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EN EL SALVADOR.
MDF. Lic. Edgar Gustavo Rodríguez Parada
MDF. Lic. Eder Evelio Quintanilla García
Índice.
Introducción ................................................................................................................ 4
2- JUSTIFICACIÓN ............................................................................................... 7
3- OBJETIVOS ....................................................................................................... 9
4- METAS ............................................................................................................ 10
5- ALCANCES Y LIMITACIONES.................................................................... 11
Conclusiones ..................................................................................................... 80
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................. 92
ANEXOS .............................................................................................................. 96
Introducción
1-PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
1.3 Análisis de la situación problemática:
El Control de Convencionalidad y el control de Constitucionalidad son dos figuras
jurídicas que tienen plena vigencia dentro del ordenamiento jurídico salvadoreño. Ante esta
situación en materia de los procesos de inconstitucionalidad se han planteado varias
demandas en las que se ha solicitado que la Sala de lo Constitucional utilice como parámetros
de Control de Inconstitucionalidad los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos,
en virtud que supuestamente los mismos integran un bloque de constitucionalidad con el
cuerpo normativo primario.
Sin embargo, dicho tribunal ha sostenido una línea jurisprudencial que deniega el
reconocimiento de tal bloque de constitucionalidad, esto se convierte en un problema de
competencia material de la Sala de lo Constitucional y, por ende, para algunos en un
problema de los límites del ejercicio de la jurisdicción constitucional.
Al respecto se debe considerar que la Constitución de El Salvador1 en su Artículo 246
Inc. 2 manifiesta que tiene el rango de Supremacía sobre el resto del ordenamiento jurídico,
subordinado así bajo su fuerza normativa, a tratados Internacionales y esto está establecido
en los Artículos 145 y 149 de la Constitución, dichos artículos determinan no solo la
supremacía que tiene la Constitución frente a los tratados al establecer la posibilidad de
declarar la inconstitucionalidad de un tratado.
Los artículos anteriores hacen referencia a un posible conflicto entre Constitución y
Tratado, dotando a la Constitución de plena supremacía frente al Tratado, hasta aquí,
podríamos decir, que fundamentándonos en nociones tradicionales, aparentemente
tendríamos una solución clara ante un posible conflicto entre Tratados y Constitución, sin
embargo hay que considerar que el Control de Convencionalidad se refiere a Tratados en
materia de Derechos Humanos, en tanto estos protegen ese bloque de derechos que garantizan
las condiciones mínimas para el desarrollo de la persona humana que es el fin mismo del
Estado.
1
Constitución de El Salvador, Decreto Legislativo N° 38, Asamblea Constituyente, Publicada en el
Diario Oficial N° 234, Tomo N° 281, fecha de publicación, 16 de diciembre de 1983.
Actualmente en El Salvador se ha ratificado 744 tratados, convenios o acuerdos 2, y
muchos de esos tratados de los que es un Estado parte, son Convenios Internacionales sobre
Derechos Humanos, por lo que tiene la obligación de respetar y garantizar los derechos
humanos de todas las personas sujetas a su jurisdicción.
Hay que aclarar que los tratados sobre derechos humanos no pueden ser abordados
con los mismos cánones o criterios con los que se trata al resto del Derecho Internacional.
Los tratados de Derechos Humanos no son tratados multilaterales de tipo tradicional,
concluidos en función de un intercambio recíproco de derechos, para el beneficio mutuo de
los Estados contratantes, sino que su objetivo y propósito es la protección de los derechos
fundamentales de los seres humanos, independientemente de su nacionalidad, tanto frente a
su propio Estado como frente a los otros Estados contratantes. Esto coincide con la parte
dogmática de la Constitución, la que contiene valores, principios y derechos fundamentales.3
Por otra parte el artículo 144 de nuestra Constitución establece el rango jerárquico
que los tratados Internacionales tiene dentro de nuestro ordenamiento Jurídico, y este es que
una vez ratificados se convierten en leyes de la república de El Salvador, sin embargo en caso
de conflicto entre Tratado y una Ley Secundaria prevalecerá el Tratado; esta regulación sirve
de fundamento constitucional para el control de convencionalidad de las leyes internas,
estableciendo que nuestro sistema Constitucional es supra legal pero infra constitucional, es
decir que los tratados está en caso de conflicto por encima de las leyes secundarias pero son
inferiores a la Constitución.
Es claro que los tribunales o Jueces internos están obligados a ejercer un Control
Constitucional y Convencional difuso sustentado el primero en el artículo 185 de la
Constitución y el segundo el artículo 144 y el artículo 2 de la Convención Americana de
Derechos Humanos.
2
Esto según la Convención de Viena sobre El Derecho de los Tratados de (1969) se entiende por
“tratado” un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el derecho internacional, ya
consté en un instrumento único o en dos o más instrumentos y cualquiera que sea su denominación particular.
3
Constitución de El Salvador, (1983) Titulo II, Capítulo I, Asamblea Legislativa.
atiende a los grandes retos que estos plantean en la dogmática jurídica. El propósito de esta
investigación es precisamente hacer eco de tales retos, sin pretender agotar en su totalidad,
la compleja problemática que suscita el tema. Esto es importantísimo porque ¿Qué pasa si un
juez local no ejerce Control de Convencionalidad? Pues tal vez podría presentarse un Recurso
de Amparo por el no ejercicio o el ejercicio inadecuado del Control de Convencionalidad.
Por lo tanto, genera para el Estado salvadoreño una doble obligación por parte de los
tribunales internos respecto de aplicar un control de constitucionalidad y convencionalidad,
ambas obligaciones tienen plena vigencia y fundamento constitucional del cual, el Estado
salvadoreño no puede omitir el cumplimento de uno, aduciendo el cumplimiento pleno del
otro.
Debido a lo anterior es necesario hacer un estudio sobre estos tipos de control que
realizan los jueces y, si se cumplen en la ejecución de las sentencias pronunciadas, ¿cómo se
realiza este control?, establecer los parámetros de aplicación que los jueces utilizan y que han
sido determinados tanto por la Sala de lo Constitucional de El Salvador y por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, como máximos intérpretes.
Cabe preguntarse ¿Realizan los jueces en sus sentencias dichos controles? ¿Si los
realizan, los plasman en ellas o solo queda como un examen mental? ¿Qué parámetros
utilizan? ¿Conocen los parámetros expuestos por la Sala de lo Constitucional y por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos? ¿No los conocen? ¿Si no los conocen entonces como
realizan estos controles que la Constitución y la Convención les exigen? ¿Coexisten ambos
controles pacíficamente? ¿En caso de conflicto debe alguno de ellos prevalecer?
Estas y otras preguntas de importancia en el quehacer judicial y jurisprudencial son
las que se pretenden responder a lo largo de esta investigación, las cuales se desarrollarán
según la metodología planteada esperando que dicho trabajo sea un aporte y el conocimiento
generado prevenga por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sanciones al
Estado salvadoreño por la violación a Derechos Humanos.
3- OBJETIVOS
3.1 Objetivo General.
4- METAS
4.1 PRODUCTOS ESPERADOS:
1. Lista de criterios seguidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
exclusivamente.
2. Lista de Criterios seguidos por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de
Justicia. Exclusivamente.
3. Estudio de los criterios compartidos por ambas salas con jurisprudencia que los
soporta.
4. Reglas o Criterios de control de Constitucionalidad y de Convencionalidad.
5. Propuesta de Coexistencia de ambos controles pacíficamente en el Ordenamiento
Jurídico Salvadoreño.
6. Alternativas de solución a los problemas jurídicos que genera la aplicación del
Control de Constitucionalidad y Convencionalidad en sede judicial en el país.
7. Estudio analizando la aplicabilidad o inaplicabilidad de los criterios de
convencionalidad contra los criterios de constitucionalidad usados en El Salvador.
8. Descripciones de los criterios más comunes de los derechos humanos que deben ser
aplicadas en los fallos en los tribunales del país.
9. Informe final.
5- ALCANCES Y LIMITACIONES
5.1- Alcances
La presente investigación pretende abarcar los Juzgados De Primera Instancia de la
Zona Oriental, así como la opinión de especialistas en Derecho Constitucional y Ex
presidentes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre ambos controles y su
aplicabilidad en los fallos pronunciados.
5.2 Limitaciones:
La presente investigación se realizó de enero a diciembre del año 2015, con fondos
propios de la universidad Gerardo Barrios, Centro Regional de Usulután, solo abarca las
resoluciones de los juzgados de primea instancia de la zona Oriental de El Salvador, las
opiniones de especialistas en Derecho Constitucional y Ex presidentes de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos vertidas en entrevistas semi abiertas.
4
Vallejo Mejía, Jesús. Lecciones de Teoría Constitucional. Universidad Pontificia Bolivariana –
Biblioteca Jurídica Diké. 2000. P – 103.
5
Troper, Michel, “El concepto de constitucionalismo y la moderna teoría del derecho”, Por una teoría
jurídica del Estado, trad. de M. Venegas Grau, Dykinson, Madrid, 2001.
doctrina de límites jurídicos al poder, que se fragua bajo la influencia de diversas corrientes
filosóficas y tradiciones políticas, no siempre compatibles entre sí - iusnaturalismo,
contractual ismo, liberalismo, entre otras, pero que en cualquier caso encuentra su hilo
conductor en las ideas de límite y garantía.6
El constitucionalismo debe sus orígenes en el iusnaturalismo racionalista y
posteriormente en el iusnaturalismo moderno que derivó en dos corrientes de pensamiento
jurídico que dominan gran parte del pensamiento jurídico estos son por una parte la corriente
de los Derechos Humanos y la otra el Constitucionalismo Moderno.
El constitucionalismo, como ya mencionamos parte del derecho inglés 7 y este ejerce
su influencia en el derecho estadounidense y francés.
6.2 Elementos Teóricos
6.2.1 El Control de Constitucionalidad
Hay que Considerar al constitucionalismo, como un movimiento intelectual y
político. Señala que el constitucionalismo se remonta a la fundación de los estados griegos,
y es en la antigüedad clásica; en el libro III, de “La Política”, donde Aristóteles define, a la
constitución, como un orden constituido por los ciudadanos de una “polis”, con el fin de
regular la distribución del poder. Y es Aristóteles, quién da origen a la idea del Imperio De
La Ley es decir un Estado de Derecho, en inglés “Rules of Law” y en alemán “Rechtsstaat”,
la cual se opone al mandato arbitrario. Aunque debemos de advertir que El
Constitucionalismo es un logro de la modernidad y su fecha de origen podría coincidir con
la creación de la constitución estadounidense de 1787.
Los orígenes del Derecho Constitucional Moderno, se dan en Europa y América de
manera coincidente, y el constitucionalismo en Europa continental, se determinó por la
experiencia americana. Y más tarde el constitucionalismo latinoamericano quedó marcado
por la influencia tanto americana, como europea a la que sumo rasgos de idiosincrasia. Pero
6
Lopera Mesa, Gloria Patricia. La aplicación del derecho en los sistemas jurídicos
constitucionalizados. ―Neoconstitucionalismo y aplicación judicial del derecho‖ PP. 8 – 9 Cuadernos de
investigación - Universidad EAFIT.
7
El sistema inglés, al igual que el sistema holandés y los sistemas escandinavos, se caracteriza por no
poseer un control judicial de constitucionalidad. Por ello, los jueces no pueden descalificar una ley dictada por
el Parlamento, so pretexto que ella es violatoria de la Constitución, la cual en el caso de Gran Bretaña es
consuetudinaria y no documentada. Esto se funda en el principio de la absoluta soberanía del Parlamento, aun
en materia de derechos individuales. Citar el derecho anglosajón
en el contexto latinoamericano, una característica importante que llama la atención en su
desarrollo constitucional, ha sido la inclusión de disposiciones relativas a los regímenes de
emergencia; y a partir del 11 de septiembre 2001, y en conexión con lo experimentado en
Latinoamérica, la atención mundial, busca establecer un régimen similar, para lidiar con
terrorismo internacional.
Antes de hablar de la supremacía constitucional debemos de hablar de los tipos de
constitucionalismo que existen, los cuales están marcados por una divergencia fundamental
según Alexander y Kay, por un lado, el constitucionalismo ortodoxo busca proteger los
derechos fundamentales de la libertad y la propiedad y para esto exige el reconocimiento de
una esfera separada que límite estricto a la legislación estatal y permita la revisión judicial
de sus decisiones. Los derechos fundamentales y la separación de los poderes de gobierno,
son las herramientas esenciales utilizadas para excluir ciertas materias de la regulación
gubernamental, pero apartándose de la ortodoxia otra variante del constitucionalismo es el
republicanismo, cuyo propósito es facilitar la relación e integración del individuo con el
gobierno. El republicanismo determina que un adecuado diseño institucional es la mejor
garantía para evitar la injerencia arbitraria. Una constitución debe ser concedida
primordialmente como una forma de gobierno que asegure la interrelación de libertad
individual y de gobierno y por esa razón, el republicanismo recomienda un gobierno mixto.
Es decir, aspectos democráticos como asambleas populares, Aspectos aristocráticos como el
senado y monárquicos como las magistraturas. Lo cual tiene como resultado, que el
republicanismo toma en cuenta el conflicto que se da, entre la naturaleza interpersonal propia
del imperio de la ley y la soberanía que reclaman los gobernantes.
6.2.1.1 La supremacía constitucional
La constitución, ocupa la cima del orden jurídico del Estado y es natural;
considerando su nombre: “Ley Suprema, Carta Magna o Primera Ley de la República”. Su
surgimiento, como doctrina se remonta a pleno siglo 18, y su primer expositor fue el francés
Emmanuel Sieyés (1748-1836), el cual expone dos acciones: La primera, es el poder
constituyente y la segunda habla de la representación política.
Es en virtud de tales instituciones que surge la superioridad de la constitución, el
antecedente del control judicial de la constitucionalidad de las leyes radica en el célebre caso
de Marbury versus Madison en el cual el Presidente de la Suprema Corte, el juez Marshall;
sostuvo que el Congreso, se había excedido del poder que le había dado la Constitución y
que era obligación declarar nulo el apartado de la ley judiciaria de 1789, qué importaba
agregar a la jurisdicción original de la Corte; el poder de emitir nombramiento de jueces. Su
caso es el antecedente inmediato del Proceso de Inconstitucionalidad de la Ley
El caso Marbury empieza a surgir cuando el 27 de febrero de 1801, faltando pocos días de la
toma de posesión de Jefferson como Presidente y del cambio de poderes en el Congreso (que pasaría
a estar bajo dominio de los republicanos), fue aprobado por el Presidente Adams el nombramiento de
42 jueces de paz para servir por un periodo de cinco años en el distrito judicial de Columbia y de
Alexandria. El Senado hizo las correspondientes ratificaciones el 3 de marzo, un día antes de la toma
de posesión de Jefferson. John Marshall, quien para ese entonces se desempeñaba como secretario de
Estado, debía certificar los nombramientos, extendiendo sobre los mismos un sello oficial. A pesar de
que contó con ayuda para hacerlo, no tuvo tiempo para sellar los nombramientos y enviarlos a sus
titulares.
Cuando toma posesión el nuevo secretario de Estado, nada menos que James Madison, el
protegido de Thomas Jefferson y eminente abogado, se niega a sellar y entregar los nombramientos
que faltan. En 1802, sin que se hubiera resuelto la cuestión, el Senado decide modificar la ley sobre
circuitos judiciales y elimina las plazas de los jueces nombrados por Adams.
William Marbury fue uno de los jueces que, habiendo sido nombrado por el Presidente y
ratificado por el Senado, no recibió tal nombramiento. Marbury demandó a Madison en su carácter de
secretario de Estado y responsable de enviarle su nombramiento. Pedía una orden de mandamus para
que el gobierno se viera obligado a hacerle llegar el nombramiento.
El 24 de febrero de 1803 Marshall dio a conocer a nombre de una Suprema Corte unánime el
sentido del fallo. La sentencia es un texto relativamente largo que se articula a través de tres diferentes
preguntas que Marshall hábilmente pone casi al inicio del texto. Las tres preguntas eran: a) ¿Tiene el
promovente derecho al nombramiento que solicita?; b) Si tiene tal derecho y ese derecho le ha sido
negado, ¿las leyes de su país le ofrecen un remedio?; y c) Si le ofrecen tal remedio, ¿ese remedio es
un mandamus que expida esta Corte?
Marshall comienza haciendo un breve recuento de los hechos que se debaten en el juicio y
desgrana las etapas que conforman el procedimiento para nombrar a los jueces. Dicho procedimiento
termina, sostiene la sentencia, cuando se expide el nombramiento escrito, esté o no entregado el mismo
al interesado. Esto es así, explica Marshall, ya que una vez hecho el nombramiento el Presidente ya no
puede revocarlo. El párrafo de la sentencia que explica lo anterior es el siguiente:
Tiene que haber un punto en el tiempo, que marque el momento en que el poder del Ejecutivo
sobre un empleado que no puede remover a su arbitrio, cesa. Este momento tiene que ser aquel en que
el poder constitucional de nombrar ha quedado ejercitado. Y este poder ha sido ejercitado cuando el
último acto que se requiere de la persona que tiene el poder, ha sido ejecutado. Este último acto es la
firma del nombramiento escrito…
La firma es la orden expresa para la fijación del gran sello al nombramiento escrito; y el gran
sello sólo se le fija a un documento que ya esté completo. Da fe, por un acto que se supone que es de
notoriedad pública, de la autenticidad de la firma presidencial.
Constatada esa violación Marshall pasa a la segunda pregunta: ¿hay algún remedio que le
ofrezca el ordenamiento jurídico a fin de combatir dicha violación?
Hay dos afirmaciones en la sentencia sobre este punto que cualquier juez que conozca de
demandas por violaciones a los derechos fundamentales debería tomar en cuenta; en la primera de ellas
Marshall sostiene que “La quintaesencia de la libertad civil de seguro consiste en el derecho de todo
individuo a reclamar la protección de las leyes siempre que recibe una injuria”; en su segunda
afirmación sostiene que “Al Gobierno de los Estados Unidos se le ha llamado enfáticamente, un
gobierno de derecho y no un gobierno de hombres. Indudablemente dejaría de merecer este alto
calificativo si las leyes no otorgaran un remedio contra la violación de todo derecho legal adquirido”.
…la autorización que se le da a la Suprema Corte mediante la ley que establece los tribunales
judiciales de los Estados Unidos, para expedir mandamus a los funcionarios públicos, aparentemente
no está basada en la Constitución; y surge la pregunta de si una jurisdicción conferida en tal forma
puede ser ejercitada”. Poco a poco Marshall se va a acercando a una puerta que una vez abierta
cambiaría por completo el significado de la Constitución en los estados contemporáneos. El siguiente
paso de su razonamiento se expresa en los siguientes términos: “La cuestión de si una ley común que
repugna a la Constitución, puede llegar a ser una ley válida, interesa profundamente a los Estados
Unidos; pero afortunadamente no es tan intrincada como interesante. Nos parece que sólo es necesario
tomar en cuenta ciertos principios ya por largo tiempo establecidos para decidirla. Asentada esa
premisa, que luego no encuentra justificación alguna en el resto de la sentencia (por ejemplo, no se
menciona un solo antecedente de la facultad de la Corte para revisar la constitucionalidad de las leyes,
a pesar de que los había), Marshall describe al gobierno de los Estados Unidos como un gobierno
limitado por mandato precisamente de la Constitución, que impone límites a la actuación de los poderes
públicos:
¿Con qué objeto se consignan tales límites por escrito, si esos límites pudieran en cualquier
tiempo sobrepasarse por las personas a quienes se quiso restringir? La distinción entre gobiernos de
poderes limitados y los poderes ilimitados, queda abolida si los límites no contienen a las personas a
las cuales les han sido impuestos y si lo prohibido y lo permitido se equipara. Este es un razonamiento
demasiado obvio para dejar lugar a dudas y lleva a la conclusión de que la Constitución controla
cualquier acto legislativo que le sea repugnante; pues de no ser así, el Legislativo podría alterar la
Constitución por medio de una ley común.
Los siguientes párrafos de la sentencia son los más citados y conocidos, pues en ellos Marshall
plantea la base conceptual sobre la que se asienta a partir de entonces la “lógica de la judicial review”.
Mucho se ha opinado sobre la calidad argumentativa de tales párrafos o sobre la escasa profundidad
que tienen, o incluso sobre su falta de lógica. Veamos primero su texto y luego emitiremos un juicio
sobre el contenido:
Entre estas alternativas no hay término medio. O bien la Constitución es una ley superior
inmodificable por medios ordinarios, o bien queda al nivel de las demás leyes del Congreso y como
tales, puede ser alterada según el Legislativo quiera alterarla. Si el primer extremo de la alternativa es
la verdad, entonces un acto legislativo contrario a la Constitución, no es una ley; si el segundo extremo
de la alternativa es el verdadero, entonces las constituciones escritas son intentos absurdos por parte
del pueblo, para limitar un poder que por su propia naturaleza es ilimitable. Ciertamente que todos
aquellos que han elaborado constituciones escritas las consideran como la ley fundamental y suprema
de la nación y, en consecuencia, la teoría de todo gobierno de esa naturaleza, tiene que ser que una ley
del Congreso que repugnara a la Constitución, debe considerarse inexistente. Esta teoría, por su esencia
misma, va imbíbita en una Constitución escrita y, en consecuencia, este Tribunal tiene que considerarla
como uno de los principios fundamentales de nuestra sociedad…
Si una ley del Legislativo, contraria a la Constitución, es nula, a pesar de dicha nulidad ¿puede
obligar a los tribunales a obedecerla y a ponerla en vigor? O, en otras palabras, a pesar de que no es
ley ¿constituye una regla que tiene los mismos efectos que si fuera ley?…
8
Carbonell, M., Marbury vs. Madisson: en los orígenes de la supremacía constitucional y el control de
constitucionalidad consultado en línea el 17 de noviembre del 2015 a las 10: 41 horas en el enlace:
http://www.lexweb.cl/media/users/10/521380/files/49917/CARBONELL.pdf
superiores por ser de rango constitucional a los que tendría la modificación de una ley inferior
o secundaria.
La recepción del Principio de Supremacía Constitucional en el derecho salvadoreño
ha venido desde muy atrás, incluso las leyes federales; reconocían la Supremacía
Constitucional, aunque de una manera somera. Cómo hace el artículo 82, de la Constitución
salvadoreña de 1921 y en la constitución de 1939, el artículo 138; pero, con la salvedad de
que, en dicha constitución, aparece por primera vez la institución de la Inaplicabilidad de la
Ley Constitucional. La cual consiste en la facultad que tienen los juzgados dependientes del
órgano judicial, de declarar inaplicable cualquier ley o disposición de los otros poderes y
órganos cuando sea contraria a los preceptos constitucionales al momento de pronunciar
sentencia. Dicha disposición esta reproducida en la constitución de 1945, de 1950 y de 1962
y en la actual constitución de 1983; pero de todas ellas, es en el artículo 221 de la Constitución
de 1950, ya citada; donde se introduce expresamente el Principio de Supremacía
Constitucional y señala que la Constitución, prevalecerá sobre todas las leyes, reglamentos y
que los principios derechos y obligaciones establecidas por esta Constitución no pueden ser
alterados por las leyes que regulan su ejercicio.
6.2.1.2 Sobre la Supremacía Constitucional
Según Kelsen9 cada norma, vendría sustentada por la existencia de otra norma de
rango superior, y así sucesivamente; pero este proceso no puede por lógica ser infinito. Pues
para ello debe existir una norma hipotética fundamental a la cual llama “Grundnorm”. Con
lo cual una norma jurídica no podría estar aislada, sino que debería de ser parte integrante de
un marco normativo unitario y complejo. Al final la validez de la norma, vendría dada por la
forma o modo de producción de las mismas más que por su contenido.
Pero ¿cuáles son los derechos fundamentales y qué respuesta debe ofrecer el
constitucionalismo al doble desafío del mercado global y de los particularismos? Ferrajoli
inicia su disertación contestando la pregunta referente al constitucionalismo, Primero, lo
concibe como un sistema de vínculos sustanciales o sea proyecciones y obligaciones
9 Hans Kelsen, Teoría Pura del Derecho. La crítica que recibe esta teoría es que no puedo nunca definir
dicha norma fundamental, la cual podría aproximarse a la constitución o a la norma fundamental del
ordenamiento jurídico.
impuestas por las cartas constitucionales y precisamente por los principios de los derechos
fundamentales en ya establecidos por los poderes públicos. Incluso al Legislativo, como un
nuevo modelo de Derecho y Democracia, al cual llama Estado Constitucional de Derecho,
que es el fruto de un verdadero cambio de paradigma respecto al modelo paleopositivista del
Estado Legislativo de Derecho.
Y frente a los desafíos de la globalización, no tenemos más alternativa que un futuro
de guerra y de violencia, cómo ya se sabe, el Constitucionalismo, nació para tutelaje sólo los
Derechos de Libertad y ha sido conjugado, sólo como un sistema de límites frente a los
poderes públicos y no frente a los poderes económicos y privados; que el pensamiento liberal,
ha confundido con los derechos de libertad y ha permanecido solamente a los confines del
Estado Nación. Siendo que el futuro del Constitucionalismo Jurídico y el de la democracia
está confiado a una triple articulación y si es posible decirlo su evolución siendo éstas: Una
Constitución Social junto una Constitución Liberal; hacia un Constitucionalismo de Derecho
Privado frente al de Derecho Público, Constitucionalismo Internacional junto al Estatal.
Pero ¿Cuáles serían esos Derechos Fundamentales de los que habla Ferrajoli?
(Ferrajoli, 1998) Se darán tres respuestas a esta pregunta.
La primera que ofrece la Teoría del Derecho, en el plano teórico jurídico; siendo la
definición más fecunda de los derechos fundamentales, que los identifica con los derechos
que están adscritos universalmente a todos, en cuanto personas o en cuanto ciudadanos o
personas con capacidad de obrar y que son por tanto indisponibles e inalienables. La crítica
a esta respuesta, es que no nos dice cuáles son sino solamente, que son los derechos
fundamentales. Es más, una definición teórica; ya que, no se nos dice nada sobre los
contenidos de tales derechos, es decir sobre las necesidades y las inmunidades que no
deberían estar establecidas como fundamentales, sino que puede identificar la forma o
estructura lógica de esos derechos, que convenimos en llamar fundamentales.
La segunda respuesta es la que ofrece el Derecho Positivo es decir la Dogmática
Constitucional e Internacional; que dice que son derechos fundamentales en él ordenamiento
(alemán o italiano), los derechos universales e indisponible establecidos en el derecho
positivo (alemán o italiano) y son derechos fundamentales en el ordenamiento internacional
los derechos universales e indisponibles establecidos en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos de 1948, en los Pactos Internacionales de 1966, y en las demás
convenciones Internacionales sobre los Derechos Humanos.
La tercera respuesta es la que ofrece la Filosofía Política y se refiere a ¿Cuáles
derechos deben ser garantizados como fundamentales? Esta respuesta, se trata de una
respuesta de tipo normativo. Pero para dar una respuesta más concreta debemos identificar
tres criterios axiológicos sugeridos por la experiencia histórica del constitucionalismo, tanto
estatal como internacional.
El primero de estos criterios es el nexo entre Derechos Humanos y Paz, instituido en
el preámbulo de la Declaración Universal de 1948 (ONU, 1948). Que dice que deben estar
garantizados como derechos fundamentales, todos los derechos vitales cuya garantía es
condición necesaria para la paz; entre estos están el derecho a la vida, a la integridad personal,
los derechos civiles y políticos, los derechos de libertad y los derechos sociales para la
supervivencia. El segundo criterio es el nexo entre Derecho e Igualdad. Pues la igualdad está
en el primer lugar de los derechos de libertad, que garantizan el igual valor de todas las
diferencias personales, nacionalidad, sexo, lengua, religión, opiniones políticas, condiciones
personales y sociales, qué hacen de cada persona un individuo diferente a todos los demás y
de cada individuo una persona igual a todas las otras; así como la igualdad de los Derechos
Sociales que garantizan la reducción de las desigualdades económicas y sociales. El tercer
criterio es el papel de los Derechos Fundamentales como leyes del más débil. En este caso
todos los derechos fundamentales son leyes del más débil, alternativa a la ley del más fuerte;
que regirá en su ausencia: En primer lugar, el derecho a la vida, contra la ley de quién es más
fuerte físicamente; en segundo lugar, los derechos de inmunidad, inmunidad y de libertad,
contra el árbitro de quién es más fuerte políticamente; en tercer lugar, los Derechos Sociales
que son derechos a la supervivencia contra la ley de quién es más fuerte social y
económicamente.
10
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados 1969, Artículo 2. TERMINOS
EMPLEADOS 1. Para los efectos de la presente Convención: g) Se entiende por "parte" un Estado que ha
consentido en obligarse por el tratado y con respecto al cual el tratado está en vigor;
para un tercer Estado sin su consentimiento. En este sentido el consentimiento es fundamental
en la conformación del derecho internacional, no obstante, existan excepciones en las que
pueden surgir obligaciones para un Estado sin que esté presente su consentimiento, como lo
sería en el caso de las normas del Ius Cogens.
6.3.2 Recepción del Derecho Internacional en el Derecho Interno
Según lo anterior es necesario entrar al análisis de dos temas que hay que tomar en cuenta en
la relación derecho Interno-Internacional, el primero referente a la recepción del Derecho
Internacional en el Interno y el segundo a la Jerarquía con la que ingresa.
En cuanto al primer tema existen diversas posiciones según la solución que les dan
los diferentes Estados los cuales se reducen a dos sistemas o teorías clásica, el Monismo y el
Dualismo, aunque también se habla de un sistema mixto.
La teoría Dualista parte de la base que el Derecho Internacional y el Derecho Interno
son dos sistemas jurídicos tan separados e incomunicados que, a falta de una norma
legislativa interna que opere una “transformación”, los individuos no pueden ser cubiertos
por las reglas del Derecho Internacional.
Al respecto, MANGAS MARTIN (Mangas Martïn, s.f.) Señala que: “Las
consecuencias prácticas de esta posición dualista o de separación de los ordenamientos, son
básicamente, dos: el primero, una norma internacional no puede ser directamente obligatoria
en el orden jurídico interno; el destinatario son los Estados que han prestado su
consentimiento. Luego, como los órganos internos sólo aplican las normas internas, para que
un tratado internacional sea aplicable en el orden interno deberá ser transformado en norma
interna mediante un acto del legislador; y segundo, como el tratado se transforma en norma
interna, la norma posterior puede derogar o modificar la norma anterior (Camargo, 2004).”11
Las Fuentes de ambos sistemas jurídicos son distintas: para el derecho interno es la
ley y para el sistema internacional son los tratados y costumbres, En cuanto a los sujetos, el
derecho internacional regulas derechos entre Estados en tanto que el derecho nacional regula
conductas entre individuos. Además, el derecho nacional es de subordinación y el derecho
internacional es de coordinación.12
11
MANGAS MARTÏN, A., “Las Relaciones del Derecho Internacional con los Derechos Internos”,
Autora del Capítulo IX en VELASCO VALLEJO, M., Instituciones de Derecho Internacional Público, Tecnos,
S.A., Madrid, (págs.189-201), pág. 191.
12
Camargo Pedro Pablo, Tratado de Derecho Internacional Público, Leyer, Bogotá, 2004, pág. 116.
Esta doctrina ha sido criticada porque no es posible la existencia de dos órdenes
jurídicos igualmente válidos dentro de un Estado y también porque no es aceptable por el
derecho internacional el hecho de incumplimiento de las mismas por no haberse
transformado en derecho interno. -
Por otra Parte, la Teoría Monista, considerada como opuesta a la anterior concibe un
Derecho Internacional y Derecho Interno interconectados, admitiendo la posibilidad de una
incorporación automática y una aplicación directa de las normas de Derecho Internacional
por los tribunales de justicia y las autoridades administrativas internas. Esta es la tendencia
más arraigada en el Derecho Constitucional moderno, la que ha sido adoptada por la
jurisprudencia de la Sala de lo Constitucional salvadoreña.
Uno de los exponentes de esta teoría es KELSEN13, quien postula la unidad del
derecho Internacional y el Derecho Interno dentro de un mismo sistema jurídico que incluye
todos los ordenamientos jurídicos positivos, además sostiene la primacía del derecho
internacional, afirmando que dicho derecho no exige ni puede exigir reconocimiento por
parte de los Estado y por ende su validez, es independiente de tal reconocimiento. Al orden
jurídico están sometidos los derechos nacionales, de manera que existe un sistema jurídico
universal fundado sobre la primacía del derecho internacional.14
Según lo anterior para KELSEN si reconocemos que la obligación y la autorización
del Estado por el Derecho Internacional, significa que el orden jurídico internacional delega
al orden jurídico nacional el poder de señalar o determinar los individuos cuyo
comportamiento forma el contenido de las obligaciones y derechos establecidos por el
derecho internacional, entonces la construcción dualista se desploma. En este sentido resulta
imposible la creencia de una validez simultanea de ambos sistemas sin consideras
contradicciones o entrar en conflicto regulando de forma diferente las situaciones jurídicas
que se presenten en un caso en concreto y no podríamos tampoco excluir el supuesto de
validez simultánea, en consecuencia, si el derecho internacional y el nacional se suponen
simultáneamente válidos, entonces resulta inevitable una construcción monista. 15
Actualmente también se ha planteado una teoría intermedia de las posiciones
anteriores la cual busca un punto de encuentro entre la teoría dualista y monista, esta
13
Ob. Cit.
14
MONROY CABRA, M., Derecho Internacional Público, Temis, S.A., Bogotá, 2002, Pág. 136
15
KELSEN, HANS, Introducción a la Teoría Pura del Derecho, México, D.F., 1974, pág. 83
tendencia aboga por el dualismo respecto de cierto tipo de normas internacionales, pero es
monista en cuanto a normas específicas de orden internacional. Los instrumentos
internacionales que contengan disposiciones sobre Derechos Humanos, tienen un rango
superior a la Constitución Política, aunque no es del todo aceptado. Al respecto las doctrinas
coordinadoras no señalan subordinación del derecho interno al internacional, ni delegación
de éste a favor de aquel, sino de coordinación entre uno y otro, sobre la base de normas
superiores, que serían precisamente las de Derecho Natural.16
16
PASTOR RIDRUELO, J.A. Curso de Derecho Internacional Público y Organizaciones
Internacionales, Tecnos, Madrid, 1996. Pág. 195
6.3.3 Recepción y Jerarquía de los Tratados Internacionales en la Constitución
Salvadoreña.
En El Salvador, la recepción de los tratados está regulada en la Constitución de la
República Salvadoreña (en adelante Cn.) en el Título VI Órganos del Gobierno, Atribuciones
y Competencias, CAPÍTULO I ÓRGANO LEGISLATIVO, en la SECCIÓN TERCERA:
TRATADOS del artículo 144 al 149.
La disposición anterior deja clara la relación del tratado dentro del ordenamiento
jurídico salvadoreño, su relación respecto de la constitución misma y respecto de las leyes
secundarias, en principio es claro que los tratados desde el punto de vista constitucional es
considerada una norma Infra constitucional, en tal sentido está sujeta a la constitución y en
caso de conflicto con esta tendrá que prevalecer la constitución, es decir la supremacía solo
se le reconoce a la constitución, al respecto el artículos 246 de la Constitución al establecer
en su inciso segundo: “ La Constitución prevalecerá sobre todas las leyes y reglamentos.
En tal sentido el Articulo 144 Cn. Equipara a los tratados a las leyes secundarias
dándoles igual jerarquía sin embargo el inciso segundo de dicha disposición regula la relación
entre leyes secundarias y tratados, estableciendo que las leyes secundarias no pueden
modificar o derogar un tratado vigente, profundiza más sobre dicha relación estableciendo
una regla de prevalencia entre ambas normas al decir que en caso de conflicto prevalecerá el
tratado, en este sentido la relación entre ley y tratado no es de jerarquía pues ambos se
encuentran dentro de la misma escala y solo en caso de conflicto prevalecerá el tratado.
Para que un tratado pueda adquirir la calidad de ley de la República, según nuestra
Constitución: Art. 168. Son atribuciones y Obligaciones del Presidente de la República:
1º- Cumplir y hacer cumplir la Constitución, los Tratados, las leyes y demás
disposiciones legales;
7º- Ratificar los tratados o pactos que celebre el Ejecutivo con otros Estados u
organismos internacionales, o denegar su ratificación.
Hay que comprender lo anterior a la luz del principio de Remiro Brotóns que establece
que todo tratado internacional consentido por el Estado debe ser conforme a la constitución,
desde dos aspectos: el de constitucionalidad Extrínseca (o formal) o intrínseca (o material),
es decir, que los preceptos constitucionales relativos a la celebración de los tratados deben
ser respetados (constitucionalidad extrínseca) y verificarse su acomodación al contenido
constitucional (constitucionalidad intrínseca o material), de lo contrario afectaría la soberanía
del Estado, su forma de gobierno deteriorando la condición de la norma fundamental. Es por
ello que se establecen límites y facultades a las entidades facultadas para celebrar y ratificar
tratados y que estos puedan convertirse en leyes de la República, que en el caso salvadoreño
son el Órgano Ejecutivo y la Asamblea Legislativa, estos son dos especies de filtros para que
el tratado, esté conforme a la constitución y pase a formar parte del ordenamiento jurídico
salvadoreño, sin embargo dichas autoridades deben observar otros aspectos antes de celebrar
y ratificar un tratado, según el Art. 145 Cn. Al respecto dispone: “No se podrán ratificar los
tratados en que se restrinjan o afecten de alguna manera las disposiciones constitucionales,
a menos que la ratificación se haga con las reservas correspondientes. Las disposiciones del
tratado sobre las cuales se hagan las reservas no son ley de la República.
Lo anterior deja con mayor claridad los límites de los tratados y la relación entre estos
y la constitución salvadoreña, en ese mismo sentido según el artículo Art. 146 Cn. Tampoco
podrán celebrase tratados que menoscábenlos derechos fundamentales de la persona humana:
Además, la parte última del artículo 146 Cn. nos permite establecer una distinción del
Derecho Internacional, es decir hacer referencia a los tratados de Derechos Humanos y los
Tratados Comerciales u otra índole, en este sentido los Tratados sobre Derechos Humanos
tiene una calidad especial reconocida por la misma constitución y que va reconociéndose
poco a poco por la Jurisprudencia Constitucional salvadoreña como lo veremos más adelante.
Podemos afirmar que también se trata de una Constitucionalización del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos o mejor dicho en la Nacionalización del Derecho
Internacional, especialmente, en materia de Derechos Humanos, sin embargo, consideramos
esto como los pequeños fundamentos que amparan las teorías que reconocen un carácter
especial a los tratados sobre Derechos Humanos, que en algunos casos le dan rango
constitucional haciendo un bloque de constitucionalidad con la Constitución.
En este sentido se han modificado constituciones para incorporar lo que está en los
tratados internacionales, en la jurisprudencia internacional y en especial se han modificado
constitucional para establecer la jerarquía constitucional de los Tratados Internacionales, en
especial en materia de Derechos Humanos.
En América Latina, en los países de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Perú,
Paraguay, así como la Constitución de República Dominicana del 2010, se establece la
jerarquía internacional dado a los tratados internacionales en materia de Derechos Humanos.
17
REMIRO BROTÓNS, A., La constitucionalidad de los Tratados Internacionales y su control por el
Tribunal Constitucional, en El Tribunal Constitucional, Volumen II, IEF, Madrid, 1981, Pág. 2239.
En algunos países establecen la aplicación de la norma que sea de mayor protección,
ya sea la de legislación nacional o internacional en función del principio pro homine, es decir,
en favor de la persona. En el ámbito internacional a los tratados internacionales en materia
de Derechos Humanos se les reconoce el carácter de norma supranacionales (como ya se
establece en Bolivia, Ecuador y Venezuela, o jurisprudencialmente en Costa Rica), es decir
que prevalecen sobre la constitución y en otros se equiparan dándoles el rango constitucional
como ya se mencionó anteriormente.
A nuestro juicio, la jerarquía que tiene los Tratados dentro del ordenamiento jurídico
salvadoreño según la Constitución, consideramos dificulta la aplicación y vigencia del
derecho internacional y por ende del control de convencionalidad por parte de los jueces,
pues según la disposición anterior están facultados para inaplicar un tratado, en principio esto
pareciera contraponerse al control difuso de convencionalidad, donde lo que se le exige al
juez nacional o al tribunal interno que pueda inaplicar una ley interna por considerarla
inconvencional, por otra parte la facultad que tiene la Sala de lo Constitucional de declarar
inconstitucional un Tratado por contradecir la constitución, a prima facie se torna en
obstáculo para el ejercicio del control de Convencionalidad, tal situación genera una dificulta
para el sistema de justicia salvadoreño a quien le genera una doble obligación, por una parte
el deber de respeto a la Constitución y al Orden Internacional, lo cual por la forma en que
está regulada la recepción y jerarquía de tratado internacional pareciera no ser posible, esta
problemática ha tenido una evolución en cuanto a los criterios jurisprudenciales manejados
por la Sala de los Constitucional Salvadoreña que es el órgano encargado de velar por la
defensa de la constitución y los cuales analizaremos a continuación.
Este control Sirve para unificar la interpretación jurídica de los países plegados al
modelo, que abarca en el ámbito interamericano más de trescientos millones de habitantes.
“La Corte es consciente que los jueces y tribunales internos están sujetos al imperio
de la ley y, por ello, están obligados a aplicar las disposiciones vigentes en el ordenamiento
jurídico. Pero cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional como la Convención
Americana, sus jueces, como parte del aparato del Estado, también están sometidos
a ella, lo que obliga a velar porque los efectos de las disposiciones de la Convención no se
vean mermadas por la aplicación de leyes contrarias a su objeto y fin, y que desde un inicio
18
El Control Difuso de Convencionalidad, Dialogo entre la Corte Interamericana de Derechos
Humanos y los jueces nacionales. Eduardo Massferrer Mac-Gregor. FUNDA (Fundación Universitaria de
Derecho, Administración y Política S.C.)
carecen de efectos jurídicos. En otras palabras, el Poder Judicial debe ejercer una especie
de “control de convencionalidad” entre las normas jurídicas internas que aplican en los
casos concretos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En esa tarea, el
Poder Judicial debe tener en cuenta no solamente el tratado, sino también la interpretación
que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete última de la Convención
Americana”.
La Corte Interamericana en el considerando 125 indicó que el “control de
convencionalidad” tiene sustento en el principio de la buena fe que opera en el Derecho
Internacional, en el sentido que los Estados deben cumplir las obligaciones impuestas por ese
Derecho de buena fe y sin poder invocar para su incumplimiento el derecho interno, regla
que se encuentra recogida en el artículo 27 de la Convención de Viena sobre los Tratados.
Tales consideraciones fueron reiteradas por la Corte Interamericana en los casos “La Cantuta
c/. Perú” de 29 de noviembre de 2006 (considerando 173) y en “Boyce y otros contra
Barbados” de 20 de noviembre de 2007 (considerando 78). Sin embargo, será en la sentencia
del caso “Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros) contra Perú” de 24 de
noviembre de 2006, reiterada en el caso “Fermín Ramírez y Raxcacó Reyes contra
Guatemala” de 9 de mayo de 2008, considerando 63, en el que se precisan y afinan,
parcialmente, los contornos del “control de convencionalidad”, al estimar, en el considerando
128, lo siguiente:
“Cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional como la Convención
Americana, sus jueces están sometidos a ella, lo que les obliga a velar porque el efecto útil
de la Convención no se vea mermado o anulado por la aplicación de leyes contrarias a sus
disposiciones, objeto y fin. En otras palabras, los órganos del Poder Judicial deben ejercer
no sólo un control de constitucionalidad, sino también de convencionalidad ex officio, entre
las normas internas y la Convención Americana, evidentemente en el marco de sus
respectivas competencias y de las regulaciones procesales pertinentes. Esta función no debe
quedar limitada exclusivamente por las manifestaciones o actos de los accionantes en cada
caso concreto, aunque tampoco implica que ese control deba ejercerse siempre, sin
considerar otros supuestos formales y materiales de admisibilidad y procedencia de este tipo
de acciones.”
A su vez, en el Caso Heliodoro Portugal vs. Panamá de 2008, la CIDH precisó:
«180. La Corte ha interpretado que tal adecuación implica la adopción de medidas en dos
vertientes, a saber: i la supresión de las normas y prácticas de cualquier naturaleza que
entrañen violación a las garantías previstas en la Convención o que desconozcan los
derechos allí reconocidos u obstaculicen su ejercicio, y ii la expedición de normas y el
desarrollo de prácticas conducentes a la efectiva observancia de dichas garantías 29.
Precisamente, respecto a la adopción de dichas medidas, es importante destacar que la
defensa u observancia de los derechos humanos a la luz de los compromisos internacionales
en cuanto a la labor de los operadores de justicia, debe realizarse a través de lo que se
denomina «control de convencionalidad », según el cual cada juzgador debe velar por el
efecto útil de los instrumentos internacionales, de manera que no quede mermado o anulado
por la aplicación de normas o prácticas internas contrarias al objeto y fin del instrumento
internacional o del estándar internacional de protección de los derechos humanos»19.
En el caso Cabrera García y Montiel Flores vs. México, de 26 de noviembre de
201020, la CIDH, introduce nuevas precisiones al control de convencionalidad que deben
desarrollar las jurisdicciones nacionales:
«225. Este Tribunal ha establecido en su jurisprudencia que es consciente que las
autoridades internas están sujetas al imperio de la ley y, por ello, están obligadas a aplicar
las disposiciones vigentes en el ordenamiento jurídico. Pero cuando un Estado es Parte de
un tratado internacional como la Convención Americana, todos sus órganos, incluidos sus
jueces, también están sometidos a aquél, lo cual les obliga a velar por que los efectos de las
disposiciones de la Convención no se vean mermados por la aplicación de normas contrarias
a su objeto y fin. Los jueces y órganos vinculados a la administración de justicia en todos
los niveles están en la obligación de ejercer ex officio un «control de convencionalidad»
entre las normas internas y la Convención Americana, evidentemente en el marco de sus
respectivas competencias y de las regulaciones procesales correspondientes. En esta tarea,
los jueces y órganos judiciales vinculados a la administración de justicia deben tener en
cuenta no solamente el tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho la
Corte Interamericana, intérprete última de la Convención Americana».
19
Corte IDH. Caso Heliodoro Portugal vs. Panamá. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 12 de agosto de 2008, serie C Núm. 186, párrafo 180.
20
Corte IDH. Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2010. Serie C Núm. 220.
En 2011, en la sentencia del caso Gelman vs. Uruguay, la Corte Interamericana reitera
una vez más su jurisprudencia, señalando:
«193. Cuando un Estado es Parte de un tratado internacional como la Convención
Americana, todos sus órganos, incluidos sus jueces, están sometidos a aquél, lo cual les
obliga a velar por que los efectos de las disposiciones de la Convención no se vean mermados
por la aplicación de normas contrarias a su objeto y fin, por lo que los jueces y órganos
vinculados a la administración de justicia en todos los niveles están en la obligación de
ejercer ex officio un «control de convencionalidad» entre las normas internas y la
Convención Americana, evidentemente en el marco de sus respectivas competencias y de las
regulaciones procesales correspondientes y en esta tarea, deben tener en cuenta no
solamente el tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte
Interamericana, intérprete última de la Convención Americana»21.
En el Caso Atala Riffo y niñas vs. Chile, de 24 de febrero de 2012, reitera elementos
básicos de dicho control de convencionalidad y precisará su carácter de intérprete último de
la Convención Americana:
«282. Los jueces y órganos vinculados a la administración de justicia en todos los
niveles están en la obligación de ejercer ex officio un «control de convencionalidad» entre
las normas internas y la Convención Americana, en el marco de sus respectivas
competencias y de las regulaciones procesales correspondientes. En esta tarea, los jueces y
órganos vinculados a la administración de justicia deben tener en cuenta no solamente el
tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte Interamericana,
intérprete última de la Convención Americana».
«284. En conclusión, con base en el control de convencionalidad, es necesario que
las interpretaciones judiciales y administrativas y las garantías judiciales se apliquen
adecuándose a los principios establecidos en la jurisprudencia de este Tribunal en el
presente caso»22.
21
Corte IDH. Caso Gelman Vs. Uruguay. Fondo y Reparaciones. Sentencia de 24 de febrero de 2011
Serie C Núm. 221, párrafo 193.
22
CIDH. Caso Atala Riffo y Niñas vs. Chile., de 24 de febrero de 2012. Serie C Núm. 239, párrafos
282 y 284.
Esta perspectiva se ha reiterado uniformemente hasta el presente en muchos casos por
la CIDH23, con el objeto de que dicha obligación de concretar el control de convencionalidad
sea efectivamente desarrollada por las jurisdicciones nacionales, lo que posibilita, asimismo,
descargar a la CIDH de un cúmulo de casos que perfectamente pueden ser asumidos por los
jueces nacionales por aplicación de la Convención y de la interpretación de sus enunciados
normativos sobre derechos que ya han sido interpretados y aplicados por la CIDH, existiendo
claras líneas jurisprudenciales de ésta sobre la materia.
La obligación de aplicar el control de convencionalidad interno por el Estado-
Legislador, por el Estado-Administrador y por el Estado-Juez ya existía previamente al caso
«Almonacid Arellano vs. Chile». Lo que hace la CIDH en este caso es simplemente bautizar
la obligación de los jueces nacionales como «control de convencionalidad», que no tiene
nada de original, ya que así se llama también este control que se practica desde hace varias
décadas en Europa respecto de la Convención Europea de Derechos Humanos.
De las sentencias de la CIDH antes precisadas, pueden determinarse las obligaciones
de los jueces nacionales en términos de hacer cumplir en el derecho interno el respeto y
garantía de los derechos humanos convencionalmente asegurados contra toda norma interna
que los contravenga, dándole a tales derechos un efecto útil.
Pueden sintetizarse los elementos que componen el control de convencionalidad de
acuerdo al diseño establecido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en los
siguientes contenidos24:
23
Caso Heliodoro Portugal vs. Panamá. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 12 de agosto de 2008, serie C Núm. 186, párrafo 180; Caso Rosendo Radilla Pacheco vs. Estados
Unidos Mexicanos. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de noviembre
de 2009. Serie C Núm. 209, párrafo 339. Caso Manuel Cepeda Vargas vs. Colombia. Excepciones Preliminares,
Fondo y Reparaciones. Sentencia de 26 de mayo de 2010. Serie C Núm. 213, párrafo 208, nota 307; Caso
Comunidad Indígena Xákmok Kásek vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de agosto
de 2010. Serie C Núm. 214, párrafo. 311; Caso Fernández Ortega y Otros vs. México. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de agosto de 2010. Serie C Núm. 215, párrafo 234; Caso Cabrera
García y Montiel Flores vs. México. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26
de noviembre de 2010; Caso Gelman Vs. Uruguay. Fondo y Reparaciones. Sentencia de 24 de febrero de 2011
Serie C Núm. 221, párrafo 193. Caso López Mendoza vs. Venezuela. Sentencia de 1 de septiembre de 2011
fondo, reparaciones y costas, párrafo 226. Caso «Atala Riffo y niñas vs. Chile», Sentencia de 24 de febrero de
2012
24
HUMBERTO NOGUEIRA ALCALÁ, El Control De Convencionalidad Y El Diálogo
Interjurisdiccional Entre Tribunales Nacionales Y Corte Interamericana De Derechos Humanos Artículo parte
del Proyecto de Investigación Fondecyt Regular Núm. 1110016- 2011 sobre «Análisis de las sentencias del
Tribunal Constitucional sobre utilización del derecho constitucional extranjero y del derecho internacional de
los derechos humanos y sus implicancias para el parámetro de control de constitucionalidad» del cual el autor
es investigador principal. ReDCE. Año 10. Núm. 19. Enero-junio/2013. Págs. 221-270.
1. Todos los órganos del Estado-Parte, incluidos los jueces de todos los niveles están
obligados a velar porque los efectos de la Convención no se vean mermados por la aplicación
de leyes contrarias a su objeto y fin, concretando un control de convencionalidad de las
normas jurídicas internas.
2. Este control de convencionalidad deben realizarlo los jueces nacionales y los demás
órganos estatales ex officio, otorgándole un efecto útil que no sea anulado por aplicación de
leyes contrarias a objeto y fin.
3. En dicho control debe tenerse en consideración no sólo el tratado sino la
interpretación que de éste ha realizado la Corte Interamericana como su intérprete auténtico
y final.
4. El control de convencionalidad se ejerce por cada órgano estatal y por los jueces
dentro de sus respectivas competencias y las regulaciones procesales vigentes.
6.4.2 Clases de Control de Convencionalidad.
Son dos las clases de control que se ejerce según los parámetros anteriores el primero
es el concentrado, realizado por la Corte IDH y el segundo es el difuso, realizado por todos
los jueces internos de un Estado parte de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(en adelante CADH o Pacto de San José).
En el primero, el examen de la Corte IDH no se ocupa de la legislación doméstica,
sólo escruta si la misma transgrede la Convención Americana sobre Derechos Humanos (y
otros tratados), y si advierte esa falencia, así se lo hace saber al país infractor para que
modifique los actos ejecutados por cualquiera de sus tres poderes. Ello a fin de evitar que el
Estado incurra en responsabilidad estatal internacional.
Cuando la Corte IDH dispone que se violó la convención en un caso en concreto, tal
pronunciamiento es vinculante, [arts. 62.3 y 68.1 del Pacto de San José] y el Estado está en
la obligación de adaptar y modificar el derecho interno, incluso la propia Constitución. Caso
“La última tentación de Cristo” (párrafos 85 sig.) En ese sentido no hay una abrogación
automática del precepto local, sino que el país debe cumplir con el pronunciamiento de la
Corte.
Y que pasa con las sentencias que han sido pronunciadas por los jueces internos,
cuando la Corte IDH condena al Estado por violación de derechos, no obstante la cosa
juzgada da firmeza a las resoluciones internas de un país, y no se puede modificar la
Jurisdicción Internacional no puede entrar a conocer asuntos internos pues su competencia
está delimitada a conocer violaciones de derechos humanos consagrados en el Pacto de San
José y otros tratados que le dan competencia contenciosa debido al carácter subsidiario del
sistema regional del protección, sin embargo la Corte IDH sostiene que solo por vía
excepcional, cuando se afectan derechos de individuos protegidos por la CADH y se
demuestra que existe una casual de cuestionamiento de la cosa juzgada puede ocuparse de
examinar los respectivos procesos internos, como sucedió en los Casos Acevedo Jaramillo y
otros vs. Perú, sentencia 7 febrero 2006 y caso Masacre de Mapiripán vs. Colombia, sentencia
15 septiembre 2005.
De lo anterior resulta necesario determinar los actos que están bajo el objeto de
control Convencional concentrado y en ese sentido la Corte IDH debe confrontar las
circunstancias internas, tales como actos administrativos, leyes, resoluciones judiciales, etc.,
con las normas de la Convención y resolver si existe congruencia entre aquéllos y éstas.
El control de convencionalidad concentrado, reside en la necesidad de apreciar la
racionalidad, oportunidad, necesidad, pertinencia y proporcionalidad de determinados
hechos desde la perspectiva de los derechos humanos.
El control de convencionalidad concentrado también permite realizar un control en
abstracto, es decir la posibilidad de que un tribunal analice el contenido normativo, incluso
ex officio, bastando con que la ley esté vigente aun y cuando no se haya aplicado.
Anteriormente ha habido criterio jurisprudencial de la Corte IDH de que no podía realizar
ese control en abstracto, sin embargo, hay un cambio de jurisprudencia y ahora, desde el caso
El Amparo contra Venezuela, en el voto disidente del Juez Cançado Trindade de septiembre
de 1996, en el que considera que no es necesario esperar a la ocurrencia de un daño para que
se demande ante la Corte la vulneración de la Convención25.
Respecto del segundo, el control difuso de convencionalidad les ha sido conferido a
los jueces de las cortes internas y ha sido establecido por la Corte IDH Corte IDH, entre otros
25
El control de convencionalidad en abstracto también ha sido retomado como Corte IDH a partir del
caso Suárez Rosero vs. Ecuador, sentencia del 12 nov. 1997 y caso Castillo Petruzzi vs. Perú, sentencia de 30
mayo de 1999, ha sostenido el criterio de que puede haber infracción al Pacto de San José aun cuando el
dispositivo normativo doméstico no haya sido aplicado en un asunto concreto.
casos, en la sentencia del caso “Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros)
c/. Perú” de 24 de noviembre de 2006 –reiterada en el caso “Fermín Ramírez y Raxcacó
Reyes c/. Guatemala” de 9 de mayo de 2008, considerando 63-, en el que se precisan y afinan,
parcialmente, los contornos del “control de convencionalidad”, al estimar, en el considerando
128, lo siguiente: “Cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional como la
Convención Americana, sus jueces están sometidos a ella, lo que les obliga a velar porque
el efecto útil de la Convención no se vea mermado o anulado por la aplicación de leyes
contrarias a sus disposiciones, objeto y fin. En otras palabras, los órganos del Poder Judicial
deben ejercer no sólo un control de constitucionalidad, sino también de convencionalidad
ex officio, entre las normas internas y la Convención Americana […]”
En ese mismo sentido se ha expresado en el Caso “Cabrera García y Montiel Flores
c/. México” de 26 de noviembre de 2010, estima que el control de convencionalidad debe ser
ejercido por “225. (…) todos sus órganos –del Estado-, incluidos sus jueces (…) Los jueces
y órganos vinculados a la administración de justicia en todos los niveles (…) los jueces y
órganos judiciales vinculados a la administración de justicia (…)”. Esta posición fue
ratificada por la Corte Interamericana en la sentencia del caso “Gelman c/. Uruguay” de 24
de febrero de 2011.
En ese orden de ideas el Poder Judicial debe ejercer una especie de ´control de
convencionalidad´ entre las normas jurídicas internas, que aplican a los casos concretos y la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, además debe tenerse en cuenta no solo el
Tratado sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte IDH, intérprete
última de la Convención.
En la jurisdicción interna no solo basta con hacer un análisis puramente constitucional
de la cuestión litigiosa, sino que debe también tenerse en cuenta las obligaciones que tiene el
Estado conforme al Pacto de San José.
6.4.3 Fundamento Normativo Internacional del Control de Convencionalidad
Las consideraciones de la jurisprudencia y los tratados para la realización del control
de convencionalidad tienen su fundamento en la Convención de Viena sobre el Derecho de
los Tratados (art. 26), el Estado debe cumplir de buena fe con sus obligaciones
convencionales y no puede invocar disposiciones de su derecho interno como justificación
para el incumplimiento de dichas obligaciones convencionales [art. 27] [Pacta sunt
servanda].
Las Corte IDH en la sentencia del caso “Almonacid Arellano y otros contra el
Gobierno de Chile” de 26 de septiembre de 2006, en el considerando 125 la Corte IDH indicó
que el “Control de Convencionalidad” tiene sustento en el Principio de la Buena Fe que
opera en el Derecho Internacional, en el sentido que los Estados deben cumplir las
obligaciones impuestas por ese Derecho de buena fe y sin poder invocar para su
incumplimiento el derecho interno, regla que se encuentra recogida en el artículo 27 de la
Convención de Viena sobre los Tratados.
Por otra parte, el artículo 1.1 de la Convención Americana dispone que los Estados
partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos
en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción,
sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones
políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento
o cualquier otra condición social.
Por su parte, el artículo 2 de la Convención establece que si en el ejercicio de los
derechos y libertades mencionados en el artículo 1 no estuviere ya garantizado por
disposiciones legislativas o de otro carácter, los Estados partes se comprometen a adoptar,
con arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones de esta Convención,
las medidas legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos tales
derechos y libertades.
La Corte ha señalado que el deber general del Estado, establecido en el artículo 2 de
la Convención, incluye la adopción de medidas para suprimir las normas y prácticas de
cualquier naturaleza que impliquen una violación a las garantías previstas en la Convención,
así como la expedición de normas y el desarrollo de prácticas conducentes a la observancia
efectiva de dichas garantías.26
6.4.4 Parámetro y objeto de Control
¿Cuál es el parámetro de control? ¿Vamos a considerar la Constitución, más la
jurisprudencia, más las resoluciones de los Comités de Derechos Humanos, más las
26
Corte Interamericana de Derechos Humanos Caso Durand y Ugarte. Sentencia de 16 de agosto de
2000. Serie C. No. 68, párr. 137.
recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos? ¿Cuál va a ser el
parámetro del control de convencionalidad? ¿Qué es lo que va a tomar el juez como
parámetro? Al respecto, la Corte Interamericana ha dicho que será la Convención y su
jurisprudencia. Sin embargo, debe ser considerado a la luz del Corpus iuris internacional es:
• La CADH o Pacto de San José
• Protocolo de San Salvador [Protocolo sobre Derechos Económicos, Sociales y
Culturales]
• Protocolo Relativo a la Abolición de la Pena de Muerte
• Convención para Prevenir y Sancionar la Tortura
• Convención de Belém Do Pará para Erradicar la Violencia contra la Mujer
• Convención sobre Desaparición Forzada de Personas, Entre otras
• La jurisprudencia de la Corte IDH, incluyendo sus opiniones consultivas, que sirven
como criterios orientadores e interpretativos.
El Corpus Iuris Internacional que sirve de parámetro de control debe ser comparado
con el objeto de control que está constituido por la norma nacional ejemplo:
• Preceptos constitucionales y jurisprudencia constitucional.
• Preceptos legislativos o de cualquier otro carácter.
• Prácticas estaduales de cualquiera de los tres poderes.
En los Delitos de Lesa Humanidad, por ejemplo, el caso “Barrios Altos vs Perú”,
2001, el caso del Tribunal Constitucional vs Perú, de 2001 y el caso “La Cantuta vs Perú”, la
Corte IDH se comportó como un verdadero Tribunal Constitucional declarando inaplicables
en todo el país y con efecto erga omnes las leyes de amnistía dictadas en Perú. Así mismo en
el caso de la Última Tentación de Cristo contra Chile, esto es congruente con la jerarquía
supraconstitucional que se le ha conferido al Derecho Internacional de los Derechos
Humanos, de tal suerte que como ya se estableció, no solo la obligación de un control de
convencionalidad difuso por parte de las cortes Internas de cada país al momento de juzgar
sobre un caso en concreto, si no la obligación de adecuar el ordenamiento interno al Derecho
Internacional de los Derechos Humanos.
Un último aspecto que mencionar para ejercer el control difuso de convencionalidad
es el criterio establecido por CANCADO TRINDADE, dice que para que una norma
convencional pueda ser auto aplicable es necesaria la conjugación de dos condiciones. La
primera de ellas consiste en el hecho que la norma conceda al individuo un derecho
claramente definido y exigible ante un juez; y la segunda que sea suficientemente específica
para poder ser aplicada judicialmente en un caso concreto, operado per se sin necesidad de
un acto legislativo o medidas administrativas subsecuentes27.
En definitiva, comparto el criterio que establece que el control de convencionalidad
es un mecanismo para establecer estándares comunes en nuestra región en materia de
Derechos Humanos. Este diálogo jurisprudencial es el reto y este reto ya lo tienen todos los
jueces del país y no se nos debe de olvidar esa palabrita mágica que está en el artículo 56 de
la Carta de Naciones Unidas que se llama efectividad.28
7- METODOLOGIA DE LA INVESTIGACION
En la metodología propuesta para este estudio se utilizó una combinación que
permitió el abordaje integral del tema de investigación, en razón de lo cual se usó un enfoque
de carácter mixto, es decir cualitativa y cuantitativa, la cual «como lo menciona Sampieri»
la meta de la investigación mixta no es reemplazar a la investigación cuantitativa ni a la
investigación cualitativa, si no utilizar las fortalezas de ambos tipos de indagación
combinándolas y tratando de minimizar sus debilidades potenciales 29. En ese sentido el
enfoque mixto de la presente investigación implicará un proceso de recolección, análisis, y
vinculación de datos cuantitativos y cualitativos para resolver el problema planteado.
7.1 Descripción del método30
27
CANCADO TRINDADE, A., Reflexiones sobre la Interacción entre el Derecho Internacional y el
Derecho Interno en la Protección de los Derechos Humanos, Colección de Cuadernos de los Derechos
Humanos, N°. 3/95, Procuraduría de los Derechos Humanos, Guatemala, 1995, pág. 36
28
Ferrer Mac-Gregor, Eduardo, El Control de Convencionalidad y la Reforma Constitucional en
materia de Derechos Humanos, SERIE azul, Temas Internacionales, LXI Legislatura Cámara de Diputados,
CEDIP, México, 2012, pág. 26
29
Roberto Hernández Sampieri, Carlos Fernández Collado y María del Pilar Baptista Lucio.
METODOLOGIA DE LA INVESTIAGACION, 5° Edición, México D.F., Mc Graw Hill, 2010 pág. 544.
30
La palabra método deriva del prefijo griego met (meta). Ese prefijo aparece en muchos términos
académicos de las lenguas occidentales en sus diferentes significados: como “más allá” en metafísica,
metástasis, metalenguaje; como “en lugar de “en metáfora, metátesis, metonimia, metamorfosis, metempsicosis.
En combinación con el sustantivo griego odos (camino), el prefijo meta asumía otro de sus significados
principales: “con”. El compuesto método significaba por lo tanto “camino con (el cual)”. El significado en el
lenguaje ordinario griego clásico (sucesión de actos tendientes a conseguir un fin) quedo fiel a la etimología del
término que significan el camino que se sigue para alcanzar un objetivo. Según Eli de Gortari, el método es
literal y etimológicamente el camino que conduce al conocimiento. En efecto, el método es un orden, un camino.
Sin embargo, los métodos los métodos no surgen como especulaciones aisladas de la investigación de los
objetos, sino que se desarrollan conjuntamente con la investigación. Alberto Marradi, Nélida Archenti, Juan
Ignacio Piovani. Metodología de las Ciencias Sociales. Edición revisada, Buenos Aires, Cengage Learning
2011, pag.29
Se utilizaron métodos mixtos, el método deductivo- inductivo- descriptivo; la
investigación deductiva está referida a la forma de razonamiento lógico formal de pasar de
lo general a lo particular. El cual sigue un proceso sintético analítico, es decir se presenta
conceptos, principios, definiciones, leyes o normas generales de las cuales se extraen
conclusiones31. Esto implica un análisis de los elementos generales y abstractos como
normas, principios y valores que afectan directa o indirectamente la aplicación tanto del
control de constitucionalidad como de convencionalidad; por otra parte también los criterios
jurisprudenciales establecidos por la Sala de lo Constitucional y la Corte Interamericana de
Derechos Humanos respectivamente y el uso que de ellos realicen los tribunales internos en
los distintos procesos para garantizar satisfacer derechos fundamentales reconocidos y
protegidos tanto por la Constitución como por la Convención sobre Derechos Humanos. Por
otra parte, la investigación Inductiva Hipotética, inspirada en el método inductivo, está
referido al movimiento del pensamiento que va de los hechos particulares a las afirmaciones
de carácter general. Esto implica pasar de los resultados obtenidos de observaciones y
experiencias, no se trata de un acto mecánico sino de una fundamentación teórica y esto
conlleva a un salto en el conocimiento buscando la comprensión más profunda del fenómeno
en estudio. El método descriptivo que consiste en la observación actual de los hechos,
fenómenos y casos se sitúa en el presente, pero no solamente se limitan a la simple
recolección y tabulación de datos, sino que hace la interpretación y el análisis imparcial de
los mismos32.
7.2 Población y Muestra
7.2.1 Población:
El propósito del estudio fue determinar las implicaciones jurídicas que genera la
aplicación del Control de Constitucionalidad y de Convencionalidad por los Tribunales de
primera Instancia en la Zona Oriental del El Salvador a la luz de la normativa y jurisprudencia
nacional e internacional vigente. Para lograr el propósito anterior nos trazamos una serie de
pasos que nos llevaron a lograr ese fin y en primer lugar Identificar los criterios
jurisprudenciales y doctrinarios emitidos por la Sala de los Constitucional de la Corte
31
Lara Muñoz, María Ercilia, Fundamentos de Investigación, un Enfoque por Competencias, México
D.F., Alfaomega, 2011, pág. 70
32
Ibíd. Pág. 70
Suprema de Justicia de El Salvador sobre el Control de Constitucionalidad que debe
realizarse por los tribunales internos; en segundo lugar, Identificar los criterios
jurisprudenciales y doctrinarios emitidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos
sobre el Control de Convencionalidad que debe realizarse por los tribunales internos; en
Tercer lugar, Caracterizar los problemas jurídicos que genera la aplicación del Control
de Constitucionalidad y Convencionalidad en sede judicial en el país y en cuarto lugar
Proponer una lista de Criterios en la Aplicación del Control de Constitucionalidad y de
Convencionalidad para ser utilizado por los tribunales internos del país. Para los cuatro
objetivos se diseñará una cédula o guía dividida en categorías que permitan realizar una
entrevista semiestructurada de tal forma que estén dirigidas a un tipo de actor involucrado:
los Especialistas en el área del Derecho Constitucional y Derechos Humanos, nacionales y
extranjeros que son los que conocen las consecuencia e incidencia que conlleva la aplicación
del Control Constitucionalidad y el Control de Convencionalidad. Para profundizar en dichos
objetivos, además se diseñará una cédula o guía estructurada dividida en categorías que
permitan realizar una Encuesta semi-abierta, la cual será dirigida al segundo de los actores
involucrados en esta investigación los cuales son los Jueces de los tribunales de primera
instancia de la Zona Oriental de El Salvador. Para profundizar en los primeros dos objetivos
se realizó un Análisis Normativo (Constitución de El Salvador y Convención Americana de
Derechos Humanos) y Jurisprudencial de los fallos emitidos por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos y la Sala de lo Constitucional de El Salvador; así mismo se realizó una
Revisión Bibliográfica para hacer un acercamiento teórico del problema. Aplicamos las
técnicas de estudio de casos y análisis normativo y jurisprudencial, analizando la
jurisprudencia y normativa nacional y del derecho comparado.
7.2.2 Muestra
El procedimiento que se utilizó para determinar la muestra en la presente
investigación fue desarrollado de la siguiente forma: respecto a los Especialistas en el área
del Derecho Constitucional y Derechos Humanos, nacionales y extranjeros se realizó la
Muestra por Expertos33, en este caso fue necesaria la opinión de individuos expertos en el
tema del Control constitucionalidad y el Control de Convencionalidad, por lo que se recurrió
33 Roberto Hernández Sampieri, Carlos Fernández Collado, Pilar Baptista Lucio. Óp. Cit. Pág. 397.
a una muestra de este tipo por ser especialistas en el área, y son los que conocen las
consecuencia e incidencia que conlleva la aplicación de dichos controles en el ámbito
jurídico, por lo que se ven involucrados directamente al tema de investigación.
Los especialistas en el Derecho Constitucional y Derechos Humanos también son
personas que participan directamente en la aplicación del control de Constitucionalidad y de
Convencionalidad, sin embargo estos desde el plano analítico y teórico, pero que son los que
nutren de criterios a los jueces que son los otros sujetos que participan en la investigación
porque son los que en un momento dado resuelven y aplican directamente el control difuso
tanto de constitucionalidad como de Convencionalidad, aplicando los criterios jurídicos de
los Especialistas en el área de Derechos Humanos y de la Sala de lo Constitucional y la Corte
Interamericana de Derechos humanos han establecido.
En este caso se entrevistarán especialistas nacionales los cuales se pretenderá que
sean tres de los cinco Magistrados de la Sala de lo Constitucional; y en el Caso de los
especialistas extranjeros se pretende que sean 1. El Doctor Sergio García Ramírez y 2. El
Doctor Pedro Nikken, ambos Ex-presidentes de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, 3. El Doctor Manuel Ventura Robles, actual Juez de la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos. Los especialistas extranjeros además de ser entrevistados por su
calidad de especialistas en Derechos Humanos también fueron seleccionados por muestreo
oportunista34 dado que el día cinco de junio del año dos mil quince se encontrarán en El
Salvador por su participación como ponentes en el III Congreso Internacional de Derecho
denominado: “Sistemas Nacionales e Internacionales de Protección de los Derechos
Humanos”, promovido por la Universidad Gerardo Barrios exponiendo precisamente los
temas: “El Control de Convencionalidad”, “La Progresividad de los Derechos Humanos a
través de los sistemas de protección”, “La jurisprudencia de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos en materia ECOSOC”, respectivamente, quienes serán abordados con
posterioridad a sus respectivas participaciones en el congreso
Por otra parte, en el caso de los Jueces de Primera Instancia de la Zona Oriental, se
seleccionarán a la totalidad de Jueces de Primera Instancia de la Zona Oriental de El Salvador,
tal como se menciona en la lista que se presenta a continuación.
34 Alberto Marradi, Nélida Archenti, Juan Ignacio Piovani. Óp. Cit. pag.198
Tabla 1, Participantes
Especialistas Jueces
1. El Doctor Sergio Juzgado de Primera Instancia de Jiquilísco.
García Ramírez, Ex-
Juzgado de Primera Instancia de Berlín.
presidente de la Corte
Juzgado de Primera Instancia de Santiago de María
Interamericana de Derechos
Humanos Juzgado de Primera Instancia de Jucuapa.
Miguel
35
Ibídem. Flacso: “Entrevista focalizada” en Diccionario Unesco de Ciencias Sociales. pág. 59
36
Hernández Sampieri, Roberto, Collado Carlos Fernández y Baptista Lucio María del Pilar. Óp. Cit.
Pág. 418
37
Leonor Buendía Eisman, María Pilar Colás Bravo, Fuensanta Hernández Pina. Métodos de
Investigación en Psicopedagogía. Madrid, Mc Graw Hill, 1998, Pág. 128
concentrado como difuso, mediante una guía o cedula de entrevista semiestructurada sobre
las categorías: Control de Constitucionalidad, Control de Convencionalidad, Derechos
Humanos, interpretación conforme, criterios de aplicación jurisprudencial, doctrinario y
normativo de los Controles de Constitucionalidad y Convencionalidad, conflicto de
Controles, procedimiento de aplicación.
Estudio de casos.
Es una técnica centrada en el examen de suceso, acontecimientos o incidentes de una
persona o personas. Un caso equivale al estudio de una situación personal, o de grupos,
familias, comunidades38.No obstante es una técnica muy criticada porque las conclusiones
sobre una situación particular difícilmente se podrían generalizar, pero las conclusiones a que
se llegue no necesariamente son para generalizar, pues tiene su propia bondad. Niño Rojas
citando a Sabino plantea que para superar lo anterior debe considerarse tres estrategias 39:
a) Buscar casos típicos
b) Seleccionar Casos extremos
c) Tomar casos marginales
En el mismo sentido se expresan Alberto Marradi, Nélida Archenti, Juan Ignacio
Piovani en su obra: Metodología de las Ciencias Sociales citando a Stake (1994:236) cuando
sostiene que los Estudios de caso no se trata de una opción metodológica sino de la elección
de un objeto de estudio; por lo que ellos plantean que es el interés en el objeto lo que define
y no el método que se utiliza. Por lo que cualquier unidad de análisis puede convertirse en
ese objeto (el caso), el cual se puede tratar tanto de una unidad individual como colectiva-
una persona, una situación, una empresa, un programa, una política, una comunidad, un
sistema, un país. Una vez identificado el objeto, en él se concentra toda la atención
investigativa orientada a un análisis intenso de sus significados con la intención de
comprenderlo en su especificidad más que buscando una generalización 40. En el área del
derecho este método casuístico ha tenido mayor desarrollo en el Common Law O Derecho
38
Niño Rojas, Víctor Miguel. Metodología de la Investigación Diseño y ejecución. Ediciones de la U,
Bogotá, 2011, pág. 38
39
Ibíd.
40
Alberto Marradi, Nélida Archenti, Juan Ignacio Piovani. Óp. Cit. Pág. 214
Anglosajón41, por lo que en esta técnica se realizó un estudio analítico de la jurisprudencia
nacional y jurisprudencia comparada en las que se dio tratamiento a los conflictos que se
suscitan producto del uso de las Técnicas de Reproducción Humana Asistida, permitiendo
establecer los fundamentos y motivaciones fácticas y jurídicas de dichas resoluciones,
describiendo el procedimiento aplicado a cada caso en concreto, los tipos de soluciones, los
criterios jurídicos utilizados. Para tal propósito, en la presente investigación, el objeto42
fueron en principio los casos emblemáticos de las sentencias en la materia que tiene
vinculación jurídica directa con el problema planteado y con El Salvador, emitidas por la
Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y de las sentencias emitidas por la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, por lo que el instrumento a utilizar en esta
técnica será el análisis documental de dichas sentencias y de los documentos que contengan
comentarios, críticas y análisis de las mismas, sin perjuicio del estudio de otros casos
similares en la jurisprudencia internacional o derecho comparado.
41
En el derecho anglosajón o Common Law, que tiene como fuente de derecho prioritaria los
precedentes judiciales, es decir, las resoluciones que anteriormente los jueces han dictado sobre casos similares
a los nuevos que se presentan, ha tenido predominio, como método de estudio, la casuística, el case system o
case method, método del caso. En los Estados Unidos desde la época colonial se ha estudiado el derecho
mediante la lectura y el análisis de decisiones judiciales. Por 1810 ya empezaron a utilizarse los casebooks o
libros de casos en la enseñanza del derecho, que se hacía en los buffets particulares. Se atribuye a Langdell,
profesor de la Universidad de Harvard desde 1870 hasta 1900, un carácter decisivo en la instauración del
método. En los últimos años del siglo pasado y principios del presente, se consolidó en los Estados Unidos el
"método de los casos" como sistema de estudio del derecho. El predominio del método de estudio casuístico
llevó consigo un gran crecimiento de la aparición de los casebooks. Se sabe que en los años inmediatamente
posteriores a la segunda guerra mundial se publicaba un centenar cada año. Además, existen casebooks
mimeografiados que los profesores utilizan en sus cursos. En el estudio6 de los casos el estudiante se ve inmerso
desde el principio en las diversas complicaciones propias de los procesos y de la interpretación y aplicación del
derecho. César Vaca Sánchez. CASUISTICA Y JURISPRUDENCIA. Revista Jurídica de la Facultad de
Jurisprudencia y Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Sitio Web:
http://www.revistajuridicaonline.com/index.php?option=com_content&task=view&id=337&Itemid=94.
Visto la última vez: 17 de diciembre de 2013.
42
El objeto se puede abordar desde diferentes métodos y con diversas técnicas de recolección de datos
y análisis (observación, entrevistas en profundidad, análisis documental, análisis de datos estadísticos, sondeos)
Ibídem pág. 214
43
Bajo esta modalidad, el estudio de las resoluciones jurisdiccionales aparece subordinado, como un
apéndice, del análisis y explicación de las disposiciones legales. No se estudia el caso, es decir, no se emplea el
método casuístico, ni se revisan las alternativas de aplicación de los preceptos legales a la situación de hecho.
No se reproduce el proceso que históricamente se da en la realidad, donde las normas jurídicas y el derecho
todo, es un instrumento o medio de resolución de los casos de la vida práctica, donde el derecho está al servicio
de la vida del hombre, sino que, al contrario, "la vida social", la "actividad" humana del caso, aparece al servicio
de la explicación normativa. César Vaca Sánchez. CASUISTICA Y JURISPRUDENCIA. Óp. Cit.
En esta técnica se realizó un estudio analítico de la normativa jurisprudencial
nacional y comparada en las que se han aplicado los Controles de Constitucionalidad y de
Convencionalidad, estableciendo los fundamentos filosóficos y jurídicos de dichas normas y
resoluciones, haciendo un estudio descriptivo de la validez y eficacia de las mismas a la luz
de los principios y valores jurídicos con un enfoque de Derechos Humanos, aplicado los
distintos métodos y teorías de interpretación y argumentación jurídica, utilizados por los
juristas, legisladores y jueces para dar los distintos tipos de soluciones y los criterios
jurídicos utilizados para el análisis, creación y aplicación de las mismas, por lo que se
examinaróm la normativa salvadoreña vigente (derecho interno e internacional) y su vínculo
con los Controles objeto de esta investigación, a fin de ofrecer propuestas de solución a la
problemática en cuestión y establecer un procedimiento a seguir determinando las categorías
o elementos que deben analizar los jueces al momento de aplicar dichos controles los cuales
deberán estar contenidos en una lista de Criterios en la Aplicación del Control de
Constitucionalidad y de Convencionalidad para ser utilizado por los tribunales internos del
país.
Revisión Bibliográfica44.
Es una técnica de revisión y registro de documentos que fundamenta el propósito de
la investigación y permite desarrollar el marco teórico, que se escribe en el tipo de
investigación explorativa, descriptiva, etnográfica, teoría fundamentada, pero que aborda
todo paradigma investigativo (cualitativo, cuantitativo y/o multimétodo) por cuanto hace
aportes al marco teórico y/o conceptual. Esta técnica se utilizó para enriquecer la parte teórica
descriptiva de la investigación, haciendo un estudio analítico de los artículos de opinión,
44
La revisión bibliográfica comprende todas las actividades relacionadas con la búsqueda de
información escrita sobre un tema acotado previamente y sobre el cual, se reúne y discute críticamente, toda la
información recuperada y utilizada. Su intención va más allá del simple hojear revistas para estar al día en los
avances alcanzados en una especialidad, o de la búsqueda de información que responda a una duda muy
concreta, surgida en la práctica asistencial o gestora. El investigador desea una perspectiva completa sobre el
saber acumulado respecto a un tema, y para alcanzarlo deberá desplegar una estrategia eficiente, entendiéndose
como tal, aquélla que le garantice recuperar el mayor número de documentos esenciales relacionados con su
investigación. Carlos Rojas Sifuentes. ¿Qué es la Revisión Bibliográfica? FILOSOFIA, CIENCIA E
INVESTIGACION CIENTIFICA, martes 8 de mayo del 2012. Sitio Web:
http://filocien.blogspot.com/2012/05/que-es-la-revision-bibliografica.html . Visto por última vez: el 17 de
diciembre de 2013
libros doctrinarios sobre filiación, técnicas de reproducción humana asistida, bioética y
derecho entre otros, haciendo un acercamiento teórico al problema planteado.
7.3.2 Instrumentos
7.3.2.1 Guía de Entrevista Semiestructurada:
La presente guía semiestructurada está dividida en siete categorías de análisis de las
cuales se desprenden las interrogantes que se le realizaron a los Especialistas en Derechos
Humanos o Derecho Constitucional.
Tabla 2. Categorías.
Control de Constitucionalidad ¿Qué es el control de constitucionalidad?
Control de convencionalidad ¿Qué es el control de Convencionalidad?
Derechos Humanos ¿Qué papel juegan los derechos humanos al
momento de aplicar el control de constitucionalidad
o convencionalidad?
¿Qué derechos humanos se ven afectados?
¿Es lo mismo hablar de un tratado de derechos
humanos a un tratado comercial o que no tenga
relación directa con los derechos humanos?
Interpretación Conforme ¿Qué es la interpretación conforme?
¿Quién debe hacer la interpretación conforme?
¿En qué casos se debe hacer?
¿Cuáles son los criterios o aspectos que se tiene que
considerar para hacerla?
¿Cuál es el parámetro de control?
¿Cuáles son los objetos de control?
Criterios de aplicación ¿Cuáles son los criterios de aplicación
jurisprudencial, doctrinario y jurisprudenciales, doctrinarios y normativos del
normativo de los Controles de control de Convencionalidad?
Constitucionalidad y ¿Cuáles son los criterios de aplicación
Convencionalidad jurisprudenciales, doctrinarios y normativos del
control de Constitucionalidad?
Conflicto de Controles ¿Considera que puede haber conflicto entre el
control de constitucionalidad y el control de
convencionalidad? ¿Qué hacer cuando haya
conflicto entre tratado y constitución?
¿Cuál debe prevalecer?
Procedimiento de Aplicación ¿Cuál debe ser el procedimiento de aplicación?
Para conocer cuáles fueron las preguntas, Ver la cedula de entrevista en anexos.
8 ANALISIS Y PROCESAMIENTO DE LOS RESULTADOS
8.1 Procesamiento de Datos
Para el procesamiento de los datos se utilizaron diversas fuentes de recopilación de
información las cuales posteriormente fueron filtradas y revisadas para lograr una mejor
aproximación a los controles que ejercen la sala de lo Constitucional en sus resoluciones, que
criterios son los que aplica y si dichos criterios son seguidos por los juzgados de primera
instancia, como es realizado dicho control por los juzgadores y como es percibido en las
resoluciones.
1. Derechos Humanos
2. Interpretación Conforme
4. Conflicto de Controles
5. Procedimiento de Aplicación
De los datos recabados en las entrevistas a jueces podemos afirmar que las
implicaciones jurídicas son muchas entre ellas mencionaremos que:
a) El primer resultado a destacar es que en las entrevistas se tiene que los jueces
entrevistados afirman realizar el Control de Constitucionalidad en sus resoluciones
(entrevistas del 1 al 5), y de las respuestas a pregunta 5 y pregunta 9, se tiene que si realizan
un Control de Constitucionalidad siendo que en el juzgado de Primera Instancia de
Chinameca: Se realiza en forma difusa45 dado que para el juzgador está limitada a esa forma
de control, si se hace en esa forma los efectos son inter partes según lo establecido en el
artículo 185 de la constitución pero que esta forma de resolver está supeditada por el juzgador
por el artículo 77 de la ley de Procedimientos constitucionales y si es en forma concentrada
O sea la que realiza la sala de lo constitucional sólo se hace aplicando la sentencia respectiva.
Mientras que el Juzgado de San Francisco Gotera, Morazán solo dijo que si los
realizaba sin especificar el cómo.
El Juzgado de lo Civil de Santa Rosa de Lima en cambio primero Analiza las leyes
aplicables al caso que no sean contrarias a la constitución.
De manera conjunta podemos decir que no hay una línea de decisión entre los
diferentes juzgados, pero que de alguna medida; ya sea por control difuso, ya sea observando
las resoluciones de la Sala de lo Constitucional, a través del análisis de las leyes aplicables,
todos los juzgados afirman que realizan un cierto control, si es cierto que realizan un examen
previo de la cuestión y si dicho caso afecta derechos humanos es importante que sus criterios
sean plasmados en sus resoluciones, para fundamentar sus fallos, verbigracia de su
motivación.
45
El control difuso lo que se realiza es la inaplicación por parte de un juez de una disposición por
considerarse que violenta la supremacía de la Constitución
En el Juzgado de San Francisco Gotera, Morazán, dicho Control de constitucionalidad
realiza este control Basado en tipología del proceso que se ventila, pero no menciona como
realiza dicha fundamentación.
El Juzgado de San Francisco Gotera, Morazán, señala que ellos aplican los parámetros
del Control de Convencionalidad que han sido determinados por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, aplicando: “El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la
Convención Interamericana de Derechos Humanos y otros.
46
N. A. La explicación entre corchetes es nuestra y se incluye con el propósito de dar un mejor sentido
de lectura.
47
Ib. Ídem.
En cambio, el Juzgado de San Francisco Gotera, Morazán, señala que con ellas se
garantizan los principios constitucionales, se les da aplicabilidad a los beneficios del debido
proceso.
El Juzgado de lo Civil y Mercantil de San Miguel señala que las implicaciones de sus
sentencias son 3, A) mejor fundamentación de la sentencia. B) facilidad del control
jurisdiccional y los recursos. C) facilita el cumplimiento de la sentencia.
Y por último el Juzgado de Primera Instancia de Jiquilísco a esta pregunta señala que
se hacen valer los derechos de defensa de respuesta y contradicción.
Cuando se le pidió a cada uno que jerarquizaran dichas implicaciones jurídicas que
se generan se tiene que
Lo que genera la duda ¿En caso de conflicto de alguno de ellos cual debe prevalecer?
A lo cual cuatro de los entrevistados señalaron que si debe de haber una jerarquía ¿Por qué?
Porque primeramente bajo nuestro sistema jurídico la Constitución es la que tiene primacía
pero hay que tener en cuenta algún asunto que el Estado haya sometido a instancias
internacionales, también para [respetar] el debido proceso siempre debe de prevalecer la
norma más favorable y en el caso nuestro prevalece la Constitución siguiendo el artículo 144
de la constitución, y para el Juzgador de Primera Instancia de Jiquilísco siempre prevalece el
control constitucional sobre el control convencional.
Solo el Juez de lo Civil de Santa Rosa de Lima no cree que deba existir conflicto
alguno entre ellos ¿Porque? Pues en su opinión ambos se concatenan entre sí.
Las consecuencias serían varias Para el Juez de Chinameca una de ellas sería que
partiendo que no se hizo un buen análisis admitió pudiera haberse sometido alguna condena
por no haber hecho la aplicación correcta en cuanto a una u otra sea está la convencionalidad
y constitucionalidad, Para el Juzgador de San Francisco Gotera, se estaría ante una nulidad
absoluta de cualquier sentencia que no lleve este tipo de fundamento.
Mientras que para el Juzgado de lo Civil y Mercantil habría dos consecuencias
Por lo cual se observa que tal como se ha dicho en respuestas anteriores los juzgadores
hacen el análisis porque ello les ayuda a motivar y fundar sus resoluciones, tanto de las
normas fundamentales nacionales e internacionales como son la Constitución, Tratados y el
Corpus Iuris.
Por lo que se les pregunto a los jueces ¿En qué orden jerárquico importancia deben
de considerarse en las resoluciones? El Juzgador de Primera Instancia de Chinameca hace
ver que hay que respetar la supremacía de la Constitución de la República, con atención en
que dicho asunto no esté reservado o protegido por Derechos Humanos o que de alguna
manera pudieran tener protección con recomendaciones ya sea de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos o la Corte de Derechos Humanos, pero en todo caso
el interesado deberá agotar las instancias internas.
Solo el Juez de lo Civil de Santa Rosa de Lima por que no respondió la respuesta
anterior no contesto esta pregunta
Por lo que se observa que para la gran mayoría si debe de haber un orden jerárquico
fundado en la disposición del Art. 144, de la Constitución de la Republica.
Los artículos 144 y 145 Cn. Establecen ese carácter infra constitucional y supra legal,
estableciendo como ya menciónalos la posibilidad de declarar la inconstitucionalidad de un
tratado de modo general y también la inaplicabilidad del mismo. Esta temática ha sido
abordada por el Tribunal Constitucional Salvadoreño que según la Constitución vigente de
1983 con sus respectivas reformas (en 1991, 1992, 1994, 1996, 1999, 2000, 2003, y 2009),
le corresponde a la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (en adelante la
Sala), tribunal que por disposición constitucional se le atribuye la exclusividad del control de
constitucionalidad según lo establece el artículo 174 y el 183 ambos de la Cn., en ellos se le
atribuye el conocimiento de los procesos de amparo, habeas Corpus y el de
Inconstitucionalidad, respecto del último, la Sala en materia de objeto de control
constitucional respecto de leyes, decretos y reglamentos, ha estimado que lo mismo se aplica
en los casos de decretos ejecutivos y de ordenanzas municipales que no son leyes en sentido
formal, de lo anterior puede colegirse que la acción de inconstitucionalidad puede
promoverse contra todo tipo de disposiciones siempre que revisten un carácter de
generalidad.
48
Bertrand Galindo, F., Manual de Derecho constitucional, Tomo I, Centro de Información Jurídica,
Ministerio de Justicia, San Salvador, 1996, pág. 66.
9.4 Análisis de Sentencias emitidas por el ordenamiento interno.
En tal sentido la Sala ha ampliado el objeto de control al establecer: “Para el tribunal,
la lista de fuentes a que se refiere tanto el art. 183 Cn. como el art. 2 L. Pr. Cn. no es taxativa,
sino que hace referencia a cualquier disposición general o con fuerza de ley: “Sin entrar a
la discusión sobre si la denominación ‘Acuerdo’, empleada respecto al acto impugnado, es
o no es aplicable a los reglamentos, tal denominación puede reputarse equivalente para los
efectos de lo dispuesto en el artículo 183 Cn. (…); pues en realidad, lo que está estableciendo
dicha norma es la atribución y potestad del tribunal mencionado [la SC], para declarar la
inconstitucionalidad de toda disposición normativa de carácter general o con fuerza de ley,
independientemente de cómo se les llame en cada caso, sin que las denominaciones
empleadas – leyes, decretos y reglamentos– implique en modo alguno la exclusión de otras,
tales como ordenanzas, acuerdos, etc., siempre que tuvieren el contenido normativo antes
indicado” 49
En el mismo sentido ha aclarado que “…el objeto de control en esta clase de proceso
son proposiciones jurídicas de carácter general y abstracto: “en el derecho comparado, las
expresiones ‘ley’, ‘decreto’ y ‘reglamento’ muestran un carácter polisémico, determinado
por posturas ideológicas o construcciones teóricas propias de cada nación; y en nuestro
país, las mismas se han utilizado indistinta –o aun confusamente– para designar diversas
manifestaciones de la potestad normativa; por lo que es indispensable plantearnos el
problema como propio y particular del ordenamiento jurídico salvadoreño. Al respecto, esta
Sala está convencida que el uso de tales vocablos –ley, decreto y reglamento– en los arts.
174 y 183 de la Constitución, tienen carácter esencialmente ejemplificativo –no taxativo– y
referencial, como indicativos de lo que D. Jesch denomina ‘proposiciones jurídicas’, esto es,
normas que sirven de criterio para enjuiciar en su contenido realidades concretas; o,
utilizando expresiones clásicas, reglas que pueden servir de premisa mayor en el silogismo
judicial. Los actos sujetos a impugnación a través de la pretensión de inconstitucionalidad
han de ser necesariamente, pues, leyes en sentido material; aclarando que el adjetivo se
utiliza como designación de la estructura necesaria de aquélla, generalidad y abstracción;
49
Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador, Sentencia del 16-VII-1992,
Inc. 7-91, Considerando IV.
con lo que se suscita –sólo para las disposiciones constitucionales específicamente citadas–
una identificación de ley y norma general” 50
En tal sentido también la Sala ha expuesto las razones por las cuales la sentencia de
fondo en los procesos de inconstitucionalidad no admiten recurso y están investidas de un
efecto erga omnes: “El proceso de inconstitucionalidad por su propia naturaleza, es
exclusivo de los tribunales constitucionales, en nuestro caso, la Sala de lo Constitucional,
quien tienen el monopolio de rechazo al considerar que, como resultado de la confrontación
50 50
Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador, Improcedencia del 17-I-
1995, Inc. 6-94, Considerando II.
51
Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador, sentencia de
Sobreseimiento del 3-XI-1997, Inc. 6-93, Considerando II 3.
internormativa entre el objeto de control y el parámetro de control, la disposición o cuerpo
normativo objeto de control es contraria a los preceptos constitucionales (…).
52
Sala de lo constitucional de la Corte Suprema de justicia de El Salvador, Resolución del 17-VIII-
2005, Inc.21-2004, Considerando II 1 y 2.
Ahora consiente de las facultades de la Sala e cuanto al objeto de control
constitucional y los efectos de las sentencias de inconstitucionalidad en necesario establecer
la jurisprudencia del máximo órgano en materia constitucional y los criterios que ha
establecido respecto de los tratados internacionales y la relación de estos con el ordenamiento
jurídico interno. Al respecto la Sala en referencia al artículo 144 de la Cn., en la sentencia de
inconstitucionalidad 24/97-21/98 acumuladas ha interpretado que:
“Se concluye, entonces, que los tratados internacionales no son parámetro de control
de constitucionalidad, pues no integran materialmente la Constitución ni forman con ella un
bloque de constitucionalidad.
Ahora bien, en relación con el art. 144 Cn., esta Sala dijo anteriormente en la
sentencia de 14-II-1997, dictada en el proceso de Inc. 15-96, lo siguiente: "No se trata, pues,
en el caso del art. 144 Cn., de una norma que establezca una jerarquización entre dos normas
jurídicas -tratado y ley-, sino de una norma que determina instrumentos de solución de
conflictos entre normas (...). Aunado a lo anterior, hay que tener en cuenta que, si se atiende
al texto constitucional, en la referida disposición no aparece establecido un criterio general
de prevalecencia del tratado sobre la ley (...) sino que dicha regla sólo surte efecto en caso
de conflicto, es decir, de forma excepcional".
Ahora bien, de la lectura del segundo inciso se desprenden dos ideas; la primera
consiste en darle fuerza pasiva a los tratados internacionales frente a las leyes secundarias
de derecho interno, es decir que el tratado internacional no puede ser modificado o derogado
por las leyes internas, lo cual implica que estas últimas están dotadas de fuerza jurídica o
normativa inferior.
Ello significa que, si bien el tratado internacional y las leyes internas forman parte
de la categoría "leyes secundarias de la República", dicha categoría contiene una subescala
jerárquica dentro de la cual el tratado internacional goza de un rango superior al de las
leyes de derecho interno. Por otra parte, la segunda idea que se deduce del inciso en
referencia, y que es consecuencia de la primera, consiste en señalar la prevalencia del
tratado internacional sobre la ley interna, lo cual lleva al denominado principio o criterio
de prevalencia.
Es decir que en el inciso segundo del art. 144 Cn., se ha señalado dos criterios para
resolver las antinomias que se susciten entre el tratado internacional y la ley secundaria de
derecho interno; en primer lugar, se hace referencia al criterio de jerarquía -criterio que
opera en el momento de creación del Derecho-, pero también se quiso proporcionar al
aplicador del derecho un criterio adicional, recurriendo al criterio de prevalencia -el cual
opera en el momento de la aplicación del derecho-.
53
Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de justicia de EL Salvador, sentencia de
Inconstitucionalidad 24/97-21/98 del 26 de septiembre del año dos mil.
apreciar un giro jurisprudencial , al reconocer algunos de los principio de derecho
internacional, tales como los contenidos en la Convención de Viena sobre el derecho de los
tratados en sus artículos 26 y 27, los cuales imponen al Estado la obligación de cumplir un
tratado de buena fe, y sin oponer su derecho interno como justificación de incumplimiento
de un tratado, estableciéndose la jerarquía del derecho internacional frente al derecho interno,
respecto de los tratados en relación a las leyes, señalándose claramente un criterio de
prevalencia en caso de conflicto.
En este mismo sentido se pronuncia en el fallo del cinco de septiembre de dos mil
uno que dice:
54
Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador, sentencia 18-2001del cinco
de septiembre de dos mil uno.
No obstante, lo anterior en el caso de tratados internacionales en materia de Derechos
Humanos la Sala ha reconocido un carácter especial y ha modificado su jurisprudencia al
manifestar en la sentencia de inconstitucionalidad 52-2003 lo siguiente:
Sin embargo, tal criterio jurisprudencial no debe entenderse de una manera tan
unívoca; pues, si bien los tratados internacionales no constituyen parámetro de control en
el proceso de inconstitucionalidad, la disposición constitucional que consagra su valor
jurídico y posición en el sistema de fuentes –art. 144 inc. 2° Cn. – no puede ser desatendida
por el tribunal encargado de la defensa de la Constitución.
“…, el art. 144 inc. 2° Cn. establece el régimen de respeto a un orden y sistema
jurídico, donde la jerarquía de las normas y el establecimiento de un marco constitucional
con su carácter fundamental y de regularidad jurídica suponen, por un lado, la aplicación
preferente de los tratados internacionales con respecto al derecho interno
infraconstitucional –ordenación de fuentes en sede aplicativa– al prescribir que en caso de
conflicto entre una ley y un tratado internacional, prevalecerá este último; y, por otra parte,
la resistencia del derecho internacional de derechos humanos a verse modificado por la
legislación secundaria –fuerza pasiva–, la cual opera en sede legislativa.
Ésta implica un mandato dirigido al legislador que le inhibe de emitir normativa
contraria al sentido, criterios y principios contenidos en la normativa internacional que
desarrolle derechos fundamentales; incurriendo, en caso contrario, en inconstitucionalidad
por no respetar el criterio de ordenación de fuentes prescritos por el art. 144 inc. 2° Cn.
En definitiva, el art. 144 inc. 2° Cn., conectado con la concepción personalista del
Estado –art. 1 y Preámbulo–, de la cual se deriva la regla hermenéutica en favor de la
dignidad: restringir lo limitativo y expandir lo favorable a ella, no sólo determina la fuerza
vinculante y jerarquía normativa de los tratados internacionales de derechos humanos, sino
que, además, permite proponer una apertura normativa hacia ellos.
Por tanto, debe reconsiderarse el status interno del DIDH, a partir del prisma
dignidad humana, pues con ello se preconiza una apertura a la protección efectiva de ésta.
De este modo, la integración normativa entre el Derecho Constitucional y el DIDH –por la
vía del art. 144 inc. 2º Cn. – es jurídicamente viabilizada por la coincidencia de sus objetivos.
De lo anterior podemos colegir una reevaluación por parte de la Sala sobre el status
jurídico de los tratados en materia de derechos humanos, es decir que se le da una nueva
categoría y apertura al Derecho internacional de los Derechos Humanos, reconociendo
claramente la integración normativa entre el Derecho Constitucional y el Derecho
Internacional Derechos Humanos por la vía del art. 144 inc. 2º Cn siendo esta jurídicamente
viabilizada por la coincidencia de sus objetivos respecto de la protección de la categoría de
la dignidad humana y los derechos fundamentales de la persona humana. Tal jurisprudencia
es confirmada en voto disidente de la Magistrada Dra. Victoria Marina Velásquez de Avilés
en la sentencia 311-2001 /491-2001 en la que interpreta claramente como un cambio de
jurisprudencia por parte de la Sala las consideraciones en la Sentencia anterior, en la cual en
su voto razonado hace un resumen condensado de la jurisprudencia antes expuesta
concluyendo el cambio de jurisprudencia que ha realizado la Sala respecto de la equiparación
del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y Derecho Constitucional al establecer
que:
1. En Sentencia de Inc. 24-1997, de fecha 26-IX-2000, la Sala señaló que las normas
internacionales sobre derechos humanos no son parte integrante de la Constitución, ya que
de acuerdo a su art. 246 Inc. 2°, ésta tiene supremacía sobre el resto del ordenamiento
jurídico; también dijo que conforme al Considerando I de la Ley de Procedimientos
Constitucionales, los tres procesos regulados en ella tienen como finalidad común garantizar
"la pureza constitucional de las disposiciones y actos concretos que se controlan por la
jurisdicción constitucional; además, que de acuerdo al derecho constitucional salvadoreño,
se carece de un conjunto de normas o principios que junto a las normas constitucionales, la
Sala deba tener en cuenta como parámetro para enjuiciar la legitimidad constitucional de
las normas inferiores.
En esa misma sentencia la Sala sostuvo: "la violación puede alegarse evidenciando
una contradicción normativa al Derecho Internacional de los Derechos Humanos, y no a
toda la gama de instrumentos jurídicos internacionales ajenos al sustrato ideológico que
ampliamente comparten los primeros con la Constitución. Ésta –en integración con los
instrumentos internacionales que consagran y desarrollan derechos humanos– dirigen sus
ámbitos de vigencia efectiva hacia un mismo sustrato axiológico: la dignidad humana y el
catálogo de los derechos fundamentales que desarrollan los valores inherentes a su
personalidad: dignidad, libertad e igualdad. -- En definitiva, el art. 144 inc. 2° Cn.,
conectado con la concepción personalista del Estado –art. 1 y Preámbulo–, de la cual se
deriva la regla hermenéutica en favor de la dignidad: restringir lo limitativo y expandir lo
favorable a ella, no sólo determina la fuerza vinculante y jerarquía normativa de los tratados
internacionales de derechos humanos, sino que, además, permite proponer una apertura
normativa hacia ellos."
En ese orden de ideas, sostuvo además: "debe reconsiderarse el status interno del
Derecho Internacional de Derechos Humanos –DIDH–, a partir del prisma dignidad
humana, pues con ello se preconiza una apertura a la protección efectiva de ésta. De este
modo, la integración normativa entre el Derecho Constitucional y el DIDH –por la vía del
art. 144 inc. 2º Cn. – es jurídicamente viabilizada por la coincidencia de sus objetivos. Es
decir, corresponde al derecho interno, incluido el constitucional, asegurar la
implementación de las normas más favorables a la dignidad de la persona humana, lo que
realza la importancia de su rol: la protección de los derechos de la persona. Por tanto, si
los tratados sobre derechos humanos implican la interacción entre sus disposiciones y las
del derecho interno, la Constitución atiende a la necesidad de prevenir y evitar los conflictos
normativos que vuelvan nugatoria la efectividad de las primeras. Con ello se contribuye a
la reevaluación de la amplia interacción entre el DIDH y el derecho interno, con miras a la
protección de los derechos vinculados a la dignidad humana. En definitiva, la identidad
común entre el DIDH y el Derecho Constitucional, es el trazo que más distingue al primero,
en relación con el resto de la normativa internacional."
Conclusiones
55
El Control Difuso de Convencionalidad, Dialogo entre la Corte Interamericana de Derechos
Humanos y los jueces nacionales. Eduardo Massferrer Mac-Gregor. FUNDA (Fundación Universitaria de
Derecho, Administración y Política S.C.)
56
Corte IDH. Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2010. Serie C Núm. 220.
están sometidos a aquél, lo cual les obliga a velar por que los efectos de las
disposiciones de la Convención no se vean mermados por la aplicación de
normas contrarias a su objeto y fin. Los jueces y órganos vinculados a la
administración de justicia en todos los niveles están en la obligación de
ejercer ex officio un «control de convencionalidad» entre las normas internas
y la Convención Americana, evidentemente en el marco de sus respectivas
competencias y de las regulaciones procesales correspondientes. En esta
tarea, los jueces y órganos judiciales vinculados a la administración de
justicia deben tener en cuenta no solamente el tratado, sino también la
interpretación que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete
última de la Convención Americana».
57
Corte IDH. Caso Heliodoro Portugal vs. Panamá. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 12 de agosto de 2008, serie C Núm. 186, párrafo 180.
e. Dicho control es una obligación de toda autoridad pública, en la sentencia del caso
Gelman vs. Uruguay, del 2011, la Corte Interamericana reitera una vez más su
jurisprudencia, señalando:
«193. Cuando un Estado es Parte de un tratado internacional como la
Convención Americana, todos sus órganos, incluidos sus jueces, están
sometidos a aquél, lo cual les obliga a velar por que los efectos de las
disposiciones de la Convención no se vean mermados por la aplicación de
normas contrarias a su objeto y fin, por lo que los jueces y órganos vinculados
a la administración de justicia en todos los niveles están en la obligación de
ejercer ex officio un «control de convencionalidad» entre las normas internas
y la Convención Americana, evidentemente en el marco de sus respectivas
competencias y de las regulaciones procesales correspondientes y en esta
tarea, deben tener en cuenta no solamente el tratado, sino también la
interpretación que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete
última de la Convención Americana»58.
f. Los elementos básicos del de convencionalidad son y precisará su carácter de
intérprete último de la Convención Americana:
g. Las interpretaciones judiciales y administrativas deben ser aplicadas adecuándose a
los principios establecidos en la jurisprudencia CIDH. Como se dijo en el caso Átala
Riffo y Niñas vs. Chile., de 24 de febrero de 2012. Serie C Núm. 239
«284. En conclusión, con base en el control de convencionalidad, es necesario
que las interpretaciones judiciales y administrativas y las garantías judiciales
se apliquen adecuándose a los principios establecidos en la jurisprudencia de
este Tribunal en el presente caso»59.
3. De lo investigado se tiene que los Parámetro de Control que ocupa la Corte
Interamericana de Derechos Humanos son:
a) Tratados de Derechos humanos, jurisprudencia de la Corte IDH
b) Su objeto de control son las leyes internas de los países
58
Corte IDH. Caso Gelman Vs. Uruguay. Fondo y Reparaciones. Sentencia de 24 de febrero de 2011
Serie C Núm. 221, párrafo 193.
59
CIDH. Caso Atala Riffo y Niñas vs. Chile., de 24 de febrero de 2012. Serie C Núm. 239, párrafos
282 y 284.
c) La interpretación conforme la cual debe entenderse como una “simple
comparación o adecuación de la norma nacional a la internacional”
d) La acción refleja: coincidencia de objetos dignidad y derechos fundamentales de
la persona
e) El Derecho Internacional de los Derechos Humanos, el Ius Cogens, Pacta Sun
Servanda, el Principio de Buena Fe, El Deber de Respeto y Garantía de los
Derechos Humanos que tiene los Estados según lo regula en los artículos 1 y2 del
pacto de san José.
f) De las entrevistas realizadas se tiene que los jueces dicen realizar el control de
Constitucionalidad en sus resoluciones (entrevistas del 1 al 5), y de sus respuestas
(respuestas a pregunta 5 y pregunta 9), se tiene que ellos realizan un Control de
Constitucionalidad, pero señalan que es un control mental de la norma
constitucional y muy poco análisis de los Convenios más que todo de convenios
reservados a Derechos Humanos, tal como dijo el juzgado de Primera Instancia
de Chinameca dicho control Se realiza en forma difusa dado que para el juzgador
está limitada a esa forma de control, si se hace en esa forma los efectos son inter
partes según lo establecido en el artículo 185 de la constitución pero que esta
forma de resolver está supeditada por el juzgador por el artículo 77 de la ley de
Procedimientos constitucionales y si es en forma concentrada O sea la que realiza
la sala de lo constitucional sólo se hace aplicando la sentencia respectiva.
g) Respecto del Control de Convencionalidad todos los juzgados entrevistados
manifestaron en la respuesta a la pregunta 2 que conocen dicho control y en la
respuesta a la pregunta 3, señalan que lo realizan en todos los casos que resuelven.
Respecto de la forma de realizar dicho control, El Juzgado de Primera Instancia
de Chinameca, primeramente, analiza el caso y se escoge la norma aplicable al
mismo la que no debe de transcribir de la constitucionalidad ni la
convencionalidad. En cambio el Juzgado de San Francisco Gotera, señala que
ellos lo realizan buscando siempre el bien común para la excelente aplicabilidad
de la norma jurídica teniendo en cuenta los principios constitucionales, mientras
que en El Juzgado de lo Civil y Mercantil, se hace por interpretación directa de
las leyes civiles y mercantiles a la luz de lo regulado por la convención americana
de los derechos humanos o pacto de San José y en el Juzgado de lo Civil de Santa
Rosa de Lima, se hace aplicando las Normas y Tratados de Derechos Humanos o
la Jurisprudencia aplicable al caso concreto, mientras que en el Juzgado de
Primera Instancia de Jiquilísco. De lo cual se deduce que no tienen una forma
clara de cómo realizar dicho control, pero expresa que se aplica en procesos
penales y civiles.
h) Cuando se le pidió a cada uno que jerarquizaran dichas implicaciones jurídicas
que se generan se tiene que para no hay un solo criterio unificador pues para el el
Juzgado de Primera Instancia de Jiquilísco son: A) Derecho de igualdad. B)
Derecho de defensa. C) Derecho de respuestas. D) Principio de legalidad. E)
Principio de contradicción. Mientras que otros tribunales como el El juzgador de
Primera Instancia de Chinameca es el único de los entrevistados que afirma que
ambos controles no existen pacíficamente (Respuesta 13 de su entrevista) al
preguntarle por qué señala que “Desde el inicio de la pretensión se hacen los dos
análisis” y solo el Juez de lo Civil de Santa Rosa de Lima no cree que deba existir
conflicto alguno entre ellos ¿Porque? Pues en su opinión ambos se concatenan
entre sí.
i) Como un importante descubrimiento en el presente trabajo debemos establecer el
orden jerárquico que deben de considerarse en las resoluciones; y
fundamentándonos en la disposición del Art. 144, de la Constitución de la
Republica. dicho orden jerárquico en la opinión de los investigadores debe ser:
1) la Constitución de la república.
2) Jurisprudencia de la Sala.
3) Convenciones Y Tratados.
4) Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
5) Resoluciones de los Comités y Comisiones.
Todo esto atendiendo al marco normativo salvadoreño que anteriormente ha señalado
que estamos ante una estructura infra constitucional, pero supra legal.
j) A nuestro juicio, la jerarquía que tiene los Tratados dentro del ya mencionado
ordenamiento jurídico salvadoreño siguiendo la Constitución, dificulta la
aplicación y vigencia del Derecho Internacional y por ende del Control de
Convencionalidad por parte de los jueces, pues ellos tienen la facultad para
inaplicar un tratado por considerarlo inconstitucional. Lo cual en principio
pareciera contraponerse al Control Difuso de Convencionalidad, en el cual se le
exige al juez interno o tribunal nacional que pueda inaplicar una ley del
ordenamiento interno por considerarla inconvencional, por otra parte la facultad
que tiene la Sala de lo Constitucional de declarar inconstitucional un Tratado por
contradecir nuestra Constitución, a prima facie se torna en obstáculo para el
ejercicio del Control de Convencionalidad, tal situación genera una dificultad
para el sistema de justicia salvadoreño a quien le genera una doble obligación, por
una parte el deber de respeto a la Constitución y por la otra al Orden Internacional,
lo cual por la forma en que está regulada la recepción y jerarquía de Tratado
Internacional pareciera no ser posible ya que se afirma que la jerarquía con la cual
se recibe el Derecho Internacional Convencional en el ordenamiento jurídico
interno como ya se dijo en el numeral 5, supra citado, es de rango infra
constitucional y supra legal60.
k) La Sala parece que poco a poco y de manera no declarativa está cambiando esta
línea de argumentación, pareciera que estamos viviendo un momento de
transición porque en repetidas sentencias ha mantenido el rango supra legal pero
infra constitucional de los tratados, pero modernamente está dando fallos diciendo
que para que una normativa interna sea inaplicable el solicitante debe alegar no
solo la violación del tratado sino también la normativa constitucional violada, lo
cual es un cambio, pequeño pero importante en las resoluciones.
l) Como conclusión final se establece que la confluencia entre la Constitución y el
DIDH, en la protección de los derechos humanos, confirma que la relación entre
ambos definitivamente no es de jerarquía, sino de compatibilidad, y, por tanto, el
derecho interno, y eso vale para el Derecho Constitucional y la jurisdicción
constitucional, debe abrir los espacios normativos a la regulación internacional
sobre derechos humanos.
60
Bertrand Galindo, F., Manual de Derecho constitucional, Tomo I, Centro de Información Jurídica,
Ministerio de Justicia, San Salvador, 1996, pág. 66.
Criterios a considerar en la aplicación del Control de Constitucionalidad y de
Convencionalidad para ser utilizado por los tribunales internos del país:
El primero de estos criterios, refiere tanto el art. 183 Cn. como el art. 2 L. Pr. Cn. no
es taxativa, sino que hace referencia a cualquier disposición general o con fuerza de ley: “Sin
entrar a la discusión sobre si la denominación ‘Acuerdo’, empleada respecto al acto
impugnado, es o no es aplicable a los reglamentos, tal denominación puede reputarse
equivalente para los efectos de lo dispuesto en el artículo 183 Cn. (…); pues en realidad, lo
que está estableciendo dicha norma es la atribución y potestad del tribunal mencionado [la
SC], para declarar la inconstitucionalidad de toda disposición normativa de carácter general
o con fuerza de ley, independientemente de cómo se les llame en cada caso, sin que las
denominaciones empleadas – leyes, decretos y reglamentos– implique en modo alguno la
exclusión de otras, tales como ordenanzas, acuerdos, etc., siempre que tuvieren el contenido
normativo antes indicado”
1. En consecuencia, no existe jerarquía entre los tratados y las leyes secundarias de origen
interno, solo un Principio de Prevalencia, en el cual el tratado internacional y las leyes
internas forman parte de la categoría "leyes secundarias de la República", dicha
categoría contiene una subescala jerárquica dentro de la cual el tratado internacional
goza de un rango superior al de las leyes de derecho interno, es decir que en el inciso
segundo del art. 144 Cn., se ha señalado dos criterios para resolver las antinomias que
se susciten entre el tratado internacional y la ley secundaria de derecho interno; en
primer lugar, se hace referencia al criterio de jerarquía -criterio que opera en el momento
de creación del Derecho-, pero también se quiso proporcionar al aplicador del derecho
un criterio adicional, recurriendo al criterio de prevalencia -el cual opera en el momento
de la aplicación del derecho-.
2. De la anterior conclusión se deduce la siguiente, es decir que el enfrentamiento entre
tales normas no implica per se una inconstitucionalidad. En cambio, el art. 144 Cn. lo
que hace es proporcionar criterios o principios de solución de conflictos entre dos
normas, - sentencia del proceso de Inconstitucionalidad 15-96 -, por tanto, dichos
criterios deben ser utilizados por los aplicadores del derecho en cada caso concreto y
cuando estas dos normas de distinto rango jerárquico no sean concordantes entre sí, esto
no implica una violación a la Constitución, pues -tal como lo ha sostenido esta Sala en
su jurisprudencia-, entender que cualquier conflicto entre normas de distinto rango
jerárquico supone la transgresión a un supuesto principio constitucional de jerarquía
normativa, no significaría otra cosa que la desconstitucionalización del ordenamiento
por exceso, es decir, todo lo contrario de lo que se persigue en un Estado Constitucional
de Derecho, pues se llegaría al punto en que todo plano de la producción jurídica que
no fuese coherente con el plano superior fuera considerado inconstitucional por ese solo
hecho, siendo que el parámetro de la decisión ya no sería la normativa constitucional,
sino cualquier norma infraconstitucional que fuera contrariada por la disposición
impugnada. Actuar de ese modo significaría convertir a este Tribunal, ya no en el
contralor de la constitucionalidad, sino en el depurador del ordenamiento jurídico en
general, guardián de la coherencia interna del sistema de fuentes del derecho y en un
defensor del derecho objetivo.
3. En todo caso, siendo que los tratados internacionales no son parámetro de control de
constitucionalidad pues no integran materialmente la Constitución ni forman con ella un
bloque de constitucionalidad; Sentencia de Inc. 24-1997, de fecha 26-IX-2000, sino que
únicamente en caso de conflicto establece una prevalencia siendo que en lo demás el
tratado mantiene igual jerarquía que la ley secundaria, al mismo tiempo niega el carácter
de rango constitucional del tratado pero es innegable que los instrumentos internacionales
que consagran los derechos humanos- igual que otras disposiciones jurídicas tienen una
estrecha vinculación material con el contenido de la Constitución, pueden estimarse como
un desarrollo o complementación de los alcances de los preceptos constitucionales, lo cual
se concluye con base en las siguientes razones: i) la constitución se ha atribuido así misma
solamente en el artículo 246 inciso segundo el rango de supremacía sobre el resto del
ordenamiento jurídico subordinado así bajo su fuerza normativa a tratados, -artículos 145
y 149 Cn.-leyes, reglamentos y demás disposiciones jurídicas, ii) según el considerando I
de la Ley de Procedimientos Constitucionales, los tres procesos regulados en ella tiene
como finalidad garantizar la fuerza de la constitucionalidad, vale decir la adecuación o
conformidad a la constitución de las disposiciones y actos concretos que se controlan por
la jurisdicción constitucional. En tal sentido pues la diferencia expresada por este tribunal
implica que si bien la protección de los instrumentos internacionales sobre derechos
humanos debe tener mayor presencia en la actividad de los Organismos del Estado, ello
no es suficiente para alcanzar a convertirse en parámetro de control de constitucionalidad
y así gozar de la protección reforzada inherente a la Constitución puesto que carecen de
la supremacía propia de las norma constitucionales, y su salvaguarda es ajena a la finalidad
reservada para los procesos cuyo conocimiento corresponde a este tribunal.”
4. La acción refleja establecida en la sentencia de inconstitucionalidad 52-2003.
Es decir, la proposición de tratados internacionales sobre derechos humanos en la
pretensión de inconstitucionalidad, bien puede efectuarse a título de violación a la
Constitución, y no al tratado considerado aisladamente; en ese sentido, investidos por la
Ley Suprema de mayor fuerza pasiva con respecto a la ley secundaria, los tratados no
pueden ser modificados o derogados por leyes secundaria. La trasgresión constitucional
se entiende por acción refleja, cometida en relación con el art. 144 inc 2° Cn., ante la
contradicción entre la ley secundaria y un tratado internacional de derechos humanos.
La pretensión de inconstitucionalidad, en estos casos, se ve condicionada al
establecimiento de la violación a un tratado que desarrolle derechos humanos, pues es
preciso tomar en cuenta que la misma Constitución confiere a los tratados internacionales
de derechos humanos mayor fuerza pasiva con respecto a la ley secundaria, estableciendo
que no pueden ser modificados o derogados por leyes secundarias –arts. 1 y 144 inc. 2°–
5. La integración con los Instrumentos Internacionales, como se ha apuntado, la violación
puede alegarse evidenciando una contradicción normativa al Derecho Internacional de
los Derechos Humanos, y no a toda la gama de instrumentos jurídicos internacionales
ajenos al sustrato ideológico que ampliamente comparten los primeros con la
Constitución. Que dirige su ámbito de vigencia efectiva hacia un mismo sustrato
axiológico: la dignidad humana y el catálogo de los derechos fundamentales que
desarrollan los valores inherentes a su personalidad: dignidad, libertad e igualdad.
6. Lo anterior permite proponer una apertura normativa hacia ellos.
Tal consideración, por tanto, solamente es aplicable a instrumentos internacionales que
contengan principios normativos de análoga o mayor cobertura a la establecida en la
llamada parte dogmática de la Constitución,
7. Por tanto, debe reconsiderarse el status interno del Derecho Internacional de los
Derechos Humanos, a partir de la dignidad humana, para dar una mayor apertura a la
protección efectiva de ésta. De este modo, la integración normativa entre el Derecho
Constitucional y el DIDH –por la vía del art. 144 inc. 2º Cn. – es jurídicamente
viabilizada por la coincidencia de sus objetivos.
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Bolivariana, Biblioteca Jurídica Diké, año 2000. Pág. 103.
Sitios Web
Carbonell, M., Marbury vs. Madisson. “En los orígenes de la supremacía constitucional y el
control de constitucionalidad” consultado en línea el 17 de noviembre del 2015 a las 10: 41
horas en el enlace:
http://www.lexweb.cl/media/users/10/521380/files/49917/CARBONELL.pdf
CUESTIONARIO CERRADO.
4. ¿Aplica usted los parámetros del control de convencionalidad que han sido
determinados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos? R/ Si.
5. ¿Cuáles aplica? Se aplica por interpretación directa el pacto de San José, porque la
corte Interamericana de Derechos Humanos no ha tenido pronunciamiento todavía de
algunos casos civiles y mercantiles.
12. ¿Enumere Cuáles son las implicaciones jurídicas que genera la aplicación del
control de constitucionalidad y de convencionalidad por los tribunales de primera instancia
de la zona oriental de El Salvador a la luz de la normativa y jurisprudencia nacional e
internacional vigente? A) mejor fundamentación de la sentencia. B) facilidad del control
jurisdiccional y los recursos. C) facilita el cumplimiento de la sentencia.
14. ¿En caso de conflicto debe alguno de ellos prevalecer? R/ Si. ¿Porque? Por lo
que dice el artículo 144 de la constitución.
15. ¿En su opinión Cuáles serían las consecuencias jurídicas y un juez local no ejerce
control de convencionalidad y de constitucionalidad? 1. Las sentencias no tendrían el
respaldo de las normas fundamentales nacionales e internacionales 2. Podrían ser revocadas.
16. ¿Debe usted considerar en su resolución de la Constitución de la república, más
la jurisprudencia, más las resoluciones del comité de Derechos Humanos, más las
recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos?
R/ Si.
4. ¿Aplica usted los parámetros del control de convencionalidad que han sido
determinados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos? R/ Si.
6. ¿Cómo realiza usted este control? Aplicando las normas y tratados de derechos
humanos o la jurisprudencia aplicable al caso concreto.
8. ¿Aplica usted los parámetros del control de constitucionalidad que han sido
determinados por la sala de lo constitucional de El Salvador? R/ Si.
9. ¿Cómo realiza usted es el control? Analizando las leyes aplicables al caso que no
sean contrarias a la constitución.
10. ¿El control de constitucionalidad y de convencionalidad en sus sentencias? R/ Si.
11. ¿Si los realizan y no los plasma en las sentencias lo realizan sólo con un examen
mental? R/ No.
A la siguiente pregunta es decir al número 12. ¿Enumere Cuáles son las implicaciones
jurídicas que genera la aplicación del control de constitucionalidad y de convencionalidad
por los tribunales de primera instancia en la zona oriental de El Salvador a la luz de la
normativa y jurisprudencia nacional e internacional vigente? Sólo decidió responder la
jerarquización es decir reconocimiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en
segundo lugar el reconocimiento de la Corte Suprema de Justicia y En tercer lugar la
aplicación práctica del Corpus Iuris.
¿Explique por qué? Según el artículo 144 los tratados prevalecen sobre las leyes
secundarias que deben tener un control de constitucionalidad.
14. ¿En caso de conflicto debe alguno de ellos prevalecer? R/ No. ¿Porque? Ambos
se concatenan entre sí.
15. ¿En su opinión Cuáles serían las consecuencias jurídicas y un juez local no ejerce
control de convencionalidad y de constitucionalidad? Disquerías sentencias contrarias a la
Constitución, tratados y el Corpus Iuris.
4. ¿Aplica usted los parámetros del control de convencionalidad que han sido
determinados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos? Si.
8. ¿Aplica usted los parámetros del control constitucional que han sido determinados
por la sala de lo constitucional de El Salvador? Si.
11. ¿Si lo realizan y no los plasmas de las sentencias lo realizan Sólo como un examen
mental? Si. ¿Porque? No tiene sentido sólo pensarlo es conveniente plasmarlos porque las
sentencias son jurisprudencias.
12. ¿Enumere Cuáles son las implicaciones jurídicas que genera la aplicación del
control de constitucionalidad y de convencionalidad por los tribunales de primera instancia
en la zona oriental de El Salvador a la luz de la normativa y jurisprudencia nacional e
internacional vigente? Se hacen valer los derechos de defensa de respuesta y contradicción.
A) derecho de igualdad.
B) derecho de defensa.
C) derecho de respuestas.
D) principio de legalidad.
E) principio de contradicción.
¿Explique Por qué? Los controles siempre existen en toda sentencia ya que sirven
para fundamentarla.
14. ¿En caso de conflicto debe alguno de ellos prevalecer? R/ Si. ¿Porque? Porque
siempre prevalece el control constitucional sobre el control convencional.
15. ¿En su opinión Cuáles serían las consecuencias jurídicas 5 es local no ejerce
control de convencionalidad y de constitucionalidad? Las consecuencias sería que existen
mala fundamentación de las resoluciones.