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Lección de liderazgo por Platón: No rogar ser líder

PUBLICADO EN 18/04/2013 POR MANUEL

Entre la multitud de tesoros que se encuentran en la vasta obra de Platón (Atenas, 427-
347 a.C), se encuentran maravillosas lecciones que hoy podrían ser objeto de estudio
en cualquier escuela de negocio del mundo.

Una de ellas se encuentra en su obra maestra, La República, y habla del liderazgo.

Para Platón, el buen líder no ha de pedir serlo, ni rogar a los demás que se sometan a
su liderazgo. Al contrario, son los demás los que voluntariamente piden al líder que lo
sea, que les guíe.

Para ello es preciso que el líder tenga las cualidades precisas para gobernar y dirigir el
grupo hacia el objetivo común, y que los miembros de ese grupo reconozcan esas
cualidades en el líder.

La cita literal (La República, Libro VI) es contundente:

“No es natural que el piloto ruegue a los marineros que se dejen gobernar por él, ni que
los sabios acudan a las puertas de los ricos. Al contrario, lo que es verdad por
naturaleza es que quien está enfermo se vea obligado a acudir a las puertas de los
médicos y que todo el que necesite ser gobernado acuda a las puertas de quien tiene
capacidad para gobernar, no que el gobernante pida a los gobernados que se dejen
gobernar si verdaderamente les es de algún provecho.”

Los líderes tienen que estar adaptados a su tiempo, tal vez más que los
demás, por la responsabilidad que tienen de dar respuesta a las nuevas
situaciones. Pero, también es cierto que las características fundamentales que se
reconocen a los líderes apenas han variado a lo largo de la historia, desde los
autores clásicos que ya hablaban sobre el liderazgo hasta nuestros gurús
actuales, es curioso observar que la esencia es la misma.

Si leemos las teorías de algunos autores llegamos a una conclusión común


sobre lo que tiene que ser y tener un líder:
Platón en su diálogo “Gorgias” pone esta frase en boca de su maestro, Sócrates:

El líder ha de trabajar para mejorar las almas de los ciudadanos.


Y dice más: La grandeza del hombre de estado, no consiste en
satisfacer sus propios apetitos, sino en lograr que se introduzcan
la justicia, la prudencia y las demás virtudes en el corazón de los
ciudadanos.
Haciendo un paréntesis: Propondría enmarcar esta frase y ponerla en todas las
sedes de los partidos políticos de nuestro país, tal vez se sintieran interpelados ¿?

Pero al margen de la política, lo que está claro es que el verdadero líder, es


líder para otros y como tal tiene una misión.
Para Aristóteles, el buen líder será aquél que intente conseguir la felicidad plena
de los ciudadanos en la polis. Ya sabemos que esa felicidad de la que habla
Aristóteles es el culmen de una vida bien vivida, es decir guiada por la ética.
Agustín de Hipona va un poco más allá que Aristóteles y añade:

El propósito de todos los líderes es la mejora de aquellos a


quienes lidera.

Podemos observar que el liderazgo inspirador no se ha inventado hoy. Estas


frases y propuestas de nuestros clásicos bien podrían estar firmadas por cualquier
gurú del liderazgo de hoy en día.
El CEO de General Electric , ilustra también en una de sus muchas frases
conocidas, la idea del liderazgo para otros…

Esta es la clave!, la característica en la que todos coinciden: El éxito del líder


reside en llevar a los otros a lograr su propio éxito. El papel de los líderes es
generar más líderes no más seguidores!
Sabemos cómo tiene que ser un líder, pero ¿cómo se hace un líder? Sin entrar en
el debate de si el líder nace o se hace. Mi opinión es que son necesarias las dos
cosas. Existe un porcentaje de carismaque es personal e intransferible, pero
también existen muchas competencias que se pueden adquirir, pulir o mejorar.
Para esto, el líder de nuestros días necesita formación siempre, formación en
general pero en intangibles, en concreto. Formación en esas disciplinas que
normalmente no son tenidas en cuenta, pero que son las que enseñan a pensar y
a conocer a las personas.
El líder necesita más que nadie de la filosofía como disciplina que invita a pararse
y a reflexionar, y además proporciona una visión histórica sobre la evolución del
pensamiento humano, y las diferentes respuestas a las preguntas fundamentales
del hombre a lo largo de la historia. No hay liderazgo sin análisis previo, sin
reflexión. Y en todo caso, muchos de los errores que se cometen vienen porque
no existe este paso previo de análisis.
El liderazgo de hoy más que nunca necesita recuperar ese espacio de reflexión
para poder ejercer la responsabilidad que tiene para con otros.

Reflexión, responsabilidad y diálogo con otros. Esas son las claves de los líderes
inspiradores de hoy en día. El líder tiene que escuchar y compartir, buscar
soluciones con los demás.
Paulo Freire, aporta una noción muy interesante a la idea de liderazgo: ve a
un líder que asume al otro como sujeto en proyección que sueña, que anhela,
que desea trascender su propia realidad, pero llevándola a la acción cotidiana.
En realidad el líder que hace crecer a los demás y los conduce a su desarrollo, en
realidad está asumiendo los sueños de otros y haciéndolos suyos para poder
convertirlos en realidad. En esto consiste el verdadero desarrollo del talento, de
otra forma, son palabras vacías.

Y es que…

Los hombres no se hacen en el silencio, sino en la palabra, en el


trabajo, en la acción y en la reflexión. P. Freire.

Creo que todos estaríamos de acuerdo en señalar que con este cocktail de
características y de preparación tendríamos un gran líder.
No sé si podríamos llegar al líder ideal de Platón, el filósofo Rey, hablamos de
un liderazgo puro, de aquél que no gobierna para sí mismo, sino sólo para los
demás. Pero sí podemos acercarnos a un tipo de liderazgo filosófico, que
reflexione, un liderazgo dialógico, que se forme en el diálogo con otros, y un
liderazgo emponderador, que lidere con el ejemplo y haga crecer a los demás.

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