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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERÚ

PROBLEMAS Y DESAFÍOS EN EL PERÚ ACTUAL

LECTURA 3: “LA OLIGARQUIA COSTEÑA Y LA


REPUBLICA ARISTOCRATICA EN EL PERÚ, 1895-1919”

Trabajo como parte del curso de Problemas y Desafíos en el Perú Actual presentan
los alumnos:
CONCHA CUELLAR Frank Alberto (Cód.: U19103539)
GARCÍA LEÓN Leyla Sonaly (Cód.: U17304696)
MENDOZA SOVERO Angel Hugo (Cód.: U18306266)
MUÑASQUI MORENO Sarita (Cód.: U17304696)
ROLDAN LI Hugo Eduardo (Cód.: U19222078)

DOCENTE: ALEJANDRA DEL ROCIO CUYA SIALER

Lima,9 de junio de 2019


CONTENIDO
RESUMEN ......................................................................................................... 3
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ................................................................. 6

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RESUMEN

Entre 1895 y 1919 se denominó “República Aristocrática” a este periodo de


tiempo porque era controlado por un grupo reducido de personas (la oligarquía),
las cuales pertenecían a la elite peruana de la época. Dicha elite estaba
integrada por un grupo de familias que concentraban su poder en la propiedad
de tierras, las propiedades mineras, el comercio de importación/exportación y la
banca. Por ello este grupo formo el Partido Civil con el fin de controlar la vida
política del país y cuidar sus intereses propios.

Esta oligarquía se caracterizaba por su marcado ámbito social en el que vivían.


Algunos ejemplos son los siguientes: Los integrantes de estas familias solo se
casaban con otros miembros de familias también pertenecientes al grupo;
residían en el mismo barrio, los niños estudiaban en los mismos colegios,
controlaban instituciones importantes como el Partido Civil, el Club Nacional, la
Beneficencia, el Congreso, las cátedras de la universidad de San Marcos, los
bancos, la prensa, la Cámara de Comercio y la Sociedad Nacional Agraria.

Sin embargo, dicho control solo se daba en la oligarquía limeña o costeña.


Puesto que en las regiones y provincias del Perú eran controladas por otras
oligarquías, las cuales estaban conformadas por los hacendados y el apoyo de
los gamonales de la sierra. Además, se presentaron otras situaciones que
debilitarían a la oligarquía. Por ejemplo:

 Debido al crecimiento económico del país ente la Guerra del Pacifico y la


Primera Guerra Mundial, surgieron nuevos empresarios y nuevos
intereses económicos que también debieron ser integrados a la elite.
 Un grupo de familias como los Del Solar, los Garland, los Gallagher, los
La Rosa, los Alzamora y otros mas, que tuvieron prestigio e importante
durante la época, luego empobrecieron y desaparecieron del grupo
oligárquico.
 Algunas familias presentaban intereses distintos al de los agricultores.
Como en el caso de los Prado, quienes se concentraban en la industria y
la expansión urbana de la ciudad, José Payan en la banca, los Ayulo en
el comercio y Pedro Gallagher en la formación y gerencia de compañías
de servicios.
 Dichas diferencias sobre sus intereses particulares repercutían en la
estabilidad de la vida política del país.
 Una muestra de dichas rivalidades se evidencia en que solamente dos
presidentes; Candamo entre 1903 - 1904, y José Pardo en sus dos
periodos de gobierno entre 1904 – 1908 y 1915 – 1919, pertenecieron a
la oligarquía costeña o limeña. Asimismo, se debe mencionar el papel de
ciertas asociaciones como la Sociedad Nacional Agraria, la Sociedad

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Nacional de Industrias y la Sociedad Nacional de Minería (Fundadas
durante el gobierno de Nicolás de Piérola); las cuales tenían cierta
influencia sobre la oligarquía. En cambio, la Cámara de Comercio de
Lima, fundada en 1888; fue la asociación más influyente puesto que se
encargaba de elaborar informes frecuentes sobre asuntos económicos
durante todo este periodo.
 Otro tema a considerar es la vulnerabilidad del poder ejecutivo ante las
censuras realizadas por el congreso. Ya que frente a problemas graves
como los arreglos firmados con la Peruvian Corporation, los préstamos
extranjeros, la explotación preferente del guano en contra de la agricultura
nacional, los presupuestos, la legislación a favor de los trabajadores. El
ejecutivo terminaba haciendo cambios frecuentes en los ministerios por
no llevar un buen manejo de sus acciones y políticas.

Por otro lado, el autor hace referencia a Los Aspíllaga, quienes eran dueños de
las haciendas Cayaltí (azúcar) y Palto (algodón), también poseían intereses en
bancos, compañías de seguros, la minería y la Compañía Peruana de Vapores.
Destaca la presencia de Antero Aspíllaga, quien fue Ministro de Hacienda del
gobierno del Presidente Cáceres en los 80, presidente del Senado, Alcalde de
Lima y dos veces candidato a la Presidencia de la República (1912 y 1919),
siendo derrotado en ambas ocasiones.

Entre 1912 y 1918, el autor hace notar que Los Aspíllaga tenían como principal
objetivo mantener y aumentar tanto como sea posible sus ingresos de la
hacienda Cayaltí. Se preocupaban más por su entorno local que por la política
nacional. Puesto que durante el gobierno de Billinghurst afrontaron dos
problemas: el abastecimiento del agua a su hacienda y su pugna con la
comunidad vecina de Saña sobre algunos terrenos que habían sido incorporados
a su hacienda. Así como su rivalidad con Aurelio Sousa, otro hacendado del
valle, quien también buscaba proteger sus intereses.

Para defender sus intereses se buscaba tener influencia sobre los oficiales
locales, el ingeniero de la Comisión Técnica de Aguas, el prefecto de
Lambayeque, el subprefecto de Chiclayo y el comisario de policía. Para lo cual
su hermano Ramón Aspíllaga consiguió del Ministro del Gobierno la destitución
del prefecto Ferreyros, quien había salido a favor de Saña. A pesar de ello, era
necesaria mantener una vigilancia constante para asegurar el nombramiento de
oficiales simpatizantes y negarle la influencia a hacendados rivales. Por lo mismo
se puede señalar que ninguna familia terrateniente podría retirarse
completamente de la política, aunque no tuviese ambiciones personales.

Como se puede notar, la mayoría de los hacendados buscaban salvaguardar sus


intereses locales, para lo cual debían mantener su influencia en Lima con el fin

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de controlar los nombramientos de las principales autoridades de la provincia
donde estaban sus propiedades. Asimismo, al intervenir en la política, tenían
otras ventajas como la posibilidad de conseguir empleo para sus familiares o los
compadres del hacendado y así fortalecer su clientela. Sin embargo, surgieron
otras amenazas como los impuestos a la exportación y problemas laborales, lo
cuales tuvieron que afrontar.

Por otra parte, el autor resalta la lealtad interna de familia de Antero Aspíllaga,
su interés por garantizar su poder local y su rechazo por los políticos, a los cuales
llamaba “politiqueros”, a quienes acusaba de la crisis financiera que atravesaba
el país. Dejo de utilizar la palabra “oligarquía” y más bien hablaba de “los grandes
propietarios” y “los hombres de bien”. Se identificada con los agricultores y
excluía a los banqueros y comerciantes.

Asimismo, consideró fuera de su control al gobierno y aumento su crítica a los


políticos del Congreso, a los ministros y a la burocracia. Por ejemplo:
denominaba a Mariano H. Cornejo como el “canceroso político”, o Víctor
Maúrtua, a quien R. Aspíllaga describió como “el más peligroso de todos los
socialistas… después de haber vivido a costillas del gobierno… por muchos
años”.

Por ello, se debe considerar cuales eran las obligaciones de los miembros del
Congreso (Cámara de Diputados y Senado). Según Bourricaud, la primera tarea
del representante era conseguir los recursos gubernamentales para los
proyectos de su provincia. Así como controlar el nombramiento de autoridades
provinciales y departamentales. Lo que causaba rivalidades entre las familias
poderosas de cada provincia por tener el control de la diputación; en muchos
casos terminaba en violencia e inclusive el asesinato durante las elecciones, en
algunos departamentos de la sierra (Cajamarca, Cuzco, Apurímac). Dentro de
estas familias se encuentran: Puga, Iglesias, Villanueva, Alva, Osores, en
Cajamarca; Lizares y Ruiz en Azángaro; Duranda en Huanuco; Seminario en
Piura; Chaparro en Cuzco, Sámanez Ocampo en Abancay. En Lima
encontramos a los Prado, los Pardo, los Miró Quesada, los Aspíllaga, etc.

Por todo lo expuesto, se puede decir que la política peruana era una amalgama
de lealtades familiares e intereses económicos, cubierta con una desconfianza,
sea de parte de los caciques serranos, sea de parte de los oligárquicos costeños,
frente al gobierno limeño, a los politiqueros indignos y falsos y a los burócratas
avariciosos. Lo cual demuestra la fragilidad de los partidos políticos y que solo
eran utilizados en época de elecciones y para cuidar sus propios intereses.

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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Rory, Miller (1988) La oligarquía costera y la república aristocrática en el Perú,


1895-1919. p. 556 - 566

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