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1. Antecedentes
En México según cifras estimadas del Sistema Nacional de Información Educativa (2015)
durante el ciclo escolar 2013-2014, la cobertura de la Educación Media Superior (EMS)
atendió al 69.4% de la población en edad comprendida entre los 15 y 17 años. La
eficiencia terminal fue de 64.7% y la deserción escolar representaba el 13.1%. Estos
datos permiten encuadrar cuantitativamente parte de la problemática en torno a los
procesos de inclusión-exclusión vistos desde la capacidad del sistema educativo nacional
para atender a la población estudiantil de EMS.
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interpretar procesos y prácticas de inclusión-exclusión educativa como parte de las
tensiones entre la cultura escolar y pedagógica y las culturas externas al centro escolar.
De Bourdieu (2001, 2002) se recuperan sus aportes en torno al habitus y capital cultural
como aspectos conceptuales que permiten abordar el abandono escolar, así como los
procesos de exclusión e inclusión educativa como parte de fenómenos de reproducción
social. De Coleman (1988), se incorpora su concepto de capital social. A través del
abordaje del habitus, capital cultural y social se propone indagar los referentes con los
que tanto estudiantes como profesores se confrontan con los procesos de inclusión-
exclusión educativa.
Por su parte, para explorar las tensiones entre la cultura escolar y pedagógica y las
culturas externas al centro escolar que pudiesen devenir en procesos de inclusión-
exclusión educativa, se recuperarán los aportes de Bernstein (1998, 2000) en torno a
discurso y práctica pedagógica que favorecen u obstaculizan el éxito escolar.
De Raffo (2000, 2006 y 2008) se recuperan sus contribuciones al estudio de los procesos
de exclusión social en jóvenes y su relación con la construcción de la identidad juvenil,
además se considerarán sus investigaciones realizadas con población juvenil en
contextos urbanos (población meta con la que se pretende trabajar en la presente
investigación).
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Esquema 1. Marco conceptual
laboral informal
Capital
• Deserción escolar
Mercado
social
• Fracaso escolar
Cultura escolar y
pedagógica
Ruptura
Nivel educativo
Integración y subsecuente
construcción
Habitus de identidades Aprendizaje y
agencia con Desarrollo de
la formación capital humano
Culturas externa al
centro escolar Mercado laboral
formal
Comunidad-
Familia Amistades Económicos
barrio
Factores
Capital
cultural
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Resulta arriesgado encuadrar en definiciones cerradas ambos conceptos dada la
complejidad que encierran (Bracho, 1990 y Kliksberg, 1999), sin embargo y a razón de
contar con marcos de referencia generales se resume lo siguiente. Para Bourdieu, existen
dos tipos de capital claramente diferenciados: el capital económico y el capital cultural,
este último se entiende como aquella herencia sociocultural al interior de los distintos
grupos que permite establecer estatus en relación con otros. Los valores que dan estatus
se encuentran en gran medida mediados por la educación (formal e informal), la cual
provee de una serie de herramientas y códigos que permiten acrecentar dicho capital.
Para Bourdieu y Passeron (2001), la mortalidad escolar está asociada con un capital
cultural bajo que impide contender con el lenguaje escolar, lo cual sucede con mayor
frecuencia en las clases sociales populares. Por su parte, el capital social para Coleman
(1988) se presenta en dos planos: el colectivo y el individual. Este segundo es el que
interesa rescatar, el cual se refiere al grado de interacción e integración social de un
individuo con una red de contactos lo cual implica reciprocidad y apoyo. En síntesis, en el
presente proyecto habitus, capital cultural y capital social son conceptos que permiten
encuadrar parte de los dispositivos y mecanismos socioculturales con que los jóvenes
interactúan con el sistema escolar.
El constructo cultura escolar y pedagógica lo defino como aquello que los centros
escolares transmiten tácita y explícitamente en torno a la educación y que impregna las
prácticas y discursos, reproduciendo y validando funciones sociales. Este tipo de cultura,
se propone abordarla mediante el análisis de tres componentes: el centro escolar en sí
mismo; el discurso y práctica pedagógica (códigos, estructura y evaluación) y la
interacción entre pares.
De los tres componentes se destaca los aportes de Bernstein (1998 y 2000) en torno a la
práctica pedagógica (PP) y el discurso pedagógico (DP). La primera, la define como forma
social (transmisor cultural) y como contenido especifico. La segunda engloba y combina
dos discursos: un discurso técnico que vehicula destrezas de distintos tipos y las
relaciones que las unen (lo cual se relaciona con los contenidos específicos de la PP) y un
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discurso de orden social (el cual se vincula con el componente social y de transmisor
cultural de la PP). En este sentido, denomina discurso de instrucción a aquel que crea
destrezas especializadas y sus mutuas relaciones y discurso regulador al discurso moral
que crea orden, relaciones e identidad. Ambos discursos se encuentran unidos. Los
conceptos de práctica y discurso pedagógico permiten adentrarse en el análisis de lo que
transmite y comunica en la escuela (lo tácito y lo explícito), para fines del presente
proyecto son relevantes para comprender en qué sentido se alientan procesos de
inclusión-exclusión dentro de las instituciones educativas. Por ejemplo, desde la práctica
pedagógica en cuanto a la transmisión de contenidos específicos, qué tanto esa
transmisión permite la inclusión-exclusión a través del diálogo con los estudiantes, de qué
manera se recontextualizan1 los contenidos a los entornos del estudiantado, se orienta a
la transmisión constreñida del discurso hegemónico o alienta la discusión y el
posicionamiento ideológico del estudiantado.
Por otra parte, la relevancia social del proyecto reside en responder a una problemática
que afecta la inserción de los ciudadanos a una sociedad justa donde puedan acceder a
distintas oportunidades, ejerciendo sus derechos con libertad y autonomía.
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Sobre el principio recontextualizador que refiere Bernstein, un par de precisiones. El discurso pedagógico esta generado por campos
recontextualizados del conocimiento cada uno con sus propias reglas de acceso (las ciencias naturales, las ciencias sociales, las
humanidades, las artes) los cuales se ven plasmados en lo que el autor denomina estructura, mismos que integran campos
recontextualizados oficiales que se expresan en el currículum. Así, el discurso pedagógico se alimenta de campos de conocimiento, que
pasan por un primer tamizaje cuando se estructuran en el currículum (ponderando saberes y paradigmas específicos) lo que configura al
campo recontextualizador oficial. Un segundo proceso recontextualizador, se da cuando los campos de conocimiento recontextualizados se
transmiten produciendo efectos en el discurso pedagógico; cuando más sea independiente del campo recontextualizador oficial, habrá cierta
autonomía y se producirán tensiones con respecto al discurso pedagógico y sus prácticas.
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En suma, el proyecto resulta relevante por su carácter innovador en el abordaje de los
fenómenos de inclusión-exclusión educativa y por establecer puentes entre la
investigación y la intervención educativa en pro de generar cambios al interior de los
propios centros escolares derivados del trabajo colaborativo docente, lo cual reivindica la
tarea educativa como una acción transformadora orientada a la atención del estudiantado.
3. Hipótesis
2. Hipótesis de investigación
a) Los procesos de inclusión en la Educación Media Superior se favorecen si se articula
la cultura escolar y pedagógica con la cultura externa al centro escolar.
4. Objetivos
3. Objetivos
Objetivo general:
a) Analizar prácticas y procesos de inclusión-exclusión en la EMS durante el ingreso,
permanencia y egreso del estudiantado a fin de diseñar, desarrollar y evaluar
programas de intervención elaborados y gestionados por los propios docentes en
centros educativos diversos.
Objetivos específicos:
a) Indagar desde la perspectiva de estudiantes y docentes de EMS prácticas y procesos
de inclusión-exclusión educativa.
c) Examinar cómo la cultura externa al centro escolar interactúa con prácticas y procesos
de inclusión-exclusión.
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5. Metodología
a. Fases y etapas
La investigación propuesta se dividirá en dos fases, cada una integrará cuatro etapas
(preparatoria, trabajo de campo, analítica e informativa), tal como se describe en el
esquema 2.
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Esquema 2. Descripción de la metodología
MÉTODO DE INVESTIGACIÓN GENERAL DEL PROYECTO: COMPARATIVO
Evaluación
Prácticas de inclusión-
Desarrollo
Desarrollo
exclusión: ingreso,
permanencia y egreso Fase 1
Método investigación-acción.
¿Cómo generar procesos de inclusión desde la práctica pedagógica, el centro
escolar y la convivencia ?
Trabajo colaborativo docente
Fase 2
Programas de
Programas de intervención formación Programas de intervención
docente
Fase 1
a. Etapa preparatoria
Un primer criterio para seleccionar a los centros escolares será su carácter prototípico
(ejem. nivel socioeconómico, índices de abandono escolar, reprobación, eficiencia
terminal para lo cual se hará un estudio exploratorio de los atributos de las mismas,
posterior a ello se establecerá contacto inicial con las instituciones. La invitación para
participar, estará respaldada por el propio IISUE, lo cual permitirá establecer convenios de
colaboración de corte institucional. Un segundo criterio para seleccionar a las instituciones
será que manifiesten interés por participar y que garanticen las facilidades para realizar el
estudio, buscando establecer reciprocidad con la investigación y los posibles logros a
alcanzar. A partir de la selección de las instituciones se identificarán a los potenciales
informantes clave (docentes y estudiantes) y se establecerá contacto con ellos, a fin de
invitarlos a participar. Este primer acercamiento al campo y a los participantes, será de
vital importancia para refinar la metodología y los propios instrumentos a emplear a fin de
recabar información y observaciones.
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b. Etapa de trabajo de campo
De manera simultánea se emplearán dos métodos cualitativos para recabar información, a
saber, el fenomenológico y la etnometodología. El método fenomenológico (Denzin &
Lincoln, 2011; Rodríguez, Gil y García, 1999) se caracteriza por: ponderar la experiencia
subjetiva como base para generar conocimiento; partir del estudio de los fenómenos
desde la perspectiva de los sujetos, teniendo en cuenta su marco referencial; interesarse
por conocer cómo las personas experimentan e interpretan el mundo social que
construyen en la interacción. Por su parte la etnometodología (Rodríguez, Gil y García,
1999) intenta estudiar los fenómenos sociales incorporados a nuestros discursos y
acciones a través del análisis de las actividades humanas. Un punto fundamental de este
método reside en centrarse en el estudio de los métodos o estrategias que empleamos las
personas para construir, dar sentido y significado a nuestras prácticas sociales cotidianas.
Este tipo de método se ha empleado para analizar tanto la organización social como la
organización conversacional. Para Caballero (1991) la etnometodología y el
interaccionismo simbólico, en particular, mantiene puntos en común que conviene
distinguir, aunque también notables diferencias. A nivel general, ambos enfoques dan
importancia a los procesos sociales, mantienen una visión común de que la vida social
está constituida de significados, ambos reevalúan la centralidad del lenguaje en la vida
social. Por otra parte, las diferencias se ubican el objeto de análisis, mientras que el
interaccionismo se ocupa de los actores (de sus creencias, acciones y relaciones), la
etnometodología se ocupa de las actividades más que de los actores.
Por otra parte, mediante la etnometodología, se pretende analizar las prácticas y procesos
de inclusión y exclusión a través de discursos y acciones al interior de los centros
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educativos. Este análisis se pretende desarrollar en tres niveles: el análisis de la práctica
pedagógica (en especial la desplegada por los docentes al interior de las actividades de
enseñanza-aprendizaje); el análisis de lo que el centro escolar promueve para favorecer
la inclusión-exclusión educativa (programas desarrollados, resultados obtenidos,
representaciones sobre la problemática, etc.) y el análisis de los procesos de convivencia
e interacción entre los pares fuera de las actividades formales de enseñanza. Como
técnicas se empleará la observación, entrevistas y ciclos de reflexión. La observación y
las entrevistas se utilizarán de manera complementaria para recabar información sobre
los discursos y acciones de los participantes al interior de los centros educativos a fin de
identificar mecanismos de inclusión-exclusión. En tanto, los ciclos de reflexión se
desarrollarán con los docentes a fin de explicitar a través del diálogo el repertorio de
estrategias y mecanismos que han desarrollado (e incluso que avizoren como necesarios)
para favorecer prácticas y procesos de inclusión-exclusión en su propia práctica docente.
c. Etapa analítica
La parte instrumental de esta etapa residirá en la captura de la información en una base
de datos (se empleará el programa informático de datos cualitativos ATLAS.ti). La parte
analítica se enfocará a la construcción de categorías que permitan darle significado a la
información recabada, así como interpretarla de una manera contextual y holística. Como
producto de esta etapa se construirán diversos modelos conceptuales que representen
descripciones de las invariantes estructurales de las experiencias descritas (Rodríguez,
Gil y García, 1999) sobre cómo la cultura escolar y pedagógica y las culturas externas a
los centros escolares interactúan promoviendo procesos de inclusión-exclusión desde la
mirada de los participantes. El proceso de validación de dichos modelos se realizará a
través de la triangulación teórica y metodológica (Stake, 2010).
d. Etapa informativa
En esta última etapa de la primera fase se elaborarán informes para las instituciones
participantes y se presentarán los principales hallazgos a la comunidad escolar, a fin de
sentar el debate y la discusión entre los propios actores que promuevan alternativas para
mejorar la vida escolar.
Fase 2
a. Etapa preparatoria
Considerando los resultados obtenidos en la primera fase del presente estudio, se invitará
a grupos docentes de cada centro escolar a participar en un proyecto de investigación-
acción participativa. Para De Miguel (citado en Rodríguez, Gil y García, 1999: 55), la
investigación-acción participativa se caracteriza por un conjunto de principios, normas y
procedimientos metodológicos que permiten obtener conocimientos colectivos sobre una
determinada realidad social, una característica básica es su carácter de adquisición
colectiva del conocimiento, su sistematización y su utilidad social. Este tipo de indagación
combina la investigación educativa, el trabajo educativo y la acción. Los grupos de
docentes que acepten participan en el estudio, conformarán equipos, mismos que
establecerán compromisos y responsabilidades a fin de desarrollar proyectos desde el
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discurso y práctica pedagógica que favorezcan los procesos de inclusión en los centros
educativos. El rol del investigador en esta fase se centrará en involucrar y motivar a los
equipos con el trabajo por desarrollar.
c. Etapa analítica
Esta fase estará destinada a evaluar el alcance del desarrollo de los programas de
intervención elaborados por los docentes. La evaluación de los programas estará
orientada a explorar qué tanto los programas cubrieron las expectativas e intereses de los
participantes. Se empleará el modelo de evaluación iluminativa de Partett y Hamilton
(Lukas y Santiago, 2009), el cual dado su carácter cualitativo, holístico y contextual,
permitirá a través de los métodos fenomenológicos y etnometodológicos (descritos en la
primera fase del estudio) recabar información, con lo cual pudiese dar origen a nuevos
ciclos de investigación, tal como se representa en el esquema 2 (descripción de la
metodología).
d. Etapa informativa
Se elaborará un informe final en colaboración con los docentes que integre la descripción
de los programas de intervención educativa orientados a generar prácticas y procesos de
inclusión en los centros escolares, su puesta en marcha, la pertinencia de los protocolos
para su desarrollo y seguimiento, así como los resultados obtenidos de la evaluación a
través del modelo iluminativo. Los informes si bien tendrán como función rendir cuentas y
explicitar el trabajo realizado a fin de que sirvan para la toma de decisiones futuras de los
propios centros educativos, tendrán como propósito detonar la discusión y la reflexión de
la comunidad, afianzando acciones futuras y el involucramiento con la propia tarea
educativa.
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entidades y sus actores para participar en el estudio. Para ello se proponen los
siguientes escenarios: Escuela Nacional Preparatoria; Colegio de Bachilleres y
Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica.
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6. Programa de actividades por etapas anuales
En la siguiente tabla se describe el programa de actividades (durante tres años), así como los productos anuales meta.
incidentes críticos).
campo
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CRONOGRAMA: FASES, ETAPAS Y PRODUCTOS ANUALES (CONTINUACIÓN)
PRIMER AÑO SEGUNDO AÑO TERCER AÑO
ETAPA
FASE ACTIVIDADES PERIODO PERIODO PERIODO
S
1 2 3 1 2 3 1 2 3
Preparat
contexto escolar.
FASE 2
tica
centro educativo.
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. Resultados
7. Resultados esperados
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