Somos transformados por la renovación de nuestras 

mentes 

Cada vez que te encuentres diciendo una frase negativa, sabrás qué clase de concepto errado tenés
arraigado en el subconsciente, sabrás a qué clase de sentimiento obedece: temor o desamor. Atajálo,
borrálo, negálo y afirmá la Verdad, si no querés seguir manifestándolo en tu exterior.
Al poco tiempo de practicarlo vas a notar que tu manera de hablar es otra, tu forma de pensar es otra
¡tu vida es otra! Te digo por experiencia, que he “soplado” tantos pensamientos negativos antes de
lograr esta vida plena!
La Fe mueve montañas, pero el temor también las mueve. El temor y la Fe son una misma fuerza. El
temor es negativo y la Fe es positiva. El temor es fe en el mal. La convicción de que va a ocurrir algo
malo. La Fe es una convicción del bien.
Todo lo que vos temés lo atraés y te pasa.
Todo lo que se piensa sintiendo al mismo tiempo una emoción, es lo que se manifiesta o se atrae. Vos
lo anticipaste y lo esperaste.
Cuando deseás algo, si temes no obtenerlo, no lo obtendrás.
Cuando pedís correctamente, lo exterior se acomoda para dejar que te suceda lo que deseás.