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Berdugo Gómez de la Torre, Ignacio, Arroyo Zapatero, Luis, Ferré Olivé, Juan Carlos Nicolás García
Rivas, Serrano Piedecasas, José Ramón, y Terradillos Basoco, Juan, Curso de Derecho Penal. Parte
general, Ediciones Experiencia, Barcelona, 2004, p. 1.
1
estructura misma de la norma jurídico penal, a saber: un supuesto de hecho y
una consecuencia jurídica, el primero lo constituye el delito, y el restante, una
pena o medida de seguridad. En ese sentido, los elementos de la norma
jurídica penal son: el delito y la pena o medida de seguridad.
II. EL DELITO.
La palabra delito deriva del verbo latino delicto o delictum, supino del
verbo delinquo, delinquiere, que significa desviarse, resbalar, abandonar,
abandono de la ley3.
Diversas ramas del saber han tratado a lo largo de la historia del hombre
de ocuparse del delito y otorgarle una definición. Algunos de los conceptos que
se han generado fuera del contexto jurídico tenemos4:
4
García Pablos, Antonio, Tratado de Criminología, Ed. Tirant Lo Blanch, Madrid, 2003, pp. 85 -106
2
piedad y la probidad, siendo la medida de estos sentimientos los
que establecen las razas humanas superiores.
Y una vez dentro del ámbito jurídico, tenemos que la definición del delito
se ha establecido en una vertiente formal o nominal y una material o sustancial.
5
Bacigalupo, Enrique, op. cit., p. 2.
3
El concepto nominal o formal define al delito como una conducta
humana que se opone a lo que la ley manda o prohíbe bajo la amenaza de una
pena. Es la ley la que establece que hechos son delitos, fija caracteres
delictuales a un hecho, si en algún momento esta ley es abrogada el delito
desaparece6.
6
López Betancourt, Eduardo, Teoría del delito, Ed. Porrúa, México, 1994, p. 1.
7
Roxin, Claus, Derecho Penal. Parte General, Tomo I, Ed. Civitas, Madrid, 1997, p. 51.
8
Berdugo Gómez de la Torre, Ignacio, Arroyo Zapatero, Luis, Ferré Olivé, Juan Carlos Nicolás García
Rivas, Serrano Piedecasas, José Ramón, y Terradillos Basoco, Juan, op. cit, p. 23.
9
Para alguno autores, el delito desde el punto de vista material no solo se define de esa conducta típica,
antijurídica y culpable, sino además debe de ser punible, en ese sentido, vid. Núñez C. Ricardo, Manual
de Derecho Penal, Parte General, Marcos Lerner Editora, Córdova, 1999, pp. 109-111, señalando “a la
ley penal no le interesa el delito en sí, sino el delito punible, vale decir, el delito que, además de sus
elementos estructurantes, admite que se lo castigue en el caso concreto por satisfacer las otras
condiciones establecidas por la ley para que proceda el castigo. Con arreglo a lo dicho hasta aquí, el
delito, como hecho punible, se puede definir como el hecho (acción en sentido amplio), típico,
antijurídico, culpable y punible”.
4
En tal contexto, todo delito presenta cuatro elementos comunes:
conducta, tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad. Las citadas categorías
básicas le dan a la materia jurídica, un considerable grado de orden y de
principios comunes. Su contenido concreto y su relación reciproca son
discutidos y, según los distintos puntos de vista científicos de que se parta,
presentan un aspecto diferente para cada una.
11
Quintino Zepeda, Rubén, Diccionario de Derecho Penal, Ed. MaGister, México, 2006, p. 21.
12
Quintino Zepeda, Rubén, Diccionario Básico de la Ciencia Penal, UNAM, México, 2000, p. 23.
5
convulsivos— son sencillamente indominables para la voluntad
humana. Al respecto, la doctrina especializada ha congregado las
causas de ausencia de conducta en tres grandes rubros, los
llamados actos de inconsciencia, movimientos reflejos y la fuerza
irresistible13.
13
Cerezo Mir, José, Curso de Derecho Penal Español, Parte General I, Introducción, Ed. Tecnos, Madrid,
2006, pp. 65 – 67.
6
para su cabal comprensión se requiere del contexto de una norma
jurídica o extrajurídica, esta, social o cultural14.
14
Quintino Zepeda, Rubén, Dogmática Penal para Principiantes, Ed. Magister, México, 2006, pp. 17 - 18.
15
Velásquez V., Fernando, Manual de Derecho Penal, Parte General, Ed. Themis, Bogotá, 2004, pp. 343 -
346.
16
Plascencia Villanueva, Raúl, Teoría del Delito, UNAM, México, 1998, pp. 139-156.
7
4. Culpabilidad: Por último, la conducta típica y antijurídica ha de ser
culpable, esto es, ha de poderse, como mayoritariamente se ha
dicho, "reprochar".
17
Ibídem, p. 157.
18
Berdugo Gómez de la Torre, Ignacio, Arroyo Zapatero, Luis, Ferré Olivé, Juan Carlos Nicolás García
Rivas, Serrano Piedecasas, José Ramón, y Terradillos Basoco, Juan, op. cit, p. 317-318.
8
Son causas de inculpabilidad: la inimputabilidad, el error de
prohibición directo e indirecto, estado de necesidad disculpante y la
no exigibilidad de otra conducta19.
19
Quintino Zepeda, Rubén, Manual de Derecho Penal, CEFORAJ, Chihuahua, 2010, pp. 68-69.
20
Roxin, Claus, op. cit., pp. 196 - 197.
9
III. LA PENA.
21
Ojeda Velásquez, Jorge, Derecho Punitivo, Ed. Trillas, México, 1993, p. 69.
22
Plascencia Villanueva, Raúl, op. cit., p. 178.
23
Al hablar de abolicionismo, la doctrina lo realiza en dos niveles conceptuales, en un sentido
restringido cuyo objeto sería únicamente la abolición de un aspecto concreto del sistema penal, por
ejemplo, la pena; y un sentido amplio cuyo propósito sería la abolición del sistema penal en su conjunto
por considerarlo un problema social en sí mismo, Vid. Crespo, Eduardo Demetrio, "De nuevo sobre el
pensamiento abolicionista", en El Derecho Penal entre abolicionismo y tolerancia cero. Homenaje a Louk
Hulsman, Cahiers de Defénse Sociale, Milán, 2003, pp. 107-129.
24
Cuello Calón, Eugenio, La moderna penología, Ed. Bosch, Barcelona, 1974, p. 16
10
ciencias, sociología y filosofía principalmente. Si se quiere conseguir algo de
claridad en este asunto, deberán distinguirse, desde el principio, tres aspectos
de la pena: su justificación, su sentido y su fin. Mientras que con relación al
primer aspecto puede decirse que existe unanimidad, no ocurre lo mismo con
respecto a los otros dos. La pena se justifica por su necesidad como medio de
represión indispensable para mantener las condiciones de vida fundamentales
para la convivencia de personas de una comunidad25. Sin la pena, la
convivencia humana en la sociedad actual sería imposible. En cuanto al
verdadero sentido y fin que le corresponde a la pena, se ha establecido una
nutrida y constante discusión, constituyendo incluso el objeto de la llamada
"Lucha de Escuelas", que durante muchos años ha ocupado el centro de
gravedad de las discusiones y polémicas en la ciencia del derecho penal. Los
tres puntos de vista principalmente mantenidos y el estado actual del problema
en la más reciente doctrina, se envuelve entre las llamadas teorías absolutas,
teorías relativas y teorías eclécticas o de la unión, acerca de la pena, siendo
sus principales postulados26:
25
Gimbernat Ordeig, Enrique, ¿Tiene un futuro la dogmática juridicopenal?, Ed. Temis, Bogotá, 1983,
pp. 72 y 95.
26
Muñoz Conde, Francisco, op. cit., nota 5, pp. 69 - 73.
27
Lesch, Heiko H., La función de la pena, Ed. Dyckinson, Madrid, 1999, pp. 8 - 9.
11
Hegel. Su formulación ha de ser entendida a partir de los
condicionamientos propios del momento histórico en que se elaboran: el
fin del Derecho penal del Antiguo Régimen. En el caso de Kant, su
concepción se concreta en la necesidad de valorar al hombre por sí
mismo frente a los excesos absolutistas y de los primeros
revolucionarios, unida a una gran influencia de la tradición protestante, la
pena es, pues, la consecuencia justa y necesaria del delito cometido,
entendida bien como una necesidad ética, como un imperativo
categórico28. Y en la visión de Hegel, acorde a su metodología dialéctica,
la pena resulta de una necesidad lógica, como la negación del delito y
afirmación del derecho; y así, cuando el sujeto comete un delito niega el
derecho y la voluntad general del ordenamiento jurídico, pero la pena
que se le impone viene a restaurar el orden alterado Las teorías
absolutas, en cuanto tales, carecen de vigencia en la actualidad y se
estima, con razón, que sólo explican el por qué se castiga, el
fundamento de la pena, pero no aclaran el contenido de los fines
2. Teorías relativas: Son las que atienden al fin que se persigue con la
pena, en concreto, evitar la comisión de nuevos hechos delictivos, tanto
a nivel individual como colectivo. En ambos casos la pena está orientada
hacia el futuro; aspira a prevenir determinadas conductas, manteniendo
de este modo la convivencia social que, a diferencia del carácter
absoluto de la justicia, es algo históricamente determinado y, por tanto,
relativo, del latín referre, que implica “referirse a”.
28
Resulta interesante destacar la postura de Kant, en relación a la pena con carácter absoluto de
justicia, y de igualdad en su aplicación, destacando sus palabras en ese sentido a propósito de la pena de
muerte: "Aun cuando se disolviera la sociedad civil con el consentimiento de todos sus miembros (por
ejemplo, decidiera disgregarse y diseminarse por todo el mundo el pueblo que vive en una isla), antes
tendría que ser ejecutado hasta el último asesino que se encuentre en la cárcel, para que cada cual
reciba lo que merecen sus actos y el homicidio no recaiga sobre el pueblo que no ha exigido este castigo;
porque puede considerársele como cómplice de esta violación publica de la justicia”. Vid. Kant,
Immanuel, La Metafísica de las Costumbres, Ed. Tecnos, Madrid, 1989, pp. 168-169.
29
Zaffaroni, Eugenio, Tratado de Derecho Penal, Parte General, Tomo I, Ed. Ediar, Buenos Aires, 1998,
pp. 77 - 88.
12
a. Las teorías de la prevención general, se dirige a los miembros de
una colectividad para que en el futuro, se abstengan de delinquir.
Dentro de esta línea de pensamiento se ha distinguido dos clases de
prevención general:
30
Santiago Mir Puig, Función de la pena y teoría del delito en el estado social y democrático de Derecho,
Casa Editorial Bosch, Barcelona, 1982, p. 23.
13
a Derecho", que forma el juicio ético-social de los ciudadanos
y fortalece su permanente actitud favorable al Derecho31.
31
Jakobs, Gunther, Sobre la Teoría de la Pena, Universidad de Externado de Colombia, Bogotá, 1998, p.
32.
32
Velásquez V., Fernando, op. cit., p. 114.
33
Pérez Tolentino, Jorge Alberto, "La Inocuizacion como Prevención Especial Negativa", en Revista
Archivos de Criminología, Criminalística y Seguridad Privada, Núm. 8, México, 2012, pp. 1-6.
14
tanto a sus derechos fundamentales, y del modelo de Estado
Democrático de Derecho.
34
Roxin, Claus, op. cit., p. 87.
35
Silva Sánchez, Jesús, Aproximación a Derecho penal contemporáneo, José María Bosch Editor,
Barcelona, 1992, p. 180.
15
judicial) la pena no sirve para prevención general, sino para confirmar la
seriedad de la amenaza legal, pero sin sobrepasar la culpabilidad del autor,
en el momento de la ejecución, la pena sirve para la resocialización del
delincuente como forma de prevención especial.
36
García Cavero, Percy, “Acerca de la Función de La Pena”, en Revista Peruana de Doctrina y
Jurisprudencia Penales, Núm. 06, Lima, 2005, pp. 1 - 6.
16
intermedias, encabezadas por Von Liszt en Alemania o por Carnevalle y
Alimena en Italia. La solución pasa por entender que el Derecho penal debe
establecer dos clases distintas de reacciones o consecuencias jurídicas frente
al delito: la pena, cuyo fundamento y límite sería la culpabilidad del sujeto, y las
medidas de seguridad, cuyo presupuesto es únicamente la peligrosidad del
delincuente37. De ahí la denominación con la que se suele designar a esta
propuesta, la de doble vía38.
37
Barreiro, Jorge, Las medidas de seguridad en el Derecho español, Ed. Civitas, Madrid, 1976, pp. 33-36.
38
En la actualidad se habla también de un sistema denominado “vicarial” que permite compatibilizar
ambas vías computando el tiempo de cumplimiento de la medida de seguridad como parte de tiempo
de pena.
39
Cerezo Mir, José, op. cit., p. 39.
17
demuestra como consecuencia de la situación de inimputabilidad40. Esta
persona es susceptible de recibir una medida de seguridad para evitar nuevos
injustos. Sin embargo, existen sistemas penales en los que también se aplican
medidas de seguridad a personas imputables, como es el caso del sistema
penal mexicano.
V. COMENTARIOS FINALES.
40
Luzón Peña, Diego Manuel, Curso de Derecho Penal, Ed. Universitas, Madrid, 1996, pp. 54-58.
41
Landrove Díaz, Gerardo, Las consecuencias jurídicas del delito, Ed. Tecnos, Madrid, 2005, p. 116.
42
Plascencia Villanueva, Raúl, op. cit., p. 203.
18
jurídico, tenemos un sector de gran relevancia, se trata del orden jurídico penal.
Importante porque representa la violencia legítima del Estado, como reacción a
una conducta socialmente intolerable, es decir, la posibilidad de restringir
derechos fundamentales de una persona de manera justificada.
19
reinserción del sentenciado a la sociedad y procurar que no vuelva a delinquir.
Referencia importante, para los agentes involucrados no solo en la
criminalización primaria, como legisladores al crear o modificar una pena, si no
también, en la criminalización secundaria, a la hora de la aplicación de la
misma y su individualización. El propósito de dicha reflexión por parte de los
operadores, es no apartarse de la aspiración estatal de lograr la reinserción
social de cada sujeto que delinque.
FUENTES:
1. Bacigalupo, Enrique, Manual de Derecho Penal, Ed. Temis, Santa Fe de Bogotá, 1996.
2. Barreiro, Jorge, Las medidas de seguridad en el Derecho español, Ed. Civitas, Madrid,
1976.
3. Berdugo Gómez de la Torre, Ignacio, Arroyo Zapatero, Luis, Ferré Olivé, Juan Carlos
Nicolás García Rivas, Serrano Piedecasas, José Ramón, y Terradillos Basoco, Juan,
Curso de Derecho Penal. Parte general, Ediciones Experiencia, Barcelona, 2004.
4. Cerezo Mir, José, Curso de Derecho Penal Español, Parte General I, Introducción, Ed.
Tecnos, Madrid, 2006.
20
8. García Pablos, Antonio, Tr+--.2atado de Criminología, Ed. Tirant Lo Blanch, Madrid,
2003.
11. Kant, Immanuel, La Metafísica de las Costumbres, Ed. Tecnos, Madrid, 1989.
12. Landrove Díaz, Gerardo, Las consecuencias jurídicas del delito, Ed. Tecnos, Madrid,
2005.
13. Lesch, Heiko H., La función de la pena, Ed. Dyckinson, Madrid, 1999.
14. López Betancourt, Eduardo, Teoría del delito, Ed. Porrúa, México, 1994.
15. Luzón Peña, Diego Manuel, Curso de Derecho Penal, Ed. Universitas, Madrid, 1996.
16. Muñoz C., Francisco y García A., Mercedes, Derecho Penal. Parte General, Tirant lo
Blanch, Valencia, 2004.
17. Núñez C. Ricardo, Manual de Derecho Penal, Parte General, Marcos Lerner Editora,
Córdova, 1999.
18. Ojeda Velásquez, Jorge, Derecho Punitivo, Ed. Trillas, México, 1993.
19. Pérez Tolentino, Jorge Alberto, "La Inocuizacion como Prevención Especial Negativa",
enRevista Archivos de Criminología, Criminalística y Seguridad Privada, Núm. 8,
México, 2012.
20. Plascencia Villanueva, Raúl, Teoría del Delito, UNAM, México, 1998.
21. Quintino Zepeda, Rubén, Diccionario Básico de la Ciencia Penal, UNAM, México,
2000.
22. Quintino Zepeda, Rubén, Diccionario de Derecho Penal, Ed. MaGister, México, 2006.
23. Quintino Zepeda, Rubén, Dogmática Penal para Principiantes, Ed. Magister, México,
2006.
21
24. Quintino Zepeda, Rubén, Manual de Derecho Penal, CEFORAJ, Chihuahua, 2010.
25. Reynoso Dávila Roberto, Teoría General del Delito, Ed. Porrúa, México, 2006.
26. Roxin, Claus, Derecho Penal. Parte General, Tomo I, Ed. Civitas, Madrid, 1997.
27. Santiago Mir Puig, Función de la pena y teoría del delito en el estado social y
democrático de Derecho, Casa Editorial Bosch, Barcelona, 1982.
28. Silva Sánchez, Jesús, Aproximación a Derecho penal contemporáneo, José María
Bosch Editor, Barcelona, 1992.
29. Velásquez V., Fernando, Manual de Derecho Penal, Parte General, Ed. Themis,
Bogotá, 2004.
30. Zaffaroni, Eugenio, Tratado de Derecho Penal, Parte General, Tomo I, Ed. Ediar,
Buenos Aires, 1998.
22