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Argumento

El protagonista de la historia, Axel, reside en una vieja casa situada en la Königstrasse, en


Hamburgo, junto a su tío Otto Lidenbrock, un prestigioso profesor de mineralogía en el
"Gelehrtenschule des Johanneums" (designado en libro como "Johanneum"), a quien describe
como un hombre temido por su fuerte carácter pero muy original, su prima Gräuben y su sirvienta,
Marta. Un día el profesor le llama a su despacho, donde le enseña un manuscrito de gran valor del
Heimskringla, de Snorri Sturluson. Pero ese libro esconde una gran sorpresa: un pergamino de
origen rúnico que oculta un mensaje secreto. Tras muchos esfuerzos y gracias a un descubrimiento
casual de Axel, lograrán descifrarlo. En él, un alquimista islandés llamado Arne Saknussemm2
revela cómo llegar al centro de la tierra. El profesor, eufórico, decide ir al lugar indicado en el
pergamino junto con su sobrino Axel.

Criptograma que aparece

en la obra.

Axel está muy asustado y no quiere ir, pero no tiene otra opción, y salen hacía el punto indicado
en el pergamino: Islandia. Tras un largo viaje, llegarán a Reikiavik, ciudad cercana al Snæfellsjökull,
volcán por el que tendrán que introducirse para alcanzar el corazón terrestre, siguiendo las
indicaciones de Saknussemm. Allí contratan a Hans, un cazador de éiders profesional, que les
acompañará a lo largo de su odisea. Equipados con víveres, herramientas, armas, instrumentos,
linternas eléctricas3 y un botiquín, emprenden el viaje hacia el volcán.

Emprenden el asalto del Sneffels por caminos difíciles. La marcha es penosa, pero al fin alcanzan la
cumbre del volcán. Allí encontrarán una grata sorpresa: Saknussemm ha señalado su presencia
inscribiendo su nombre en una roca, mostrando así que su viaje era real. Llegados al fondo del
cráter, se abren tres chimeneas. Siguiendo una vez más las instrucciones dejadas por el alquimista
en el pergamino, averiguan cuál de las tres chimeneas es la que conduce al centro de la Tierra:
aquella que la sombra del pico Scartaris acaricie antes de las calendas de julio. Por medio de una
cuerda, se van deslizando y bajan así 2800 pies en once horas. Allí improvisan una cama para
dormir y recuperar fuerzas.

A la mañana siguiente, siguen hundiéndose en las entrañas del Globo dejándose caer por
pendientes inclinadas, formadas por lava seca que tapiza el interior del cráter. Tras un largo
descenso, llegan al fondo de la chimenea, donde se encuentran con dos caminos. El profesor
Lidenbrock decide tomar el del Este, y tal camino resulta ser el erróneo, pues al tercer día se
quedan sin agua y han de retroceder para ir hacia el Oeste. Cuando los personajes están
muriéndose de sed tras varios días sin hallar nada de agua, Hans, el guía que los acompaña, halla
un torrente bajo las rocas. Perforan la piedra con las herramientas que llevan y consiguen agua,
pero a 100º de temperatura; la dejan enfriar y de ese modo sacian su sed y llenan las
cantimploras.

A la mañana siguiente, siguen su camino descendiendo y acercándose cada vez más al centro de la
tierra. Axel se despista de su tío y de Hans, y se pierde en un tunel. No obstante, la peculiar
acústica del lugar le permite conversar con su tío a pesar de encontrarse muy lejos de él. Siguiendo
las indicaciones de éste, se pone en camino. Cae accidentalmente por un pozo, pero
providencialmente la inclinación de éste le llevará hasta donde están Hans y su tío. Cuando vuelve
en sí, ve que se encuentran junto a un mar: están en una caverna capaz de contener la cantidad de
agua de un océano. Cerca de allí, hay un bosque de hongos donde hallan esqueletos de animales y
de humanos.

Hans construye una balsa, y de ese modo embarcan e inician una travesía con el fin de alcanzar
nuevas salidas en las orillas opuestas. El viaje por mar se hace más largo de lo que pensaban.
Durante la travesía pescarán peces extintos del género pterichthyodes y se encuentran con
monstruos marinos enormes, un ictiosaurio y un plesiosaurio pero por suerte los animales están
luchando entre ellos y no se percatan de la presencia de la balsa.

Axel y sus dos acompañantes continúan el viaje con su monótona uniformidad. Pasan al lado de un
islote, llamado por ellos "Islote de Axel", en el que hay un géiser de agua hirviendo a una
temperatura de 163ºC.

Siguen su camino y les amenaza una tempestad, el viento sopla a una velocidad incalculable, los
relámpagos no cesan, el calor aumenta. De repente ven un disco de fuego pasearse por el espacio
a la velocidad de un huracán (posiblemente un rayo globular), que les arranca la vela con el mástil,
y los tres amigos son arrastrados con gran rapidez hasta que la almadía choca con los arrecifes de
la costa.

Axel y su tío se libran de la muerte gracias al guía, Hans, que los arranca del abismo tumbándolos
en la arena de la playa. Consiguen rescatar la pólvora, la brújula, el manómetro y alimentos para
cuatro meses, si bien han perdido las armas.

Con la ayuda de la brújula, comprueban su situación y ven que durante la tempestad han
retrocedido en lugar de avanzar. Furioso y desafiando todos los peligros, el profesor Lidenbrock
dice que han de volver a la balsa para seguir el viaje, pero antes quiere inspeccionar el lugar donde
habían llegado a la deriva. Este lugar les reserva más sorpresas: un cementerio de cuerpos
fosilizados en el cual hallan primero un cráneo humano y luego un cadáver entero
semimomificado de la era cuaternaria .
Siguen explorando el terreno y se alejan de la orilla del mar. Llegan a un bosque de vegetación de
la era terciaria con palmeras, pinos, cipreses y helechos. Debajo de esos árboles ven agitarse unos
mastodontes gigantes y lo que creen un ser humano de más de cuatro metros de altura con una
cabeza del tamaño de un búfalo que los pastorea como si fueran ovejas. Les parece imposible y
piensan que podría ser una visión, pero huyen a gran velocidad hacia el mar, donde han dejado la
balsa. En su huida encuentran un puñal que perteneció a Arne Saknussemm, el alquimista que 300
años atrás hizo ese mismo viaje al centro de la Tierra, y más adelante en una roca encuentran
grabadas sus iniciales, señalándoles el camino una vez más.

Según Lidenbrock, para llegar al centro del Globo aún tienen que bajar 1500 leguas. Para seguir el
viaje deben tomar una galería, pero una roca enorme obstruye la entrada y no les permite
penetrar por ningún sitio. Optan por romper la roca con la pólvora que tienen. Preparan todo,
encienden la mecha y se refugian en la almadía que tienen en la playa. No obstante, la extremada
inestabilidad del terreno hace que la explosión provoque un terremoto y que el mar, convertido
en una ola gigante, se los lleve violentamente a lo largo de diversas galerías. Pronto acabarán en
una galería vertical, pero el agua entonces, al recobrar su nivel natural, empieza a subirles a gran
velocidad, a modo de un ascensor superrápido. Los tres exploradores se consideran perdidos,
viendo que a causa de la velocidad de su ascensión apenas pueden respirar y que el calor se hace
insoportable.

Las paredes se mueven, los vapores se condensan...: son los síntomas de una erupción, y están
dentro de la chimenea de un volcán en actividad. De repente, un movimiento giratorio se apodera
de la balsa, que se balancea sobre las olas de lava en medio de una lluvia de cenizas, y salen
disparados por el abrasador orificio del cráter.

Cuando Axel abre los ojos, comprueba que se hallan al aire libre, en la superficie de la tierra. Pero
no están en Islandia sino en la isla de Estrómboli, Italia, en pleno Mediterráneo. Habían entrado
por un volcán, el Snæfellsjökull, y han salido por el Estrómboli situado a más de 1200 leguas del
primero. Un cono de prodigiosa altura, coronado de humos, se divisa hacia el poniente: es el Etna.

Axel y su tío regresan a casa. La noticia de su viaje al centro de la Tierra se había propagado por
todas partes, pero nadie se había creído semejante aventura. No obstante, la presencia de Hans y
varios informes llegados de Islandia cambian la opinión pública. El profesor Lidenbrock y Axel
pasan a ser hombres famosos, y Hans regresa a su tierra natal de Islandia.
Al final del libro descubrirán que la indicación de la brújula por la cual habían creído retroceder era
errónea: la bola luminosa con la que se encontraron en la tempestad había alterado los polos,
haciendo que señalara el norte donde en realidad estaba el sur.

Personajes[editar]

Axel: Es sobrino del profesor Lidenbrock, novio de Graüben, y el narrador en la obra.

Otto Lidenbrock: profesor de mineralogía, tío de Axel, padrino de Graüben y organizador del viaje
al centro de la Tierra.

Hans: antes cazador de unas aves islandesas llamadas eíderes y luego guía islandés que contrata
Lidenbrock para el viaje al centro de la Tierra.

Graüben: novia y luego esposa de Axel, ahijada de Lidenbrock.

Marta: sirvienta de Axel y del profesor Lidenbrock.

CONTEXTO HISTÓRICO DE LA NOVELA

En 1848 se inicia en París el movimiento revolucionario, se luchaba por ideales democráticos. Este
movimiento no triunfa y es nombrado por los conservadores como presidente de la República a
Luís Napoleón Bonaparte.

El siglo XX es el siglo del nacionalismo se produce en toda Europa un impresionante desarrollo


industrial. Aparecen nuevas clases sociales, como la burguesía y el proletariado.

El progreso de la ciencia es importantísimo en esta época, Charles Darwin publicó su obra El origen
de las especies, en la que defiende la teoría del evolucionismo.

Triunfa en Europa el Romanticismo y en 1850 es sustituido por un nuevo movimiento literario el


Realismo, movimiento que profesora es una puta pretende describir la realidad tal como es.
Novelistas de este movimiento fueron Stendhal y Balzac.

En este ambiente de tantos cambios políticos, sociales y culturales desarrolló Julio Verne su obra
literaria.

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