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INDÍGENAS
Desde mi punto de vista, la historia es una ciencia social que nos permite conocer,
investigar y comprender hechos ocurridos en el pasado; considero que es
importante estudiarla porque a través de diferentes fuentes como libros,
fotografías, videos, mapas o imágenes nos permiten realizar un análisis y
explicación de nuestro pasado, cuestionar nuestro presente y construir nuestro
futuro.
Los pueblos indígenas son de una cultura milenaria que lucha cada día por no
perder sus raíces (costumbres, tradiciones, lengua, vestimenta, ideología, etc.) En
la actualidad se los trata como pueblos invisibles, no se les da valor a su modo de
ver la vida. Son llamados “tercera raza” porque fueron mezclas las cuales
surgieron durante la época de la conquista, pero que en otras regiones luchó por
mantenerse “limpia”, garantizando que por muchos siglos perduraran sus
costumbres.
A través del análisis y la reflexión debemos reconstruir los valores de los pueblos
indígenas los cuales se fundan en la cooperación y reciprocidad de la vida
comunitaria y la responsabilidad individual, en la autoridad de los ancianos; en la
comunicación y responsabilidad intergeneracional; en el derecho colectivo a la
tierra y en la búsqueda y construcción de su bienestar. Pues lo mas importante es
que todos reconozcamos la diversidad, y que esta aceptación se convierta en
nuevas acciones para el respeto a todos los derechos de los pueblos indígenas.
En todo el proceso histórico no existe una concepción única acerca de la historia
tampoco se puede conseguir una verdad histórica porque se suceden y
entrecruzan diversas formas de hacer historia, porque nuestro conocimiento del
pasado es el resultado de un contexto social histórico, político y económico de las
sociedades, en un determinado tiempo histórico y cronológico.
Son importantes porque cada uno de ellos nos aporta tradiciones, costumbres,
lenguas, formas de vestir, comer y pensar únicas. Forman parte del mosaico
socio-cultural que nos da identidad y pluralidad Sin ellos nuestra riqueza cultural
sería escaza y limitada.
Además son parte de nuestra herencia histórica que nuestros antepasados nos
han dejado y que ellos han conservado y transformado a través de los años,
pero que a pesar del paso del tiempo y de los cambios que han sufrido, nos
recuerdan de donde venimos y cuales son nuestras raíces. No obstante no
tenemos que considerarlos como simples recuerdos de nuestro pasado. Son
parte de nuestro presente, por ello es fundamental darnos el tiempo de aprende a
valorarlos y conocerlos, para así garantizar un mejor futuro para todos.
Numerosos particulares se detenían atraídos por los trajes vistosos y los rituales
que se desarrollaron.
“Todo lo que tiene que ver con la alimentación diaria de la gente, está amenazado
y nadie hace una gestión en nombre de lo que está sucediendo”, manifestó.
Tradiciones
La celebración del día internacional de pueblos indígenas, inició con un ritual para
agradecer al fuego sagrado por los cultivos de la fecha.
Cuando en El Salvador los partidarios del concepto de nación como una sociedad
homogénea, en términos lingüísticos, étnicos y culturales, se oponen a la
existencia de grupos minoritarios con características propias, están tratando, como
se ha hecho históricamente en el país, de borrar de un plumazo la existencia de
todas las minorías, quitándoles su identidad y, por lo tanto, quitándoles la
posibilidad de exigir sus derechos como grupo social. Los que piensan así están
equivocados, ya que el mundo es diverso por naturaleza. Por otro lado, estamos
los que creemos en una nación multicultural, en donde cada quien mantiene su
identidad pero todos somos parte de la misma nación. Esto se puede ilustrar con
el siguiente ejemplo. En los Estados Unidos, los partidarios del English Only y el
Melting Pot consideran que todos los inmigrantes que históricamente han llegado
a tierras estadounidenses pasan a formar parte del crisol estadounidense al
fundirse unos con otros y perder su idioma y su identidad cultural al cabo de unas
tres generaciones o menos y convertirse en “Americans”. Sin embargo, en una
visión multicultural, se puede hablar de que la nación no es un crisol (melting pot)
en el que todos se funden, perdiendo su identidad, sino un plato de ensalada, en
el que todos los ingredientes se mezclan pero mantienen su identidad: el rábano
sigue siendo rábano, el tomate sigue siendo tomate y la lechuga sigue siendo
lechuga, pero juntos forman la ensalada. ¿Queremos que nuestra sociedad sea un
crisol o un plato de ensalada? De la misma manera que la diversidad biológica
mantiene la salud del planeta, la diversidad cultural, étnica y lingüística mantiene
saludable a nuestra especie: el homo sapiens-sapiens.
A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este
artículo.
Belice
El estado de Belice adquirió la condición de país independiente del Reino Unido
en 1981 y su lengua oficial es el inglés. Aparte de este idioma, los idiomas que
también se hablan en Belice (aunque no a nivel oficial) son el español, el maya y
el creole. Situado al este de Guatemala y al sur de México, sus habitantes
alcanzan la cifra de 372.000 personas, de las cuales se estima que más de 30.000
son poblaciones indígenas. Las organizaciones en favor de los grupos
indígenas se concentran en el Belize National Indigenous Council.
Costa Rica
La cultura indígena de Costa Rica se remonta ya a la época precolombina o
prehispánica, cuando convivían hasta ocho tribus étnicas en Costa Rica, país
situado al norte de Nicaragua y al sureste de Panamá. Estas poblaciones nativas
han llegado hasta nuestros días y son conocidos como los Cabécares, Bribris,
Ngäbe, Huetares, Borucas, Térrabas, Malekus y Chorotegas. Todos estos grupos
tribales se encuentran dispersos entre un total de 24 territorios a lo largo del país y
se estima que existen hasta seis idiomas indígenas de Costa Rica. En el censo del
año 2011 el resultado fue que había más de 100.000 habitantes indígenas en el
país.
El Salvador
El Salvador es un país que limita al norte y al este con Honduras y al oeste con
Guatemala. En la actualidad, se calcula que hay más de 6 millones de habitantes
en el país, entre los cuales conviven tres grupos étnicos de Centroamérica:
los Náhuat-Pipil, los Lencas y los kakawiras. Aunque todavía no cuentan con
reconocimiento constitucional oficial, se encuentran inmersos en tal proceso. Los
Lencas poseen grandes influencias de sus ancestros: los mayas y los nahuas. En
cuanto a los Pipiles, éstos también descienden en gran medida de los nahua,
hecho que se puede ver reflejado en su idioma, el náhuatl, lengua ya hablada por
el pueblo azteca. La presencia de los Pipiles es tan importante, que dieron nombre
a varias tierras del centro del país, como por ejemplo Cuzcatlán. Se considera que
la población indígena de El Salvador conserva su identidad originaria fuertemente
arraigada.
Guatemala
Guatemala se sitúa en el extremo norte de Centroamérica y, en sus orígenes, este
país fue el foco principal en el que habitaban los antiguos mayas, especialmente
entre los siglos IV y X. De este modo, en la actualidad gran parte de la población
guatemalteca posee raíces indígenas, que se manifiestan sobre todo en sus
rasgos, así como en sus tradiciones culturales y sociales. El número total estimado
de habitantes indígenas de Guatemala supera la cifra de 6 millones, lo que
significa que un 60% de la población total del país es indígena. Esto lo convierte
en el segundo país de América Latina con mayor densidad de población tribal, lista
que encabeza Bolivia.
Mujer indígena de Guatemala con traje típico étnico
No obstante, esto no significa que gocen de una mayor inclusión en las estructuras
del Estado. Los principales grupos étnicos de Guatemala son los que se
mencionan a continuación: Achi’, Akateko, Awakateco, Chalchiteco, Ch’orti’, Chuj,
Itza’, Ixil, Jacalteco, Mopan, Garífuna, etc.
Honduras
Honduras está considerado como un país multicultural, multilingüe y multiétnico.
Los más de 8 millones de habitantes que viven en el país incluyen un gran número
de culturas indígenas, muchos de ellos afrodescendientes. De igual manera, los
indígenas primitivos de Honduras provienen de Asia, quienes llegaron a América a
través del Estrecho de Behring hace más de 20 mil años.
Hacienda típica de una familia de la tribu Pech, en Honduras – por Inti Martínez
Alemán
Nicaragua
Nicaragua limita al norte con Honduras y al sur con Costa Rica. El pueblo
nicaragüense es de naturaleza multiétnica y su lengua oficial es el español. Del
total de población del país, un 8,6% se auto-identifica como indígena o como
miembros de alguna comunidad indígena. Los habitantes nativos de Nicaragua
son el resultado de una mezcla entre españoles, ingleses, africanos y aborígenes
de América procedentes del período precolombino. Su cultura actual se
caracteriza por la posesión de una serie de bailes tradicionales y una música
autóctona, así como unos hábitos culinarios y religiosos específicos.
Se encuentran repartidos entre la costa del Pacífico, el centro del país, el norte y
la zona del Caribe. Así, las tribus más destacadas son, entre otros, los creoles y
los garífunas, de ascendencia afro-caribeña. En el Departamento de Masaya se
encuentran también los pueblos indígenas de Monimnó, San Juan de Oriente y
Nindirí, todos ellos de ascendencia Chorotega. En Rivas también se localiza una
gran diversidad de grupos aborígenes, tales como los San Jorge, Nancimí,
Ostional, etc.
Panamá
Panamá se encuentra en el extremo sureste de Centroamérica y, actualmente, es
un país compuesto por cerca de 3 millones de habitantes, de los cuales un 5%
pertenece a algún grupo indígena.
Niños del grupo indígena de los Wounaan – por Mónica Mora
Sin embargo, no es materia de este artículo entrar a discutir sobre las teorías
evolutivas de las especies, sólo queríamos llamar la atención respecto a que en
determinados momentos o periodos de la historia nos enseñan (o nos imponen)
ciertas verdades como hechos incuestionables o absolutos. Pero, luego, a fuerza
del proceso de búsqueda e indagación constante del conocimiento y la verdad,
encontramos nuevas evidencias e indicios que nos llevan a cuestionar nuestra
información original y nos hacen cambiar de parecer, incluso podemos cambiar de
paradigma y nuestra percepción sobre el curso de determinados acontecimientos
históricos y sociales. Suponemos que ocurre una situación similar cuando
pretendemos explicar el proceso de evolución que pueden haber seguido las
poblaciones indígenas de nuestro continente. Y es que en materia de evolución y
cambio social existen distintas teorías y formas de percepción de los procesos
históricos y de transformación social seguidos por las distintas culturas y etnias
que habitaron la región desde la antigüedad. Pero, más allá de las interpretaciones
socio o etno históricas, antropológicas, políticas o incluso idílicas que sobre el
particular existen, lo cierto es que debemos entender la evolución como un
proceso dialéctico, de constante cambio y de transformación social, en tanto es un
hecho incuestionable de la realidad en la que múltiples culturas y etnias se han
desenvuelto en el espacio y tiempo a través de la historia de la humanidad.
Los pipiles son un pueblo indígena que habita la zona occidental y central de El
Salvador. Su idioma es el Pipil o Nahuat. Los antepasados toltecas de los pipiles
emigraron de México y se asentaron en lo que hoy es El Salvador en el siglo X d.
C.
Etimología
La palabra Pipil es un término náhuat que proviene de Pipiltzin que significa noble,
señor o príncipe, aunque también se deriva de Pipiltoton, que significa niño,
muchacho u hombrecito. El nombre fue dado a las tribus nahuas, que había en El
Salvador y otros países de Centroamérica, por los tlaxcaltecas y otros pueblos del
mismo tronco lingüístico de México que estaban aliados con Pedro de Alvarado en
la conquista de la región, al parecer porque al escuchar el idioma pipil les parecía
un náhuatl mal pronunciado, con acento de niño.
Historia
Evidencias arqueológicas, lingüísticas y glotocronológicas sugieren que algunas
poblaciones ubicadas en lo que ahora son los estados mexicanos
de Durango, Zacatecas y San Luis Potosí emigraron a Veracruz alrededor
del 500 o 600 d.C. Hacia 800 d.C. algunas poblaciones emigraron hacia
el Soconusco, en el sur de México, dando origen a los pipiles, mientras que las
poblaciones que se quedaron dieron origen a los nonoalcas; a la vez ambos
grupos estuvieron influenciados por los toltecas. En 900 d.C. los pipiles emigraron
hacia varias regiones de Guatemala, El Salvador y Honduras. Algunas
poblaciones pipiles de Honduras emigraron a varias regiones de Nicaragua, donde
dieron origen a los nicaraos (pueblo de habla náhuat que habitó alrededor
del Lago Cocibolca).
En la actual Guatemala los pipiles fundaron Isquintepeque (actual Escuintla) y se
vieron influenciados por las poblaciones mayas (cakchiqueles, quichés y zutujiles).
En lo que hoy es Honduras, los pipiles habitaron en los valles de Comayagua,
Olancho y Aguán y en Choluteca, y se vieron influenciados por las
poblaciones mayas chortís. En el actual El Salvador los pipiles fundaron alrededor
de 1200 el Señorío de Cuzcatlán, nación que se extendía desde el río Paz hasta
el río Lempa, es decir, cubría gran parte del occidente y centro de El Salvador.