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En la primera parte de esta investigación se han establecido unas bases teóricas sobre
tres cuestiones fundamentales: el tipo de relación funcional que se establece entre la
policía (y su información) y los subsistemas sociales – político y jurídico - con los que
se conecta en el ejercicio de sus tareas penales; la trascendencia de la información
policial sobre el delito que es obtenida en el ejercicio de esas tareas para la
generación de unas políticas públicas de seguridad racionales en el marco de un
estado social (con la explicitación de los riesgos relacionados con la supuesta crisis de
esa forma de estado);y los límites infranqueables que presenta esa aportación de
racionalidad, tanto desde el punto de vista del esquema en el que debe ser ubicada la
racionalidad jurídico-legislativa (que presenta un importante papel creativo), como
desde el punto de vista del efectivo funcionamiento de las organizaciones que forman
parte del sistema de justicia criminal.
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Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Al partir de unos datos previamente elaborados, este tipo de enfoque presenta una
vertiente marcadamente interpretativa. Pero, por otra parte, también establece una
forma de trabajo con dicha información que pretende obtener, como se verá a
continuación, un resultado de carácter pragmático.
151
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
En tercer lugar, debe señalarse que aunque existe producción empírica sobre otros
mercados de drogas en la ciudad de Barcelona – marcadamente sobre el de la
cocaína (Díaz, Barruti y Doncel, 1992) – o a nivel nacional – así sobre la marihuana
(Gamella y Jiménez, 2001) – y sobre mercados de drogas de síntesis en otros países
europeos (Kokoreff, 1996), no puede realizarse una traslación automática de sus
resultados al objeto de estudios de esta investigación. Esa producción constituye una
excelente base para construir un marco teórico y metodológico de referencia pero no
se debe asumir de manera automática que el mercado de drogas de síntesis tenga las
mismas características que los otros mercados de drogas barceloneses, ni es posible
trasladar de manera directa las características de los mercados internacionales a la
realidad local que ha sido analizada.
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Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
1
Para recomponer la historia de esta sustancia, y de las drogas de síntesis en general, se
puede acudir a los textos de Anglada et al. (2002: 466-467), Capdevila (1995: 17-37), Colom
(1999: 8-9), Corral y Sopelana (1998: 390-391) y Gamella y Álvarez (1999: 21-58).
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Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Una lista bastante actualizada de los derivados de las feniletilaminas y de los derivados
anfetamínicos, así como la descripción de su estructura química, puede consultarse en Anglada
et al. (2002) y en Colom (1999: 11).
3
El 2CB (2,5-dimetoxi-4-bromo-feniletilamina) sí es una sustancia conectada con el MDMA
pero el GHB (oxibato sódico o gamma hidroxibutirato) y la ketamina son simples anestésicos.
4
Este problema se manifiesta, por ejemplo, en el tratamiento estadístico de la información
institucional sobre estas drogas, limitando sus posibilidades de explotación. Así, es difícil
realizar series temporales comparables sobre ciertos aspectos (incautaciones, etc.) de las
drogas de síntesis ya que a veces los datos oficiales se construyen incluyendo en la misma
categoría a las anfetaminas y a los alucinógenos junto con el MDMA o el MDA, mientras que en
otras oca-siones se diferencian estos tipos de sustancias o, incluso, se considera
separadamente a una única variedad (concretamente, el MDMA).
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Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Advierte Romaní (1999: 74-75) que una clasificación de las drogas basada en sus
usos “continúa resultando problemática o, mejor dicho en este caso, contradictoria
porque, o bien suponemos que hay unas constantes universales en todas las
sustancias y los individuos que nos permiten preconizar unos efectos también
universales, que es lo que se buscaría con su uso; o bien reconocemos que en
muchas sociedades hay usos que cumplen funciones y tienen significados diversos al
mismo tiempo, y que a su vez no tienen por qué ser iguales a los de otras sociedades,
con lo que la finalidad de ordenar el campo en el que estamos queda en duda.” Y, por
su parte, Gamella y Álvarez (1999: 90-95) señalan que en materia de usos no sólo se
puede atender a la finalidad buscada sino también a la frecuencia del consumo ante
unas determinadas circunstancias.6 Ambas advertencias deben ser tenidas en cuenta
5
Como podrá observarse más adelante, sólo en algún momento de la investigación ha sido
posible discernir la información relativa a los distintos tipos de drogas de diseño, por lo cual en
este trabajo se han utilizado dos identificadores de carácter genérico para este conjunto de
sustancias: la expresión del argot popular pastillas y la referencia a la sustancia más extendida,
el MDMA.
6
En este sentido, estos autores diferencian entre usos experimentales (los que no presentan
una pauta o esquema de reiteración), ocasionales o sociales (los que se repiten de forma
espaciada e irregular y que no juegan un papel importante en la vida del consumidor), regulares
o instrumentales (los que se repiten con frecuencia y ante ciertas situaciones reiteradas),
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Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
intensivos (cuando el consumo es una costumbre que se lleva a cabo siempre que se repiten
unas mismas circunstancias) y compulsivos (cuando el uso reiterado se percibe como una
necesidad por el individuo aunque le cause algún tipo de problemática o cuando es la
interrupción de ese consumo lo que se la causa).
7
Por ejemplo, Corral y Sopelana citan el patrón de consumo relacionado con el movimiento de
carácter espiritualista denominado New Age. En este caso, “la droga sirve como método de
autoexploración, para lograr el crecimiento personal, e incrementar las relaciones
interpersonales y en menor medida como deseo de experiencias placenteras.” (Corral y
Sopelana, 1998: 392). Por otra parte, puede encontrarse un relato en primera persona de un
tipo de uso íntimo del éxtasis, muy alejado del contexto de la fiesta, en Anónimo (2003a:
47-56).
Por lo que hace al tema de la frecuencia, Gamella y Álvarez (1999: 96) señalan que a partir
de los datos derivados de sus propias investigaciones se puede “proponer la siguiente
estimación informada de los usuarios [ de drogas de síntesis] en cada categoría: Usuarios
experimentales: del 20 a 25 por ciento. Usuarios ocasionales: del 35 a 40 por ciento. Usuarios
regulares: del 20 a 25 por ciento. Usuarios intensivos: del 10 a 15 por ciento. Usuarios
compulsivos: me-nos del 5 por ciento.”
8
El 41,3% de los jóvenes escolares encuestados los consumían para divertirse, el 21,8% para
experimentar nuevas sensaciones y el 19,6% para bailar, según las mismas fuentes.
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Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Sin duda, este uso recreativo tiene mucho que ver con los efectos que el consumidor
espera de estas drogas, esto es, que sean un estimulante más barato, social, duradero
y controlable que otras sustancias que habían sido previamente conocidas y utilizadas
con la misma finalidad. En este sentido, el éxtasis “… ha sido usado como un
estimulante prolongado que proporciona energía y reduce la fatiga al tiempo que
provoca distorsiones perceptivas y cognitivas relativamente suaves que se viven como
propicias para la camaradería, la sensualidad e incluso el erotismo. Esta droga, por
tanto, ha llenado una amplia demanda de estimulantes sociales que intensifican el
disfrute del tiempo en vacaciones y fines de semana mezclándose con otros en
<<fiestas>> y discotecas multitudinarias.” (Gamella y Álvarez, 1999:16).
Por lo tanto, puede afirmarse que la conexión entre el uso recreativo de las drogas
sintéticas y la cultura de la fiesta es un tema pacífico: “… esta droga ha sido el
estimulante favorito de la más importante subcultura juvenil de los noventa, un nuevo
estilo y sensibilidad centrados en gozar de eventos festivos bailando sin parar al son
de una música maquinal y atronadora. Este movimiento ha provocado importantes
transformaciones en la percepción y el uso del tiempo libre y su relación con los
espacios públicos e incluso con procesos culturales como la autoría y la creación
musical.”
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Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
En este último sentido, como señala Romaní (1999: 115-116), “podríamos ver… el uso
del éxtasis, tanto en el contexto de lo que denominaríamos las <<nuevas culturas
rave>> c omo en otros más minoritarios, pero siempre de corte generacional e
interclasista, como un intento de recomposición del individuo, dentro de su grupo
<<biológicamente>> más inmediato, en busca de aquellos elementos más ausentes en
una soci-dad fragmentada, que reprime la expresión de las emociones a nivel corporal
y se ca-racteriza por el predominio de las relaciones sociales <<duras>>.”
Sobre las características generales de esta nueva cultura de la fiesta ver Calafat et al. (2000:
29-46), Gamella y Álvarez (1999: 99-109). Sobre su evolución en España ver Capdevila (1995:
35-37 y 121ss.), Gamella y Álvarez (1999: 110-127) y Oleaque (2004).
Según Gamella y Álvarez (1999: 59-78) la fase de popularización de las drogas de síntesis en
España se situaría entre los años 1990 y 1991, y la fase de vulgarización y de consumo masivo
entre 1992 y 1996, produciéndose a partir del año 1997 un progresivo estancamiento en su uso
(fase de rutina y agotamiento del ciclo).
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Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
y, en este sentido, son muy individualistas (uno puede estar tiempo y tiempo bai-lando
ensimismado); pero al mismo tiempo, que sólo se pueden realizar en toda su plenitud
si uno está completamente inmerso en la multitud de iguales, en la propia <<tribu>>.
Finalmente, sus efectos alucinógenos podrían facilitar una cierta recomposición del yo
después de la fragmentación provocada sensitivamente por ellos.”
“Se puede interpretar, en definitiva, que quizás debajo de ello haya algún tipo de
búsqueda de identidad, en este mundo tan fragmentado y sin perspectivas de futuro
(por lo menos para grandes sectores de la juventud), pero no de una identidad <<en
mayúscula>>, que se refiera principalmente a una pertenencia ideológica, sino de una
identidad actual, material, sensual, <<de piel>>… y, por lo tanto, de una identidad que
se expresa en cada <<ahora>> y <<aquí>> que se realiza, sin que se plantee un
(im)probable futuro (im)perfecto, como había ocurrido en otras épocas y situaciones
sociales.”
Ahora bien, como indican Gamella y Álvarez (1999: 15-19), para entender los motivos
que llevan a que las drogas de síntesis sean populares entre cierto tipo de población
juvenil no sólo debe tenerse en cuenta su conexión con la cultura de la fiesta sino
también el hecho de que, al menos durante su período de popularización a principios
de los años noventa del siglo veinte, consiguieron apartarse de las connotaciones
negativas (problemas de salud, deterioro de las relaciones familiares y personales,
delincuencia, etc.) que eran asociadas a otras sustancias, marcadamente a la heroína,
y que estaban muy presentes en el imaginario colectivo posterior a la transición y a la
consolidación democrática española. Precisamente fue esta capacidad la que permitió
que las pastillas disfrutaran de una buena prensa durante un cierto tiempo.10
10
Este último tema ha sido estudiado ampliamente por Gamella y Álvarez (1999: 181-229). Estos
autores señalan que durante los años ochenta del siglo veinte los medios de comunicación
dieron una imagen positiva del éxtasis, de manera que pudieron animar “inconscientemente” a
que ciertos sectores de la población la probaran. La orientación de los medios cambia en los
años noventa, cuando empiezan a distribuirse noticias alarmantes sobre la denominada ruta del
bakalao, y se mueve entre ciertas dosis de alarma y la publicitación de las novedades del
mercado químico a mediados de esa década.
También Caudevilla (2005: 145-150) realiza un sucinto análisis de las tendencias de la
prensa en esta materia.
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Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Pero también puede haber influido en esta ausencia de negatividad el hecho de que
estas sustancias generaran un mercado diferenciado del de otras drogas ilícitas. Los
estudios existentes (Kokoreff, 1996 y 2000; Massari, 2005) subrayan que el mercado
de drogas de síntesis en sus primeras fases de desarrollo presentaba un marcado
carácter amateur, término con el cual se quiere indicar tanto la no profesionalización
de los implicados en las transacciones como su alejamiento de otro tipo de prácticas
delictivas, y ello a pesar de la – en términos comparativos - alta rentabilidad de la
actividad desarrollada. En estos términos describían Gamella y Álvarez (1991: 71) el
origen de este mercado en el caso español: “En el verano de 1988, el <<éxtasis>> era
todavía poco asequible en España, aunque circulaban pequeñas partidas en Madrid y
Barcelona y, sobre todo, en Ibiza. La mayoría de los importadores en esta época eran
jóvenes españoles y extranjeros (muchas veces turistas europeos), que trabajaban por
su cuenta y a pequeña escala; manejaban partidas pequeñas, casi siempre decenas o
cientos de <<pastillas>> y no parecían contar con una infraestructura muy compleja ni
con muchos colaboradores. Los beneficios eran entonces muy altos: duplicaban y
triplicaban con facilidad las inversiones. Al tratarse de una sustancia poco conocida y
cuyo aspecto podía variarse casi de partida a partida, el control era muy ineficaz. Nos
consta que hubo algunos importadores independientes que trajeron directamente alijos
de <<pastillas>> desde California (nunca, más de dos o tres mil unidades). Uno de los
métodos utilizados consistía en introducirlas es botes de pastillas de fármacos legales,
por ejemplo, vitaminas o pastillas para el desarrollo muscular.”
Por último, la complejidad del objetivo marcado también exige tener presentes desde
un inicio – desde la fase de diseño de la investigación – las problemáticas asociadas a
las drogas de síntesis. Dos motivos de carácter general parecen haber impulsado el
interés por conocer mejor las características de los mercados de drogas de síntesis.
Desde la perspectiva del tráfico, los países receptores destacan el creciente desarrollo
de redes internacionales, especialmente de las que operan desde Europa y Asia hacia
160
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
América del Norte (Anglada et al., 2002: 478-481; Blickman, 2004). Desde la óptica del
consumo, se observa con preocupación la extensión del mismo entre la población más
joven.11
Tal como se acaba de indicar, en los años ochenta el consumo de drogas sintéticas en
España parecía muy reducido, se localizaba en determinadas zonas (Islas Baleares,
Madrid, Barcelona y Valencia) y se realizaba en círculos acotados y muy integrados en
el mundo de la fiesta (Bouso y Rovira, 2003: III; Capdevila, 1995: 27; Colom, 1999: 8;
Gamella y Álvarez, 1999: 65-71).13 La información existente en el momento de encarar
la investigación parecía confirmar esta imagen, pero al menos tres cuestiones
aconsejaban mantener la atención sobre este tipo de consumo. En primer lugar, está
por determinar hasta qué punto puede jugar un papel de atracción hacia otros
consumos: por una parte, porque con cierta frecuencia el consumidor de pastillas es
en realidad un policonsumidor (Gamella, Álvarez y Romo, 1997; Royo-Isach et al.,
2004: 209), por otra, porque los datos existentes muestran que a pesar de que en
muchos casos al aumentar la edad del consumidor se abandonan las pastillas y otras
drogas, en otros supuestos se produce el tránsito hacia otras sustancias, como la
cocaína. En segundo lugar, si bien se detecta una estabilización del mercado no es
11
12
Es necesario destacar, en este sentido, la dura polémica existente entre Holanda, y los
Estados Unidos: “El enojo de EEUU con respecto a la industria del éxtasis en los Países Bajos
podría también explicarse en clave política. Las profundas diferencias en política de drogas y
métodos de fiscalización entre los dos países crean tensiones. El gobierno estadounidense
siente poco aprecio por el enfoque liberal de la política de drogas neerlandesa. Se tiende a
culpar a los Países Bajos por el notable aumento en el consumo de éxtasis en EEUU a fines de
los 90, sin tener en cuenta la dinámica nacional que podría haber llevado al incremento de la
demanda.” (Blickman, 2004: 21).
13
Para comprender la conexión entre el consumo de drogas de síntesis y el mundo de la fiesta
en un nivel internacional pueden consultarse los textos de Collin y Godfrey (2002) y Oleaque
(2004).
161
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
extraño que aparezcan, aunque sólo sea con carácter temporal, nuevos consumos
asociados a los lugares de fiesta (por ejemplo, de Ketamina y de GHB) 14 que pueden
implicar riesgos para la salud de los consumidores. En tercer lugar, se observa una
preocupación institucional por las posibles consecuencias negativas – todavía no
plenamente confirmadas - del consumo de este tipo de sustancias en diversos
ámbitos, como el de la salud (Bouso y Rovira, 2003: VI-VII; Corral y Sopelana, 1998:
392-398; Colom, 1999: 13-17; De Benito, 2002; Mediavilla y López, 1999) 15 e, incluso,
el de la seguridad.16
14
Aunque los datos del Observatori de Nous Consums señalan que en el período
inmediatamente posterior a esta investigación se estaba produciendo un retroceso en el
consumo de estas dos sustancias (Barruti, Díaz y Pallarés, 2002 y 2003).
15
Sobre el debate de los efectos de las drogas de síntesis en la salud pueden consultarse los
trabajos de Bobes – Ed. – (1995), Bobes et al. (2003), Colom et al. (1999), Corral y Sopelana
(1998), Doblin (s.f.), González, Fontela y Pereiro (2006), Peroutka – Ed. – (1990) y Roig-Traver
(1994).
16
Un aspecto concreto de la problemática de seguridad que se asocia a los jóvenes tiene que
ver con los espacios y tiempos de ocio. Según la Enquesta de Seguretat Pública de Catalunya
en su edición del 2000 (Departament d’Interior, 2001), la población percibe un aumento de la
violencia en los locales nocturnos (un 52% de los entrevistados cree que ha empeorado la
violencia juvenil en las discotecas). Por otra parte, según la Enquesta de Joventut i Seguretat a
Catalunya ( Departament d’Ensenyament y Departament d’Interior, 2001), un 16% de las
agre-siones físicas más graves que sufren los jóvenes escolarizados catalanes se produce en
disco-tecas, bares o en los alrededores de estos locales. Este mismo instrumento, establece
una tipología de jóvenes a partir de la relación de diversas variables, entre ellas, el consumo de
drogas y las conductas problemáticas reconocidas por los alumnos. El cruce de información
muestra que los jóvenes con mayores consumos de alcohol y drogas son también los que
llevan a cabo más agresiones (contra las personas y contra las cosas). Tales consumos
también pueden aumentar la posibilidad de ser víctimas de agresiones. Finalmente, algunos
entrevistados asocian el consumo de alcohol y drogas sintéticas con conductas violentas
(des-trozos de mobiliario urbano, desórdenes, peleas, etc.).
La relación entre consumo de drogas – con referencias específicas a las drogas de síntesis -
y violencia ha sido analizada, sin llegar a establecerse un nexo causal concreto, en los trabajos
de M. J. Martín López y J. M. Martínez (1998) y J. Elzo (1999).
162
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Para concluir con estos aspectos generales sobre el objeto de investigación, debe
remarcarse que esta misma opción ha determinado que existan importantes
diferencias entre la investigación original y la ahora presentada. La original (AA.VV.,
2003) tiene un marcado carácter descriptivo (de un mercado de drogas en un
momento dado en base a la información disponible). La que corresponde a este
trabajo tiene como punto de partida fundamental la información policial disponible
sobre ese mercado, y ese punto de partida no sólo ha exigido poner de relieve los
aspectos relativos a las fuentes policiales y ampliar al máximo el análisis de la
información basada en las mismas, sino que sobre todo ha generado un método de
trabajo específico con esas fuentes que no se encontraba presente en la previa
explicación de los resultados del trabajo de campo. El siguiente subapartado intenta
explicar los rasgos más generales de dicho método de trabajo.
17
163
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
18
Las tareas de los dos grupos de investigación (identificadas en adelante como las líneas
estratégicas I y II) exigieron un alto nivel de comunicación. Este aspecto se solucionó mediante
reuniones periódicas de los coordinadores de los grupos de trabajo. En estas reuniones se
confirmaban niveles de saturación en ciertas informaciones, se constataban puntos
contradictorios o aspectos novedosos, etc.
El informe final de la investigación supuso un trabajo de reconstrucción de los dos tipos de
relatos que emergían de cada una de las estrategias diseñadas y de las ideas surgidas de su
contraste.
19
También existe una red de informantes clave, compuesta por profesionales y expertos, a los
que se entrevista a fondo una o dos veces al año, se practican observaciones directas en
escenarios de ocio juvenil, se realiza una encuesta en discotecas y “afters” una vez al año y
otra encuesta auto-administrada a estudiantes en centros educativos de secundaria y
universitarios, finalmente se cuenta con una ficha de itinerarios que se aplica a los miembros de
las redes de campo que son consumidores de drogas.
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Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Las componen 130 informantes, prácticamente el 40% de los cuales son consumidores
de drogas.
En concreto, los informes del Observatori describían tres niveles de distribución y/o
venta:
● Nivel medio. En este nivel se opera con cantidades mayores (desde cien hasta
quinientas unidades), los vendedores suelen tener una clientela más o menos fija y
actúan en las zonas de consumo (en ocasiones en un espacio fijo relacionado con
los lugares de fiesta). Normalmente ofrecen varias sustancias, aunque pueden
estar especializados en una concreta. Parte de estos vendedores combinan esta
actividad con su trabajo habitual, que en algunos casos está relacionado con el
contexto de la fiesta. Algunos de ellos evolucionan con el tiempo al siguiente nivel.
20
Se realizaron diversos encuentros con informantes que habían entrado en contacto con el
sistema de justicia criminal con la finalidad de establecer puentes de comunicación con
personas implicadas en el tráfico que ellos percibieran como de “rango superior” en la
estructura del mercado (las personas que les abastecían de sustancias, por ejemplo), pero la
respuesta fue siempre negativa.
165
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
● Nivel más institucionalizado. En este caso, los vendedores tienen una clientela más
amplia y diversificada, mueven mayor número de pastillas (más de quinientas) y
suelen dedicarse únicamente a esta actividad. Distribuyen las sustancias a los
vendedores del nivel medio pero también pueden tener su propia clientela. Pueden
ofrecer junto a las pastillas otras sustancias.
Los informes del Observatori también afirmaban que los vendedores de los niveles
medio e institucionalizado compraban a redes organizadas o representaban a dichas
redes.21
La información ofrecida por el Observatori sobre la estructura del mercado tenía, sin
embargo, un carácter meramente aproximativo, ya que tal estructura no es objeto de
análisis específico por parte del mismo. Su utilidad fue triple. Por una parte, sirvió para
definir la estructura básica y parte del cuestionario que sería utilizado por el otro
subgrupo de investigación en su trabajo de campo. En segundo lugar, sirvió de
esquema base para ir acumulando y dando forma a la información que se recibía
desde el trabajo de ambos subgrupos. En este sentido se definieron tres niveles en el
mercado: el de la importación y producción, el de la distribución y el del menudeo. En
el primer nivel - importación y producción – se incluyeron aquellas operaciones por las
cuales las drogas de síntesis aparecían en el territorio catalán o barcelonés; con el
segundo – distribución – se hacía referencia a las tareas mediante las cuales esas
drogas ya elaboradas llegaban hasta las personas que realizaban las tareas de venta
directa al consumidor (aquí se podría encajar la categoría nivel más institucionalizado
21
Para llenar el vacío informativo en lo relativo al nivel superior de la red de tráfico se acudió a la
literatura existente, marcadamente a los trabajos de Korf y Verbraeck (1993) – debe tenerse en
cuenta que el primero de estos autores participó como investigador en el grupo holandés
integrado en la investigación internacional antes referida y que sus descripciones del mercado
ya habían sido asumidas en España por Gamella y Álvarez (1997: 209-211) –, a la escasa
literatura (normalmente de carácter institucional) existente y a las noticias de prensa.
El esquema planteado por Korf y Verbraeck (1993: 180) para visualizar la estructura del
mercado de drogas de síntesis en Amsterdam fue retomado y revisado en la investigación
interna-cional (AA.VV., 2003: 47) por el grupo holandés, pero no fue aplicado de manera directa
al caso español. El aspecto más relevante de dicho esquema consiste en identificar cuatro
niveles de producción y distribución por encima de los señalados por el Observatori b arcelonés.
Se habla de [ I] grandes laboratorios con capacidad para producir pastillas por encima del millón
de unidades, que estarían en manos de grupos organizados y que presentan tanto [II]
capacidad de distribución (cientos de miles de unidades) como de exportación; de [III]
pequeños laboratorios que producirían decenas de miles de pastillas, que estarían en manos
de emprendedores mayoristas con conexiones tanto locales como internacionales y que se
relacionarían con los distribuidores del nivel superior; y de [ IV] laboratorios caseros – con
capacidad para producir miles de pastillas - en manos de personas asociadas o de
emprendedores individuales. Sobre las complejas relaciones entre estos niveles y entre los
mismos y los inferiores se puede consultar AA.VV. (2003: 40-70).
166
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
22
Se mantiene en este punto la opción por un construccionismo limitado (Bunge, 1995: 28).
Por otra parte, a los límites señalados por N. Luhmann sobre la capacidad decisoria de las
organizaciones debe añadirse, ahora, lo señalado por M. Douglas (1996b) sobre la forma de
trabajar de las instituciones.
23
Debe señalarse que en ningún momento se desconoció que otros agentes institucionales
diversos a los que integran el sistema de justicia criminal pueden entrar en contacto con el
fenómeno analizado; ocurre, sin embargo, que su percepción sobre las dinámicas del mercado
no es directa. Con esto último se quiere afirmar que las conocen porque o bien reciben
demandas de los actores implicados en el mismo, o bien tienen acceso a los relatos que éstos
elaboran (piénsese, por ejemplo, en algún personal sanitario, en integrantes de servicios
sociales relacionados con población juvenil, en ONG’s que actúan en materia de drogas, etc.).
La información de estos agentes, especialmente la recogida en estudios específicos, fue
incorporada en el marco contextual de la investigación y sirvió, en su caso, como elemento de
contraste de los datos acumulados por el sistema de justicia criminal.
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Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Entre los aspectos de carácter general que debía encarar esta segunda línea
estratégica se encontraba la complejidad del mapa de instituciones penales que
actúan en la materia.24
24
Este mapa es abordado desde una perspectiva político-institucional, no jurídico-institucional,
y haciendo siempre referencia al momento en que se desarrolló el trabajo de campo.
25
26
En el ámbito estatal se encuentran la Audiencia Nacional y los Juzgados Centrales de lo
Penal. La Audiencia Nacional conoce de los delitos de tráfico de drogas que son cometidos por
bandas o grupos organizados, producen efectos en varias provincias y tienen señalada en el
Código Penal una pena superior a cinco años de prisión. Los Juzgados Centrales de lo Penal
actúan en los mismos supuestos cuando la pena prevista no superara los cinco años. En
cualquiera de estos casos la instrucción de los procesos corre a cargo de los Juzgados
Centrales de Instrucción. Por su parte, las Audiencias Provinciales conocen de los delitos que
tienen se-ñalada una pena de más de cinco años de prisión siempre que fueran cometidos por
organizaciones cuyo ámbito de actuación no sobrepase el ámbito territorial provincial; los
Juzgados Penales limitan su actividad a los partidos judiciales y conocen de los delitos
señalados con penas de hasta cinco años de prisión; y los Juzgados de Instrucción se
encargan de la preparación de los casos que enjuician tanto los Juzgados de lo Penal como las
Audiencias Provincia-les.
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Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
En el año 1988 se creó la Fiscalía Especial para la Prevención y Represión del Tráfico Ilegal
de Drogas, con sede en Madrid y que extiende sus funciones a todo el territorio nacional. En el
Tribunal Superior de Justícia de Catalunya se ubicaba el Fiscal Delegado de la Fiscalía
Especial para la Prevención y Represión del Tráfico Ilegal de Drogas, y en cada Audiencia
Provincial existe también un fiscal que se encarga de la represión del tráfico de drogas.
27
En el año 2001 se creó la Unidad Central de Inspección de Operadores (UCIO) cuyo cometido
era llevar a cabo tanto el control de este sector como la supervisión de las unidades poli-ciales
con funciones de inspección. En relación con este último extremo, cabe destacar que la UCIO
designa las personas físicas y jurídicas que deben someterse a control durante cada período
anual. Según las fuentes consultadas, durante el año 2002, la Jefatura de Barcelona del
Cuerpo Nacional de policía realizó a petición de la UCIO la inspección de 40 empresas
catalanas. Las actas levantadas no presentaron incidencias.
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Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Debe añadirse que tanto las patrullas como los grupos de investigación de carácter local
del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil participan, a su vez, en el control
de la distribución y venta de la droga en los niveles inferiores en los territorios donde
todavía no cumple funciones de policía integral la Policia de la Generalitat-Mossos
d'Esquadra.
28
Debe tenerse presente que los controles en las fronteras interiores se han reducido con la libre
circulación en la Unión Europea y la puesta en marcha del espacio Schengen.
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Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
29
Sí se había completado la transferencia de las competencias en materia de control y
vigilancia de tráfico, que desde el año 2000 eran ejecutadas por la Policia de la
Generalitat-Mossos d'Esquadra en toda la comunidad autónoma catalana.
30
La competencia con mayor incidencia en el control del mercado de drogas de síntesis que
ejercían los Mossos d’Esquadra en territorio de no despliegue era la inspección de locales de
ocio.
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Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
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Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Respecto de las policías locales, a los efectos del tema que nos ocupa son destacables
algunas de sus funciones de policía administrativa – también realiza tareas de control
de los locales de ocio y de control del consumo y la tenencia pública de
estupefacientes - y de auxiliar del resto de cuerpos policiales en materia de policía
judicial. Por el contexto geográfico al que se refiere esta investigación debe prestarse
atención al papel del la Guardia Urbana de Barcelona: ésta, en aplicación de la Ley
Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana, interviene activamente en las dos
funciones de control que se acaban de comentar y también tiene un papel relevante en
las detencio-nes por tráfico de drogas de síntesis de pequeña y mediana escala.32
31
32
Diversas fuentes fiscales y judiciales muestran la importancia de las policías locales en
detenciones por delitos contra la salud pública. La Memoria de la Fiscalía del Tribunal Superior
de Justicia de Catalunya de 1997, por ejemplo, muestra que la Guardia Urbana de Barcelona
rea-lizó 217 de las detenciones por delitos contra la salud pública, prácticamente las mismas
que la Guardia Civil (221). En el mismo sentido, el análisis de las sentencias de la Audiencia
Provincial de Barcelona muestra que en un 27,27% de los casos conocidos entre los años 1995
y 2000 tenían su origen en la actuación de la policía local.
173
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Este complejo mapa institucional se traduce necesariamente en un complejo sistema
de información interinstitucional que debe ser metodológicamente tenido en cuenta.
Brevemente:
Otros aspectos de carácter general que debían ser encarados por esta segunda línea
estratégica hacían referencia a la dimensión temporal y territorial de la investigación.
Desde un punto de vista temporal, tal como se ha indicado anteriormente, no debe
perderse de vista que las drogas de síntesis adquieren relevancia mediática e
institucional a partir de la denominada ruta del bakalao. Los estudios existentes
señalan como etapa de máxima expansión de este fenómeno (y del mercado de
drogas sintéticas conectado al mismo) el período comprendido entre 1992 y 1996. Los
datos relativos a este período son, por tanto, relevantes a la hora de realizar
comparaciones mediante series temporales u otros procedimientos. Desde el punto de
vista territorial, es evidente que los mercados ilícitos de todo tipo mantienen dinámicas
33
No existe, en consecuencia, un actor policial único sino una pluralidad de relatos que se generan en
sede policial. Y esa pluralidad de relatos se produce en un contexto político-institucional
especialmente sensible, en el que un proceso como el de despliegue territorial de los Mos-sos
acentúa ciertas dinámicas organizacionales, como la competencia y/o la divergencia de
criterios entre unidades y cuerpos.
174
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
175
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
176
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
34
35
El proceso político institucional de despliegue de un nuevo cuerpo policial y las dinámicas
organizacionales que comporta – recordar lo indicado en la nota 264 de este texto – aconsejó
la no utilización de técnicas como los grupos de discusión; el temor, en este caso, consistía en
que la confrontación de discursos expertos en competencia paralizara la emergencia de los
discursos o los centrara en las cuestiones conflictivas, lo cual no era beneficioso para una
investigación exploratoria. Sin embargo, dicha técnica parece altamente recomendable para el
desarrollo de ciertas cuestiones específicas – como las cuestiones de coordinación entre
instituciones – surgidas de esta primera exploración.
177
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
36
Un contacto institucional [CI] equivale a una interlocución entre algún miembro del equipo de
investigación y un sujeto considerado como informante relevante para el objeto de estudio. Los
motivos por los que algunos contactos que no se han incorporado como entrevistas a la
investigación son diversos: [ caso 1] aceptación del contacto – con aportación de una
información general descriptiva de su ámbito de trabajo - pero negativa a participar más en
profundidad en la investigación por parte del contactado; [ caso 2] reunión informal introductoria
a una información documental o de otro tipo aportada por el contactado; y [ caso 3] reunión
aclaratoria de algún aspecto técnico previamente ya incorporado al contenido de una
entrevista.
37
De manera simplificada - y aplicándolo sólo al ámbito policial - se puede expresar como sigue
(siendo los números romanos representación de cada sujeto hipotéticamente entrevistado):
Actividad de producción e importación: GC (I, II,..), CNP (I, II,..), SVA, Mossos (I, II,..)
Actividad de distribución y menudeo: CNP (III, IV,…), Mossos (III, IV,..), PPLL (I, II,…)
38
En todos los casos el proceso para llegar a las fuentes de información ha comenzado con la
solicitud, mediante carta dirigida al máximo responsable en Cataluña de la institución de que se
tratara, de una entrevista para proceder a presentar el proyecto y a solicitar el tipo de
información que se considerara oportuna. Por lo general este procedimiento, de por sí lento, ha
generado un nivel de colaboración más que aceptable y ha permitido ir asimilando los factores
de todo tipo (institucionales, políticos, etc.) que podían estar presentes en el desarrollo de la
investi-gación. En algún caso [ ME-01] esa toma de contacto fue tan relevante que fuera tenida
178
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Código: CI
Institución: Departamento de Barcelona del Instituto de Toxicología
Cargo: Director
39
Los nombres de los entrevistados han sido eliminados, pero siempre figura su institución y su
cargo específico, aspectos que permiten comprobar por sí solos la corrección de la muestra.
179
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Código: CI
Cuerpo: Policia de la Generalitat-Mossos d’Esquadra
Cargo: Encarregat del Laboratori de Policia Científica, Divisió d’Investigació Criminal
Código: CI
Institución: Sección II de la Audiencia Provincial de Barcelona
Cargo: Magistrado Presidente
180
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
de las unidades especializadas que dependían de ese cargo. Para los primeros
contactos se preparó un cuestionario – que seguía el guión de trabajo preparado por
los diversos grupos de investigación que participaban en el proyecto – con la idea de
lle-var a cabo una entrevista estructurada no presencuenciada, pero se dejaba libertad
al entrevistado para introducir temas que considerara relevantes o para descartar
aque-llos temas sobre los que no tuviera información o indicara no tenerla. En la
medida en que se avanzaba hacia entrevistados más especializados – lo que suponía
que se habían producido condiciones de saturación/contradicción en la información o
que surgían nuevos campos temáticos gracias a las entrevistas previas – se trabajó
con entre-vistas focalizadas o hacia entrevistas no dirigidas - si se trataban temas de
alto nivel técnico – (Brunet, Pastor y Belzunegui, 2002: 266-269). Por tanto, el
cuestionario fue adaptado a las características de los actores institucionales
entrevistados cuando sus competencias o su nivel de especialización lo requerían,
convirtiéndose en ocasiones en una mera guía o, incluso, desapareciendo.40
Zonas de producción
40
181
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
✓ Precursores y excipientes
La actividad de importación
182
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
41
183
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Por estos motivos, al mismo tiempo que se ponía en marcha el conjunto de tareas que
debía dar lugar a la Imagen 1 del mercado, se prepararon una serie de técnicas de
carácter complementario, las cuales respondían a finalidades diversas. En ocasiones
buscan concretar ciertos aspectos específicos, que iban apareciendo en las entrevistas
o en la documentación manejada; en otros casos, constituyen una especie de
mecanismo de control de la relevancia de ciertos temas a los efectos de los concretos
objetivos de la investigación; finalmente, en ciertos supuestos pueden servir para que
los entrevistadores adquirieran una información suplementaria que les permita
desarrollar de manera más dinámica y autónoma sus entrevistas. En todo caso,
deberían permitir obtener una imagen más completa y detallada del fenómeno
abordado (Imagen 2, en el esquema del diseño de la investigación).
184
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
42
185
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
3.2.4.1 Introducción
43
Básicamente permitieron ganar seguridad frente a los profesionales muy especializados a los
que se debía entrevistar (por ejemplo, se detectaban con más facilidad “lagunas” informativas,
contradicciones, etc.). Las observaciones se documentaron en notas personales del
inves-tigador y en alguna grabación realizada con teléfono móvil, pero no fueron incorporadas
como dato a la investigación.
186
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Objetivo que no puede ser asumido desde una perspectiva estrictamente dogmática.
Por este motivo, en este trabajo se realiza un tratamiento diversificado del dato
jurídico. Por una parte, se especifican los elementos descriptivos básicos del
tratamiento jurídico de las diversas áreas de actividad a partir de las cuales la policía
obtiene información sobre las pastillas; esta descripción permite visualizar el marco
habilitante de la actuación de los cuerpos policiales, pero sin que exista voluntad de
entrar en las discusiones técnico-jurídica y técnico-policial sobre tal marco (pues estas
discusiones exigen otro con-texto de estudio para su profundización). Por otra parte,
se presta especial atención a aquellas categorías jurídicas o aquellas doctrinas
jurisprudenciales conectadas directa-mente con el funcionamiento fáctico del mercado
de drogas, con la finalidad ya indica-da de subrayar los nexos existentes entre
racionalidad jurídica y facticidad.
44
45
En el texto del artículo 368 del CP no aparece una definición del concepto de droga ni una
caracterización de las sustancias que deben ser consideradas como tales a los efectos
penales. Esta circunstancia hace que deba ser considerada como una norma penal en blanco o
como portadora de conceptos normativos cuyo sentido debe ser integrado con la normativa
administrativa correspondiente y, especialmente, con la normativa internacional – que sea
reconocida y/o integrada en el ordenamiento español a través de los mecanismos legales
187
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
El mismo artículo 368 CP diferencia las conductas punibles referidas a las “drogas que
causan grave daño a la salud” de las “que no causan grave daño” a efectos de
imposición de la pena el Código Penal. Si bien durante la primera mitad de los noventa
los tribunales españoles no eran unánimes a la hora de decidir entre estas dos
tipologías, la jurisprudencia del Tribunal Supremo acabó por sentar el criterio de que
las drogas de síntesis deben considerarse como sustancias que causan grave daño a
establecidos - que establecen los listados de sustancias que deben ser consideradas como
drogas a efectos penales.
Sobre la discusión doctrinal y jurisprudencial sobre si la técnica legislativa empleada en el
citado artículo es la de la ley penal en blanco o la de los conceptos normativos puede acudirse
a los trabajos de Joshi (1999: 54-61) y Molina (2008: 46-58).
La consideración de las pastillas como drogas a efectos penales tiene su punto de anclaje en
las listas I y II (que incluye a anfetaminas, metanfetaminas, fenetilinas, etc.), Anexo I, del
Convenio de Viena de 21 febrero 1971, Herrero (2003: 364) cita las diversas órdenes
ministeriales españolas que incorporan al catálogo de sustancias ilegales sus diversas
variedades (MDA, MDMA, DMA, PMA, MDEA, etc.) desde el punto de vista de su composición
química.
46
“La elaboración se entiende como transformación de la materia prima en droga, esto es,
como el proceso de manipulación necesario para obtener la droga en sus distintas
presentaciones. Por tráfico, en sentido estricto, se entienden todas las acciones destinadas a
introducir en el mercado droga, aceptándose entre otros los actos de adquisición de droga -
compra directa, compra por intermediario, compra desde el extranjero o compra al extranjero,
etc. -, los actos de venta de droga - venta directa o mediante intermediarios, la mediación en la
venta, la per-muta o pago de servicios, etc. -, la donación de droga, el envío de droga o la
recepción en Es-paña de droga enviada desde el extranjero, el almacenaje y transporte. En la
promoción, favo-recimiento y facilitación del consumo ilegal se han incluido conductas de
financiación del trá-fico, almacenaje y custodia de la droga, o la mediación - poner en contacto
vendedor con comprador, compra por encargo, invitación al consumo, etc. -; en general estas
conductas ope-ran como cláusula de cierre que permite castigar cualquier tipo de conducta que
favorezca el consumo ilícito (no autorizado) de droga.” (Domínguez, Gallego, Rodríguez y
Aneas, 2003: 94, nota 14). Sobre la amplitud del ámbito de las conductas típicas en este caso,
puede consultar-se el trabajo de Herrero (2003: 366-369).
188
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
la salud individual,47 y por lo tanto las conductas típicas referidas a estas drogas son
tratadas del mismo modo que, por ejemplo, las relativas a la heroína, cocaína, LSD,
crack, morfina, etc.48
47
Herrero (2003: 365) recoge un buen número de sentencias del Tribunal Supremo que
asientan este criterio. También Gallego (Domínguez, Gallego, Rodríguez y Aneas, 2003: 95,
nota 16) cita diversos fallos en este sentido del alto tribunal. En el mismo sentido, Joshi (1999:
76-83).
48
Si bien, como señala Gallego (Domínguez, Gallego, Rodríguez y Aneas, 2003: 95, nota 17),
en algunos supuestos aislados en los que los informes analíticos únicamente revelan
genéricamente que nos encontramos ante anfetaminas o derivados anfetamínicos - no
especificando de qué clase específica de sustancia se trata - se han aplicado las penas
referidas a las “sustancias que no causan grave daño a la salud”. Los tribunales – ver las
sentencias del Tribunal Supremo de 16 de marzo de 1998, 27 de abril de 1998, 16 de julio de
1999 y 24 de marzo de 2000 – toman esta vía interpretativa al entender que la aplicación de la
agravación de la pena en los casos de "sustancias que causan grave daño a la salud" requiere
una suficiente determinación de la exacta composición de la sustancia de que se trate, de
forma que se conozcan sus efectos concretos y reales sobre la salud.
49
En virtud de un acuerdo del Pleno de la Sala Penal del Tribunal Supremo de 19 de octubre de
2001 se actualizó toda la jurisprudencia anterior (Sentencia del Tribunal Supremo de 6 de
noviembre de 2001), declarando que la agravación por notoria importancia sólo se aplicará en
casos relativos a pastillas si se superan las 500 dosis referidas al consumo diario - no
debién-dose confundir los conceptos de “dosis” con los de “pastillas, grageas o comprimidos”
(Sentencia del Tribunal Supremo de 10 de julio de 2000) -, teniéndose únicamente en
consideración la sustancia base o tóxica, es decir, reducida a una pureza del 100%. Con este
criterio la cantidad de notoria importancia comienza en el caso de las drogas sintéticas a partir
de los 240 gramos. Con anterioridad a dicho acuerdo, esta agravación se apreciaba a partir de
las 200 dosis.
Para un análisis general de los criterios jurisprudenciales sobre la cantidad de notoria
importancia puede consultarse el trabajo de Gallego Soler (1999b).
189
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
50
En estos casos, además, se impondrá la pena de inhabilitación especial – de una duración
entre tres y diez años - para empleo o cargo público, profesión u oficio, industria o comercio. La
inhabilitación tendrá una duración de diez a veinte años en el caso de que quien cometa el
delito sea una autoridad o agente de la autoridad en el ejercicio de su cargo (artículo 372 CP).
51
La jurisprudencia requiere en estos casos que se pruebe que se desempeñan efectivamente
labores de control en escalones superiores de la estructura jerarquizada. Generalmente los
“mandos intermedios” se vienen dejando al margen de esta agravación. Sobre este último
aspecto puede consultarse la Sentencia del Tribunal Supremo de 10 de febrero de 1997.
52
La “conducta de extrema gravedad” no debe ser asimilada a la idea de “cantidad de extrema
gravedad”; como señala Herrero (2003: 380-382) la cantidad es un elemento a considerar, pero
no es el único ni el más relevante. Sobre esta cuestión se pueden confrontar, además de las
citadas por el propio Herrero, las Sentencias del Tribunal Supremo de 24 de octubre y de 7 de
julio de 2000. Las circunstancias que hacen extremamente grave la conducta, según los
tribunales, suelen guardar relación con el despliegue organizativo y la logística de cada
supuesto de tráfico.
190
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
53
Los propios tribunales señalan que la fijación de unos límites cuantitativos en este punto puede
generar agravios comparativos si no se tienen presentes las circunstancias de cada caso
concreto. Pero como regla general se estima que el consumo medio diario de un adicto es-taría
en “1,5 gramos de cocaína, 180 miligramos de anfetamina, 60 miligramos de metanfetamina,
480 miligramos de MDMA, MDA o MDEA, y 600 microgramos de LSD.” (Herrero, 2003: 374).
Lo anterior no significa que, en el caso de que concurran otros indicios, no sea posible acreditar
el destino de la sustancia al tráfico con esas mismas cantidades o con otras mucho menores.
Para un análisis de casos concretos pueden consultarse las sentencias citadas por Herrero
(2003: 374-376).
En cuanto a la extensión del término de consumo atípico hasta diez días, Gallego
(Domínguez, Gallego, Rodríguez y Aneas, 2003: 96, nota 20) subraya la sentencia de la
Audiencia Provincial de Huesca de 17 de julio de 2000. Este tribunal absolvió un caso de
tenencia de seis comprimidos de éxtasis y 23.000 pesetas en metálico, citando expresamente
otra sentencia de la misma Audiencia de 22 febrero 2000 que considera que “no es inusual una
cantidad que permita al tenedor cubrir sus necesidades durante un período de diez días.”
191
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
54
“En el concreto ámbito de las drogas de síntesis, se pueden ofrecer los siguientes supuestos
que han servido para afirmar que existe tenencia preordenada al tráfico: tenencia de 170
pastillas de MDMA en una detención policial a la 1.30 de la madrugada, así como considerable
cantidad de dinero (sentencia del Tribunal Supremo de 14 de febrero de 2002); tenencia de
MDMA en cantidad suficiente para consumo de veinte personas en una fiesta, con valor de
mercado cercano a las seiscientas mil pesetas, lo que no parece guardar relación con la
capacidad económica de los acusados (sentencia del Tribunal Supremo de 18 de septiembre
de 2002); tenencia de 22 pastillas de MDMA a la puerta de una discoteca además de una bolsa
que contenía 4,62 gramos de anfetaminas, afirmándose que < <su cantidad y precio
subsiguiente (56.300 ptas.) rebasa lo que normalmente constituye las necesidades de una
persona aficio-nada a las drogas a corto y medio plazo, y de otro, los productos aprehendidos
son de diferen-tes características, circunstancia ésta que se compadece muy poco con la
finalidad de consu-mo por un mismo individuo. Pero sobre todo lo que evita pensar en la
existencia del autocon-sumo es que por el acusado a quien correspondía la carga de la prueba
en este punto, no ha demostrado de forma alguna su cualidad de drogadicto>> (sentencia del
Tribunal Supremo de 12 de septiembre de 2002); posesión de pequeñas cantidades de drogas
sintéticas, conjunta-mente con otras, habiéndose acreditado actos de venta de otras drogas
(sentencia del Tribunal Supremo de 15 de julio de 2002); posesión de 48 comprimidos de
éxtasis oculta bajo la al-fombrilla del suelo del lado del conductor, dentro de un automóvil, y de
un trozo de hachís de 10,900 gramos.” (Domínguez, Gallego, Rodríguez y Aneas, 2003: 96,
nota 21).
192
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
La segunda cuestión jurídica relevante por el específico tipo de mercado de las drogas
de síntesis es la relativa al denominado consumo compartido. Se trata de supuestos
en los que una persona adquiere ciertas cantidades de droga para su posterior
consumo de todo un grupo de personas, frecuentemente en un contexto de fiesta o
similar (Joshi, 1999: 221-226). Estos casos, siempre que concurran determinadas
circunstancias, son equiparados por los tribunales – tanto por las Audiencias
Provinciales como por el Tribunal Supremo - al autoconsumo y, en consecuencia, no
son objeto de sanción penal.55
56
Las circunstancias requeridas por la jurisprudencia para apreciar que existe este
consumo compartido no punible deben manifestar que no va a producirse una
extensión indiscriminada y/o masiva del consumo de la sustancia: que los sujetos que
se agrupan para la adquisición de droga y para su posterior consumo sean adictos,
que estos se encuentren perfectamente identificados, que constituyan un número
reducido y presenten conexiones entre sí, que el consumo se realice en lugar cerrado,
que la cantidad de droga consumida sea “insignificante”, que el consumo sea
inmediato y se produzca en presencia del adquirente y que no exista ánimo de lucro
por parte del su-jeto que realiza la adquisición de la droga.57
55
“Existe en los últimos años una jurisprudencia - tanto en el seno del Tribunal Supremo como
en las Audiencias Provinciales - que, a la vista de la enorme amplitud que tienen los delitos de
tráfico de drogas, tiende a dejar al margen de la sanción penal ciertos casos al considerar que
no poseen lesividad o antijuricidad material (es decir, que no generan un riesgo mínimamente
relevante para el bien jurídico protegido).” (Domínguez, Gallego, Rodríguez y Aneas, 2003: 96-
97). Entre los pronunciamientos judiciales en este sentido Gallego cita, en el trabajo indicado,
las sentencias del Tribunal Supremo de 28 de octubre de 1996 y de 22 de enero de 1997.
Otro supuesto no sancionado, pero no conectado con el objeto de este trabajo, sería el de “la
transmisión de dosis mínimas y gratuitamente a una persona adicta a la sustancia, por parte de
un familiar o persona allegada a dicho consumidor y con la intención de evitarle los sufrimientos
del síndrome de abstinencia o de ayudarle a intentar una paulatina desintoxicación mediante el
consumo de dosis decrecientes.” (Herrero, 2003: 367). En el mismo sentido, Molina (2008:
90-92).
56
A las sentencias del Tribunal Supremo citadas por Gallego (Domínguez, Gallego, Rodríguez
y Aneas, 2003: 97, nota 23) - 8 de marzo de 2000, 20 de julio de 1999, 10 de diciembre de
1998, 20 de enero de 1998 y 4 de mayo de 1998 – cabe añadir las mencionadas por Herrero
(2003: 367).
57
193
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Es el acusado quien debe demostrar que la droga aprehendida fue adquirida para ser
consumida por un grupo de personas, estos sujetos deben quedar identificados antes
del juicio y su dependencia debe ser acreditada.
El control de las sustancias utilizadas para elaborar o manipular las drogas de síntesis
presenta tanto una vía penal como una vía administrativa.58
éxtasis que había adquirido para un grupo de seis personas.” (Domínguez, Gallego, Rodríguez
y Aneas, 2003: 97, nota 24).
Por el contrario, los tribunales entienden que la conducta es punible cuando se trata de una
mera intermediación en la compra: cuando el consumo no es inmediato o insignificante –
sentencias de la Audiencias Provinciales de Gerona de 18 de febrero de 2000 y de La Coruña
de 13 de abril de 1999 -, cuando se distribuyen varias sustancias facilitando su consumo
indiscriminado en un contexto festivo - sentencia de la Audiencia Provincial de Baleares de 15
de junio de 1998 -, cuando la adquisición constituye un acto lucrativo que es preparatorio de
una futura fiesta - sentencia de la Audiencia Provincial de Tarragona de 9 de noviembre de
2000 -, etc.
Como es fácil deducir de esta enumeración de caso, el criterio jurisprudencial es claramente
matizable, lo que puede conducir a una aplicación diversa de esta doctrina por parte de los
tribunales. Por este motivo es enumerada por algún entrevistado – concretamente, por el
repre-sentante de la fiscalía – como uno de los resquicios legales y/o procedimentales que
pueden beneficiar a los implicados en un caso de tráfico de drogas si cuentan con una buena
defensa legal y consiguen testimonios que ratifiquen que se dan las circunstancias que
permiten su aplicación.
Otros resquicios señalados como relevantes por la misma fuente son las cuestiones relativas
a la composición de las pastillas - que no llegue a la cantidad que implica tráfico - y la exigencia
de ratificación en juicio de las pruebas analíticas de las sustancias. La explicación relativa a
esta última cuestión es bastante sencilla: según el pleno de la Sala segunda del Tribunal
Supremo, los dictámenes periciales realizados por organismos oficiales no requerían
ratificación en juicio salvo que se impugnara la prueba por alguna de las partes; dicha doctrina
ha sido utilizada por los abogados defensores, en el sentido de adoptar la práctica de impugnar
siempre la prueba analítica, lo cual obliga a la acusación a ratificar la prueba y exige una
presencia permanente de los responsables de los laboratorios en los tribunales, con el
consiguiente riesgo de colapso para su trabajo cotidiano.
58
El artículo 1.10 de la Ley 12/1995 de Represión del Contrabando define los precursores
como sustancias y productos susceptibles de ser utilizados en el cultivo, la producción o la
fabricación de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas.
194
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
artículo 373 del mismo texto legal contempla los actos preparatorios referidos a todas
las conductas típicas sobre drogas así como a las relativas a los precursores.59
59
A lo que debe añadirse, como señala Gallego (Domínguez, Gallego, Rodríguez y Aneas, 2003:
98 y nota 30), que algunas resoluciones judiciales incluyen conductas relativas a precursores
en el contenido del artículo 368 CP.
A efectos penales también debe destacarse que la Ley Orgánica 5/1999 de modificación de
la Ley de Enjuiciamiento Criminal amplió el concepto de «entrega vigilada» a los precursores
con la finalidad de ampliar las posibilidades de su persecución penal. La circulación o entrega
vigilada es una técnica que consiste en permitir que remesas ilícitas o sospechosas de
sustancias ilícitas circulen por el territorio o salgan de él sin interferencia de la autoridad y bajo
su vigilancia, con el fin de descubrir a las personas involucradas en la comisión de algún delito
conectado con las mismas (art. 263 bis Ley de Enjuiciamiento Criminal). Al respecto puede
con-sultarse lo indicado por Molina (2008: 286-300).
60
En esta línea, el Real Decreto 1911/1999 por el que se aprobó la estrategia nacional sobre
drogas para el periodo 2000-2008, destacaba como uno de los objetivos legislativos impuestos
en este plazo “profundizar en la legislación sobre control de precursores, reforzando las
medidas administrativas de control, y la implantación de una red de enlaces policiales que
controlen la fabricación de tales sustancias y su destino”.
61
195
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
62
No obstante, el control de los locales de ocio donde se consumen sustancias estupefacientes
se realiza con mucha frecuencia de una forma indirecta aplicando las medidas que estas leyes
u otras normas - como ciertas ordenanzas municipales - establecen sobre horarios de apertura,
medidas de seguridad, etc.
196
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Así mismo, estos indicadores constituyen la base a partir de la que se elaboran los
informes de las instituciones policiales, tanto nacionales como internacionales, en lo
relativo a la producción de drogas de síntesis. De hecho, es esta información policial la
que – mediante la cumplimentación por parte de las autoridades estatales de los
correspondientes cuestionarios – sirve en buena medida para elaborar el contenido de
los informes internacionales sobre producción y tráfico de drogas de síntesis y es,
también, la que se incorpora en los apartados relativos al control de la oferta en los
informes del Plan Nacional sobre Drogas español.
En este apartado se realiza un análisis de los datos disponibles sobre los mismos. En
primer lugar, se hace referencia a los datos disponibles sobre las zonas de producción
de las pastillas y, en segundo lugar, a los relativos a los mecanismos que se utilizan
para introducirlas en territorio español.
197
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Según los datos publicados por la ONUDD/UNODC (2004: 350; 2005: 321; 2006: 343)
y por el Observatorio Español sobre Drogas (OED) del Plan Nacional sobre Drogas
(2001: 145-146), en el año 2000 se incautaron en España 891.562 pastillas de éxtasis.
63
Esta cifra suponía un importante incremento respecto de las incautaciones del año
1999 (357.649 pastillas) 64
y se mantuvo constante – aunque presentando una ligera
baja - en el año 2001 (860.164 pastillas) . Fue en el año 2002 cuando se produjo la
mayor incautación de éxtasis en España, llegándose a la cifra de 1.396.142 unidades,
mientras que en los años 2003 y 2004 se produjo una importante disminución -
771.874 y 796.833 pastillas, respectivamente – (ONUDD, 2004: 350; ONUDD, 2005:
321; UNODC, 2006: 343).65
63
La cifra que hizo pública el Ministerio del Interior en sus Anuarios Estadísticos (2000 y 2001)
fue ligeramente inferior, 860.755 pastillas (ver Tabla 1). La diferencia se debe, con mucha
probabilidad, a que estos últimos no contemplaban las incautaciones realizadas por las policías
propias de las comunidades autónomas ni, en su caso, por las policías locales.
La información contenida en los Anuarios del Ministerio es utilizada en esta investigación
cuando facilita datos interpretativos relevantes, sin que ello signifique cuestionar los datos
globales del Observatorio Español sobre Drogas y de la ONUDD/UNODC.
64
n el año 1998 se habían incautado 194.527 pastillas, 184.950 en el año 1997, 340.444 en el
E
año 1996, 739.511 en el año 1995, 306.501 en el año 1994, 274.423 en el año 1993, 45.352 en
el año 1992 y 22.165 en el año 1991 (Plan Nacional sobre Drogas, 2000a: 24)
65
Las incautaciones realizadas en España durante los años 2003 y 2004, que representaban
77 y 80 Kilogramos respectivamente, colocaban a nuestro país en un nivel cercano al 2% de
las incautaciones mundiales, lejos de los países que encabezaban la lista del sector, pero en
una posición que tampoco es desdeñable. En el año 2003 se habían incautado, por citar a los
países que antecedían a España, 1.255 kilogramos en los Países Bajos (28% de las
incautaciones mundiales), 1.089 en Australia (24%), 585 en el Reino Unido (13%), 445 en
Estados Unidos (10%), 239 en Francia (5%), 141 en Canadá (3%), 129 en Irlanda (3%) y 126
en Alemania (3%). En el año 2004, citando tan solo a los países líderes, se habían incautado
1.632 kilogramos en Canadá (19% de las incautaciones mundiales), 1.500 en Bélgica (18%),
1.335 en Australia (16%), 1.073 en Holanda (13%), 673 en el Reino Unido (8%), 326 en los
Estados Unidos (8%), 300 en China (4%) y 213 en Francia (3%). Todo ello según los datos de
la ONUDD/UNODC (2004: 350; 2005: 321; 2006: 343).
198
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Ahora bien, las cifras sobre incautaciones no constituyen un indicador directo sobre el
papel de un determinado país en la producción de éxtasis. Es evidente que las
pastillas incautadas pueden tener su origen en otro lugar y también un destino final
diferente. De ahí que mediante las entrevistas y la recopilación de información se
intentara obtener más información sobre los lugares de procedencia del éxtasis
“encontrado” en territorio español.
En general, los entrevistados [CNP-01; CNP-03; GC-01; SVA-01; ME-03; ME-11] tendieron a
restar importancia a la producción nacional de drogas de síntesis y resaltaron que la
mayor parte de las mismas tenían su origen en el extranjero. Concretamente, las
instituciones policiales y aduaneras consultadas consideraron que la mayor parte de
las drogas sintéticas que, en el período analizado, pasaban por (y/o se consumían en)
el territorio español procedían de Holanda, de Bélgica y del suroeste de Alemania.
Estas fuentes citaron reiteradamente las ciudades de Ámsterdam, Maastricht y
Bruselas – así como sus zonas de influencia - como los principales centros de
producción de las pastillas que llegaban a España.66
Holanda, Bélgica y el sur-oeste de Alemania suelen ser considerados como los países
productores clásicos de drogas de síntesis. Son diversos los factores que han
favorecido esta condición. Blickman (2004: 9-18) los ha analizado en referencia al caso
holandés:
66
Relacionando el origen de las sustancias con las dificultades existentes para controlar su
producción e importación, en diversas entrevistas [CNP-01; CNP-03; ME-02; ME-11] se reiteró la
existencia de laboratorios móviles ubicados en trailers que circularían por Holanda, Bélgica y el
sur de Alemania, dato que ya era conocido desde los años noventa del siglo veinte (Blickman,
2004: 13; Gamella y Álvarez, 1997: 208).
199
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
67
“Comenzó así una serie de técnicas de investigación muy controversiales [sic] (con agentes
secretos, entregas incontroladas de drogas a gran escala, teléfonos intervenidos ilegalmente,
registros clandestinos de domicilios, etc.) cuyo objetivo era acabar con estas organizaciones.
La ley neerlandesa prohíbe el uso de agentes encubiertos para instigar a alguien a traficar. Sin
embargo, los funcionarios de los cuerpos represivos intentaron sortear estas limitaciones. Uno
de los métodos consistía en recurrir a la infiltración a largo término, permitiendo a las
organizaciones delictivas seguir trabajando con docenas de toneladas de cannabis con el
apoyo activo de la propia policía. La idea consistía en apuntar a los dirigentes de la
organización, que nunca participaban activamente en el trabajo delictivo de base. Las
infiltraciones a largo término se emplearon para ganarse la confianza de informantes en la
cúpula. Con el fin de que los informantes se ganaran la credibilidad necesaria, la policía tuvo
que cooperar con los traficantes de drogas. Al final, no estaba claro quién había llevado las
riendas en estas operaciones, si el departamento de inteligencia de la policía o las propias
organizaciones delictivas”
“Varias entregas mayores al reino Unido fueron pasadas por alto. Algo aún más polémico fue
que algunos oficiales de los servicios de inteligencia permitieron que un agente secreto – un
delincuente de poca monta conocido como El Caracol – se infiltrara en varias organizaciones
de fabricantes de éxtasis. En primer lugar, aprendió los trucos del oficio de uno de los
tradicionales ‘cocineros’ de anfetaminas del sur. Cuando aquel hombre fue detenido, El Caracol
ense-ñó al resto a producir éxtasis, suministró precursores y equipamiento de laboratorio,
montó laboratorios y autoclaves de alta presión, y efectuó reparaciones durante un período de
cuatro años, desde 1992 a 1996. Finalmente, la operación fracasó cuando se denunciaron
estos polémicos métodos. La mayoría de organizaciones contra las que trabajaba El Caracol se
desmantelaron en un principio pero, en juicios posteriores contra algunos de los ‘barones del
éxtasis’ del sur, se estimó que los polémicos métodos de investigación eran ilegales, y se liberó
a varios de los líderes de estas bandas. No queda claro hasta qué punto esta operación
contribuyó a la expansión del comercio del éxtasis, pero las actividades del agente secreto
ayudaron a difundir conocimientos sobre la fabricación del éxtasis entre grupos delictivos que
deseaban entrar en el negocio. Por otro lado, puede que la policía también haya obtenido
información valiosa. Sin embargo, algunos de los mayores productores de éxtasis de Limburg
siguen sueltos y, en general, la fabricación de éxtasis sigue floreciendo a tal punto que el
mercado está prácticamente saturado.” (Blickman, 2004: 16-17).
200
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
La consideración de estos países como una importante zona de origen de las drogas
de síntesis se vería refrendada por las tendencias de carácter general marcadas en los
informes internacionales sobre la materia. Así, por ejemplo, si tomamos como
indica-dor el descubrimiento de laboratorios, la Europol (2000a: 18-19) señaló que en
Holanda fueron detectados 36 emplazamientos de elaboración de drogas de síntesis
durante el año 1999 y la Oficina para el Control y la Prevención del Delito – que en el
año 2002 se transformó en la citada Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y
el Delito (ONUDD) - señalaba que en el año 2001 se habían desarticulado 25
laboratorios y 18 en el 2002 (ONUDD, 2004: 284).69
68
En los trabajos de D. Zaich (2002 y 2005) se profundiza, desde la perspectiva de los actores
de origen colombiano implicados en el tráfico de cocaína, en el papel de Holanda como centro
logístico idóneo para esta actividad.
69
El número total de laboratorios desmantelados en la Europa occidental entre los años 2001 y
2002 fue 58: 2 en Alemania, 8 en Bélgica, 1 en Francia y 4 en el Reino Unido, a los que se
deben añadir los indicados para el caso holandés (ONUDD, 2004: 283-284).
70
Algunos especialistas de los Países Bajos (Blickman, Korf, Siegel y Zaitch, 2003; Blickman,
2004) se han esforzado por establecer el papel exacto de los países productores tradicionales
(Holanda, Bélgica y Alemania) en el actual mercado mundial del éxtasis, señalando una
creciente diversificación en cuanto a los países productores. Concretamente, Blickman (2004:
9), que en este punto sigue la información elaborada por las unidades policiales especializadas
del país, señala que la producción holandesa sólo cubriría entre un 32 y un 42% de la demanda
mundial de éxtasis. Esta diversificación es reconocida en los últimos informes internacionales
del Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías (OEDT, 2003 y 2004) y de la Oficina
de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, 2003; ONUDD, 2004; ONUDD
2005; UNODC, 2006), pero lo cierto es que estos trabajos siguen señalando a los citados
países como la fuente fundamental de pastillas para la Europa sur-occidental.
201
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
71
72
En los pocos casos (cuatro) en los que la muestra de sentencias de la Audiencia Provincial
de Barcelona hace referencia al origen y al destino final de la sustancia también son citados
estos países: en un caso se señala la “procedencia” belga de una red de distribución de
pastillas hacia España y en otros tres se indica que el tráfico tenía su origen en Ámsterdam y
destino en nuestro país.
202
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
73
Como señala Blickman (2004: 24-25): “Según varias fuentes, en Europa del Este y los países
bálticos tiene lugar una importante producción de éxtasis, aunque el número de laboratorios
decomisados en la región notificado a la ONU es muy reducido… Según el Observatorio
Europeo de la Droga y las Toxicomanías (OEDT) en un informe sobre los Países de Europa
Central y Oriental (PECO) candidatos a la adhesión a la UE, la fabricación de drogas sintéticas
ha aumentado en esa región debido a los escasos mecanismos de control… Estos grupos
suelen hacer uso de laboratorios legales ya existentes y contratan a químicos con experiencia
para fabricar anfetaminas cuya pureza es del 90-100%”.
74
“…el número de laboratorios decomisados representa un burdo indicador si no se conoce la
capacidad de producción combinada con los períodos temporales en que se emplea dicha
capacidad, así como la naturaleza del laboratorio (sólo elaboración de comprimidos o
producción real de MDMA).” (Blickman, 2004: 6).
203
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Además, debe tenerse en cuenta que la producción de pastillas in situ se conecta con
una serie cuestiones de carácter logístico (Gamella y Álvarez, 1997: 207-208): contar
con las materias primas y con el instrumental de producción especializado,75 disponer
de un espacio adecuado para la realización de las operaciones necesarias – el espacio
debe estar bien ventilado y, si es posible, alejado de zonas residenciales, pues la
manufactura de las pastillas libera un olor penetrante - y disponer de un espacio de
al-macenaje. La primera de estas cuestiones será analizada en el siguiente
subapartado, tratándose ahora la relativa al espacio físico o laboratorio.
El Cuerpo Nacional de Policía señalaba que a finales de los años ochenta y principios
de los noventa del siglo veinte fueron descubiertos una serie de laboratorios en la zona
de Levante (muy ligada a la ya comentada ruta del bakalao) . Sobre esta cuestión se
75
El necesario para realizar la síntesis del MDMA o similar, para mezclar de manera uniforme
esta sustancia con los excipientes que le sirven de soporte – es lo que se denomina como
granulado - y para comprimirlo o encapsularlo.
En relación a esta última operación, no debe olvidarse que la cuestión de la forma y del logo
de la pastilla le otorga una cierta “distinción comercial” al producto (Gamella y Álvarez, 1997:
208-209; Romero, 2004: 290), por lo que no es intranscendente.
Policialmente se realizan dos consideraciones básicas sobre la presentación de la sustancia
(Bundeskriminalamt, 1999: 3-4). Sobre la presentación en comprimido: “En este contexto
resulta fundamental la conexión existente entre un componente cuasi legal y uno ilegal de las
pastillas llamadas en este mundillo ‘éxtasis’. Dado que por lo general el consumo de pastillas
está ampliamente extendido en los países industrializados esta droga dura se presenta en un
formato socialmente aceptado y así se erige como supuesto garante de una calidad
farmacéutica profesional. De esta forma se rebaja en los consumidores de drogas ilegales en
formato de pastilla de manera significativa el umbral de inhibición para el consumo; así mismo
desaparecen los por otra parte clásicos prejuicios aparejados al consumo de drogas”. Y sobre
los logos (en la versión del año 2000 del Catálogo de Drogas Sintéticas de la Europol se
presentaban más de 300 motivos básicos y unas 510 variantes de pastillas aparecidas) se
indica: “La gama de estos motivos abarca, como se representa en este catálogo, desde los
números, letras y símbolos hasta acuñaciones de fabricación profesional de símbolos
(orientados a grupos de destinatarios) como marcas comerciales o motivos informáticos y del
cómic. Esta acuñación de motivos confiere a las pastillas un efecto simpático y distrae la
atención del peligro que suponen las substancias específicas de su contenido.”
204
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
definía Esteban Malo (1997: 10), especialista del citado cuerpo policial, en los
siguientes términos: “Durante 1993, fueron dos los laboratorios desmantelados en los
que se estaban procesando este tipo de drogas. En 1994, uno. A lo largo del 95 la cifra
se ele-va a tres, de los doce en total que se descubrieron. Durante 1996, el número se
elevó a cinco, de un total de quince laboratorios caseros desmantelados”.
76
Este caso no ha podido ser identificado en los informes de las Naciones Unidas. Al respecto
ver ONUDD (2004: 283).
77
La cifra de laboratorios desarticulados en España en el año 2002, tanto según los informes
de las Naciones Unidas (ONUDD, 2004: 287; ONUDD, 2005: 249) como según La Comisaría
General de Policía Judicial (2003: 213) se elevó a 8, aunque no se especificaba a qué tipo de
sustancias concretas se dedicaban, lo cual genera un evidente baile de cifras.
El desmantelamiento del laboratorio catalán tuvo lugar en Vidreres (Gerona) en septiembre
del 2002. En esta operación la Policía de la Generalitat-Mossos d’Esquadra y el Servicio de
Vigilancia Aduanera incautaron 9 kilos de speed en estado puro – que hubieran dado lugar,
según la estimación policial a 400.000 dosis - y 200 kilos de hachís (EFE, 2002; Taberner,
2002). Unos meses después, se realizaron diversas detenciones por acciones de blanqueo de
dinero relacionadas con este caso (S.T., 2003).
Parece oportuno señalar que la persona responsable del laboratorio de Vidreres – que recibía
el sobrenombre de “el químico” - era la misma que había sido detenida, y que había huido de la
justicia, en relación al caso de Gerona en el año 2001.
También fue encontrado material químico para producir unas 7.500 dosis de “éxtasis líquido”
en las localidades de Barcelona y de Sant Adrià del Besòs, en el contexto de una misma
operación policial (Floría, 2002).
205
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
millar de pastillas de MDMA y 83 frascos de GHB – (A. F., 2005) y otro en Lérida
(Redacción, 2005: 25).78
Es posible que el primero de estos factores favorezca que personas con ciertos
conocimientos de química se atrevan a probar fortuna en este sector – empezando con
pequeñas infraestructuras -, pero el paso a un nivel superior parece exigir de unos
mayo-res conocimientos y, sobre todo, de unas prácticas más consolidadas (Gamella y
Álvarez, 1997: 207). En cuanto al segundo, no debe olvidarse que un tipo de
laboratorio más productivo exige una cierta inversión económica (para adquirir el
instrumental, para conseguir las materias primas, para “gestionar” los locales donde se
realiza la producción, etc.).80 En suma, las figuras del “químico” y del “financiero”,
78
Por la información disponible, parece ser que este último se dedicaba a la elaboración de los
comprimidos o de las cápsulas a partir del polvo de éxtasis previamente adquirido.
79
Como señalaron dos entrevistados [ME-06; ME-11], en la intervención realizada por Mossos
d'Esquadra en Vidreres se observó que el detenido se guiaba por un libro que podía comprarse
a través de la red con mucha facilidad: U. Fester (1996) Secrets of Methamphetamine
Manufacture, Loompanics Unlimited, Washington, 4ª Ed. Este libro fue ad-quirido, en su versión
actualizada (Fester, 2002), por el autor de este trabajo en una céntrica tienda barcelonesa
dedicada a la divulgación de las cuestiones ligadas a las drogas.
80
Gamella y Álvarez (1997: 207-209) tienden a resaltar las dificultades económicas y logísticas
para la creación de laboratorios clandestinos. Por ejemplo, señalan el alto valor de las materias
primas o del instrumental requerido, también subrayan la necesidad de acudir al mercado negro
206
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
clásicas en esta materia (Gamella y Álvarez, 2007: 208; Korf y Verbraeck, 1993),
exigen un nivel de profesionalización que todavía no parece haberse alcanzado en el
caso español. Además del nivel de conocimientos y del cálculo inversión-beneficios,
debe tenerse en cuenta que la actividad de fabricación conlleva un aumento de
visibilidad de la activi-dad delictiva (no sólo por el local, los olores que despide y el
tránsito que conlleva sino también por la posibilidad de que la policía rastree los
movimientos de las materias pri-mas), cuestión que, sin duda, será valorada por los
emprendedores.81
Lo que no deja de ser curioso es que, en contra de todos estos datos, la proliferación
de laboratorios clandestinos está presente en el imaginario de los consumidores: “El
hecho de que existan estos laboratorios es consecuencia, según los consumidores, de
esta facilidad de poder fabricar este tipo de sustancias, para lo cual unos pequeños
conocimientos químicos y un espacio dotado de material específico son suficientes.”
(Plan Foral de Drogodependencias, s.f.: 117). Esta misma opinión es compartida por
de países productores como Holanda o de países sometidos a menos control que los de la
Unión Europea, como los de la Europa del este o los asiáticos.
Saunders y Shulgyn (1994: s.p.), a partir de entrevistas a productores ilegales de MDMA o
con personas que habían entrado en contacto con gente dedicada a esta actividad, tampoco lo
ven como algo sencillo: “Un grupo me contó su experiencia sobre los problemas de producción.
Lejos de ser una manera fácil de hacer dinero, sonaba como una pesadilla de problemas,
desde explosiones hasta paranoia. Los proveedores deben informar a la policía, así que hay
que comprar los químicos básicos (los “precursores”) a precios inflados (“cambiar dinero por
silencio”), pero esto no elude la posibilidad de un chantaje. La síntesis produce humos
venenosos, y esta gente a veces tuvo que evacuar cuando las cosas se salían de control, y al
volver encontraba su valioso producto goteando desde el cielo raso. A veces, los humos se
alzaban en nubes blancas y podían olerse a kilómetros de distancia. Incluso la venta resultó un
problema mucho más arriesgado – y menos redituable – de lo que habían esperado.”
“Hablé con dos personas que visitaron una fábrica clandestina en Holanda. Uno la describió
como una operación pequeña destinada a producir MDMA en una casa común: el equipo era
de descarte industrial, y consistía en un autoclave y un mezclador de 14.000 rpm. Ninguno de
los dos operarios era químico, aunque uno había trabajado en un laboratorio hospitalario. No
tenían experiencia previa, y se instruyeron a partir de libros y trabajos científicos en librerías
públicas. Tenían cuidado al comprar los precursores, así que se los solicitaban a distintos
proveedores de diferentes países. El costo de montar la fábrica – unas 70.000 libras – corrió
por cuenta de un delincuente que quería reconvertirse al negocio de las drogas. Les llevó seis
semanas a los operarios producir la primera partida, con muchos fracasos, pero dijeron que
podrían haberlo hecho mucho más fácilmente con el equipo adecuado.”
81
207
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
algunos vendedores que participan en los niveles inferiores del mercado: “¿De dónde
crees que viene el <<éxtasis>> que llega a España? Pues esto último yo tengo
en-tendido que son de Amsterdan [sic]. Los que yo tengo son de Amsterdan. Pero,
aquí mismo, puede haber un laboratorio, eh. ¿Tú crees que hay laboratorios en la
costa? Yo creo que sí. Quien me dice a mí que las pastillas no se pueden hacer con
una persona que sepa química y que sepa de compuestos químicos. Una pastilla,
perfectamente, vamos. Es que una persona que sepa química y que sepa de cuatro,
cuatro cosas, cuatro sustancias que tengan cada una una sensación, las una y ya
sepa el más. Las prueba y dice: Ésta tiene tal cosa, ¿no? Pues nada, lanzo. Yo creo
que sí, que las hay, eh. En Valencia yo tenía entendido que las mezcalinas las hacían
los estudiantes de medicina. Yo no sé si es verdad. Pero vamos, eso me lo han dicho
a mí. Y en Valencia tiene que haber mucha gente que haga pastillas, lo veo yo.”
(Romo, 2001: 276). Pero la regla general parece ser que los vendedores manifiestan
tener poca informa-ción sobre el origen y la distribución de las pastillas (Plan Foral de
Drogodependencias, s.f.: 118; Romero, 2004: 281).
Finalmente, cuando se solicitó a las fuentes policiales que realizaran una valoración
sobre la posible implantación de laboratorios en Cataluña, los entrevistados no
descartaban que la zona del litoral, especialmente entre Barcelona y Gerona, pudiera
convertirse en un punto de producción y distribución de drogas de síntesis para
consumo en Cataluña y en otras zonas del estado. Consideraban, además, que las
personas que instalan los laboratorios suelen ser nacionales, aunque apuntaban
[ME-11] la existencia de informaciones procedentes de la policía holandesa según las
cuales ciudadanos de esa nacionalidad podrían estar instalando laboratorios en
Cataluña.82
82
208
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
drogas como diversos especialistas (Camí, 1990; Gamella y Álvarez, 1997: 205)
señalan que una estrategia eficaz para disminuir el tráfico ilegal de drogas de síntesis
consistiría en concentrar las actuaciones de control en los productos químicos
necesarios para su elaboración.
Existen diversos métodos para llevar a cabo la síntesis de MDA, MDMA y sustancias
afines.83 El más común consistía en el tratamiento de una cetona, el
piperonil-metil-cetona, con amoniaco o metilamina en condiciones reductoras, pero
cuando la acción institucional ha dificultado el acceso a esta cetona se ha recurrido a
otros precursores como el safrol o el isosafrol (Gamella y Álvarez, 1997: 203-204;
UNODC, 2003: 39).
Este modo de control de la producción de las drogas de síntesis debe enfrentarse, sin
embargo, al reto que plantea la capacidad química de utilizar una amplia gama de
productos equivalentes, incluso de carácter natural, en los procesos de elaboración.
Como indican Gamella y Álvarez (1997: 206): “En el caso de los derivados, hay
muchos productos naturales que pueden usarse como precursores. El detallado
análisis de las posibilidades de la conversión química y la disponibilidad comercial
abiertas a la manufactura clandestina de derivados anfetamínicos llevado a cabo por
Remberg (1995) revelaba que hay un gran número de productos muy concentrados
(como aceites esenciales, concentrados aromáticos, etc.), y las sustancias sintéticas
respectivas, que son vendidos en todo el mundo y resultan muy apropiados para la
conversión en análogos anfetamínicos de anillo sustituido. De hecho, en su repaso de
las opciones abiertas a esa industria clandestina, Remberg concluía que si el número
de fuentes naturales disponibles para la fabricación de derivados anfetamínicos
estimulantes es alta, es, sin embargo, incomparablemente mayor en lo que concierne
a la síntesis de derivados anfetamínicos de anillo sustituido, donde hay un <<amplio
repertorio de materias pri-mas naturales>> (1995:8).”
Existen diversas formas de obtener los precursores (Korf y Verbraeck, 1993): adquirirlo
en el mercado nacional mediante una empresa legal que actúe en un sector en el que
se utilicen normalmente estos productos (por ejemplo, en la industria de la limpieza o
de las pinturas), dicha empresa hace de “tapadera” y desvía cantidades de la
sustancia de que se trate, de manera regular, hacia la industria clandestina de
83
Una clara explicación de estos métodos puede ser consultada en el texto utilizado por la Drug
Enforcement Administration (s.f. [b]: 49-50) en sus seminarios formativos.
209
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
84
Este dato es confirmado por la UNODC (2003: 43; 2006: 128 y 140) y por la Organización
Mundial de Aduanas (World Customs Organization, 2002: 28).
85
Sólo un entrevistado [ME-11] consideraba que comenzaba a crearse un mercado negro de
precursores, aunque señalaba que lo normal era comprarlos a empresas legales de pequeño o
mediano tamaño.
86
210
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Las fuentes consultadas [SVA-01; GC-01; ME-11] señalaban que la importación desde los
centros de producción de las drogas de síntesis situados dentro de la Unión Europea
hacia los destinos que se encuentran en la misma zona geográfica se realizaban
fundamentalmente de dos maneras: o se transportaban pequeñas y medianas
entregas por rutas terrestres (en vehículo privado, en autobuses, etc.),87 o bien se
utilizaba el correo postal. Por su parte, cuando el destino se encuentra en el exterior de
la Unión Europea - los destinos más frecuentes desde Europa eran Norteamérica, Asia
y Australia – se usaban correos (personas que transportan, en su cuerpo o en sus
pertenencias, las drogas) que viajan en avión y también el mencionado correo postal.88
87
Según los entrevistados [GC-01; ME-11] las pequeñas y medianas entregas se situarían entre
las 1000 y las 200.000 pastillas, pero el criterio es variable. Así, la Comisaría General de
Policía Judicial en su informe del año 1998 considera que el pequeño tráfico llegaría hasta las
4.000 pastillas, el mediano hasta las 34.000 y el gran tráfico comprendería los decomisos que
se encuentran entre esta última cantidad y las 150.000 unidades.
En el año 2002 se llevaron a cabo 5.633. decomisos de mediano tráfico - en los que se
incautaron 63.827 pastillas y se detuvieron a 4.460 implicados - y 3.463 decomisos de pequeño
tráfico y de consumo – con 3.105 pastillas incautadas y 2.561 implicados detenidos - frente a
84 decomisos de gran tráfico – siendo incautas 1.329.160 pastillas y detenidos 192 implicados-.
Como puede observarse, a pesar de ser minoritarios en número de casos, los decomisos de
gran tráfico representan un 95,21% de las drogas de síntesis incautadas (Comisaría General
de Policía Judicial, 2003: 72).
88
La Europol, que en esta materia colabora de manera estrecha con la Bundeskriminalamt
(BKA) alemana, y la Organización Mundial de Aduanas confirman esta información: “Grandes
cantidades de pastillas de éxtasis están siendo contrabandeadas, tanto mediante correos como
vía servicios postales urgentes, desde muchos de los principales aeropuertos de los Estados
Miembros a todas las regiones del mundo, en particular a Norteamérica, Sudáfrica, Asia, Israel,
211
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Australia y Nueva Zelanda.” (Europol, 2000a: 25); “El tráfico desde Europa está todavía
dominado por el equipaje de pasajeros y por el sistema de correo express.” (World Customs
Organization, 2002: 12).
89
Durante el año 2002 (Comisaría General de Policía Judicial, 2003: 72-74) se realizaron 25
decomisos en aeropuertos. El aeropuerto de Barajas seguía encabezando la lista (con 338.280
pastillas, que representaban el 99,79% del total decomisado en este tipo de lugares), seguido
del de Mallorca (0,15%) y del de Ibiza (0,06%).
Como puede observarse en la Tabla 2 el aeropuerto barcelonés de El Prat de Llobregat ya
ocupaba un lugar destacado a nivel peninsular en el año 2000 y, según los últimos informes de
la Unitat Central d’Anàlisi Estratègica (2004: 28) de la Policia de la Generalitat-Mossos
d’Esquadra sigue siendo utilizado para la entrada de drogas de síntesis.
212
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
No obstante, según lo relatado [SVA-01; GC-01; GC-02; ME-11], los medios y rutas más
habituales de distribución de éxtasis estaban relacionados con el transporte terrestre -
como se ha indicado, en vehículo privado, autobús o tren - de pequeñas o medianas
cantidades que tenían destinos nacionales (ver Tabla 3). Así, durante el año 2001, el
43% del éxtasis decomisado por el Cuerpo Nacional de Policía se había introducido
por vía terrestre - el 58% de las pastillas incautadas fueron halladas en vehículos - y el
21% había sido transportado en avión (Comisaría General de Policía Judicial, 2002).
La vía terrestre seguía siendo la principal (52,82%) según los datos relativos al año
2002 (Comisaría General de Policía Judicial, 2003: 73).
213
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Provincia 2000
Alicante
Baleares 2.014
Valencia
Gerona (La 44.050
Junquera)
TOTAL 46.064
90
Los datos sobre decomisos aduaneros del año 2002 lo confirmaban al haberse incautado
129.552 pastillas en Girona (La Junquera) y 43.398 en Alicante (Comisaría General de Policía
Judicial, 2003: 74).
La Unitat Central d’Anàlisi Estratègica (2004: 28) de la Policia de la Generalitat-Mossos
d’Esquadra sigue otorgando un papel importante al paso de La Junquera en materia de tráfico
de pastillas.
214
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Los destinos más frecuentes en España de las drogas de síntesis importadas eran
Madrid, por la ya comentada importancia del aeropuerto de Barajas, Cataluña - tanto
Barcelona y su área de influencia como la zona costera -, la zona de Levante y la costa
andaluza (Oficina Central Nacional de Estupefacientes, 2001 y 2002).
215
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
216
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
91
La consulta del material estadístico elaborado por la policía española en esta materia permitió
identificar algunos problemas, presentes sobre todo en los años noventa del siglo veinte: los
datos policiales se presentaban estadísticamente en función de las cantidades incautadas, sólo
en los últimos años analizados se detallaba el número de decomisos realizados y la tipología
de decomisos, cuando estos últimos datos permiten entender mejor – aunque sea de manera
parcial o aproximativa - la tendencia e importancia del mercado; hasta el año 2000 no se
suman las incautaciones realizadas por la policía autonómica de Cataluña y no se tiene
información sobre las actuaciones de otros cuerpos policiales autonómicos o de las policías
locales; las unidades en que se expresan las incautaciones no siempre son las mismas
(gramos, unidades, dosis) y era posible encontrar deficiencias en la identificación/codificación
de las sustancias (se agrupaban en una misma categoría, y bajo una misma denominación,
diversos tipos de sustancias, se utilizaban categorías confusas como “otros”, “asimilados”, etc.);
217
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
En segundo lugar, interpretaban [SVA-01] que los aumentos de los decomisos que
presenta Barcelona y su zona de influencia se correspondían con incrementos del
consumo en el área metropolitana y no con una potenciación de la ciudad como punto
de tráfico y de distribución respecto del resto del estado. Es decir, se entiende que
Barcelona era una zona de destino final cuya demanda venía determinada por las
dinámicas de consumo.92
En tercer lugar, y en coherencia con la idea de que la ciudad de Barcelona era una
zona de destino final, explicaban [GC-01; ME-11] que las pastillas que llegaban desde el
exterior y que se consumían en otros puntos del territorio se desviaban hacia estos
lugares antes de llegar a la ciudad (de ahí la importancia de las incautaciones en
Cataluña, que sí sería una zona de paso hacia otros destinos). En esta línea, uno de
los entrevistados [ME-11] indicó que lo habitual era que los correos pararan, por
ejemplo, en alguna área de servicio de autopistas cercanas a Barcelona para contactar
con otros sujetos y que desde allí fueran estos correos los que realizasen la
distribución a otros puntos. La información extraída de los boletines de la Oficina
Central Nacional de Estupefacientes (2001 y 2002) confirmaba que la área geográfica
92
En este sentido, algún entrevistado [CNP-01] señalaba que a partir del año 2000 el consumo
habitual de éxtasis se habría estancado y el ocasional se habría estabilizado (si bien
constataba una mayor demanda de GHB y de ketamina), y que ello se debería, en parte, a la
influencia de los medios de comunicación y de las campañas publicitarias de carácter
preventivo.
Los datos del Observatori de Nous Consums de Drogues en l’Àmbit Juvenil apuntan,
efectivamente, a una estabilización del consumo de éxtasis en Cataluña a partir del año 2000 y
a una disminución del mismo a partir del año 2003. Por lo que hace referencia a las nuevas
sustancias (GHB, ketamina, 2CB, 2CI, DMT, DOM, etc.) señalan que raramente su consumo ha
ido más allá de círculos muy reducidos y que se percibe una tendencia a la baja al poco tiempo
de su introducción en el mercado (Díaz, Pallarés y Barruti, 2001: 217-218; Díaz, Pallarés y
Barruti, 2002: 102-105; Díaz, Pallarés y Barruti, 2003: 84 y 87; Díaz, Pallarés, Barruti y
Espluga, 2004: 88 y 90; Díaz, Pallarés, Barruti y Espluga , 2005: 64-65 y 71).
218
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
219
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Fuente: Elaboración propia a partir de los Boletines de Actuaciones por Tráfico de Estupefacientes
de la Oficina Central Nacional de Estupefacientes (2001 y 2002).
93
220
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Sin embargo, dejando de lado estos casos, las instituciones consultadas [CNP-01;
CNP-03] insistieron en la reducida estructuración del mercado nacional. Desde su
perspectiva, en el caso español sería preeminente el pequeño tráfico y, en
consecuencia, el mercado estaría formado en este nivel de actividad por
importadores/distribuidores que no estarían integrados en organizaciones fuertes y que
traerían por carretera pequeñas cantidades de pastillas – unas decenas de miles en
los casos más importantes -94 desde Holanda, Bélgica y Alemania. En todo caso, los
especialistas (Gamella y Ál-varez, 1997: 212) señalan que la relación entre los
traficantes/distribuidores y los productores/exportadores extranjeros se basaría en
acuerdos fijos, aunque no sería [CNP-03] un tipo de relación estable o continuada en el
tiempo.
Así explicaba una de las fuentes entrevistadas [ME-11] lo que consideraba como la
dinámica normal del mercado en su nivel de importación: “Un correo holandés, o
directamente el importador, baja las pastillas desde Holanda en coche o en autocar y
las entrega al comprador que es, a su vez, el encargado de distribuirlas por zonas. En
este nivel la relación con el productor es de tipo cliente/proveedor, no se trata de una
94
Se confirmaría, así, el dato que daban Gamella y Álvarez (1997: 212) unos años antes: “A
diferencia de los observado en Holanda y en el Reino Unido, en España no parece haberse
llegado al nivel del millón de pastillas, o sea, de los cientos de kilos de sustancia distribuida.”
221
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Las fuentes policiales [CNP-01; CNP-03; GC-01; GC-02; GUB-01; ME-02; ME-03; ME-11], sólo
reconocían cierto nivel de organización en los pocos supuestos más importantes - que
identifican con el mediano y gran tráfico - e insistían en tres aspectos: en el resto de
casos no puede hablarse de organización en el sentido que esta expresión tiene en
otros casos de tráfico de drogas (de cannabis, de cocaína, etc.); que estas otras
estructuras de importación/distribución serían difíciles de dibujar tanto por la diversidad
de su estructura interna como por su carácter dinámico y cambiante;96 y que, con cierta
frecuencia, las “estructuras” dedicadas de tráfico de éxtasis conviven o se solapan con
organizaciones que se dedican al tráfico de otras drogas.
En relación a esta última cuestión, sostuvieron que estas otras redes aprovechaban los
canales de distribución que ya tienen consolidados en el mercado de otra droga para
distribuir pastillas, obteniendo así un plus de rentabilidad. Ponían como ejemplo de
este tipo de convivencia la organización desarticulada en la ya mencionada Operación
Pastilán. En este caso, una vez vendidas las pastillas en los Estados Unidos, el dinero
95
La misma idea se manejaba en la literatura especializada a finales de los años noventa del
siglo anterior: “Antes, parece que hubo varios intentos de ciertos exportadores holandeses por
establecerse en España, pero el intento fue abandonado a causa de la escasa rentabilidad que
entonces ofrecía el comercio con nuestro país, así como porque los vendedores a los
escalones inferiores trabajaban a débito, algo a lo que los holandeses no estaban dispuestos.”
(Gamella y Álvarez, 1997: 212).
96
En este mismo sentido se definen el Plan Foral de Drogodependencias (s.f.: 119) y, en relación
al trapicheo de diversas sustancias, Romero (2004: 271).
222
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Las instituciones coinciden a la hora de explicar los motivos de este inferior nivel de
estructuración (siempre en relación al tráfico de otro tipo de drogas) de la actividad de
importación:
97
El único elemento que puede presentar alguna dificultad es conseguir los contactos oportunos
en los países productores, pero los entrevistados no consideraban que se tratara de un escollo
insalvable. De todas maneras, reconocían [ME-03] que los distribuidores de los niveles
superiores intentan que los de nivel inferior no tengan información sobre los proveedores.
223
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Desde esta perspectiva, la estructura del mercado del éxtasis vendría definida
fundamentalmente por el contexto en el que funciona, el mundo de la fiesta [CNP-03;
GC-02; GUB-01], y por la tipología de su protagonista, el consumidor que vende para
autoabastecerse y/o obtener un cierto beneficio. Estas mismas características harían,
para algunos de los entrevistados [ME-02], altamente improbable un cambio sustancial
de la estructura de este mercado.
Ahora bien, estas coincidencias en los relatos institucionales no pueden ocultar que,
como ya en su momento reconocían Gamella y Álvarez (1997: 213), existe muy poca
información de primera mano tanto sobre los importadores como sobre los
intermedia-ios de alto nivel (los que mueven cientos o decenas de miles de unidades).
De hecho, las descripciones que realizaban estos autores - basadas en sus trabajos
de campo - no dejaban claro si se trataba o no de los mismos sujetos (Gamella y
Álvarez, 1997: 214). Por su parte, la investigación promocionada por el Plan Foral de
Drogodependencias de la comunidad navarra (s.f.: 119) señalaba que los propios
implicados en la venta minorista de pastillas saben muy poco de las personas que
entran las pastillas.98 Por lo tanto, se desconoce el número exacto de eslabones que
puede existir, con cierta habitualidad, entre el importador y el vendedor al detalle.
Gamella y Álvarez (1997: 213-217) sólo se aventuraban a señalar tres datos en base a
la información de la que disponían:
98
Mantener desinformados a los vendedores al detalle no sólo es una estrategia de seguridad
ante las posibles actuaciones policiales sino que permite mantener una posición competitiva en
el mercado.
Como se puede observar, la discreción en la transmisión de información - a este respecto
cabe recordar lo indicado en la nota 329 – funciona como un mecanismo suave de control del
mercado frente a los utilizados tradicionalmente por la criminalidad organizada: las normas
criminales, la violencia o la corrupción (Mcintosh, 1977: 66-72).
224
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
3. Y que era posible identificar tres o cuatro escalones básicos entre los
distribuidores de decenas de miles hasta los que vendían unidades: el
importador o distribuidor de alto nivel, “a su vez, distribuye esa cantidad entre
cuatro o cinco distribuidores locales que manejan entre 3.000 y 5.000 unidades,
quienes a su vez conocen a otros intermediarios a quienes van pasando la
mercancía en partidas de 100 a 500 unidades.” (Gamella y Álvarez, 1997: 214).
Las fuentes que fueron entrevistadas no parecían disponer una información mucho
más profunda sobre la cuestión de los eslabones existentes entre la actividad de
importación y la de menudeo. Reconocieron que no podían diferenciar los diversos
escalones supuestamente existentes [CNP-01; CNP-03] o bien subrayaron la falta de
información sobre estas actividades [GC-01]. Sin embargo, sí pudieron identificar tres
tipologías de importadores/distribuidores de alto nivel, basándose en las
características de los sujetos que las integran:
Esta categoría ya era conocida desde principios de los años noventa: “Los
importadores en 1990 y 1991 eran en su mayoría jóvenes, de clase media, que
participaban en la industria del entretenimiento y la música (camareros,
disc-jockeys…) quienes, de modo individual o en pequeños grupos, traían
<<éxtasis>> a España, casi nunca en cantidades menores de 5.000 unidades.”
(Gamella y Álvarez, 1997: 213). Y algo similar se sostenía al finalizar esa década:
“Algunos de estos <<puntos>> [importadores/contactos] tienen locales abiertos al
público y eso les permite mantener una serie de contactos con muchos clientes
que pueden actuar, a su vez, de menudeadores. Esos negocios no son
necesariamente <<tapaderas>>, sino negocios en activo, reales e incluso con
beneficios.” (Gamella y Álvarez, 1997: 214-216)
225
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Según lo entrevistados, en esta categoría - que encajaría a grandes rasgos con los
perfiles establecidos por el Observatori de Nous Consums en relación al nivel
institucionalizado de vendedores (Díaz, Pallarés y Barruti, 2001, 2002 y 2003;
Díaz, Pallarés, Barruti y Espluga, 2004 y 2005) - también entrarían diversos grupos
de jóvenes que viajan, por ejemplo, a Holanda con el objetivo de importar éxtasis.
Policialmente se les describe como personas que con mucha frecuencia tienen la
nacionalidad española, de un nivel cultural medio, con buenas relaciones sociales
y con una tendencia a hacer ostentación de riqueza.
Si se analizan los datos estatales sobre detenidos por tráfico de drogas de síntesis
(Ministerio del Interior, 1999 y 2000; Oficina Central Nacional de Estupefacientes,
2002), dato que debe ser aplicado en este nivel de actividad con las debidas
reservas puesto que puede referirse a diversos tipos de vendedores, se observa
que, efectivamente, la nacionalidad que predomina es la española: 155 detenidos
en el año 1999 y 374 en el año 2000 (ver Tabla 7). Lo mismo sucede si se
consultan los datos estadísticos del laboratorio de la Policia de la
Generalitat-Mossos d’Esquadra (2002): los detenidos o sancionados españoles
entre los años 2000 y 2002 repre-sentan el 73% del total. 99
99
Las estadísticas ponen de manifiesto, más en concreto, que las operaciones policiales suelen
afectar a grupos reducidos – de entre una y tres personas – formados por chicos españoles
cuya edad se encuentra entre los veinte y los veinticinco años.
La presencia estadística de mujeres entre los detenidos es todavía insignificante y los
entrevistados consideran que, efectivamente, tienen poca presencia en el mercado [ ME-12] pero
que también se ven favorecidas por una menor visibilidad [ A-01]. Sobre las características de la
participación de las mujeres en el mercado de pastillas se pueden consultar las dos entrevistas
en profundidad a vendedoras recogidas en el trabajo de N. Romo (2001: 239-280) sobre la
relación entre género, fiesta y drogas de síntesis.
En el año 2002 los detenidos seguían siendo mayoritariamente españoles (325, lo que
representaba el 80.45% del total), a continuación aparecían los de nacionalidad marroquí (21,
que representaban el 5,20%), colombiana (14, que representaban el 3,47%) y holandesa (12,
que representaban e 2,97) y luego una diversidad de países de origen (Comisaría General de
Policía Judicial, 2003: 73).
100
226
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Con las mismas reservas que se han señalado para la categoría anterior, puede
observarse que los ciudadanos ingleses, holandeses y belgas ocupan en los datos
estatales sobre detenciones un lugar destacado aunque por debajo de españoles y
marroquíes (ver Tabla 7). La información derivada de la Oficina Central Nacional
de Estupefacientes (2001 y 2002) insiste en que las detenciones de los ciudadanos
holandeses se relacionan tanto con el transporte de pequeñas o medianas
cantidades, en calidad de correos, como con la desarticulación de grupos algo más
organizados.101
c) Casos, ya comentados anteriormente, en los que una organización que trafica con
otro tipo de sustancias (hachís y cocaína principalmente) aprovecha su estructura
ya consolidada para introducir pastillas y obtener, de esa manera, un beneficio
superior.102
101
Cabe destacar que las fuentes policiales identifican una variante dentro de esta categoría.
Se trata de grupos de origen magrebí que utilizan los contactos de carácter familiar o personal
con las colonias magrebíes que viven en Holanda para establecer la conexión entre
productores de pastillas y distribuidores en el territorio español. Siempre según estas fuentes
[CNP-01], en Cataluña se localizarían colectivos de este tipo en la comarca de Osona (en
ciudades como Vic o Torelló).
102
227
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
A partir de las entrevistas [CNP-03; GC-01; GC-02; ME-11] parece que estas
organizaciones pueden realizar varios tipos de operaciones: realizar el trueque de
su producto habitual por drogas de síntesis ante ciertas puntas en la demanda de
ue han utilizado
drogas de diseño; aprovechar “el viaje de vuelta” de los correos q
para exportar otras sustancias para importar pastillas desde los países
productores; o organizar cargamentos mixtos.103
Según las fuentes aduaneras [SVA-01] los cargamentos en los que aparecen drogas
de síntesis suelen contener de manera principal una sustancia clásica (hachís,
cocaína, etc.). En el mismo sentido, cabe señalar que el carácter mixto de los
de-comisos es bastante habitual en todos las aprehensiones policiales, si bien se
encuentran más casos de decomisos de varias sustancias cuando se desarticulan
grupos de traficantes, es decir, cuando nos encontramos ante formas más
comple-jas de tráfico (Oficina Central Nacional de Estupefacientes, 2001 y 2002)
(ver Tabla 8).104
Dos cuestiones más de entre las señaladas por los entrevistados sobre este nivel
merecen ser destacadas. La primera, que si bien percibían [ME-03; ME-11] que estas
diferentes “estructuras” mantenían una cierta competencia entre sí, consideraban que
el mercado no se encontraba saturado y que era lo suficientemente previsible (en
cuanto a las etapas de mayor demanda, incluidas las puntas) como para que no se
produjeran manifestaciones violentas de esa competencia.
103
Aunque estas fuentes policiales señalan que en los últimos tiempos se había detectado este
tipo de prácticas en cargamentos procedentes del norte de África, también subrayan [GC-01;
GC-02] que no existe un importante canal de importación desde esta zona.
Como se tendrá la oportunidad de ver en el correspondiente apartado, la práctica de la
combinación de sustancias también parece estar presente en la actividad de distribución. En
este sentido, el análisis realizado de la muestra de sentencias de la Audiencia Provincial de
Barcelona pone de manifiesto que en la mayoría de casos de tráfico de drogas de síntesis que
llegaron a este tribunal, concretamente en el 46%, estas sustancias aparecían combinadas con
otras drogas (principalmente con hachís y con cocaína).
104
También puede observarse una manifestación de este tipo de tráfico en las estadísticas
policiales sobre detenciones. Efectivamente, cuando los detenidos pertenecen a grupos más
amplios – lo cual podría asociarse a una mayor complejidad organizativa – es frecuente que su
nacionalidad sea variada. En estos casos resalta cuantitativamente la combinación de
detenidos españoles con marroquíes y colombianos (ver Tabla 9).
228
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Tabla 7: Nacionalidad de
los detenidos
105
229
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Total 100 43 43
Fuente: Elaboración propia a partir de los Boletines de Actuaciones por Tráfico de
Estupefacientes de la Oficina Central Nacional de Estupefacientes (2001 y 2002)
Un detenido
Española 16
Holandesa 6
Marroquí 3
Alemana 2
Belga 1
230
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Británica 1
Dominicana 1
Estadounidense 1
Portuguesa 1
Siria 1
Dos detenidos
Española 16
Española y dominicana 1
Española y rumana 1
Española e iraní 1
Holandesa y alemana 1
Holandesa y ecuatoriana 1
Marroquí 1
Marroquí y argelina 1
Marroquí y luxemburguesa 1
Rumana 1
Tres detenidos
Española 6
Española e italiana 2
Británica 1
Española y sudamericana 1
Otros extranjeros no especificados 1
Holandesa 1
4 y 5 detenidos
Española 10
Española y marroquí (y otras) 2
Marroquí 2
Española y holandesa 1
Española y sudamericana 1
De 6 a 10 detenidos
Española y marroquí (y belga) 5
Española 4
Española y colombiana 3
Española y holandesa 2
Fuente: Elaboración propia a partir de los Boletines de
Actuaciones por Tráfico de Estupefacientes de la Oficina
Central Nacional de Estupefacientes (2001 y 2002)
Como se acaba de ver, las características del mercado español de drogas de síntesis
y las limitaciones de la información disponible sobre las incautaciones (y sobre otros
indicadores que se obtienen a partir de las mismas) no permiten llevar a cabo una
231
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Este interés por la casuística del acto de intercambio seguramente se puede explicar si
se tiene en cuenta que el mercado de las drogas de síntesis era (y es) menos
conocido que el de otras sustancias y que en consecuencia el entrevistado, salvo que
contara con una experiencia muy directa en la materia, usaba en sus respuestas el tipo
de datos acumulados habitualmente por las instituciones policiales para contabilizar
sus actuaciones.106
106
232
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Es evidente que estas dos aproximaciones presentan, otra vez, una cierta
indeterminación. Ahora bien, a diferencia de lo que sucede en el caso de las
actividades de importación y de distribución a gran escala, la razón de la misma no
parece estar tanto en una falta de información como en las propias características de
la “base ancha” de la pirámide del mercado de pastillas. Efectivamente, ésta parece
escaparse de la catalogación en tipologías estandarizadas debido a que se
corresponde con un mercado de emprendedores individuales que presentan un alto
grado de autonomía y de provisionalidad. Desde un punto de vista comparativo, se
trataría de un mercado más cer-cano a la imagen amateur de los primeros traficantes
holandeses de los años ochenta del siglo veinte (Blickman, 2004: 14) que a la de los
traficantes profesionales de otras sustancias. Por este motivo, estaría abierto a fases
de “experimentación empresarial”. Con la expresión “experimentación empresarial” se
107
“Éste es el nivel intermedio más fácil de conocer mediante el trabajo de campo en entornos de
consumo. En el mercado español es muy típico adquirir partidas de 500 pastillas, una cifra
relativamente cómoda para el capital financiero y relacional de los distribuidores no
especializados. Esa cantidad supone hoy una especie de barrera para los detallistas que, a
partir de ahí, han de contar con más recursos y más contactos.” (Gamella y Álvarez, 1997:
218).
233
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
quiere decir que una persona impli-cada en este sector del mercado puede asumir
normalmente un determinado papel (por ejemplo, distribuidor de cientos de pastillas)
pero que eso no le impide ensayar otros roles con la intención de aumentar sus
ganancias (por ejemplo, acumulando un cierto stock en un período que considere
favorable), analizando, en virtud de esa expe-riencia, su capacidad para asumir riesgo
y para competir con otros emprendedores similares.
109
La relevancia de este elemento parece reforzar la idea de que no existe una red de
distribución muy organizada o, si se prefiere, organizada verticalmente sobre la base
de funciones estandarizadas e impersonalizadas. Pero la contrapartida de esta falta de
estructuración sería la existencia de una ramificación compleja (en el sentido de que
puede presentar diversas composiciones en virtud de los factores concretos que
incidan en los sujetos, en el territorio, en el período de tiempo, etc.) hasta llegar a los
diferentes y múltiples vendedores al detalle [CNP-03; GC-01]. En este punto no debe
obviarse que el hecho de que la distribución y la venta estén poco estructuradas
108
En la investigación de Calafat et al. (2000: 183) se señala que el 71,5% de los consumidores
de éxtasis entrevistados (383) obtenían la sustancia de “un amigo” frente al 44,6 que lo hacían
de “un camello”.
109
Que también estaba presente, por ejemplo, en las primeras fases de estructuración del
mercado holandés (Blickman, 2004: 13).
234
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
110
111
Algún entrevistado [CNP-01] explicaba que, con frecuencia, la profesionalización de los
vendedores de pastillas lleva a la búsqueda de un mayor margen de beneficio, finalidad que
intentan conseguir mediante el tráfico de otras sustancias (como la cocaína). También indicaba
que esta apertura a nuevas sustancias les lleva normalmente a cambiar de ambientes
nocturnos y les exige disponer de mayores fuentes de financiación.
235
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Respecto a los escalones medio y bajo, las fuentes entrevistadas [A-01; CNP-01; CNP-03;
GC-01; ME-12] coinciden con la literatura existente (Gamella y Álvarez, 1997: 228-229;
Plan Foral de Drogodependencias, s.f.: 33-34) al describir un perfil de
vendedor/consumidor joven (de una media de 24 años), de nacionalidad española, de
sexo masculino,113 que distribuye pequeñas cantidades de pastillas para
autofinanciarse el consumo.114 Algunas fuentes policiales [GUB-01] señalaron que,
aunque este era el perfil predominante, en los últimos años se observaba la
introducción en el menudeo de personas procedentes de Marruecos, de Argelia o del
África subsahariana.115 Se piensa que ello podía estar provocado por la disminución en
las ventas de otras sustancias.
112
Que con frecuencia desarrollan otra actividad lucrativa legal - lo cual les permite invertir en su
trapicheo (Romero, 2004: 275) – o estudian [GC-01].
113
Recordar lo señalado sobre la participación de las mujeres en el mercado de pastillas en la
nota 331 y ver los datos al respecto recogidos en la Tabla 10.
114
“En algunos casos el motivo fundamental por el que se iniciaron en la compra-venta es
social y no financiero, para aumentar su prestigio e influencia entre amigos o para subvenir a
necesidades grupales, formando redes recíprocas semejantes a las <<trading charities>> o las
<<mutual societies>> de las que hablan Dorn y sus colaboradores (1992: 3-15). Muchos
vendedores al detalle se inician en esas actividades al intentar proveerse de estas sustancias
para su propio consumo y el de sus amigos. Algunos perseveran en esa actividad, bien al
mismo nivel o escalando y comprometiéndose más.” (Gamella y Álvarez, 1997: 222).
La misma idea sobre la financiación del propio consumo es mantenida por Romero (2004:
273). Debe señalarse que esta idea no es, sin embargo, incompatible con la finalidad de
obtener un dinero fácil, finalidad que parece hacerse más importante en la medida en que el
sujeto ya ha tenido varias experiencias de venta “positivas” (Plan Foral de Drogodependencias,
s.f.: 134; Gamella y Álvarez, 1997: 221).
115
Recordar los datos sobre detenciones expuestos en la Tabla 7 y en la Tabla 9, y ver los
incluidos en la Tabla 10.
236
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Este perfil se refleja con bastante fidelidad en los datos relativos a los detenidos que
fueron juzgados por la Audiencia Provincial de Barcelona (ver Tabla 10). Como los
casos recogidos en la muestra de sentencias se refieren, como regla general, a la
ven-ta al detalle desarrollada en Barcelona, estos datos complementan los relativos al
estado español que han sido expuestos anteriormente (recordar las tablas 7, 8 y 9).
Además, la explotación realizada ha intentado visualizar las distintas variables (grupo,
nacionalidad, edad y sexo) que la información policial presenta por separado.
Tabla 10:
Datos relativos a sujetos detenidos (Audiencia Provincial de
Barcelona)
16 a 18 (5)
Española (23) 19 a 21 (10)
1 DETENIDO Belga (2) 22 a 24 (4)
27 Liberiana (1) 25 a 27 (5) 27 Hombres
Marroquí (1) 28 a 30 (2)
34 a 36 (1)
16 a 18 (2)
19 a 21 (7)
Española (19) 22 a 24 (3)
Uruguaya (1) 25 a 27 (2) 20 Hombres
2 DETENIDOS 11 Argentina (1) 28 a 30 (4) 2 Mujeres
Marroquí (1) 31 a 33 (1)
37 a 39 (1)
No especificada (2)
19 a 21 (1)
3 DETENIDOS 2 Española (6) 25 a 27 (1) 6 Hombres
28 a 30 (3)
40 a 42 (1)
19 a 21 (1)
22 a 24 (6)
25 a 27 (4)
Española (18) 28 a 30 (3) 17 Hombres
+ DE 4 DETENIDOS 4 No especificada (4) 31 a 33 (1) 7 Mujeres
Indonesia (1) 34 a 36 (2)
Marroquí (1) 37 a 39 (1)
40 a 42 (1)
49 a 51 (1)
No especificada (4)
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de las sentencias dictadas en materia de delitos
contra la salud pública por la Audiencia Provincial de Barcelona entre los años1995-2000.
237
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
También en estos escalones suelen ofrecerse junto con las pastillas otras sustancias
estupefacientes, principalmente speed y hachís.116 La muestra de sentencias de la
Audiencia Provincial de Barcelona aporta algunos datos sobre esta cuestión. Si se
toman en consideración todos los delitos contra la salud pública que se recogen en la
muestra (un total de 486), en un total de 80 aparece reconocido que se traficaba con
varias sustancias, lo que supone un 16,5 %. Como puede verse en la Tabla 11, este
porcentaje se reduce un poco (16%) si lo que se tiene en cuenta es el número de
decomisos totales que corresponden a estos delitos (599 decomisos en total, de los
cuales 98 eran decomisos combinados de varias drogas). Si se analiza por sustancias,
siguiendo con la misma tabla, mientras que en el caso de decomisos en los que esté
presente la cocaína o la heroína, la combinación de sustancias sólo llega hasta el 7% y
el 8%, respectivamente, en el caso de las drogas de síntesis este porcentaje se eleva
hasta el 46%. Para profundizar en esta cuestión, en la Tabla 12 pueden observarse las
diversas combinaciones de sustancias que se producen en las 44 sentencias en las
que aparecen, como sustancia principal o no, drogas de síntesis (en 26 sentencias las
drogas sintéticas aparecen combinadas con otras).
TABLA 11:
Decomisos mixtos
116
238
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de las sentencias dictadas en materia de delitos
contra la salud pública por la Audiencia Provincial de Barcelona entre los años1995-2000.
TABLA 12:
Combinación de las drogas de síntesis con otras sustancias en las sentencias
de la Audiencia Provincial de Barcelona 117
MDA (2)
Anfetamina (10) Hachís (1) Cocaína (2) Hachís (1)
[5 sola] LSD (1) MDA (1)
Cocaína (1)
MDA (3)
Hachís (7) Anfetamina (2) Cocaína (2) Cocaína (1)
MDMA (1) Anfetamina (2)
LSD (1)
Hachís (3)
MDA (19) Anfetamina (2) Hachís (2)
[10 solo] Griffa (2) Anfetamina (1)
Cocaína (1)
117
La Sustancia 1 es la sustancia que consta como principal en cada una de las 44 sentencias.
Entre paréntesis se indica el número de casos en que aparece como sustancia principal. Entre
corchetes se indican los casos en que las drogas de síntesis aparecieron como única
sustancia. A partir de ahí se indican las otras sustancias que la acompañaban por orden de
importancia (Sustancias 2, 3 y 4) y con mención, también entre paréntesis, del número de
casos en que esto se produjo.
239
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
LSD (1)
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de las sentencias dictadas en materia de delitos
contra la salud pública por la Audiencia Provincial de Barcelona entre los años1995-2000.
Como indica el Plan Foral de Drogodependencias (s.f.: 131) puede haber varios
vendedores por zona. Lo que no quedó claro es si la convivencia entre estos
vendedores es siempre pacífica: algunos entrevistados señalaron que no existía
conflictividad [ME-03] o que, incluso, existía un cierto compañerismo [A-01], mientras
que otros [ME-10; ME-11] señalaron que los chivatazos realizados a la policía eran un
indicio de todo lo con-trario.
Pero ello no impide que a la hora de buscar clientela sean “cautelosos y silenciosos”
(Plan Foral de Drogodependencias, s.f.: 34 y 124), de manera que la forma
habitual para que se establezca el contacto entre consumidores y vendedores
al detalle sea la intermediación de algún conocido o el “boca a boca”.
240
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
118
241
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Los entrevistados que se definieron sobre esta cuestión [A-01; GC-01; GUB-01] coinciden
con la literatura (Calafat et al., 2000; Díaz, Pallarés y Barruti, 2001: 150 y 218; Plan
Foral de Drogodependencias, s.f.: 30 y 128) a la hora de no considerar difícil adquirir
pastillas en locales y en fiestas. Esta opinión coincide con los datos hechos públicos
por el Observatorio Español sobre Drogas (2000 y 2002), que señala que la población
escolar percibe que la disponibilidad de este tipo de droga fue en aumento hasta el
año 2002.119
Respecto a los lugares de venta de las pastillas, tanto los entrevistados [A-01; CNP-01;
CNP-03; GC-02; ME-12] como la literatura especializada (Díaz, Pallarés, Barruti, 2001:
148-149 y 216; Díaz, Pallarés, Barruti, 2002: 162-163; Díaz, Pallarés, Barruti, 2003:
138-139; Gamella y Álvarez, 1997: 234-235; Plan Foral de Drogodependencias, s.f.:
131) asocian la venta al detalle de drogas sintéticas principalmente con el contexto de
la fiesta, 120 aunque señalan que lo normal es que las transacciones se realicen en el
exterior de los locales, especialmente en los aparcamientos de esos mismos locales o
en otros que resulten cercanos.121 Aunque no es lo más habitual, también se pueden
realizar ventas en el propio domicilio (Romero, 2004: 294). Si el contacto entre
comprador y vendedor no es directo o visual suelen utilizarse teléfonos móviles para
acordar la transacción y punto de entrega, especialmente cuando se trata de los
escalones medio y superior (Díaz, Pallarés, Barruti, 2001: 148-149).122
119
Los datos de la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias 2004
(Plan Nacional sobre Drogas, 2005) manifiestan que un 31% de los estudiantes encuestados
en 1994, un 32,1% en 1996, un 37,8% en 1998, un 35,00% en el 2000 y un 40,8% en el 2002
pensaba que sería muy fácil conseguir éxtasis. En el año 2004 el porcentaje se reduce hasta el
35,8%. Este porcentaje sólo es superado normalmente por el cannabis, el alcohol y los
tranquilizantes.
120
Esta percepción coincide con la información que aporta el Plan Nacional sobre Drogas
(1996, 30): un 69% de los entrevistados que había consumido durante los 12 meses previos a
la encuesta lo había hecho principalmente en discotecas o salas de fiesta y un 26% en bares.
En el mismo sentido se definen Calafat et al. (2000: 182).
121
Una descripción de los cuatro tipos de escenas relacionadas con el lugar donde se realiza la
transacción puede encontrarse en Plan Foral de Drogodependencias (s.f.: 31-32 y 132-133).
122
Esta forma de venta dificulta el control policial: los vendedores cambian cada mes de móvil,
usan tarjetas pre-pago, etc. [GUB-01].
242
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Las fuentes policiales que trabajan más cerca del terreno [GUB-01; ME-12] identificaron
con facilidad las zonas de la ciudad e, incluso, los locales concretos en los que se
consumía este tipo de sustancias. Este tipo de información les permite establecer rutas
de consumo y tráfico en el ámbito territorial en el que son competentes.123
Los resultados de las pruebas analíticas a las que fueron sometidas las drogas de
síntesis decomisadas por la Policia de la Generalitat-Mossos d'Esquadra permiten
afirmar que las pastillas que se encontraban en el mercado en el momento en que se
realizó la investigación estaban bastante estandarizadas, es decir, que los
comprimidos presentaban características muy similares: el principio activo que se
encontraba en la gran mayoría de casos era el MDMA (ver Tablas 13 y 14);124 en la
123
Sobre la capacidad de los cuerpos policiales para marcar a partir de la información que
acumulan las zonas de mayor riesgo delictivo ver Stangeland y Garrido (2004).
124
Del estudio de las sentencias de la Audiencia Provincial de Barcelona surgía que en las
sentencias dictadas entre los años 1995 y 2000 – por lógica, relativas a hechos acaecidos con
anterioridad a estas fechas - la sustancia más frecuente e importante era el MDA (aparecía en
28 decomisos, que sumaban 99.726 pastillas) . En los últimos años, sin embargo, se reducía la
presencia y cantidad de esta sustancia y comenzaba a aparecer, tímidamente, el MDMA (6
decomisos, que sumaban 303 comprimidos).
En el trabajo de Caudevilla (2005: 101-104) puede encontrarse un resumen de la información
s consumidas en
disponible sobre la cuestión del principio activo más frecuente en las pastilla
España desde los años ochenta.
Los datos de la Oficina Central Nacional de Estupefacientes (2001 y 2002), relativos al estado
español, y del Observatori de Nous Consums (Díaz, Pallarés y Barruti, 2001: 217), relativos a
Cataluña, confirmaban que el MDMA era el principio activo más frecuente en las pastillas hacia
el año 2000.
243
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
mayor parte de los casos los excipientes utilizados fueron la lactosa o la celulosa;125 la
126
cantidad de principio activo por dosis era muy similar en todas las muestras,
oscilando entre 0,07 y 0,09 gramos;127 el grado de pureza de todos los comprimidos
solía estar entorno al 30 %; y el peso habitual de una pastilla era de 0,25 gramos. En
cuanto al acabado, se señalaba [ME-06] que la mitad lo presentan casero y la otra
mitad profesional.
Las fuentes policiales conectan estas características con dos aspectos relevantes: la
estabilidad en las zonas de origen de las pastillas (o, si se prefiere, el hecho de que no
aparecen en el territorio drogas de síntesis de orígenes “exóticos”) y un bajo nivel de
experimentación en los laboratorios (lo que se conecta con la existencia de pocos
laboratorios caseros). Es decir, la composición y las otras características “externas” de
las drogas de síntesis constituirían indicios que confirmarían las características ya
indicadas del mercado barcelonés.
125
Es decir, que, como se ha señalado al tratar el tema de la producción de pastillas, no se
detectaron sustancias adulterantes. El Plan Foral de Drogodependencias (s.f.: 124) explica dos
motivos por los que la adulteración – en fases previas a la obtención del comprimido - carecería
de sentido en este tipo de mercado: los vendedores ya obtienen lo que consideran un beneficio
suficiente y esta práctica iría en contra de la regla de confianza que rige la transacción.
También sostienen la no adulteración de las pastillas que se consumen en España Bouso y
Rovira (2003: IV y VI) y Caudevilla (2005: 103).
126
El dato relevante para conocer la dañosidad de las pastillas es la cantidad de principio activo y
no el grado de pureza, que es el dato más destacado por los medios de comunicación. Dos
pastillas con la misma cantidad de MDMA - que producirán los mismos efectos - pueden tener
diferente grado de pureza porque una de ellas lleve, por ejemplo, más lactosa.
127
Los especialistas consideran una cantidad normal hasta 0,09 gramos de principio activo.
244
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
La fuente consultada sobre esta cuestión [M-06] consideraba que, salvo algún caso
128
aislado de error en la producción o de pastillas que tuvieran una procedencia muy
extraña (por ejemplo, traídas tras realizar un viaje a un país asiático o a la Europa del
este), las diferencias de calidad o las adulteraciones no eran concebibles. Insistía en
que los productores tienden a seguir la información conocida, y de fácil acceso, sobre
su composición y elaboración ya que la innovación en este campo es poco racional en
términos económicos: “buscar nuevas composiciones para producir efectos diferentes
en el usuario es caro y requiere una alta especialización en el productor, el cual se
arriesga a perder clientela si la nueva pastilla produce efectos negativos.”
Por lo que se refiere a los precios, el Cuerpo Nacional de Policía y otras fuentes
consultadas [A-01; GUB-01; ME-11; ME-12] apuntaban una tendencia general a la baja (ver
128
“Cuando se encuentra una pastilla con más cantidad de principio activo, puede deberse a un
error, a la inexperiencia, al uso de balanzas de poca precisión o a que el proceso de producción
no está perfeccionado.” [ME-06].
245
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Tabla 15), y relacionaban dicha tendencia con una “normalización” del mercado. En el
período en que se realizó la investigación, los precios de un comprimido podían oscilar
entre 12 y 6 euros dependiendo del lugar de compra y, sobre todo, del momento
exacto de la compra (por ejemplo, las pastillas se encarecen cuando se compran en la
dis-coteca y resultan más baratas, en cambio, en zonas más alejadas de la misma, a
lo largo de una noche el precio se puede ver alterado por las circunstancias o la
deman-da, etc.).
Fuente: elaboración propia a partir de los Informes núms. 2 y 3 del Observatorio Español sobre
Drogas (1999 y 2000)
246
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
247
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Así, por ejemplo, los representantes del Cuerpo Nacional de Policía [CNP-01; CNP-02;
CNP-03] manifestaron que su interés se centraba en el control de las actividades de
producción, importación y distribución a gran escala, y reconocieron que las
actuaciones realizadas en estos niveles se iniciaban a partir de informaciones
procedentes de cuerpos supranacionales, como la Europol, o a partir de intercambios
de información operativa entre cuerpos policiales de diversos países. En este sentido,
remarcaron que los contactos con la policía holandesa y la estadounidense eran
bastantes frecuentes. También subrayaron la larga duración y la complejidad de las
investigaciones realiza-das en estos casos.129
En lo relativo a los niveles inferiores del mercado, no era infrecuente, según algunos
entrevistados [ME-11; ME-12], que ciertas operaciones policiales se iniciaran gracias a la
129
En relación con este punto, debe recordarse que la información policial otorgaba un papel
relevante al aeropuerto de Barajas – menor al aeropuerto de El Prat - en el tráfico de pastillas
con destino a los Estados Unidos y a América Latina y que, en coherencia con ello, diversas
operaciones policiales se habían centrado en estas rutas.
248
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Estos datos dibujaban un panorama marcado por dos notas. El hecho de que en los
niveles superiores del mercado se prestara atención a casos que presentaban un
especial interés geopolítico - representado por la ruta Holanda-España-América –
evidenciaba una clara selectividad en los objetivos estratégicos. Por su parte, el
mercado local de drogas de síntesis se sometía a un control penal de “baja
intensidad”.
130
Uno de los entrevistados [ME-11] explicó que una detención, realizada en el año 1999 en Lloret
de Mar (provincia de Gerona), tuvo su origen en el parte enviado por el hospital que trató a un
individuo que había sufrido graves quemaduras cuando su laboratorio ilegal explotó.
131
“Es el control habitual de las patrullas. Van haciendo decomisos. En estos casos son franjas
horarias diurnas o entre las 18 y 24 horas, entre semana. Actúan de oficio o siguiendo las
instrucciones de la hoja de servicio. Por ejemplo, controlando zonas que han sido denunciadas
por los vecinos.” [ ME-12]
132
Muy pocas de las actuaciones que motivaron las detenciones que acabaron en sentencia
condenatoria en los casos analizados de la Audiencia Provincial de Barcelona se corresponden
con importantes operativos policiales. La mayoría de los supuestos consisten en detenciones
de una o dos personas jóvenes - en la calle, en la discoteca (en tres casos), en estaciones de
autobús o de tren - que transportaban, ellos mismos o en vehículos privados, reducidas
cantidades de pastillas.
249
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
6 31 28 65 18%
Judicial
250
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
133
Este tema fue objeto de un especial cuestionamiento en Cataluña a raíz del fallecimiento, tras
ingerir éxtasis, de un joven andorrano en una fiesta dance organizada en mayo del año 2002 en
el Palau Sant Jordi de Barcelona (Gimeno, 2002b: 28). La juez encargada de la investigación
solicitó a las diversas administraciones competentes informes detallados sobre las medidas
adoptadas en este caso concreto (Orovio, 2002; Ríos, 2002a) y acabó “archivando” las
diligencias informativas iniciadas al considerar que no se había producido ninguna irregularidad
por parte de las administraciones o por parte de la organización del evento (Ríos, 2002b).
En conexión con este suceso, y durante la sesión de 28 de junio de 2002, el Pleno del
Parlamento de Cataluña elevó al gobierno autonómico catalán una moción sobre política de
drogodependencias en la que se trataban algunos aspectos conectados con las nuevas formas
de ocio y con el consumo de drogas de síntesis. Concretamente, el Parlamento instaba al
gobierno a potenciar los controles policiales de carácter preventivo en las grandes
concentraciones de ocio estables en las que fuera necesario y a intensificar la colaboración con
las policías locales en esta materia.
134
La evolución en la forma de controlar este fenómeno a partir del año 2001 en Francia, desde
una fase de represión activa hasta una fase marcada por la búsqueda de interlocutores
pertenecientes al ambiente de la fiesta con los que negociar, puede seguirse en el trabajo de
Pourtau (2005).
251
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
[GUB-01]. Esta misma fuente señalaba que el control era más intensivo en el
caso de locales sobre los que se tenía noticia (a través de confidentes, de
investigaciones iniciadas por otros cuerpos policiales o de agentes encubiertos)
de la existencia de cierta conexión entre el ambiente de la fiesta y el consumo
de drogas de síntesis.
Sin embargo, los entrevistados a los que se consultó de manera más precisa sobre
esta cuestión [ME-02; ME-09; ME-10; ME-12] insistieron en que estos tipos de intervención
presentaban diversas dificultades:
135
Pero manifestaban que incluso si se utilizaba esta última vía de control podían aparecer
presiones: “La policía recibe demandas de los propios ayuntamientos de dejar cierto margen de
actividad (por ejemplo, en el horario de cierre) en fin de semana sobre determinadas zonas
lúdicas, debido a acuerdos previos entre los empresarios de ocio y el municipio.” [ ME-10]
252
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
136
137
Se ha hecho mención aquí a las dificultadas manifestadas por los entrevistados que guardan
relación con una estrategia específica dirigida al control de los espacios de fiesta conectados
con la compraventa y el consumo de drogas de síntesis. Pero el control de estas sustancias no
es ajeno a otro tipo de problemáticas más generales, propias de cualquier tipo de investigación
policial en materia de tráfico de drogas. Precisamente por este motivo, escapan del o-jeto de
esta investigación, si bien no puede ser desconocida su existencia.
Por ejemplo, en el mes de agosto del año 2002, quince agentes de la Policia de la
Generalitat-Mossos d’Esquadra fueron acusados de organizar (preparar) cuatro operaciones de
tráfico de drogas para detener a los traficantes, sobrepasando los límites legales vigentes para
este tipo de actuaciones. Entre las sustancias decomisadas en esas operaciones – las
sustancias principales eran el hachís y la cocaína - se encontraban 23.000 pastillas de éxtasis
(Parals, 2002).
253
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Varios entrevistados [A-01; GUB-01; ME-09; ME-10; ME-12] consideraron que este tipo de
presión administrativa sobre los locales constituía un elemento de disuasión eficaz: los
empresarios, ante la posibilidad de ser sancionados y con la finalidad de reducir la
presión inspectora, no sólo se preocupaban por las condiciones de su local sino que
también articulaban las medidas necesarias para evitar la venta y el consumo de
pastillas (y de otras drogas). Prueba de ello sería, según las mismas fuentes, que en
muchos locales habían mejorado las medidas de seguridad privada destinadas al
control de estas conductas.
138
Al mismo tiempo que se ensayaban otras alternativas. Por ejemplo, a partir del mes de
no-viembre del 2002 la Guardia Urbana de Barcelona desarrolló programas de carácter
preventivo-informativo en algunas escuelas de la ciudad que incluían cuestiones relacionadas
con el consumo de drogas de síntesis (Anónimo, 2003b: 30-31).
139
Este tipo de espacios podrían ser catalogados – usando la expresión acuñada por Augé
(1996) con otra finalidad - como “no lugares”. Con esta expresión se quiere significar que se
trata de espacios que no están tan pautados normativamente ni tan presionados
254
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
estaciones de ferrocarril, etc.). En este sentido, por ejemplo, los fines de semana se
empezaron a organizar operativos puntuales en las carreteras que conducen a zonas
de ocio muy conocidas para controlar los consumos de alcohol y de drogas ilegales
por parte de los conductores [ME-10; ME-12].140
3.5.1 Introducción
Se ha indicado repetidas veces que lo que se pretende con este trabajo es valorar la
capacidad racionalizadora que tiene la información policial sobre una figura delictiva
comercialmente como los locales de fiesta y que, por tanto, permitían que los jóvenes
desarrollaran otro tipo de contactos y de prácticas relacionados con sus pautas de ocio. Como
es bien conocido, la polémica del “botellón” ha generado un intenso debate sobre la necesidad
- y las posibilidades reales – de control de estos espacios.
140
Estos operativos, que reciben denominaciones diversas (“sábados tranquilos”, "brisa", etc.),
suponen el despliegue de efectivos policiales (habitualmente de la policía local y de los Mossos
d’Esquadra) en este tipo de zonas para realizar controles masivos de alcoholemia y de
consumos de drogas. Este tipo de operaciones suele intensificarse en la época estival.
A partir de las fiestas navideñas del año 2005, la Policia de la Generalitat-Mossos d’Esquadra
comenzó a utilizar el denominado drogotest, un aparato que permite detectar si un conductor a
ingerido drogas. El drogotest se aplica únicamente en los casos en los que el conductor, tras
mostrar una conducción sospechosa, ha dado un resultado negativo en la prueba de
alcoholemia (Foncillas, 2005a y 2005b). Los resultados publicados por la prensa el verano del
2005 (Foncillas, 2005c) ponen de manifiesto que el 57% de los controles practicados con este
aparato tuvieron un resultado positivo (182 casos) y que en un 58,7% de estos resultados
positivos se detectaron drogas de síntesis (107 casos).
141
Según un entrevistado [A-01] la represión penal de estas sustancias “sí afecta a los pequeños
vendedores que ya han sido detenidos y condenados penalmente por tráfico una vez. La
primera vez que son condenados las consecuencias son menores, pero éstos saben que la
segunda condena será mucho más grave, con lo cual muchos abandonan la venta o toman
más precauciones. La primera condena suele ser a tres años de prisión, pero puede sustituirse
por un tratamiento. Los fiscales suelen pedir cinco años de condena por tráfico de éxtasis
pensando ya en negociar una conformidad con el abogado que acaba en tres años de
condena.”
255
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
256
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
257
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Mediante esta dimensión se intenta establecer dónde se han producido las pastillas
encontradas en territorio español (en su caso, barcelonés) con la intención de
determinar si dicho territorio constituye una zona de producción, de importación, de
importación/exportación o mixta.
● Indicador 1: zonas de origen de las pastillas que han sido incautadas en el
territorio español.
Fuente: estadística policial sobre decomisos (puede tratarse tanto de drogas que
entran desde otros países como que se preparan para su salida al
extranjero). Las cifras aportadas por la policía se incorporan en estadísticas
realizadas tanto a nivel nacional como internacional.
258
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
259
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Aspectos específicos aportados por las entrevistas: también apuesta por la posible
mejora del indicador y apunta ciertos factores que podrían implicar
un aumento en el número de laboratorios na-cionales en el futuro.
Estos tres indicadores confirman una producción poco relevante en territorio nacional
y, por lo tanto, apuntan a la importancia de la actividad de importación (dimensión II).
Los datos obtenidos sobre esta dimensión no estaban desagregados a nivel catalán o
260
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
En esta dimensión se incluyen los elementos deben permitir establecer el papel de una
determinada zona geográfica en el mercado internacional o nacional de drogas de
síntesis desde el punto de vista de las rutas que se utilizan en su tráfico. Así mismo,
estos elementos deben permitir avanzar en la caracterización del mercado local.
261
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Tipo de información: número de pastillas que han sido decomisadas en una zona
geográfica concreta. Constituye una desagregación territorial del indicador
1.
262
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Esta dimensión debe aportar los datos necesarios para establecer las características
de las actividades de distribución y venta realizadas en el mercado barcelonés.
263
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
264
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
Contraste: las encuestas generales sobre drogas aportan datos sobre accesibilidad
que son coincidentes con los indicados.
Con carácter general debe resaltarse que el nivel de contradicción existente entre la
imagen del fenómeno que se construye sobre la base de la información policial y la
derivada de otras fuentes es prácticamente nulo. Como regla general, los relatos se
complementan y se enriquecen, lo que favorece el establecimiento de tendencias
interpretativas. Cuando el contraste de fuentes conduce a la saturación informativa se
hace posible discriminar informaciones meramente intuitivas (como sucede con la
supuesta producción nacional de pastillas, con la supuesta adulteración de su
composición, etc.). Otro aspecto genérico que debe ser resaltado en este momento es
que la pérdida de presencia de indicadores cuantitativos en la dimensión III es relativa
265
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
142
266
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
incidencia delictiva de este mercado como desde el punto de vista del establecimiento
de sus mecanismos de control esta hipótesis requeriría estar atentos no sólo a las
modificaciones que se puedan dar en el nivel de producción de pastillas sino sobre
todo a las que acaezcan en esa compleja estructura y en la competencia (las
interconexiones, los enfrentamientos por cuotas del mercado, etc.) entre dinámicas
personalistas y grupos más organizados. Esta hipótesis descriptiva estaría, a su vez,
vinculada a otras interpretativas.
El análisis dinámico de la información policial exigiría analizar los circuitos que sigue
esta información – vertida en diversos formatos - por una diversidad de organizaciones
y sistemas. Este tipo de análisis permitiría comprobar aspectos muy diversos, relativos
a la transformación, al contraste y al uso de que son objeto los datos acumulados en el
correspondiente formato. Desde el inicio de este trabajo se ha señalado que este tipo
de análisis exigiría un planteamiento diverso del seguido hasta este momento, pero de
la exploración realizada sí se derivan hipótesis de trabajo que pueden ser útiles para el
desarrollo de ese esquema dinámico.
267
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
Por este motivo, un análisis dinámico debería dar especial relieve al papel de las
unidades o instancias que asumen el papel de ofrecer al decisor (policial o político)
esta visión genérica de los diversos fenómenos delictivos. Esta cuestión se retoma
al tratar alguno de los aspectos metodológicos de estas conclusiones.
143
Puede realizarse para comprobarlo una lectura descontextualizada de los datos de las ta-blas
8, 11 y 12 de este trabajo.
144
En otras palabras, en la medida en que esta información no circule por el sistema político,
éste tiene una visión desenfocada del fenómeno (con la consiguiente pérdida de capacidad
negociadora - y con la subsiguiente deslegitimación - frente a la institución policial o frente a
otros interlocutores) y/o debe delegar las decisiones en el nivel operativo policial, es decir,
policializa las políticas de seguridad.
268
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
269
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
1. Hasta qué punto la información que manejan las instancias penales sobre el
s determinante del tipo de control que se ejerce
tipo de mercado de pastillas e
sobre el mismo.
270
Segunda parte: Método de trabajo con la información policial sobre el delito
271
Capítulo III: Investigación empírica sobre el tráfico de drogas de síntesis en Barcelona
3. Debe apostarse por una fusión de los datos cuantitativos y cualitativos. Es esta
fusión la que otorga seguridad a los procesos decisorios y no la mera
presentación formal de datos cuantitativos o de relatos particularizados
(experiencias) sobre el fenómeno.
272