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ASPECTOS BÁSICOS DE LA ELECTRICIDAD

Definición de energía. En física, la energía se define como la capacidad de un cuerpo o sustancia


para realizar un trabajo. Atendiendo a aspectos tecnológicos y económicos, la energía se refiere
a un recurso natural que adecuadamente manipulado y transformado es capaz de realizar un
trabajo, es decir, a su transformación se le puede dar un uso industrial y tener, por tanto, un
sentido económico.

La energía como tal, ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. No obstante, el hecho de que
las transformaciones empleadas no sean reversibles hace que la energía se degrade y que, a la
postre, no sea posible extraer más trabajo del recurso natural del que se parte inicialmente.
Toda trasformación del recurso natural para producir trabajo tiene un impacto, mayor o menor,
sobre el medio ambiente. La cantidad disponible de recursos naturales susceptibles de realizar
trabajo es lo que se conoce como “recursos energéticos”.

La electricidad es una forma de energía basada en que la materia posee cargas eléctricas
positivas y negativas. Cuando varias cargas eléctricas están en reposo relativo, se ejercen entre
ellas fuerzas electrostáticas. Cuando las cargas están en movimiento relativo, se establece una
corriente eléctrica (la electricidad ya no es estática) y se crean además campos magnéticos.

Los parámetros básicos que permiten cuantificar esta forma de energía son: la tensión o voltaje
(que se mide en voltios, V), la corriente o intensidad eléctrica (que se mide en amperios, A), la
potencia eléctrica (que se mide en vatios, W) y la energía eléctrica producida/consumida (que
se mide en vatios-hora, Wh). A partir de estas unidades de medida básicas, se definen sus
múltiplos, que son más utilizados en la práctica: kilovoltios (kV), kiloamperios (kA), kilovatios
(kW), gigavatios (GW), gigavatios-hora (GWh), etc.

Y, como características básicas de la electricidad, se puede citar que es limpia en el lugar de


consumo, no huele, no se detecta por la vista y no se aprecia por el oído. Además, la energía
eléctrica se puede obtener fácilmente de diferentes tipos de energías primarias (combustibles
fósiles, nuclear, biomasa, agua, viento, sol, etc.) (ver Tecnologías y costes de generación
eléctrica) a partir de un proceso de transformación y, posteriormente, transportarla desde los
lugares de generación hasta los centros de consumo a través de líneas eléctricas y cables
subterráneos (ver Actividades reguladas en el sector eléctrico).

La electricidad, ya sea estática o no, da lugar a la aparición de diferentes fenómenos, que pueden
manifestarse en forma de arcos eléctricos (p.e. los rayos) o como fenómenos mecánicos,
térmicos, luminosos, emisión de señales, etc. Es decir, la electricidad se puede utilizar para
generar movimiento, calor o frío, luz, así como poner en marcha dispositivos electrónicos,
sistemas de telecomunicaciones, sistemas de procesamiento de información, etc. Todas estas
aplicaciones, utilizadas en la industria, el sector terciario, los hogares, hospitales, medios de
transporte, etc. funcionan como consecuencia de la circulación de una corriente eléctrica.

Por lo tanto, se puede decir que la electrificación iniciada en el siglo XIX no sólo fue un proceso
técnico, sino un verdadero cambio social de implicaciones extraordinarias, por lo que, además
de ser un servicio, es una necesidad básica para poder realizar una gran cantidad de actividades
en el mundo actual (ver Energía y Sociedad).

No hay más que analizar las consecuencias de una interrupción de energía eléctrica para
observar con precisión la dependencia de nuestra sociedad de esta forma de energía: las fábricas
tendrían que parar sus procesos productivos; no funcionarían los teléfonos, ordenadores,
internet, semáforos, bombas de agua potable, refrigeradoras, equipos médicos, calderas de gas,
etc.

Sin embargo, también hay que tener en cuenta que la energía eléctrica no se puede almacenar
económicamente en grandes cantidades (obligando a generarla al mismo ritmo que se consume
en cada instante) y necesita que exista una continuidad eléctrica para su existencia. Esta
continuidad es lo que define el circuito eléctrico y, si se interrumpe dicha continuidad, la
circulación de la corriente eléctrica se interrumpe. Estas dos características hacen que la
disponibilidad de esta energía, necesaria en nuestra sociedad, se consiga en base a un sistema
muy complejo que integra un número muy elevado de componentes, abarcando: fuentes de
generación de electricidad con diferentes energías primarias, transformación, líneas eléctricas
de transporte y distribución, maquinas eléctricas, sistemas de protección, control y gestión,
circuitos eléctricos dentro de las viviendas, comercios e industrias, etc., todos ellos
interconectados entre sí, conformando lo que se ha denominado como “el Sistema Eléctrico” o
también “la máquina más grande jamás construida por el hombre”.

Finalmente, resaltar que los índices de consumo eléctrico representan uno de los elementos
más relevantes del desarrollo industrial de un país, siendo significativo su paralelismo con los
índices de crecimiento del PIB (ver Contribución del sector eléctrico y gasista a la sociedad). Pero
también es una señal del desarrollo social de un país.

Figura 1‑1. Esquema básico del Sistema Eléctrico.

Fuente: Red Eléctrica de España (REE).

Dada la amplitud del concepto de Sistema Eléctrico, a continuación se presenta una breve
descripción de cada una de las etapas que forman parte de dicho sistema que se pueden ver
gráficamente en la Figura 1‑1:
 Centrales eléctricas generadoras: la energía eléctrica se obtiene a partir de diferentes
tipos de energías primarias (carbón, gas, agua, viento, sol, combustible nuclear, etc.),
mediante un proceso de transformación que da lugar a diferentes tipos de plantas
productoras, tales como las centrales hidroeléctricas, térmicas, nucleares, eólicas,
solares, etc. Cada tecnología cuenta con ventajas y desventajas. Por ejemplo, las
energías renovables son energías que ayudan a proteger el medio ambiente sin emitir
gases de efecto invernadero, pero tienen un carácter intermitente (como consecuencia
de las características de las fuentes primarias) y son poco flexibles. Por su parte, las
centrales de ciclo combinado pueden aportar soluciones rápidas en estas situaciones,
pero emiten CO2. Las centrales nucleares aportan gran seguridad de suministro y se
utilizan como centrales de base, aunque exigen un nivel de seguridad mucho más
elevado que otros tipos de centrales (ver Tecnologías y costes de generación eléctrica).
Las restricciones impuestas fundamentalmente por la disponibilidad física de la energía
primaria, junto con otras consideraciones económicas, ambientales y sociales han
llevado a la ubicación de las centrales de producción en puntos muchas veces alejados
de los grandes centros de consumo. Este hecho, junto con la imposibilidad de almacenar
la energía eléctrica en cantidades apreciables, ha dado lugar a la necesidad de disponer
de una red que interconecte los centros de producción con los centros de consumo.
 Estaciones transformadoras elevadoras: se ubican a la salida de las centrales
generadoras y su misión es elevar la tensión de salida de dichas centrales, a un valor de
tensión adecuado para el transporte de la energía eléctrica a alta tensión.
 Redes de transporte: son las líneas aéreas que unen las estaciones transformadoras
elevadoras de las centrales eléctricas con las subestaciones transformadoras
reductoras. Es decir, son las encargadas de realizar el transporte de energía a larga
distancia y alta tensión (en España entre 220 y 400 kV). El desarrollo de la conectividad
de las redes de transporte, tanto en el interior de los países como en las interconexiones
entre los mismos, ha permitido el planteamiento de mercados eléctricos de dimensión
regional o internacional.
 Hace años, el crecimiento de este sistema de transporte era más o menos paralelo a la
generación y la demanda, sin embargo, en la actualidad esta aserción ya no se cumple.
En países industrializados la construcción de nuevas líneas eléctricas es un proceso
complejo y largo. Los requisitos medioambientales han hecho más difícil y cara la
construcción de nuevas líneas y la obtención de los permisos necesarios se demora un
tiempo indefinido e incierto. Por lo tanto, las redes de transporte deben desarrollarse a
lo largo de los años y no planificarse de forma definitiva para quedar invariables en el
futuro. El problema de determinar dónde se sitúa la estación generadora y la distancia
de transporte, es un problema técnico y económico.
 En España, Red Eléctrica de España (REE) es la compañía encargada de gestionar la red
de transporte, desde que entrara en vigor la Ley 17/2007, que le otorgó la condición de
transportista único de la electricidad. La actividad del transporte es una actividad
regulada, ejercida en régimen de monopolio y con una retribución establecida en base
a objetivos. En el año 2016 en España existían 21.620 km de redes de 400kV y 19.496
km de redes de 220kV, de cuya gestión y mantenimiento se encarga REE.
 Subestaciones transformadoras reductoras. Cumplen tres funciones principales: son los
centros de interconexión de todas las líneas entre sí, son los centros de transformación
desde donde se alimentan las líneas de distribución que llegan hasta el consumo y son
los centros en donde se instalan los elementos de protección y maniobra del sistema. El
equipo eléctrico más representativo es el trasformador, encargado de reducir los
valores de tensión a unos valores aptos para el reparto de la energía eléctrica en las
cercanías de las grandes áreas de consumo.
 Redes de distribución: son las líneas eléctricas de aproximación a los grandes centros de
consumo (ciudades o instalaciones industriales de cierta importancia). En la mayoría de
las ocasiones, estas redes suelen ser aéreas, aunque una vez que llegan a los núcleos
urbanos, se utilizan líneas subterráneas. Esta red tiene una extensión varios miles de
veces mayor que la red de transporte y, en España, los rangos de tensión abarcan valores
desde 13.8 hasta 132 kV. También se trata de una actividad regulada, aunque en este
caso son las empresas eléctricas las que invierten en esta actividad. Con la liberalización
del mercado, se ha impedido que las empresas distribuidoras sean las mismas empresas
que las encargadas de la comercialización (ver Actividades reguladas y actividades en
libre competencia).
 Centros de transformación: transforman los valores de media tensión de la red de
distribución a valores aptos para el consumo en baja tensión. Este consumo puede ser
extremadamente variable dependiendo de la hora del día, del día de la semana, época
del año, país, etc. Los centros de transformación son propiedad de la compañía eléctrica
distribuidora, aunque si el cliente se conecta en media tensión, dicho centro de
transformación suele ser de su propiedad. Los valores de salida de estos centros suelen
ser de 400/230 V.

La energía se manifiesta de diversas maneras, según los cambios que provoca o puede provocar:

Energía cinética

Es la capacidad que tiene un cuerpo para realizar un trabajo en virtud de su movimiento. Todo
cuerpo que se mueve posee energía cinética. Por ejemplo: un ciclista que viaja por la calle, el
viento, el agua de un río o las olas del mar. La energía cinética siempre tiene un valor positivo,
ya que no depende de la dirección del movimiento.

Cuando una bolita de cristal choca con otra que se encuentra detenida, ejerce una fuerza que le
permite realizar un trabajo sobre esta última. A medida que la velocidad con que la primera
bolita impacte a la segunda sea mayor, entonces, también será mayor el movimiento que pueda
realizar.

La energía cinética de un cuerpo cuya masa es m y su velocidad es v, se modela de la siguiente


manera:

Energía potencial

Es aquella que se asocia a la posición de un cuerpo. Por ejemplo, si levantamos un libro hasta
determinada altura, acumulamos energía potencial que se puede liberar una vez que lo dejemos
caer; o si almacenamos agua, como en una central hidroeléctrica, el agua contenida a
determinada altura respecto del nivel del mar, puede producir energía eléctrica a partir de la
energía potencial que esta posee.

Existen dos formas de energía potencial:


Energía potencial gravitatoria, que corresponde a la que tienen todos los cuerpos situados a
determinada altura respecto de un punto de referencia, como la superficie de la Tierra.

Energía potencial elástica, que corresponde a la energía que pueden acumular todos aquellos
materiales que poseen propiedades elásticas, como un resorte, una varilla flexionada e incluso
un gas comprimido.

Muchas formas de energía se explican a partir de la energía cinética y potencial. Por ejemplo, la
energía química que entrega el combustible como el petróleo o el gas natural, corresponde a
una forma de energía potencial, dado que los enlaces entre las moléculas de dichas sustancias
almacenan energía (como pequeños resortes que se encuentran comprimidos).

La energía eléctrica que suministra una pila o una batería, también es una forma de energía
potencial química, dado que al ser activada se libera dicha energía como un flujo de electrones
(corriente eléctrica).

Pese a que gran parte de la energía se explica en función de las energías cinética y potencial,
también existen las siguientes formas energía:

Energía térmica: corresponde a la energía que posee internamente una sustancia y se manifiesta
mediante el calor. Depende del movimiento de sus partículas (energía cinética molecular).

Energía lumínica: corresponde a la asociada a la radiación electromagnética, como la luz, las


ondas de radio y las microondas, entre otras.

Energía sonora: es aquella que es transportada por las ondas de sonido.

Energía mecánica: es difícil que un cuerpo presente una sola forma de energía. Por ejemplo, un
auto que sube por una cuesta presenta simultáneamente energía cinética, debido a su
movimiento, y energía potencial gravitatoria, ya que su altura respecto del suelo aumenta. Para
dar cuenta de la energía total de un cuerpo o de un sistema se utiliza el concepto de energía
mecánica.

OTRO CONCEPTO DE ENERGIA


El término energía es fuertemente polisémico y, según el contexto donde se use, adquiere
significados diversos.
La realidad es que la energía es un fenómeno misterioso, del cual conocemos y comprendemos
sus efectos, pero no su naturaleza originaria.
En el campo de la física, se define la energía como una «propiedad» de los cuerpos o sistemas
materiales en virtud de la cual estos pueden transformarse (a sí mismos), modificando su estado
o situación, así como actuar sobre otros cuerpos, originando transformaciones en ellos.
La energía indica la capacidad de un cuerpo o sistema para producir transformaciones, con
independencia de que éstas se produzcan o no.

CONCEPTO DE TRABAJO

En un contexto físico-matemático se define trabajo como el producto escalar de una fuerza por
un desplazamiento (del punto de aplicación de la fuerza).

El trabajo se mide en julios, siendo:


Un julio es el trabajo que se realiza cuando la fuerza de un newton desplaza su punto de
aplicación un metro (en la misma dirección y sentido de la fuerza).
Tradicionalmente, y aún hoy, se define la energía como la «capacidad de realizar un trabajo»,
entre otras razones, porque la unidad de energía es la misma, la unidad de la energía, al igual
que la del trabajo, es el julio.

CONCEPTO DE POTENCIA

Físicamente, se define la potencia como el trabajo realizado en la unidad de tiempo:

La unidad de la potencia es el vatio (W), definido por: 1 vatio = 1 julio/1 segundo.

MEDIDA DE LA ENERGIA Y LA POTENCIA

Teniendo en cuenta que trabajo y energía se expresan en las mismas unidades, en el Sistema
Internacional la energía se mide en julios.

De acuerdo con la definición de potencia, en el Sistema Internacional la potencia se mide en


vatios.

En términos generales, un caballo de fuerza (HP) equivale a la potencia que puede desarrollar
un caballo (animal) durante un tiempo prolongado (varias horas).

Las potencias de diferentes tipos de vehículos se muestran en la siguiente tabla:

MANIFESTACIONES DE LA ENERGIA

ENERGIA GRAVITACONAL

Es la energía que se manifiesta por la atracción de dos masas entre sí, sean dos cuerpos celestes
(la Tierra y la Luna, por ejemplo), dos masas cualquiera o dos neutrones.
La realidad es que cada masa crea a su alrededor un campo gravitatorio, que atrae a cualquier
otra masa que caiga en su campo de acción.
La fuerza con la que se atraen es directamente proporcional al producto de las masas e
inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre ellas
ENERGIA CINETICA

Es la energía implícita en una masa en movimiento. Para una masa m, que se desplaza a la
velocidad v, la energía cinética vale la mitad del producto de la masa por el cuadrado de la
velocidad.

W viene en julios, la masa en kg y la velocidad en m/s.

ENERGIA ELECTROSTATICA

La energía electrostática es la energía que se manifiesta por la atracción o repulsión de dos


cargas eléctricas entre sí. Si son de diferente signo se atraen y si son del mismo signo se repelen.
Un cuerpo cargado positivamente (o negativamente) crea a su alrededor un campo eléctrico que
atrae o repele a cualquier otra carga eléctrica que se encuentre en su radio de acción.
Experimentalmente se ha comprobado que esta fuerza es directamente proporcional al
producto de las cargas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia.

ENERGIA ELECTROMAGNETICA
Es la energía asociada a una carga eléctrica en movimiento.
Una carga eléctrica en movimiento (o un conjunto de éstas formando una corriente eléctrica,
por ejemplo), crean a su alrededor un campo electromagnético, que actúa no sólo sobre cargas
eléctricas, sino también sobre imanes (cuerpos magnetizados).
Teniendo en cuenta que la materia está compuesta de electrones y estos están en movimiento,
todos los cuerpos irradian energía electromagnética en más o menos cantidad (al tiempo que
también la reciben, si se encuentran en equilibrio).

ENERGIA NUCLEAR O ENERGIA ATOMICA

Es la energía almacenada en los núcleos de los átomos, en el momento de su formación, y la que


mantiene unidos a los protones y los neutrones (fuerzas nucleares fuertes y débiles).
TRANSFORMACIONES DE ENERGIA: RENDIMIENTO

Se ha visto que la energía es la capacidad que tiene la materia para realizar transformaciones,
bien dentro de un mismo cuerpo, bien entre varios. Estas transformaciones de la materia
pueden ocurrir a nivel atómico (tanto en su núcleo como en los electrones que le rodean), a
nivel molecular (mediante lo que se conoce como reacciones químicas) o a nivel de estado de
agregación (que implica sólo cambios físicos).
Todas estas transformaciones de la materia van acompañadas de transformaciones de la
energía, incluyendo los pasos de ésta de unos cuerpos a otros. Sin embargo, tanto la materia
(masa), como la energía, se conservan en todos los procesos, de manera que puede afirmarse:
En toda transformación de la materia de tipo químico (reacción química) o físico (cambios de
estado), la masa total se conserva (en una reacción química, la masa total de los reactivos es
igual a la masa total de los productos).
La energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma (primer principio de la termodinámica).

La eficiencia (o rendimiento) de un proceso de cambio energético es el cociente entre la energía


utilizable (después del cambio) y la energía inicial. Así, por ejemplo, en un motor eléctrico, el
90% de la energía eléctrica se transforma en energía mecánica, mientras que en un motor de
combustión interna, sólo el 20% de la energía del combustible se transforma en energía
mecánica. El 80% restante se pierde a la atmósfera en forma de calor (gases de escape y aire
calentado).

ASPECTOS BÁSICOS GENERALES SOBRE LOS RECURSOS ENERGÉTICOS

LA ENERGIA EN EL UNIVERSO

En el Universo, el flujo de energía se establece a partir de las reacciones termonucleares en las


estrellas y de la contracción de las masas, convirtiéndose la energía gravitatoria en energía
cinética de partículas y energía electromagnética (incluyendo luz visible, rayos cósmicos, etc.).
¿Cómo es posible que la energía gravitatoria del Universo sea aún predominante tras 10.000
millones de años de evolución cósmica? ¿Por qué no se ha producido un «colapso
gravitacional»?

Ello ocurre por la existencia de una serie de «retardos» en este proceso natural.
 El primero, el enorme tamaño del Universo, su baja densidad.
 El segundo retardo es el debido al giro de los astros y de las galaxias, a su gran energía
cinética.
 El tercer retardo es el termonuclear.
 El cuarto retardo lo constituye el hecho de que el Sol sólo contiene H2 ordinario.

RECURSOS ENERGETICOS DE LA TIERRA

En la Tierra, la principal fuente de energía es la nuclear (la contenida en los núcleos de la materia
que la conforma, Figura 2.2), seguida de la electromagnética (la que llega desde el Sol) y
finalmente la gravitacional (debida a la interacción Tierra-Luna-Sol).

Como consecuencia del movimiento de la Tierra alrededor del Sol, del Sistema Solar alrededor
del centro de la galaxia y de ésta por el firmamento, también posee la Tierra una enorme energía
cinética, ya que se desplaza por el espacio a una velocidad superior a los 100 km/s.
Aparte de todas estas energías, la Tierra presenta una peculiaridad, y es que una relativamente
pequeña parte de su superficie está recubierta de vida, en forma de vegetales de muy diverso
tipo, y ocurre que las hojas verdes captan una pequeña cantidad de radiación solar y la
almacenan químicamente por el mecanismo de fotosíntesis.

TRANSFORMACION DE LA ENERGIA SOLAR SOBRE LA TIERRA

La energía que llega del Sol a la Tierra (una ínfima parte de la que éste irradia al espacio) da lugar
a una serie de fenómenos sobre la atmósfera, el agua y la propia tierra, que finalmente
conforman los diversos tipos de energías que los humanos podemos usar.
Sobre la Tierra incide una energía solar de 1.559.280 TWh en un año, lo cual es
aproximadamente 15.000 veces más que la consumida (en la actualidad) en todo el planeta en
ese mismo período de tiempo.

CLASIFICACION DE LAS FUENTES ENERGETICAS DE LA TIERRA

RESUMEN DE LA SITUACION ENERGETICA ACTUAL

La situación energética actual puede caracterizarse por: agotamiento «rápido» de los recursos
fósiles (todos se encuentran en la parte descendente de la curva de la vida).
Es importante tener conciencia de lo efímero de esta fuente energética. Si se consideran los
últimos 50.000 años de la existencia del hombre sobre la Tierra, el ciclo de explotación de los
combustibles fósiles (incluyendo el carbón) no pasaría de 400 años, y el período de mayor
intensidad de consumo, correspondiente al 80% del consumo total, no pasaría de 200 años. El
0,004% de la vida del hombre sobre el planeta o el equivalente a 100 días de la vida de una
persona de 70 años.
Las energías renovables se presentan, pues, como la única alternativa a largo plazo.

CONSUMO DE ENERGIA PRIMARIA

Graves desequilibrios en el consumo de energía primaria, que suponen una división drástica del
mundo en «pobres y ricos». Los segundos, y especialmente los Estados Unidos, con un consumo
claramente derrochador, frente al paupérrimo consumo de todo un continente como África.
Elevado crecimiento de nuevas zonas en desarrollo como China, India e Indonesia, con una muy
alta población, lo que está suponiendo un importante tirón al consumo total de energía
primaria.
Elevada importancia del petróleo (38,5%) y del gas (23,7%) como fuentes de energía primaria.
Graves tensiones entre países productores (de energía primaria) y consumidores.

CONSUMO DE LA ENERGIA FINAL

Creciente tendencia al suministro de energía en forma de electricidad y de petróleo (este último,


centrado en el sector transporte).
Mantenimiento de la madera (y la leña) como energía final en los países más pobres de África y
América.

ENERGIA DEL PETROLEO

Importante incremento del consumo en países como China e India. Estos dos países suponen
cerca de un 40% de la población mundial. Si su consumo per cápita alcanzase la mitad del
consumo medio de la Unión Europea, significaría un aumento del 20% del consumo de petróleo,
con lo que ello significa de disminución de la duración de las reservas y de incremento de la
contaminación ambiental.

ENERGIA DEL GAS

Importante incremento del consumo de gas natural, especialmente en los países más
desarrollados (que ha ido sustituyendo progresivamente al petróleo en la producción de
electricidad).
Reservas muy limitadas en Estados Unidos y Canadá (menos de 10 años cada uno) así como en
la Unión Europea (con dependencia total de Rusia).
En consecuencia, posibles tensiones futuras entre productores y consumidores.
Vulnerabilidad de los grandes gaseoductos de trasvase.
Reservas limitadas a 60 años, al ritmo de consumo actual.

La energía recibe diferentes nombres, dependiendo de las fuentes o sistemas de los que se
obtiene. Por ejemplo, un cuerpo o sistema se puede describir de acuerdo a la energía asociada
a su posición, su velocidad o a ambas, como veremos a continuación.

1. Costes ocultos de la energía


La factura eléctrica o el precio de los combustibles reflejan un coste evidente, como la mano de
obra, las materias primas, las instalaciones o el transporte. Pero los causados por la
contaminación, las enfermedades laborales, el cambio climático o la lluvia ácida no se incluyen.
Según un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), la contaminación
atmosférica industrial en Europa durante 2009 ocasionó un coste en daños al medio ambiente
y la salud entre 102.000 millones y 169.000 millones de euros, entre 200 y 330 de euros por
ciudadano. Estos conceptos, indirectos y difíciles de medir, se denominan costes ocultos o
externalidades de la energía, al estar fuera del sistema de fijación de precios. Al final, la sociedad
paga por ellos y no los percibe como un efecto del consumo energético.

2. De dónde viene la electricidad que consumimos

Utilizar electricidad puede parecer "ecológico" frente a un coche de gasolina. Por eso conviene
saber cómo se cubrió la demanda de electricidad en España durante 2011 (255.179
Gigavatios/hora (GWh): 21% con energía nuclear, 19% con ciclos combinados (que utilizan gas
natural), 16% con eólica, 15% con carbón, 11% con hidráulica y el 18% restante con otras
tecnologías, según el últimoinforme de Red Eléctrica Española (REE). Sus responsables destacan
que "el aumento de generación con carbón y la menor producción de hidráulica, eólica y nuclear
han dado lugar a un repunte de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del sector eléctrico
estimadas en 73 millones de toneladas, un 25% más que en 2010".

3. Déficit de tarifa

El Gobierno aprueba las tarifas eléctricas en cada periodo marcado. En 2000, aprobaba unas
tarifas sin todos los costes que las compañías eléctricas aseguraban tener. Se creaba el déficit
de tarifa, una especie de deuda aplazada de los consumidores con las empresas eléctricas para
mantener bajos los precios. Al continuar estos años, el déficit se ha acumulado, aunque su cifra
no está clara: según el responsable del Ministerio de Industria, Energía y Turismo (MINETUR),
José Manuel Soria, 24.000 millones de euros; según la Comisión Nacional de la Energía (CNE),
más de 28.500 millones. Tomás Díaz, portavoz de la Asociación de la Industria Fotovoltaica
(ASIF), recuerda estimaciones que señalan que el recibo de la luz deberá subir un 40% para
eliminar este déficit. Su contención ha sido una de las razones esgrimidas para eliminar las
ayudas (primas) a las energías renovables.

4. Dependencia energética

España depende mucho de los combustibles fósiles del exterior. Según el último informe sobre
la energía en España del MINETUR, el 78,2% del consumo de energía primaria en 2010 (sin incluir
saldo eléctrico) se basó en el petróleo (48,5%), el gas natural (23,3%) y el carbón (6,4%). España
se autoabastece de su carbón en un 40,7%, de su petróleo en un 0,2% y de su gas natural en un
0,2%. Los expertos recuerdan que estos combustibles, además de contaminantes, serán cada
vez más caros y escasos. El petróleo ha pasado de los 30 euros (barril Brent) en 2000 a los 80
euros actuales. Para reducir esta dependencia energética y diversificar las fuentes, España
cuenta con las energías renovables, más ecológicas y generadas en el propio país.

5. Eficiencia energética

Un frigorífico de 100 litros clase A utiliza 100 kWh, frente a los 386 kWh de un modelo similar
en 1980. Los avances son cada vez mayores: los últimos modelos más eficientes (A+++)
consumen tres veces menos. Por ello, la Unión Europea ha actualizado el etiquetado de
eficiencia energética de los electrodomésticos. La eficiencia energética se aprovecha en otros
sectores: España podría ahorrar hasta 3.300 millones de euros al año si controlara mejor el
consumo energético de los edificios, según un estudio de la ingeniería Euroconsult.

6. Efecto rebote

Con la eficiencia energética se consume menos para producir lo mismo que antes. Sin embargo,
al disponer de esa "nueva" energía que se necesitaba antes, en vez de consumir menos, se puede
gastar incluso más. Es elefecto rebote, descrito por William Stanley Jevons en 1865. Este
economista inglés vio que la máquina de vapor no redujo el consumo de carbón en su país, sino
que lo aumentó. Diversos estudios han señalado este paradójico efecto. Uno de ellos señala que
las bombillas de bajo consumo podrían aumentar en la práctica el consumo eléctrico. Al gastar
menos, el consumidor podría tender a poner más bombillas, a usarlas más tiempo, etc., con el
resultado de un mayor gasto que antes.

7. Pico o cenit del petróleo

Marion King Hubber, consultor de Shell, señaló en 1956 que la producción de petróleo
evoluciona en forma de campana simétrica. Su pico o cenit de máxima producción (y posterior
declive irreversible) tendría lugar al agotarse la mitad del recurso. Sus predicciones se
cumplieron para EE.UU. en 1970: de ser el principal productor mundial, importa hoy en día más
de la mitad. Pedro Prieto, vicepresidente de la Asociación para el Estudio del Cenit del Petróleo,
cree que no quedan más de tres décadas de petróleo. Carles Riba, director del Centro de Diseño
de Equipos Industriales de la Universidad Politécnica de Cataluña, considera que en la actual
década se iniciará su declive.

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