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Trabajo practico n°1

Materia: Psicología institucional y comunitaria


Alumna: Rizzo Julieta María Belén
Docente: Juanjo Laconich
Comisión: 6

Comunidad de
Locos
En el presente trabajo se realizara una articulación teórica entre el documental
COMUNIDAD DE LOCOS y los contenidos vistos en la materia hasta el día
28/3

El film narra dos experiencias en comunidades terapéuticas; Una es la que se


dio en Lomas de Zamora, en el Hospital Neuropsiquiátrico José A. Estéves y la
otra se instalaba en Federal, Entre Ríos, con Raúl A. Camino, en lo que hasta
ese entonces había sido el cuartel 12 de Caballería y sería a partir desde ese
momento y hasta la actualidad, el Hospital Ciudad Colonia Federal. Ambas
experiencias fueron reprimidas por diferentes dictaduras y sus protagonistas
perseguidos.

Voy a comenzar entonces describiendo que se entiende por comunidad para


poder pensar luego en una comunidad terapéutica.

Desde R., Esposito vemos el significado de la palabra cominudad desde sus


orgienes: EI primer significado que los diccionarios registran del sustantivo
Communitas, y del correspondiente adjetivo communis, es, el que adquiere
sentido por oposición a «propio». En todas las lenguas neolatinas, y no sólo en
ellas, «común» (commun, comune, common, hommuri) es lo que no es propio,
que empieza allí donde lo propio termina.

Es lo que concierne a más de uno, a muchos o a todos, y que por lo tanto es


«público» en contraposición a «privado», o «general» (pero también
«colectivo») en contraste con «particular". A este primer significado canónico,
que ya encontramos en el koinos griego, se agrega otro menos pacífico porque
traslada la complejidad semántica del término del que proviene: munus (raíz
mei, sufijo -nes): Indica una caracterización “social”. Este término oscila entre 3
significados no del todo homogéneos, que parecen quitarle el énfasis a la
yuxtaposición inicial publico/privado en pro de otra área conceptual que puede
remitirse en conjunto a la idea de deber.

Esos 3 son: onus, officium y donum. Para los dos primeros la acepción de
deber es evidente, para el tercero es “don”. Significa don, pero uno particular,
que distingue por su carácter obligatorio implícito en la raíz *mei que denota
intercambio.
Lo que prevalece en el munus es la reciprocidad o mutualidad del dar que
determina entre el uno y el otro el compromiso.

En el sentido antiguo de COMMUNIS debía ser quien comparte una carga. Por
lo tanto COMMUNITAS es el conjunto de personas a las que las une, no una
“propiedad” sino justamente un deber o deuda. Conjunto de personas unidas
no por un “más” sino por un “menos”. El par de oposición que reemplaza a la
alternativa publico/privado es el que contrapone COMMUNITAS e IMMUNITAS

El Munus que la Communitas comparte no es una propiedad o pertenencia, no


es una posesión, sino una DEUDA, una prenda, un DON-A-DAR. Un deber une
a los sujetos de la comunidad (en el sentido de “TE debo algo” pero no “ME
debes algo”) que hace que no sean enteramente dueños de sí mismos. Les
expropia su propiedad inicial, es decir, su subjetividad. Se impone asi un giro
de 180 grados a la sinonimia común-propio propuesta por las filosofías
comunitarias, y se restablece la oposición fundamental: no es lo propio sino lo
impropio lo que caracteriza lo común. Una desapropiación que fuerza al sujeto
a salir de si mismo.

Con el aporte de Esposito cabe lugar para la reflexión, ¿porque el documental


se llama comunidad de locos; y porque plantea dos tipos de comunidades
terapéuticas? A mi entender la mejor frase hasta aquí expuesta por esposito
que ilustra esta cuestión seria “Un deber une a los sujetos de la comunidad
que hace que no sean enteramente dueños de sí mismos” “Les expropia
su propiedad inicial, es decir, su subjetividad”. Esto puedo pensarlo de tal
forma ya que el documental deja bastante en claro como las instituciones de
poder de aquel entonces realizaron sobre aquellas comunidades terapéuticas
imposiciones que llevaron a la perdida de subjetividad de quienes allí residían
(como la imposibilidad de poder verse en el espejo y reconocerse como tal en
el reflejo; imposibilidad de comer en un plato, etc.) y procedieron por
implementar estrategias de olvido, de hecho este documental pude leerlo como
una resistencia frente a ese ocultamiento de lo que allí ocurrió, como una
reivindicación de la memoria frente a situaciones que tuvieron lugar en el
pasado pero que no quita que puedan tener o que tengan su lugar en el
presente.
Para M. Montero la primera característica y primordial, esencial de la Psicología
comunitaria incluye el rol activo de la comunidad, su participación. Y no como
espectadora o receptora pasiva, sino como agente activo con voz, voto y veto.
El documental de Ana Cutuli, constituye un acto de interpretación de una
experiencia en un período de la salud mental, dentro de la historia de la salud
mental, enmarcada a su vez por los siniestros acontecimientos económicos,
políticos y sociales del país. Deja en evidencia los hechos ocurridos en aquel
entonces, denuncia el proceso de institucionalización de las representaciones
en la salud mental de la argentina y desde allí podemos pensar y actuar en la
medida de lo posible
Ulloa (2011) Encuentro oportuno introducir el concepto de Salud Mental
reportándolo al prefijo per y a una de sus valiosas conceptualizaciones, la de
intensidad emotivo-intelectiva en el tiempo. Este valor queda evidenciado por
términos tales como permanente, persistente, perpetuo e incluso perjudicial,
por solo nombrar los más habituales.
En su intento de reconceptualizar la salud mental, los mayores fracasos,
aparecen cuando se pasa de la movilización en sede clínica a la movilización
política, ya en el ámbito de la sociedad.
Cuando se trata de situaciones colectivas, tal vez haya que abordar desde un
principio las que designo como arbitrariedades intrínsecas, propias del
resorte resolutivo de esa misma comunidad. Pero también será necesario
ocuparse de las arbitrariedades extrínsecas, resorte de otras instancias de
gobierno; pues una vez que ellas han sido identificadas, se impone entonces el
ejercicio de un derecho constitucional, el de peticionar a las autoridades. Esto
último implica que una comunidad, analista incluido, precisa confrontar con las
instancias de gobierno, tal vez las que conducen ese hospital o incluso
instancias superiores en el plano organigramatico. Claro que el analista será
cauteloso en no confundir su discurso clínico con el político, pero no por eso
dejara de ser un ciudadano psicoanalista, tocado por la política. Si bien la
abstinencia puede ser una forma de la neutralidad, esta nunca alcanzara el
grado de neutralizar al sujeto psicoanalista.

Diseñar una Clínica de la Salud Mental, teniendo en cuenta la figura


psicopatológica del síndrome de padecimiento, apunta en primer término a
recuperar el desadueñado contentamiento del cuerpo, en efecto, despojado de
su placer e inhabilitado para moverse según su deseo o su necesidad, al punto
de disponer tan solo de movimientos reflejos, y aun cuando no llegue al
extremo de un sobreviviente será alcanzado por la calificación de idiota. Frente
a él, la perspectiva de la salud mental será aquella donde encuentre su
expresión la posibilidad de elegir un movimiento de resistencia y lucha.

Estas expresiones de Ulloa fueron más o menos a mi entender las resonancias


que fluyeron en clase luego del film y también un poco más de material acerca
de lo que ya nombre al principio del trabajo cuando m referí al proceso
desubjetivante de la comunidad que nombre Esposito. Aunque hoy exista una
ley de salud mental en nuestro país, los que padecen psicopatologías están en
inmejorables condiciones para ser instrumentalizados. El oportunismo por parte
de algunos profesionales, el avance o la proliferación de la industria
farmacéutica, siniestros interés políticos, abandonos por parte de los familiares,
etc contribuyen a que la idea de salud mental que hoy hay, se aleje de aquello
que la nueva ley de salud mental propone y a un “loco” cada vez más alienado
de si

Ana Cutuli, da cuenta de la metodología de trabajo en “comunidad terapéutica”,


el intento de los profesionales por la reconquista de la dignidad de personas de
los pacientes perdida en los hospicios, y de sus resultados.

Alicia Stolkiner habla del proceso interdisciplinario

Al tiempo de lo ocurrido en el documental, por la década del 80 ya había


devenido evidente que la comprensión y las respuestas a los problemas de
padecimiento subjetivo no eran abordables desde un campo disciplinario
especifico, y que tanto los diseños de investigación como los programas de
acción debían sr permeables a la caída del paradigma hegemónico positivista y
a la crisis de explicaciones mono y multicausales

Debo recordar que, pese a no ser novedosa, la propuesta interdisciplinar


encontraba resistencias notables en los profesionales de nuestro campo. La
historia de la salud mental en el país tenía antecedentes de acciones
interprofesionales y marcos teóricos comunes desde la década del 60.
Posteriormente buena parte de los actores de este proceso habían sido
silenciados por la dictadura y los servicios de salud mental habían sobrevivido
en particular aislamiento. Al retornar la democracia quedaba todavía por romper
los efectos del aislamiento y la invisibilidad habían tenido sobre los autores y
las teorías

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