El objetivo de la presente Plancha, Trazado o Trabajo es la de contribuir a dejar
claro que el ser Maestro Secreto, es haber llegado al umbral del secreto santuario, al corazón del templo donde se os revelará la Sabiduría de nuestro propio Ser Real en búsqueda de elevar su conciencia y desprenderse de los errores, para lo cual considero necesario referirme a los que dice el Ritual del Grado que será necesario para el desarrollo y análisis del mismo, que me permitan llegar a conclusiones que las pongo a consideración y que induzcan a una reflexión a cada uno de los VV:. HH:. MM:. SS:. Presente en esta Logia Capitular. El grado de Maestro Secreto continua la alegoría de la leyenda del maestro Hiram que en esta nueva etapa encierra los estudios más sublimes de la filosofía, estudios indispensables para el conocimiento de nuestra propia naturaleza. Para iniciar el desarrollo de la presente balaustrada o Plancha quiero apoyarme en la liturgia del grado, por lo que cito lo siguiente: “Pedís un guía, hermanos, que os saque de las dudas que confunden vuestra razón extraviada! ¡Nosotros también le buscamos, y vivimos en la desolación porque desde la muerte de nuestro Respetable Maestro Hiram no tenemos quién nos dirija! ¡Perdida la Verdad, el error nos extravía, y la falsa luz del sofisma nos engaña! ¡Nuestros trofeos de luto, nuestros mazos de duelo, son la expresión del estado de nuestra alma! ¡Todos los trabajos de Arquitectura están suspensos, y Adonhiram, nuestro Jefe, guarda las herramientas en las columnas, esperando se presente el más apto para dirigir las obras! El Maestro Secreto aunque ya no sea un neófito está todavía perdido entre la Escuadra y el Compas y está en busca del maestro Hiram que alegóricamente es la luz que muestra el camino de la verdad. A pesar de los años de estudio, el Maestro Masón continúa “PERDIDO”. Porque aún no llegó al CENTRO DE LA UNION CON EL SER RECÓNDITO que es el principio y el fin el Alfa y la Omega. Entonces ¿Qué busca el Maestro Perdido para llegar a Maestro secreto? Está buscando a Hiram, Al sol Espiritual, Al YO SOY, que murió y desapareció en las tinieblas de la muerte, de la materia y del cuerpo denso, debido a la conspiración de la ignorancia, la ambición y el egoísmo. EL CUERPO ES EL SEPULCRO DE HIRAM. El Maestro Perdido debe entrar en el sepulcro del MAESTRO DESAPARECIDO, esto es, todo Iniciado tiene que entrar en su mundo interno para buscar la LUZ INEFABLE que se encuentra en la Cámara del Medio, o Centro de su Ser. Esta Luz es la única que puede orientarlo en busca de la Verdad. El sepulcro de Hiram, del YO SOY, está dentro del cuerpo. Después de siete años de perfeccionarse en dominar todos los deseos inferiores, debe buscar al YO SOY en el CENTRO. El Maestro Perdido es como el Neófito; ambos tienen cámaras internas en las que deben buscar y encontrar la Luz Interna. El Maestro, en la Cámara del Medio, encuentra los emblemas de la muerte, pero debido a su perfeccionamiento sabe que la muerte le conduce de ahí en adelante hacia la resurrección y la vida porque encontró la Urna de Oro que contiene las cenizas y el corazón embalsamado de Hiram. El corazón noble y lleno de amor nunca deja de existir. En esta URNA DE ORO, en la que yace como en un sepulcro, la Realidad “YO SOY”, desconocida por el profano, permanece como en un sepulcro, en las tinieblas de la ignorancia, que es como el reino de la muerte y las sombras; la Realidad ha de manifestarse con toda su potencia cuando la muerte consciente rasgue el velo de su ignorancia con la Verdadera Luz de la Sabiduría, y entonces, solamente entonces, el Maestro Perdido se convertirá en Maestro Secreto y Perfecto. El corazón es el objetivo de la búsqueda del Maestro Secreto en la Tumba de Hiram, que el cuerpo físico representa. Sin embargo, DEBE ENTRAR EN EL CORAZÓN POR MEDIO DEL PENSAMIENTO Y SUS MODALIDADES, COMO LA MEDITACIÓN, LA CONCENTRACIÓN, LA IMAGINACIÓN, etcétera. El ser humano se imagina como piensa; piensa como siente; y siente como desea. La imaginación es el pensamiento sustentado, que fortalece la voluntad que puede dominar sin dificultad a la naturaleza física y así, en corto tiempo, el hombre alcanza el conocimiento de la Verdad. La Mente Divina es la soberana del Cosmos, y cuando el hombre entra en contacto con esa MENTE por medio de la imaginación, sus poderes son divinos. El Maestro secreto cultiva las virtud del Silencio y el Secreto, ya que en el silencio se oculta un poder que en vano buscaríamos en la palabra hablada todas las grandes fuerzas y las posibilidades latentes de la Naturaleza trabajan en silencio y en el silencio cumplen sus mayores milagros. En general puede decirse que la intensidad y valor de una fuerza y su real eficiencia obran en razón inversa del ruido con que puede aquélla manifestarse exteriormente; el ruido más bien suele denotar una atrición, o sea, un desperdicio de energía que no se ha concentrado perfectamente en la finalidad hacia la cual la misma fuerza fue dirigida. Cultivar el silencio, en todo lo que se refiere a nuestros proyectos y actividades es, la mejor manera de asegurar su realización en la forma más deseable, pues propicia el apoyo de aquellos poderes invisibles que únicamente en el silencio puede encontrar un medio conveniente para su expresión. Esta virtud del Secreto y del Silencio nos la enseña la Masonería fundamentalmente, desde la primera admisión del profano como Aprendiz en el Templo de sus Misterios; y es la condición que nos asegura un progreso real en la carrera masónica el Secreto final de la Orden no puede comprenderse y realizarse individualmente sino en el místico silencio de la búsqueda interior. La eficiente actividad de una Logia y de cualquier agrupación masónica estará siempre en razón directa del místico Silencio y del Secreto que guardará sobre sus tenidas y labores; y todo verdadero Masón se reconocerá por las cualidades del silencio y de la discreción que guarde sobre sus relaciones y conocimientos, así como sobre todo lo que se refiere a las actividades y proyectos de la orden. Por lo tanto, el deber y la virtud del silencio exterior sobre las actividades, aspiraciones y proyectos interiores se hallan justamente remachados en este Cuarto Grado de realización que introduce a la Masonería Filosófica, Mística y Mágica, sintetizando la Simbólica, así como la década reúne en sí las primeras 9 cifras en el mismo nombre del Maestro Secreto y en el signo de silencio que lo caracteriza. El Santuario es el lugar donde se reúnen los Maestros Secretos con el objetivo de elevar su conciencia y desprenderse completamente de los errores y preocupaciones profanas.