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LEY 26.

94/14 CODIGO CIVIL Y COMERCIAL DE LA NACION


LIBRO PRELIMINAR
CAPITULO 1. DERECHO. Arts.1 al 3°
Comentario de Néstor D. LAMBER
Fuente: Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado, Anotado y Concordado
Coordinador: Eduardo Gabriel CLUSELLAS
ASTREA FEN 2015

CAPITULO 1
DERECHO
ArtS.1 al 30

Artículo 1° Fuentes y aplicación. § 1. Pluralidad de fuentes del


derecho y el reconocimiento de valor de la finalidad de la ley. § 2. El
principio de razonabilidad y la aplicación del derecho por los jueces.
§ 3. Las fuentes del derecho. § 4. La ley. Constitución nacional y
tratados de derechos humanos. § 5. Usos, prácticas y costumbres.
§ 6. Jurisprudencia obligatoria

Art. 2° Interpretación. § 1. Reglas de interpretación. § 2. Gramati-


cal. § 3. Lógica y finalista. § 4. Analógica. § 5. Sistemática o integra-
dora. Principios y valores jurídicos

Art. 3° Deber de resolver. § 1. Deber de resolución de conflictos


TÍTULO PRELIMINAR

CAPíTULO 1
DERECHO

Artículo JO - Fuentes y aplicación. Los casos


que este Código rige deben ser resueltos según las
leyes que resulten aplicables, conforme con la Cons-
titución Nacional y los tratados de derechos hu-
manos en los que la República sea parte. A tal
efecto, se tendrá en cuenta la finalidad de la nor-
ma. Los usos, prácticas y costumbres son vincu-
lantes cuando las leyes o los interesados se refieren
a ellos o en situaciones no regladas legalmente,
siempre que no sean contrarios a derecho.
TEXI"O ANTERIOR DE LA NORMA

Art. 17. - Los usos y costumbres no pueden crear derechos sino cuando
las leyes se refieran a ellos o en situaciones no regladas legalmente. [Según
ley 17.711]

e Aprobado por ley 26.994, Anexo I (sancionada el 1/10/14; promulgada el


7/10/14; publicada, BO, el 8/10/14, suplemento).

l. cee Cluxcllas. I
Art. r TíTULO PRELIMINAR 2

§ 1. PLURALIDAD DE FUENTES DEL DERECHO Y EL RECONOCIMIENTO


DE VALOR DE LA Fl.'VAUDAD DE LA LEY. -El nuevo Código Civil y Co-
mercial ha optado por incluir un primer capítulo en el Título
Preliminar sobre el derecho, sin incluir una definición de este
concepto, pero señalando una primera y notoria distinción con
el sistema derogado, en cuanto a las fuentes del derecho y su
interpretación.
Mientras en el anterior, en el título denominado "De las le-
yes", se partía del sistema normativo escrito, dictado por la
autoridad competente, quedando otras fuentes formales o ma-
teriales para al caso de insuficiencia o laguna legal. en el nuevo
sistema se distingue el derecho como el sistema u ordenamien-
to normativo de sociedad con las circunstancia de su tiempo,
orientado a la solución justa de los casos particulares, diferen-
ciado de la ley -que se trata en el capítulo 2-.
Esta diferencia conceptual normativa conlleva los siguien-
tes cambios fundamentales.
a) La admisión de la pluralidad de fuentes", donde la ley
será una más de las fuentes del derecho, pero tendrá un rango
privilegiado. En consecuencia, no implica que las demás
fuentes formales sean supletorias o subsidiarias de la ley, y no
puedan aplicarse sino en caso de lagunas legales, como en el
régimen derogado, sino que el intérprete podrá valerse de to-
das las fuentes en igual jerarquía (art. 2°), con las limitaciones
que veremos, y siempre de un modo coherente con todo el orde-
namiento (no sólo la ley), recurriendo <laun diálogo de fuentes,
y a la utilización no sólo de reglas, sino también de valores:".
b) La aplicación de todas las fuentes del derecho (forma-
les -usos, costumbres; jurisprudencia obligatoria, es decir, ple-
naria o casación-, y materiales -jurisprudencia no obligatoria
y doctrina-), y las finalidades de la ley, deja de lado la exége-
sis de ésta como modo fundamental de la interpretación.',
abandonando la histórica o la de la intención del legislador, en
aplicación por el juez, recogiendo la interpretación finalista
que ya habían sostenido la doctrina y jurisprudencia.
Señalaba LAVALLE COBO -en el régimen derogado- que "las
teorías más modernas, por el contrario, asignan menor valor a
lo que hubieran pensado en su fuero Íntimo los autores de la

! LORDiZETTI(dir.), Código Civil y Comercial, t. 1, p. 26.


Ver Fundamentos del Anteproyecto de Código Civil y Comercial presenta-
2
do al Poder Ejecutivo, p. 26.
3 LORE'\ZETTI (dir.), Código Civil y Comercial, t. 1, p. 25.
3 DERECHO Art. JO
ley y buscan la interpretación más justa y que se adecue a las
circunstancias y satisfaga con mayor acierto el fin de la ley",
al tiempo que afirmaba que "la misma Corte decidió que la in-
terpretación 'debe hacerse considerando la totalidad de las nor-
mas vigentes y el modo que mejor concuerde con los princi-
pios y garantías de la Constitución nacional', pues el mejor
método 'es el que tiene en cuenta la finalidad perseguida por
la norma' "4.

§ 2. EL PRINCIPIO DE RAZONABILIDAD Y LA APLICACIÓN DEL DE-


RECHO POR LOS JUECES. - El artículo está destinado de modo inme-
diato y primordial a los jueces (o árbitros legales, en su caso),
al decir que "los casos que este Código rige deben ser resueltos
según", indicando la intención fundamental de dar a los jueces
o quienes tienen la autoridad para la resolución de conflictos
de derecho privado, no sólo argumentos por este Código, pu-
diendo recurrir a las variadas fuentes del derecho.
Tales soluciones deben seguir los criterios básicos de argu-
mentación razonable, en el sentido que señalaba GENY de reali-
zar la investigación de las fuentes del derecho de modo cientí-
fico, ya la vez llevar adelante su interpretación de manera libre,
descubriendo la armonía entre éstas y los principios del orden".
Asimismo deberán cotejar la solución de la aplicación con
la finalidad objetiva de la norma al caso y a principios y valo-
res jurídicos, a fin de obtener una solución coherente con todo
el sistema, evitando resultados arbitrarios; no sólo en cuanto a
no apegarse a los recaudos procesales o aplicación lógica del
fundamento racional, sino además que no sea contraria al sis-
tema y, en consecuencia, inequitativa.
Pero esta aplicación sistemática y razonable tiene su límite
en la aplicación prioritaria de la ley, en que se parte de su in-
terpretación gramatical y, si ella es clara, es a la que se debe
estar, y en que la norma no puede dejarse de lado con livian-
dad, debiendo ser fundadamente declarada inconstitucional.
En este sentido interpreta LORENZETTI que "se destaca en
primer lugar la ley, porque de lo contrario hay sentencias que
no aplican la ley, o se apartan de ella sin declarar su inconsti-

4 LAVALLECOBa, en BELLUSCIO (dir.) - ZANNONI (coord.), Código Civil, t. 1, comen-


tario al art. 16, § 6, p. 81 y 82, con citas de CSJN, 29/6/59, LL, 103-101; 28/12/
62, LL, 110-508; 10/8/62, LL, 111-268; 6/3/64, LL, 116-13; 8/3/71, LL, 147-677, 28.878-S,
y 5/10/76, LL, 1976-D-515, y de CSJN, 29/3/67, LL, 126-293; 21/8/73, LL, 1975-A-
236, y 28/10/76, ED, 71-144, respectivamente.
5 GENY, Método de interpretación y fuentes en el derecho privado, p. 156 y 538.
Art. JO TÍTULO PRELIMINAR 4

tucionalidad. La consecuencia de este texto es que no se debe


declarar la invalidez de una disposición legislativa si ésta
puede ser interpretada cuando menos en dos sentidos posibles,
siendo uno de ellos conforme a la Constitución. Constituye
acendrado principio cardinal de interpretación que el juez debe
tratar de preservar la ley, no destruirla'".
Estos criterios de argumentación o fundamentos de las sen-
tencias, la consideración de fuentes del derecho, la razonabili-
dad, finalidad y consideración sistemática, están primeramente
destinados a los jueces en la resolución de los casos que se
subsuman en la materia de este Código, pero -como dice el in-
forme de presentación del Anteproyecto al Poder Ejecutivo-
"sea cual fuere el grado de centralidad que se le reconozca al
Código, una norma de este tipo tiene un efecto expansivo in-
dudable. La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha soste-
nido: 'la regla de interpretación prevista en el art. 16 [del Cód.
Civil] excede los límites del derecho privado, puesto que los
trasciende y se proyecta como un principio general vigente en
todo el orden jurídico interno' (Fallos, 312:957)"7.
Este efecto expansivo se denota no sólo en la materia, sino
también en los destinatarios de este título; de manera mediata
está destinado a todos los operadores del derecho y a los ciu-
dadanos que subsumen sus conductas en este sistema jurídico,
quienes en un primer momento calificarán sus relaciones jurí-
dicas de conformidad con estas fuentes e interpretación, por
ser las que luego -y sólo en caso de conflicto- serán sometidas
al criterio de los jueces.
La mayoría de los casos que cuentan con la intervención
del notario no llegan a los estrados judiciales, ni se contem-
plan en la patología del sistema, pero las partes y el notario
deben igualmente actuar en conciencia de los mismos criterios
que tendrá el posterior juez, situación que adquiere mayor se-
guridad cuando se cuenta con jurisprudencia (criterio uniforme
y asentado). Esta reforma demanda aplicar las nuevas nor-
mas el primer día de vigencia, con una suposición o estima-
ción razonable de la probable solución del posible conflicto fu-
turo con todas estas consideraciones.

§ 3. LAS FUENTES DEL DERECHO. - La doctrina, partiendo de


la originaria clasificación de GEKY en fuentes formales y cien-

ó LORE~ZETT[ (dir.), Código Civil y Comercial, t. 1, p. 27.


7 Fundamentos del Anteproyecto de Código Civil y Comercial presentado al
Poder Ejecutivo, p. 11.
5 DERECHO Art. JO
tif'icas", las ha denominada formales y materiales, y en este
artículo se enumeran las fuentes formales, que tendrán
aplicación en igual plano, sin perjuicio de la prioridad de la
ley.
Las fuentes formales, según LLAMBÍAS, son aquellas que ar-
guyen por autoridad -incluyen la ley, la costumbre y la norma
emanada de los tribunales de casación-, a diferencia de las
materiales, que gravitan por la persuasión -incluye a la juris-
prudencia, la doctrina, la equidad y el derecho cornparado-".
Para BORDA,la equidad no es una fuente del derecho, porque
"no se trata sino de una aplicación de la idea de justicia. Y
como la justicia es un elemento integrador del orden jurídico
positivo, la equidad viene a formar parte de él. En conse-
cuencia, no resulta posible considerarla como una fuente ex-
traña a la ley e independiente de ella"!", máxime cuando ahora
se plasma legalmente la importancia de las finalidades de la
ley y los principios y valores del ordenamiento jurídico. En
cuanto al derecho comparado, se lo debe entender incluido en
la doctrina.
En general, este artículo coincide en la enunciación de esas
fuentes formales, refiriéndose a la ley en sentido material, con
especial referencia a la ley suprema y los tratados sobre dere-
chos humanos, los usos y costumbres vinculantes, cuando la
ley o los interesados se refieran a ellos, o situaciones no regla-
das legalmente, en términos concordantes con la interpreta-
ción del art. 17 del Cód. Civil derogado, y la jurisprudencia
plenaria de cumplimiento obligatorio, por el principio de auto-
ridad derivado de la ley, como la delegación de la competencia
y jurisdicción a organización supranacionales de integración
(art. 75, inc. 24, Const. nacional).
En cuanto a las fuentes materiales, que no son obligatorias
y se incluyen por su razonabilidad, no se las enumera en la
ley; ellas son la doctrina y la jurisprudencia no obligatoria.

§ 4. LA LEY. CONSTITUCI6N NACIONAL Y TRATADOS DE DERECHOS


HUMANOS. - La ley, entendida en sentido material como norma
escrita impuesta y dictada por la autoridad competente, con la
fuerza obligatoria que impone el Estado, es la primera y pri-
mordial fuente.

8 GFNY, Método de interpretación y [uentes en el derecho privado, p. 158.


9 Tratado. Parte general, 1. 1, p. 50 )" 51.
LI.AMHÍAS,

10 ORGAZ, Manual. Parte general, p. 60.


Art. JO TÍTULO PRELIMINAR 6

Comprende a la Constitución nacional y los pactos inter-


nacionales de derechos humanos incluidos en el art. 75, inc.
22, de la Consto nacional o los posteriores admitidos por el
voto, con mayoría especial de dos tercios de los miembros de
las Cámaras del Congreso nacional, que conforman el denomi-
nado "bloque constitucional", con igual y superior jerarquía en
el sistema jurídico nacional; los tratados internacionales ratifi-
cados por la República; las normas dictadas por organizacio-
nes supranacionales derivadas de tratados de integración (art.
75, inc. 24, Const. nacional); los códigos y leyes dictados por
el Congreso de la Nación y las de las legislaturas provinciales;
los decretos y normas administrativas del Poder Ejecutivo; las
ordenanzas municipales; los reglamentos de las Cortes Supre-
mas de Justicia o de las Cámaras, en su caso.
En este sentido podría considerarse una obviedad referirse
a la Constitución nacional y los tratados de derechos huma-
nos, pero tiene por destino fundamental reconocer el principio
de la constitucionalizaeión del derecho privado, "estableciendo
una comunidad de principios entre la Constitución, el derecho
público y el privado"!'.
Denota también la jerarquía suprema de estas leyes sobre
la restantes, ratificando el control de constitucionalidad y con-
vencionalidad (internacional) de las normas de derecho priva-
do, como se lo expuso en un fallo donde se dijo que "no se dis-
cute hoy en día que al controlar la validez constitucional de
las normas, es preciso también efectuar el control de conven-
cionalidad que, como explica Gil. DOMiNGt:EZ, 'en sede interna
opera como un eficaz suavizador de eventuales casos que pue-
den ser juzgados en el ámbito del control de convencionalidad
en sede internacional. En otras palabras, a mayor control de
convencionalidad en sede interna, menor espacio para la res-
ponsabilidad internacional del Estado respecto de la plena vi-
gencia de los derechos humanos'... La Corte nacional, ya des-
de el caso 'Ekmekdjian c/Sofovich' (Fallos, 315:1492 -1992-),
sostuvo en cuanto al control de convencionalidad, en el senti-
do de que los jueces deben usar la jurisprudencia internacio-
nal como guía de interpretación de la Convención Americana,
y que luego fuera reiterado en la causa 'Mazzeo' (M.2333.XLII
-2007-) sosteniendo que 'los jueces y tribunales internos están
sujetos al imperio de la ley y, por ello, están obligados a apli-
car las disposiciones vigentes en el ordenamiento jurídico, lo
que los obliga a velar porque los efectos de las disposiciones de

" LORENZETTI (dir.), Código Civil y Comercial, t. I, p. 29.


7 DERECHO Art. 1°

la Convención no se vean mermados por la aplicación de leyes


contrarias a su objeto y fin, y que desde un inicio carecen de
efectos jurídicos' y también en la sentencia dictada en la causa
'Videla, Jorge R., y Massera, Emilio E.' (V.281.XLV,31/082010)
en la que sostuvo que 'a los efectos de resguardar las obliga-
ciones asumidas por el Estado argentino en el sistema interarne-
ricano de protección de los derechos humanos, la jurispruden-
cia de la Corte Interamericana es una insoslayable pauta de
interpretación para los poderes constituidos argentinos en el
ámbito de su competencia', entre otras. Y, tal como lo ha ex-
puesto la Corte lnteramericana de Derechos Humanos, la ga-
rantía de estas normas convencionales no sólo se aplica a los
derechos reconocidos por la Convención sino también a aque-
llos que estén reconocidos por la Constitución y la ley (conf.
reseña efectuada en los puntos 50 a 52 de la sentencia dictada
el caso 'Cantos vs. Argentina' del 28 de noviembre de 2002)"12.
La noción de derechos humanos abarca con claridad las
materias de derecho privado, fundamentalmente en los deno-
minados de segunda y tercera generaciónl3• Mientras los de
primera generación tienen que ver en la esencia con el derecho
a la vida, la integridad del ser humano, su dignidad y desarro-
llo personal, los de segunda generación incluyen la garantía de
los derechos individuales o colectivos para hacer efectiva el de-
sarrollo digno del ser humano, como el acceso a la vivienda, el
derecho de propiedad, etc., y los de tercera generación inclu-
yen aspectos previsionales y al medio ambiente, que este Códi-
go recepta entre los derechos de incidencia colectiva!'.

§ 5. Usos, PRACl'ICAS y COSTUMBRES. - La norma reforma el


art. 17 del Cód. Civil derogado. Mantiene su esencia y agrega

12CCivCom MdclPlata, Sala Il, 24/9113, "Rabaza, Luis F. e/Cooperativa del


Trabajo Alfin de Mar Ltda. y otro s/cobro ejecutivo de alquileres", elDial, AA3187,
con cita de GIL DOMÍNGlJEZ, El control de constitucionalidad v de convencionalidad
de oficio: ¿una tensión dificil de superar>, LL, 2010-B-1302. ~
13 LI.A\IBÍAs
sostiene que "el derecho no es un pan-logismo, sino una ordena-
ción justa de la sociedad que rige los derechos humanos conforme a la efectiva
previsión de los mismos" (Tratado. Parte general, t. I, p. 74).
14 Ver PUTZER, Derechos humanos v cometido del notario, "Revista Notarial",
n° 930, p. 930, quien señala, con respecto a los pactos que consagran los de pri-
mera y segunda generación en el marco de las Naciones Unidas, que "ciento
veinte Estados se adhirieron a los dos pactos en 1992. Con dos tercios de las an-
tiguas comunidades de Estados del mundo ha reconocido, de modo vinculante y
contractual. el contenido de garantía de estos pactos como normas mínimas de
los derechos humanos universales, se han comprometido a su ejecución y se some-
ten a los mecanismos de vigilancia de la ONU",
Art. JO TíTULO PRELIMINAR 8

la mención a los usos y costumbres, propios de la anterior le-


gislación comercial, que consisten en conductas reiteradamen-
te cumplidas por un grupo o sector, "con especial significación
como criterio de interpretación de los actos y contratos" 15, Y
prevé que será fuente del derecho, además de cuando la ley se
refiera a ella, también cuando así lo hagan los interesados.
El efecto vinculante de la costumbre o los usos y práctica
cuando la ley o los interesados se refieran a ella, contempla
-como la norma modificada- a la costumbre secundum legem ,
y podría tomarse como derivada de la ley, pero la admisión de
la referencia por la autonomía de voluntad ratifica su indepen-
dencia como tal, por ejemplo, para integrar lagunas legales.
También se mantiene la referencia a su efecto vinculante
en las situaciones no regladas legalmente, en tanto no sean
contrarias al ordenamiento jurídico, con consideración de sus
fines, principios y valores. Ratifica la aceptación de la cos-
tumbre prceter legem que se había consolidado en la legislación
con su reconocimiento en la reforma de la ley 17.711.
Al igual que esa reforma, no hace referencia a la costum-
bre contra legem o desuetudo, por la cual se deja sin efecto a
una ley. La doctrina había evolucionado a partir de la refor-
ma de 1968 en su admisión en ciertos casos, por lo cual se de-
berá estar a los mismos parámetros del régimen derogado, y
será siempre de carácter excepcional'".

§ 6. JURISPRUDENCIA OBLIGATORIA. - La norma no hace refe-


rencia a ésta como fuente formal del derecho, como lo admi-
ten en general la doctrina y la jurisprudencia en el régimen
derogado, que tampoco la menciona.
Podría ensayarse el argumento de calificarla ley en sentido
material, en tanto se ha asignado la obligatoriedad (principio
de autoridad) de ella para los juzgados de ese fuero y jurisdic-
ción por una norma legal, pero con limitada eficacia territorial
y temporal, lo que la aleja de este concepto.
La jurisprudencia plenaria sería, así, una fuente derivada,
en tanto sería una ley interpretativa de las restantes fuentes,
pero es integradora de lagunas ante la falta de regulación legal

15 LLAMBIAS, Tratado. Parte general, t. 1, p. 79.


16 LORE~ZE1TI considera que, por el comentado artículo, "la costumbre puede
derogar la ley por el desuso, pero ello tiene un límite, puesto que alcanza sólo a
las leyes dispositivas o supletorias y no a las imperativas, en cuya vigencia estén
interesados el orden público y las buenas costumbres" [LORENZETrI (dir.), Código
Civil y Comercial, t. 1, p. 33).
9 DERECHO

O de costumbre, invocando la necesidad de cumplir garantías


consagradas en el bloque constitucional.
En el nuevo sistema jurídico los jueces expresamente tie-
nen la facultad no sólo de interpretar el derecho, al solucionar
los casos controvertidos, sino también de integrar el ordena-
miento de modo coherente, y cumplir con su finalidad, incluso
aun corrigiendo la ley que ya no cumple su finalidad. Por
ello su carácter de fuente autónoma, aun cuando no se la men-
cione en el texto legal.

Art. 2° - Interpretación. La ley debe ser inter-


pretada teniendo en cuenta sus palabras, sus fina-
lidades, las leyes análogas, las disposiciones que
surgen de los tratados sobre derechos humanos, los
principios y los valores jurídicos, de modo cohe-
rente con todo el ordenamiento.
TEXTO ANTERIOR DE LA NORMA

Art. 16. - Si una cuestión civil no puede resolverse, ni por las palabras,
ni por el espíritu de la ley, se atenderá a los principios de leyes análogas; y si
aún la cuestión fuere dudosa, se resolverá por los principios generales del de-
rechos, teniendo en consideración las circunstancias del caso.

§ 1. REGLAS DE INTERPRETACiÓN. - En el Título Preliminar se


trata de las reglas de interpretación de la ley, con una redac-
ción que pone en pie de igualdad a todos los métodos de los
que puede valerse el juez, sin tener un orden preestablecido,
como parecía surgir del artículo derogado.
Se inclina, así, hacia la libre interpretación científica de
las fuentes del derecho y coincide con la política de admitir
una pluralidad de fuentes, si bien el orden de redacción da
cierta prelación lógico-racional en su aplicación.

§ 2. GRAMATICAL. - La reforma hace una enumeración de


cómo se debe interpretar la ley, donde la regla con prelación
es la que tiene en cuenta las palabras (interpretación gramati-
cal), cuando la redacción y los términos utilizados en sentido
jurídico son claros y no dejan lugar a duda.

§ 3. LÓGICA y FINALISTA. - Sin embargo, a continuación deja


de lado la expresión "el espíritu de la ley" con su connotación de
interpretación histórica del derecho, y reemplaza la intención
Art. 2° TÍTULO PRELIMINAR 10

del legislador al momento de su sanción por "sus finalidades",


dejando de lado el concepto del Código velezano, para conside-
rar las finalidades objetivas de la ley. No importarán de por
sí las discusiones parlamentarias, sino su aplicación sometida
al control permanente de constitucionalidad y convencionali-
dad, en consideración de los valores y principios en el devenir
del orden jurídico, circunstanciado a la realidad en el momen-
to de su aplicación'.
Se impone una interpretación lógica cuando las palabras
por sí son insuficientes, y se debe recurrir al razonamiento
para determinar su significado mediante sus fines y otros fac-
tores extrínsecos, fruto del futuro devenir histórico. La expre-
sa alusión a tener en cuenta las finalidades de la ley en el arto
l" y en éste reafirma la postura que sostenía que "la norma
queda desprovista de todo contenido subjetivo cuando, trans-
currido el tiempo, el sentido que originariamente le atribuyó
el legislador no contempla adecuadamente las necesidades ac-
tuales... Luego el sentido de la leyes es la época en que son
ínterpretadas'".
Como se vio al comentar el artículo anterior, la finalidad y
su relación de equidad según las circunstancias históricas fu-
turas es de tal relevancia, en el nuevo Código, que se deja de
lado el método exegético como prioritario, y el juez, argumen-
tando razonablemente el juego de las diversas fuentes, los fi-
nes, valores y principios del ordenamiento, de manera cohe-
rente y sistemática, podrá aún integrar el derecho, tanto ante
lagunas como cuando la redacción o términos usados contra-
ríen la finalidad misma.
La herramienta conferida a la argumentación judicial es el
control de constitucionalidad y convencionalidad comentado
(ver comentario al arto 1°), por lo cual es esencial la referencia
que se hace en los dos primeros artículos a los tratados de
derechos humanos, que se convierten en una norma escri-
ta de referencia fundamental, donde sus declaraciones integran
directamente el sistema jurídico, con mayor precisión y fuente
argumental que los principios y valores del ordenamiento que
algunos de ellos de ordinario plasman en tales tratados",

1 LORENZETTl (dir.), Código Civil y Comercial, t. I, p. 35; CSJN, 29/3/05, "Itco-


vich, Mabel c/Anses", LL, 2005-F-362, voto del doctor LORENZETTI.
2 LAVALLE COBO,en BELLUSCIO (dir.) - ZANNONl(coord.), Código Civil, t. 1, co-
mentario al arto 16, p. 82, § 6, Y sus citas.
3 Cuando se interpreta una norma, tienen especial relevancia los tratados
de derechos humanos, porque proveen un contenido valorativo que se considera
relevante para el sistema [LORENZETTI (dir.), Código Civil y Comercial, t. I, p. 36].
11 DERECHO Art. 2°

§ 4. ANALÓGICA. - Ante la falta de regulación legal para un


caso, la laguna legal se puede integrar recurriendo a la otra
norma que contemple semejanzas sustanciales con el no regu-
lado, y que justifique su aplicación.
La integración de la laguna legal es producto de una ope-
ración racional, un proceso lógico del que se infieren de la
norma existente los principios que se pueden aplicar al caso
semejante, consecuencia del principio de igualdad jurídica.
En suma, se decide el caso no reglado argumentando so-
bre la misma o semejante finalidad con el regulado. Se diferen-
cia del anterior, que prevía su apliación a un caso no previsto, y
no para extender la interpretación finalista a casos resueltos
inequitativamente; sin embargo, se mantiene en lo sustancial
la interpretación del concepto de norma análoga del derogado
art. 16 del Cód. Civil.

§ 5. SISTEMATICA o INTEGRADORA. PRINCIPIOS y VALORES JURi-


DICOS. - En los fundamentos que acompañaron al Anteproyecto
de este Código se dice que "también deben tenerse en cuen-
ta los conceptos jurídicos indeterminados que surgen de los
principios y valores, los cuales no sólo tienen un carácter su-
pletorio, sino que son normas de integración y axiológicos.
Esta solución es coherente con la jurisprudencia de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación que reiteradamente ha he-
cho uso de los principios que informan el ordenamiento y ha
descalificado decisiones manifiestamente contrarias a valores
jurídicos'".
Al respecto, LORENZETTI se explaya al decir que "son inde-
terminados, porque no tienen un supuesto de hecho específi-
co... Son guías para el razonamiento legal, y ordenan que se
cumplan lo máximo posible, porque siempre habrá otro princi-
pio con el que se contraponen. Pero la colisión entre principios
no es una opción sino una ponderación'".
La ponderación de los principios y valores jurídicos de con-
tenido indeterminado, y las finalidades de la ley -incluso en la
evolución futura de la sociedad- llevan a la interpretación sis-
temática de todas las fuentes del derecho y sus modos de inter-
pretación, debiendo tener un resultado coherente con todo el
orden jurídico.

4 Fundamentos del Anteproyecto de Código Civil y Comercial presentado al


Poder Ejecutivo, p. 15.
5 LORENZETTI (dir.), Código Civil y Comercial, t. 1, p. 38.
Art. 3° TÍTULO PRELIMINAR 12

De allí el control final del sentido y eficacia de las leyes,


que no pueden ser contradictorias con el orden jurídico todo.
Si el resultado de la aplicación de las fuentes del derecho al
caso (ley, usos, prácticas y costumbres, o jurisprudencia obli-
gatoria) se torna abstracto o contrario al principio de justicia,
como equidad para el caso particular, debe ser revisto para su
integración sistemática.
La reforma, en estas normas destinadas prioritariamente
al juez, innova en la redacción del Código derogado, receptan-
do criterios jurisprudenciales y doctrinales, donde el juzgador
tendrá a su disposición un más amplio abanico de fuentes y
normas de interpretación en pie de igualdad, y si bien la pri-
mera operación lógica será deducir la solución del caso parti-
cular (premisa menor) de la ley general (premisa mayor), en
esa labor racional se le reconoce una mayor libertad para lle-
gar a la justicia como fin del derecho.
Pero, así como el juez se valdrá de estas norma de inter-
pretación, también deberán hacerlo los ciudadanos y operado-
res del derecho al asesorar y dar encuadre legal a la voluntad
de los interesados, en consideración a los que podrá eventual-
mente juzgarse en el futuro.

Art. 30 - Deber de resolver. El juez debe resol-


ver los asuntos que sean sometidos a su jurisdic-
ción mediante una decisión razonablemente fun-
dada.

TEXTO ANTERIOR DE LA NORMA

Art. 15. - Los jueces no pueden dejar de juzgar bajo el pretexto de silen-
cio, oscuridad o insuficiencia de las leyes.

§ 1. DEBER DE RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS. - Se impone, como


en el arto 15 del derogado Cód. Civil, la obligación de resolver
los casos que se sometan a la jurisdicción de los jueces, dado
que, como se reconoce en este Título, se aplica el derecho y no
sólo la ley; este sistema no puede tener lagunas que se inte-
gren por otras fuentes, sean formales o materiales, pues la no
resolución de conflictos importa la denegación de justicia', vio-
lentado garantías constitucionales y de los tratados de dere-
chos humanos.

I LL\MBlAs,Código Civil anotado, p. 38 y 39.


13 DERECHO Art. 30

La reforma innova en dejar la expresa exigencia de que se


debe resolver "mediante una decisión razonablemente fundada",
lo cual es un requisito derivado del sistema republicano de go-
bierno.
Los jueces, siguiendo las normas procesales y constitucio-
nales, tienen la exigencia de llegar a una resolución de modo
lógico-racional, dando argumentos fundados a sus sentencias,
y cumpliendo las etapas procesales del debido proceso, que se
plasman en los fundamentos de sus resoluciones. Este Código
además incluye el deber de cumplir con la ponderación ar-
gumental, de acuerdo con las pautas y con los presupuestos
formales y materiales analizados en los artículos anteriores,
partiendo desde la argumentación más simple de deducción de
la norma claramente redactada en sus palabras al caso particu-
lar, hasta cuando se debe hacer una integración sistemática
con la finalidad de la fuente, principios y valores jurídicos).
La norma pretende acotar la discrecionalidad de las reso-
luciones judiciales, ateniéndose a las de estos tres primeros ar-
tículos, siendo su contracara la sentencia arbitraria, y da los
elementos básicos para así considerarla.
Se ha sostenido que la sentencia es la norma individual
para el caso particular y, por ende, sólo tiene efecto vinculante
entre las partes o terceros intervinientes en el proceso en par-
ticular, siendo en ese sentido la argumentación razonada una
garantía de justicia.
Pero esta norma de derecho de fondo nos dice mucho
más, pues al establecer el principio de razonabilidad de las
sentencias, o -mejor dicho- de su doctrina, está sentando el
requisito para que tal doctrina judicial, en casos reiterados, se
consolide como jurisprudencia no obligatoria, constituyendo
una de las fuentes materiales del derecho, las que -como se
señaló- son tales por el peso de su argumentación o persuasión.
Se sienta el principio para reconocer a la jurisprudencia
como fuente material del derecho y, a la vez, en su correla-

1 Ver LORENZETTI (dir.), Código Civil y Comercial, quien cita fallos de la Corte
Suprema de la Nación en cuanto a la aplicación directa, cuando la interpretación
de la ley no exige ningún esfuerzo sin otra consideración (Fallos, 3214:1740, 3143
y 3345) y que es la primera fuente del derecho (Fallos, 314:1018 y 324:2780), así
como en cuanto a apartarse de la letra de la ley cuando conduzca a resultados
que no armonicen axiológicamente y lleve a resultados notoriamente desvalio-
sos (Fallos, 319:1840) o se aparten de la interpretación sistemática del orden jurí-
dico, debiendo ponderar todas las norma y su vinculación con el sistema total
(Fallos, 283:239, 301:489, 320:74, 314:445, 321:730 y 324:4349), siempre debiendo
presumirse la coherencia del ordenamiento (Fallos, 316:1319, 324:2153 y 3876).
Art. 4" TÍTL'LO PRELIMINAR 14

to con la armonización de la ley u otra fuente formal con la


Constitución nacional y los tratados de derechos humanos, en
la herramienta del sistema jurídico para mantener razonable-
mente sus fines y valores últimos vigentes aun en el devenir
histórico de las comunidades, manteniendo su continuidad y
asegurando la equitativa resolución de los conflictos, fundada
en la perdurabilidad de sus valores esenciales.

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