Tirar la toalla, significa retirarse, rendirse, creer que ya no se puede, pensar
que ya no se da más Josué 1:9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en donde quiera que vayas. ¡No tires la toalla! Dios está contigo no te ha dejado nunca. No temas mal alguno, cree que el bien y la misericordia te seguirán todos los días de tu vida. Eres un hijo de Dios, la niña de sus ojos. ¡Eres un campeón!, ¡levántate y pelea! Abran riesgos que tomar, peligros que enfrentar, enfermedades, situaciones difíciles pero si todas ellas son por la causa de Dios….no tires la toalla: ESFUÉRZATE Debemos ser esforzados para las cosas de Dios, dejar de una vez y por toda tu zona de confort, el ocio, el sueño, entretenimiento todo aquello que nos separa de la vid verdadera que es cristo Jesús. La Palabra del Señor en Isaías I 40:27-31 “¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel mi camino está escondido de Jehová, y mi Dios pasó mi juicio? ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como las águilas; correrán, y no se cansaran; caminarán y no se fatigarán”. La Palabra dice que Dios te da esfuerzo, no fuerzas. Cuando estás cansado, Dios te dice: “Levántate y esfuérzate”. Sólo el esfuerzo trae más fuerzas. Cuando Josué iba a entrar en la tierra prometida Dios le dijo: “esfuérzate y sé valiente”. Muchas veces tú no avanzas porque pones los ojos en lo que no tienes. Dices que no tienes nada, pero el problema no es lo que no tienes, sino lo que no sueltas. Toma ese nada y entrégaselo a Dios. El Señor es el único que multiplica por cero y no le da cero. La Palabra nos dice que los jóvenes se fatigan y se cansan, flaquean y caen, pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas. Cuando un golfista entra en una trampa de arena es horrible, mientras más le das con el palo a la bola, es más difícil que salga. Pero ¿cuál es la diferencia entre los más victoriosos y los menos victoriosos? Que unos ven el problema y otros la oportunidad. Cuando caen en la arena, algunos jugadores dicen: “Justo ahora que iba a ganar, cae la bola en la arena. ¿Cómo la saco? ¿Y si no puedo hacerlo? Bueno, ahora ya perdí”. Mientras que otros dicen: “Me cayó la bola en la arena y esta es mi oportunidad. Si la saco de ahí, gano el campeonato y lo más seguro es que me van a llamar para filmar anuncios de televisión y voy a ganar miles”. ¿Cuál de los dos tipos de persona eres? ¿Eres de los que salen adelante y ven la oportunidad, o eres de los que ven el problema? Si eres de las personas que ven el problema, cambia tu mentalidad. Quienes tienen la certeza de lo que esperan reciben nuevas fuerzas. La Palabra del Señor dice en el pasaje anterior que los muchachos se fatigan y se cansan, pero en otras versiones muchacho es mancebo, pequeño. En el original dice: “Aun los muchachos”. Aquí Dios le estaba hablando a Jacob y le dice: “Tú estás diciendo que estás cansado, y por eso también crees que yo lo estoy”. De la misma manera, muchas veces tú estás cansado o te sientes mal, y crees que Dios también se siente mal, y en ese momento empiezas a decir: “Dios se olvidó de mí”. ¿Por qué concluyes por tu estado de ánimo que Dios hizo algo? El problema no es físico, es de actitud. Si aún los muchachos se cansan, ¿cómo no me voy a cansar yo? Uno se cansa y se fatiga. En este pasaje, la palabra dice que levantarán las alas como las águilas, y van a correr sin cansarse, y a caminar sin fatigarse. Cuando un ave alza las alas, es para volar, pero para poder hacerlo debe caminar y después correr. Los que no se cansan corriendo y caminando en esta vida son lo que creen que sólo pueden volar. Si tú te sientes cansado y fatigado es porque sólo piensas en caminar y correr. Si estás atribulado por una deuda es porque sólo has pensado en pagarla. Hay dos formas de no dormir, una de ellas es estarse lamentando y diciendo: “No puedo dormir”. Y la otra es cuando te acuestas y dices: “Hay Dios y Padre Santo, gracias por ese negocio, yo sé que vas a prosperarme, yo quiero ese millón”. Esa persona está así de tranquila porque no está pensando en caminar y correr, está pensando en volar. El Señor me dijo: “Si quieres ver gente caminando y corriendo, diles que pueden volar”. Si tú crees que puedes volar, caminar es lo de menos. No te preocupes por caminar y corre si lo que quieres es volar. Mientras que pongas tu mente en volar, nunca te vas a dar cuenta que caminas y corres. En Mateo 26:36-46 dice: “Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. Y tomando a Pedro, y a los hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pasa de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad. Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño. Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras. Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega”. Cuando Jesús llego al monte de Getsemaní, la palabra de Dios dice; “Y estando en agonía, oraba más intensamente; Jesús de rodillas oraba y le decía a su Padre: “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa”… ¿Te imaginas ese momento? Debía haberse sentido demasiado abatido, sabiendo que el motivo por el cual había nacido estaba muy cerca, el saber lo que sufriría y pagaría por ¡todos los pecados del mundo!, era como decir: "Padre, ¡ayúdame! porque ya no aguanto más, no soporto más esta angustia, ¡ni esta tristeza! ¡Es un sacrificio demasiado grande!"... Tal vez estaría bañado de sudor, pidiéndole a su Padre, a su "entrenador", que “tirara la toalla”, pero Él Padre guardo silencio y Jesús aún en medio de su agonía le dijo: “no se haga mi voluntad, sino la tuya”, La vida no es fácil y el camino con Cristo tampoco, pero la biblia dice: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celeste”, pero también dice: que Jesucristo “los venció públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”. Por primera vez Jesús pidió ayuda. Él fue a orar y dijo: “Padre, si es posible pasa de mí esta copa”. El Señor estaba allí, estaba en el ring peleando su batalla de fe. Se sentía angustiado sentía que podía perder. En ese momento yo me imaginé a Jesús como aquel boxeador que va a su esquina y le dice al entrenador: “Tira la toalla, ya no aguanto”. Y el entrenador le dice: “No, yo te conozco y sé que puedes triunfar. No la tiro”. ¿Sabes qué hubiera pasado si Él Padre hubiera cambiado de opinión, si hubiera “tirado la toalla”? simplemente nada hubiera tenido sentido, el objetivo principal no se hubiera cumplido. Si Jesús hubiera logrado que el Padre tirara la toalla, ninguno de nosotros estuviéramos aquí gozando de la paz que tenemos ni pensado en el cielo que nos espera La vida eterna, Él Padre sabía que su hijo sacaría fuerzas para levantarse y seguir adelante, porque tenía un propósito y ese propósito bien valía la pena. Jesús, es ahora nuestro apoyo, nuestro “entrenador” y Él no ha tirado la toalla por nosotros. Él sabe que podemos levantarnos, que podemos alzar la mirada y luchar un poco más, Él sabe lo que estamos pasando, el mejor que nadie entiende lo que es estar en agonía. Por eso siempre está ahí, dispuesto a fortalecernos., No sabemos qué puede pasar si volvemos a pelear, lo que si sabemos es que Dios no va a dejar que dejemos de intentarlo... Dios jamás apoya fracasos! al contrario, Dios nos dice: "Te diseñe para ser como Yo, ¡Guerrero! Por algo me llamo Jehová de los Ejércitos así que LEVANTATE Y ¡PELEA!". Todo el éxito consiste en las decisiones que tomas y en las que no tomas. Cree que en el Señor eres más que victorioso, y aunque pases por valles de sombra y de muerte no vas a temer mal alguno. Aunque llores, no tires la toalla, ve a pelar la batalla. Cree que en Cristo Jesús eres más que victorioso. Cree que puedes llegar más lejos. Si crees, habla. Que no te dé pena lo que piensen los demás, porque la fe entra por los oídos, pero sale por la boca. En Marcos 11 dice que todo lo que el hombre dijere eso va a recibir. No es todo lo que el hombre oye, es lo que el hombre habla. No hay una persona que no pueda lograr algo grande en esta vida. La razón y la inteligencia sólo sirven a algo superior. ¿Qué es superior a la inteligencia y la razón? La actitud. Si tu actitud es buena, tus pensamientos van a ser buenos. Debemos tomar la decisión de salir de la cueva, Dios nos ayuda, nos bendice, pero la decisión de salir del estado en el que nos encontramos es nuestra, 1 de reyes 19:11-13 “El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto” Solo cuando tomamos la decisión de salir, y nos postramos delante de Dios, podemos sentirlo, el se nos manifiesta de la forma que menos esperamos, V 12- “Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. V13 Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?” Tú no estás solo, que hermosa respuesta de parte de Dios, cuando tenemos problemas creemos que a Dios se le salió el control de las manos, pero no es así, Dios siempre tiene el control, el permite que tengamos sufrimientos aquí en la tierra, uno para probar nuestra fe y segundo para que anhelemos nuestra morada celestial, si aquí en la tierra lo tuviéramos todo, nunca nos enfermáramos, entonces nunca desearíamos irnos al cielo. Conclusión: Por muchos problemas que tengamos siempre debemos mantener la esperanza de que Dios está con nosotros él nunca se equivoca, confía en papito Dios el siempre estará con nosotros, Salmos 27: 10 “Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá. Párate!, ¡Toma tus armas!, ¡Sigue luchando!, una sola batalla no determinara lo que realmente Dios tiene para ti, esta guerra apenas comienza y la mejor garantía de victoria que tienes es que el General de los Ejércitos es nuestro Dios Todopoderoso. ¡Sigamos en la lucha!, esto no ha terminado, toda clase de pensamientos de derrota es echada fuera y declaramos que nuestra vida depende de Dios, quien tendrá siempre el cuidado de guardarnos, fortalecernos, animarnos y sobre todo respaldarnos en esta lucha diaria. Oración 5ta Semana 40 Días De Fe ¡Nuestra mejor temporada está por venir! Hemos superado el pasado que nos ha turbado y abatido. Y también estamos por superar los éxitos alcanzados porque lo mejor para nuestra vida apenas comienza. En ti esperamos y te alabamos, Padre bueno. Sabemos que tus promesas se cumplen. Padre, sabemos que te agrada ver unidos a tus hijos creyendo por milagros. Te damos gracias por rodearnos de personas con quienes podemos compartir nuestra convicción en tu Palabra y trabajar en equipo por lograr proezas. Hoy activamos nuestra poderosa fe corporativa y declaramos que cada vida, cada familia, será transformada y bendecida Señor, deseamos ser como niños que te creen sin cuestionamientos, razonamientos o justificaciones. Simplemente anhelamos cerrar nuestros ojos y abandonarnos a tu voluntad, porque no hay nadie que nos ame y proteja como tú. Transforma nuestro corazón para que nazca en nosotros una fe pura, sincera y poderosa para soñar y lograr lo inimaginable. Padre, sabemos que nos amas y proteges, por eso vivimos confiados. Nuestra fe vence a la duda, el temor, el afán y el miedo. La queja no tiene lugar en nuestra corazón, mente y boca, porque nos enfocamos en las bendiciones que nos has dado y las que nos darás por generaciones. ¡La victoria es nuestra! Jesús, sabemos que nos amas y nos ha hecho más que vencedores en cualquier dificultad o conflicto. Tú nos perfeccionas, afirmas y fortaleces para que ganemos la batalla, incluso en contra de nuestros sentimientos negativos, porque nada ni nadie podrá derrotarnos o separarnos de tu lado. Gracias, Señor, por tanto amor y cuidado. Padre, desde este momento rechazamos el miedo y recuperamos nuestro espíritu de amor, poder y dominio propio. Somos valientes no cobardes, porque nos respaldas, nos has equipado con dones y talentos para superar la adversidad y lograr nuestros sueños. ¡Nuestra fe renovada nos impulsa Te damos gracias y te alabamos Señor, porque has sido luz en nuestro camino y protector de nuestra vida. Sabemos que somos especiales en tu reino, que la fe, agradecimiento, honra y gozo nos abren puertas de bendición que nadie podrá cerrar. Te pedimos que nos hagas personas sabias y firmes para obedecer tus mandamientos y recibir cada promesa proveniente de tu mano. 0racion 6ta Semana De 40 Día De Fe
Padre, te damos toda la honra y la gloria, hoy y siempre. Te alabamos y
bendecimos porque nos has amado, protegido, proveído y cuidado en todo momento. La vida no nos alcanzará para amarte como mereces, así que te damos gracias porque tendremos toda la eternidad para disfrutar de tu bendición. ¡Qué maravilloso eres, Señor! Señor, nos alegramos por todo lo que nos das: la vida, la familia, el trabajo, el tiempo compartido, el amor, el alimento. Todas las buenas oportunidades y bendiciones vienen de ti, por eso, deseamos fortalecer nuestra fe, ya que es el regalo más hermoso y poderoso que hemos recibido de ti. Ayúdanos a vivir convencidos de tu provisión y agradecidos por tu infinita bondad. Padre, ayúdanos a fortalecer nuestra capacidad de amar sincera y desinteresadamente. Deseamos ser personas de bien, humildes y serviciales que se protegen unos a otros y se apoyan en toda circunstancia. Deseamos ser íntegros y honorables por amor a ti y a quienes nos rodean. Señor, quienes creemos en ti, sabemos que la mejor forma de vivir es entregándonos desinteresadamente. Gracias porque nos has dado la fe y el amor para que sean nuestro fundamento. Te pedimos que nos ayudes a caminar enfocados en tus consejos y enseñanzas, porque solo de esa forma te agradamos y alcanzamos la plenitud en nuestra vida. Padre, declaramos que nacemos a una nueva cosecha de frutos por la fe, la esperanza y el amor. Hoy iniciamos una vida abundante porque estamos seguros de que todo lo que has prometido se cumplirá. Nos comprometemos a compartir el amor que nos das, a servir