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ANÁLISIS DE SUBCANAL

El análisis de subcanal está motivado a predecir con exactitud la ebullición de


transición (BT) y distribución de vacío en los ensambles combustibles. Existen
correlaciones para arreglos promedio que son empíricas y generalmente solo son
válidas para condiciones representativas de los datos en que se basaron para
obtenerlas. Para optimizar, investigar un nuevo arreglo con dimensiones y
configuraciones distintas normalmente debemos usar técnicas de subcanal.
La esencia del análisis de subcanal se muestra en la fig 4-41. El ensamble
combustible se divide en un numero de secciones de flujo (subcanales) .En ambos
casos se asume que el factor local máximo (i.e., potencia) es igual en cada barra y
entonces solo una sección del ensamble debe ser analizado, el resto se conoce por
simetría.

Fig 4-41 Typycal subchannel grids

Para escoger los subcanales es importante seleccionar el tamaño adecuado, de ser


muy pequeños tendríamos que considerar microestructuras para dos fases por otro
lado, de ser muy grandes entonces las condiciones alrededor de las barras de
interés nos estarían predichas con exactitud.
Una vez establecida la malla de subcanal las ecuaciones de conservación de dos
fasces se pueden integrar para obtener los parámetros de subcanal de interés en el
arreglo. Aquí discutimos la aproximación clásica de códigos usados en COBRA
(Rowe 1973) y HAMBO (Bowring 1968).
Antes de discutir los detalles de las ecuaciones usadas en análisis de subcanal
revisaremos la tendencia vista en los datos disponibles (Lahey y Schraub, 1969) los
cuales indican que hay una tendencia observada del vapor a buscar las regiones
menos obstruidas y con las más altas velocidades de un ensamble combustible de
un BWR. Esta tendencia puede verse en los datos adiabáticos mostrados en la fig 4-
42 donde puede notarse que la calidad del flujo es mucho más alta en los
subcanales del interior más abierto (centro) que en los subcanales de la esquinas y
los lados.

Fig 4-42 Quality contours from isokinetic probe sampling


of air-water flow in a 9-rod array (Schraub et al. 1969)

Podemos ganar una valiosa percepción considerando la tendencia de los datos en


experimentos realizados en geometrías mucho más simples que ensambles
combustibles. Como puede verse en la fig 4-45 de la tendencia en experimentos
adiabáticos y diabáticos en anillo excéntrico (Schraub et al., 1969 and Shiralkar,
1970) que muestran esa fuerte afinidad del vapor por regiones más abiertas, más
altas y de más velocidad. Ésta tendencia no debería de sorprendernos ya que puede
observarse lo mismo en un tubo durante el flujo anular de dos fases en el cual el
vapor deriva a la línea de centro con mayor velocidad mientras que el líquido fluye
como una película en la pared del tubo
Fig 4-45 Typical data trends seen in eccectric annuli
Ahora giramos nuestra atención al desarrollo de un detallado modelo analítico. Para
simplificar el desarrollo y aun mantener la esencia de la física involucrada se
desarrolla el modelo de estado estacionario. La extensión de este modelo a análisis
de subcanal transitorio es más bien sencillo aunque como podría esperarse, el
análisis numérico puede llegar a ser un problema.
El enfoque básico es considerar la conservación de masa, momento y energía en
cada subcanal así como el intercambio de las mismas a través de interfaces
imaginarias que dividen en subcanales. Los fenómenos de intercambio transversal
son bastante complicados y difíciles de descomponer en términos de intercambio
más elementales. Sin embargo son normalmente descompuestos arbitrariamente
en tres componentes:
1.- Desviaciones de flujo que ocurren debido a gradientes de presión transversal
impuesta.
2.- Mezclado turbulento que ocurre debido a presión estocástica y fluctuaciones de
flujo.
3.- Corriente de vacío que como discutimos anteriormente, es debida
aparentemente a la fuerte tendencia del sistema de dos fases de aproximarse a
condiciones de equilibrio.
E la formulación más general, debemos considerar las ecuaciones de conservación
de masa, momento y energía en ambas direcciones axial y transversal. En BWR el
espaciamiento entre barra y barra es lo suficientemente largo de tal forma que solo
pueden existir gradientes de presión transversal despreciables. Así solo resolvemos
con la restricción física de no circulación neta alrededor de las barras de
combustible.

Se presentan las derivaciones de las ecuaciones de conservación básicas de forma


nodal. Considere un nodo axial, k, del subcanal, i, que se muestra en la fig 4-46a.
Aplicando el principio de conservación de estado estacionario básico—el flujo de
entrada y de salida debe ser iguales—para la ecuación de continuidad nodal,
obtenemos,

" " "


𝐺𝑖(𝑖𝑛) 𝐴𝑥−𝑠 = 𝐺𝑖(𝑜𝑢𝑡) 𝐴𝑥−𝑠 + [(𝑤𝑖−𝑖 )𝐶𝐹 + (𝑤𝑖−𝑖 )𝑚𝑖𝑥 + (𝑤𝑖−𝑖 )𝑉𝐷 ]𝑆𝑖𝑗 ∆𝑍 (4.72)
Ahora consideramos la conservación de momento en un nodo axial k, del
subcanal i, que se muestra en las fig 4-46b.

Aplicando la segunda ley de newton, obtenemos la ecuación nodal de conservación


de momento:
[𝑝𝑖(𝑖𝑛) − 𝑝𝑖(𝑜𝑢𝑡) ]𝐴𝑥−𝑠 − 𝐹𝑖𝑓 − 𝐹𝑖𝜌 − 𝐹𝑖𝐿 = 𝑀𝑖(𝑜𝑢𝑡) + 𝑀𝐶𝐹 + 𝑀𝑚𝑖𝑥 + 𝑀𝑉𝐷 − 𝑀𝑖(𝑖𝑛)
(4.73)
Donde la caída de presión por fricción en dos fases está dada por:
𝑓𝑖 𝐺𝑖2 2
𝐹𝑖𝑓 ⁄𝐴𝑥−𝑠 ≜ 𝜙𝑙𝑜 (4.74)
∆𝑍 2𝑔𝑐 𝜌𝑓

La caída de presión de densidad principal por:


𝑔
𝐹𝑖𝜌 ⁄𝐴𝑥−𝑠 ≜ 〈𝜌̅𝑖 〉Δ𝑍 (4.75)
𝑔𝑐

La caída de presión local (p.ej. espaciador de red) si es que la hay, está dada por:
𝐺𝑖2 𝑣𝑓𝑔
𝐹𝑖𝐿 ⁄𝐴𝑥−𝑠 ≜ 𝐾𝐿 (1 + 〈𝑥〉𝑖 ) (4.76)
2𝑔𝑐 𝜌𝑓 𝑣𝑓

El momento nodal de salida y de entrada por:


2
𝐺𝑖(𝑜𝑢𝑡) 𝐴𝑥−𝑠
𝑀𝑖(𝑜𝑢𝑡) ≜ ′ (4.77)
𝑔𝑐 〈𝜌𝑖(𝑜𝑢𝑡) 〉

2
𝐺𝑖(𝑖𝑛) 𝐴𝑥−𝑠
𝑀𝑖(𝑖𝑛) ≜ ′ , (4.78)
𝑔𝑐 〈𝜌𝑖(𝑖𝑛) 〉
Y los momentos de transferencia realizados por desviación de flujo transversal, por
mezcla y por corriente de vacío están dados por:
"
(𝑤𝑖−𝑖 )𝐶𝐹 𝑆𝑖−𝑗 ∆𝑍 𝐺 𝐺𝑗
𝑀𝐶𝐹 ≜ (〈𝜌′𝑖 〉 + 𝑔 ′ ) (4.79)
2𝑔𝑐 𝑖 𝑐 〈𝜌𝑗 〉

𝑀𝐶𝐹 ≜ 𝜏𝑅𝑒 𝑆𝑖−𝑗 ∆𝑍 (4.80)


𝑀𝐶𝐹 ≜ 𝜏𝑉𝐷 𝑆𝑖−𝑗 ∆𝑍 (4.81)
Donde los modelos para el estrés de Reynolds 𝜏𝑅𝑒 y el estrés de corte por corriente
de vacío 𝜏𝑉𝐷 se discuten subsecuentemente en esta sección.

El último principio de conservación nodal aplicado es la primera ley de la


termodinámica es decir la conservación de energía. Para el nodo axial k, y el
subcanal i, fig 4-46c nos da:

𝐸𝑖(𝑖𝑛) + 𝐸𝑖𝑞′′ + 𝐸𝑖𝑞′′′ = 𝐸𝑖(𝑜𝑢𝑡) + 𝐸𝐶𝐹 + 𝐸𝑚𝑖𝑥 + 𝐸𝑉𝐷 , (4.82)


dónde los flujos de energía convectados están dados por,
𝐸𝑖(𝑖𝑛) ≜ 𝐺𝑖(𝑖𝑛) 𝐴𝑥−𝑠 ℎ𝑖(𝑖𝑛) (4.83)
𝐸𝑖(𝑜𝑢𝑡) ≜ 𝐺𝑖(𝑜𝑢𝑡) 𝐴𝑥−𝑠 ℎ𝑖(𝑜𝑢𝑡) (4.84)
La energía de entrada al nodo k realizada por adición de calor de las superficies
calentadas está dada por:
𝐸𝑖(𝑜𝑢𝑡) ≜ 𝐺𝑖(𝑜𝑢𝑡) 𝐴𝑥−𝑠 ℎ𝑖(𝑜𝑢𝑡) (4.84)
Y por generación interna (o.ej. calentamiento por raciacion gamma, etc)

La transferencia de energía realizada por desviación de flujo, mezcla y corriente de
vacio están dadas por



Donde la elección normal de la entalpia de fluo cruzado, hFC, es la entalpia del
subcanal donante, que es la entalpia promedio del ubcanal de doncde el flujo es
desviado. Como se muestra en la figura 4-58, los datos disponibles indican que una
opción más apropiada sería un regimen de flujo dependiente de la entalpía de flujo
cruzado, que en general es mayor que la del subcanal donante.
La mezcla turbulenta bifásica se formula frecuentemente como una extensión de la
mezcla monofásica. Por lo tanto, primero consideramos la naturaleza de la mezcla
turbulenta en flujos monofásicos. La expresión para el intercambio de masa
turbulenta dividida por la tasa de flujo medio del subcanal, W, se puede expresar
como,
…ec

donde β se reconoce como el número de Stanton de mezcla y Si-j es la brecha entre


los subcanales i y j. El flujo de masa transversal fluctuante, Gi-j, se define en
términos de de la longitud de mezcla teóricamente como:
…ec4.91

La difusividad de Eddy monofásica, E, se define implícitamente en la Ec. (4.91) tiene


sido expresado por muchos investigadores independientes (Rogers y Todreas,
1968) como
…ex 4.92
Combinando las ecuaciones 4.90, 4.91 y 4.92 obtenemos,
…ec 4.93
La elección de qué utilizar para la longitud de mezcla del subcanal, I, sigue siendo
discutible. Promediando los datos de Reichardt (Reichardt, 1 95 1) sobre la sección
transversal
área de flujo, obtenemos,
…ec 4.94

lo que, implica que la mezcla turbulenta, wi- / w, es directamente proporcional al espacio entre
huecos, Si -j. En contraste, otros experimentadores (Rowe y Angle, 1969) han
sugerido que los patrones de flujo secundarios en la región de la brecha son
responsables de la escala de la turbulencia y que la elección correcta de la longitud
de mezcla es,
…ec4.95
lo que implica que la mezcla turbulenta, wi-jl W, es completamente independiente
de la separación entre huecos pero directamente proporcional al diámetro
hidráulico medio. Finalmente, otros estudios (Rogers y Rosehart, 1972) han indicado
que la longitud de mezcla debe ser una función de la separación entre huecos y el
diámetro hidráulico. La verdadera dependencia de la longitud de mezcla en los
parámetros geométricos aún está por establecerse.

Primero consideramos la mezcla turbulenta en sistemas de dos fases. Una forma de


conceptualizar el proceso es, como se muestra en la figura 4-59, suponer que todas
las transferencias se deben a "globos" de fluido de un subcanal que se intercambian
con globos de fluido de los subcanales vecinos.

se puede modelar como un intercambio de globos de igual volumen pero de diferente densidad. Este modelo de
intercambio volumen-volumen lejano implica que las velocidades fluctuantes transversales para la fase vapor y líquida son
iguales. Esto es:
…ec 4.96

El flujo de masa transversal fluctuante neto se expresa entonces mediante



O

Donde
..

La ecuación (4. 97) también se puede escribir en una forma más familiar como,

lo que claramente implica que la transferencia de masa debido a la mezcla es
directamente proporcional
al gradiente de densidad transversal, d (p) / dy.

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Fenomenológicamente, la transferencia de energía debido a la mezcla de dos fases,
q '' se debe al intercambio de un volumen de vapor en un subcanal para
Un volumen igual de líquido en un subcanal vecino. Este proceso puede
ser modelado fácilmente usando los resultados en la ec. (4. 145). Por ejemplo, para
condiciones.
de ebullición a granel,
q_ImI
q_ImI ix = ( W- "i - j )f hf + ( W- "i - j) g h g
By using Eqs. (4. 146) and (4. 147), Eq. (4. 149) can be expressed as,
Equation (4. 150) can also be written as,
where the center-of-mass enthalpy is given by,
-􀅂1
(hi) =
(Pi)
[pfhf (l - (O:i» + pghg(O:i)]
La ecuación (4. 15 1) indica que la transferencia de energía debida a la mezcla es
directamente
proporcional al gradiente de entalpía transversal ponderado en masa, d (P) (h »/ dy.
Tenga en cuenta que para el caso en que (O: j) sea mayor que (O: i), hay una
transferencia de masa neta positiva desde el subcanal i al subcanal j. Es decir, ec. (4.
144)
implica

(4. 152) La ecuación (4. 150) indica un intercambio neto positivo de energía desde el
subcanal i al subcanal j, aunque el subcanal j tiene una fracción de vacío más alta.
Esto se debe a que Pfhf> Pghg y, por lo tanto, la energía transportada desde el
subcanal i to j, en forma líquida, más que compensa la energía transferida de j to i,
en forma de vapor. Esto no significa que la mezcla tiende a aumentar aún más la
fracción vacía en el subcanal j, ya que la entalpía de mezcla neta equivalente, dada
de las ecuaciones. (4. 150) y (4. 152) por
….ec
Siempre es menor que la entalpía de saturación, hf. Por lo tanto, como se esperaba,
la mezcla enfría el subcanal caliente, j, ya que el intercambio de masa opaca el
intercambio de energía.
Ahora determinamos el esfuerzo cortante interfacial, L e. , el estrés de Reynolds,
debido al proceso de mezcla. Usando la ec. (4. 143), la tensión de Reynolds en dos
fases se puede escribir como,

Equation (4. 154) can be regrouped and written more compactly as,

que es fácilmente reconocido como el término de estrés clásico de Reynolds.
Todos los términos de mezcla necesarios han sido formulados ahora.
Desafortunadamente,
estos modelos solos no nos permitirán predecir los datos observados
tendencias; p.ej. , Figs. 4-54 y 4-56. Es decir, la magnitud de la mezcla turbulenta
puede variar de cero a tan grande como se desee y las tendencias de datos
observadas
no será predicho. De hecho, incluso la mezcla infinita no logra producir
resultados requeridos desde entonces, como se ve en la ec. (4. 148), la mezcla
infinita implica que las fracciones vacías de subcanal deben ser las mismas para wi'- j
finito. Además, la misma ecuación implica que para cualquier velocidad fluctuante
finita, Ell, la distribución del vacío tiende hacia una distribución radial uniforme en
lugar de la distribución de equilibrio no uniforme observada. Claramente, algún
mecanismo físico importante ha sido dejado fuera de nuestro modelo de mezcla.

Para desarrollar el modelo henomenológico requerido, primero planteamos la


hipótesis de que la mezcla turbulenta neta en dos fases es proporcional al gradiente
de fracción de vacío sin equilibrio. Esta hipótesis implica que existe una fuerte
tendencia hacia una distribución de equilibrio y que cuando se alcanza este estado,
el intercambio neto debido a la mezcla cesa. Es conveniente, pero no necesario,
dividir la transferencia de masa turbulenta neta en una parte de mezcla de
difusividad de Foucault y una parte de deriva de vacío, de manera que la Ec. (4. 148)
se puede escribir como,


where the subscript, EQ, denotes the equilibrium lateral phase distribution.
Note that net mass transfer due to mixing ceases when equilibrium conditions are
achieved .
The net turbulent energy exchange can be written immediately in the form of Eq.
(4. 1 50) as,
,,,
Tenga en cuenta que cuando se logra la distribución de equilibrio, cesa la
transferencia de energía turbulenta neta.
Finalmente, se puede escribir el esfuerzo cortante interfacial neto debido a la
turbulencia
en la misma forma que la ec. (4. 155),

Como antes, cuando se alcanza el equilibrio, el potencial de conducción para el
intercambio de impulso se desvanece.
Los modelos de deriva del vacío dados implícitamente en las ecuaciones. (4. 156),
(4. 1 57), y (4. 158)
representan los términos de transferencia de masa, energía y momento de
turbulencia en equilibrio, respectivamente. Los modelos son lógicos y simples de
aplicar, siempre que conozcamos la fracción de equilibrio en vacío y la distribución
del flujo de masa. Desafortunadamente,
las correlaciones y / o modelos para predecir las distribuciones de equilibrio de dos
fases no están fácilmente disponibles.
Un modelo simple (Levy, 1963) para la distribución de la fracción vacía de equilibrio
se ha empleado previamente con cierto éxito (Lahey et al., 1972). Este modelo
implica que la distribución de la densidad de equilibrio está relacionada con la
distribución del flujo de masa por la expresión,

donde las constantes, ayb, pueden evaluarse a partir de las condiciones de


contorno,


donde "no deslizamiento" en la pared implica que GEQ = a y ave denota el
promedio de los diversos subcanales de comunicación.
La diferencia de densidad de equilibrio entre los subcanales i y j se proporciona a
partir de las ecuaciones. (4. 159) y (4. 1 60) como,

donde la distribución de flujo de masa en equilibrio puede tomarse como la
distribución de flujo de masa existente, a una buena primera apropiación. Aunque
este modelo simple deja mucho que desear, nos permite predecir lo observado.
tendencias de datos (Lahey et al., 1 972). Además, está respaldado por modelos
mecánicos (Drew y Lahey, 1979) y por datos para la distribución de vacíos
completamente desarrollada en haces de varillas (Lahey, 1 986).
Una idea de por qué la ecuación. (4. 161) nos permite predecir que las tendencias de
datos correctas se dan considerando un caso típico, como el subcanal de esquina,
1, que se muestra en la figura 4-52b. Los datos que se muestran en la figura 4-54
indican que la densidad es la más alta (es decir, la calidad es la más baja) y que el
flujo de masa es el más bajo en el subcanal de la esquina. La ecuación (4. 161)
implica que dado que (GI - G2) es negativo, ((PI) - (P2)) EQ es positivo y, por lo
tanto, ((U2) - (U I)) EQ también es positivo

. Esto concuerda con las tendencias de datos observadas. Sin embargo, las
condiciones de equilibrio nunca se alcanzan en el caso diabático considerado.
Las ecuaciones (4. 146) y (4. 147) indican que mientras que la mezcla turbulenta
causa
un flujo neto de líquido del subcanal 1 al subcanal 2, y un flujo neto de
El vapor del subcanal 2 al subcanal 1, la deriva del vacío funciona en la dirección
opuesta. Así, en este caso, la deriva del vacío y la mezcla turbulenta se oponen
entre sí; uno está tratando de bombear vapor fuera del subcanal 1, mientras que el
otro está intentando bombearlo. En el futuro, se anticipa que se desarrollará un
modelo más físico para la distribución de equilibrio. Sin embargo, por el momento,
debe quedar claro que la desviación del vacío, o algo así, es la clave para la precisión
de las predicciones de los subcanales.
Los modelos discutidos hasta ahora nos permiten hacer un trabajo razonablemente
bueno de
predecir el flujo observado y la distribución de entalpía en un haz de barras "limpio"
(es decir, un haz de barras sin espaciadores de tipo rejilla). Sin embargo, en la
práctica, todos los haces de barras de combustible nuclear BWR tienen separadores
de rejilla para mantener barra a barra.
despeje. Para manejar el efecto de los espaciadores de cuadrícula típicos, se debe
emplear un modelo para cuantificar la mejora de la difusividad de Eddy observada
aguas abajo de estos espaciadores. Este modelo se muestra en la figura 4-60, en la
que X. es una dimensión característica del espaciador en particular que se está
considerando. Se ha demostrado que este modelo simple (Lahey et al., 1972) hace
un buen trabajo de
capturar las tendencias de datos observadas en las mediciones de subcanales
tomadas a varias distancias corriente abajo de las redes típicas.
Una aplicación potencial importante para el análisis de subcanales es en el área de
modelado de fluido a fluido de los fenómenos de BT, que se considera en la
Siguiente sección.

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