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No es ningún secreto que la la meditación mindfulness - una práctica que alienta centrar la atención en el momento
presente - puede ayudar a aliviar el estrés emocional. Y crece la evidencia de que mindfulness también puede tener
beneficios clave en la salud física - desde bajar la presión arterial a ayudar superar adicciones.
Pero un nuevo estudio realizado por investigadores que trabajan en Wisconsin, España y Francia muestra que
mindfulness puede incluso afectar a los genes. En concreto, el estudio muestra que mindfulness puede limitar la
"expresión" de los genes asociados con la inflamación.
"Los cambios se observaron en los genes que son los objetivos actuales de los fármacos anti-
inflamatorios y analgésicos", dijo la coautora del estudio, la Dra. Perla Kaliman, investigadora en el Instituto de
Investigación Biomédica de Barcelona en España, en una declaración escrita. "Nuestros resultados establecen las
bases para futuros estudios para evaluar más a fondo las estrategias de meditación para el tratamiento de las
enfermedades inflamatorias crónicas."
Para el estudio, un grupo de meditadores experimentados practicaron mindfulness en el transcurso de un período de
ocho horas. Durante el mismo período, otro grupo de personas simplemente dedica a actividades tranquilas no
meditativas.
¿Qué encontraron los investigadores? Después de las sesiones, dieron cuenta de una llamada "regulación a la
baja" o una supresión, de los genes inflamatorios en los meditadores en comparación con el otro grupo. No
había diferencia entre los genes testados de los dos grupos al inicio del estudio.
"El producto de los genes, por ejemplo, las proteínas que fabrican, variará con el grado en que el gen se 'encienda' o
se 'apague'", dijo el autor del estudio, el Dr. Richard J. Davidson, profesor de psicología y fundador del Centro para la
Investigación de Healthy Minds en la Universidad de Wisconsin en Madison, a The Huffington Post en un correo
electrónico. "Podemos pensar en que los genes poseen un control de volumen molecular que varía de bajo
a alto y que gobierna la medida en la que el gen produce la proteína para la que está diseñado. Los genes
que encontramos regulados a la baja con las prácticas de mediación mindfulness son los implicados en la
inflamación".
Davidson dijo en el comunicado que esta nueva investigación es la primera de su tipo que muestra los cambios en la
expresión génica dentro de meditadores de mindfulness.
Este estudio se publicó en febrero de 2014 en la revista Psiconeuroendocrinología.
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24/7/2017 El cerebro de Buda: Neuroplasticidad y Meditación
En una reciente visita a los Estados Unidos, el Dalai Lama pronunció un discurso en la sociedad para la reunión anual
de Neurociencia en Washington, DC. Durante los últimos años, ha ayudado a reclutar monjes budistas tibetanos para
la investigación sobre el cerebro y la meditación en el Laboratorio Waisman de la Imagen del Cerebro y el
Comportamiento de la Universidad de Wisconsin-Madison. Los resultados de los estudios incluidos en esta muestra
inusual, así como las actividades conexas de investigación, sugieren que, en el transcurso de la meditación por
decenas de miles de horas, los practicantes realmente habían cambiado a largo plazo la estructura y
función del cerebro.
¿Qué es la neuroplasticidad
¿Qué es la Meditación
El término se refiere a una amplia gama de prácticas, que van desde las técnicas
diseñadas para promover la relajación, a los ejercicios realizados con un objetivo de mayor alcance, tales como una
mayor sensación de bienestar. Por tanto, es esencial ser específico sobre el tipo de práctica de meditación que se
investiga. En [ 3 ], meditación se conceptualizó como una familia de estrategias complejas de regulación
emocional y de atención, desarrolladas para diversos fines, entre ellos el cultivo de bienestar y equilibrio
emocional. Aquí nos centramos en la meditación de atención enfocada (Focused Atention, FA) y la
meditación de monitoreo abierto (Open Monitoring, OM).
La meditación FA dirige voluntariamente la atención en un objeto elegido de forma sostenida. La meditación OM
implica la vigilancia no reactiva del contenido de la experiencia de momento a momento, sobre todo como un medio
para reconocer la naturaleza de los patrones emocionales y cognitivos.
La meditación OM implica inicialmente el uso de la formación FA para calmar la mente y reducir las
distracciones, pero a medida que avanza la FA, el cultivo de la habilidad de vigilancia per se, se convierte
en el foco principal de la práctica. El objetivo es alcanzar un estado en el que no se conserva foco explícito en un
objeto específico, sino que se permanece sólo en el estado de vigilancia, atento momento a momento a todo lo que
ocurre en la experiencia.
Estos dos estilos comunes de la meditación se combinan a menudo, ya sea en una sola sesión o en el curso de
formación practicante. Estos estilos se encuentran con alguna variación en varios sistemas de meditación, entre ellos
los budistas Vipassanā and Mahāmudrā y también están implicados en muchas de las intervenciones populares
seculares que se basan en las prácticas budistas.
A continuación se resumen los cambios en el cerebro que ocurren durante cada uno de estos estilos de práctica de
meditación. Tales cambios incluyen alteraciones en los patrones de la función cerebral evaluados con resonancia
magnética funcional (fMRI), los cambios en la respuesta cortical evocados por estímulos visuales que reflejan el
impacto de la meditación en la atención, y alteraciones en la amplitud y la sincronía de las oscilaciones de alta
frecuencia que probablemente juegan un papel importante en la conectividad entre los circuitos distribuidos en el
cerebro.
Meditación FA
En un estudio reciente [ 4 ] utilizaron fMRI para interrogar a los correlatos neurales de la meditación FA en expertos y
novatos. El estudio comparó la meditación FA en un punto visual externo con un estado de reposo durante el cual los
participantes no utilizan la meditación y simplemente están instruidos para adoptar un estado de referencia
neutral. La condición de meditación se asoció con la activación de múltiples regiones del cerebro
implicadas en el seguimiento (corteza prefrontal dorsolateral), captación de la atención (corteza visual), y
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24/7/2017 El cerebro de Buda: Neuroplasticidad y Meditación
orientación atencional (por ejemplo, el surco frontal superior, el área motora suplementaria, y el surco
intraparietal).
Aunque este patrón de activación relacionado con la meditación fue en general más fuerte en los expertos frente a los
novatos, la actividad en muchas áreas del cerebro involucradas en la meditación FA mostró en una forma
curva de U invertida para ambas clases de sujetos. Mientras que los meditadores expertos, con un promedio de
19.000 horas de práctica mostraron una activación más fuerte en estas áreas que los novatos, los meditadores
expertos, con un promedio de 44.000 horas de práctica mostraron una menor activación. Esta forma de U
invertida función se asemeja a la curva de aprendizaje asociada con la adquisición de habilidades en otras
áreas de conocimiento, como la adquisición del lenguaje. Los resultados apoyan la idea de que, después de una
amplia formación meditación FA, el mínimo esfuerzo es necesario para sostener foco atencional.
Meditadores expertos también mostraron una menor activación que los novatos en la amígdala durante la
meditación FA en respuesta a los sonidos emocionales. La activación de esta región afectiva se correlacionó
negativamente con las horas de práctica en la vida, como se muestra en la Figura 1 (A). Este hallazgo puede apoyar
la idea de que, los niveles avanzados de concentración se asocian con una disminución significativa en los
comportamientos emocionalmente reactivos que son incompatibles con la estabilidad de la concentración.
En conjunto, estos hallazgos apoyan la idea de que la atención es una habilidad entrenable que puede ser
mejorada a través de la práctica mental de la meditación FA.
Meditación OM
SP Desafíos
Mientras que SP tiene una oportunidad única para contribuir a este esfuerzo novedoso para mapear la forma en que
el cerebro puede ser transformado a través de la práctica mental de la meditación, hay varios desafíos
asociados. Entre los muchos retos se incluyen la caracterización de diferentes firmas de la función cerebral que
distinguen entre diferentes prácticas de meditación, el análisis de la varianza en la actividad cerebral que puede ser
debido a cambios en la fisiología periférica tales como la respiración, y la medición simultánea de señales eléctricas y
hemodinámica a aprovechar la mejor resolución posible temporal y espacial.
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24/7/2017 El cerebro de Buda: Neuroplasticidad y Meditación
Una de las implicaciones interesantes de la investigación sobre la meditación y la función del cerebro es
que la meditación podría ayudar a reducir el "ruido neural", y así mejorar la relación señal-ruido en
determinados tipos de tareas. En contextos en interfaces cerebro-ordenador se están desarrollando que se basan
en registros eléctricos de la función cerebral, el entrenamiento en meditación puede facilitar un aprendizaje más
rápido. Esta idea merece evaluación sistemática en el futuro.
Trabajo Futuro
El trabajo en curso y futuro se centra en unas pocas direcciones distintas. Uno de los aspectos cruciales que
requieren atención es la caracterización de los cambios en la conectividad entre los distintos circuitos cerebrales que
se activan por estas prácticas. El desarrollo de nuevos métodos para investigar diferentes aspectos de conectividad
(tanto estructural como funcional) será muy valiosa en la promoción de esta línea de investigación. El objetivo de
este trabajo es comprender mejor cómo se integran los diferentes circuitos durante la meditación para producir los
cambios mentales y de comportamiento que se dice que se producen como consecuencia de estas prácticas, incluida
la promoción de mayor bienestar.
Referencias
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