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La Contrarreforma, o la también conocida como Reforma Católica, es un

movimiento que surgió en la segunda mitad del siglo XVI como respuesta de la
Iglesia Católica a la Reforma Protestante de Martín Lutero iniciada en los
primeros años del siglo XVI que consistió en la creación de nuevos dogmas
basados en el catolicismo. La figura puente entre la Reforma y la Contrarreforma
fue Erasmo de Rotterdam. A continuación, en esta lección de un PROFESOR
vamos a un resumen de la Contrarreforma para que sepas en qué se basó
este momento histórico y los cambios que se dieron con ella.
Cómo comenzó la Contrarreforma
La Reforma Católica se dio porque décadas atrás Martín Lutero inició una
Reforma Protestante la cual había dejado a una Europa cristianizada dividida en
los cristianos protestantes y los cristianos católicos. Tanto la Reforma como la
Contrarreforma no difieren mucho en lo que a renovar la Iglesia se refiere sin
embargo si son completamente antagónicas en aspectos teológicos.
A todo esto, hay que sumarle la cuestión política ya que siempre existió: una
lucha entre los reyes y papas por ser los máximos representantes del poder.
Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico era quien debía
mantener la cristiandad por entonces, sin embargo, muchos de los príncipes
alemanes se afiliaron al dogma luterano para no depender del rey y conseguir
tener más libertades ya que la Iglesia era la que establecía la mayoría de los
impuestos a pagar.
Entre muchas de las reformas que impuso Lutero era no tener que pagar por los
sacramentos para conseguir el paraíso y aunque Lutero nunca tuvo que ver en
cuestiones políticas, los príncipes alemanes se apoyaron en esto para
defenderse del rey y ser ellos los que pudieran controlar sus iglesias dentro de
sus dominios. A fin de detener el avance del protestantismo se llevó a cabo el
Concilio de Trento para tratar de fijar claramente cuál era la doctrina de la Iglesia
y reformar la estructura y disciplina de la Iglesia.
Contrarreforma
La Contrarreforma, también conocida con el nombre de Reforma Católica o
Renacimiento Católico, en la historia del cristianismo, se basó en una época en
donde los esfuerzos de la Iglesia Católica se dirigieron durante los siglos XVI y
comienzos del XVII tanto contra la Reforma Protestante como para la renovación
interna. La Contrarreforma tuvo lugar aproximadamente durante el mismo
período que la Reforma Protestante, en realidad, comenzando poco antes del
acto de Martín Lutero de clavar las noventa y cinco tesis a la puerta de la iglesia
en el año 1517.
Contrarreforma
Cuándo fue: Desde 1545 al 1648
Personajes destacados: Leon X, Pablo III, Julio III, Pablo IV, Pío IV, Pío V,
Gregorio XIII, Sixto V, San Ignacio de Loyola, Santa Teresa de Ávila
¿Qué fue la Contrarreforma?
Fue un movimiento que nació en la segunda mitad del siglo XVI en respuesta por
parte de la Iglesia Católica a la Reforma Protestante de Martín Lutero, la cual
había nacido durante los primeros años del siglo XVI.
Causas
A finales de la Edad Media, muchos católicos estaban descontentos por los
escándalos que acompañaron a la Iglesia. El comportamiento de la alta jerarquía
católica fue severamente cuestionado y acusado de malinterpretar la Biblia en
provecho personal.
Por otra parte, ante este estado de las cosas algunos teólogos cristianos
buscaron nuevas formas de profesar su devoción a Dios, con un estricto apego
a las sagradas escrituras que en la práctica venían siendo reescritas por los
papas. Así nació el movimiento protestante, conocido como la Reforma.
Abundaron las quejas y cuestionamientos a los funcionarios de alto rango de la
Iglesia durante el siglo XIV. Se les acusaba de ignorar las leyes de la Iglesia y
vivir en la opulencia y el pecado,
especialmente a los papas y cardenales. Mientras, de los obispos se decía que
no vivían dentro de sus respectivas diócesis.
Estos temas trataron de ser abordados en varios concilios a lo largo del siglo XIV
y principios del siglo XV, pero ni los papas ni los cardenales apoyaron las
reformas. Luego, el maremágnum creado por el movimiento de la Reforma trató
de ser contenido con la convocatoria del Concilio de Trento en 1545.
El crecimiento del protestantismo en Europa prendió las alarmas en los católicos
y en los distintos niveles de autoridad más bajos de la Iglesia.
Entonces creció un movimiento dentro del propio catolicismo para exigir a la alta
jerarquía católica que tomara cartas en este crucial asunto y liderara una
respuesta efectiva a esta situación.
En consecuencia, el papa Pablo III convocó el Concilio de Trento, cuyas
recomendaciones y ulteriores decisiones de los demás papas condujeron al
movimiento de la Contrarreforma católica.
Características
– La Contrarreforma se desarrolló en un ambiente de mucha tensión que estuvo
signado por la persecución a los infieles; es decir, aquellos que no profesaban la
religión católica o los protestantes.
– Al mismo tiempo, degeneró en la persecución a las almas impuras y los
“demonios”. Sus principales víctimas fueron las supuestas brujas que desataron
una verdadera cacería en Europa y toda América.
– La Contrarreforma fue uno de los períodos más oscuros del catolicismo, sobre
todo en América, donde se acentuó con el establecimiento de la Inquisición a
partir de 1542. La Inquisición se convirtió en el principal brazo ejecutor de la
doctrina católica.
– También significó un período de renacimiento del catolicismo desde 1560, con
el pontificado del Papa Pío IV, hasta 1648, cuando finalizó la Guerra de los
Treinta Años.
– Se iniciaron y redoblaron los esfuerzos de los movimientos misioneros,
especialmente en América, África y Asia. Se establecieron colonias españolas,
francesas y portuguesas e inglesas para la conversión de la gente a la religión
católica.
Consecuencias
– Entre las consecuencias más importantes de la Contrarreforma católica
destacan los cambios que generó en la Iglesia y en la práctica de la religión
católica.
– Los grupos protestantes y las iglesias aumentaron en Europa y América, y se
acentuó el antisemitismo.
– La Contrarreforma provocó varias guerras. Los conflictos religiosos se
extendieron por toda Europa entre católicos y protestantes. Esto generó las
guerras civiles o de religión en Inglaterra y Francia.
– En Alemania provocó la Guerra de los Campesinos (1524–1525), quienes se
rebelaron a la autoridad de la Iglesia y los príncipes. Igualmente, desató la
Guerra de los Treinta Años (1618–1648), que comenzó en los estados alemanes
con la rebelión protestante en contra el Sacro Imperio Romano Germánico.
– Luego de la firma del Tratado de Westfalia que puso fin a la Guerra, sobrevino
un período de tolerancia religiosa entre protestantes y católicos dentro del Sacro
Imperio.
– En este período aumentó el miedo y la persecución a los grupos religiosos
protestantes en los países con mayoría de población católica. La Iglesia católica
persiguió a las minorías religiosas para evitar que se convirtieran en
protestantes.
– Centenares de personas en Europa y América fueron ejecutadas o quemadas,
acusadas de brujería o herejía durante el siglo XVI. La histeria generada por las
llamadas brujas llevó a muchos pueblos a quemar en la hoguera a muchas
mujeres.

– El poder de la Iglesia católica disminuyó un tanto y ya no volvió a ser el mismo.


Su consecuencia directa fue que los reyes y los estados soberanos individuales
ganaron más poder, permitiendo el surgimiento de los estados–nación
La Ratio Studiorum (traducido como «Plan de Estudios») es el documento que
estableció formalmente el sistema global de educación de la Compañía de Jesús
en 1599. Su título completo es Ratio atque Instituto Studiorum Societatis Iesu
(«Plan oficial de estudios de la Compañía de Jesús»). El trabajo es producto de
muchos académicos internacionales, con amplia experiencia, que se
encontraban en el colegio que los jesuitas tenían en Roma, el Colegio Romano.
La Compañía de Jesús no había previsto originalmente el funcionamiento de una
red de escuelas cuando se fundó. Pero pronto se vieron involucrados en la labor
educativa. Las muchas escuelas fundadas por la Sociedad en sus primeras
décadas tuvieron sus propios planes (rationes), además, un número creciente de
jóvenes entraron en estas escuelas buscando la necesidad de la formación
académica que se requiere para el servicio sacerdotal. Con todo esto la
Compañía comenzó a asumir un papel cada vez mayor en la dirección de su
propio programa formativo lo que llevó a la redacción de un plan estándar para
todas las instituciones educativas de la Compañía.
Bajo el generalato de Claudio Acquaviva, en 1581, un comité de doce sacerdotes
jesuitas fue nombrado para llevarlo a cabo, aunque no obtuvieron los resultados
esperados. En 1584 se formó un nuevo comité de seis religiosos: el español Juan
Azor, el portugués Gaspar González, el escocés James Tyrie, el neerlandés
Peter Busée, el flamenco Anthony Ghuse y el siciliano Stefano Tucci. Este comité
elaboró un documento de prueba, la «Ratio de 1586», que fue enviado a varias
provincias para la revisión por parte de profesores. Está revisión concluyó que
no había sido pensado para el uso real en las aulas, por lo que se reformó y se
publicó un nuevo documento en 1591, que iba a ser empleado en todos los
colegios de los jesuitas durante tres años. Esta prueba se utilizó por el comité en
Roma para crear el documento oficial final de 1599.
Repercusión
Cien años después de la fundación de la orden los jesuitas tenían 444 escuelas,
mientras que en 1739 habían alcanzado las 669.1

Este documento tuvo un gran impacto en la educación más humanista. En su


Teoría y Práctica de la Literatura del Renacimiento Charles Sears Baldwin
escribe: «El siglo XVI se cerró con la completa [clásica] doctrina operativa de la
Ratio Studiorum y de la retórica de Suárez».
Ignacio de Loyola funda en 1534 la Compañía de Jesús, aprobada por Paulo III
en 1540. La Compañía desde muy pronto se inicia en el apostolado educativo,
y ya en 1545 en el colegio de Gandía (Valencia) los jesuitas enseñan, por
primera vez, tanto a jóvenes religiosos como a alumnos externos. En 1548 se
aprueban las Constituciones del colegio de Mesina (Sicilia).En estos años
centrales del siglo XVI el Humanismo renacentista se consolida. Dentro de este
movimiento intelectual, filosófico y cultural, tienen lugar realizaciones
pedagógicas innovadoras tanto en el ámbito de la Reforma Protestante como
de la Católica cuyo objetivo es mejorar los estudios y aplicar métodos de
enseñanza eficaces. En este marco, con semejanzas con otros sistemas de la
época y con el modelo de la Universidad de París, se sitúa la pedagogía que la
Compañía aplica en sus colegios. Alrededor de doscientos cincuenta por todo
el mundo, a finales del siglo XVI. De los que no se excluye a nadie por su
condición humilde o pobre.
En 1599, cincuenta años después de las Constituciones del colegio de Mesina
y por mandato del Padre General Claudio Acquaviva, siguiendo el deseo de
Ignacio de Loyola, se promulga la Ratio atque Institutio Studiorum Societatis
Jesus. Documento, fruto de una amplia y variada colaboración y experiencia.
Más conocido como Ratio Studiorum, contiene el sistema educativo de la
Compañía de Jesús y se mantiene en sus colegios, con una breve modificación
en 1616, hasta 1773, año de la supresión de la Compañía.
Se aprecia en la Ratio Studiorum el estilo y señas de identidad ignacianas. Su
visión de la educación como un programa de vida centrado en el conocimiento
experiencial, el diálogo y la comunicación educativa entre maestros y
estudiantes. Su objetivo es la formación completa del hombre libre, cambiante,
y perfectible. Promover su dignidad como persona mediante el pleno desarrollo
intelectual, moral y religioso.
La metodología de la Ratio Studiorum busca alcanzar un aprendizaje eficaz.
Establece écnicas pedagógicas como la prelección, la concertación, los
ejercicios y la repetición. Utiliza recursos didácticos adecuados a cada materia
de estudio, las representaciones y los certámenes. Potencia el debate, el
trabajo en grupo y las bibliotecas como apoyo a la docencia, en una época en
la que muchas Universidades no contaban con ellas.
Es un sistema educativo bien organizado y coordinado en el que se integran los
distintos niveles y grados. Dirigido con criterios prácticos y flexibles: “no todo
conviene a todos y de la misma manera”. Permite a sus colegios lograr un
importante reconocimiento aún en épocas poco favorables para la Compañía,
ya que su vocación de servicio “en todo amar y servir” hace que sus lecciones
aporten a la vida pública ciudadanos útiles.

Siglos después, en 1986, siguiendo la estela de renovación que inicia el Padre


Arrupe y durante el mandato del General P. Kolvenbach se publica
“Características de la educación de la Compañía de Jesús”. Documento que
viene a renovar la visión común de sus centros educativos y se concreta con
las propuestas metodológicas que aporta el documento “Paradigma
pedagógico ignaciano”. De uso, especialmente, en centros no universitarios.
En 1988, la Universidad Pontificia Comillas aprueba su Proyecto Educativo
llevada por un deseo constante de mejora y fruto de un profundo proceso de
reflexión sobre su misión como universidad jesuítica. Gracias a estos
precedentes la Declaración de Bolonia (1999) y las propuestas del Espacio
Europeo de Educación Superior (EEES) son asumidas de forma natural en
Comillas.

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