos…”

Pag. 72:
 “…La necesidad de la determinación de pertinencia por el juez, obliga a
que cada medio que se proponga exprese el hecho que se pretende
trasladar a los autos, salvo las excepciones señaladas en la ley o
provenientes de la naturaleza del medio. Si no existe coincidencia entre
los hechos litigiosos y los que se pretenden probar con los medios
promovidos, hay impertinencia y la oposición es procedente. Sin
embargo, la impertinencia que funda la oposición debe ser manifiesta, o
sea que debe tratarse de una grosera falta de coincidencia. Lo que
acontecería-por ejemplo- si en un juicio por cobro de una deuda, las
pruebas promovidas giran alrededor de hechos que configuran una causal
de divorcio”
 “La exigencia de que la impertinencia sea manifiesta, sin duda tiene por
finalidad permitir la prueba de los hechos indiciarios, los cuales a veces,
no asumen conexión directa con los hechos litigiosos, lo que podría dar
lugar a rechazar el medio que pretende incorporarlos a los autos, pero
que indirectamente y una vez incorporados al proceso, sí pueden mostrar
la conexión. Por ello, las pruebas manifiestamente impertinentes se
desechan, mientras que las otras se admiten provisoriamente, ya que el
juez al valorar las pruebas en la sentencia definitiva, podrá rechazarlas, si
en ese momento le resultan impertinentes”
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Pp. 74 a 80: “7. CAUSAS DE IMPERTINENCIA”:


 a) La prueba que carece de objeto al momento de su promoción.
Estamos en esta hipótesis, ante pruebas impertinentes, ya que es
imposible establecer la coincidencia de los hechos objeto de la prueba con
los hechos litigiosos, para el instante en que se anuncia el uso del medio.
Un caso típico de esta especie, es la coletilla que algunos litigantes
imponen a la petición de la inspección ocular o judicial, cual es que la
misma versará, además, sobre hechos que se reservan señalar para el
momento de la práctica de la prueba. Tales hechos desconocidos para el
juez al instante de la admisión del medio, al no poder ser calificados, no
pueden ingresar al proceso ni siquiera por la vía de las observaciones”
 “El Art. 397 CPC, indirectamente, exige que a cada medio se le indique el
hecho que se pretende trasladar con él a los autos. Sólo si se conoce el
objeto de hecho de cada medio, el no promovente podría hacer uso del
derecho que le da dicha norma de admitir (convenir dice el artículo),
clara y expresamente, los hechos que persigue probar su contrario…”
 b) Cuando el medio propuesto verse sobre un hecho sin congruencia
alguna (ni aún indirecta) con los hechos litigiosos. Este es el ejemplo
clásico de impertinencia.
 c) Cuando son indefinidas las bases fácticas de la afirmación de lo
que se propone probar. La prueba se convierte en impertinente, ya que
se está ante un tipo de prueba pesquisitoria, porque no se sabe cuál es su
objeto, lo que conduce a que surjan nuevas afirmaciones al momento de
su evacuación.
 d) Las pruebas inútiles, las cuales no pueden prestar servicio al proceso
así se practiquen.
 “Es inútil la prueba que busca demostrar un hecho admitido
expresamente por las partes, en la contestación o en otra oportunidad
antes del auto de admisión de pruebas del término probatorio, ya que los
hechos admitidos dejaron de ser hechos controvertidos y por tanto, son
pruebas impertinentes debido a la relación pertinencia-controversia…”
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 “Es sabido que los hechos negativos indefinidos son de imposible prueba.
Nadie puede demostrar que nunca ha estado en un lugar o que nunca ha
vestido de negro, por ejemplo. Ante la proposición de medios con este
objeto, ¿debe el Juez rechazarlos? El magistrado debe tener conciencia de
que está en presencia de una prueba inútil, que ningún servicio puede
prestar al proceso; sin embargo, la prueba inútil no está prevista entre las
causales de ilegalidad o de impertinencia, ya la imposibilidad teórica de
demostración no se subsume en ninguno de los dos motivos de
improcedencia, razón por la cual el juez deberá admitir dichos medios a
pesar que de antemano sabe que nada aportarán al proceso…”
 e) La prueba cuyo objeto es ininteligible o impreciso, se convierte en
impertinente, ya que no se sabe qué se quiere probar. Prácticamente es
una prueba sin objeto.
 La pertinencia atiende a una situación de hecho que varía en cada caso y
por ello el que sea manifiesta o no, queda a la discreción judicial. Pero
qué sucede con la prueba cuyo objeto tiene una relación mediata con los
hechos litigiosos, y cuya finalidad es prejuiciar al Juez, obrar sobre sus
aspectos psíquicos. ¿Es ella impertinente? El objeto de muchos medios
puede ser un hecho indirectamente ligado a los hechos litigiosos, pero que
se mueve en una zona gris, a veces con una relación remota con los
hechos controvertidos, por lo que tal conexidad no la hace en principio
manifiestamente impertinente. Tal sería el caso de la prueba de los
accidentes que ha causado anteriormente el demandado o que ha sufrido
antes del juicio la víctima, los cuales carecen de relación inmediata con lo
discutido en el juicio específico a donde se traen, pero que pretende crear
en el ánimo del juez una sensación de negligencia normal en el modo de
actuar de la parte. Otro ejemplo, sería el probar la solvencia económica
del demandado y la pobreza del actor en un proceso de daños y
perjuicios, que incluye el cobro de daños morales, a fin de influir en la
psiquis del Juez para una condena jugosa a favor del actor. En ambos
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ejemplos, pensamos que podría haber un remota conexión con los hechos
discutidos, ya que alguna inferencia podría ser obtenida de ellos…”
 La prueba prejuiciosa parece moverse en una tierra de nadie, ya que a
pesar de lo lejano de su conexión con los hechos litigiosos, puede no
resultar manifiestamente impertinente, ya que una relación, aunque
remota, tiene con el litigio. Es una cuestión casuística, pero nos
inclinamos porque la prueba cuya finalidad objetiva luzca prejuiciosa, a
pesar de su indirecta conexión con los hechos, puede ser objetada, y debe
ser desechada…”
EL HECHO NOTORIO
Por disposición de la ley, el hecho notorio no es objeto de prueba. Esto conduce
necesariamente a distinguir qué se considera “Hecho Notorio”, Así, Piero Calamandrei
lo define “como aquel hecho que es del conocimiento del conglomerado social de
capacidad intelectual media”. Eduardo Couture los define como aquellos que entran
naturalmente en el conocimiento, en la cultura o en la información normal de los
individuos, en relación a un lugar o en un momento determinado. Por su parte Guasp,
al referirse a los hechos notorios expresa, “que los mismos son verdades científicas,
históricas, geográficas, generalmente reconocidas, que pertenece a la cultura o
experiencia común de los hombres”. No es necesario que sea conocido por la
generalidad, es decir por toda la comunidad, sino que basta que el hecho sea conocido
por un número considerable de personas (colectividad o determinado conglomerado
social). La característica fundamental de hecho notorio, es que ese conocimiento general
que del mismo se tenga, perdure en la memoria del conglomerado social, es decir se
mantenga en el tiempo, ya que de no existir éste factor, su olvido es probable y por lo
tanto deja de ser del conocimiento general.
EL HECHO NOTORIO COMUNICACIONAL
Es un concepto de la Sala Constitucional, que lo estableció como aquel hecho
que adquiere difusión pública, como veraz, y que por la magnitud de su difusión se
incorpora a la cultura colectiva en un determinado espacio de tiempo (Sentencia del 15
de marzo del 2000).
En ese fallo, la Sala Constitucional señaló, entre otros aspectos, los siguientes:
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 Resulta un despilfarro probatorio y un ritualismo excesivo,


contrario a las previsiones de una justicia idónea, responsable,
sin dilaciones indebidas y sin formalismos, que consagra el
artículo 26 de la vigente Constitución, que se deba probar
formalmente en un juicio, por ejemplo, que la Línea
Aeropostal Venezolana es una línea aérea; que fulano es el
Gobernador de un Estado; o que existen bebidas gaseosas
ligeras, o que el equipo Magallanes es un equipo de béisbol; o
que una persona fue asesinada, y que su presunto victimario
resultó absuelto; se trata de conocimientos de igual entidad
que el difundido por la prensa en el sentido de que un día y
hora determinado hubo una gran congestión de tránsito en
una avenida, o se cayó un puente en ella, etc.

LA PRUEBA Y SU OBJETO
Se ha definido que el objeto de la prueba son los hechos controvertidos, es decir,
los hechos negados o contradichos, no los hechos admitidos, ni los notorios, ni aquellos
presumidos por la ley. Los hechos admitidos son aquellos que la contraparte ha
reconocido como ciertos, bien sea en forma expresa, bien sea en forma tácita; en el
segundo caso cuando guarda silencio, como cuando el demandado no da contestación a
la demanda, y entonces opera la denominada “Confesión Ficta”, o también guarda
silencio cuando le es opuesto como emanado de su persona un documento privado.
Ahora bien, los hechos deben ser probados con medios idóneos, y así tenemos
que la propiedad inmobiliaria sólo puede ser probada por documentos públicos, la
cabida de un inmueble debe ser sometida a experticia; y así dependiendo de cada hecho
a probar.
El Código de Procedimiento Civil no exige perentoriamente que se indique el
objeto de la prueba, para que la misma sea admisible. Sin embargo, la Sala Civil del
Tribunal Supremo de Justicia ha venido perfilando la idea, cada vez más acentuada, de
requerir de la parte promovente la indicación de cuál es el objeto de la prueba
promovida, es decir, qué se pretende probar, para que la Sala pueda pronunciarse sobre
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una eventual denuncia de silencio de prueba. Esta formar de plantear la prueba,


indicando el objeto, reviste una vital importancia, y los abogados litigantes deben
acostumbrarse a ello, porque así será más expedito denunciar un silencio de prueba, en
el supuesto de que los tribunales en los distintos grados hagan caso omiso de ellas.
Igual requisito se exige para poder recabar el beneficio de la prueba común, es
decir, de las pruebas promovidas por la contraparte, y según la sala, esa conducta debe
asumirse en los Informes, de tal suerte, que si el Tribunal Superior no se pronuncia al
respecto, se podrá tener interés procesal para denunciar silencio de prueba.
De allí que es importante señalar qué se pretende probar con cada prueba
promovida; ello da idea de capacidad jurídica.
LAS PRESUNCIONES Y LA PRUEBA
Por disposición del artículo 1.394 del Código Civil…”Las presunciones son
las consecuencias que la Ley o el Juez sacan de un hecho conocido
para establecer uno desconocido”.
Esto nos lleva a considerar, que el hecho conocido debe estar plenamente
demostrado, para que del mismo pueda obtenerse la presunción, mediante el
razonamiento lógico que hace el juez.
Las presunciones son de clases: 1) IURIS TANTUM. 2) IURIS ET DE IURE
PRESUNCIONES IURIS TANTUM: Admiten prueba en contrario. Se
reconocen cuando en un texto legal se dispone: “Se presume, salvo prueba en
contrario…”. Esa prueba debe ser aportada por la parte contra quien obra la presunción.
PRESUNCIONES IURIS ET DE IURE: Son las denominadas “presunciones
legales”, y por mandato del artículo 1.398 del Código Civil, no admiten prueba en
contrario
LA PRUEBA ILICITA
El artículo 49, numeral 1 de la Constitución de la República dispone: “Serán
nulas las pruebas obtenidas mediante violación del debido proceso”. De su lado, el
artículo 181 del Código Orgánico Procesal Penal declara que los elementos de
convicción sólo tendrán valor si han sido obtenidos por un medio lícito e incorporados al
proceso conforme a las disposiciones de ese Código.
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La discusión sobre la eficacia de la prueba ilícita en el proceso penal, dio origen


en los Estados Unidos a la denominada “Teoría de los frutos del árbol envenenado”.
“La doctrina del fruto del árbol envenenado es producto de una metáfora
legal empleada para describir la obtención de evidencia producto de un acto previo
ilegal, que no se ajustó a la formalidad del procedimiento y por ende resulta
inadmisible en juicio ante los tribunales. Esta doctrina tuvo su origen en el caso
Silverthorne Lumber Co. v. U.S., 251 U.S. 385 (1920)1 en Estados Unidos, cuyo
análisis versó sobre el intento del gobierno de utilizar información que obtuvo de
registros originales de contabilidad producto de una intromisión ilegal al domicilio
de la compañía Silverthorne Lumber, por carecer de orden de cateo, en la que
secuestraron los registros físicos y los libros de contabilidad que a la postre
devolvieron al resolverse ilegal dicho acto, no sin antes realizar copias de dicha
información que posteriormente utilizó para solicitar la respectiva orden de
aprehensión contra los propietarios, resolviendo la Corte que se revocaba la orden
que se había emitido por haberse fundado en información conseguida en un acto
ilegal contrario a los derechos fundamentales de los ciudadanos” (Texto de
INTERNET).
EL PRINCIPIO DE EXHAUSTIVIDAD
Por mandato del artículo 509 del Código de Procedimiento Civil, los jueces
deben analizar y juzgar todas cuantas pruebas se hayan producido, aún aquellas que a su
juicio no fueren idóneas para ofrecer algún elemento de convicción, expresándose
siempre cuál sea el criterio del juez respecto a ellas. El incumplimiento de este mandato
puede dar lugar al motivo de casación denominado silencio de prueba, tratado por la
Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia de la siguiente manera:
 “Ha sido constante la jurisprudencia de esta Sala en censurar al
sentenciador de instancia, cuando se exime de analizar alguna
prueba y emitir el criterio que le merezca, apreciándola o
desechándola. El Juez de la alzada no puede limitarse a examinar
algunas pruebas para fundamentar su decisión, silenciando las
otras, cunado la índole de su función lo obliga a examinar todos
los elementos probatorios producidos por las partes, indicando el
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motivo por el cual se abstuvo de hacer el análisis de todas o


algunas de las pruebas de autos, con lo cual dejaría de incurrir en
el vicio en referencia”. (Sentencia del 18 de abril de 1996-
Ponencia del Dr. Rafael Alfonso Guzmán)
 Se incurre pues, de acuerdo con el criterio expuesto por esta Sala,
en silencio de prueba y, consiguientemente, en violación de los
artículos denunciados (ordinal 4º, artículo 243 y 12 del Código de
Procedimiento Civil), no solamente cuando el sentenciador omite
toda referencia y apreciación de la prueba, sino cuando aún
mencionándola en su simple ocurrencia, se abstiene de analizarla
para atribuirle el mérito que puede tener de acuerdo a la ley
porque la labor del juez es fundamental, y su omisión es
determinante de este vicio de forma (Sentencia del 1º de octubre
de 1998 – Ponencia del Dr. José Luis Bonnemaison)
Este criterio lleva a preguntarse si el principio de exhaustividad comprende
también las pruebas promovidas extemporáneamente que se encuentren insertas en las
actas. En nuestro criterio, no están comprendidas, porque cuando la ley habla de
pruebas producidas por las partes, se refiere a las promovidas en tiempo hábil y
oportuno. De otro lado, la contraparte quedaría en indefensión por cuanto le habría
precluido la oportunidad de oponerse a esas pruebas. En consecuencia, la conducta del
juez debe ser no hacer ninguna referencia a tales probanzas, y con ello no incurriría en
el vicio de silencio de prueba, o en todo caso, por razones de prudencia, mencionarlas
pero declarar que nos las analiza por ser extemporáneas.
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EPÍLOGO
A mis alumnos:

La elaboración de estas guías conlleva tiempo, esfuerzo y gastos. No aspiro


ninguna retribución material, ni pretendo ganar el Cielo, como ya lo he dicho tantas
veces.
Mi propósito no es otro que contribuir a su formación académica, imbuido de mi
propio ideario filosófico, cuyo postulado me exige cumplir hasta el final las misiones
que se me encomiendan, y al amparo del Manifiesto de Córdoba (1918), que postula el
siguiente credo: “Si no existe una vinculación espiritual entre el que enseña y el que
aprende, toda enseñanza es hostil y por consiguiente infecunda. Toda la educación es
una larga obra de amor a los que aprenden”.
Sea prudente advertir, que la mayor parte de este trabajo proviene de mi propia
esfera intelectual, y que he añadido textos tomados de Internet, según refiero en cada
caso, debiendo indicar además, que las denominaciones de los Principios Probatorios
no son mías, sólo los “comentarios”
Uno solo de ustedes que le saque provecho, será suficiente para saber que no he
regado las semillas del Conocimiento en suelo infértil.

Efraín Castro Beja

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