SÍNTESIS DEL ARTÍCULO

“Análisis del impacto real de los hábitos alimenticios y nutricionales en el

desarrollo de la caries dental”
Tanto la alimentación como la nutrición son derechos humanos
fundamentales de todo individuo que le permiten un sano crecimiento y
desarrollo. El equilibrio de la salud depende de la calidad y cantidad de los
alimentos que se consumen. Estos tienen influencia sobre el desarrollo de
diversas enfermedades bucales.
Estudios realizados han demostrado que el azúcar es el principal factor
causante del desarrollo de la caries dental. La sacarosa es el carbohidrato que
cada vez más es incluido y consumido en la dieta diaria del individuo. Esto
conlleva al desarrollo de diversas enfermedades o problemas de salud como
la obesidad, la diabetes, las caries, entre otras.
Se ha confirmado que la multiplicidad de diversos factores biológicos como
la alta exposición a carbohidratos fermentados influye en la cariogenicidad,
igualmente se ha demostrado la relación entre el consumo de la sacarosa y la
aparición de la caries por la cantidad ingerida, por la frecuencia de ingestión,
la concentración del alimento y por el tipo del azúcar consumido.
Factores sistémicos como deficiencias de vitaminas, sales minerales,
deficiencias nutricionales y hormonales permiten la penetración de agentes
agresores del medio bucal alterando el desarrollo de los dientes, la calidad y
la cantidad de saliva, el sistema inmunológico y otras afectaciones.
Los diferentes autores citados en este artículo, coinciden en la relación que
existe entre el alto consumo de la sacarosa en la dieta diaria del individuo y la
formación de las caries y otras afectaciones bucales. Igualmente coinciden, en
la necesidad de una adecuada alimentación y nutrición.
Estos autores, científicos y epidemiólogos recomiendan una sinergia entre
profesionales odontológicos y profesionales de la nutrición para la promoción
de una buena salud bucal. Se hace necesario realizar ajustes dietéticos
durante el estado de gestación y lactancia de la madre y durante los primeros
años de vida del niño a fin de prevenir diversas enfermedades bucales y
defectos de formación en la matriz del esmalte.
Así mismo, se hace necesario también la transmisión de modelos de los
padres hacia los hijos para formar hábitos que persistan en la vida y que
favorezcan el desarrollo de una buena salud.
En el mismo orden de ideas, hay una fuerte relación entre los dientes y los
alimentos, debido a que los elementos dentales participan en el proceso
digestivo. La dieta del individuo tiene un rol importante en el desarrollo de la
caries. El alto consumo de azúcar se debe considerar como un agente de
riesgo relacionado con diferentes dolencias. Al realizar una dieta
frecuentemente balanceada se participa positivamente en la prevención de la
carie dental y proporciona un adecuado estado nutricional y una condición
bucal sana en el individuo.
Adoptar hábitos alimenticios saludables en la infancia ayuda en el
crecimiento y desarrollo de los niños y previene el desarrollo de enfermedades
bucales y en resto del organismo. Las deficiencias nutricionales repercuten en
el desarrollo de las estructuras del organismo y afecta el proceso de formación
de los elementos dentales.
Los alimentos influencian nutricional y dietéticamente sobre el organismo,
los efectos nutricionales que resultan de la absorción y circulación de los
nutrientes en los tejidos, se relacionan con el equilibrio energético del
organismo, pudiendo influenciar en el periodo de formación de los dientes
(odontogénesis), igualmente como en la cantidad y la calidad de flujo salivar,
lo que aumenta o disminuye la resistencia del hospedero. Es importante
resaltar también, la manera como los diversos alimentos afectan la percepción
de los sabores, las preferencias dietéticas y los padrones alimenticios.
Si una alimentación es cariogénica, hay una higiene precaria y hay
ausencia de flúor durante el período pos-eruptivo se puede generar la
desmineralización del esmalte y aumentar la posibilidad de que el diente recién
erupcionado desarrolle caries.
De allí, y como se mencionó anteriormente, la importancia de una nutrición
adecuada durante el embarazo y el periodo de lactancia de la madre y luego
durante los primeros años de vida del niño para generar el bienestar del ser
humano.
Es necesario la integración de la temática de la nutrición en los diferentes
ambientes y espacios sociales tanto públicos como privados e integrar a los
diferentes actores de la sociedad, órganos gubernamentales, privados, ONG,
etc. Para fortalecer la educación nutricional y orientación dietética, brindando
a la población mayor acceso e información que generen cambios saludables
en los elementos bucales como en el resto del organismo del individuo.