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Conociendo a Jesús

- Se dio cuenta un día que estaba fumando ayahuasca con Aldo.


- ¿Quién es Aldo?
- Aldo es su amigo de la universidad. En ese entonces tenían 29 años, Aldo
vivía con su novia en un departamento a 15 minutos de la casa de Jesús.
Fue ahí que se dio cuenta. Nunca hubiera imaginado que se vería a sí
mismo como patético. Ya se lo habían dicho sus amigos de la universidad,
incluso los amigos de la natación cuando era niño. Pero él siempre
pensaba que eran sus grandes dotes histriónicos el motivo de la burla.
Incluso Jesús discurre en si las risas que lo rodearon de niño hubiesen
sido parte de la burla o del histrionismo que hace alrededor de ella.
Pero de lo que se dio cuenta ese día era que su actitud era la de una
persona perdedora ante la vida.
Lo había dicho una basquetbolista en la tele, en un programa sobre cómo
da pláticas en primarias. Si te juntas con perdedores serás uno de ellos,
Jesús leyó en los subtítulos; pero escuchó la palabra que tan popular se
hizo en México, aunque estuviera en inglés: Losers. Se dio cuenta, al bajar
del efecto de la ayahuasca, que él era un Loser.
Loser desde todos los puntos de vista que él se podía construir. Estaba a
punto de cumplir 30 años y vivía con sus papás. Su papá le daba 500
pesos a la semana para que mantuviera ahorrados los 15,000 de su
liquidación. Llevaba 3 meses desempleado y era la tercera vez que llegaba
a esa cantidad de tiempo sin empleo desde que salió de la universidad; 3
años antes. Había tenido una novia recientemente, aunque ya no podía
decir que eso era una relación.
A Ariana la conoció cuando entró a la universidad. Fueron mejores amigos
1 año hasta que ella conoció a quien fue su novio en la carrera. Al
terminar la carrera, Jesús la invitó a salir y anduvieron durante 3 años.
En la última pelea, Ariana; con lágrimas en los ojos; le dijo que se iba a
suicidar si se largaba. Jesús se largó y dejaron de andar; aun así, cogían
cuando se veían, cada 2 semanas.
- ¿Ariana, tu mamá? ¿Por qué les dices por sus nombres?
- Conocí a Jesús cuando tenía 6 años. Mi mamá no me dejaba decirle papá.
Así que un día me preguntó que por qué ella sí era mamá. Desde ahí le
digo Ariana, me parece más justo.
- ¿Y eso de que cogían cada 2 semanas, quién te lo contó? ¿Él o ella?
- Ariana no me comparte de su pasado como Jesús. Pero bueno el punto ere
ese. El desempleo y la falta de amor lo estaban orillando a deprimirse
porque vivía en una sociedad que lo construía como deprimente.
- ¿Y si lo que pasó es que se dio cuenta de que estaba deprimido? Digo,
acababa de pelearse con tu mamá, ¿no?
- Bueno también hay una gran diferencia entre estar deprimido y sentirse
deprimente, ¿no crees?
- Pues yo siempre he creído que tu papá es medio deprimente, por lo que
me cuentas. Eso de fumar mota contigo y tus cuates, no se ve muy chido
para alguien de cincuenta y tantos años. ¿O comprar mota de más de mil
pesos cuando no le va tan bien?
- Yo creo que es diferente, pero bueno no lo estoy justificando; tan sólo
cuento su historia. Es para que te des una idea de a quien vas a conocer.

- ¿Y luego, qué hizo cuando se concibió deprimente?


- Imagínate Lau, que durante el camino de regreso a casa pensaba en cómo
la vida lo había tratado como a un imbécil y; él había caído en la broma.
Broma, le dice broma y no trampa porque piensa que todos dicen esa
opción como sarcasmo. Su vida había caído en una ironía de querer caer
bien a todos. Recordó que de niño era bastante aislado y el hecho de
querer ser igual a todos lo había convertido en un ser patético. Recordó
que le gustaba pensar en la soledad; y sólo hasta ahora, a sus 29 años, se
estaba dando cuenta.
A las 2 semanas se metió a trabajar en el área de Recursos Humanos de un
banco. Un banco donde trabajaba un primo suyo. Dejó de ver a Ariana y
comenzó a ahorrar para lograr independizarse.
Aun así, no dejaba de sentirse patético. Verificaba los perfiles de los
currículums y entrevistaba a algún tipo de vez en cuando. Él había
estudiado historia del arte, escribiendo su tesis sobre la influencia de los
ritmos africanos en las percusiones del son cubano; por supuesto que no
le interesaba comparar las habilidades de los entrevistados.
Llenar formatos que consideran la compatibilidad del pobre diablo con el
del perfil deseado. Estableciendo parámetros cuadrados para decidir
sobre el actuar de una empresa. Totalmente lo contrario a la investigación
del arte.
- ¿Y nunca se dedicó a estudiar arte?
- No; del banco ha saltado a diferentes chambas, pero nunca a la
investigación del arte.
- ¿Crees que nos pase eso a nosotros? ¿O lograremos dedicarnos; yo a ser
una gran psicóloga y tú un feroz abogado?
- Feroz abogado
- O bueno, ¿uno correcto y noble?
- No sé, yo creo que sí; la neta es que Jesús se voló la barda estudiando
historia del arte. ¿A quién se le ocurre eso?
- Pues a mí me parece genial que lo haya escogido, seguro que le ha de
fascinar. Lástima que no hay de esas chambas acá. Han de ser muy
poquitos los que lo hagan. ¿Nunca te conté que quería estudiar arte?
- Sólo me lo has mencionado.
- Pues desde la secundaria me gustó mucho trabajar plastilina. Todo por la
clase de arte de 2o, tuvimos que hacer una escultura. Desde ahí me gusto
hacer esculturas de plastilina hasta terminar la secundaria. Hacía de todo;
flores, casas, jarrones. Hice una maceta, no sabes Alex, de lo más padre.
Tenía pechos de mujer fuerte, padrísimo, con una presencia impactante.
Ya después en la prepa hacía cuadros al óleo y en acuarela. Era lo mejor.
Me sentía totalmente libre cuando pintaba. Podía soñar y seguir
trabajando a partir de lo que iba imaginando. Inventaba novios, sexo,
amor; todo lo que realmente no conocía.
- ¿Y qué pasó?
- Creo que nunca tuve confianza en mí misma. Le decía a todo el mundo que
iba a estudiar arte, pero ni esa fue presión suficiente para convencerme.
- ¿Ni siquiera lo intentaste?
- Espérate, a eso voy. El último año de prepa hice mi examen para arte y
psicología. Sólo pasé el de psicología. Y pues ni modo, también se me hace
interesante; creo que realmente no tenía todo lo necesario para ser
artista.
- ¿Por?
- No sé, mis cuadros ni siquiera eran como expresionistas ni nada así pero
sí estaban llenos de manchas. Primero hacía mi cuadro y después lo
arruinaba. Creo que es una pendejada, y ni siquiera tenía técnica. Al final,
con mi forma de pensar, creo que me hubiera encasillado y no la hubiera
hecho.
- Me gustaría ver tus cuadros.
- Luego te los enseño, todavía tengo como 3 guardados.
- Podrías pintarme uno.
- Mejor te enseño los hechos, me daría pena. ¿Y luego, cómo fue que regresó
Jesús con Ariana?
- No lo hizo, Ariana le dijo que estaba embarazada. Se lo dijo por teléfono
porque Jesús no la quería ver. Cuando se vieron Ariana estaba llorando. Se
ocultó las lágrimas e intentó hacer una sonrisa, pero no le sirvió
demasiado. Te juro que no fue adrede le dijo. Jesús no lo podía creer. No
sólo se sentía patético, había embarazado a la única mujer que había
amado. Una mujer a la cual ya no amaba por sus pocos deseos de ser feliz.
Le tomó las manos y le dijo que la amaba y que serían felices. De camino a
casa recordó el intento de suicidio, cómo el papá de Ariana le marcó para
decirle que su hija no dejaba de vomitar; tras lo cual Jesús le pidió que la
llevara al hospital porque lo había amenazado con matarse una hora
antes. Recordó también la vez que lo golpeó por mirar a otra mujer, sus
depresiones, cómo se desesperaban mutuamente.
Jesús sabía que la única razón por la que la amaba era por su propia
inseguridad. Durante años había evitado el acercamiento cariñoso porque
odiaba sentirse rechazado. Ariana era una mujer que odiaba a todos los
que la rodeaban, pero no se podía desprender. Recordó la vez que la
golpeó; escuchaba la voz de su madre gritándole que era un cobarde,
mientras que no podía quitar sus pulgares de la garganta de Ariana.
Aun así, se fueron a vivir juntos cuando Ariana cumplió 4 meses de
embarazo, a un departamento en la colonia Doctores.
- Tu papá es un cobarde. ¿Para qué diablos te cuenta cómo se rompía la
madre con tu mamá y por qué vivieron juntos? ¡¿Quiere justificar tu
abandono?!
- Es lo más probable Laura, pero eso no le quita que tenga una historia.
Todos deberíamos de ser escuchados, aunque sea para desahogarnos. ¿No
crees que Jesús tenga derecho a réplica?
- Me extraña su forma de exponerla. Hace ver a tu mamá como al demonio
y al él como la pobre la víctima depresiva. ¿No podía decir lo que
pensaba? ¿O acaso lo tenía todo guardado para expresártelo cuando tú lo
conocieras?
Nunca te he contado que mi padre nos golpeaba; a mí, a mi mama y a mi
hermano. Era lo peor Alex; siempre llegaba con aliento a Bacardí a gritar
por el sabor de la cena, o por las calificaciones de Juan, o si rompíamos
algo, mi poca ternura, las contestaciones de mi mamá, la cagada del perro.
Comenzaba por decir que no era posible vivir en una casa donde a todos
les vale madres la casa y la convivencia, el orden de las cosas; se
empezaba a enojar si no lo veíamos, si sí nos mandaba a nuestros cuartos
para gritarle a mi mamá todos sus corajes y aventar los platos. Aventaba
los trastes para liberar su frustración, su frustración de estar deprimido
por vivir lo que vive, o que no estemos como pendejos a la espera de sus
instrucciones. Pero si nos volteábamos cuando arruinaba la cena y nos
poníamos a ver cualquier cosa que no fuera su cara de neurótico,
entonces nos aventaba algo; a veces un zapato, a veces a la cuchara, a
veces sólo nos chiflaba y empezaba con ¡Me estás oyendo pendeja! ¿O
hablo para la pared y que tú sigas pensando como rascarte la pinche panza
en vez de ayudar a tu madre? ¿Ehh? Y entonces se paraba y me agarraba
del pelo, a mí o a mi hermano, me jaloneaba del pelo gritando que a ver si
así entendía y me arrastraba hasta su cuarto. Ahí me bajaba los
pantalones y hacía poner la panza sobre la cama. Entonces se quitaba el
cinturón y empezaba con los cinturonazos, uno tras otro hasta que se
cansaba el pinche cerdo.
No mames Laura, ¿por qué nunca me habías contado? ¿Cómo le haces
para llevarte bien con él?
- ¡Obviamente no lo hago!...... mjjjm ... siempre me ha cagado la puta madre,
una vez le pagué a un conocido para que le pegara, pero me arrepentí el
mismo día…mmmjjjjmmmm... neta está cabrón vivir así, y neta no
entiendo por qué tu papá tiene que contarte esas mierdas; es un maldito
infierno.
- … creo que es su forma de decir que está vivo. Ariana se refiere a él como
a un muerto. No ha tenido novia desde que lo conozco y platica poco de
sus amigos. Antes lo trataba como a un mueble, ahora me pregunto si soy
el único al que tiene.
- ¿Y cómo vivieron estando juntos? ¿Por qué no se quedó a conocerte?
- Vamos a pararnos a esos tacos, así nos relajamos y seguimos la historia
más tranquilos.
- Si guapo, vamos.

- Cuando te conocí jamás pensé que fueras cercano a tu padre. No hacías


nunca referencias a él y te desarrollas mucho sin tu familia. ¿Cómo es que
llegaste a platicar de cosas tan profundas con él? Creo que yo nunca he
tenido una plática sobre las emociones con mis padres.
- No es lo mismo tener a un padre toda tu vida a que llegue un señor a
querer llenar el saco. El segundo hará lo que sea por caerte bien, hasta
dejar de ser un padre. Tienes razón en lo que dijiste de la marihuana. Es
patético que quiera vincularse con un porro y un disco de los Rolling
Stones, pero así lo hace.
Creo que me ha contado su percepción de su vida con tanta fidelidad con
el objetivo de lograr empatía, y lo logra. En ocasiones cuando están mis
amigos y termina contándonos de las prostitutas que se cogía cuando era
niño; veo en sus arrugas la fragilidad de un niño. Un niño que sólo quiere
caer bien por miedo. Y ahí lo entiendo, como a una persona que te hace
llorar, aunque el resto se estén riendo de él. El eterno bufón de las
pendejadas, aunque por dentro esté acarreando tristeza.
Creo que eso fue lo que no funcionó durante el embarazo de Ariana. Ella
no estaba dispuesta a ver el mundo como algo desconsolador. Necesitaba
a un hombre que la protegiera y, aunque fuera, actuara como si tuviese el
control de las cosas. Ella también tenía miedo y tampoco estaba
preparada.
Esta parte me la contó Ariana durante toda la infancia, me la repetía todo
el tiempo. Mientras vivían juntos, Jesús tomaba diario. Se la vivía con los
ojos cansados y si no llegaba a dormirse, se tomaba hasta donde pudiera
de una botella de tequila hasta acabar dormido en el sillón de la sala.
Ariana se estaba deprimiendo y no podía soportar vivir con un hombre
que apenas le hablaba. Lloraba todas las noches mientras Jesús roncaba.
Las discusiones empezaron todas las noches; por cualquier cosa, por
nimiedades. Se gritaban y terminaban diciendo que esa relación era lo
peor que les había pasado.
Sobre todo, Ariana me ha hecho énfasis en eso “Tu padre siempre odió
estar con nosotros, no sé por qué te busca tanto si cuando vivíamos juntos
no hacía más que renegar de tu nacimiento y nuestra vida de pareja.
Siempre estaba borracho gritando incoherencias, diciendo que me odiaba y
que estaba hasta la madre de mí, que deseaba que estuviera muerta”.
Jesús nunca habla de esos pasajes. Sólo se limita a decir que fue cuando
entró en depresión y que escuchaba voces imaginarias como cuando
ahorcó a Ariana.
Me cuenta que, tras esa depresión e irse a vivir sólo, estuvo 6 años
tomando y metiéndose cocaína todos los días. Que había días que lloraba
por no haberme conocido, y todos los días se sentía una mierda de
persona. Ariana me cuenta que me hablaba borracho en mis cumpleaños,
pero ella no le dejaba hablarme. Hasta los 7 años comenzó a buscarme y
cada vez la relación se ha hecho más estrecha. Es por eso que quiero que
lo conozcas, porque es alguien muy importante y a quien quiero mucho.
- No mames Alex, tu papá es un pendejo. ¿Cómo lo puedes querer? Es un
maldito alcohólico agresivo, además de que probablemente tenga una
enfermedad mental o que su alcoholismo ya esté en el punto de las
alucinaciones. Si yo tuviera la oportunidad de no convivir con el
golpeador de mi padre, por supuesto que no lo hubiera hecho. Ya ni me
dan ganas de conocerlo.
- ¿Tú crees que es fácil para mí contarte esto? Yo sé que es un imbécil, pero
ten paciencia, lo quiero, ¿o qué? ¿quieres que deje de saludar a tu papá
porque te madrea?
- No me madrea pendejo, me madreaba; y no te lo conté para que me lo
echaras en cara a la media hora. ¿Qué no sientes ni un poco de empatía?
- Siento la misma calidad de empatía que tú sientes al no querer conocer a
mi padre, te estoy diciendo que es importante y a ti te vale madres, hablas
de él como a de un imbécil y aquí estoy yo contándote los malditos
traumas de mi familia.
- No lo dije tan en serio guapo... mmmjmm…. sólo que me acordé de mi
infancia, fue más como una expresión, no quise ofenderte.
- Pues tu mamá es una pinche dejada sin valor, ¿son tantas sus ganas por
seguir viviendo en el centro de Coyoacán? ¿O es más bien la flojera de ir a
trabajar?
- ¡¡Chinga tu madre imbécil!! Hace rato dije que no quería conocer a tu papá
por el coraje que me dio que golpeara a tu mamá, pero ¿sabes qué? Ahora
si es en serio, ya me quiero ir, déjame bajarme aquí en la carretera para
regresarme a mi casa.
- ¿Crees que voy a caer en tus chantajes? Bájate, me vale madres, cómo si
me fuera a afectar que la niña traumada no conozca a don traumado.
- Eres un pinche puto, por eso nunca tienes novia y te enamoras a los dos
meses de que alguien te coja, vas a morirte sólo.
POOF

(Pinche Laura cabrona, hasta crees que me voy a bajar del coche a
perseguirte como perro abandonado. Ya te quiero ver pidiendo aventón
con los ojos llorosos y tu actitud de que te mereces todo en la vida. Hasta
voy a apagar el celular para que no me estés jodiendo. Hija de tu pinche
madre. Más le vale a Jesús que nos pongamos hasta el huevo).

FIN

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