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Bloqueo económico contra Venezuela

Bloqueo económico como arma de guerra y crimen de lesa humanidad: el objetivo


es el modelo
Desde diciembre del año 2014, Venezuela es víctima de un conjunto de medidas
coercitivas unilaterales del gobierno de los EE.UU que han derivado en un bloqueo
económico severo, afectando directamente el funcionamiento social y económico
del país, la capacidad del Estado venezolano para realizar importaciones
sensibles de medicamentos, el uso de la banca internacional para operaciones
comerciales diversas, y más recientemente, ha afectado control efectivo de la
República Bolivariana sobre sus activos energéticos y financieros en el extranjero.
Dichas acciones persiguen el socavamiento de la sociedad venezolana y el
debilitamiento de la soberanía del país, en el marco de una estrategia de cambio
de régimen que busca desplazar del poder al presidente Nicolás Maduro, electo
por más de 6 millones de votos el pasado 20 de mayo de 2018.
Un informe presentado por Alfred-Maurice de Zayas, experto independiente de las
Naciones Unidas (ONU) para la promoción de un orden internacional democrático
y equitativo, en el marco de la 39 sesión del Consejo de Derechos Humanos en
Ginebra, Suiza, en el mes de septiembre de 2018, determinó que estas medidas
punitivas "además de obstruir el acceso al financiamiento externo y los pagos
internacionales, han afectado el funcionamiento normal del aparato productivo
nacional, creando una reducción de la oferta de bienes y servicios locales".
El experto independiente específico también que los "efectos de las “sanciones”
de Obama y Trump, como las medidas unilaterales por parte de Canadá y la Unión
Europea, han agravado directa e indirectamente la escasez de medicamentos
como la insulina y los antirretrovirales, lo que ha ocasionado demoras en su
distribución y ocasionado agravantes en numerosos casos de muerte”, lo que
implica a juicio de Zayas, la consumación de “crímenes de lesa humanidad” a la
luz del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.
Usualmente se cataloga el bloqueo económico como un arma de guerra a la luz
del derecho internacional y los derechos humanos, no sólo por los terribles daños
ocasionados por esta estrategia en naciones como Irak, Cuba o Libia, sino
también por el uso generalizado del gobierno de los EE.UU contra países
independientes y soberanos luego de finalizada la guerra fría.
Como reconoce en un informe especial el think thank más sobresaliente del
partido de la guerra en Washington, el famoso Consejo de Relaciones Exteriores
(CFR), reconoce que “Las sanciones proporcionan una alternativa visible y menos
costosa a la intervención militar”.
CFR también afirma que “Las sanciones, predominantemente económicas pero
también políticas y militares (…) En cualquiera de estas áreas, el propósito táctico
de una sanción determinada puede ser disuadir, forzar, señalar y / o castigar”.
El gobierno de los EE.UU. ha aplicado sanciones punitivas entre las que destacan
el embargo de sus exportaciones petroleras, el 95% de los ingresos de la nación,
la confiscación ilegal de sus reservas de oro en el Banco de Inglaterra y la
prohibición del uso de cuentas bancarias para importar medicamentos y ejecutar
sus programas de protección social masiva.
Este bombardeo de medidas, aplicadas sobre las fuentes de ingreso del país,
claramente apunta al desmantelamiento forzado del modelo político-social
venezolano, inaugurado con la Constitución de 1999 y el triunfo presidencial de
Hugo Chávez, que está enfocado en la distribución equitativa del ingreso del país
para mejorar la vida de la población y atender sus necesidades.
Un modelo que ha sido referencia de la región y que hasta hace pocos años
recibió el reconocimiento de distintas agencias de la ONU por su éxito
comprobado en las mejores de la población en materia social, la reducción a cero
del analfabetismo, el aumento del consumo de proteínas y del acceso a la
educación y a la salud gratuita. Dichos avances describen a su vez el corazón del
modelo político venezolano: la democracia participativa y protagónica, enmarcada
en la Constitución nacional, que de manera inédita cambio la cultura democrática
del país, basada en las mayorías que estuvieron siempre silenciadas y excluidas.
Bajo estos supuestos podemos concluir que el bloqueo económico
estadounidense contra Venezuela, implica:
 La aplicación de un arma de guerra que persigue los mismos objetivos que
una intervención militar punitiva, pero sin llegar a ella.

 Un conjunto de acciones ilegales, aplicadas extraterritorialmente, que violan


el derecho a la paz y a la autodeterminación de cualquier Estado miembro
según indica la Carta fundacional de Naciones Unidas. Es una violación al
derecho internacional y un uso no autorizado de la fuerza.

 La consumación de crímenes de lesa humanidad con graves afectaciones


en el disfrute de los derechos humanos y económicos de la sociedad
venezolana.

 El deterioro sistemático de la población venezolana en el acceso al sistema


de salud como parte esencial del modelo de protección social de
Venezuela.
 La confiscación ilegal de activos físicos y financieros de la República por
miles de millones de dólares, en el marco de una estrategia de
socavamiento de la soberanía nacional y de saqueo progresivo.

 La reducción de los ingresos del país por exportación petrolera para


atender las necesidades de la población venezolana.

 La obstrucción ilegal de los pagos del país en la banca internacional para


evitar la importación de medicamentos y bienes necesarios para el
desarrollo económico y social del país.

Instrumentalización de las medidas coercitivas unilaterales: una cronología


En un resumen informativo del Departamento de Estado, el gobierno de los EE.UU
reconoce que ha tomado 150 medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela, al
menos, desde 2017.
Estas acciones consisten en una ofensiva que combina Órdenes Ejecutivas (OE) y
designaciones de la lista OFA. Contrario a otros ejemplos de estudio, en el caso
venezolano sido la rama ejecutiva del ejecutivo estadounidense la responsable
directa de la aplicación del bloqueo económico, basado en una lógica incremental
que busca precipitar el sufrimiento económico y social de la población como un
arma efectiva para el cambio de régimen.
Las Órdenes Ejecutivas apuntan de manera general a las instituciones del Estado
venezolano encargadas de las finanzas del país, de las actividades de comercio
internacional de diversa índole, y con especial dureza, contra el punto de
gravitación de la economía venezolana: la empresa Petróleos de Venezuela
(PDVSA).
En consecuencia, se ha visto impactado notablemente la relación de Venezuela
con la banca privada, los mercados de deuda y otras instituciones financieras
internacionales, las cuales han formado parte sustancial de la agenda de cerco y
asfixia que conduce el partido de la guerra en Washington.
 Diciembre 2014. El Congreso de EE.UU aprueba la Ley 113-278: “Ley
Pública de Defensa de los Derechos Humanos y la Sociedad Civil en
Venezuela” mediante la cual se establece la hoja de ruta para las medidas
coercitivas unilaterales de EE.UU y los países que operan bajo su esfera de
influencia. Adicionalmente, la Ley 113-278 establece expresamente
“sanciones” al Banco Central de Venezuela, máxima autoridad en materia
de política monetaria del Estado y a Petróleos de Venezuela S. A. (PDVSA),
principal empresa del Estado que tiene el monopolio de la explotación de
todos los hidrocarburos de la Nación y genera más del 90% de los ingresos
en moneda extranjera del país. Esta ley contempla la posibilidad de aplicar
medidas unilaterales de bloqueo y congelamiento a activos, fondos, bienes
y propiedades venezolanas; la suspensión de ingreso, revocación de la visa
u otra documentación a funcionarias y funcionarios que ejerzan cargos
públicos, oficiales militares y representantes diplomáticos. Se trata de
medidas dirigidas crear las condiciones de un embargo económico,
financiero y comercial sobre Venezuela, así como para dificultar la
participación de las y los representantes del Estado en las relaciones
internacionales.

 O.E N°. 13692 (8 de marzo de 2015): Elevando la ley 113-278 a Orden


Ejecutiva, con el “Decreto Obama” Venezuela fue designada como una
“amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional de EE.UU”. Al
momento de su aplicación Thomas Sparrow, corresponsal de la BBC en
Washington, afirmó: "Cuando el presidente firma una orden ejecutiva en la
que declara que hay un estado de emergencia, obtiene ciertos poderes
excepcionales que le permiten, por ejemplo, imponer “sanciones” o
congelar ciertos bienes". A partir de ese momento, la rama ejecutiva
estadounidense se dotaría de un poder excepcional para llevar a cabo un
conjunto de medidas coercitivas unilaterales para intervenir en los asuntos
internos de Venezuela.

 Marzo 2016. El gobierno de los EE.UU. renueva por un año la Orden


Ejecutiva 13692.

 Mayo 2016. Por presiones del Departamento del Tesoro de EE.UU, el


banco Commerzbank (Alemania) cierra unilateralmente las cuentas varias
instituciones, bancos públicos venezolanos y Petróleos de Venezuela SA
(PDVSA), obstruyendo su capacidad financiera y actividades fines.

 Julio 2016. Por las mismas razones, el banco estadounidense Citibank


cesa unilateralmente el servicio de cuentas de corresponsalía en moneda
extranjera de instituciones venezolanas en EE.UU, entre ellas las del Banco
Central de Venezuela (BCV). Las calificadoras de riesgo colocan a
Venezuela con el riesgo financiero más alto del mundo (2640 puntos), muy
por encima de países en guerra, a pesar de haber cumplido con sus
compromisos de deuda externa. Desde el año 2013 Venezuela pagó 63.566
millones de dólares, sin embargo, este índice incrementó 202% durante el
mismo período, pasando de 768 en 2012 a 2323 en 2016.

Agosto 2016. Novo Banco (Portugal) informa la imposibilidad de realizar


operaciones de dólares con bancos venezolanos, por presiones ejercidas
por bancos corresponsales de esta institución.
 Septiembre 2016. El gobierno de Venezuela realiza una oferta para canjear
7 mil 100 millones de dólares en bonos de PDVSA con el fin de aliviar el
cronograma de amortización y refinanciar parcialmente sus obligaciones.
Las tres grandes calificadoras de riesgo estadounidenses atemorizan a los
inversionistas con declarar default (impago) si acceden a la propuesta
venezolana.
 Noviembre 2016. El banco JP Morgan emite una falsa alerta de default
sobre un supuesto impago de deuda de PDVSA de 404 millones de dólares.

 Diciembre 2016. La empresa Crane Currency, proveedora de billetes del


Departamento del Tesoro y contratada por el Estado venezolano para
imprimir las piezas del cono monetario, retarda el envío de los nuevos
billetes.

 Julio 2017. La empresa Delaware Trust, agente de pago de los bonos de


PDVSA, informa que su banco corresponsal (PNC Bank) en EE.UU se
niega a recibir fondos provenientes de la petrolera venezolana. El banco
Citibank (EE.UU) se niega a recibir fondos venezolanos para la importación
de 300 mil dosis de insulina.

 Agosto 2017. El banco suizo Credit Suisse prohíbe a sus clientes realizar
operaciones financieras con Venezuela.

 O.E N°. 13808 (24 de agosto de 2017): Se prohíben todas las


transacciones orientadas a conseguir financiamiento para la República,
prohíbe la compra directa o indirecta de valores procedentes del gobierno
de Venezuela, esto incluye bonos, préstamos, extensiones de crédito,
garantías de préstamos, cartas de crédito, borradores, aceptaciones de
banqueros, facturas o notas de descuento, y papeles comerciales. Con esta
medida se oficializó el bloqueo estadounidense, otorgándole carácter legal
al boicot financiero y la política de aislamiento de la banca privada.

 Agosto 2017. El banco Bank Of China (BOC – Panamá), informa que


debido a instrucciones del Departamento del Tesoro de EE.UU y a
presiones del gobierno panameño, no podrá realizar ninguna operación en
divisas a favor de Venezuela.

 Agosto 2017. Bancos rusos informan la imposibilidad de hacer


transacciones a bancos venezolanos, por la restricción impuestas por
bancos corresponsales en EE.UU y Europa, a operaciones de Venezuela.

 Agosto 2017. El corresponsal del banco BDC Shandong, alegando razones


administrativas, paraliza una transacción por 200millones de dólares hacia
Venezuela a pesar de que los fondos habían sido girados por la República
Popular China.

 Octubre 2017. El bloqueo financiero de EE.UU imposibilita a Venezuela


depositar en el banco suizo UBS recursos para vacunas y medicamentos
adquiridos a través del Fondo Rotatorio y Estratégico de la Organización
Panamericana de la Salud, lo que generó un retraso de cuatro meses en la
adquisición de vacunas, alterando los esquemas de vacunación en el país.

 Noviembre 2017. El Banco Deutsche Bank principal corresponsal de Banco


Central de Venezuela (BCV), cierra definitivamente las cuentas de
corresponsalía a esta institución, poniendo en peligro el flujo de las
operaciones de la República.

 Noviembre de 2017. Un total de 23 operaciones financieras de Venezuela,


destinadas a la compra de alimentos, insumos básicos y medicamentos por
39 millones de dólares, son devueltas por bancos internacionales. •
Noviembre 2017. La calificadora de riesgo Standard and Poor’s declara a
Venezuela en “default selectivo” manipulando técnicamente un proceso de
pago que no había sido registrado a tiempo.

 Noviembre 2017. La gestora de bonos estadounidense Wilmington Trust


acusa a la empresa eléctrica estatal Corpoelec de no cancelar intereses de
deuda por el orden de los 27 millones de dólares, justo cuando el país vive
un bloqueo total a los medios de pago en el sistema financiero
estadounidense.

 Diciembre 2017. Son bloqueados pagos venezolanos del servicio de


cabotaje para el transporte de combustible, lo que origina escasez de este
producto en varios estados. Un total de 19 cuentas bancarias de Venezuela
en el extranjero son cerradas arbitrariamente por bancos estadounidenses,
impidiendo los pagos a los acreedores. Son retenidos en el extranjero 471
mil cauchos para vehículos comprados en el exterior cuyos pagos fueron
realizados.

 Diciembre 2017. Son devueltas operaciones desde bancos en Europa por


$29,7 millones hacia diferentes proveedores, cuyo destino el pago de
alimentos a través del programa alimentario CLAP (Comités Locales de
Abastecimiento y Producción). Retraso de procesamiento de pagos. El
banco estadounidense JP Morgan retrasó aceptar recursos por el orden de
$28,1 millones que tenían como destino el pago de buques de alimentos
para el abastecimiento alimentario de la población venezolana.
 Enero 2018. 11 bonos de deuda venezolana y de PDVSA, por un valor de
1.241 millones de dólares, no pudieron ser cancelados a sus acreedores
por el obstáculo de las “sanciones”.

 Febrero 2018. El Departamento del Tesoro de EE.UU, amplía las


“sanciones” financieras a Venezuela y empresas venezolanas establecidas
en la Orden Ejecutiva 13808 de agosto de 2017. Impide la renegociación o
reestructuración de deuda venezolana y de PDVSA, emitida con
anterioridad al 25 de agosto de 2017.

 Marzo 2018. La Administración Trump renueva por un año la orden


ejecutiva 13692, también la orden ejecutiva 13808 e impone 6 nuevas
medidas coercitivas que atentan contra la criptomoneda el Petro, lanzada
por el gobierno de Venezuela para equilibrar la economía venezolana. , al
prohibir la reestructuración de la deuda e impide la repatriación de los
dividendos de Citgo Petroleum, empresa del Estado venezolano. También
dicta la O.E N°.13827 que prohíbe a cualquier ciudadano o institución
efectuar transacciones financieras con la criptomoneda venezolana “Petro”.

 Abril 2018. Canciller de Perú, en el marco de la Cumbre de las Américas, y


a nombre del Grupo de Lima, anuncia que han decidido crear un grupo de
seguimiento para estudiar medidas políticas y económicas contra
Venezuela. En la misma Cumbre, EE.UU y Colombia acuerdan acelerar
mecanismos para perseguir las transacciones financieras de Venezuela y
obstaculizar las líneas de suministro de productos básicos que requiere el
país.

 O.E N°. 13835 (21 de mayo 2018): En represalia por la elección


presidencial para el período 2019-2025, en la que votaron más de 9
millones de ciudadanos y Nicolás Maduro gana con el 67% de los votos,
EE.UU emite esta orden que amplía el bloqueo económico contra
Venezuela y mediante la cual prohíbe la compra de deuda y cuentas por
pagar de empresas del gobierno de Venezuela. EE.UU sanciona a 20
empresas de Venezuela por supuestos lazos con el narcotráfico. A partir de
allí, se prohíben toda clase de transacciones y operaciones relacionadas
con: venta, transferencia, cesión, u otorgamiento como garantía por parte
del gobierno de Venezuela de cualquier participación en el capital de
cualquier entidad en la cual el gobierno de Venezuela tenga el cincuenta
por ciento (50%) o más de propiedad, ubicada en EE.UU.

 Mayo 2018. Bloquean el pago de 9 millones de dólares destinados a la


adquisición de insumos para diálisis, para el tratamiento de 15 mil pacientes
de hemodiálisis. El gobierno colombiano bloquea el envío a Venezuela de
400 mil kilos de alimentos del programa de subsidio alimentario de los
Comités Locales de Abastecimiento y producción CLAP.

 Agosto 2018. El gobierno de Brasil dejó constancia del incumplimiento 40


millones de dólares que adeuda a la Corporación Eléctrica de Venezuela
por suministro de energía al estado de Roraima. El canciller de Brasil,
Aloysio Nunes, declaró que la deuda eléctrica “no ha sido cancelada por el
bloqueo económico y financiero impuesto por EE.UU y la Unión Europea
contra Venezuela”.

 Noviembre 2018. Mediante una nueva medida coercitiva, la Administración


Trump prohíbe a los ciudadanos estadounidenses comerciar con oro
exportado desde el país sudamericano.

 Enero 2019. La Administración Trump aprueba nuevas “sanciones” contra


Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) que incluye el congelamiento de
7.000 millones de dólares en activos de la empresa filial CITGO, en adición
a una pérdida estimada de 11.000 millones de dólares de sus exportaciones
durante los próximos años.

 Enero 2019. En una aplicación extraterritorial e ilegal de estas medidas


coercitivas, el Banco de Inglaterra anunció la confiscación ilegal de 1.359
millones de dólares de la República en oro depositados en dicha institución
bancaria.

 O.E. N°. 13850 (Enero, Marzo y Abril 2019): Bloquea las operaciones de la
empresa de producción y venta de oro MINERVEN (marzo 2019). También
afecta directamente las operaciones de Bandes, y las instituciones sobre la
cual conserva el 50% de propiedad, a saber: Banco Bandes Uruguay SA,
Banco Bicentenario del Pueblo, de la Clase Obrera, Mujer y Comunas
Banco Universal SA, Banco de Venezuela S.A. y Banco Prodem SA. En
esta medida coercitiva se incluyen y bloquean las operaciones de PDVSA
(28 de enero) y más de 30 buques petroleros de la compañía (5 y 12 de
abril.).

Esta Orden Ejecutiva, en un orden acumulativo con enormes rasgos de


agresividad, habilita y otorga “legalidad” a la confiscación de activos del
país en el sistema financiero de Estados subordinados (Reino Unido,
Alemania, Portugal, Japón, etc.)
 Abril 2019. El Departamento del Tesoro bloquea las operaciones del Banco
Central de Venezuela (BCV), específicamente sus cuentas en dólares en el
extranjero y el desenvolvimiento de la institución del sistema financiero
internacional. La medida apunta claramente a evitar que por la vía del BCV
se destinen los fondos para la compra de medicinas y alimentos necesarios
para la protección social de la población.

Socavamiento de la institucionalidad venezolana: los ciclos del bloqueo y daños


generados
Este conjunto de medidas de bloqueo económico han repercutido negativamente
en las instituciones financieras venezolanas, en su principal industria (PDVSA) y
en el acceso de las cuentas, fondos y activos soberanos del país, con los que el
Estado venezolano atiende a la sociedad y sostiene los sistemas de protección
social consagrados en la Constitución.
El bloqueo económico estadounidense ha ocasionado pérdidas multimillonarias
para la República, apuntando específicamente contra los fondos soberanos del
país, la filial de su principal empresa nacional y las cuentas utilizadas para las
actividades comerciales del país que tienen relación directa con el bienestar de la
sociedad venezolana. Han apuntado directamente contra el corazón financiero de
la economía venezolana.
A partir del 23 de enero, con un nuevo impulso para el cambio de régimen
utilizando la figura de Juan Guaidó, quien fue impusto por Washington como un
“presidente encargado” totalmente artificial, la agresividad del bloqueo económico
ha aumentado notablemente.
En entre 2014 y 2018, el ciclo de las medidas hostiles y de fuerza de los EE.UU
contra Venezuela tuvo como parámetro de funcionamiento una lógica incremental
de ataques contra el índice del Riesgo País, las transacciones del Estado
venezolano a nivel financiero (bonos e instrumentos financieros) y económico
(comercio de insumos médicos, alimentarios y energéticos para la industria
petrolera), y por último, obstrucción recurrente y quirúrgica del sistema de pagos
del país para aislarlo del comercio mundial.
Con estas medidas intentaron, en el ciclo 2014-2018 inducir un default (o cesación
de pagos) para quebrar la economía venezolana, mediante ataques selectivos al
Riesgo País, a la deuda venezolana y a las emergentes “sanciones” que
comenzaban a ahogar su sector petrolero y su acceso al sistema financiero
internacional.
Pero 2019 implica un nuevo ciclo del bloqueo. El gobierno de los EE.UU. decidió
desconocer el voto popular de 6 millones de venezolanos que otorgó la
Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela a Nicolás Maduro, con el fin
de imponer un mandato ilegal e inconstitucional en dominio de la Asamblea
Nacional, manipulando el texto constitucional venezolano para instaurar un
“gobierno paralelo”, que “autorice” vaciar al país de los recursos financieros y
petroleros que lo sostienen.
Coordinadamente con esta estrategia de golpe de Estado, las continuas órdenes
ejecutivas se convertirían en un instrumento para confiscar ilegalmente, en una
especie de redada policial global a nivel financiero, todos los activos (financieros y
energéticos) del país, bajo la narrativa de que los cuantiosos recursos lo
gestionaría el “nuevo gobierno”. Se trata de una persecución financiera y un
saqueo abierto.
Para dotar esta acción de fuerza militar bajo métodos no convencionales, en enero
de 2019, la Casa Blanca emitió la O.E. N°. 13850 (con la que incluye a PDVSA en
la lista OFAC), que autoriza un embargo ilegal contra la estatal petrolera, limitando
el pago de sus exportaciones y la importación de diluyentes y otros aditivos. Al
mismo tiempo que prohíbe que el sistema financiero estadounidense se involucre
en negocios petroleros o auríferos con Venezuela, agudiza el aislamiento de la
banca internacional que presta servicios financieros a la República para acometer
sus actividades comerciales y financieras.
En consecuencia, la maniobra de imponer un gobierno dictatorial en manos de
Juan Guaidó, quien no ha sido refrendado por las elecciones para ejercer el cargo
de presidente, ha tenido como resultado la aplicación de un castigo colectivo a la
sociedad venezolana.
Estas medidas coercitivas unilaterales, aplicadas extraterritorialmente mediante la
posición de dominio de los EE.UU. sobre el sistema financiero internacional, traen
en conjunto de consecuencias específicas para la población:
 PDVSA presenta dificultades para la importación de diluyentes y otros
aditivos que le permitan seguir exportando su producción y así sostener el
nivel de ingresos del país. La medida también repercute negativamente en
el comercio doméstico de combustible, al privar al país de la importación de
aditivos para el combustible y la mezcla del crudo extrapesado venezolano.
 El Estado venezolano no puede utilizar los dividendos de Citgo, calculados
11 mil millones de dólares tras el embargo de los EE.UU., obstruyendo la
capacidad para la importación de medicinas y alimentos para la sociedad
venezolana.
 Estos fondos confiscados ilegalmente reposan en cuentas opacadas,
administradas directamente por el gobierno de los EE.UU, apoderándose
discrecionalmente y bajo medidas de arbitraje de miles de millones de
dólares que le pertenecen a Venezuela.
 El bloqueo de las cuentas utilizadas por la República para sus actividades
comerciales, bajo la narrativa de que ahora están bajo administración de
Guaidó, genera retardos y retenciones al momento de importar
medicamentos sensibles para los pacientes venezolanos.
 El bloqueo económico y la vigilancia extrema que sufren las transacciones
venezolanas, ha desembocado en que las cajas CLAP, programa insignia
del gobierno venezolano para garantizar el acceso a la alimentación de la
población en tiempos de guerra, sea objeto de boicot para evitar su
importación efectiva.
 El gobierno venezolano presenta enorme dificultades para acceder al
financiamiento internacional, reestructurar su deuda o realizar inversiones
petroleras, con el objetivo de recibir recursos frescos que permita el
desarrollo económico y social del país.
 El 25 de abril fue revelado un informe realizado por la firma independiente
denominada Centro de Investigación Política y Económica (CEPR por sus
siglas en inglés), radicada en EEUU, donde establecen una radiografía del
impacto sobre la población venezolana de las “sanciones” y medidas de
asfixia económica que el gobierno estadounidense aplica sobre Venezuela.
Este informe fue realizado por los economistas Mark Weisbrot y Jeffrey
Sachs, ambos concluyen que la cifra estimada de muertes a raíz del
bloqueo económico es cercana a la de 40 mil venezolanos. Señalan
también que las medidas de la Administración Trump representan un
“castigo”, siendo estas un factor que genera sufrimiento colectivo. Los
investigadores, altamente reconocidos en la esfera intelectual
estadounidense, afirman que si los EE.UU no hubiera tomado estas
medidas, la situación económica venezolana no se habría visto afectada.
Hasta la fecha la República Bolivariana de Venezuela no ha podido mantener
cuentas en Dólares Americanos y muchas veces tampoco en euros. La mayoría
de los Bancos Corresponsales han cerrado las cuentas a las principales
instituciones financieras nacionales, con miras a forzar una situación de
aislamiento financiero con relación al sistema financiero internacional:
 Banco Central de Venezuela

 Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes)

 Fonden (Fondo de Desarrollo Nacional)

 Banco de Venezuela

 Banco Bicentenario
 PDVSA

Pérdidas financieras, confiscaciones de la banca internacional y daños


económicos a la República
Entre dic. 2014 y abr. 2019 el Gobierno de EE.UU ha dictado una ley y siete
decretos ejecutivos que castigan y penalizan la economía venezolana aplicando:

 Bloqueo y confiscación de activos financieros

 Prohibición de negociación de la deuda de PDVSA.

 Aumento de Riesgo País y costos financieros.

 Prohibición de operaciones con oro.

 Confiscación de activos (CITGO y activos de PDVSA).

 Sanciones a comercio de petróleo.

 Sanciones al Banco Central de Venezuela.

 Multas y penalizaciones administrativas al comercio.

Las continuas órdenes ejecutivas del gobierno de los EE.UU, y las maniobras de
cerco y asfixia que de allí derivan, han traído un conjunto de pérdidas, daños
económicos significativos y confiscación ilegal de una enorme cantidad de
recursos en la banca internacional:
 Entre 2015-2018, las pérdidas totales y costos para la economía
venezolana producto del bloqueo económico impuestos por EEUU se
estiman en 130.000 millones de dólares.
 Entre 2017-2018, Bancos de Europa y EEUU impiden operaciones
financieras del Gobierno de Venezuela por un total de 300 millones de
dólares destinados a la compra de alimentos.
 En 2017 la banca internacional bloqueó el pago de 9 millones de dólares
destinados a la adquisición de insumos para diálisis. Esta acción afectó el
tratamiento de 15.000 pacientes de hemodiálisis.
 11 mil millones de dólares en pérdidas en pérdidas por los dividendos
congelados debido a la apropiación ilegal de la empresa petrolera y
venezolana CITGO por parte de EE.UU.
 7 mil millones de dólares por la apropiación ilegal de los activos de
CITGO.
 Novo Banco, Portugal: $1.547.322.175,89
 Banco de Inglaterra (oro), Inglaterra: $1.323.228.162,57
 Clearstream-Londres (títulos deuda), Inglaterra: $517.088.580,00
 Sumitomo, EE.UU: $507.506.853,37
 Citibank, EE.UU: $458.415.178,49
 Union Bank, EE.UU: $230.024.462,00
 Euroclear (Títulos), Bélgica: $140.519.752,26
 Banque Eni, Bélgica: $53.084.499,92
 Delubac, Francia: $38.698.931,70
 Otros 41 bancos e instituciones financieras, 17 países: $654.142.049,10
 TOTAL DE FONDOS DE LA REPÚBLICA CONFISCADOS ILEGALMENTE:
$5.470.030.645,30

Afectaciones a los derechos humanos


Para el año 2015, de acuerdo a la información publicada por uno de los centros
universitarios de educación e investigación privada más reconocidos en EE.UU.,
los principales países de los cuales Venezuela importa bienes y servicios son:
EE.UU. de Norte América ($8,07 miles de millones); China ($5,31 miles de
millones); Brasil ($2,99 Miles de millones); Argentina ($1,37 Miles de millones);
México ($1,22 Miles de millones); Canadá ($496 millones); Alemania ($534
millones); Italia ($472 millones); España ($381 millones); Reino Unido ($318
millones); Francia ($305 millones) y, Suiza ($264 millones)
Entre los principales productos y bienes importados por Venezuela desde EE.UU.,
se encuentran: medicamentos, instrumentos médicos, aparatos ortopédicos; maíz,
trigo, harina de soya, productos refinados del petróleo, productos químicos, entre
otros14. En este sentido, se detalla lo siguiente: Para el año 2015, el monto de las
importaciones de medicamentos empaquetados provenientes de EE.UU. fue de
$77 millones; $54.5 millones por concepto de instrumentos médicos y/o
quirúrgicos; también es importante recalcar que se importa desde EE.UU. material
e insumos para equipos de rayos x ($25 millones aproximadamente). En cuanto a
los alimentos, maíz ($93.5 millones); trigo ($90.7 millones); arroz ($56.4 millones);
harina de soya ($224 millones). Para el mismo año, el 72% de los productos
importados de Canadá es de trigo, lo que representaba $356 millones.
El 50% de lo importado desde Suiza son medicamentos envasados, lo que
representa $133 millones; 9.6% correspondiente a sangre humana o animal ($25.2
millones); así como medicamentos no envasados, antibióticos y reactivos de
laboratorio: 1.8%, 1.3% y 1.2% respectivamente, totalizando aproximadamente
$11 millones.
Es importante resaltar que Venezuela importa la mayoría de los medicamentos
que requiere para garantizar la vida y salud de sus habitantes. El 34% se compra
a EE.UU., 7% a España y 5% a Italia. Solo de estos países que han aplicado
medidas coercitivas unilaterales a Venezuela se importaba un total del 46% de las
medicinas que necesita el Pueblo venezolano. Lo mismo ocurre con los alimentos,
el 33% de las importaciones proviene de EE.UU. y 12% de Canadá. Esto es, el
45% de las importaciones de alimentos tenía como origen Estados que han
mantenido una política de mayor confrontación y han aplicado la mayor cantidad
de medidas unilaterales económicas contra Venezuela.
Como resulta evidente, el bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por
EE.UU. contra Venezuela genera un impacto de grandes dimensiones en la
economía de nuestro país, en su desarrollo social y, sobre todo, en posibilidad del
Estado de importar bienes de primera necesidad para la sociedad venezolana.
Recordemos, además, que EE.UU. domina las rutas comerciales de las
principales navieras, lo que le ha permitido dificultar la llegada de bienes
esenciales para nuestra población, no solo aquellos que provienen de EE.UU.,
sino de cualquier otro país proveedor bajo su esfera de influencia. Si a ello se
suma la prohibición para importar bienes y servicios directamente necesarios para
las actividades económicas del país, entre ellos insumos industriales y servicios
financieros, es indudable que las restricciones impuestas por EE.UU. tienen un
impacto negativo directo sobre el disfrute y ejercicio pleno de los derechos
humanos y, más aún, limitan sustancialmente la capacidad del Estado venezolano
para cumplir con la obligación de garantizarlos y protegerlos.
Afectaciones en el sistema de salud venezolano: casos
El bloqueo a la compra de medicamentos ha sido otra de las variantes de las
medidas coercitivas unilaterales del gobierno de los EE.UU. Estas no sólo implican
la obstrucción de medicamentos sensibles para la población, sino también una
retención de los fondos que el Estado venezolano destina para ello a través de
proveedores.
 Una orden de compra del Fonden por mil 171 millones de euros a un
proveedor certificado para la importación de Albúmina Humana,
Inmunoglobulina y otros hemoderivados, fue bloqueada. La acción afectó
5.859 personas que padecen hemofilia y síndrome Guillain-Barré. Los
pagos fueron rechazados tres veces.
 Otra orden de compra del Fonden, esta vez por 781 mil 219 euros, para la
compra de reactivos de sangre, sufrió la misma situación. Esta acción
afecto a 2 millones 586 mil 106 pacientes y 123 mil más que necesitan
transfusión de sangre.
 La compra desde Bandes de inmunoglobulina, por el orden de los 51 mil
529 euros, fue bloqueada para evitar que el pago llegara a los proveedores
certificados. El pago fue rechazado cuatro veces, la última en febrero de
este año, trayendo como consecuencia la afectación directa sobre más de
200 niños con síndrome de kawuasaki.
 El 15 de enero de 2019 se realizó el desembolso a la OPS para la
adquisición de las Vacunas. El pago se tramitó a través del Novo Banco.
S.A. Lisbon. Portugal, para el Banco Do Brasil S.A. esta fue rechazada. El
07 de febrero se realizó nuevamente la transacción, en esta oportunidad
retienen el dinero. Estas obstrucciones fueron a propósito de la compra de
vacunas para la Meningitis, Rotavirus e Influenza por parte de Bandes y
Fonden. Un total de 2 millones 109 mil euros fueron devueltos intentado
llegar a la Organización Panamericana de la Salud, con el propósito de
finiquitar la importación. Este bloqueo afecto la disponibilidad de vacunas
para 2 millones 600 mil niños y niñas venezolanas.
 Esta vez, la importación de Antibióticos hospitalarios, Anestésicos y
Antituberculosos, por un monto de 12 millones 345 mil euros, fue
bloqueada. El 16 de febrero se realizó la compra a Factor Trading Tibbi
Malzemeler Ticaret Anonim Sirketi para cancelar la factura Nº 19-030. El
pago fue rechazado por el Banco Turkiye Cumhuriyeti Ziraat Bankasi A.S. El
origen de esta compra y tenía como destino Turquía. La acción afectó la
posibilidad de realizar 180 mil operaciones quirúrgicas y la compra de
suficientes dosis para atender a una población de 823 mil personas.
 Para la reparación de equipos de hemodinamia del Cardiológico, con el
objetivo de sostener los procedimientos de intervención vascular, se
bloqueó un pago 197 mil 530 euros. El pago provenía de la Metor S.A hacia
un proveedor certificado, recibió comunicación del Banco de Santander en
España, manifestando que no pueden recibir el pago proveniente debido a
las “sanciones” de la OFAC, en base a los avisos emitidos por la FinCEN,
ambos oficinas del Departamento del Tesoro de los EE.UU. Esta medida
pone en riesgo la vida de 500 niños que padecen de cardiopatía congénita.
 Los montos para la compra de medicamentos e insumos médicos a
proveedores en el exterior supera los 16 millones de euros, esto aunado a
otras retenciones realizadas por los EE.UU y algunos países de Europa.
Halcones y funcionarios estadounidenses reconoce que es un crimen el bloqueo
económico
Pese a que los funcionarios de EE.UU. insisten permanentemente que las
“sanciones” están sólo dirigidas hacia el gobierno venezolano, y que por el
contrario a lo que se indica en este documento, buscan un cambio de régimen
violento en beneficio económico de la República Bolivariana de Venezuela.
Algunas vocerías, sin embargo, han dejado evidencias precisas de los objetivos
del bloqueo económico contra Venezuela, lo cual contrasta mucho con la
justificación forzada de que las “sanciones” ayudan al país a mejorar su vida
cotidiana.
Contrariamente a la lógica benévola y “humanitaria” que desean imprimirle, en
realidad, los halcones que han tomado nuevamente el poder sobre las palancas
de la política exterior del imperio, saben con exactitud que las medidas coercitivas
unilaterales provocan sufrimiento, problemas económicos, afectaciones a los
derechos humanos y el deterioro en todos los órdenes de la sociedad venezolana.
 En octubre del 2018, durante una entrevista exclusiva al medio VOA, el ex
embajador estadounidense en Venezuela, William Brownfield, afirmó que la
"mejor solución" para el país sería "acelerar" el colapso, aunque eso se
tradujera en una mayor carga de sufrimiento durante meses o años para la
población venezolana. A criterio de Brownfield, esto se haría realidad
cortando el ingreso petrolero sancionando directamente a PDVSA, medida
que la Administración Trump tomó en enero del presente año para apoyar la
autoproclamación presidencial de Juan Guaidó. “Si vamos a sancionar a
Pdvsa tendrá un impacto al pueblo entero, al ciudadano común y corriente
de las comunidades de Venezuela”, declaró Brownfield al tiempo que
agregó: “En este momento quizás la mejor solución sería acelerar el
colapso, aunque produzca un periodo de sufrimiento mayor, por un periodo
de meses o quizás años”.
 En enero de 2018, un funcionario del Departamento de Estado en condición
de anonimato, en medio de una videoconferencia con distintos periodistas
internacionales, comentó: A una pregunta de la periodista María Molina, de
Radio Colombia, sobre la efectividad de las “sanciones” contra Venezuela,
respondió: "La campaña de presión está funcionando. Las “sanciones”
financieras que hemos impuesto al gobierno venezolano lo han obligado a
comenzar a caer en default, tanto en deuda soberana como de PDVSA, su
compañía petrolera. Y lo que estamos viendo (...) es un colapso económico
total en Venezuela. Entonces nuestra política funciona, nuestra estrategia
funciona (…)".
 En entrevista exclusiva con la emisora de Miami Actualidad Radio, el
enviado de Trump para Venezuela, el enviado de la Casa Blanca para
Venezuela Elliott Abrams, se refirió al sabotaje eléctrico ocurrido en el mes
de marzo y cómo la administración estadounidense buscaba redirigir el
evento hacia una presión más elevada contra el país. Según reportó la
periodista Anya Parampil, Abrams dijo: "Estamos presionando al régimen...
y vamos a continuar con esto. Creo que las presiones aumentarán, la
presión de los EE.UU. y la presión interna también. Especialmente esta
semana, cuando no hay luz", expresando entre líneas que el gobierno de
EE.UU tiene vinculación con lo ocurrido.
 A los días de la autoproclamación de Juan Guaidó en una avenida del este
capitalino, el gobierno de los EE.UU. decretó la confiscación ilegal de
PDVSA y Citgo. "Continuaremos utilizando todas nuestras herramientas
diplomáticas y económicas para apoyar al presidente interino Guaidó",
afirmó Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, indicando que el "camino del
alivio de las sanciones" a PDVSA es a través de la "transferencia expedita
del control" a ese diputado o a un gobierno subsecuente. Hizo evidente la
posición de arbitraje y control de bienes soberanos venezolanos en suelo
estadounidense, en violación abierta al derecho internacional y sin ninguna
resolución de un ente que respalde mayoritariamente ese tipo de acciones.
 Tratando de legitimar estas acciones, Departamento de Estado emitió el
siguiente comunicado días después del saqueo a PDVSA: "El 25 de enero,
el secretario de Estado Michael R. Pompeo certificó la autoridad del
presidente interino Juan Guaidó para recibir y controlar ciertas propiedades
en cuentas del gobierno de Venezuela o del Banco Central de Venezuela
retenidas por el Banco de Reserva Federal de Nueva York o de otros
bancos asegurados estadounidenses, de acuerdo con la Sección 25B de la
Ley de Reserva Federal. Esta certificación ayudará al gobierno legítimo de
Venezuela salvaguardar aquellos activos para el beneficio del pueblo
venezolano”.
 En una entrevista con Greta Van Susteren del medio Voice of America, en
octubre de 2018, el secretario de Estado, Mike Pompeo, afirmó: “Hemos
sido muy consistentes. Hemos instado al pueblo de Venezuela a restaurar
la democracia en su propio país, y ha visto las sanciones que
implementamos, no solo contra el país, que a veces tiene un impacto
adverso en el pueblo de Venezuela, sino también contra el país”.

Fuentes utilizadas para este informe:


- Organización de DDHH venezolana, Sures
- Equipo de investigación Misión Verdad
- Doctora en Ciencia Política por la Universidad Simón Bolívar (Venezuela).
Magister en Políticas Públicas del Instituto de Estudios Avanzados,
profesora Pascualina Curcio.
- Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela
- Ministerio de Finanzas de Venezuela

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