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LA REMISION DE LA CONVOCATORIA NOTARIAL DE JUNTA GENERAL DE

ACCIONISTAS AL ORGANO JUDICIAL

Elena Katheryne Yovera Capuñay1

Resumen. –

El instrumento notarial es todo documento cuya autoría se puede atribuir a un Notario,


concretamente podemos afirmar que instrumento notarial es aquel documento público,
autorizado o expedido con arreglo a leyes por un notario y que tiene carácter fehaciente, es
así pues por lo anteriormente expuesto y teniendo ya en claro que el objetivo del notario es
el instrumento público, decidir entre temas que contengan Litis seria desnaturalizar su
función, por lo que es de suponerse no se le otorgue competencia para ello, es así que la
ley 26662 y 29560 señalan en cada uno de los procesos no contenciosos que estos traten en
sus notarias, que la simple oposición a la realización de estos hechos desnaturalizaría la
actuación del notario , por lo cual de ocurrir el caso debería remitir lo actuado al órgano
judicial de la jurisdicción pertinente.

Palabras claves: Derecho, instrumento, notarial, litis, junta.

Summary. -

The notarial instrument is any document whose authorship can be attributed to a Notary,
specifically we can say that notarial instrument is that public document, authorized or issued
in accordance with laws by a notary and that is irrefutable, it is thus for the foregoing and
Having already made clear that the purpose of the notary is the public instrument, deciding
between topics containing Litis would denature their function, so it is assumed that they will
not be granted the competence to do so, this is how Law 26662 and 29560 point out in each
one of the non-contentious processes that these treat in their notaries, that the simple
opposition to the realization of these facts would denaturalize the performance of the notary,
for which the case should refer the action to the judicial body of the relevant jurisdiction.

1
Estudiante de la escuela Académica Profesional de Derecho, de la universidad Señor de Sipán, actualmente
cursando el X ciclo académico.

1
Keywords: Law, instrument, notarial, litis, junta.

I. INTRODUCCIÓN:

En este articulo trataremos los procesos no contenciosos de competencia notarial son quizás
una de las herramientas jurídicas que más sirven a la sociedad, esto pues, porque ayuda
de cierta forma a descongestionar la tan abultada justicia peruana, buscando un medio
alternativo , donde un técnico jurídico del derecho pueda resolver las dudas que estos tengan
sobre un determinado tema claro siempre y cuando esta tenga relevancia jurídica ,
permitiendo esto a su vez que los jueces de los órganos judiciales puedan dedicarse de
manera integra a la resolución de procesos donde la Litis se haga presente y requiera de
su inmediación para poder otorgar la tan ansiada paz social que buscan los procesos ya sea
de cualquiera materia, civil, penal , tributaria , es aquí donde la frase popular “ notaria
abiertas juzgados cerrados” cobra un sentido muy especial dentro del marco de la
competencia no contenciosa en vía notarial.

II. LA REMISION DE LA CONVOCATORIA NOTARIAL DE JUNTA


GENERAL DE ACCIONISTAS AL ORGANO JUDICIAL

(Palomino, 2012) señala “que la intervención notarial en asuntos no contenciosos de justifica


porque:

Existe ausencia de Litis, Existe consentimiento y asentimiento de los interesados, No tiene


carácter de cosa juzgada, permite que los jueces se dediquen a resolver temas donde es
indispensable su intervención” , de lo cual podemos inferir que la Litis o la controversia
de reconocimiento de un derecho por encima del otro, deben de ser solo competencia
principal de los juzgados, pero al carecer de esta misma , y al no encontrarse controversia
alguna, cosa que se le es atribuida solamente al juzgador, este último tiene el poder de
dilucidar en temas contenciosos, muy por el contrario el notario carece dicho poder, ya que
como bien señala la ley del notariado en su artículo número 2 “el notario es el profesional de
derecho que está autorizado para dar fe de los actos y contratos que ante él se celebran “ , de
esta manera se establece una función específica, es decir, se establece como objeto de su
función al instrumento público.

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El notario y catedrático Bernardo Pérez Fernández del Castillo con gran claridad ha
expresado lo siguiente:

El termino instrumento proviene del latín intruere que significa instruir, enseñar, dar
constancia, y se refiere a todo aquello que sirve para conocer o fijar un acontecimiento. El
instrumento público se llama así porque el poder público garantiza su autenticidad, su
autorización proviene directamente del poder público.

Tomando en cuenta lo anterior, podríamos decir que en sentido amplio el instrumento notarial
es todo documento cuya autoría se puede atribuir a un Notario, concretamente podemos
afirmar que instrumento notarial es aquel documento público, autorizado o expedido con
arreglo a leyes por un notario y que tiene carácter fehaciente, es así pues por lo anteriormente
expuesto y teniendo ya en claro que el objetivo del notario es el instrumento público, decidir
entre temas que contengan Litis seria desnaturalizar su función, por lo que es de suponerse
no se le otorgue competencia para ello, es así que la ley 26662 y 29560 señalan en cada
uno de los procesos no contenciosos que estos traten en sus notarias, que la simple oposición
a la realización de estos hechos desnaturalizaría la actuación del notario , por lo cual de
ocurrir el caso debería remitir lo actuado al órgano judicial de la jurisdicción pertinente, así
pues, la Unión de hecho, adopciones de personas mayores, sucesión intestadas y los demás
procesos no contenciosos contemplados en las anteriores leyes mencionadas, con la simple
oposición justificada o no, serían un fundamento valido para ponerle fin a estos procesos
notariales , esto suponiendo lo tratado líneas atrás ,pero, no todos los procesos se
desnaturalizan con la simple oposición a su actuación , hay un proceso en particular que
preserva su carácter no contencioso aun cuando la oposición se haga presente, pero nuestro
ordenamiento aun lo trata dentro de sus cuerpos normativos, recordemos así pues que el
notario no emite juicios de valor alguno, por el contrario solo puede materializar en el
instrumento lo que sus sentidos le permiten percibir, es así como también se desdobla otro
argumento sólido por el cual resolver cuestiones de derecho no se le es dado como función
por el estado , uno de los más claros ejemplos de esta tesis que planteare así pues , la
convocatoria a junta general de accionistas, este es un proceso no contencioso agregado
por la ley 29560 que perfectamente cumple la función de proceso no contencioso aun
después de haberse interpuesto la oposición a esta actuación , la cual es solicitada por un

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número no menor del 20% de acciones inscritas, con el fin de convocar juntas cuando sea
necesario y su órgano colegiado (directorio) haya rechazado la solicitud de convocatoria,
pero, ¿ porque proponemos que la oposición en este proceso no debe ser requisito para
remitir lo actuado al órgano judicial?, sin el mínimo análisis requerido el lector podría
pensar, que, oponerse a la realización de dicha junta entonces habría un desacuerdo de las
partes con la realización de esta misma , y ese sería el motivo fundamental para poder
remitir todo lo actuado hasta el momento al órgano jurisdiccional , pero, he aquí el gran
problema que el legislador no tomo en cuenta al estipular el artículo 57 de la ley 29560,
no contemplo lo que para muchos entendidos en la materia es un error, así pues relacionado
con lo expuesto (Gonzales Barrón, 2012) señala “la oposición no debiera llevar a concluir
que el procedimiento se ha vuelto contencioso de esta forma, además, se comprueba que la
“oposición” o la “falta de oposición” no es un elemento valido que sirva para caracteriza un
proceso en contencioso o no contencioso. Por tanto, la diferencia no se encuentra en la
eventual oposición del emplazado, sino en la naturaleza de la pretensión , esto es, si se busca
la extinción de un derecho en contra de la voluntad de su titular, en cuyo caso estamos en
presencia de un conflicto de intereses que debe ventilarse ante el poder judicial. Por otro lado,
si se busca documentar un acto o negocio, aunque exista oposición, entonces la pretensión
no es contenciosa.”

Así pues en el presente caso, el conflicto no se da en la convocatoria y junta general de socios,


que solo busca documentar un acto colegiado, sino que se presenta a posteriori, cuando
cualquiera de los socios puede impugnar judicialmente la validez de la junta. En buena
cuenta, la solicitud de convocatoria, por esencia siempre es no contenciosa, por tratarse de
actos internos destinados a que se exprese la voluntad social; mientras que la controversia
recién se predica con el acto colegiado ya formado y una eventual nulidad, lo que se reserva
el órgano jurisdiccional

Es pues Debido el definir que la Junta General de Accionistas no es un órgano permanente


de la sociedad; por ello, en caso sea preciso e indispensable que sea celebrada una reunión
de los accionistas es necesario que se convoque a los miembros de la misma. Además, solo
de esta manera se cumple con el derecho que posee todo accionista a intervenir y votar en las

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Juntas Generales de Accionistas. De acuerdo con el artículo 113 de la Ley General de
Sociedades Peruana, la Junta General de Accionistas ha de ser convocada cuando así lo haya
previsto el estatuto, lo acuerde el Directorio por considerarlo necesario al interés de la
sociedad o lo solicite un número de accionistas que represente cuando menos el veinte por
ciento de las acciones suscritas con derecho a voto. La convocatoria ha de ser realizada por
el Directorio y, en su defecto, por la administración de la sociedad. En aras de buscar que la
convocatoria efectivamente llegue a todos los socios, la normativa aplicable suele establecer
ciertos requisitos con la que la sociedad debe cumplir para la debida convocatoria. A efectos
enunciativos, el artículo 116 de la Ley General de Sociedades Peruana señala lo siguiente:
La Junta General de Accionistas. Su funcionamiento y competencias “El aviso de
convocatoria de la Junta Obligatoria Anual y de las demás Juntas Generales de Accionistas
previstas en el estatuto debe ser publicado con una anticipación no menor de diez días al de
la fecha fi jada para su celebración. En los demás casos, salvo aquellos en que la ley o el
estatuto fijen plazos mayores, la anticipación de la publicación será no menor de tres días. El
aviso de convocatoria especifica el lugar, día y hora de celebración de la junta general, así
como los asuntos a tratar. Puede constar asimismo en el aviso el lugar, día y hora en que, si
así procediera, se reunirá la junta general en segunda convocatoria. Dicha segunda reunión
debe celebrarse no menos de tres ni más de diez días después de la primera. La junta general
no puede tratar asuntos distintos a los señalados en el aviso de convocatoria, salvo en los
casos permitidos por la Ley.” Este artículo trata sobre la convocatoria regular. El Directorio
es el llamado en estos casos a realizar la convocatoria a la Junta General de Accionistas, ya
sea por acuerdo del propio órgano social o a solicitud de los accionistas. En las sociedades
que se organicen sin Directorio, por ejemplo las sociedades anónimas cerradas, la
convocatoria queda a cargo de la Gerencia que se representa en la fi gura del Gerente General.
Como ya se señaló el aviso de convocatoria tiene como objetivo que sea conocido por todos
los accionistas y, al existir la posibilidad de que estos sean un número importante, la ley
peruana ha previsto que este tiene que ser publicado con mínimo 3 días naturales de
anticipación en el caso de la mayoría de Juntas Generales de Accionistas y, en el caso de la
Junta Obligatoria Anual con 10 días naturales de anticipación. Lo anterior se encuentra
íntimamente ligado al derecho que tienen los accionistas a encontrarse debidamente
informados y con la antelación necesaria para que puedan ejercer de manera correcta sus

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derechos y, específi camente en este caso, el derecho al voto, el derecho político más
importante. Por otro lado, y continuando con el ejemplo peruano, la Ley General de
Sociedades Peruana prevé una convocatoria excepcional que se da en los casos en que, por
no haberse cumplido con los requisitos legales o estatutarios, se debe recurrir al juez o notario
para que se realice la convocatoria. Esta convocatoria se da cuando la Junta Obligatoria
Anual o cualquier otra prevista en el estatuto no se convocan dentro del plazo y para sus
fines, o en ellas no se tratan los puntos de agenda indicados por la ley o el estatuto, como en
el caso de que los accionistas que representen el 20% de las acciones suscritas con derecho a
voto soliciten notarialmente la celebración de la Junta General de Accionistas. En estos casos,
el titular de una acción suscrita con derecho a voto puede mediante un trámite o proceso no
contencioso solicitar al juez o al notario del domicilio social que realice la convocatoria.

La naturaleza de esta convocatoria responde a una preocupación por la tutela de la minoría


frente al abuso de la mayoría, que, ante ciertas carencias de la Ley de Sociedades Anónimas,
ha llevado a algunos sectores hasta el límite de forzar interpretaciones analógicas que no son
posibles en las normas restrictivas. Pero es obligado constatar, aunque sólo con relativa
sorpresa, que se ha prestado mucha menor atención, en cambio, a la tiranía de la minoría
sobre el poder de decisión de la mayoría, dando poco menos que por supuesto que el interés
de la primera es, siempre o casi siempre, un interés legítimo e ignorando, no ya el posible
interés ilegítimo o – extra social de la misma, sino asimismo los supuestos –enormemente
frecuentes en la práctica- en que no cabe descartar ‘a priori’ la legitimidad de ninguno de los
intereses en conflicto». Luego de señalar que el conflicto entre minoría y mayoría no
responde a un único esquema de controversia «… sino que puede adoptar muchos y variados
perfiles en función del tipo o ‘subtipo’ social…», concluye que tales conflictos suelen
presentarse de igual forma en grandes y pequeñas sociedades, aunque con efectos y
consecuencias radicalmente distintas en unas y otras»

Por otro lado otro (Sanchez, 2011) señala:

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Siendo el derecho del accionista de convocatoria judicial uno de los mecanismos de
protección de minorías, el recurso al Juez / Notario resulta ser una respuesta a los conflictos
(detectados por la teoría del agente-principal) entre los diferentes actores económicos que
convergen al interior de la sociedad. Se sustenta en los costes de agencia que se derivan de
la separación de la propiedad y el control o de la existencia de grupos de accionistas
mayoritarios y minoritarios. Los administradores de la sociedad designados por los
accionistas de control no solo poseen información sobre la rentabilidad de la sociedad que
los demás accionistas desconocen sino, también, los propios administradores tienen interés
en lograr objetivos diferentes al de maximizar el valor para todos los accionistas. Lo anterior
podría causar, por un lado, que los accionistas de control se inclinen a favorecer sus propios
intereses, que no necesariamente coincidan con los de los accionistas minoritarios. Por otro,
los accionistas minoritarios buscan la mayor retribución posible a su inversión y esperan de
los administradores un comportamiento estrictamente adecuado a sus deberes fiduciarios de
lealtad y de cuidado, en beneficio de todos los accionistas, sin distinción. La práctica permite
afirmar que, en la gran mayoría de los casos, la solicitud de convocatoria denota la existencia
de conflicto o discrepancias al interior de la sociedad. Se tiene que recurrir a procedimientos
formales como la convocatoria judicial, ahora «y/o» notarial, cuando, frente a discrepancias
internas, fallan las vías pacificas de solución de conflictos al interior de la sociedad. Estas
situaciones de conflicto pueden derivar en la negativa de la administración de la sociedad a
convocar a una Junta General o a una Junta Obligatoria Anual de Accionistas o en la dilación
de la convocatoria o, finalmente, en convocar a la Junta para que se realice en un plazo
excesivo que no guarde proporción con la anticipación de la convocatoria

Pero ¿para qué es tan importante la convocatoria a la junta general de accionistas? Como
se sabe la autoridad máxima de dichas sociedades es la Junta General de Accionistas, quién
es la encargada de tomar los acuerdos más importantes en el rumbo de la empresa, como son,
por ejemplo, un aumento de capital, el nombramiento de un nuevo gerente o la fusión con
otra empresa. Una de las formalidades que exige la ley son las convocatorias a dichas juntas,
las mismas que se realizan dependiendo de la junta que se trate y lo que esto implica,
pero ¿Qué es una Junta General de Accionistas? empezaremos definiendo esta. La Junta es
la reunión de personas pertenecientes a una sociedad llamados socios o accionistas, para
tratar un asunto que les afecta o interesa, este grupo de personas puede dirigir y gobernar los

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asuntos de una colectividad de la que forman parte, y dichos acuerdos, en su mayoría, deben
ser inscritos en el Libro de Actas y posteriormente en el Registro de Sociedades Mercantiles
para tener vigencia.
Entonces aquí se deja un importante aporte acerca de la utilidad de dicha junta, la cual
tendrá sin duda alguna el rumbo de de una sociedad.
Así también sobre esto se puede decir no es correcto suponer, como lo hacen tanto la
exposición de motivos de la ley 29560 como las intervenciones registradas en los debates en
el congreso, la inexistencia de conflicto cuando se solicita la convocatoria judicial.

“Se sostiene, al respecto, que la convocatoria por el juez o por el notario,” no


supone conflicto ni litigio alguno”; que , si existiera oposición , el notario tendrá
que “entregar lo actuado al juez” por el contrario, siendo el derecho del
accionista de convocatoria judicial uno de los mecanismo de protección de
minorías , el recurso al juez resulta ser una respuesta a los conflictos (
detectados por la teoría del agente-principal) entre los diferentes actores
económicos que convergen al interior de la sociedad. Se sustenta en los costes
de agencia que se derivan de la separación de la propiedad y el control o de la
existencia de grupos de accionistas mayoritarios y minoritarios. Los
administradores de la sociedad designados por los accionistas de control no solo
poseen información sobre la rentabilidad de la sociedad que los demás
accionistas desconocen sino, también, los propios administradores tienen
interés en lograr objetivos diferentes al de maximizar el valor para todos los
accionistas. Lo anterior podría causa, por un lado, que los accionistas de control
se inclinen a favorecer sus propios intereses, que no necesariamente coincidan
con los de los accionistas minoritarios. Por otro, los accionistas minoritarios
buscan la mayor retribución posible a su inversión y esperan de los
administradores un comportamiento estrictamente adecuado a sus deberes
fiduciarios de lealtad y de cuidado, en beneficio de todos los accionistas, sin
distinción” (Gonzales Barrón, 2012, pág. 189)

Es así como el problema que se desentraña de lo anteriormente tratado es precisamente ,


eso, la no oposición, como hemos leído, Gunther Gonzales se encuentra en contra de esta

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medida, ya que esta no implica la desnaturalización del proceso que tiene a cargo el notario,
es más , aun con la oposición interpuesta esta seguirá careciendo de esta Litis, la ley 29560
ha interpretado de manera inadecuada, es así, que considero pertinente mencionar que de
manera general, no puede dejar de recordarse que «la convocatoria» no es un acto aislado.
Es un régimen complejo de garantía de los derechos de los socios y de la propia sociedad,
que comprende una serie de actos que obligan tanto a la sociedad como a los propios
accionistas. Todos ellos se ordenan y deben realizarse para que los accionistas, debidamente
convocados como exige el artículo 111º, se constituyan en el órgano supremo de la sociedad,
la Junta General de Accionistas la que, contando con el quórum legal o estatutario
establecido, adoptará, con la mayoría que manda la ley o el estatuto, acuerdos válidos sobre
los asuntos propios de su competencia. Los acuerdos así adoptados obligan a todos los
accionistas, incluyendo a los ausentes y a los disidentes y constituyen la expresión de la
voluntad social, por lo cual al ser previsto como una medida de cumplimiento y protección
de los accionistas minoritarios y el derecho de tener respuestas de su dinero invertido dentro
de empresas, sociedades, etc.,

Me permito así realzar un análisis más intensivo de cuan oportuno puede ser esta oposición
dentro de este proceso, así pues encontramos también en la ley 29560 en su artículo 58:

“El notario encargado de la convocatoria a petición de él o los socios debe dar fe de


los acuerdos tomados en la junta general o en la junta obligatoria anual, según sea el
caso, levantando un acta de la misma, la que protocoliza en su Registro Notarial de
Asuntos No Contenciosos en caso que no se le ponga a disposición el libro de actas
respectivo, dejando constancia de este hecho, si se le presenta el libro de actas y hay
espacio suficiente, el acta se extiende en él. Si no se le presenta el libro matrícula de
acciones, deja constancia de este hecho en el acta y se procede con la junta con la
información que se tenga. El parte, el testimonio o la copia certificada del acta que se
levante es suficiente para su inscripción en los Registros Públicos.”

Entonces si la misma ley en dicho artículo nos confirma el trabajo fiduciario que realizaría
el notario dentro de la actuación de esta junta general, ¿Por qué esta contrariedad de
posiciones? ¿Por qué si se admite que el fin de esta convocatoria es tomar nota de todo lo
actuado para posteriormente poder extenderla en el acta notarial de asuntos no contenciosos

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y a su vez crear un instrumento notarial, entonces , indirectamente confirma la naturaleza no
contenciosa de dicho proceso, por lo cual , la oposición no debería de ser un requisito para
remitir lo actuado al órgano judicial, muy por el contrario sería hablar de los acuerdos
realizados en dicha junta, que podrían ser cuestionados por la sociedad, desde mi punto de
vista el art 57 de la ley 29560 se olvida del carácter de este proceso en particular, por lo
cual para el bien de la correcta aplicación del derecho notarial y los procesos que se llevan a
cabo dentro de este proceso dicho artículo debería ser modificado y poner en lugar de este
un texto que manifieste que la oposición de todo lo acordado dentro de dicha junta general,
mas no la convocatoria, debe ser remitido al órgano jurisdiccional, ya que ahí si nos
encontraríamos en un total conflicto de posiciones, la cual escapa de las funciones de este
notario, por lo cual si es válido hablar aquí de una desnaturalización del proceso, teniendo
así una variación grande a lo que el notario está acostumbrado a seguir .

Referencia Bibliografía
Gonzales Barrón, G. (2012). Derecho Notarial. Lima: Juristas Editores.

Palomino, C. E. (2012). La competencia Notarial en los asuntos no Contenciosos. pág. 81.

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Sanchez, J. S. (2011). El nuevo régimen de convocatoria a la junta general de accionistas,
a solicitud de accionistas minoritarios. Obtenido de
revistas.pucp.edu.pe/index.php/iusetveritas/article/download/12109/12675

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