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Batalla de Namasigüe
Lugar Namasigüe
Coordenadas
13°12′08″N 87°08′01″OCoordenadas:
13°12′08″N 87°08′01″O (mapa)
Beligerantes
Comandantes
Fuerzas en combate
Bajas
80 muertos 1.000 entre muertos y heridos
220 heridos
Índice
[ocultar]
1Antecedentes
2La declaratoria de guerra
3Situación de las tropas
4La batalla
5Las acciones finales y decisivas
o 5.1Batalla de Maraita
6Consecuencias
7Referencias
8Enlaces externos
Antecedentes[editar]
En enero de 1907, el Gobierno de Honduras acusó a Nicaragua de ayudar con armas a los exiliados
hondureños que atacaban los puestos fronterizos, liderados por el general Miguel Oquelí
Bustillo quien trataba de derrocar al Presidente, general Manuel Bonilla.
Tropas del Ejército de Honduras, al mando del general Teófilo Cárcamo persiguieron a un grupo de
atacantes, penetrando a territorio nicaragüense hasta el puesto fronterizo llamado Los Calpules,
incendiándolo.
En respuesta, el Presidente de Nicaragua, general José Santos Zelaya López procedió a
reconcentrar tropas a lo largo de la frontera norte. Además, conforme el Pacto de Pazfirmado en
puerto Corinto en 1902, el Gobierno de Nicaragua recurrió al Tribunal de Arbitraje y acusó a los
militares hondureños de haberse apoderado de Los Calpules por tres días, además de saquear,
destruir propiedades y del fusilamiento de dos soldados nicaragüenses que habían sido capturados,
hasta que una patrulla del Ejército de Nicaragua los expulsó, exigiendo al Gobierno de Honduras
explicaciones y satisfacciones por el ataque, el gobierno de Honduras declaró disuelto, el Pacto, y el
18 de febrero invadió nuevamente territorio nicaragüense por el puesto fronterizo de Tapacales,
Nueva Segovia, los que fueron inmediatamente rechazados por los soldados nicaragüenses.
El Tribunal que tenía su sede en El Salvador (en ese momento un aliado de Honduras), decidió que
para dar trámite al reclamo, el Gobierno de Nicaragua tenía que retirar a los militares que estaban
en la frontera. El presidente Zelaya López rechazó tal condición al considerarla que vulneraba la
defensa nacional y exigió que el Tribunal acogiera la queja interpuesta por Nicaragua.
Desde el primer ataque, el comandante general Zelaya había tomado la decisión de reforzar las
unidades fronterizas y de acuerdo con el análisis de la situación general se previó el incremento de
los ataques enemigos, por lo que decidió organizar el Ejército de Nicaragua en cinco secciones: el
Ejército de la Costa Norte del Litoral Atlántico con la jefatura del general Juan José Estrada, el
coronel Luis Isaula y el teniente coronel José A. Treviño; el Ejército del Noroeste bajo el mando de
los Generales Aurelio Estrada, Nicasio Vásquez y Juan Bautista Sáenz, el Ejército del Norte bajo las
órdenes de los generales Erasmo Calderón, Emiliano J. Herrera y Ramón Fiallos; y las dos
secciones que correspondían a las unidades del Ejército que operaban en el Pacífico y en la
seguridad interior de la República.
Oficialmente, el general Zelaya emitió un decreto autorizado por el Congreso de la República, que
aceptaba la guerra que había provocado el gobierno de Honduras que presidía el general Manuel
Bonilla. La población nicaragüense respondió al llamado del Gobierno de Nicaragua al servicio de
las armas.
El general Camilo Castellón se reunió el 25 de febrero en San Bernardo con los jefes de tropas para
la discusión del Plan General de Campaña aprobado, que contemplaba la organización de la
defensa del territorio nicaragüense y el paso del Ejército de Nicaragua a la ofensiva, por lo que se
organizaron las columnas expedicionarias que desarrollarían las acciones principales y
movilización, transporte e ingeniería, prestando especial interés a la asignación de cirujanos,
ambulancias, bancos de sangres y hospitales para la atención de los heridos de combate.
De acuerdo con las decisiones aprobadas por la Comandancia General, el Ejército de Nicaragua
pasó a la ofensiva hacia el territorio hondureño dividiendo sus fuerzas en tres columnas: la central,
al mando de general Emiliano J. Herrera que partió de Nueva Segovia, penetró por San Marcos de
Colón, se tomó el poblado e instaló un gobierno provisional; la de la Costa Atlántica a las órdenes
del general Juan J. Estrada que salió de Bluefields por el mar y se tomó la ciudad de Trujillo y
Puerto Cortés; y la de Sur bajo la autoridad de general Aurelio Estrada ubicado en Chinandega que
inició sus acciones penetrando por Choluteca.
La declaratoria de guerra[editar]
La guerra de Nicaragua contra las tropas unidas de Honduras y El Salvador fue entre el 18 de
febrero y el 27 de marzo de 1907.
El 25 de febrero los jefes militares se reúnen con el general Camilo Castellón Lacayo, Ministro de la
Guerra y Marina, designado por el Presidente Zelaya como jefe de las operaciones militares.
El 1 de marzo de 1907, el Congreso de La República de Nicaragua emitió el siguiente decreto:
"Artículo único.- La República de Nicaragua acepta la guerra que le ha provocado el
Gobierno de Honduras. En consecuencia hará uso de todas las fuerzas de que dispone y de
los derechos que le competen, hasta donde lo demande el completo desagravio que se le
debe por los ultrajes inferidos a su honor y dignidad."
El Ejército de Nicaragua invadió Honduras con tres columnas expedicionarias:
Penetrando desde Nueva Segovia en dirección a San Marcos de Colón, bajo el mando del
general Emiliano J. Herrera.
Desde la Costa Caribe, el general Juan José Estrada Morales salió de Bluefields y tomó por
mar las ciudades de Trujillo y Puerto Cortés.
Desde Chinandega, el general Aurelio Estrada Morales avanzó hacia Choluteca.
Ya para el 8 de marzo, una serie de tropas nicaragüenses se encontraban dislocadas en
territorio hondureño. Cerca de Namasigüe estaba el general Nicasio Vásquez Gutiérrez;2 en El
Corpus, el entonces coronel Alfonso Valle Candía. También cerca de Namasigüe los generales
Rodolfo Portocarrero, Juan Bautista Sary y Roberto González que llegaría a ser conocido como
«El León de Namasigüe».
Otros nicaragüenses, además de los mencionados, que tuvieron una destacada participación en
Namasigüe fueron: generales Concepción Flores, Julián Irías y Francisco Altschul; coroneles
José de Jesús Uriza, Adán Espinoza, Isidro Ramírez, Ascensión Flores Rivas, Rafael Medina,
Saturnino Cuadra, Cornelio Aráuz, Alejandro Carias y Julián Corea.
por el Ejército de El Salvador, tres mil hombres bajo el mando del General en Jefe José
Dolores Preza y el general Alejandro Gómez, quienes avanzaron por el centro; por el flanco
derecho dirigieron las tropas los generales Avelar y Licona y el coronel Pilar Martínez; por el
flanco izquierdo los generales Paulino Godoy, Benito Chavarría y Rafael Hernández, de
nacionalidad nicaragüense integrados al Ejército de El Salvador.
por el Ejército de Honduras, unos dos mil hombres al mando del general Salomón Ordóñez
en la plaza de San Marcos de Colón; fuerzas al mando del Presidente de la República
general Manuel Bonilla en Choluteca; fuerzas al mando del Ministro de Guerra y
Gobernación, general Sotero Barahona, en Yuscarán (El Paraíso); y tropas al 0mando del
coronel Tomás Arita en Ocotepeque.
La batalla[editar]
Esquema de la Batalla de Namasigüe (1907).
Se calcula que por el ejército de El Salvador participaron 3000 hombres al mando de los
generales José Dolores Preza Montalvo y Alejandro Gómez Avilar, y el coronel Pilar Martínez.
También los exiliados nicaragüenses, generales Paulino Godoy, Benito Chavarría y Rafael
Hernández, quienes fueron participantes de la Revolución Liberal de 1893. Las tropas
hondureñas tuvieron como jefe al Presidente de la República, general Manuel Bonilla, y al
general Salomón Ordóñez; el Ministro de Guerra y Gobernación, general Sotero Barahona y el
general Tomás Arita. Participaron más de cuatro mil hombres por ambos ejércitos y unos 1500
por Nicaragua.
El general salvadoreño Preza Montalvo subestimó4 al ejército nicaragüense, tanto así que al
salir de San Salvador, había dicho:
"Me amarré las botas en el Cuartel de El Zapote en San Salvador, y hoy a las cinco de la
tarde me las voy a desamarrar en el Campo Marte de Managua."
Las operaciones iniciaron el domingo 17 de marzo, con el fuego de la artillería a las
posiciones de las tropas nicaragüenses, sin causar daño alguno, asimismo el fuego
respondido por la artillería nicaragüense. El general en Jefe Estrada, de Nicaragua, al
conocer del ataque a Namasigüe se trasladó al lugar inmediatamente, llegando con su
Estado Mayor el lunes 18 en la madrugada. Este mismo día continuó el ataque artillero
honduro-salvadoreño, coordinado con las fuerzas de infantería para romper las líneas
defensivas por el centro, objetivo que no fue logrado por la resistencia de las fuerzas
nicaragüenses. Los combates se prolongaron hasta las siete y treinta de la noche,
reportándose numerosas bajas en ambas filas.
Debido a lo complejo de la situación bélica, el general Estrada ordenó al general Vásquez
trasladarse a Namasigüe para reforzar las tropas que enfrentaban a un enemigo superior en
la cantidad de fuerzas, con una relación de un nicaragüense contra cuatro honduro-
salvadoreño. Las unidades del general Vásquez compuestas por dos batallones al mando
de los coroneles Rafael César Medina y Saturnino Cuadra, tres compañías del batallón de
teniente coronel Julián Corea, la brigada de caballería del coronel Vergara y un pelotón de
artillería, llegaron a Namasigüe el martes 19 de marzo, a las nueve de la mañana. Los
combates continuaron durante todo el día, manteniéndose sin alteración las posiciones
defendidas por los nicaragüenses.
El general Vásquez, el 20 de marzo, se dirigió en ofensiva hacia las posiciones honduro-
salvadoreñas que se encontraban en a hacienda San Pedro, su flanco derecho, el ataque lo
realizó con cuatrocientos hombres logrando recuperar la Plaza y obligando al enemigo a
huir en desbandada. Para organizar la defensa de este sector el general Vásquez dejó un
batallón al mando del coronel Saturnino Cuadra. Esta acción ofensiva fue determinante
para fortificar el flanco izquierdo del Ejército nicaragüense y concentrar los esfuerzos
principales en el frente de defensa y en el flanco derecho.
Las fuerzas enemigas el día 21 realizaron un movimiento de flancos alrededor de las
posiciones de las tropas del general González y del teniente coronel Silva que defendían el
centro, ocuparon la loma El grito y otras cercanas, desde las que abrieron fuego de artillería
con el objetivo de romper las líneas defensivas, principalmente a de Los Portillos. El fuego
fue respondido con el empleo efectivo de las piezas Maxim, lográndose neutralizar los
ataques.3
La disparidad numérica de los dos ejércitos fue compensada por el lado nicaragüense con
armas como las ametralladoras Maxim y Gatling, utilizadas por primera vez en las
guerras de Centroamérica. Con estas armas diezmaron las filas de las fuerzas aliadas
honduro-salvadoreñas.5
El Ejército de Nicaragua contaba con el siguiente armamento: cañones Krupp, cañones de
montaña de 42 mm sistema Hotchkiss; piezas de artillería de repetición de 37 mm, obús de
7.5 mm, cañones Skoda, rifles Remington, rifles Máuser, ametralladoras Maxim y Gatling.
Las primeras armas modernas fueron compradas por medio del ciudadano francés,
Francisco Labreau.
Otros jefes nicaragüenses participantes en la batalla fueron los coroneles Rafael César
Medina, Saturnino Cuadra y Demetrio Vargas, el teniente coronel Julián Corea, todos al
mando del general Nicasio Vásquez Gutiérrez. El general Roberto González y el teniente
coronel Onofre Silva dirigían el ataque de artillería, en especial ametralladoras Maxim.
Hondureño
Mapa de Honduras.
Lugar Honduras
Beligerantes
Comandantes
Fuerzas en combate
Bajas
El Conflicto armado en Honduras de 1907, fue una situación bélica entre las fuerzas
gubernamentales conservadoras y los rebeldes de ideología liberal, apoyadas desde la república
de Nicaragua. El presidente constitucional general Manuel Bonilla fue derrocado del poder por una
fuerza militar de unos tres mil hombres dirigidos por liberales que recibieron el apoyo -logístico,
financiero y humano- del presidente nicaragüense José Santos Zelaya.
El gobierno de Bonilla trato de resistir la invasión ayudado por un contingente de tropas
salvadoreñas, pero en marzo de 1907 todo se decidió en la batalla de Namasigüe donde por
primera vez se introdujeron ametralladoras en los guerras centroamericanas.
Índice
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1Antecedentes
2Primera invasión
3Invasión rebelde a Honduras
o 3.1Alzamiento de Valladares
4Declaración de guerra de Nicaragua
5Alianza Honduro-Salvadoreña
o 5.1Intervención estadounidense
6Batallas
o 6.1Batalla de Lizapa
o 6.2Batalla de Namasigüe
7Derrocamiento de Bonilla
o 7.1Nuevo Presidente
o 7.2Caída de Tegucigalpa
o 7.3Entrega de La Ceiba
o 7.4Caída de Amapala
8Postguerra y consecuencias
o 8.1Insurrección de Amapala
9Referencias
10Notas
11Bibliografía
Antecedentes[editar]
En 1894 se estableció una comisión entre los centroamericanos países de Honduras
y Nicaragua con el propósito de delimitar la frontera terrestre común, zona en disputa desde
mediados del siglo XIX; llegado el año de 1904 esta comisión no había realizado el acuerdo
respectivo y en ese año los representativos de ambos países escogieron a don Alfonso XIII rey
de Españacomo mediador y tercer miembro neutral de la conformada comisión, en todo caso
haciéndolo a él, árbitro para sancionar esta disputa.
La resolución de su majestad española se publicó hasta el año de 1906, donde se resolvía otorgar
la mayor parte de la zona de la Mosquitia a Honduras y ordenándose se estableciera la frontera en
la parte norte de acuerdo al cauce del río Coco, ambos gobiernos aceptaron el veredicto del
monarca español. Ese mismo año las tensiones entre conservadores y liberales hondureños
estaban al borde de irse a una confrontación bélica, la administración del estado hondureño estaba
a cargo del general Manuel Bonilla Chirinos y el proclamado líder de los liberales era el
expresidente, ingeniero y general Terencio Sierra.
Mientras el presidente Bonilla venía de vencer a una tropa invasora procedente de Guatemala; el
presidente Zelaya permitía la llegada de exilados liberales hondureños a su país, donde se
entrenaban para derrocar a Bonilla.1
Primera invasión[editar]
En el mes de enero, el gobierno hondureño acusó a su homólogo de Nicaragua de ayudar con
armas y municiones a los exiliados liberales hondureños, estos rebeldes atacaban los puestos
fronterizos, liderados por el general Miguel Oquelí Bustillo, con la intención de derrocar al gobierno
conservador.
El 6 de enero con instrucciones del presidente Zelaya López, el Sargento Mayor Policarpo Sánchez
parte de Nueva Segovia, Nicaragua, al mando de una columna de cincuenta hombres con el objeto
de poder observar los movimientos de los revolucionarios hondureños al mando del General
Gutiérrez, estacionadas en El Carrizal y a las fuerzas del gobierno Honduras.2
En el mismo mes, tropas del Ejército de Honduras comandadas por el general Teófilo Cárcamo
persiguieron a un grupo de invasores que penetraron a territorio nicaragüense, los hondureños
llegaron hasta el puesto fronterizo llamado "Los Calpules" en Chinandega, cerca de lo que hoy se
conoce como "El Guasaule", buscaron a los rebeldes y procedieron a incendiar el sitio, esto colmo
la paciencia del gobierno nicaragüense de Zelaya López, reacciono acudiendo a la vía diplomática;
sin embargo, en el mes de febrero y durante las negociaciones, el ejército hondureño atacó el
poblado fronterizo de Tapacales, Nueva Segovia, en esta ocasión estaban dirigidos por el
general Emiliano Chamorro Vargas, conservador nicaragüense exiliado en Honduras que se había
aliado con el gobierno hondureño.
Alianza Honduro-Salvadoreña[editar]
El gobierno de El Salvador presidido por Fernando Figueroa atiende el llamado de ayuda de
Bonilla y envía alrededor de 5.000 soldados al mando del general José Dolores Preza, quienes
hicieron su primera intervención en apoyo del gobierno hondureño el 11 de marzo de 1907.
Intervención estadounidense[editar]
El Secretario de Estado de los Estados Unidos de América, Míster Philander Knox, visitó
Honduras, con el fin de ver el estado y recabar información sobre las empresas
estadounidenses en la costa norte del caribe hondureño. Seguidamente el 18 de marzo tropas
estadounidenses fueron autorizadas a desembarcar en la ciudad de Trujillo (Honduras),
desplegándose hacia el occidente y tomando posiciones defensivas en las ciudades principales
de La Ceiba, Tela (Honduras) y Puerto Cortés, asimismo mediante el ferrocarril hondureño
llegaron a Choloma y San Pedro Sula.
Batallas[editar]
Batalla de Lizapa[editar]
Otro fuerte contingente de rebeldes al mando de Policarpo Bonilla, proveniente de Nicaragua,
entra a Honduras. El doctor y general Sotero Barahona al mando de tropas hondureñas
gubernamentales entabla combate el 22 de marzo, no pudiendo repeler la invasión, los oficiales
Sotero Barahona y Florencio Tejeda Reyes caen defendiendo el territorio de Honduras.
Batalla de Namasigüe[editar]
Artículo principal: Batalla de Namasigüe
Derrocamiento de Bonilla[editar]
El presidente hondureño general Manuel Bonilla Chirinos, fue derrocado el 25 de marzo de
1907 mientras se encontraba en la Isla de Amapala.
Nuevo Presidente[editar]
Los marines estadounidenses llegaron en el crucero USS Chicago, trayendo oficialmente como
nuevo Presidente Constitucional de Honduras a Miguel Rafael Dávila Cuéllar quien fungía como
Vicepresidente, Dávila Cuéllar fue juramentado como presidente el 26 de marzo de 1907.
Caída de Tegucigalpa[editar]
Buque USS Chicago de la marina estadounidense.
Postguerra y consecuencias[editar]
A finales de 1907 el nuevo presidente tenía las medidas administrativas de pacificar el país
y someter a los jefes rebeldes del antiguo régimen de Manuel Bonilla. La influencia de los
gobiernos de Nicaragua y El Salvador en intervenir en los asuntos internos de Honduras,
obligó al presidente Miguel Rafael Dávila Cuéllar a movilizar tropas hacia las fronteras.
El 20 de diciembre de 1907, se celebró en la capital estadounidense Washington, D.C., un
Tratado General de paz y amistad, con el objeto de finalizar las hostilidades de Nicaragua y
El Salvador y Honduras.
La república de Nicaragua interpuso ciertas objeciones a la resolución del Rey Alfonso XIII
de España en 1912 las que no fueron resueltas finalmente hasta el año 1960, a favor de
Honduras.
Unas 1.000 personas, incluidos 400 soldados nicaragüenses y 300 soldados del gobierno de
Honduras, fueron asesinados durante la crisis.
En 1908 electo presidente constitucional de Honduras, Miguel Rafael Dávila Cuéllar, se
enfrentó el 1 de marzo de 1908 a una invasión de Manuel Bonilla, ayudado por el gobierno
guatemalteco, el conflicto se estaba acrecentándose en la costa norte hondureña e
intervino nuevamente fuerzas estadounidenses, Bonilla recupero valientemente de las
tropas estadounidenses el Ferrocarril Nacional de Honduras, asimismo toda la costa norte
hondureña con sus principales fuentes comerciales el muelle y el faro de Puerto Cortés. Las
conferencias de paz se llevaron en el USS Chicago anclado en el Mar Caribe, donde se
remediaron las situaciones.
Insurrección de Amapala[editar]
El gobernador de la Isla de Amapala además de Comandante de Armas y administrador de
Aduanas nombrado desde el 15 de junio de 1907, general José María Valladares; amigo del
general Manuel Bonilla se levanta en rebeldía el 31 de octubre de 1910;4 el militar
desde 1908 implementa una "guerra particular" anti extranjeros en la isla y en el país, incidente
que comenzó con el francés George Schang quien desembarcó del vapor "Pennsilvanya" en
Amapala, hechos de los cuales -Valladares- publica en sus memorías y hacen reflejo del mal
trato hacia los nacionales por los internacionales, especialmente los estadounidenses,5 en el
mes de octubre de 19106 el general valladares al mando de un sin fin de seguidores, se levanta
en armas contra el Presidente Dávila Cuéllar y critica duramente al Embajador de Honduras en
Estados Unidos Paulino Valladares debido a la política que implementan y a la que tilda de
"vendedores de la patria". Pero todo intento queda fallido ya que en fecha 8 de
noviembre de 1912 el general Valladares resulta muerto en combate enfrentándose contra
el Ejército de Honduras, en el sitio de Ojojona de donde era nativo Valladares, la localidad se
encuentra a 25 millas de la capital hondureña.7