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¡Leales, como la brújula al polo!

Valores Espirituales para un Liderazgo


Juvenil de Excelencia

Osmar González Brazón


DEDICATORIA

A Cora, mi amada esposa

A Nathalie y Melanie, mis queridas hijas

A mis padres: Martha y Héctor Evaristo

A mis hermanos Adiel, Asbel y Daniel y a mis hermanas Ariday,


Zulay, Ada, Martha y Arisay.

A mis amigos y amigas de la infancia: Ángel Rodríguez, Josney


Rodríguez, Orlando Caraballo, José Ángel Pastrano, Cecilio
Jiménez, David Salazar, Surmaris Brito y Marisol Guerra.

A mi primo y amigo personal que descansa en el Señor, Edris


Bermúdez.

¡La amistad es para siempre!


RECONOCIMIENTOS

Quiero reconocer sinceramente:

A Libertad de Sequera y Basilia de Rodríguez – mis primeras


maestras en la escuela sabática de la iglesia.

A German Zorilla y Leopoldo Villarroel – mis maestros de


primarios y menores.

A Vianney Rodríguez - un padre para mí.

A Loida y Cruz Rafael Arismendi – mis tutores juveniles en


tiempos difíciles.

¡Sólo el cielo dirá el poder de la influencia que ustedes han


tenido en mi vida, Gracias!

AGRADECIMIENTOS

Al profesor Francisco Rojas por la corrección gramática y


técnica de todo el texto.

Al pastor David Alberto Manrique Rojas por escribir el prólogo


y hacer excelentes recomendaciones que hicieron más ameno y
práctico el discurso.

A los colegas y amigos que hicieron sugerencias para que este


libro finalmente cruzara la meta.
TABLA DE CONTENIDO

DEDICATORIA………………………………………………..... 2

RECONOCIMIENTOS Y AGRADECIMIENTOS……..…..….. 3

PROLOGO…….……………………………………………….. 5

INTRODUCCION….………………………………………….. 8

SECCION I – SUEÑO Y PREPARACION

Capitulo 1: Ahimaas – La carrera alocada de un líder…….. 11

Capitulo 2: José – Dios tiene sueños para sus líderes…….… 16

Capitulo 3: David – Características esenciales de un líder… 22

Capitulo 4: Eliseo – La preparación de un líder….………… 29

Capitulo 5: Gedeón – Cuando el líder eres tú……..………. 37

SECCION II – CAIDA Y RESTAURACION

Capitulo 6: Absalón – Un mandamiento esencial para un líder… 43

Capitulo 7: Sansón - El fracaso de un líder……………………… 48

Capitulo 8: María – La restauración de una líder……………….. 57

Capitulo 9: Mefi-boset – La valía personal de un líder…………. 60


SECCION III – DESAFIO Y DESTINO

Capitulo 10: Eutico – Peligros en la vida de un líder…………. 66

Capitulo 11: Ananías, Misael y Azarías – El campo de batalla


de un líder……………………………………………. 70

Capitulo 12: Samuel – Los desafíos de un pequeño líder……… 80

Capitulo 13: Nehemías – La fuente de poder de un líder……. 84

Capitulo 14: Salmo Primero – El destino de un líder…………. 89

GUIA DE ESTUDIO………………………………………... 93

MI PACTO CON DIOS…………………………………... 107

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS…………….…………. 108


PRÓLOGO

“La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan


ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en los más
intimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre
que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber
como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la
justicia aunque se desplomen los cielos." (Elena de White, La
Educación, p. 57).

Ésta es una de las más hermosas y poderosas consignas oída y


leída por cada joven adventista en algún momento de su vida.
De allí emerge el título de este libro: ¡Leales como la brújula al
polo! Un verdadero desafío.

Si alguna vez has usado o manipulado una brújula sabrás que es


inútil buscar alguna otra posición para desviar la agujita de su
dirección. Ella siempre apuntará hacia el norte, pase lo que
pase. De igual manera, Dios anhela ver en nosotros un grupo
de creyentes capaces de permanecer firmes a sus principios, aún
cuando ello nos acarree la muerte. Sin embargo, la manera
como llevamos nuestras vidas en la realidad choca con este
hermoso ideal: excelencia de carácter. ¡Somos tan débiles y
vulnerables ante las incidencias de la vida!

Cuando somos llamados por Dios para ejercer el liderazgo


juvenil de nuestra iglesia, temblamos al pensar que nuestra vida
no está conforme con este sagrado propósito; ella está llena de
muchas preguntas e inquietudes; algunas de esas interrogantes
son difíciles de formular a algún consejero o pastor. Aún así,
hay una llamita en el corazón de cada joven y señorita que
arde en deseos por ser fieles a Dios. Esa flama se niega a morir
en medio de un mundo saturado de insensatez.
¿Cómo hacemos para reconciliar todos esos sentimientos
paradójicos dentro de nuestro corazón? Más aún, ¿Cómo
conducir a los adolescentes y jóvenes de mi iglesia al cielo si no
estoy seguro de estar preparado moral y espiritualmente para
esta inmensa labor?
Amigo, amiga, por ello te invito a leer este libro. No es un
manual con métodos y estrategias juveniles. Es más bien un
libro de relaciones. Escrito de manera directa, sencilla y a la vez
profunda, por alguien que nació y disfrutó su juventud dentro
de la iglesia y quien seguramente experimentó muchísimas
pruebas y circunstancias que tú y yo estamos viviendo hoy día.

El pastor González, con su lenguaje franco y muy esperanzador,


nos confronta con las grandes luchas de la juventud a través de
la historia bíblica, destacando eventos particulares y
significativos en las vidas de varios jóvenes como Ahimaas,
José, Absalón, Mefi-boset, Eutico, María – entre otros – con los
cuales te sentirás plenamente identificado. Estoy seguro que
reirás, llorarás y vivirás al máximo cada palabra contenida
dentro del relato, y al final de cada capítulo doblarás tus
rodillas en gratitud a Dios, porque comprenderás que en medio
de las turbulencias de un mundo cruel, todavía podemos ser
herederos de la promesa y ciudadanos del reino de los cielos y
a la vez, líderes provistos del poder de lo alto para cuidar las
almas de nuestros muchachos.

Dios, a través de su Espíritu Santo y la comprensión de este


texto, nos ayude a descubrir la clave para que tú y yo seamos
¡Leales como la brújula al Polo! Y Él diga de nosotros:

“Estos son los que no se han contaminado… Son los que


siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron
redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y
para el Cordero. En sus bocas no fue hallada mentira, pues
son sin mancha delante del trono de Dio”. (Apocalipsis
14:4,5, NVI)

Pr. David Alberto Manrique R. – Capellán


U. E. Colegio Adventista Ricardo Greenidge
Caracas, Venezuela
INTRODUCCION

Por el hecho de haber nacido en un hogar adventista y haber


formado parte de los clubes de conquistadores y guías mayores
la mayor parte de mi vida, he llegado a amar el ministerio
juvenil. Sus actividades han sido mi pasión. Ahora, como
pastor, se me ha permitido estar en contacto con cientos de
jóvenes y señoritas. Últimamente he asistido a sus actividades
como predicador o como capellán y he notado una sincera
preocupación de parte de los jóvenes por ser fieles a Dios y a
sus ideales. He conversado con muchos de ellos; de sus fracasos,
de sus sueños y propósitos para la vida.

Sin lugar a dudas, los jóvenes adventistas conocen mucho de las


clases exigidas en sus clubes, de las actividades al aire libre;
nudos, arte de acampar, música, manualidades y de casi
cualquier contenido. Sin embargo hay un área donde nuestros
jóvenes presentan debilidades y es precisamente el área
espiritual y moral. Ahora, ¿Cómo ayudarles? Ésta es una tarea
muy compleja, pero si logramos colocar herramientas en sus
manos y de manera especial de sus líderes y que estos sirvan de
multiplicadores creo que podremos lograr mucho.

Fue así como decidí recopilar los apuntes y materiales de las


temáticas usadas tanto en los campamentos como en las
semanas especiales y traté de redactarlos de manera sencilla y
así juntarlos en una especie de libro.

La primera sección de este material reseña los personajes


juveniles que mejor ilustran los sueños y la preparación que
requiere y exige la vida del líder. Va desde la carrera de
Ahimaas, pasando por los sueños de José, la consagración de
David, la dedicación de Eliseo y la sorpresa de Gedeón al ser
escogido como adalid detrás de una intrascendente familia
abiezerita.

Seguidamente nos introducimos en el abismo del fracaso y la


caída. Allí recordamos la soberbia de Absalón, la fatuidad del
joven Sansón, la debilidad de María y la pobre estimación de
Mefi-boset. Todos ellos presentados desde la perspectiva de la
bondad y la restauración de la gracia divina.

La última sección del libro presenta los vertiginosos desafíos a


los que se enfrentaron personajes como el feliz y distraído
Eutico, los tres jóvenes hebreos en la fastuosa corte babilónica,
el pequeño Samuelito en el templo israelita y el ejemplo de la
oración de Nehemías como uno de los líderes más visionarios
de la historia bíblica. El destino final del líder cristiano se ve en
las aplicaciones del salmo uno. Es allí donde se concluye que el
líder juvenil que ama y sigue a Jesús; “Será como árbol
plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su
tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará”.

No encontré material más adecuado por su sencillez, para


ilustrar valores espirituales como las conocidísimas historias de
los personajes jóvenes de la Biblia. Hallé una riqueza de
aplicaciones que podrían ayudar a los jóvenes cristianos y
también a sus líderes en el cumplimiento de la tarea de
consolidación espiritual de los menores.

Al final del texto se ha incluido un breve cuestionario basado


en cada capítulo, con la finalidad de resumir y puntualizar los
aspectos más relevantes del personaje bíblico, su enseñanza
sobre liderazgo juvenil y asuntos de importancia espiritual
escondidos en la lectura. Este material puede usarse en las
semanas de énfasis juvenil y mayordomía de las iglesias, grupos
pequeños de menores y adolescentes, campamentos y otras
reuniones y dinámicas de grupos.

Mi sincero deseo es que los principios y valores espirituales


provenientes de estas páginas, puedan hacer mella en la vida de
miles de jóvenes y señoritas de tal forma que los habiliten para
ser ciertamente !Leales, como la brújula al polo!

Es mi mayor anhelo, El autor.


PENSAMIENTO CLAVE

Un carácter recto es de mucho más valor que el oro de Ofir.


Sin él nadie puede elevarse a un cargo honorable. Pero el
carácter no se hereda. No se puede comprar. La excelencia
moral y las buenas cualidades mentales no son el resultado de
la casualidad. Los dones más preciosos carecen de valor a
menos que sean aprovechados. La formación de un carácter
noble es la obra de toda una vida, y debe ser el resultado de un
esfuerzo aplicado y perseverante. Dios da las oportunidades; el
éxito depende del uso que se haga de ellas. 1
.…………………….………………………

SECCION I
SUEÑO Y PREPARACION
……………………………………………..

Vivir esta vida es la responsabilidad más grande que nos ha


tocado como humanos. Es determinante la forma como la
afrontemos día a día. Requiere total dedicación, mucho trabajo
y una gigantesca dosis de perseverancia. No es nada fácil. El
éxito en la vida no llega por casualidad. Viene como resultado
de la puesta en marcha de un plan concebido por Dios y
desarrollado por etapas en cada una de nuestras vidas
particulares. Para ello se requiere una preparación física, mental
y espiritual, así como del desarrollo cabal de todo el potencial
humano posible, guiado y canalizado por los principios morales
y valores espirituales emanados de las Sagradas Escrituras. En
esta primera sección consideraremos el lugar donde se inicia el
programa de un líder juvenil y todo el recorrido preparatorio
que se exige para emprender el emocionante viaje de la vida.
Así que comencemos a toda velocidad.
Capítulo 1

Ahimaas
La carrera alocada de un líder

¿Sabes quién es considerado el mejor atleta de todos los


tiempos? Nació el 01 de julio de 1961 en el estado de Alabama,
Estados Unidos de América. Ganó diez medallas olímpicas,
nueve de ellas eran de oro. Además otras ocho medallas de oro
y una de bronce en otros campeonatos de atletismo del
mundo desde el año 1984 al 1993. Su marca fue de 9.86
segundos en los cien metros planos. Era apodado el hijo del
viento. ¿Su nombre? Nada más y nada menos que Frederick
Carlton Lewis, más conocido como Carl Lewis.2

Hoy día, el jamaiquino Usain Bolt es considerado el nuevo rey


del atletismo mundial al ganar la prueba de los 100 metros
planos de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Este atleta
registró un tiempo de 9.69 segundos, dejando atrás su propia
marca mundial de 9.72 segundos, la cual consiguió el pasado
mes de junio en el Gran Premio de Atletismo de Nueva York.3

Ahora, ¿Sabes quién es el hombre más veloz mencionado en la


Biblia? Este personaje aparece en uno de los momentos más
tristes en la vida del rey David. Su hijo Alsalom había sido
asesinado y el comandante Joab, necesitaba hacérselo saber. Es
allí donde aparece Ahimaas, hijo de Sadoc, preguntando,
¿Correré ahora y daré al rey las nuevas de que Jehová ha
defendido su causa de la mano de sus enemigos? (2 Samuel
18:19). Ahimaas se ofreció a llevar el mensaje con urgencia.

Para cumplir tal cometido hoy sólo se necesitaría una llamada


telefónica o un correo electrónico, sin embargo para aquellos
tiempos uno de los métodos más usados eran las carreras.
Hombres veloces se encargaban de cubrir grandes distancia a
velocidades impresionantes. No eran pistas como las de hoy.
Desiertos, montañas, llanuras y ríos eran atravesados por los
mensajeros para llevar su encargo. Al parecer, Ahimaas era uno
de estos corredores especializados.

No obstante el comandante le encargo la tarea a otro corredor.


Escogió a un etíope. Esto no es de extrañar ya que Etiopia ha
producido al mundo del atletismo los más grandes corredores
de la historia de la humanidad. Al parecer tienen mucho
tiempo corriendo.

El etíope emprende la carrera, pero Ahimaas volvió a decir a


Joab: “Sea como fuere, yo correré ahora tras el etíope. Y Joab
dijo: Hijo mío, ¿para qué has de correr tú, si no recibirás
premio por las nuevas? Mas él respondió: Sea como fuere, yo
correré. Entonces le dijo: Corre” (v.22, 23)

Aunque no sabemos cuánto tiempo había transcurrido desde


que el etíope emprendió su carrera y cuál camino tomó, hasta
el momento que Ahimaas sale tras él. Lo que sí conocemos a
través del registro bíblico es que Ahimaas corrió más rápido, se
fue por la llanura y logró llegar antes que el etíope. Al parecer
rompió su propio record de velocidad.

El atalaya reconoce el estilo de carrera de Ahimaas. Y en pocos


momentos ya delante del rey, no es capaz de responder la
pregunta directa que el rey le hace; ¿El joven Absalón está bien?
Y Ahimaas respondió: Vi yo un gran alboroto cuando envió
Joab al siervo del rey y a mí tu siervo; mas no sé qué era .
(v.29)

¡Qué mensajero más extraño éste! Un mensajero sin mensaje.


Creo que este episodio tiene algunas cosas que enseñarnos;
Cada uno de nosotros tiene un talento natural para honrar a
Dios y servir a los demás. Algunas circunstancias de la vida nos
exponen al uso de ese don especial y de acuerdo a nuestro
desempeño cumplimos o no con el propósito de Dios en
nuestra vida.
Ahimaas era un atleta especializado en carreras de larga
distancia o maratón. No había otro como él. De hecho, tenía
un estilo muy peculiar que todos podían identificarlo a la
distancia. Pero había algo muy elemental, el era mensajero sólo
de buenas nuevas. No podía hacer otra cosa sino llevar
mensajes de vida para vida. Las noticias malas debían ser
llevadas por otros corredores, no por él. Esta situación nos
enseña a nosotros lo particular que somos para Dios. Somos
especiales e insustituibles en el uso del talento o don particular.

Ahimaas corrió por correr. No había un premio al final de la


meta. No tenía un mensaje que dar. Es absurda la respuesta que
da al rey: “Vi un gran alboroto…mas no se que era”. ¡Qué
situación más extraña! Y entonces… ¿para qué corrió? Esto
debe enseñarnos muchas cosas a nosotros. ¿Cuántos jóvenes
hoy están haciendo la carrera de Ahimaas? Corriendo, sí, pero
una alocada carrera sin sentido ni razón. Y al final no tendrán
nada. Ni siquiera una respuesta aceptable para Dios. Van por la
vida corriendo, huyendo de algún alboroto que ni siquiera
saben qué es.

Jóvenes la vida es más que eso, la vida sí tiene sentido y debe


ser administrada con toda responsabilidad. No podemos
emprender una carrera sin saber para qué y por qué. El Señor
tiene planes con nosotros. Si tu vida se parece a la carrera de
Ahimaas, detente por un momento y pregúntate. ¿Qué hago yo
aquí? ¿Qué sentido tiene mi vida? ¿A dónde me dirijo? ¿A
dónde quiero llegar? ¿Qué tipo de mensaje llevo en mi carrera?

Con tristeza podemos ver y advertir que la juventud de hoy


avanza bien sea consciente o inconscientemente, en una carrera
sin sentido. Quieren ser hombres y mujeres de éxito en lo más
hondo de sus almas, desean lo mejor para ellos, pero no se
empeñan, ni se comprometen con lo que hacen; reman en
dirección contraria a su propio bote. Desean salud, pero fuman
cigarrillos, toman licor y consumen drogas que los idiotizan o
los matan. Desean tener un noviazgo o matrimonio feliz y no
respetan los principios que rigen la sabia gestión de sus sexos.
Desean ser prósperos y felices y al mismo tiempo hacen de la
canción de Ricky Martin su eslogan: “Vive la vida loca”. ¡Qué
contradicción más grande! Es allí donde el joven adventista
debe servir de ejemplo y marcar la pauta con su propia vida.

Podemos tomar dos ejemplos para ilustrar lo que puede ser una
vida sin sentido y una vida con propósito: Veamos a
Maximiliano Jukes: Vivió en el estado de Nueva York, Se casó
con una mujer de su misma nación y sus descendientes fueron
unas 1.026 personas; 300 de ellas murieron prematuramente,
100 estuvieron presos alguna vez y pagaron penas de 13 años
de cárcel promedio, 190 eran prostitutas públicas y 102
borrachos empedernidos. Esta familia le costó al estado más de
6 millones de dólares.

Sin embargo, si vemos la vida de Jonathan Edwards (1703-


1758) notamos que vivió en el mismo estado de Jukes, se casó
también con una coterránea y de su unión se estudiaron 729
descendientes, de los cuales, 300 eran predicadores del
evangelio, 65 profesores universitarios, 13 rectores de
universidades, 70 autores de libros reconocidos, 3 congresistas
norteamericanos, un vicepresidente de los Estados Unidos. No
se puede estimar la contribución de esta familia a la nación. 4

Al parecer el primer personaje corría también la carrera de


Ahimaas. Creo que la carrera de San Pablo es mejor: “Por
tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan
grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del
pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que
tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y
consumador de la fe…” (Hebreos 12:1,2)

Querido joven, es aquí donde tú marcas la diferencia, es aquí


donde puedes contar con la presencia de Jesús guiando tu vida
y dándole un verdadero sentido a tu existencia. Vive una vida
con propósito. Si tú no tienes un sueño o un plan para tu vida,
Dios si lo tiene para ti, mira como lo expresa a través del
mismo apóstol: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo
Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano
para que anduviésemos en ellas. (Efesios 2:10). ¡Qué bendición
más grande, jóvenes! Todos somos parte de un plan preparado
por Dios con mucha antelación. Siempre para buenas obras.
Esto es elemental; si sabemos de dónde venimos podremos
saber hacia dónde vamos. ¿No crees?
Capitulo 2

José
Dios tiene sueños para sus líderes

La noche había llegado rápidamente y a la distancia se oían los


aullidos aterradores de los chacales que rompían el silencio de
aquella cisterna. Tratando de acomodarse en ese pequeño
espacio, todavía las heridas dolían. Pero no tanto como las que
producían a su corazón el rechazo de sus hermanos mayores.
Sólo Rubén se había colocado de su parte y había conseguido
salvarlo de un linchamiento seguro. Ahora era cuestión de
tiempo, sólo tenía que esperar el regreso de su hermano
predilecto. Pero estaba comenzando a desesperarse, ya había
oscurecido y el miedo se apoderaba de su mente.

Las cosas habían cambiado últimamente en la vida de José. Sus


sueños habían propiciado los más profundos sentimientos de
celos y venganza en sus hermanos. No sólo la imprudencia de
su padre al mostrar preferencia y obsequiarle una túnica
multicolor, sino también las circunstancias de su viaje para
encontrarse con ellos fueron los agravantes para la crisis que
ahora estaba padeciendo. Las gavillas inclinadas ante él y las
estrellas, la luna y el sol en actitud de reverencia no eran más
que detonantes de las hostilidades fraternas. Si sus sueños eran
ciertos la realidad mostraba otra cosa. ¡Ahora eran sueños de
cisternas oscuras! ¡Y pensar que las cosas se pondrían peor!

¿Has tenidos sueños alguna vez? ¿Has imaginado lo


extraordinaria que sería la vida si esos sueños se hicieran
realidad? ¿Qué serás dentro de diez años? ¿Dónde estarás y que
harás en la vida? Pero si comparas tus sueños y aspiraciones con
lo que eres o haces en este momento seguramente no
encontraras ningún parecido, ¿cierto? Nada diferente era la
vida para José en su escasa edad.
Nunca supo que fue lo que lo despertó aquella mañana en la
cisterna, si los gritos y palabrotas de sus hermanos, o la arena
cayendo en su cara amoratada. Se ató de la cuerda improvisada
que le lanzaban desde arriba. ¡Al fin había llegado su liberación!

Su sorpresa fue mayor cuando es rodeado y capturado por


gente extraña. Ni su clamor ni su llanto sirvieron de nada. Sólo
veía alejarse a sus hermanos celebrando a carcajadas el negocio
que acababan de hacer. Ahora era un simple esclavo. ¿Cómo
cambia la vida de pronto, no? De hijo favorito a un vil esclavo
en manos de mercaderes de humanos. Al ver alejarse las
montañas de Canaán su corazón tiembla de miedo e
incertidumbre. ¿Qué será de su vida? ¿A dónde lo llevara las
circunstancias? El cristal de su mirada se empaña de lágrimas de
desesperación. Y justo allí en el lomo del camello tomó la
decisión de su vida.

“Su alma se conmovió y tomó la alta resolución de


mostrarse fiel a Dios y de obrar en cualquier
circunstancia cómo convenía a un súbdito del Rey de los
cielos. Serviría al Señor con corazón íntegro; afrontaría
con toda fortaleza las pruebas que le deparara su suerte,
y cumpliría todo deber con fidelidad. La experiencia de
ese día fue el punto decisivo en la vida de José. Su
terrible calamidad le transformó de un niño mimado que
era en un hombre reflexivo, valiente, y sereno”. 5

Queridos líderes, toda la vida está basada en decisiones, en


determinaciones. La fidelidad a Dios no llega como fruto de la
casualidad, debe haber un profundo deseo de honrarle sobre
todas las cosas. José lo hizo. En lo íntimo de su alma decidió
agradar a Dios. Esto parece muy simple, pero no tienes idea de
lo importante que fue para su vida futura en Egipto. Esa alta
resolución de mostrarse fiel a Dios y de servirle con corazón
integro fue su norte en las peores circunstancias de su vida. Tú
necesitas tomar resoluciones como éstas. La fidelidad a Dios no
es resultado del azar. Es una decisión. Es el timón que marca el
rumbo de tu vida. ¡Cuánto necesita Dios de esta clase de
jóvenes hoy!

A veces cuando pensamos en la parte final de la vida de José y


vemos su éxito, pensamos que estaba predestinado para ello y
no razonamos de causa a efecto. Amigos míos, fueron las
determinaciones tomadas en los peores momentos de su vida lo
que lo sostuvieron cuando las olas y el viento rompían las velas
de su embarcación.

Durante los diez largos años de servicio en casa de Potifar, las


sorprendentes tentaciones de la corte egipcia, con su pompa
real, su idolatría, sus vicios y seducciones, no minaron su
sencillez y fidelidad a Dios. Allí la fe e integridad de José habían
de acrisolarse mediante pruebas de fuego. La tentación vino de
su propia ama, la esposa de Potifar.

¿Cómo enfrentaría esta tentación, tan repentina, tan


fuerte, tan seductora? José sabía muy bien cuál sería el
resultado de su resistencia. Por un lado había
encubrimiento, favor y premios; por el otro, desgracia,
prisión, y posiblemente la muerte. Toda su vida futura
dependía de la decisión de ese momento. ¿Triunfarían
los buenos principios? ¿Se mantendría fiel a Dios? Los
ángeles presenciaban la escena con indecible ansiedad. 6

Jóvenes, si nuestros ojos mortales fueran repentinamente


abiertos cuando estamos en grandes tentaciones, veríamos la
hueste celestial apostando a nuestro triunfo. ¡Cuánto interés
tiene Dios y los suyos por nuestra salvación!

La respuesta no se hizo esperar, y con mucha determinación


respondió "¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría
contra Dios?" dijo él, (Génesis 39:9). Esta declaración revela el
poder de los principios religiosos en su vida. Dios estaba por
encima de sus propios deseos terrenales. Allí no hubo
nacionalización humana. Colocó el mal en su lugar. Esto nos
enseña que al pecado no hay que darle tregua. Más aún cuando
son pecados morales. Estos son los males que destruyen las
vidas de tantos jóvenes y adultos hoy día. Detrás de ellos viene
su estela de dolor, lágrimas, sufrimiento y muerte. José no
tomó riesgo, El sabía bien que, “todo acto, toda palabra, todo
pensamiento están tan exactamente anotados como si hubiera
una sola persona en todo el mundo, y como si la atención del
Cielo estuviera concentrada sobre ella”.7

Pero su integridad le causó mucho sufrimiento y terminó


acusado y llevado a una cárcel. Si su amo hubiese creído la
acusación de su esposa contra José, el joven semita habría
perdido la vida instantáneamente; pero su modestia y fidelidad
fueron la mayor prueba de su inocencia.

Muchachos, la experiencia siempre nos dirá que la integridad a


Dios trae consecuencias humanas dolorosas y exposición al
ridículo público de parte del enemigo de las almas. Sin embargo
no podemos olvidar que Dios paga muy bien cada tentación
vencida y prueba superada. Ningún acto contra el mal pasa
desapercibido para Dios. El se complace en usar a sus hijos fieles
aún en los momentos más comprometedores como banderas
ondeantes de sus más caros triunfos. Sólo necesita instrumentos,
sólo instrumentos fieles y Él hace el resto del trabajo.

Los tres años en la cárcel fueron los más duros en la vida de


José. Abandonado, sólo acompañado por la vileza humana y
lo peor de la sociedad egipcia. Allí terminó Dios de pulir su
carácter. ¡Cómo rehusamos las pruebas! Muchas veces nos
revelemos al calor del crisol y desconocemos el medio
predilecto del Señor par arrancar las escorias y pulir las esquinas
de nuestros caracteres.

Al interpretar los sueños del copero y del panadero con su


infalible cumplimiento, una mano divina comenzaba a abrir las
puertas de la prisión. Y esa misma mano disponía las
circunstancias para catapultar al esclavo semita de la cárcel al
trono de la dinastía egipcia.
Queridos jóvenes, Dios está al control de nuestras vidas y
siempre hará lo mejor para nosotros. Lo demostró en la vida de
José. Pero todo tiene su tiempo y debemos sincronizar nuestros
relojes con el de Él. Dios no tiene apuros. En la vida de José
aparentemente tardó trece años. Pero estuvo a su lado cada día
de su existencia. Ahora le esperaba lo mejor. Y quiero que
nunca olvides esto: Dios premia la fidelidad y lo hace aquí y
ahora. Piensa en eso. De su tienda a la cisterna, de la cisterna al
palacio de Potifar, del palacio a la cárcel y de la cárcel al trono
de la nación más poderosa del mundo entonces.

Dios hace como quiere, con quien quiere. Pero hay una
constante en todo esto; Dios guía las vidas de sus hijos fieles e
íntegros como José. No sólo de dio el poder y la riqueza, sino
también una linda y comprensiva esposa con quien pudo tener
una familia. Sus hijos, Manases y Efraín son el resultado de la
fidelidad al Dios de sus padres.

¿Cómo pudo José dar tal ejemplo de firmeza de


carácter, rectitud y sabiduría? En sus primeros años
había seguido el deber antes que su inclinación; y la
integridad, la confianza sencilla y la disposición noble del
joven fructificaron en las acciones del hombre. Una vida
sencilla y pura había favorecido el desarrollo vigoroso
de las facultades tanto físicas como intelectuales. La
atención fiel al deber en toda posición, desde la más baja
hasta la más elevada, había educado todas sus facultades
para el más alto servicio. El que vive de acuerdo con la
voluntad del Creador adquiere con ello el desarrollo más
positivo y noble de su carácter. "El temor del Señor es la
sabiduría, y el apartarse del mal la inteligencia." (Job. 28:
28.) 8

El resto de la historia tú ya la conoces. Ahora te preguntarás


¿Cómo se cumplieron los sueños de José con sus hermanos?

Estos se consumaron con una exactitud sorprendente. En una


ocasión escuché al Dr. Fernando Zabala predicar en el templo
de la universidad adventista de Venezuela, cuando era rector
de esta institución y decía al respecto de José: “¿Saben por qué
se cumplieron los sueño de José? Porque no eran los sueños de
José, eran los sueños de Dios para José.” Y esto es muy cierto;
ni sus propios hermanos, ni la condición de esclavo extranjero,
ni la cárcel, nada lo pudo impedir.

Dios es fiel a sus propósitos. Y el mismo José lo declara antes


sus hermanos: “Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de
haberme vendido acá; porque para preservación de vida me
envió Dios delante de vosotros…para preservaros posteridad
sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran
liberación.” (Génesis 45:5,7)

Oh, queridos jóvenes, ¿vives tus propios sueños o los sueños de


Dios para ti? Jesús está dispuesto a rehacerlos si los has
perdidos. Quiere guiarte por el resto de tu vida. Dale la
oportunidad.
Capítulo 3

David
Características esenciales de un líder

La tierra temblaba, los pájaros huían en desesperado vuelo y el


sonido de sus grebas de bronce rechinaban y las rodillas de los
israelitas se batían la una contra la otra. El valle de Ela desde
hacía más de un mes se había convertido en un escenario con
un sólo actor: Goliat. Al parecer el desafió diario del gigante no
encontraba eco en el ejercito de Saúl. Un guerrero enorme, de
dos metros noventa centímetros desafiaba y vociferaba
maldiciones a los israelitas. Era una verdadera maquinaria de
destrucción masiva.

Si había que cerrar la boca al bravucón, Saúl era el hombre


indicado para hacerlo. Era de hombros arriba, el mal alto de
todos. De hecho era el rey y nada menos se esperaría de él.
Pero el miedo lo paralizó, no estaba acostumbrado a pelear
sino con sus propias fuerzas. Sin embargo, Dios tenía otros
planes. Las circunstancias preparaban el escenario para la
aparición de un nuevo líder en Israel.

David, el joven pastor, había recorrido aquella mañana los 25


kilómetros que separaban su casa en Belén del lugar donde
acampaba el ejército israelita. Había sido enviado por su padre
a llevar provisiones a sus hermanos mayores, Eliab, Abinadad y
Sama. Y sin querer oyó el desafió de Goliat. Su corazón se
incendió de celos por las ofensas pronunciadas contra el
ejército de Dios. David pregunta al pueblo ¿quién es este filisteo
incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios
viviente? (1 Samuel 17:26) Fueron oídas las palabras que David
había dicho, y las refirieron delante de Saúl; y él lo hizo venir.
Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a causa
de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo . (v.32)
David conocía a Dios y en la soledad de los campos tenía una
comunión directa con su creador. En esta ocasión puso de
manifiesto el poder de la fe. Al aceptar el desafío de pelear con
el gigante se colocó en una posición de humildad para ser
usado poderosamente por Dios.

“Y tomó su cayado en su mano, y escogió cinco piedras lisas del


arroyo, y las puso en el saco pastoril, en el zurrón que traía, y
tomó su honda en su mano, y se fue hacia el filisteo”. (v.40).
Vamos a buscar esas maravillosas características de liderazgo
manifestadas por David en éste episodio de su vida. Lo
haremos de manera sencilla a través de las cinco piedras usadas
para derribar al paladín. Veamos:

Primera piedra: Recordó como Dios lo ayudó en el pasado –


David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su
padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún
cordero de la manada, salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba
de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de
la quijada, y lo hería y lo mataba. Fuese león, fuese oso, tu
siervo lo mataba. (1 Samuel 17:34)

Jóvenes, así funciona la vida espiritual. Tu fe de hoy se sustenta


en las experiencias pasadas al lado de Dios. Por esa razón cada
prueba debe ser superada con éxito porque es un peldaño más
de crecimiento. Todo funciona como una escalera, si hay
fracaso descendemos, si vencemos subimos más alto. De aquí la
importancia de ser fiel hasta en las pequeñas pruebas de la vida.

Las tentaciones no superadas y los fracasos en las pruebas son


grietas en nuestros caracteres que nos debilitan para afrontar
desafíos mayores. David entendía este principio espiritual. El
pasado es la plataforma del futuro. Tu vida espiritual es un
constante crecimiento. Lo que siembras hoy cosecharás mañana.
El pastorcito no se afianzó en las experiencias de otros sino en
las propias. El líder debe tener sus propias y profundas
experiencias espirituales con su Dios que lo capaciten para
enfrentar las batallas futuras contra el mundo y el diablo.
Ten en cuenta que así como el Señor te ayudó en el pasado, sin
duda alguna te ayudará hoy. Así será. Dios ama a sus jóvenes y
quiere siempre lo mejor para ellos. Está en juego su promesa de
nunca dejarte, inclusive en aquellos momentos donde parece
que todo ha acabado y todos tus amigos ya no están cerca.

Segunda Piedra: Peleó con sus propias armas –Y ciñó David su


espada sobre sus vestidos, y probó a andar, porque nunca
había hecho la prueba. Y dijo David a Saúl: Yo no puedo andar
con esto, porque nunca lo practiqué. Y David echó de sí
aquellas cosas. (1 Samuel 17:39)

Saúl proyectó en David su manera de arreglar las cosas. Trató


de convencerlo que sus armas eran las indicadas para vencer al
gigante. Esa era la filosofía de vida del rey, de hecho, fue la
razón de su fracaso. Así somos los seres humanos. Debo aclarar
que las capacidades, los talentos y los dones otorgados a los
seres humanos por Dios tienen su lugar en el crecimiento
personal del individuo pero que no lo califican para ser
merecedor de la gracia del Señor. Las batallas espirituales las
ganamos al unir nuestra debilidad al brazo poderoso de Dios.

Esta segunda piedra de David nos enseña que cada persona


debe pelear sus batallas con sus propias armas. Aquí no
funcionan los préstamos de herramientas militares. Cada joven
debe tener sus armas personales y sus propias estrategias. David
sólo tenía un cayado, un zurrón, una honda y nada más. Saúl
tenía sus ropas, su casco y su coraza; una armadura militar
completa. ¡Qué gran diferencia! Sin embargo, con todo ello
Saúl tenía terror de enfrentarse a Goliat. David aunque
temeroso confiaba en Dios.

Sólo podemos pelear y vencer con nuestras propias armas


bendecidas por Dios. Aunque sencillas, pero son las provistas
para nuestra victoria.
Aquí no sirven las armas ajenas. Ni las de tu papá, ni las de tu
mamá. Inclusive ni las de tu pastor. Son las tuyas las que valen.

Sabemos cuáles son las herramientas para alcanzar el éxito


espiritual, ¿cierto? El estudio diario de la Biblia, la oración
privada y sincera y el poder de tu testimonio personal en la
evangelización. Estas nunca fallan, son realmente efectivas.

Tercera piedra: Peleó en el nombre del Señor – Entonces dijo


David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina;
mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el
Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. (1
Samuel 17:45)

Si recordamos las muchas batallas mencionadas en el antiguo


testamento es difícil encontrar una como ésta, entre dos
soldados: aquí se presenta una verdadera batalla asimétrica;
que no es otra cosa que la gran desigualdad entre los
contrincantes. De un lado vemos a un guerrero especializado en
destrucción. Un real “perro de guerra”. Y del otro lado del
arrollo a un jovencito diminuto y audaz. Parece un juego de
niños. No obstante, si la fe frotara nuestros ojos veríamos
ángeles gigantes a lado de David. La victoria no siempre es de
los más fuertes, pero sí de de los más audaces. Si Dios está con
nosotros ¿Quién nos podrá enfrentar?

Sé que algunas veces te has sentido como David frente a Goliat,


no desesperes, Jehová estará contigo como poderoso gigante.
No es tu batalla, es la batalla del Señor por ti, por tus amigos y
por la iglesia que amas. Pelea en el nombre del Señor. Si el
diablo se mete contigo, se mete con Dios y El vendrá en tu
defensa si así lo quieres. ¡No estás solo! El mundo está a la
expectativa de la batalla de tu vida. Pero anda y pelea en el
nombre del Señor. Hay poder en el nombre de Dios.

Cuarta piedra: Peleó con fe y valor –Jehová te entregará hoy


en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy
los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de
la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. (1 Samuel
17:48)

Aquí David presentó uno de sus grandes secretos; la fe. Esa que
nos hacer ver las cosas que todavía no han sucedido. Pregunto,
¿cómo sabía él que Goliat no lo mataría y cumpliría su promesa
de echarlo a las aves del campo? ¿Cómo estaba tan seguro?
¿No notaba la gran diferencia de este enfrentamiento? Es
precisamente eso lo que hace la fe. Nos permite ver más allá de
lo que nuestros sentidos pueden percibir. Va contra todo lo
antes visto. Contra todo pronóstico. La fe no necesita
precedentes. Da por sentado lo futuro y lo hace realidad. Se
anticipa. Parafraseando al apóstol Pablo: Es pues la fe la
seguridad de lo que se espera y la certidumbre de lo que
todavía no ha sucedido (Hebreos 11:1)

Para David, Goliat ya estaba decapitado, sólo había que


derribarlo. Dios ya lo había sentenciado. Ya lo había vencido y
entonces escogió a un débil instrumento como David para
mostrar su poder.

La fe y el valor de David le permitieron a Dios actuar con plena


libertad en su vida. El Señor necesitas hoy jóvenes como David.
Que estén dispuestos a defender su honor pisoteado. El mundo
debe saber que hay Dios en Israel. Y tú eres su defensor.

¡Cuánto espera Dios de los jóvenes adventistas! El valor y la fe


de un jovencito de dieciséis años pudieron dar libertad a todo
una nación. ¿Y dónde estaban los soldados, sacerdotes y
príncipes de Israel? Joven, tú debes saber que para Dios no hay
edad, rango o posición social que predetermine su forma de
actuar. El sólo necesita que tú sólo creas y nada más.

Quinta piedra: Remató al enemigo –Entonces corrió David y se


puso sobre el filisteo; y tomando la espada de él y sacándola de
su vaina, lo acabó de matar, y le cortó con ella la cabeza. (1
Samuel 17: 51)
Esta quinta piedra tiene una importancia relevante para el
liderazgo juvenil. En esta batalla campal por la supremacía de la
mente y las consciencias humanas no hay tregua. Aquí se juega
la vida o la muerte. Si te derriban, te matan y hacen contigo lo
que David hizo con Goliat una vez en el suelo. Tu cabeza
separada del tronco le servirá como trofeo al adversario. Pero
aunque parezca grotesco sólo tú decides si levantas en alto la
cabeza de tu enemigo o es la tuya la que tu enemigo levantara.
Así es la vida.

Tú como yo, tenemos al diablo por enemigo; y sus aliados son


la mundanalidad, la liviandad, los vicios, las drogas, la
impureza sexual. Esto por un lado. Y por el otro; el descuido, la
apatía, la ignorancia voluntaria de los planes de Dios, el
conformismo religioso y el analfabetismo espiritual. Todos estos
son gigantes, son muchos y fuertes en gran manera. De tal
forma que si te descuidas, te destruyen en un sólo segundo. O
los matamos a ellos o ellos nos matarán a nosotros, queridos
amigos.

Te invito en el nombre de Jesús que los remates de una sola


vez, no le des cabida ni en tu mente, ni en tu vida. Hay que ser
guerreros comprometidos con Jehová de los Ejércitos.

A estas alturas del combate se acabaron las piedras en el saco


de David. La historia dice que usó sólo una y la metáfora que
hemos compartido en este capítulo nos desafía a estar
preparados en todo momento porque nuestra lucha no es
contra carne y sangre. David lo sabía y estaba preparado
cuando el Señor demando la valentía de un joven entregado
totalmente a su servicio.

Estas son características de un joven que quiere ser un líder


espiritual de éxito. Pero particularmente creo que la mayor de
todas las fortalezas de David era que Jehová estaba con él.
Entonces uno de los criados respondió diciendo: He aquí
yo he visto a un hijo de Isaí de Belén, que sabe tocar, y
es valiente y vigoroso y hombre de guerra, prudente en
sus palabras, y hermoso, y Jehová está con él. (1 Samuel
16:18)

No des un paso más si no tienes la seguridad que Jehová está


contigo. Es la única garantía de triunfo en la ofensiva de la vida
espiritual. Asegúrate de ello, por favor.
Capítulo 4

Eliseo
La preparación de un líder

¿Qué espera Dios de ti? ¿Has pensado en la respuesta a esa


importante pregunta? ¿Será que estoy haciendo lo que Dios ha
establecido para mí en la vida? ¿O sólo existo? ¿Son mis
ocupaciones satisfactorias? ¿Estoy ayudando a Dios a pulir su
sueño en mí? ¿Me he preparado suficiente para servirle como Él
merece? ¿O llevo la vida liviana y sin sentido?

Estas son preguntas importantes que debes responder con toda


sinceridad. En este momento vamos a ver la vida de un joven
campesino que al parecer no prometía tener un futuro muy
alentador. Vayamos con el narrador bíblico y leamos juntos:

Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que


araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última.
Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su
manto. Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo
en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me dejes besar a mi
padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve,
vuelve; ¿qué te he hecho yo? Y se volvió, y tomó un par
de bueyes y los mató, y con el arado de los bueyes coció
la carne, y la dio al pueblo para que comiesen. Después
se levantó y fue tras Elías, y le servía. (1 Reyes 19:19-21)

Esta es la parte de la narrativa bíblica donde la vida de Eliseo


toma un rumbo inusual. No siempre a su casa llegaba un
profeta. De hecho era la primera vez que se encontraba cara a
cara con Elías, el vidente. Su vida había girado en torno a la
agricultura, al cuidado del ganado y las bestias de carga. Era
hijo de Safat, de Abel-mehola, un adinerado hacendado cuya
familia no había doblado sus rodillas ante Baal en tiempos de la
gran apostasía propiciada por Acab y su impía esposa Jezabel.
Su nombre, del hebreo, significa "Dios es salvación". Pero
todavía estando en casa de su padre ignoraba el plan de Dios
para su vida. Dios daría salvación a través de su ministerio.
Pronto se convirtió en el profeta que sucedió a Elías como
enviado especial de Dios al reino norteño de Israel. Su
ministerio como pastor-profeta abarcó los reinados de Joram,
Jehú, Joacaz y Joás (del reino del norte), desde por lo menos el
852 a.C. hasta aproximadamente el 798 a.C. (un poco más de
medio siglo). 9

Aquel día, cuando lo llama el profeta, él dejo los bueyes… vino


corriendo en pos de Elías. Su respuesta fue inmediata. Aunque
había estado tras los bueyes labrando la tierra, Dios vio en él
cualidades que lo convertirían en un predicador poderoso para
la causa de la justicia. Eliseo estaba siendo puesto a prueba, no
era rechazado. ¿Iría con Elías o elegiría permanecer en casa?
Estaba realizando la elección máxima de su vida. Tomó el par
de bueyes con que había estado arando, los mató, y coció la
carne con un fuego encendido con el arado y el yugo. De esa
manera demostró que nunca más los necesitaría. Daba la
espalda al pasado y entraba en el servicio de Dios.

La escritura añade que fue tras Elías y le servía. El profeta de


más edad necesitaba un compañero y ayudante más joven. De
allí en adelante los dos fueron como uno en el trabajo para el
Señor. Esta relación nos hace recordar a la de Moisés y Josué y
a la de Pablo y Silas. Los dos hombres tenían personalidades
diferentes, y el más joven y más sereno sería de gran ayuda
para su compañero mayor y más impetuoso.

Aquí se establece la inmensa diferencia entre el liderazgo


común y el liderazgo bíblico. El líder común usa su poder para
beneficiarse a sí mismo. Mientras que el líder que ama a Dios se
convierte en un siervo de los demás. Eso fue lo que hizo Eliseo
al seguir a Elías. Se convirtió en su siervo. Jesús dijo:

“Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los


que sobre ellas tienen autoridad son llamados
bienhechores; mas no así vosotros, sino sea el mayor
entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como
el que sirve. Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la
mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa?
Más yo estoy entre vosotros como el que sirve. (Lucas
22:25)

La atención de Elías fue atraída por Eliseo, el hijo de Safat, que


junto con sus siervos araba con doce yuntas de bueyes. Eliseo
no vivía en las ciudades densamente pobladas. Su padre
trabajaba la tierra, era agricultor. Eliseo había recibido su
educación lejos de la ciudad y de la corrupción de la corte.
Había adquirido hábitos de sencillez, de obediencia a sus padres
y a Dios. Así, en la quietud y el contentamiento, estaba
preparado para la humilde obra de cultivar la tierra. Pero
aunque era de un espíritu humilde y tranquilo, Eliseo no tenía
un carácter voluble. Poseía integridad, fidelidad, amor y temor
de Dios. Tenía las características de un dirigente, pero además
poseía la humildad del que está dispuesto a servir. 10

Su mente se había ejercitado en las cosas pequeñas para ser fiel


en cualquier cosa que le correspondiera realizar. De manera
que si Dios lo llamaba para ocuparse en algo más directo para
el cielo, estaba preparado para oír su voz.11

Por su fidelidad en las cosas pequeñas, Eliseo se estaba


preparando para cumplir otros cometidos mayores. Día tras
día, por la experiencia práctica, adquiría idoneidad para una
obra más amplia y elevada. Aprendía a servir; y al aprender
esto, aprendía también a dar instrucciones y a dirigir. Esto
encierra una lección para todos. Nadie puede saber lo que
Dios se propone lograr con sus disciplinas; pero todos pueden
estar seguros de que la fidelidad en las cosas pequeñas es
evidencia de idoneidad para llevar responsabilidades mayores.12

Había aprendido a servir primero a fin de saber dirigir, instruir


y gobernar. Eliseo esperaba tranquilamente realizando su obra
con fidelidad. Día tras día, mediante la obediencia práctica y la
gracia divina en la cual confiaba, adquiría rectitud y vigor de
propósito. 13

El Señor no siempre elige para su obra a hombres de los


mayores talentos, sino que escoge a los que puede usar mejor.
Individuos que podrían hacer un buen servicio para Dios, quizá
sean dejados en la oscuridad por un tiempo, aparentemente
inadvertidas por su Maestro y sin ser empleados por él; pero si
realizan fielmente los deberes de su humilde cargo, fomentando
una disposición para trabajar y sacrificarse para Dios, a su
debido tiempo él les confiará mayores responsabilidades. 14

A la honra precede la humildad. El Señor puede usar más


eficazmente a los que mejor se dan cuenta de su propia
indignidad e ineficiencia. Les enseñará a ejercer el valor de la fe.
Los hará fuertes uniendo su debilidad con la fortaleza de él,
sabios al unir su ignorancia con la sabiduría divina. Todos
podemos hacer algo para Dios.

Por no estar relacionados con alguna obra directamente


religiosa, muchos consideran que su vida es inútil, que nada
hacen para hacer progresar el reino de Dios. Si tan sólo
pudiesen hacer algo grande, ¡con cuánto gusto lo
emprenderían!

Muchos sienten el anhelo de poseer algún talento especial con


que hacer una obra maravillosa, mientras pierden de vista los
deberes que tienen a mano, cuyo cumplimiento llenaría la vida
de fragancia.

El éxito no depende tanto del talento como de la energía y de


la buena voluntad… Las tareas más comunes, realizadas con
una fidelidad impregnada de amor, son hermosas a la vista de
Dios. 15

Había riquezas en el hogar de Eliseo, pero comprendía que


para obtener una educación completa debía ser un obrero
perseverante en cualquier trabajo que necesitara ser hecho. No
había permitido que en nada estuviera menos informado que
los siervos de su padre. Había aprendido a servir primero a fin
de saber dirigir, instruir y gobernar.

Eliseo esperaba tranquilamente realizando su obra con


fidelidad. Día tras día, mediante la obediencia práctica y la
gracia divina en la cual confiaba, adquiría rectitud y vigor de
propósito. Mientras que hacía todo lo que podía cooperando
con su padre en la empresa hogareña, efectuaba un servicio
para Dios. Estaba aprendiendo a cooperar con Dios. 16 .

Pocos se dan cuenta de la influencia de las cosas


pequeñas de la vida en el desarrollo del carácter.
Ninguna tarea que debamos cumplir es realmente
pequeña. Las variadas circunstancias que afrontamos día
tras día están concebidas para probar nuestra fidelidad, y
han de capacitarnos para mayores responsabilidades…
Mediante la fidelidad en lo mínimo, adquieren fuerza
para ser fieles en asuntos mayores. 17

De aquí la importancia de la preparación de un líder cristiano.


No se prepara para ocupar posiciones de poder e influencia
sino que en la sencillez de las responsabilidades diarias da
muestras de un espíritu de servicio y Dios que conoce todas las
cosas y los corazones, lo aparta en el momento indicado. A
veces nos preocupamos o tendemos a buscar por nuestra
cuenta posiciones que a nuestro pensar nos darán cierto
prestigio o respeto frente a los demás, pero Jesús nos enseño
que no debía ser así en medio nuestro. El liderazgo cristiano
exige una preparación que debe obtenerse por los métodos de
Dios. Allí es donde la Biblia toma una preponderancia única.
Todo líder juvenil debe encontrar en el estudio diario de su
Biblia los principios que regirán sus diario vivir. Miremos las
inmensas ventajas de un estudio tal:

Como instrumento educador la Biblia no tiene rival. En


la Palabra de Dios, la mente halla temas para la
meditación más profunda y las aspiraciones más
sublimes. La Biblia es la historia más instructiva que
posean los hombres. Proviene directamente de la fuente
de verdad eterna, y una mano divina ha conservado su
integridad y pureza a través de los siglos.
En la contemplación reverente de las verdades
presentadas en su Palabra, la mente del estudiante entra
en comunión con la Mente infinita. Un estudio tal no
sólo purifica y ennoblece el carácter, sino que
inevitablemente amplía y fortalece las facultades
mentales.

Las enseñanzas de la Biblia influyen en forma vital sobre


la prosperidad del hombre en todas las relaciones de esta
vida. Desarrolla los principios que son la base de la
prosperidad de una nación, principios vinculados con el
bienestar de la sociedad y que son la salvaguardia de la
familia, principios sin los cuales ningún hombre puede
alcanzar utilidad, felicidad u honra en esta vida, ni
asegurarse la vida futura inmortal. No hay posición
alguna en esta vida, ni fase alguna de la experiencia
humana para la cual la enseñanza de la Biblia no
constituya una preparación indispensable.

Si se estudiara la Palabra de Dios y se la obedeciera,


daría al mundo hombres de intelecto más enérgico y
activo que cuantos puede producir la mayor aplicación
al estudio de todas las materias abarcadas por la filosofía
humana. Produciría hombres fuertes y firmes de
carácter, de entendimiento agudo y sano juicio, hombres
que glorificarían a Dios y beneficiarían al mundo.18

Solemnes pensamientos ¿cierto? Todo líder necesita una


preparación física, mental y espiritual. Su cuerpo debe ser
ejercitado, sus músculos y sus fuerzas probadas al máximo. Su
mente debe recorrer los caminos de las ciencias y la
intelectualidad. Tales conocimientos son útiles y proveen
herramientas para la superación. Sin embargo la preparación
del líder cristiano debe ir encaminada al cultivo de su espíritu y
alma, debe beber de la fuente de su creador. Me impresiona la
parte del párrafo que acabamos de leer cuando dice que a
través de sus palabras la mente del estudiante entra en
comunión con la mente infinita. ¡Qué inmensa privilegio éste!

La vida del joven Eliseo cambió desde que aceptó el llamado


del vidente Elías. Estaba preparado para servir y a través del
servicio sencillo y fiel, Dios lo llama como relevo del gran Elías
una vez arrebatado. Su vida fue productiva e influyó en miles
de jóvenes de la escuela de los profetas. El pueblo de Israel
tuvo el privilegio de ser ministrado por uno de los hombres
más usado por Dios. Una gran cantidad de milagros
acompañaron su trabajo y el Espíritu Santo llenaba su vida a
plenitud.

Oh queridos jóvenes, si pudiéramos entender esto. No son los


talentos ni las grandes capacidades intelectuales sino la
humildad y la disposición de hacer la voluntad de Dios en
nuestra vida lo que nos capacitará para lograr sus planes en
nuestra existencia.

No hay límite para un joven que se entrega entero a la


voluntad de sus hacedor, el límite es el cielo. ¡Cuánto espera
Dios de nosotros! El hará contigo como lo hizo con Eliseo y
más aun si tú lo quieres. Mira esto:

“Y murió Eliseo, y lo sepultaron… Y aconteció que al


sepultar unos a un hombre, súbitamente vieron una
banda armada, y arrojaron el cadáver en el sepulcro de
Eliseo; y cuando llegó a tocar el muerto los huesos de
Eliseo, revivió, y se levantó sobre sus pies.” (2 Reyes
13:21)

¡Aún sus huesos hicieron milagros, qué bárbaro!


Capítulo 5

Gedeón
Cuando el líder eres tú

Las cosas no podían ir peor; la oscuridad de aquella cueva, la


falta de alimentos y agua, la desesperación y el miedo a los
enemigos hacía que la vida de su tribu se convirtiera en un
verdadero infierno. Casi a ojos cerrados, trataba de dilucidar
los rostros de las personas que venían en la procesión de
antorchas montaña arriba. Nadie le era conocido. La huida fue
tan repentina que no pudo darle aviso a su padre que estaba en
el campo. ¿Qué le habría pasado?

Se acerca un poco más al acantilado y puede contemplar la


luminosidad de aquel incendio que devoraba velozmente sus
sembrados. El ganado había sido capturado y sus casas
saqueadas. ¿Cómo estar seguro que su granero no había sido
arrasado?

Escenas como estas muestran una realidad repetitiva durante los


últimos siete años en una de las historias tribales en el tiempo
de los jueces. El narrador bíblico lo describe así:

“Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los


hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron
cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fortificados.
Pues sucedía que cuando Israel había sembrado, subían
los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra
ellos; subían y los atacaban. Y acampando contra ellos
destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza; y no
dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni
asnos. Porque subían ellos y sus ganados, y venían con
sus tiendas en grande multitud como langostas; ellos y
sus camellos eran innumerables; así venían a la tierra
para devastarla. (Jueces 6: 2-5)
En toda la historia del pueblo de Israel no veo una situación
más patética que ésta. El Señor les había prometido las tierras
de Canaán y ellos debían poseerla y disfrutarla como una
bendición de parte de Dios. Pero el versículo uno de este
capítulo nos dice que el pueblo se apartó de los caminos de
Dios y sufrieron las consecuencias de su desvió. Los madianitas,
amalecitas y otros pueblos del oriente se convirtieron en sus
azotes.

Tal situación de caos los obligaba a refugiarse en los lugares


fortificados de las montañas. Vivían como animales en las
cuevas y cavernas naturales de los montes. Sólo imaginarlo
produce desesperación. Niños, ancianos, mujeres y hombres,
todos se habían acostumbrado a huir cada año cuando sus
enemigos venían para acabar con sus sembrados, y devastar
toda su tierra. Ellos eran tantos que parecían langostas y sus
camellos innumerables. Israel estaba en ruina y la pobreza
aumentaba en extremo.

¡Qué escenario más anárquico! Va muy bien con la constante


del libro de los jueces. “cada quien hacia como bien les
parecía”. (Jueces 21:25)

Ahora… ¿Cómo cambiar esta situación? ¿Qué hacer? Es decir


¿quién habría de producir los cambios que las circunstancias
requerían? ¿Quién llevaría de vuelta la paz y la prosperidad a
Israel?

La escritura dice en el versículo siete que los hijos de Israel


clamaron a Jehová. Creo que fue un buen comienzo. ¿Cuántas
veces necesitamos caer en situaciones similares para acordarnos
de Jehová? Clamar a Jehová no es orar. Es más que eso. El
clamor es un grito desesperado de alguien que sufre y necesita
con urgencia liberación. Va más allá de una simple oración. Es
confesión y desesperación por que Dios tome el control de la
situación. Y Alabado sea Dios que siempre escucha y responde
con inmediatez.
Les envió el Señor un profeta para recordar los grandes eventos
en la historia del pueblo con el fin de despertar su fe. Pero
además necesitaba un instrumento y Dios salió a buscarlo. “Y
vino el ángel de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está
en Ofra, la cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba
sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los
madianitas.” (Jueces 6:11)

Gedeón suspiró al percatarse que sus enemigos no habían


tocado su trigo. Así que decidió llevarlo al lagar para limpiarlo
allí a escondidas. Al fin y al cabo a nadie se le ocurriría buscar
trigo en un lagar. El estaba escondiendo el trigo y allí Jehová lo
encontró.

Debajo de este gran y enigmático árbol se produce uno de los


más grandes encuentros del antiguo testamento. Gedeón se
había acostumbrado a huir de sus enemigos y como nosotros,
se había acomodado a la situación. É y sus familias esperaban
que alguien forjara la gran hazaña de librar a Israel de sus
belicosos enemigos. Alguien debía hacerlo, alguien debía hacer
algo, pero nada cambiaba las cosas. Más bien empeoran.

Dios supo donde encontrar a su muchacho, sabía quién era


Gedeón, conocía su dirección, sabía que hacía y lo que había en
su corazón. Contigo sucede igual. A veces piensas que Dios se
ha ido y que no le importa lo que te sucede. Pero no es así.
Dios te conoce más de lo que te conoces tú. Le interesas quien
eres, lo que haces y sabe al detalle lo que aqueja tu corazón.

Gedeón estaba trabajando. Esto nos muestra una constante en


los llamados de Dios. El siempre llama y usa a los ocupados.
Mientras más ocupados mejor. El hijo de Joás no se imaginaba
que iba a ser el instrumento escogido por el Señor para librar a
Israel de sus enemigos. Nada más y nada menos.

“Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está


contigo, varón esforzado y valiente.” (v.12) ¿Es éste sólo un
saludo o un cumplido de parte de Dios para Gedeón? Claro
que no. Dios conocía las potencialidades de este joven y le
garantizó su compañía como secreto del triunfo en su tarea.

Sin embargo todavía en la vida de Gedeón había decepción y


amargura por la difícil situación que vivía tanto su familia,
como todo su pueblo. Apenas tuvo la primera ocasión de
hablar directamente con Jehová se lo hizo saber. Era una
manera de trasladar la responsabilidad del actual caos israelita y
echarle la culpa a Dios. Qué mala maña la del ser humano ¿no?
Nos apartamos de Dios, luego viene la ruina y al final Dios es
culpable de nuestra desgracia. ¡Qué insolentes somos!

Todo lo que el hombre sembrare eso cosechara. Sin embrago


nuestras amarguras y dudas no salpican el carácter de Dios. Él
nos entiende y nos desafía a una experiencia de confianza. Nos
invita a apoyarnos en su mano poderosa para cambiar nuestro
corazón y permitir que el poder de su Espíritu Santo haga el
más grande milagro de fe delante de nuestros ojos.

“Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y


salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te
envío yo?” (v.14)

¡Siempre me asombra la confianza de Dios en el hombre! El


llamado de Gedeón fue directo y desafiante. Ni sus propios
prejuicios y amarguras lo libraron de responsabilidad tal.
Cuando Gedeón se vio acorralado, bajó la guardia y dejó ver la
pobreza de su humilde alma y exclama con temor reverente:
Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que
mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa
de mi padre. (v.15)

Aquí está, joven querido, unos de los secretos de los hombres


de éxito: la humildad. El reconocimiento de nuestra
incapacidad y al mismo tiempo la gran disposición de ser usado
como instrumento por Jehová de los ejércitos. Si respondemos
así al llamado de Dios la garantía viene añadida, mira la
promesa enfática dada a Gedeón:
“Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y
derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.”
(v.16).

En todo el universo, no hay fuerza más poderosa que la


debilidad humana prendida a la mano de la divinidad. Así y
sólo así, cumpliremos el propósito de Dios. ¡Que no se nos
olvide, por favor!

Dios espera grandes cosas de ti. El blanco es alto y elevado y no


descansará hasta lograr lo que quiere ver en ti. Si te dejas guiar
lo completarás sin duda alguna y todavía en su paciencia está
dispuesto a permitirnos una señal de su compañía:

Y él respondió: Yo te ruego que si he hallado gracia


delante de ti, me des señal de que tú has hablado
conmigo. (v. 17)

Dios le dio todas las señales que Gedeón necesitaba para


asegurar su compromiso. Amigo mío, asegúrate la misma
bendición para ti.
PENSAMIENTO CLAVE

La carne, en la cual tiene su morada el alma, pertenece a Dios.


Cada tendón, cada músculo, es suyo. En ningún caso debemos,
por descuido o abuso, debilitar un solo órgano. Debemos
cooperar con Dios manteniendo el cuerpo en la mejor
condición posible de salud, para que sea un templo en el que el
Espíritu Santo pueda morar, y amoldar cada facultad física o
espiritual de acuerdo con la voluntad de Dios. La mente debe
ser provista de principios puros. La verdad debe ser esculpida
en las tablas del alma.19

………………………………………………

SECCION II
CAIDA Y RESTAURACION
…………………..…………………………

Nadie podría decir que el liderazgo es solo sueños color rosa. Si


fuera así tendríamos jóvenes cocidos de un solo lado como lo
expresa el profeta Oseas acerca de Efraín, “torta no vuelta”. La
caída y el fracaso son los acompañantes inseparables del líder
cristiano. No siempre las cosas salen como lo planificamos o
pensamos. En esta sección veremos cómo algunos de nuestros
amigos caen profundos y prueban el polvo del fracaso y cómo
algunos de ellos son plenamente restaurados a imagen de su
Hacedor.
Capítulo 6

Absalón
Un mandamiento esencial para un líder

La espesura de la selva no le permitía ir más rápido. Cabalgaba


a toda velocidad cual roedor esquivando la rapacidad del
gavilán. Parecía que el bosque estaba aliado con sus enemigos
“y fueron más los que destruyó el bosque aquel día, que los
que destruyó la espada…” El mulo asustado entró debajo de las
ramas espesas de una gran encina, y se le enredó con su
abundante cabellera quedando Absalón suspendido entre el
cielo y la tierra. Qué situación más extraña para ser capturado
por sus enemigos. Dejémoslo allí suspendido e indefenso
mientras repasamos algunos aspectos de la vida de este
enigmático joven guerrero israelita.

Su nombre significa “padre de paz”. Nada más alejado y


contradictorio de lo que fue su vida militar. Era el tercer hijo
de David con su esposa Maaca, hija de Talmai, rey de Gesur.
Fue notable por su buena apariencia y la abundancia de su
cabello. Para vengar el crimen cometido por su hermanastro
Amnón contra su hermana Tamar, lo mató y luego huyó a casa
de su abuelo, Talmai, para escapar de una posible represión por
parte de David. Unos 3 años más tarde, mediante una mujer
sabia de Tecoa, Joab tuvo éxito en conseguir permiso para que
volviera a Jerusalén.

Al poco tiempo de esto, Absalón comenzó a conspirar contra


su padre para desplazarlo del reino y se hizo proclamar rey en
Hebrón. Marchó sobre Jerusalén -lo que obligó a David a huir
de la capital- y tomó posesión del palacio real y del harén. No
aceptó el consejo de Ahitofel de perseguir inmediatamente a la
pequeña fuerza que acompañaba a David, sino que siguió el de
Husai, amigo de David, quien le recomendó que movilizara a
todo el ejército de Israel para esta tarea. Eso le dio tiempo a
David para reorganizar sus fuerzas y prepararse para el
encuentro decisivo (2 Samuel 15:13-17:23). La batalla se libró
en el "bosque de Efraín". Las fuerzas de Absalón fueron
ampliamente superadas. 20

Era un joven muy particular. Y la Biblia dice de él: “Y no había


en todo Israel ninguno tan alabado por su hermosura como
Absalón; desde la planta de su pie hasta su coronilla no había
en él defecto.” (2 Samuel 14:25). Al parecer era un varón bien
dotado, digno de un concurso de “Míster Universo”. De ningún
otro joven se menciona algo así en toda la escritura.

Hoy en día la belleza física pareciera estar por encima de


cualquiera de los otros aspectos de la vida. Se sacrifican los
valores morales en procura de tal don. Se tiene el falso
concepto que es lo único imprescindible para tener una vida
exitosa. Sin embargo esta belleza no siempre va acompañada
de la sabiduría y la inteligencia. Al parecer Absalón la usaba
para chantajear a los pobres y ganar sus favores políticos.

Dios da el don de la hermosura y como don debe ser


administrado con sentido divino. Cada ser humano tiene un
don que lo caracteriza ante Dios y este don debe ser usado en
dos direcciones para honrar a Dios y servir a los demás. Si es
usado con otro propósito se convierte en vanidad.

Absalón era un joven apuesto, inteligente y audaz. Estaba


equipado para hacer una obra significativa para Dios y sus
pueblos. Sin embargo fracasó al convertirse en un fratricida
lleno de odio y de rencor. Ansiaba el poder del reino que
emanaba del trono de su padre y quiso hacerlo suyo por la
fuerza, sin importarle lo que implicaba eso. Se encontró
entonces usurpando el trono de su propio padre.

Aquí se pone de manifiesto un viejo mandamiento que cuando


somos jóvenes tendemos a olvidar, quizás por nuestro ímpetu
por lograr nuestras metas personales. Dice así: “Honra a tu
padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra
que Jehová tu Dios te da.” (Éxodo 20:12)
Te preguntarás ¿Y qué tiene esto que ver con el liderazgo
juvenil? Quiero decirte que muchísimo. Absalón se olvidó de
este mandato divino y fue la razón de su muerte prematura.

Este precepto es parte de la ley de los diez mandamiento, de


hecho es el quinto. Se conoce como el mandamiento con
promesa incluida. La honra y el respeto que merecen nuestros
padres no pueden ser sustituidos por ninguna otra cosa en la
vida. No importa quiénes ellos sean. Si fueron buenos o malos,
si estuvieron a nuestro lado o nos abandonaron. De hecho,
algunos de nosotros ni siquiera los conocimos. Pero el
mandamiento no se discute. La única forma de acercarnos a él
es obedeciéndolo.

Queridos jóvenes, esto es importantísimo en la vida de


cualquier líder exitoso. No pretendamos ser desobedientes,
irrespetuosos, contumaces e irreverentes con nuestros padres y
tener el éxito asegurado. Es una ley del cielo. La prolongación
de la vida sobre la tierra va en proporción directa con la honra
a nuestros padres y más aún, la vida eterna.

Pero, ¡epa! mientras tú y yo conversamos, Absalón continúa


colgado. Todavía permanece sin poder zafarse del enredo en
sus cabellos, y fueron sus gritos de dolor los que finalmente
guiaron a sus enemigos hacia donde se encontraba.

Era tal la enemistad de Joab, general del ejército de su Padre,


que actuando en contra del explícito mandato de David, clavó
tres dardos mortales en su pecho. ¡Qué manera más extraña de
morir!

Ahora preguntémonos; ¿Cumplió Absalón el propósito de su


vida? ¿Era ese su plan? ¿Qué relación había en su muerte precoz
y la violación del mandamiento de la ley de Dios?

“Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es


camino de muerte” - dice el sabio Salomón21 – este proverbio se
cumplió en la vida de Absalón. Vemos una vida cercenada en
plena vitalidad. Una vida que no consideró la obediencia a su
padre como una posibilidad de lograr sus aspiraciones y por lo
tanto se convirtió en una maldición para él y sus seguidores.

“Entonces el rey se turbó, y subió a la sala de la puerta, y lloró;


y yendo, decía así: ¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío
Absalón! ¡Quién me diera que muriera yo en lugar de ti,
Absalón, hijo mío, hijo mío! (2 Samuel 19:4)

¿Cuánto dolor estamos causando al corazón de nuestros


padres? Elevo una oración de confesión porque hemos fallado.
En el pasado hemos faltado a nuestros progenitores y
necesitamos pedir perdón. Ahora es el momento indicado. Deja
este libro por un momento y ve a darles un abrazo a tus papás.
Reconcíliate con ellos. Pide y ofrece perdón y la paz de Dios
llenará tu vida a rebosar.

La Biblia dice que Absalón fue sepultado como un criminal en


un gran hoyo en el bosque, y se levantó un montón de piedras
sobre su tumba. ¿Será este el fin de cualquier joven contumaz y
rebelde? Mira como lo dice la ley de Moisés:

“Si alguno tuviere un hijo contumaz y rebelde, que no


obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre,
y habiéndole castigado, no les obedeciere; entonces lo
tomarán su padre y su madre, y lo sacarán ante los
ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar donde
viva; y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro
hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es
glotón y borracho. Entonces todos los hombres de su
ciudad lo apedrearán, y morirá; así quitarás el mal de en
medio de ti, y todo Israel oirá, y temerá.”
(Deuteronomio 21:18,21)
Por el contrario, ésta es la bendición que recibirá todo joven o
señorita que, habiendo conocido a su Padre Celestial, trata con
bondad a sus padres terrenales.

“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque


esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el
primer mandamiento con promesa; para que te vaya
bien, y seas de larga vida sobre la tierra.” (Efesios 6:1-3)
Capítulo 7

Sansón
El fracaso de un líder

¿Cómo lo hacía? No sé. Lo cierto es que su fuerza era


descomunal. Sus enemigos temblaban al sólo escuchar su
nombre. Un día despedazó a un león como quien despedaza
un cabrito, sin tener nada en su mano; otro día desprendió la
gigantesca puerta de una ciudad y la llevó colina arriba ante la
amenaza de sus enemigos. Sin duda alguna, Sansón era un
hombre enérgico.

Su historia es muy conocida y desde sus inicios se nota una


marcada participación divina. Desde su nacimiento providencial
hasta su muerte accidental; toda su vida estuvo impregnada de
manifestaciones muy particulares del poder de Dios.

Todo comenzó cuando a la mujer de un hombre de la tribu de


Dan llamado Manoa se le apareció el ángel de Jehová, y le
dijo: He aquí que tú eres estéril, y nunca has tenido hijos; pero
concebirás y darás a luz un hijo. Ahora, pues, no bebas vino ni
sidra, ni comas cosa inmunda. Pues he aquí que concebirás y
darás a luz un hijo; y navaja no pasará sobre su cabeza, porque
el niño será nazareo a Dios desde su nacimiento, y él
comenzará a salvar a Israel de mano de los filisteos. (Jueces
13:5)

Fue Dios mismo quien especificó las condiciones de su


nacimiento y su crianza. La fidelidad a sus votos de nazareato
determinaría la fidelidad en el cumplimiento de su misión
salvadora. En cierta forma Sansón sería un tipo de Cristo. Fue
llamado a salvar a su pueblo.

Este hombre fue equipado por Dios para dar cumplimiento


cabalmente a su misión. No podía fallar. Considerando el
sagrado privilegio de su vida, fue dotado con talentos y dones
del cielo para hacer de su obra la voluntad de Dios. Era una
verdadera máquina diseñada exclusivamente para triunfar. El
fracaso no estaba escrito en su horizonte.

Sus características son relevantes: Su régimen alimenticio, su


fuerza descomunal, sus siete trenzas, el Espíritu de Dios con él y
su propósito de vida.

Jehová bendijo a Sansón de forma particular: “Y la mujer dio a


luz un hijo, y le puso por nombre Sansón. Y el niño creció, y
Jehová lo bendijo. Y el Espíritu de Jehová comenzó a
manifestarse en él en los campamentos de Dan”. (Jueces
13:24,25)

Es la bendición de Dios la que enriquece al hombre. Es su


bendición la gran diferencia entre una vida de éxito y de
fracaso. Sansón no podía fallar. La presencia de Dios en su vida
hacía la diferencia.

Querido joven, el Señor tiene bendiciones para ti. Al igual que


Sansón eres su criatura. Te ama y siempre querrá lo mejor para
tu vida. Pero cuando – como Sansón - consideramos la vida con
liviandad y no somos fieles a los cometidos de Dios, las cosas
comienzan a complicarse y la ruina llega a tu puerta. El fracaso
se encuentra a la distancia de una decisión errada.
Entonces, como menciona el sabio Salomón, le cae una mosca
al perfume.

Sansón cayó estrepitosamente. Y el resto de la historia presenta


claramente los síntomas agudos de su desmoronamiento,
veamos:

Actuaba caprichosamente: “Tómame esta por mujer, porque


ella me agrada” - Jueces 14:4

¡Qué manera tan errada de vivir la vida! El capricho lleva a la


gente a hacer cosas de las cuales más temprano que tarde se
arrepienten. Lo triste es que ya nada se puede hacer frente a la
situación. El caprichoso o caprichosa es como una veleta
movida por el viento. Son sus sentimientos y no su razón lo
que domina la vida de esa persona. Se cree merecedor de cada
cosa que se le antoje y nada niega a su corazón. Se convierte en
un verdadero “agujero negro” no negando nada a sus ansias
pervertidas y egoístas.

Fíjate en el capricho de Sansón. Allí no había un razonamiento


profundo frente a su decisión. La única razón válida al insistir
con sus padres para que le concedieran como esposa a aquella
jovencita de Timnat, era “porque ella me agrada”. Esta nunca
ha sido una razón legítima para tomar una esposa o esposo en
matrimonio. Es una decisión trascendental que afectará la vida
presente y futura de los contrayentes y no puede tomarse a la
ligera, sólo basándose en frágiles sentimientos empañados por
el idílico romanticismo.

Era Irreverente: “Mas no le descubrió que había tomado


aquella miel del cuerpo del león” – Jueces 14:9

Hay mucho peligro en hacer las cosas malas, pero el peligro se


incrementa enormemente cuando no vemos la diferencia entre
las cosas santas y las profanas. Cuando somos irreverentes y
descuidados en el trato con las cosas santas nos aventuramos en
un terreno peligrosísimo, porque Dios es muy celoso de sus
cosas sagradas y de las personas apartadas para Él.

Sansón le pertenecía a Dios, era su nazareo. Ya lo leímos


anteriormente. El voto comprendía la santidad de su cuerpo y
su mente. No podía acercarse, mucho menos, tocar animales
muertos, sin embargo, tomó y comió la miel alojada en el
cadáver de un león y también la dio a sus padres. ¡Qué
irreverencia hacia el voto de nazareo!

Esto nos debe enseñar queridos líderes, que las cosas sagradas
de Dios no pueden manipularse livianamente sin correr con las
malas consecuencias. Dios no comparte con nadie lo suyo. Tú
eres de Dios y no puedes ser de nadie más. Sólo para Él y su
servicio. Eres su especial tesoro. Eres santo, eres apartado. Tu
cuerpo es templo del Espíritu de Dios.

Se comportó descuidadamente: “Mas el séptimo día él se lo


declaró” – Jueces 14:17

El banquete preparado por su novia fue el escenario para la


borrachera y la glotonería a la que estaban acostumbrados los
jóvenes filisteos. Durante siete días de deleites, el desenfreno se
apoderaba de ellos y se practicaban las más atroces bajezas
humanas concebidas para depravar el cuerpo y la mente de los
mortales. Allí sansón pronuncio su enigma ofreciendo una
buena cantidad en prendas de vestir a los asistentes a la fiesta.
Ahora su mujer se convirtió en el eslabón más débil de la
cadena de intrigas y amenazas de sus enemigos. El chantaje fue
la pieza clave del juego.

¡Jóvenes, no se puede jugar con el pecado y salir ileso! Eso es


una triste verdad, el pecado es mortal y cada contacto con él
deteriora nuestra conexión con el cielo.

Durante siete días Sansón es acosado por su mujer y al no


poder hacerse de rogar le declara el acertijo y ésta a su vez a
sus enemigos. Al parecer esta es la antesala a su relación mortal
con Dalila. Su carácter se había agrietado. Aquí perdió una
simple apuesta; con Dalila perdería la vida misma. Fue víctima
de su conducta descuidada.

Aquí hay muchas lecciones para nosotros hoy día. Nuestras


amistades influyen poderosamente en nuestra conducta y
muchas veces la determinan. Somos afectados para bien o para
mal. No hay seguridad en la unión con los infieles, ese no es
nuestro lugar. Debemos relacionarnos con ellos para ganarlos
para Cristo y no para participar de sus desafueros. Aléjate de las
relaciones que procuran tu mal. No seas descuidado y liviano
en abrir tu corazón a los enemigos del pueblo de Dios.
Era impuro: “y vio allí a una mujer ramera y se llegó a ella” –
Jueces 16:1

Este rasgo de carácter no se consigue por casualidad. No es


posible bajar de la pureza a la impureza de un solo golpe. Lo
que ocurre aquí es un proceso de descomposición moral que
viene alimentado con una cadena de actos pecaminosos que
carcomen el carácter humano hasta llevarlo a la más miserable
situación de esclavitud. Podríamos mencionar algunas como la
lascivia, la concupiscencia y la promiscuidad que se nutren de la
pornografía en todas sus expresiones. La mente se convierte en
un campo de batalla campal donde el control, la pureza y la
santidad son colocadas de rodilla frente a los amos de la
sensualidad.

El apóstol Santiago lo presenta de una manera sencilla y lógica:


“…cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es
atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha
concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado,
da a luz la muerte.” (Santiago 1:14,15). Este proceso se inició,
gestó y consumó en la triste vida de Sansón.

A estas alturas parece que la misión del joven Sansón se había


desdibujado. Aunque su fuerza era la misma, su fortaleza moral
y espiritual se había doblegado ante la impureza y la
sensualidad. ¡Qué tristeza! ¡Y pensar que así se arruinan
diariamente miles de jóvenes y señoritas! No administran
sabiamente su sexualidad y se entregan a una vida licenciosa y
depravada. Sus cuerpos son abusados y corrompidos por el
demonio de la concupiscencia.

Queridos líderes, sin lugar a dudas, que ésta es la forma


predilecta del enemigo de Dios de arruinar la vida de tantos
jóvenes. Oro para que cada joven cristiano se convierta en una
mano tendida desde el cielo para salvar a tantos que son
esclavos de sus propios vicios.
Era enamoradizo: “Se enamoró de una mujer en el valle de
Sorec llamada Dalila” – 16:4

Fue en el valle de Sorec que Sansón conoció a una bella mujer


que le cautivó su corazón. A ella le entregó todos sus afectos y
sus enemigos encontraron la forma de llegar hasta él a través
del espíritu codicioso de ella. Desde aquel día se inicia el
peligroso juego de la seducción y el engaño. Sansón era de
espíritu débil y se enamoraba con mucha facilidad de todas las
mujeres que conocía. Pero todas ellas eran filisteas, enemigas.

Aquí encontramos uno de los grandes desaciertos del musculoso


varón. Él debía acabar con sus enemigos y mayormente
terminaba atrapado en las redes de su sentimentalismo
enfermizo, se enamoraba de sus enemigas, ¿qué tal? ¡Vaya
forma de acabar con los contrarios!

Las normas estaban claras para el, debía buscar esposa entre las
mujeres de su pueblo, sin embargo su terquedad y liviandad lo
llevaron lejos del propósito divino para su vida.
Hoy día encontramos relaciones entre jóvenes o señoritas con
aquellas o aquellos que no aman, ni respetan a Dios. Y el
resultado es fracaso y dolor. No es posible la concordia entre
las tinieblas y la luz. Y aquí no hay excusa que valga. Dios
debe ser honrado en nuestras relaciones amorosas. Si seguimos
el consejo divino tendremos noviazgos acertados, si no
corremos con las consecuencias.

Era mentiroso: “y tratas conmigo con mentiras” – Jueces


16:13

Dalila le reclama a Sansón su falta de veracidad. Una y otra vez


le engaña al tratar de ocultar la verdadera razón de su fuerza.
Aquí empieza la peligrosa danza con el pecado. Mentira tras
mentira tratando de ocultar su identidad. Pero se olvidó de la
tenaz persistencia femenina que lo logra casi todo y el pobre
hombre fue reducido mortal angustia. Bajo la presión y firmeza
de Dalila Sansón se somete al diablo y traspasa el umbral de la
protección divina vendiendo su nazareato a su peor enemiga.

Queridos jóvenes, con el pecado no puede haber negociación


alguna. A lo vencemos o nos vence. La mentira llevó a Sansón a
la ruina. Aunque su largo cabello no tenía un poder en sí
mismo, era un símbolo visible de la presencia de Dios en su
vida. Al revelar su secreto estaba traicionando a Dios y
ofreciendo su vida al enemigo. Lo demás de esta historia es
como un lanzamiento en el tobogán de la desgracia.

Cuando vemos el final de la vida de este superdotado joven


nos encontramos de frente con la ruina. Este es el versículo más
triste de la vida de Sansón: “Pero él ya no sabía que Jehová se
había apartado de él” (Jueces 16:20). Nunca debió escribirse
este texto, sin embargo es una gran lección para nosotros.

Apreciado joven y señorita hay una sola cosa que determina el


éxito en la vida espiritual y es la presencia de Dios en tu
persona. Sólo el Espíritu Santo proporciona sentido a la vida, si
perdemos la presencia de Dios con nosotros lo perdemos todo,
absolutamente todo.

¡Qué triste fue el final de la vida de Sansón! Si comparamos los


sueños de Dios revelados a la madre de Sansón con la realidad
de su final encontramos una diferencia muy grande. Al parecer
el muchacho perdió el rumbo y arruino su vida entera.

Así podría sucedernos a nosotros si no mantenemos una


comunión diaria y viva con Jesús. Cada día debemos revisar
nuestro programa de vuelo y hacer los ajustes necesarios para
asegurarnos la presencia de Dios en nosotros avión.

“y llamaron a Sansón de la cárcel, y sirvió de juguete delante


de ellos” (Jueces 16:25). Este es el triste final de la vida de
Sansón, se convirtió en juguete de sus belicosos enemigos. De
hecho, es la única vez que se menciona la palabra juguete en
toda la Biblia española. Su valiosa vida terminó siendo el
hazmerreír de los filisteos. ¡Qué vergüenza! ¡Qué tragedia!

La vida de sansón es un espejo para todos los que creen que


Dios es su Creador y tiene un destino dichoso para cada quien.
Nos muestra el lado triste de una vida que no quiso someterse
al propósito divino y se entregó a vivir para glorificarse a sí
mismo. Su cometido existencial fue pobremente alcanzado y
colocó su salvación en verdadero peligro. ¡Ese riesgo nunca
valdrá la pena correrlo!

Veamos cómo expresa la profetiza el estado de inseguridad


que hoy día envuelve la vida del fatuo.

“Me ha sido mostrado que Satanás no puede manejar las


mentes a menos que ellas cedan a su dominio. Los que se
apartan de la rectitud están ahora en serio peligro. Se separan
de Dios y del cuidado vigilante de los ángeles de Dios, y
Satanás, que siempre está en acecho para destruir las almas,
empieza a presentarles sus engaños y los pone en extremo
peligro. Y si ellos se dan cuenta, y tratan de resistir a los
poderes de las tinieblas y de libertarse de la trampa de Satanás,
no les resulta tarea fácil. Se han aventurado a penetrar en
terreno de Satanás y él los reclama. No vacilará en emplear
todas sus energías y en llamar en su ayuda a toda la hueste del
mal para arrebatar a una sola alma de la mano de Cristo.” 22

Ora conmigo y di: ¡Dios Espíritu Santo, destroza los vínculos


que nos podrían llevar a la ruina moral y espiritual, trastorna
las emboscadas que el enemigo presenta a cada líder cristiano y
siembra todos los días las semillas de santidad y pureza en lo
más hondo de nuestras almas!
Capítulo 8

María
La restauración de una líder

Ella era el “alma de la fiesta”, era bella, inteligente y feliz. ¿Qué


más podría desear sino un futuro promisorio, una carrera en
una universidad de renombre y, por qué no, un esposo
maravilloso que la amara como merece toda mujer? Así era su
vida, sencilla y encantadora. Su tiempo alcanzaba para todo,
aún para visitar a algunos enfermos en el hospital cercano. Era
considerada un ángel, especialmente por los más viejos. Su
ternura, su bondad y su abnegación eran las joyas que
adornaban el alma de esta joven mujer. Su nombre ya lo
conoces. Pudo llamarse Carmen, Lucía, Zoraida o sencillamente
María.

Lo cierto es que la vida le tenía una sorpresa. Aquel hombre


maduro que la esperaba en la iglesia cada vez que llegaba
temprano y conversaban. Su mano se quedaba un poco más de
tiempo entre las suyas en cada saludo. Una sonrisa, un mirada y
¡ya! El demonio de la pasión llevó a estas dos almas cautivas a
la fornicación. Y como no hay secretos entre el cielo y la tierra,
todos lo supieron.

Luego todo cambia. La primavera se pinta de medio luto y la


conciencia duerme en una cama de enormes púas. El corazón
duele y en la boca amarga la vergüenza pública. ¿Qué va a
hacer ahora? Su vida navega sin rumbo y sin brújula. Los sueños
se esfuman cual niebla ante el sol. Y pensar que la vida le
sonreía. Ahora la obscuridad aturde sus sentidos y el cielo
parece de plomo.

Ella decide recomenzar. Y se lanza a caminar por las calles de


un mundo cruel. No le es nada fácil. En ese mundo encuentra
hombres como lobos rapaces frente a una presa fácil. Y se
hunde aún más en la miseria de una vida sucia e inmoral. Ahora
hasta su nombre cambia. La vemos por las plazas y avenidas
tarde en la noche. Su juventud se esfuma y su cuerpo se arquea
del hambre y la desesperación. Pero la conciencia duele más
que el dolor del hambre.

Ella necesita amor y no lo encuentra. Necesita perdón y éste le


huye. Allí está sola, sin familia, sin nadie. Una vida, ¡si es que
puede llamarse vida eso! Mejor dicho una ruina que antes era
vida. Esto le pasó a ella.

Una noche, en su calle, se detuvo junta a ella un automóvil


fino. Bajó la ventanilla y la invitó a entrar. Aquel hombre no
hablaba, sólo escuchaba su triste historia. Ahora sus lágrimas
abrían surcos limpios en su sucia cara. Lloraba y no se atrevía a
levantarla. El hombre colocó su mano sobre su hombro y aquel
toque le estremeció tanto que sintió desmayarse. Un grito
desgarrador y los demonios huían por aquella ventanilla
abierta. Se quedó muda también. La calma que recibió era igual
a la música de aquel reproductor. La puerta del auto se abrió y
no se supo más de ella.

Aquel viernes de noche la iglesia estaba repleta de gente. El


silencio cortaba la noche, sólo se oía la voz penetrante de aquel
predicador. No había lugar, pero pudo acurrucarse en el piso
cerca de la ventana, no necesitaba ver, sólo escuchar. Y escuchó
lo que necesitaba. Ahora la gente salía y ella entraba. Se
acomodó en la primera banca. Todos se fueron esa noche y ella
permaneció arrodillada llorando ante el altar. Fue allí donde su
vida cambió. Fue allí donde su vida quedó limpia para siempre,
fue allí donde escuchó las palabras en su conciencia que le
dijeron: ¡Ni yo te condeno; vete, y no peques más! (Juan 8:11)

Querida señorita que te has herido en la vida, que has sido


engañada y vejada. Hay restauración plena en Cristo tu
Salvador. Querido joven que llevas profundas heridas que no
cubre tu propia ropa. Aquellas que están abiertas y aquellas
donde sólo se ven cicatrices. Esas marcas profundas de tu alma
tienen en Jesucristo perdón hasta la saciedad. ¿Sábes? No
necesitas desesperar. Jesús viene a tu encuentro hoy. Hay vida
en Jesús, hay restauración en Jesús, hay indulgencia en Jesús. Si
tus pecados fueron como la grana, como la nieve serán
emblanquecidos; si fueron rojos como el carmesí, vendrán a ser
como blanca lana. (Isaías 1:18)

Dios es el Dios de las segundas oportunidades. Te ama,


inclusive más de lo que tú te amas a ti mismo. ¡Estás esculpido
en la palma de su mano y nada te separara de su amor!

Si tu vida se parece a la de ella, no desesperes. A alguien como


ella amó Jesús. De alguien como ella sacó siete demonios.
Alguien como ella ungió al Maestro aquel martes de noche
antes de su muerte en la cruz, a alguien como ella se le apareció
Jesús la misma mañana de la resurrección y le cambió la vida
para siempre. Eso mismo hará contigo si de verdad le buscas de
corazón. Mira como lo expresa admirablemente el profeta
Miqueas:

El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará


nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar
todos nuestros pecados. (Miqueas 7:19).

Señorita, ¡Tú serás restaurada…!


Capítulo 9

Mefi-boseth
La valía personal de un líder

Ese joven temblaba como una palmera movida por un


vendaval. La sola idea que el rey recordara su pasado le aturdía
enormemente. Los guardias se acercaron y preguntaron por la
casa de un tal Maquir. Habían llegado a Lodebar a buscarlo. Y
no podía ocultarse, ya lo habían encontrado. Ahora, ¿Por qué
el rey lo mandaba a llamar? Una vez en su presencia se postró
sobre su rostro e hizo reverencia. La respuesta de David le dio
calma a su corazón. No tengas temor, porque yo a la verdad
haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te
devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás
siempre a mi mesa. (2 Samuel 9:7).

Mefi-boset tenía cinco años de edad cuando llegó de Jezreel la


noticia de la muerte de Saúl y de Jonatán, y su nodriza le tomó
y huyó; y mientras iba huyendo apresuradamente, se le cayó el
niño y quedó cojo. Era hijo de Jonatán. Por un tiempo vivió
en Transijordania, en Lodebar, pero cuando David supo de su
paradero, lo trajo a Jerusalén, y en recuerdo de su amistad con
el padre del muchacho lo hizo miembro de la corte. También
le devolvió las propiedades de Saúl y de Jonatán y las puso
bajo la administración de Siba, el anterior mayordomo de Saúl
(9:3-13).23

Durante la rebelión de Absalón, Mefi-boset permaneció en


Jerusalén y fue acusado por Siba de haberse unido a la rebelión.
En consecuencia, David le dio todas las propiedades de su amo
(16:1-4). Al regreso de David, Mefi-boset defendió su
inocencia, y le fue devuelta la mitad de sus bienes (19:24-30).
Cuando 7 de los descendientes de Saúl fueron ejecutados para
vengar la injustificada masacre de los gabaonitas, David
protegió a Mefi-boset por amor a Jonatán (21:7). Mefi-boset
tuvo un hijo, Micaía, mediante quien continuó la familia de
Saúl (2 Samuel 9:12).24

Aquí vemos unos de los actos de bondad más resaltantes de la


escritura. El amor a su amigo Jonatán fue extensivo a su único
descendiente directo y la suerte cayó sobre Mefi-boset. Desde
el día del accidente la vida del niño cambió para siempre. Su
nombre del hebreo Me fîbôsheth, posiblemente signifique "el
que esparce o difunde vergüenza”, en otras palabras “el que da
pena.”

Ningún otro nombre denota más la patética condición social de


un hombre que éste. El futuro del niño no podía ser peor. No
sólo la sociedad desecha a las personas discapacitadas, sino que
en lo interno del corazón del individuo se genera un rechazo
automático de su suerte. Mefi-boset lo expresa frente al rey
David cuando éste le anuncia su bondad. La respuesta del joven
paralítico fue: ¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro
muerto como yo? (2 Samuel 9:8). Quisiera pensar que es una
expresión de humildad y no la realidad de las emociones de su
herido corazón. Un perro muerto, ¡Qué barbaridad! No sólo
ser un perro, sino para colmo, un cadáver de perro. ¿Podría ser
peor?

Queridos jóvenes, hay mucha gente herida e inconforme por


la vida que llevan. El ser humano ha invertido la escala de
valores sociales para determinar la valía de sus congéneres. Y
aquellos estrictos parámetros miden sólo la belleza, la riqueza,
la posición social, el género o la educación. Pareciera que todo
debe ajustarse a estas escalas y todo lo demás queda relegado al
abandono y la indiferencia social.

El cristiano no se mide por este tipo de parámetros sociales, ni


usa tal régimen para ajustar a los demás. Sino que tiene una
sana concepción del lugar que él ocupa en la creación. Cada ser
humano es único en el universo de Dios. Creado a su imagen y
semejanza.
Hoy día oímos hablar de lo que es la auto estima, la valía
personal, la auto valoración o el respeto a sí mismo y
necesitamos puntualizar ahora algunos conceptos importantes.

¿En qué consiste el respeto a sí mismo? Es una fotografía mental


que se forma con lo que los demás han dicho de nosotros, la
forma como nos tratan y las experiencias de la vida.25

Según una reconocida consejera familiar existen dimensiones


del respeto a sí mismo; este se aprende, debe ser ganado y
tiene necesariamente que ser experimentado. Es una mezcla de
tres sentimientos básicos; el hecho de ser único, de formar parte
de una familia y el sentirse amado.26

En la vida de cada joven se presentan algunos síntomas del


rechazo a sí mismo. Por ejemplo: la falta de habilidad para
tomar decisiones, el retraimiento o retirada al mundo de la
fantasía, un mal comportamiento repetido deliberadamente,
un anormal esfuerzo por agradar a los demás, la habitual manía
de llorar con facilidad y un desprecio patológico a sí mismo y a
los demás. 27

He aquí algunos consejos para vivir una vida satisfecha consigo


mismo y que nos permitirán estar conforme con lo que somos y
lo que hacemos, por sencillo que sea.

Veamos:
1. Admite que existe falta de aceptación.
2. Identifica la causa.
3. Pide perdón a Dios y proponte cambiar tu manera de
pensar.
4. Procura identificar tus dones y talentos innatos y
desarróllalos a al máximo.
5. Preocúpate por desarrollar una especialidad.
6. Escoge muy bien tus amistades.
7. Lee muchos libros sobre el tema y procura poner en
práctica sus recomendaciones.
8. Haz ejercicio físico y desarrolla proyectos nuevos
9. Expresa aceptación y respeto a los demás.
10. Planifica tu vida devocional y dale prioridad

Tu vida tiene muchísimo valor para tus seres queridos y para


Dios. Reflexiona por un momento en esto: ¿Cuánto podría
costar una pelota de beisbol, una raqueta de tenis, un balón de
futbol y cinco piedras lisas hoy día? Seguro que con unos
cuantos billetes puedes adquirirlos en tu tienda de deportes
favorita. Por las piedras ni siquiera tienes que pagar. En tus
manos estas cosas quizá no tendrían tanto valor. Pero si notas
que una pelota de béisbol en las manos de Johan Santana, una
raqueta de tenis en manos de André Ágasi y un balón de fútbol
en los pies de Ronaldinho hacen la diferencia en millones de
dólares. ¿Lo ves? Es el valor que tienes en las manos del Dios
del cielo lo que hace la gran diferencia en tu vida. ¿Recuerdas
las cinco piedras en manos del joven David?

Pero, ¿Cuánto valor tiene un ser humano? ¿Somos todos iguales


ante Dios? ¿Cuál es la escala que Dios usa para medir la valía
humana? Es necesario que recordemos unas hermosas promesas
divinas:

 Porque a mis ojos eres de gran estima, eres honorable, y


yo te amo… (Isaías 43:4)
 Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su
sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre;
a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos.
Amén. (Apocalipsis 1:5,6)
 Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo
coronaste de gloria y de honra”. (Salmos 8:5)
 “El Señor se chasquea cuando su pueblo se tiene en
estima demasiado baja. Desea que su heredad escogida
estime según el valor que el le ha atribuido. Dios lo
quería así, de lo contrario no hubiera mandado a su
hijo en una empresa tan costosa”. 28
 “Muchos que son aptos para realizar una obra excelente,
logran muy poco porque a poco aspiran. muchos
cristianos pasan la vida como si no tuvieran un gran fin
que perseguir, ni un alto ideal que alcanzar. una causa
de ello es lo poco en que se estiman. Cristo dio un
precio infinito por nosotros, y quiere que estimemos
nuestros propios valores en conformidad con dicho
precio” 29

Mefi-boset recibió los beneficios del rey de pura bondad. Como


se recibe la gracia de Dios. El no hizo nada para recibirlo; la
misericordia del rey lo cubrió para llevarlo a vivir con él. Cada
día cuando se sentaba a la mesa del rey recordaba la bondad
de su benefactor. Así como David recibió en su casa y en su
mesa al pobre Mefi-boset, también tú y yo tenemos acceso por
Jesucristo a las bendiciones y a los goces de la tierra nueva.
Somos príncipes y princesas del reino de Jesucristo. ¡Qué
bondad más sublime! ¡Alabado sea nuestro Dios por su
abundante gracia!

Y moraba Mefi-boset en Jerusalén, porque comía siempre a la


mesa del rey; y estaba lisiado de ambos pies. (2 Samuel 9:13)
PENSAMIENTO CLAVE

La lucha entre el bien y el mal no se ha vuelto menos fiera de


lo que era en los días del Salvador. El camino al cielo no es
más liso ahora que entonces. Debemos apartar todos nuestros
pecados. Debemos abandonar toda indulgencia predilecta que
obstaculice nuestro progreso espiritual. Si el ojo derecho o la
mano derecha nos son causas de ofensa, debemos sacrificarlos.
¿Estamos dispuestos a renunciar a nuestra propia sabiduría y a
recibir el reino de los cielos como niñitos? ¿Estamos dispuestos a
deshacernos de nuestra propia justicia? ¿Estamos dispuestos a
sacrificar la aprobación de los hombres? El premio de la vida
eterna es de valor infinito. ¿Estamos dispuestos a dar la
bienvenida a la ayuda del Espíritu Santo y a cooperar con él,
haciendo esfuerzos y sacrificios proporcionados al valor del
objeto a obtenerse?30
…………………………….……………..

SECCION III
DESAFIO Y DESTINO
…………………………….……………..
La época que nos ha tocado vivir presenta desafíos enormes.
No podemos darnos “ el lujo” de descuidarnos y mucho menos
dormirnos frente a vida. La juventud de hoy se enfrenta a los
más grandes retos de la historia humana. La modernidad
presenta ante ellos los avances más sofisticados de la ciencia y
es en este plano donde se presenta la batalla de los siglos por el
dominio del ser humano. ¿Quién, domina a quién? ¿Con cuáles
armas pelean nuestros enemigos? ¿Qué espera Dios de sus
jóvenes? ¿Cómo sobrevivir a esta era postmoderna? Estas
interrogantes necesitan ser confrontadas por cada líder juvenil.
Y las respuestas deben ser claras y certeras, sin ambages, ni
zonas grises. De la forma que reaccionemos ante esos desafíos
dependerá el destino predicho por Jeremías en el salmo
primero. “será como árbol plantado….”
Capítulo 10

Eutico
Peligros en la vida de un líder

Hacía mucho calor en aquel lugar. A lo mejor eran las lámparas


encendidas que además desprendían humo muy espeso o lo
repleto que se encontraba aquel salón ubicado en el tercer piso
de la casa. Hacía mucho tiempo que no se veía algo así porque
no siempre se reunía mucha gente, pero ésta era una ocasión
muy especial en la pequeña congregación de la ciudad marítima
de Troas.

Dos predicadores habían llegado ese día y la casa que servía de


templo rebosaba de gozo, tanto así que aquel predicador
prolongó su discurso hasta pasado la media noche y pensar que
todavía faltaba participar del pan sin levadura.

Esta vez Eutico llegó tarde, ya todos sus amigos estaban


sentados en sus lugares. Se escurrió por el pasillo distrayendo a
todos los presentes. No había un lugar para él. Observó
detenidamente y divisó un mejor lugar para él. Le costó mucho
trabajo llegar a montarse en aquella ventana. Era un lugar muy
alto y peligroso. El tercer piso de la casa.

¿Por qué será que a los jóvenes les encanta el peligro? Nada los
espanta, los atemoriza o los acobarda. Aquella ventana se
convirtió para él en el mejor lugar. De hecho, tenía una vista
espectacular. Un mar de cabezas abajo y un cielo iluminado por
las lámparas arriba. Allí no había calor. La brisa del
mediterráneo soplaba y la humedad dejaba en su rostro una
sensación de bienestar en aquella madrugada.

Eutico podía escuchar y mirar a Pablo predicando y al mismo


tiempo podía ver y escuchar lo que pasaba afuera. Una ciudad
marítima que no dormía y que ofrecía un cóctel de diversiones
y mundanalidad.

¿Saben queridos jóvenes?, ésta en una realidad que hoy están


viviendo los jóvenes cristianos. Buscan lugares neutrales en su
relación con Dios. Sitios que les permitan disfrutar “lo mejor”
de ambos mundos. Están en la iglesia y no están. Poseen una
mente dividida. Y olvidan lo que dice Jesús, “No se puede
servir a dos señores…” (Mateo 6:24).

He podido notar la falta de un verdadero compromiso con


Dios y su causa en la vida de algunos Jóvenes. Esto es muy
triste.

Eutico, cuyo nombre significa “feliz” era realmente feliz y más


que feliz, era acomodadizo a las circunstancias. Todo lo
racionalizaba. En su vida parecía que el fin justificaba los
medios. Pensaba que al fin y al cabo estaba en la iglesia. No
importaba que no fuera fiel pero estaba en la iglesia. Al menos
era lo que él pensaba.

Mi apreciado joven, mi querida señorita, necesitas toda tu


atención, toda tu energía, toda tu feminidad y tu hombría,
toda tu capacidad para obedecer a Dios indivisamente. Hoy el
mundo pide a gritos líderes que muestren el camino a seguir
por la juventud desorientada y lo espera de aquellos que dicen
conocerle y obedecerle. No podemos ser señales de confusión
para ellos. Necesitamos un compromiso cabal y absoluto con
Jesucristo nuestro Salvador. Es ahora o nunca. Todo esto está
llegando a su consumación.

La noche avanzada y el cansancio, el calor de las lámparas y el


estupor del humo hicieron efecto en Eutico quien comenzaba a
dormitar. Dormir en muy placentero ¿cierto? Sobre todo
descansar luego de un intenso día de estudio o trabajo. El
sueño es una bendición. Es nuestra jornada obligatoria de
restauración física y mental. Pero ocho horas es suficiente, no
más. Lo que exceda de allí es otra cosa. Todo tiene su tiempo.
Dormir cuando hay que estar despierto puede ser peligroso.
Más todavía en el caso de Eutico. Cualquiera de sus amigos
podía dormir plácidamente en las bancas de abajo. De hecho,
no había peligro alguno. Sólo un ronquido que distrajera al
predicador. Pero nada más. Pero Eutico no podía darse ese
lujo. Sin embargo la Biblia dice que estaba profundamente
dormido. Eso era peligrosísimo y él no lo consideró. Y como
resultado lógico, cayó estrepitosamente, muriendo en el acto.
¡Qué tragedia más grande para la iglesia la de aquella
madrugada en Troas!

¿Cuántas situaciones de peligro afrontas hoy? ¿Te has percatado


de las trampas del enemigo, de sus lazos mortales? ¿Duermes
cuando deberías velar? ¿Dormitas en lugares inconvenientes?

Aún en la iglesia, si estas dormido y encaramado en una


ventana muy alta, estas en verdadero peligro amigo mío.
Desciende de la ventana ahora, por favor. Vuelve sobre tus
pasos ahora que tienes vida en tu cuerpo. Es el momento de tu
salvación.

La experiencia nos ha demostrado que ese tipo de caída es


mortal. Más aún cuando se cae hacía fuera de la iglesia. Casi
nunca se cae hacia adentro del templo, si fuera así no seria una
caída seria, sólo un gran susto y unos cuantos moretones.

Si en el peor de los casos te vas a caer de la ventana de la


iglesia que sea hacia dentro, allí siempre encontrarás personas
muy buenas que se preocupan por ti. Pero si caes al otro lado,
hacia afuera, el golpe será seco y letal. Esta lección es repetitiva,
no cambia, siempre la misma consecuencia; desesperación,
lamento y muerte.

La vida pende de un hilo, es como un suspiro. Ahora la


tenemos y en el próximo instante se nos ha ido. Es un simple
soplo. Pero, ¡Qué gran responsabilidad tenemos para
administrarla con prudencia y sabiduría! Nota esto, Eutico, en
un momento dormía en la ventana y unos segundos después
dormía en el piso. No despertó nunca de su peligroso letargo.
Sólo la misericordia de Dios le devolvió la vida esa misma
noche. ¿Pero cuántos jóvenes no pasan diariamente a la
eternidad sin estar preparados para encontrarse con su Juez?
¿Cuántos de ellos no tuvieron una segunda oportunidad? Ese
riesgo es muy grande, yo no lo recomiendo a nadie.

El muchacho “feliz” de la historia bíblica es un fruto de la


inmensa misericordia de Dios. Ese es uno de los atributos de
nuestro Señor que más admiro. Él es el Dios de las segundas
oportunidades.

Querido amigo, eso es lo que tú y yo necesitamos hoy. Otra


oportunidad, una renovación espiritual. Una experiencia más
profunda y real con Jesús. Oro para el Señor guíe tu vida y
pueda darte las oportunidades que necesitas para encontrarte
finalmente salvo en la tierra nueva. Pero no olvides que no
siempre las cosas se dan como en la vida de Eutico, muchos se
pierden irreversiblemente, nunca despertaran sino fuera de la
ciudad santa.

¡Qué privilegio el de Eutico! Vivir nuevamente. Estoy seguro


que ese episodio cambió definitivamente su vida. Esa puede ser
también tu única posibilidad. Decide vivir una vida responsable
y feliz al lado de Jesús.
Capítulo 11

Ananías, Misael y Azarías


El campo de batalla de un líder

Lo que miró por encima del muro lo dejó perplejo. Nunca


había visto algo parecido. Una innumerable hueste de soldados,
carros y caballería apostados a una corta distancia de su ciudad
natal. Las cosas habían ido de mal en peor para el rey Joacim.
A sólo tres años de su reinado Nabucodonosor rey de Babilonia
vino a Jerusalén y la sitió. Ahora era cuestión de tiempo, solo
esperar que los demonios del hambre, la sed y la desesperación
hicieran su efecto mortífero en los resignados habitantes de la
capital Judía. La suerte estaba echada. Nabucodonosor ganó la
batalla. “El Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá
(Daniel 1:2)

Este primer capítulo del libro de Daniel, nos presenta una


realidad ineludible. La aparente derrota no sólo de los ejercidos
judíos, además de los tesoros de la casa de Dios, sino también
el “secuestro” de Dios mismo a manos del imperio de turno en
la historia humana, Babilonia. Era común pensar que cuando un
pueblo perdía una batalla, no sólo era un asunto militar sino
también espiritual y religioso. Se creía que los dioses de los
pueblos vencidos también eran derrotados y sometidos por los
dioses vencedores y su tesoros eran llevados como botines de
guerra para aumentar las riquezas y suntuosidad de las casas de
sus dioses locales. “… y parte de los utensilios de la casa de
Dios y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó
los utensilios en la casa del tesoro de su dios.” (Daniel 1:2)

¿Sería Jehová de los Ejércitos llevado cautivo por un rey


pagano? Ya lo veremos. Lo que no se niega es que a Aspenaz se
le ordenó que “trajese de los hijos de Israel, del linaje real de
los príncipes, muchachos…” (v. 3). Diez mil de ellos ya habían
sido llevados a Babilonia por Nabucodonosor en su segunda
incursión en el país semita. Ahora serían algunos más.
Si notamos las particulares características de estos jóvenes
hebreos nos percataremos de las vendederas intenciones de los
vencedores sobre los vencidos. Estos jóvenes no fueron
tomados al azar. Fueron escogidos después de un riguroso
proceso de selección. “en quienes no hubiese tacha alguna, de
buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y
de buen entendimiento”. (v. 4)

La vida cambia siempre, cambia de pronto. El cambio es lo


único fijo en la vida. Hoy estás bien, estás en casa de tus
padres, de pronto ya no los tienes a ellos, ni a tus hermanos,
primos, tíos; no tienes a nadie. Todo ha cambiado. Has
perdido todo, hasta tu ciudad ha sido devastada. Ahora estás
lejos, en una ciudad moderna y avasallante. Entras por aquellas
grandes puertas de hierro forjado. No en un carro, sino
caminando jadeante llevando atados a tus tobillos y muñecas,
largas y ruidosas cadenas. Formas parte de una larguísima
procesión de muchachos esclavos de guerra. Al parecer tu Dios
ha muerto. ¿Qué hacer? ¿En qué pensar?

Sigamos con la descripción de estos jóvenes, el narrador bíblico


escribe que eran, “…idóneos para estar en el palacio del
Rey…” Al menos no harían trabajos serviles. El palacio
babilónico era su nuevo hogar. ¡Nada mal para unos esclavos
extranjeros!

Las ventajas eran de las mejores: “…y que les enseñase las letras
y las lenguas de los caldeos”. El mismo rey Nabucodonosor se
encargaría de la supervisión de su educación. La mejor
universidad, los mejores maestros de idiomas y literatura.
También su comida y bebida era la de los reyes. Realmente
parece una película de ficción. Demasiado bueno para ser
verdad. Todo estaba preparado. Todo era parte de un plan.
¿Cuál? Ya lo veremos.

Tres largos años marcarían el fin de su aprendizaje. “…y que los


criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante
del rey”. Ahora había llegado la prueba final. Sería un examen
oral aplicado por el mismo monarca caldeo. “…y el rey habló
con ellos y no fueron hallados entre todos ellos otros como
Daniel, Ananías, Misael y Azarías…” “En todo asunto de
sabiduría e inteligencia que el rey les consultó, los halló diez
veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en
todo su reino.”(v. 19,20)

¡Qué sesudos eran estos jóvenes hebreos! Si hurgamos un poco


en este primer capítulo del libro que nos ocupa notaremos dos
claves de liderazgo en la vida de estos exitosos universitarios. La
primera es una clara determinación de no contaminarse con la
porción de la comida del rey ni con su bebida. Dice
textualmente que “Daniel propuso en su corazón.” (v. 8).

Una proposición es una decisión que se mantiene firme en el


tiempo. Una decisión inconmovible de hacer realidad los
dictados de una conciencia superior que todo lo determina. Los
dictados de Dios como el Señor de nuestra vida. Es
inquebrantable el poder de una decisión. Más aún cuando esta
decisión tiene que ver con una firme determinación de hacer la
estricta voluntad de Dios. Todas las fuerzas del mal nunca
podrán doblegar la columna vertebral del joven que quiere
mantenerse erguido en medio de un mundo que se cae a
pedazos. ¡Cuánto jóvenes con este calibre necesitamos en
nuestras iglesias, nuestras universidades y nuestras sociedades!.
Hombres de propósitos firmes que den al pecado el nombre
que le corresponde. Hombres que nos sean esclavos de las
circunstancias, sino dueños de sus mentes y cuerpos sometidos
únicamente a la voluntad de su Creador. ¡Oh Dios, danos más
jóvenes de propósitos inmovibles para acabar tu obra!

Nunca subestimes el explosivo poder de una firme


determinación de ser fiel a Dios. Todo gira en torno a
decisiones. Decidimos vivir en vez de morir, decidimos
ejercitarnos en vez de permanecer fosilizados. Decidimos,
decidimos a cada instante. Señor, ¡qué privilegio nos has
otorgado al hacernos árbitros de nuestras propias vidas y
destinos! ¡Ayúdanos a decidir por el bien, por la salud, cuando
tantos buscan el mal y la muerte!

La otra clave está en el cuidado de la salud. Cada mente


cultivada necesita el respaldo de un cuerpo que responda a los
sanos criterios de las decisiones. Un líder no negocia los
principios de salud. No importa que nadie lo vea. No importa
que no haya nada más, no importa los parámetros que
establece la sociedad. La decisión por la salud es lo mejor. Éste
fue parte del secreto del éxito de nuestros jóvenes
protagonistas.

¿Qué era lo que estaba detrás de tantas atenciones y privilegios


para nuestros muchachos hebreos? ¿Hasta dónde quería llegar
el rey de Babilonia? ¿Eran beneficios aislados o formaban parte
del sitio inicial de la capital israelita, del dominio de uno sobre
el otro? Creo que no. Puedo afirmar que había una intención
premeditada de transculturización. Es decir una intención de
borrar el judaísmo de la mente de estos jóvenes. Era una
verdadera guerra asimétrica. El mal contra el bien. La batalla
milenaria. Lo notamos al analizar el versículo siguiente: “A
estos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel
Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-
nego. (v. 7)

A simple vista podríamos interpretar el cambio de nombre


como un simple gesto de cortesía de parte del funcionario
caldeo. Sin embrago si analizamos los significados de los
nombres hebreos y caldeos notaríamos que Daniel significa
“Dios es mi juez”, mientras que Beltsasar “guarda de los tesoros
escondidos de Bel”; Ananías fue cambiado por Mesac. El
primero significa “Dios es misericordioso”, mientras que el
segundo “inspiración del sol, representante de la Diosa Aku”. Y
finalmente Azarías “Jehová es mi ayudador” fue sustituido por
Abed-nego que significaría “Siervo de Nabú.”

Esto no es casualidad o simple cortesía y protocolo babilónico,


sino la intencionalidad de suprimir de las vidas de los
muchachos sus raíces religiosas. Es la intención de someter, de
ganar, de desplazar al enemigo cultural y religioso en la batalla
del mal contra el bien.

El enemigo sabe lo que está haciendo. De manera solapada ha


ideado un plan para desplazar de la vida del líder juvenil de
hoy todo lo que tenga que ver con Dios, Jesús y su evangelio.
Hace parecer a los que se oponen como ridículos y anticuados
que no se adaptan a la modernidad. Los principios bíblicos y
morales fijados en las mentes de los jóvenes son sus blancos
predilectos. Quiere sustituir la espiritualidad por la
mundanalidad.

La mente se ha convertido hoy en un verdadero campo de


batalla. Cada medio de comunicación moderno cual, tanque
alemán, ha enfilado sus cañones para ganar cada milímetro de
neurona posible. Es una batalla silenciosa pero incisiva. Sin nada
de tregua. Nuestros sentidos, como avenidas del alma, son
estimulados permanentemente y trasladan a nuestro cerebro
cualquier cantidad de información en sólo fracciones de
segundos. Al parecer somos víctimas resignadas del enorme
poder de la publicidad y las técnicas más avanzadas de
mercadeo. Sin duda alguna la mente en un campo de sangre.

¿Cómo así? Intentemos contestar estas preguntas ¿Qué hay en


la mente de un productor de cine? ¿Cuál es la intención de la
compañía que lo respalda? ¿Está Hollywood interesado en la
moralidad del mundo? ¿Cuál es la ética que rige la vida del cine
mundial? ¿Qué vemos en nuestras pantallas de TV? ¿No es
violencia, brujería, hechicería, sexualidad desenfrenada, vicios,
glotonería, engaños y muerte? ¿No será que el mundo está
siendo cambiado a la mentalidad de la mayor empresa
cinematográfica del mundo? ¿Quién determina para ellos lo
que es verdad o mentira, realidad o ficción?

Pareciera que lo bueno es tragado por lo malo. Y nuestros


sentidos están cauterizados para notarlo. Los medios
determinan la moda, la dieta, la forma de gastar el dinero, el
matrimonio, las formas de recreación y diversión. ¿Qué locura
es esta?

Vemos impávidos la forma como son pisoteados y escarnecidos


los principios morales que deben regir la vida en familia y el
matrimonio en las telenovelas venezolanas. Nada más
absurdo. Se endiosa la fornicación y el adulterio anda de fiesta.
La inmoralidad y la chabacanería son el plato fuerte de cada
día. ¡Y pensar que somos transformados por lo que vemos! La
lucha por el control de la mente es a muerte.

Reflexionando un poco notamos que nuestros sentidos deben


ser purificados por Dios a través del Espíritu Santo. Como
líderes no podemos permitir que se nos gane la batalla en
nuestro propio terreno. Es nuestra mente. Nada que no sea
puro debe sembrarse en nuestro consciente. No olvidemos que
devolvemos lo que hemos acumulado allí. Esto va a determinar
nuestras acciones presentes y futuras.

Jóvenes queridos, si abriéramos los ojos espirituales notaríamos


ángeles yendo a toda prisa de aquí para allá tratando de
minimizar el efecto devastador de la mundanalidad. Nuestros
oídos mortales escucharían el batir de sus alas a nuestro
alrededor tratando de socorrernos. Estamos frente al tiempo
final de nuestra historia y el diablo ha jurado tu destrucción y
aniquilamiento. No lo permitas. Busca refugio tras la peña,
Cristo debe ser lo primero en tu vida.

Si regresáramos a la velocidad de la imaginación a Babilonia


ahora mismo, tendríamos que refugiarnos tras aquellas grandes
columnas para protegernos del candente sol y de la fuerte brisa
mezclada con arena que arde al chocar en la cara. Es la llanura
de Dura. Erigida a lo lejos se ve la impresionante estatua de
Nabucodonosor. Todos inclinados parecen un inmenso
sembradío de hombres regados a todo lo largo y ancho del
desierto. La música de la zampoña es interrumpida por la
compañía de soldados que arrastran violentamente a tres
jóvenes. Mejor vamos tras ellos, no me perdería por nada del
mundo el final de esta historia.

Nabucodonosor se quedó abismado. No podía creer que tres


de sus mejores funcionarios fueron presentados ante él bajo los
cargos de desobediencia civil. “Hay unos varones judíos, los
cuales pusiste sobre los negocios de la provincia de
Babilonia…Estos varones no te han respetado; no adoran tus
dioses, ni adoran la estatua de oro que has levantado…” Habló
Nabucodonosor y les dijo: ¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abed-
nego, que vosotros no honráis a mi dios, ni adoráis la estatua
de oro que he levantado? (Daniel 3:14)

La acusación de los enemigos tenía que ver mucho más que la


simple adoración de una estatua. Eran acusados de irrespeto al
rey y de negación de adoración a los dioses del rey. ¿Qué tenía
que ver la adoración de la estatua de oro con esto otro? Esto
también se nota en la pregunta del rey a ellos. “¿…vosotros no
honráis a mi dios?” Si notamos hay una relación directa y
estrecha entre la adoración a la simple estatua y la honra y
adoración a las deidades babilónicas.

El rey esperaba desmentir lo que los enemigos de los hebreos


aseveraban. Y hace la pregunta con la esperanza de que ellos
mismos nieguen tal acusación. No sin antes recordarle la pena
que recibirían si se comprobaba que ellos eran culpables.
Hasta este instante la batalla se peleaba a nivel personal. Es
decir Nabucodonosor frente a los determinados jóvenes
hebreos. Pero la pregunta que hace el rey al final del versículo
quince da a esta lucha otra dimensión. Es ahora Dios el que esta
siendo desafiado. Tamaño error cometido por este rey pagano.
¿Atreverse a desafiar al Dios del universo? ¡Ahora será el
mismo Jehová quien vendrá a defender la causa de sus hijos! Ya
lo veremos.

La reacción de los muchachos no se hizo esperar: No es


necesario que te respondamos sobre este asunto. (v. 16). ¡Mira
esa respuesta! ¡Mira esa respuesta, querido joven! Aquí no hay
condescendencia con el mal. Ni titubeos. Pura determinación y
firmeza. Cuestiones como éstas nunca estarán en discusión, la
adoración le pertenece sólo a Dios.

Jehová podía librar a sus hijos del horno de fuego ardiente.


Pero si no lo hacía, no obstante ellos mantendrían su fidelidad
a todo riesgo. Su decisión no estaba supeditada a una liberación
milagrosa del Dios al cual ellos servían. Tomaron la previsión
del martirio como método de testimonio a sus enemigos. Aquí
hay fe. Una fe que deja en manos de Dios la libertad de hacer
como le place con sus hijos fieles.

Nada de lo que Dios hiciera o dejara de hacer podía minar la


firme determinación de los jóvenes de no adorar la estatua del
rey.

La reacción demoníaca de Nabucodonosor no se hizo esperar.


Fue urgente la orden y más urgente su cumplimiento. ¡Los
hebreos debían ser aniquilados! Alzados por sus verdugos
cayeron en medio del fuego abrasador. Y el milagro fue
Inmediato. Allí estaban de pie. El fuego apenas quemó sus
amarras y ahora se paseaban y conversaban dentro del horno.
Dios los estaba librando. No serían mártires. No serían
antorchas humanas. Dios los quería vivos. ¡Qué milagro tan
espectacular! ¡Qué poder tiene el Dios Altísimo!

Hay un pensamiento que me ha cautivado desde que oí al


pastor Alejandro Bullón comentar este episodio bíblico.
Imaginemos lo ocupado que debió ser la vida de Jesús en esos
tiempos. ¡Cuántos mundos por ministrar! ¡Cuántas
responsabilidades que cumplir en su ministerio salvífico en todo
el universo! Sin dudas, Jesús es un ser ocupadísimo. Sin
embargo, vino aquella tarde a visitar a sus hijos en un lugar
inusitado, un horno de fuego. Jóvenes queridos, tal
demostración de fidelidad nunca puede ser pasada por alto por
nuestro Dios.
Él se complace estar con sus hijos, pero mucho más con
aquellos que hacen su voluntad y los colocan como centro de
sus vidas de tal forma que lo exaltan por encima de todo lo
humano y lo elevan hasta la cúspide de cielo. Es decir, aman a
Dios como sólo Él lo merece y le son fieles a toda prueba.

Jesús viene para estar con nosotros en los momentos más


duros de nuestra vida. Cuando pasamos las peores pruebas.
Cuando recorremos el valle de sombra de muerte estará con
nosotros. ¡No lo olvidemos nunca! Jesús es fiel a sus promesas.
Se metió en la candela con ellos. No los miró desde afuera,
entró a donde ellos estaban y los salvó del poder fulminante
del fuego. ¡Alabado sea Jesucristo nuestro Salvador!

¿Cuántos jóvenes fieles necesita Jesús para manifestar su poder


y darle su compañía? ¿Cuántas mentes cautivas por su amor y
su Espíritu Santo necesita para transformar este mundo en un
mejor lugar para vivir? ¿Cuántos necesita para darle al pecado
el nombre que le corresponde? Muchas mentes, por supuesto,
pero ojalá que hoy al menos tenga la tuya y la mía. ¡Oh,
cuánto lo necesitamos Señor!

Aquella tarde se demostró que Dios no fue tomado cautivo por


los dioses caldeos. Nunca será sometido por nadie. Dios es
soberano, pero sí quiere apresar tu vida para siempre!
Capitulo 12

Samuel
Los desafíos de un pequeño líder

¿Cuáles son los desafíos más grandes que enfrentas hoy?


¿Contra qué luchas? ¿Qué espera Dios de ti en medio de este
conflicto? ¿Con cuáles armas te defiendes tú?

Al adentrarnos en la siguiente historia responderemos estas


inquietantes preguntas. Se inicia en el período transitorio de la
historia de Israel cuando era gobernada por los jueces. Líderes
locales que aparecían aquí y allá. Libraban luchas tribales y la
religión los unía alrededor de los servicios ofrecidos en el
santuario. El liderazgo religioso era llevado de manera liviana
por el sumo sacerdote Elí. Sus hijos carentes del respeto a las
cosas santas hacían y deshacían al antojo traficando con las
ceremonias del templo.

Dios necesitaba una reforma radical dentro del sacerdocio y su


mirada se dirigió no a un gran hombre sino a un adolescente de
apenas diez añitos, Veamos:

“Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces:


¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu
siervo oye” (1 Samuel 3:10)

Así sería la urgencia del caso, que Jehová optó por comunicarse
directamente con un jovencito de poca edad para hacerle saber
lo que necesitaba hacer. Pero ¿quién era Samuel? Su nombre
significa “oído por Dios o pedido a Dios” Samuel nació como
fruto milagroso de la matriz de una mujer estéril llamada Ana.
Fue el resultado directo de un profundo deseo de servir a Dios
a través de un hijo. Samuel tuvo el gran privilegio de tener una
madre piadosa que amaba y respetaba a Dios. Una actitud muy
extraña para la época Pero más extraño aún fue el tener que
cumplir la promesa de dedicarlo a Dios “…todos los días de su
vida”

Samuel llegó a formar parte de la familia de Elí pero las cosas


no iban bien en esa familia, no obstante, Dios tenía un plan
para Samuel. Su madre lo había dedicado a Jehová (1:28). El
ministraba en el templo (2:11) y lo hacía en la presencia de
Jehová (2:18). Crecía delante de Dios (2:21) Era acepto delante
de Dios (2:26).

Ahora podemos entender por qué Dios le habla aquella noche


y le encarga una obra de reforma espiritual cuál nunca se había
emprendido en Israel. ¿Pero si era apenas un niño? Te
preguntarás. Pero Dios ama a los niños y los usa en la medida
de su entrega y consagración. Samuel a su corta edad fue un
instrumento poderoso en las manos de Jehová.

Querido joven, no veas lo escaso de tus años, si de verdad


quieres servir al Señor Él te aceptará y te habilitará en el
momento más oportuno. Dios espera muchas cosas de ti.

La Biblia expresa claramente la conducta impía de los hijos de


Elí. Mira como dice: “Los hijos de Eli eran hombres impíos, y
no tenían conocimiento de Jehová” (1 Samuel 2:12). Este tipo
de comportamiento podía esperarse de cualquier otro joven de
Israel pero menos de los hijos del mismo sumo sacerdote. Aquí
se ve el peligro de la influencia de los líderes espirituales. Si los
líderes son corruptos e inmorales, ¿Qué se podría esperar del
pueblo? Elí era el único responsable de esto.

Como padre, había sido insensato en la corrección de sus hijos.


La indulgencia y el descuido paterno ahora daban sus frutos de
desobediencia y corrupción. Los pecados de esos jóvenes
impíos consistían en el abuso al exigir la carne cruda de los
animales, a las personas que los traían para ofrecerlos en el
templo y, si no se lo entregaban, se lo tomaban por la fuerza.
Esto desvirtuaba el significado de las ofrendas. Pero peor aún,
estos jóvenes dormían con las mujeres que velaban a la puerta
del tabernáculo de reunión. ¡Y pensar que el pequeño Samuel
veía ese estado de cosas!

Aquí hay una profunda lección para los jóvenes líderes que
quieren servir a Dios. No hay ambiente que pueda corromper
el alma de aquel que ama a Dios sobre todas las cosas. Muchos
chicos se excusan detrás de la fama del barrio donde nacieron
para justificar sus actitudes antisociales e inmorales, pero eso no
necesariamente tiene que ser así. Tú tienes el control y la
facultad de decidir como vivir.

Tú, querido joven, determinas si eres esclavo o amo de las


circunstancias. Tú debes afectar el ambiente donde vives y no
permitir que sea éste el que determine tu manera de pensar y
actuar. Samuel no se contaminó con la corrupción de sus
asociados. Recuerda que los lirios crecen en los pantanos y ni
aún Salomón se vistió con la belleza de uno de ellos.

Hoy día muchos jóvenes han fracasado al no entender éste


principio de vida. Ese círculo vicioso debe romperse. Si tus
padres, tíos, amigos y maestros han sido infieles, no tienes que
serlo tú también. Rompe las cadenas que pretenden determinar
las circunstancias para tu vida. Dios da fortaleza para hacer las
cosas diferentes ahora. Samuel no se amoldó sino que fue
usado por Dios para reivindicar la pureza del ministerio sagrado
y la limpieza de la corrupción espiritual imperante en su
tiempo.

Estos son los desafíos planteados en las preguntas iniciales del


capítulo. Tú y yo somos “Samueles” modernos. Nos ha tocado
vivir una época impregnada de cultura postmodernista. Donde
todo es relativo y la mundanalidad impera en todas las facetas
de la vida juvenil. El diablo ha jurado erradicar de la mente y
del corazón de todo joven cristiano todo vestigio de fidelidad y
entrega. La liviandad y la carencia de un verdadero
compromiso espiritual están haciendo mucho daño en la
juventud de nuestras iglesias. Jóvenes queridos, es el momento
de actuar. Es el momento de pelear la batalla final por nuestras
propias almas y las de nuestros familiares y amigos. ¡No hay
tregua!

Mira como lo expresa Elena de White en un llamado elocuente:

Cuando la religión de Cristo sea más despreciada,


cuando su ley sea más menoscabada, entonces deberá ser
más ardiente nuestro celo, y nuestro valor y firmeza más
inquebrantables. El permanecer de pie en defensa de la
verdad y la justicia cuando la mayoría nos abandone, el
pelear las batallas del Señor cuando los campeones sean
pocos, esta será nuestra prueba. En ese tiempo, debemos
obtener calor de la frialdad de los demás, valor de su
cobardía y lealtad de su traición. 31

Oro para que nuestra respuesta sea la misma del jovencito


Samuel: “Habla, Jehová, porque tu siervo oye” (1 Samuel 3:9)
Capitulo 13

Nehemías
La fuente de poder de un líder

La burbujeante copa temblaba en su débil y delgada mano. No


se atrevía a mirar la cara del rey. Con la ayuda de su largo y
colorido turbante disimulaba la palidez de su rostro. La
disciplina del ayuno cobraba su secuela. La condena era
gravísima. Muerte segura para quien se atreviera a presentarse
enfermo, apenado, triste o amargado delante del soberano de
Persia.

Sin embargo, nada pasa desapercibido ante el monarca más


poderoso de la tierra entonces. Y emplaza a su copero judío
con la penetrante interrogación: ¿Por qué está triste tu rostro?
(Nehemías 2:2) El rey se había dado cuenta que no estaba
enfermo sino que padecía de un gran quebranto de corazón .
Entonces el terror se apoderó de Nehemías. La hora de la
verdad había llegado. ¿Cómo encontrar las palabras para
transmitirle al emperador la verdadera razón de su deterioro?
Balbuceó una última y veloz oración. Entonces la diplomacia
del cielo inundó su corazón y de sus labios se escurrió la
siguiente petición: ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la
ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus
puertas consumidas por el fuego? (v.3)

En ese momento el rey ya había olvidado la ofensa cometida y


ahora lo asaltó la curiosidad por la extraña pregunta de su
súbdito. ¿Qué cosa pides? - Inquirió intrigado. Y nuevamente
la mente de asustado copero se eleva en brevísima oración
tratando de articular las frases más vigorosas para su locuaz
discurso. Si le place al rey, y tu siervo ha hallado gracia delante
de ti, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis
padres, y la reedificaré. (v.5) La respuesta del monarca cayó a
sus oídos cual suave música. Y agradó al rey enviarme. (v.6)
Desde ese día la vida de Nehemías no sería jamás la misma.
Más tarde en su mansión, los fuertes aplausos rompieron el
silencio de aquella amplia y lujosa sala. Todos sus amigos
festejaban la buena voluntad de Dios a través del rey Artajerjes.
Al fin podrían regresar a su ciudad natal. Algunos de ellos ni
siquiera conocían su país. Ahora jóvenes y viejos estaban
felices. La devoción había hallado gracia a los ojos de Jehová.
Jerusalén sería finalmente reedificada.

Nehemías se aleja del bullicio y recorre el largo pasillo que


separa las habitaciones de su palacete. Pensativo mira a su
alrededor; lámparas, alfombras, tapices, cortinas, mármoles,
etc., todo describía el profuso lujo de su alta posición social.
Pero todo debía dejarse de lado para emprender el viaje de
trabajo que le mantendría lejos de la capital por algunos años.
Pero bien valdría la pena con tal de cumplir los designios de
Dios.

Nehemías, cuyo nombre semítico significa “Jehová consuela”,


era un funcionario de la más alta confianza del emperador de
Persia. Era un hombre letrado e intelectual. Quien a pesar de
ser hijo de un ex-gobernador de la devastada Judea llamado
Hacalias, había alcanzado un privilegiado empleo por sus altos
méritos y habilidades administrativas sobresalientes. Aunque
todo ello le obligó a convertirse en uno de los eunucos de la
corte.

¿Qué había llevado a este alto funcionario a arriesgar su propia


vida ante su jefe? ¿Por qué estaba en tal condición de salud?
Vayamos al inicio de esta apasionante historia entonces.

Hanani, el hermano de Nehemías había regresado de un largo


viaje por las antiguas tierras de sus ancestros y había traído
noticias de la condición tan deplorable de la ciudad de
Jerusalén; sus muros y sus puertas ennegrecidas y consumidas
por el fuego. Y peor aún el pequeño remanente judío sufría los
espantos de la afrenta y la desidia.
Fueron las crónicas traídas por sus coterráneos los que
despertaron el patriotismo y el celo espiritual de uno de los
más grandes líderes de la historia bíblica: Nehemías.

¿Qué motivó a Nehemías a emprender tan ambiciosa empresa?


¿Cómo es posible tener tal visión? ¿Con qué instrumentos
construyó su ideal? ¿Por qué inició con tal actitud de humildad?
¿Qué necesidad tenia de dejar la comodidad de su casa en Susa
para molestarse e ir a enfrentar tales obstáculos?

La única respuesta que consigo a estas preguntas es: Nehemías,


era un auténtico líder. Y los líderes no esperan que las cosas
sucedan sino que son ellos quienes hacen posibles los cambios y
las condiciones para que las cosas se den.

Aquí hay mucho que aprender sobre liderazgo, queridos


jóvenes. Necesitamos dar un serio recorrido por el libro de
Nehemías para encontrar allí innumerables lecciones y
principios del legítimo liderazgo bíblico juvenil.

Un líder cristiano no es quien se acomoda y contempla la tarea


cruzado de brazos. Es quién emprende la búsqueda de
soluciones mientras los demás duermen o pasean. Con la
tenacidad del cielo se lanzan por la rampa de la vida arrasando
con cada dificultad y logrando el propósito a toda costa. Pero
comienza por el principio.

¿Sabes dónde comienza el éxito de un verdadero líder juvenil?


En el mismo lugar donde comenzó el de Nehemías. De rodillas
ante el Dios del universo. Allí donde el único testigo de nuestra
devoción es sólo Jehová. Allí donde nadie nos ve. Donde la
incapacidad del líder se nutre de la capacidad de Dios. Donde
la pobreza del líder se enriquece de la abundancia de Dios.
Donde la ceguera del líder se guía de la visión celestial. Donde
los planes del líder hacen reír a Dios.

Queridos jóvenes, éste fue el secreto de la eficacia de Nehemías


para comunicar su plan al rey Artajerjes. No fue su elocuencia
lo que logró el favor de su superior. Fueron los momentos de
ayuno y oración al lado de sus hermanos y amigos, cuando las
noches se le hacían interminables y los días húmedos de llanto
y devoción. ¿Cuánto necesitamos tal religiosidad? Es esto lo que
necesita nuestro liderazgo reseco. Más de Dios y menos del
hombre.

A partir del versículo cinco del primer capítulo de su libro se


registra la extraordinaria oración intercesora que brotó de un
corazón tocado e impelido por el sagrado fuego del cielo. ¡Qué
belleza! Mira:

Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y


temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que
le aman y guardan sus mandamientos; esté ahora atento
tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu
siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los
hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los
hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la
casa de mi padre hemos pecado. En extremo nos hemos
corrompido contra ti, y no hemos guardado los
mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés
tu siervo. Acuérdate ahora de la palabra que diste a
Moisés tu siervo, diciendo: Si vosotros pecareis, yo os
dispersaré por los pueblos; pero si os volviereis a mí, y
guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra,
aunque vuestra dispersión fuere hasta el extremo de los
cielos, de allí os recogeré, y os traeré al lugar que escogí
para hacer habitar allí mi nombre. Ellos, pues, son tus
siervos y tu pueblo, los cuales redimiste con tu gran
poder, y con tu mano poderosa. Te ruego, oh Jehová,
esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la
oración de tus siervos, quienes desean reverenciar tu
nombre; concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale
gracia delante de aquel varón.

¿No es maravillosa? Allí encontramos sincera alabanza,


profundo ruego, abierta confesión y desesperada petición. Una
oración intercesora modelo para aplicarla en nuestras iglesias,
instituciones y departamentos juveniles.

Con tal celo espiritual ¿Cómo no iba a tener éxito Nehemías? Es


un excelente ejemplo a seguir por todos los que se consideran
líderes. El contacto con el infinito es esencial. La oración es
nuestra fuente de todo poder. Oremos queridos líderes, oremos
más, oremos con el corazón y luego avancemos con tenacidad.
La victoria está garantizada.
Capitulo 14

Salmo Primero
El destino de un líder

Este capítulo, por ser el último, tiende a resumir todo lo que


hemos querido decir en las páginas precedentes. Aunque
olvides todo lo leído, si sólo recuerdas las palabras de este
salmo y las pones en práctica, el éxito en tu vida estará
asegurado para siempre. El salmo uno es una joya de la
literatura sapiensal y te invito a aprenderlo de memoria y
hacerlo parte de tu ser. Léelo conmigo:

Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de


malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de
escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de
Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de
noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de
aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y
todo lo que hace, prosperará. No así los malos, Que son
como el tamo que arrebata el viento. Por tanto, no se
levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la
congregación de los justos. Porque Jehová conoce el
camino de los justos; Mas la senda de los malos
perecerá.

Este salmo se divide en dos partes; una positiva, en la que se


ponderan las excelencias del camino de la virtud (1-3), y otra
negativa, en la que se destacan las desgracias del que se aparta
de la ley divina (4-5), terminando con la recapitulación y
confirmación de la contraposición anterior (v.6).32

Dios bendice la senda del hombre recto que se dirige por su ley,
mientras que inhabilita al que se aparta de ella. La justicia
divina se ejerce en la tierra: el justo prosperará, mientras que el
pecador será privado de la protección divina. Y, por lo tanto,
le espera un triste destino. “El temor de Jehová es el principio
de la sabiduría” (Proverbios 1:7); por ello, el que quiera ser feliz
debe amoldarse a las exigencias de la ley divina, pues separarse
de ella no trae sino la desgracia, la esterilidad y la
desaprobación del Omnipotente.

En el mundo existen dos generaciones, la de los justos y la de


los impíos. El sabio pondera las ventajas del que escoge el
camino de la virtud, y destaca el fin desgraciado del que,
abandonando la ley divina, se conduce conforme a sus
caprichos y pasiones.

La conducta del justo es descrita primero negativamente en


apariencia, en cuanto que se abstiene de tomar parte entre los
malos, pecadores y escarnecedores de la ley. Los tres términos
expresan enfáticamente los grados de oposición sistemática a
Dios. Los malos o impíos son los ateos, que no quieren
reconocer la autoridad suprema de Dios. Los pecadores son los
que no se preocupan de la observancia de sus leyes; y los
escarnecedores son los que consideran debilidad el dejarse
llevar de sentimientos religiosos.33

Frente a todos ellos se levanta como una muralla inconmovible


la conducta del varón justo al que por ello se le saluda como
bienaventurado, porque se halla seguro en su proceder.

Frente a las ironías de los escarnecedores, que creen que el


único modo de triunfar en la vida es aprovecharse sin
escrúpulos de las buenas ocasiones, prescindiendo de las
exigencias de la ley divina. El salmista recalca que la verdadera
felicidad está en la conciencia tranquila y en la seguridad de la
protección divina, pues con ella le vendrán toda clase de
bendiciones, finalizando por triunfar en la vida.

Es de notar la gradación y evolución del pensamiento sapiensal


en el empleo de los términos: no anduvo, no estuvo, no se ha
sentado. El justo es el hombre que no se deja influenciar por los
consejos y exhortaciones de los malos, que no adopta el estilo
de vida de los pecadores, y con mayor razón, no toma parte en
los ataques de los escarnecedores contra la religión y la moral.

En realidad, si el justo toma esa actitud lejos de los pecadores,


es porque tiene bien enraizada la ley de Jehová en su corazón.
Es el centro de su vida espiritual y moral, y por eso en ella
encuentra su complacencia, y de día y de noche es el objeto de
su meditación.

El premio a su solicitud por amoldar la conducta a la ley son las


bendiciones de todo orden, que harán prosperar al justo como
árbol plantado junto a corrientes de aguas. La ley de Jehová da
vigor espiritual y prosperidad en el orden material, pues colma
de bendiciones a sus predilectos, que son los que van por su
senda. En cambio, los impíos no tienen estabilidad pues son
como la pelusa que arrebata el viento.

Querido joven, hoy la vida te parecerá contradictoria. A simple


vista vemos a los pecadores en aparente progreso, pero no es
así. Nunca en la historia humana se ha podido tener verdadero
éxito fuera de la obediencia a los preceptos divinos. Es la ley de
Dios la que rige todo. Somos parte de un gran conflicto y se
quiere hacer creer que los justos son tontos con aureolas, pero
al final de la vida se verá la gran diferencia.

Así lo expresa enfáticamente el profeta Malaquías: “Entonces os


volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo,
entre el que sirve a Dios y el que no le sirve. Porque he aquí,
viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y
todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá
los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni
raíz ni rama. Más a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá
el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y
saltaréis como becerros de la manada. (Malaquías 3:18; 4:1,2)

¡Siempre, siempre valdrá la pena ser leales a Dios, Amen!


GUIA DE ESTUDIO
GUIA DE ESTUDIO

Capitulo 1
____________________________________________________

1. ¿Qué valor espiritual se presenta en este capítulo?

2. ¿Qué no enseña en este capítulo sobre el liderazgo


juvenil?

3. ¿Quién era Ahimaas?

4. ¿Por qué crees que hay tantos jóvenes desorientados?

5. ¿Que podríamos hacer para ayudar a los jóvenes a


determinar su propósito en la vida?

6. Relata una experiencia personal de cómo se ha logrado


esto en la vida de algunos jóvenes
Capitulo 2

1. ¿Qué valores espirituales se presentan en este capítulo?

2. ¿Qué no enseña este capítulo sobre el liderazgo juvenil?

3. ¿Por qué fue tan importante la resolución de José de ser


fiel a Dios?

4. ¿Qué es la presión sexual y cómo se presenta?

5. ¿Cómo escapar a la presión sexual?

6. Analiza la siguiente cita aplicada a José y escribe tu


conclusión personal:
“La atención fiel al deber en toda posición, desde la más
baja hasta la más elevada, había educado todas sus
facultades para el más alto servicio. El que vive de
acuerdo con la voluntad del Creador adquiere con ello
el desarrollo más positivo y noble de su carácter.” (Elena
de White).

7. Comparte tus sueños y aspiraciones con el grupo.


Capitulo 3
______________________________________________________

1. ¿Qué valores morales y espirituales nos presenta este


capítulo?

2. ¿Cuáles eran las características de David como líder?

3. Enumera las cinco piedras de David, según la metáfora


usada.

4. Cuál considera tú, que es la piedra más importante.

5. ¿Por que escogió Dios a David como sustituto de Saúl?

6. ¿Cuál era la mayor fortaleza de David?


Capitulo 4
______________________________________________________

1. ¿Qué significa el nombre de Eliseo?

2. ¿Qué es un líder-siervo, y como lo ilustra Eliseo?

3. Según el siguiente párrafo ¿Por qué son esenciales las cosas


pequeñas?
Pocos se dan cuenta de la influencia de las cosas
pequeñas de la vida en el desarrollo del carácter.
Ninguna tarea que debamos cumplir es realmente
pequeña. Las variadas circunstancias que afrontamos día
tras día están concebidas para probar nuestra fidelidad, y
han de capacitarnos para mayores responsabilidades.
(Elena de White).

4. ¿Por qué la Biblia es tan esencial para la preparación


espiritual de un líder juvenil?

5. Completa estos textos y discútelos con tu grupo:

Como instrumento educador la Biblia no __________


___________. En la Palabra de Dios, ____ _________ halla
temas para la ____________________ más profunda y las
_________________________ más sublimes.

La Biblia es la historia más _________________________ que


posean los hombres. En la _____________________
_____________________ de las verdades presentadas en su
Palabra, la mente del estudiante entra en
____________________con la Mente infinita. Un estudio tal no
sólo ___________________ y _________________el carácter,
sino que inevitablemente amplía y fortalece las
________________________ ______________________.

Si se _________________________ la Palabra de Dios y se la


_______________________, daría al mundo hombres de
intelecto más __________________ y ___________________ que
cuantos puede producir la mayor aplicación al estudio de
________________ las materias abarcadas por la filosofía
humana. Produciría hombres _____________________ y
_________________________de carácter, de
__________________________ agudo y sano juicio, hombres
que glorificarían a Dios y beneficiarían al mundo.
Capitulo 5
______________________________________________________

1. ¿Cuál era la razón de la situación de caos en los tiempos


de los jueces de Israel?

2. ¿Te hubiera gustado vivir en los tiempos de Gedeón?


¿Por qué?

3. ¿Cómo están las cosas hoy en tu casa y en tu iglesia?

4. ¿Qué espera Dios de los líderes juveniles en situaciones


como las de Gedeón?

5. ¿Qué virtudes mira Dios para llamar a un joven a una


posición de liderazgo?

6. ¿Has pedido señales de tu llamado a liderar?


Capitulo 6
______________________________________________________

1. ¿Qué es la obediencia?

2. Relata de memoria el quinto mandamiento de la ley de


Dios.

3. ¿Por qué crees que la obediencia a los padres es


importante en la vida de un líder?

4. ¿Recuerdas alguna mala consecuencia cuando


desobedeciste a tus padres?

5. ¿Qué dice la ley de Moisés que se hacía al hijo


contumaz?

6. ¿Qué promesa presenta el apóstol Pablo a los hijos


obedientes?
Capitulo 7
______________________________________________________

1. ¿Cuáles fueron las indicaciones que dio el ángel a los


padres de Sansón respecto a su alimentación y crianza?

2. ¿Cuáles eran los talentos naturales de Sansón?

3. ¿Dónde comenzó el fracaso de Sansón como líder?

4. Enumera los síntomas del fracaso de Sansón

5. ¿Cuáles son los principios y valores en la administración


de la sexualidad tomados de la experiencia de Sansón?

6. ¿Qué es y cómo se aplica el “yugo desigual” en nuestras


relaciones amorosas?
Capitulo 8

1. ¿Qué nos enseña esta parábola moderna sobre el


pecado?

2. ¿Por qué los pecados morales son tan dañinos?

3. ¿Cómo restauró Jesús a María Magdalena?

4. Encuentra en tu Biblia cuatro versículos que mencionan


la seguridad del perdón de Dios.

5. ¿Qué relación hay entre la restauración y el servicio a


Dios?

6. Sugerencia: (Si es posible y el lugar lo permite)


 En ese momento se pueden hacer listas de los
pecados y hacer confesiones privadas al Señor.
 Luego todo el grupo puede hacer una fogata y
quemar cada confesión escrita.
Capitulo 9

______________________________________________________

1. ¿Qué significa Mefi-boset?

2. ¿En qué consiste el respeto a sí mismo?

3. ¿Cuáles son las dimensiones del respeto a sí mismo?

4. ¿Cuáles son los síntomas de una estima pobre?

5. Mencione cinco cosas que le permitirán sentirse a gusto


consigo mismo.

6. Lista los versículos que te recuerdan el gran valor que


Dios te da.
Capitulo 10

______________________________________________________

1. ¿Qué significa el nombre de Eutico?

1. ¿Cómo se puede dormir espiritualmente dentro de la


iglesia?

2. ¿Cómo ayudas a los jóvenes que son apáticos y livianos


en su vida espiritual?

3. ¿Cuáles son las ventajas que te ofrece tu iglesia local para


tu vida espiritual?

4. ¿Cómo lograr en la juventud de la iglesia un verdadero


compromiso con Dios?

5. ¿Estás aprovechando tu segunda oportunidad con Dios?


Capitulo 11

_____________________________________________________

1. ¿Quiénes eran estos jóvenes hebreos y qué privilegios


recibieron en la corte Babilónica?

2. ¿Cuáles eran los valores espirituales de Ananías, Misael y


Azarías?

3. ¿Qué había detrás del cambio de sus nombres?

4. ¿Cuán importante es nuestra determinación de fidelidad


a Dios?

5. ¿Por qué la mente se ha convertido en el gran campo de


batalla entre el bien y el mal?

6. ¿Hasta dónde es capaz de llegar Dios por sus jóvenes


fieles?

7. ¿Qué lecciones de liderazgo espiritual hay en este


episodio?
Capitulo 12

______________________________________________________

1. ¿Quién era Ana?

2. ¿Dónde radicaba el descuido de Elí como padre?

3. ¿Cuáles eran los pecados de los hijos del sumo


sacerdote?

4. ¿Conoces otro caso en que Dios se valió de un niño para


cumplir sus propósitos?

5. ¿Por qué Samuel no se contaminó?

6. ¿Cuándo fue la última vez que Dios habló a tu corazón?


Capitulo 13
______________________________________________________

1. ¿Quién era Nehemías?

2. ¿Cuál era el motivo de la tristeza de Nehemías?

3. ¿Qué relación tiene la oración y el ayuno?

4. ¿Cómo ayuda la vida de oración al liderazgo juvenil?

5. Comparte con tu grupo tu programa personal de


oración.
MI PACTO CON DIOS

“Dedicaré mi tiempo y mis pensamientos a adquirir


idoneidad para el servicio de Dios. Cerraré mis ojos a cosas
frívolas y pecaminosas. Mis oídos son del Señor y no
escucharé el razonamiento sutil del enemigo. Mi voz no
estará de ningún modo sujeta a una voluntad que no se
halle bajo la influencia del Espíritu de Dios. Mi cuerpo es el
templo del Espíritu Santo, y toda facultad de mi ser será
consagrada a ocupaciones dignas.”
(7T 64, 269)

NOMBRE: FECHA

_____________________________________________________
CONTRAPORTADA
…………………………………………………

¡LEALES, COMO LA BRÚJULA AL POLO!

“La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se


vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados
en lo más intimo de sus almas; hombres que no teman dar al
pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya
consciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo;
hombres que se mantengan de parte de la justicia
aunque se desplomen los cielos.”

Elena de White, La Educación, p. 57

……………………………….……………………………………

ACERCA DEL AUTOR

Osmar J. González Brazón; nació en Yaguaraparo, estado


Sucre, es Licenciado en Teología, posgraduado en Ministerio
Pastoral del Seminario Teológico Adventista Interamericano
(SETAI), tiene una tecnología en Administración de Empresas
del Instituto Universitario Adventista de Venezuela (IUNAV) y
actualmente completa sus estudios de Administración a nivel de
pregrado en la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA), en
Maracay.

Ha sido pastor de iglesia por más de diez años y en la


actualidad se desempeña como tesorero y director de
mayordomía de la Asociación Venezolana Centro Sur de los
Adventistas del Séptimo Día, con sede en Maracay, Venezuela.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1
Elena de White, Patriarcas y Profetas, APIA, p. 225
2
Wikipedia, enciclopedia en la red.
3
J. Guzmán Torres, (2008, agosto). Beijing 08: Bolt,
récord en los 100m. Disponible en:
http://www.elnacional.com.mx/notas/530607.html
4
Fernando Zabala, Familias llenas de poder, APIA, p. 53,54
5
Elena de White, Patriarcas y Profetas, APIA, p. 216
6
Ibíd.
7
Ibíd.
8
Elena de White, Patriarcas y Profetas, APIA, p. 224
9
Diccionario Bíblico Adventista, PPPA, p. 373
10
Comentario Bíblico Adventista, Tomo 2, p.1029
11
Ibíd.
12
Ibíd.
13
El instructor Juvenil, 14-4-1898
14
Señales de los Tiempos, 23-6-1881
15
Ibíd.
16
El instructor Juvenil, 14-4-1898
17
Elena de White, Patriarcas y Profetas, APIA, p. 224
18
______________Patriarcas y Profetas, APIA, p. 648
19
______________Mensaje para los Jóvenes, APIA, p. 67
20
Diccionario Bíblico Adventista, PPPA, p.13
21
Proverbios 14:12
22
Elena de White, Mensaje para los Jóvenes, APIA, p. 58
23
Samuel Vila y Santiago Escuain, Nuevo Diccionario Bíblico
Ilustrado, Editorial CLIE, p. 744
24
Ibíd.
25
Nancy Van Pelt, Hijos Triunfadores, APIA, p. 29
26
Ibíd.
27
Ibíd., p. 30
28
Elena de White, Deseado de todas las gentes, APIA, p. 621
29
_____________ Ministerio de Curación, APIA, p. 398
30
Review and Herald, febrero 10, 1903; p.55
31
Elena de White, Joyas de los testimonios, t.2; APIA, p. 31
32
Profesores de Salamanca, Biblia Comentada, tomo IV, La
Editorial Católica, S.A. p. 199
33
Ibíd., p. 200

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