ARTÍCULO LAS EDADES LECTORAS ANTES Y AHORA DE ANA DÍAZ-PLAJA

La cuestión de la edad en los niños es un requisito fundamental a la hora de elegir un libro

para ellos. La psicología de Piaget y otros, dividen las etapas de la imaginación y el lenguaje de
los niños y los hacia relacionarse con temas y géneros determinados. Al finales de los noventa,
Colomer, Lluch o Mendoza se instalan en los parámetros de las teorías de la recepción o la
creación del intertexto lector y vuelven a enfocar la cuestión de las edades lectoras, pero
invirtiendo el procedimiento metodológico. Si antes deducíamos las edades lectoras a partir de
las características evolutivas del niño, ahora es el análisis de las características de los libros
preseleccionados que permitirá diseñar el lector modelo de cada edad.

Ana Díaz Plaja hace una propuesta a la hora de pensar como recomendar un libro a un niño:
Habla primero de una premisa: Un mismo libro, admite distintos niveles de comprensión.
Aunque sea un libro difícil, el niño puede entenderlo aunque sea superficialmente.

Y tras la premisa ofrece 5 propuestas, que son:

1. Conocemos a nuestros lectores, descubrir que les gusta y que no les gusta pero no de
forma generalizada, sino personalmente, ya que no importa la edad ya que a niños de
la misma edad les pueden gustar cosas distintas.

2. Conocemos los libros de forma activa, leyéndolos a fondo, informándonos sobre ellos
mediante revistas, webs, guías de lectura, que nos ofrecen novedades, críticas, etc.

3. Establecer itinerarios i planes lectores: planificar las escalas de lectura de los niños, es
decir, complicar las condiciones de enunciación, como decía Teresa Colomer.

4. Observar los clásicos, versiones originales o adaptaciones: A pesar de que puedan

defender valores machistas o clasistas, no debemos olvidarnos de estos libros puesto
que forman parte de nuestra cultura. En cuanto a las historias que dan la vuelta a los
clásicos, es necesario conocer antes las versiones originales ya que si no pierden todo
su valor de educación y por lo tanto no pueden captar la ironía. (Nos hace gracia que
caperucita se coma al lobo porque toda la vida ha sido al revés y conocemos la historia
verdadera, pero si solo conocemos la historia invertida no nos haría gracia, sería un
cuento más y ya está). Para elegir los clásicos hemos de observar que las traducciones
respeten el alma del libro.

5. Planteamiento de un objetivo de lectura: individual, colectiva, etc. Hagamos muchas

actividades con la lectura, y no siempre la misma. Ayudar a leer puede ser una tarea
que combine la libertad de elegir con la obligación a leer.
XABIER DOCAMPO: LEER, ¿PARA QUÉ?

¿Por qué leemos los que lo hacemos?

Es un acto solitario que te pone en relación con otros seres, es decir, con el autor, los
personajes, así como también te conduce a otros lugares del mundo y de la historia.

La escuela y la familia son dos elementos fundamentales para la lectura, por lo tanto, tienen
que estar compaginadas, ya que normalmente toda la responsabilidad siempre cae sobre la
escuela y debe ser una función de ambos.

Qué valor damos a la lectura si cuando acaban las actividades es cuando pueden leer, esto
significa que cuando acaban de hacer las cosas importantes, entonces leen, así se le da un
valor secundario a la lectura. Así como también la lectura como castigo, es decir, hoy no ves la
tele y vas a leer. Así alejas a tus alumnos o hijos de la lectura.

Nos podemos encontrar con familias que leen y que transmiten el gusto de la lectura, familias
que no leen pero respetan y transmiten dicha importancia. También hay familias en las cuales
se ve incluso mal la lectura.

Existen dos tipos de lectura: la lectura comprensiva que es aquella en la cual tú tienes que
extraer la información del texto, mientras que en la lectura creativa tú añades elementos y
existe un componente emocional, y que nos hace más activos todavía.

En educación infantil, los niños salen sin saber leer, pero siendo lectores, es decir, no sabe
leer el código del todo, pero le gustan las historias y quiere que se las cuente.

Ni todos los niños son iguales, ni todos los libros son iguales. Depende de la persona y del
momento a los niños les interesan unos libros u otros, por lo tanto, no podemos hacer
generalizaciones.
LITERATURA INFANTIL DIGITAL

Las obras infantiles digitales son creaciones hibridas multimodales y multisensoriales que
potencian la interactividad, la motivación, y la creatividad y a las cuales se accede con
diferentes dispositivos electrónicos.

Las más extendidas y con más posibilidades literarias son las apps mayoritariamente accesibles
por las tabletas.

Las aplicaciones recogen la herencia creativa de los grandes autores e ilustradores del pasado
que ya requerían la implicación del lector y fomentaban el juego literario.

La tecnología aumenta la interacción y amplifica los campos de experiencia. Las apps dan
autonomía a los pequeños, incrementan la atención, apelan a distintas percepciones e
inteligencia senso-motrices y generan una lectura completa en todos los sentidos. Desarrollan
por tanto, las mismas capacidades que los libros, a la vez que hacen la vivencia lectora más
exploradora y emocional, potencian la comprensión y el protagonismo de los niños abre la
posibilidad de incrementar las habilidades interpretativas.

Hay obras digitales que prácticamente calcan un libro, aunque añadiendo un toque musical al
abrirlo, un ligero movimiento y el audio narrativo. Por tanto, su aportación es limitada aunque
pueden funcionar tan o más bien que los libros.

La mayoría de las veces, las apps introducen modificaciones remarcables, incorporando

componentes lúdicos con personajes, escenas, etc.